MarvelTopia
Marvel
 
 
 
Estudiaron en las mejores universidades de ciencias y tecnologías, eran prometedores astronautas con un gran futuro aguardándoles a la vuelta de su viaje espacial... Pero al regresar no fueron nombrados ejecutivos de la Agencia Mundial Espacial sino que se habían convertido en súper héroes.

2055 4 Fantásticos

2055: 4 FANTASTICOS #14
Muñecas rusas I
Guión: Narutaki

-----

PORTADA: Sonriendo de oreja a oreja, excitado y con la melena rubia revuelta por el viento, Chris Adams disfruta sobre su flamante aerocicleta roja surcando un cielo azul con esponjosas nubes blancas.

-----

- El gobierno y la comunidad científica no recomiendan la automedicación, Alex.

El francés hace caso omiso de lo que su camarada le increpa mientras sigue con gomas y jeringuillas entre manos.

- Además tú no terminaste la carrera de medicina según tengo entendido...

En el fondo de la improvisada sala de cuidados intensivos en el complejo de Isla Dry Salvador los observa con aire desabrido.

Alexandre está sin duda absorto en su tarea, de vez en cuando se concede un segundo para seca el sudor de su frente arrugada con la muñeca. Al final deja todos los utensilios sobre una bandeja metálica y quitándose los guantes blancos canastados en la papelera de la esquina mira severamente a Chris sin tratar de disimular la fatiga.

- Y todo lo que quieras, Chris, pero ninguno de los médicos que la han visitado han sabido decirme que le sucede ni como curarla, así que voy a intentarlo yo.

- Quizá deberías hablar con más especialistas. El doctor Seagal, en Las Vegas, es muy bueno sabes, un tipo legal. Me lo presentó Fredo, un compañero de mi destacamento y...

La mirada y el gesto del héroe le hizo sabe a su amigo que no pensaba cesar en la misión que había tomado por suya.

- Confío en mí mismo más que en cualquier otra persona. Soy coherente con mi existencia y nunca me propongo metas que estén un peldaño por encima de los escalones que tengo asegurados pisar, de modo que dando lo mejor de mi, estirando la mano un poco más, pueda llegar a conseguirlo. Así que, el tiempo de estar de brazos cruzados ha terminado, de esto me encargo yo.

La seguridad en su voz, la sinceridad del mensaje dejó falto de vocablos al antiguo marine por unos instantes.

Querría haber dicho algo inteligente y resolutivo, derrotar en la batalla a Alexandre, a veces un enemigo más terrible que los que llevan armas cuando de dialogar se trataba.

Se dio media vuelta.

- Bah, haz lo que quieras.

Abandonó el lugar y Kambio se le acercó poniendo una mano sobre su hombro. Ahora se habían quedado los dos solos ante el cuerpo sereno de Yuu.

- Ya conoces a Chris. Debería dar clases de empatía, pero aun así no deja de tener algo de razón, quizá debería verla algún otro médico.

- ¿Cuántos más? ¿Cinco, doce? La han analizado una legión de especialistas, de eminencias y jóvenes estrellas de la medicina y no han conseguido nada.

Se giró hacia la pared llena de monitores y arrastró sus dedos por la pantalla haciendo aparecer algunos datos y desaparecer otros. Con un lápiz óptico rodeó algunos números.

- Mira, he logrado que en determinados momentos del día sus constantes vitales se acerquen a un estado de leve preocupación. Si bien no sé aun el alcance de los daños, que debe haberlos si no me equivoco, es más de lo que todos los médicos han hecho por ella.

El español sonrió cariñosamente entendiendo que era lo más necesario. Alex se sintió reconfortado.

- ¿Y si no puedes hacer nada más por ella? No eres doctor en medicina, Alexandre, y aunque tus esfuerzos y tu dedicación son loables, quizá esta vez no puedas solucionarlo todo.

- Eso solo lo admitiré el día en que su corazón deje de latir.

Se quedó cabizbajo, rodeado de pitidos, cables y pantallas; también de un sentimiento de inutilidad y tristeza enorme.

Tomó la misma puerta que había tomado Gabacho.

-----

Tras la visera del casco dos ojos reflejan cierta desesperación en mitad del atasco. Las manos impacientes sobre los mandos de la aerocicleta haciendo zumbar el motor eléctrico como entretenimiento. Mira a su alrededor y luego hacia delante.

- ¿Es que en esta maldita ciudad no tiene prisa nadie?

Un nuevo vistazo alrededor.

Ahora con fuerza tira del vehículo encarando hacia arriba su morro y luego acelera para elevarse sobre el resto de turismos cuyos conductores lejos de sorprenderse, esperan ver una nueva temeridad en mitad de Nueva York protagonizada por algún joven de esos que no han asimilado demasiado bien la era de las represiones.

Su mirada al suelo para ver si algún guardia de tráfico le está viendo: negativo.

De pronto su visión se nubla y todo da vueltas a su alrededor, apenas puede mantener el control de su transporte que frena tras dar varios giros tremendamente bruscos.

Una vez estabilizado se quitar el casco y se lleva las manos a la cabeza. Luego busca explicaciones.

Frente a él una joven de apenas 22 años, pelirroja y de labios carnosos. Vestida como una antigua motera de principios de siglo, cuero y tachuelas. Esta mira con cierto desprecio a Chris.

- Maldito crío...

- ¿Perdona? ¿Me estás llamando crío?

La chica niega mirando su aerocicleta, buscando alguna imperfección en la chapa. Vuelve a negar y saca un pocket PC. Acelera un instante hasta acercarse a Hombre Impulso.

- Vamos, dime tu nombre completo. La matrícula ya la apunto yo. Me has jodido la moto y tu seguro va a tener que rendir cuentas.

- Eh... ¿Pero tú te estás oyendo? ¡Si has sido tú que te me has llevado por delante! Vamos nena, no flipes.

Alza la vista de la pantalla del ordenador. Alza una ceja y esboza una cínica sonrisa.

- Ese es el problema de que los niñatos podáis llevar aerocicletas. Queréis hacer cosas de mayores y luego, cuando tenéis un trompazo queréis que se os tenga clemencia... Va, tu nombre.

- A ver, me parece que no me estás entendiendo. Eres tú la que me ha dado el golpe.

Chris desvía su mirada hacia el reloj digital de su muñeca.

- ¡Ostia! Llego tarde. Lo siento señorita, otro día la invito a café -apresurado.

Se coloca aprisa el casco y vuelve a tomar los mandos. De nuevo fuera de la pista de circulación gira el acelerador y sale disparado calle abajo.

La muchacha despierta un instante después sin creer del todo lo que está sucediendo. Sin tan siquiera colocarse el casco comienza a perseguir rabiosamente el aerotransporte del superhéroe.

Como dos estelas fugaces, provocando la intromisión del polvo en algún piso con las ventanas abiertas, a velocidad de vértigo sobrevuelan ambos la ciudad.

Desde una ventana que ya han dejado atrás, un viejo italoamericano, en camiseta roñosa de tirantes y con pronunciadas ojeras les increpa puño en alto.

Sin prestar atención a su perseguidora Chris hace un aparcamiento espectacular dejando caer su flamante aerocicleta roja justo sobre el primer palmo de alfombra roja del hotel Morning Star - Nueva York.

El botones que hace guardia en la entrada abre los ojos como platos tras el aterrizaje de Hombre Impulso. Poco después la escena se repite cuando es la joven pelirroja la que hace lo propio.

El norteamericano camina dentro y deja el activador de su aerocicleta al botones.

- Cuídemela.

Una vez en el vestíbulo se acerca a recepción sin dilaciones.

- Soy Christopher Adams, el señor Dellwilliger me está esperando.

La pelirroja vocifera en mitad del hall profiriendo malsonantes insultos hacia el héroe.

- Ah -riendo-. Yo que usted no dejaría que la chica estuviese mucho rato aquí, es ciertamente ordinaria.

- Entendido señorito Adams. El señor Dellwilliger le espera en la sala Caesar, vigésimosegunda planta.

- Gracias.

Da un paso para encontrarse en el interior del ascensor, y mientras se cierra la puerta, con su mejor sonrisa, saluda a su perseguidora que se las está teniendo con el personal de seguridad del hotel.

-----

Nueva Salem.

El pueblo vive anclado en el pasado. Su aspecto es totalmente rústico, con casas de madera y apenas unos pocos cientos de habitantes dedicados a la agricultura y la ganadería.

Más allá del campo, se reúnen para charlar en algo similar a una taberna donde el propietario, un anciano de cejas pobladas y cabello negro sirve zarzaparrilla y cerveza a quienes se pasan por allí a jugar a las cartas o simplemente a escuchar la emisora de radio pirata que llevan algunos jóvenes del pueblo.

- Creo que he descubierto algo importante, Franklin... -mira inquieto a su alrededor

- Pareces nervioso. ¿Va todo bien, Josh?

Traga saliva y vuelve a mirar a su alrededor. La tasca está ahora repleta de gente, es sábado por la noche.

- Ahora no puedo contártelo, pero es algo muy gordo, de verdad tío, vas a flipar. Mira, mañana, mientras todos estén en misa, nos reuniremos en el almacén del viejo Regulus, allí no podrá oírnos nadie.

- Bien, bien.

- Sé discreto, por favor.

Franklin le dedica una mirada desdeñosa.

- Vale, sí, lo sé. Perdona, estoy algo nervioso. Solo eso. Solo eso.

- Sin problemas -sonríe llevándose el botellín de cerveza a la boca.

-----

Algunas horas después Chris abandona el hotel con una bolsa de deporte colgando de su hombro izquierdo.

El botones apenas tarda dos segundos en reaccionar para acercarse con las llaves de su aerocicleta.

- Plaza 143-F.

- ¿Todo bien?

- Sí, bueno... La...

- ¡Eh, tú, imbécil! -la chica seguía allí.

El superhéroe mira al cielo negando en gesto de desesperación. Luego urde su mejor sonrisa y camina hacia ella.

Al plantarse frente a frente, tratando de seducirla se encuentra con que ella lo toma con una mano por la solapa de la chaqueta.

- Vamos a ver, criajo, me has rayado la aerocicleta, y las reparaciones de chapa son caras, así que más te vale que ahora, que ya has terminado, me ayudes a completar el parte de accidente. ¿Me oyes?

- Mmm... Sí -liberándose de ella con un gesto cuidadoso.

La joven le estampa un pocket pc en su funda contra el pecho. Con la otra mano le ofrece un lápiz.

- Yo ya he introducido mis datos y tu matricula. Solo tienes que meter tus datos personales.

Chris está ya haciendo lo que la chica le pide.

Cuando ha terminado le devuelve el artilugio.

- Bueno, esto es todo. Espero que ahora te calmes un poco -guiñándole un ojo.

Adams se gira para alejarse hacia el parking de aerocicletas.

- Oye, oye, un momento...

El superhombre se gira dispuesto a recibir alguna nueva clase de reprimenda.

- Tú eres el chaval ese de Los 4 Fantásticos, ¿no?

Orgulloso, Hombre Impulso vuelve a sonreír.

- Que tengas ese culo y seas tan gilipollas...

Eso supone una auténtica bofetada moral para el joven héroe.

- Tal vez la segunda parte de la afirmación sería discutible. Si quieres te invito a pasar un fin de semana a solas con Hombre Impulso y a lo mejor cambiabas de opinión.

- ¿Invitarme tú a mi? Mira chico, te espero esta noche aquí. Solo tráete ropa y una caña de pescar. Iremos a mi casa en la montaña.

- Perfecto.

- Por supuesto.

Ahora sí, sonriendo decididamente, convencido de si mismo, Chris sube unas escaleras mecánicas hacia la primera planta del garaje silbando una antigua canción y jugueteando con sus llaves.

-----

- Voy a pasar el fin de semana fuera.

Christopher anuncia la noticia al aparecer en el comedor donde Alexandre, desganado, y Salvador comen un filete con patatas.

- Llévate el comunicador... Por si acaso -le pide Kambio.

- OK.

Después de quitarse la chaqueta y dejar el casco sobre el sofá se acerca a la mesa con la bolsa de deporte.

- Et ¡voila!

Vacía su contenido en el suelo. Caen varios envases de plástico con réplicas de ellos en juguete, llaveros y posters.

- Madre mía...

Alexandre niega en gesto de desaprobación.

- Tecnitoys además prepara una versión robotizada de Salva a la que puedan salirle alas y cubrírsele la piel de una armadura roja.

- ¿Y quién les ha vendido los derechos de imagen?

- Yo.

- Tal vez deberías habernos consultado que nos parecía -interviene ahora el francés.

- Va en el bien de todos. Nos dará popularidad y dinero.

- Somos un equipo, y parece que te estás olvidando de eso. ¿Te has parado a pensar si yo quiero que los niños me tomen como modelo o que jugueteen con una réplica mía? ¿O si Kambio quiere ser un robot?

Gabacho se muestra enfadado pero comedido. Procura no alzar la voz.

- Yo, tío, Alex...

- Lo hecho, hecho está. Hay cosas más importantes y errores más graves, pero la próxima vez, consúltanos.

Salva está algo incómodo. Toma uno de los muñecos del suelo.

- Bueno, después de todo, no están tan mal.

Chris y él sonríen con complicidad.

-----

Nueva Salem.

Los dos viejos amigos están tirados sobre un montón de paja, mirando al techo.

- Espero que los padres de Marie Carry no se opongan a nuestra boda, sería algo muy jodido -comenta Franklin.

- El señor Baltimore es un hombre muy razonable, y tú eres un chico apreciado en Nueva Salem, ya verás como no tienes problemas.

- Je... Sí, seguro. De todos modos, ¿qué era eso que querías explicarme?

- Verás... La otra tarde salí como siempre, a pasear por el bosque de abedules con Flip, que escuchó algo raro y salió corriendo. Siguiéndolo llegué a una parte del bosque que no había visitado, nunca. Y vi que estaba vallada, como para que nadie pasase, y al otro lado había un extraño aparato. Con unos mandos o algo así, y números, y luces... De pronto vino un tipo, como tú y como yo, bueno, como tú y como yo no, vestía diferente. Con ropa de colores muy vivos, y olía distinto, no parecía humano casi. Se sentó encima y...

- ¿Qué?

- Júrame que no pensarás que estoy loco.

- Te lo juro.

- Salió volando.

Franklin estalló en una risotada despreocupada.

- ¿Seguro que no estuviste en la tasca bebiendo antes de irte a pasear?

- Franklin, te lo juro. Que no. Lo vi perfectamente. Me escondí y vi como se iba elevando, cada vez más alto, y luego salía despedida, como una flecha... Como una estrella fugaz. Fue... Bufff...

- Vaya, que cosas tío...

- Podemos ir, mañana o pasado. A ver si volvemos a verlo.

- Sí, sí. Eso estaría bien.

- Pero por favor, no se lo cuentes a nadie. Ya sabes lo que le pasó a Herbert Dellmore.

- Claro, Josh.

Desde fuera escucharon las campanas de la iglesia resonar. Ambos se incorporaron.

- Vamos.

-----

EL CORREO FANTASTICO

Salud para todos, lectores ávidos de aventuras.

Después de largo tiempo vuelve a ver la luz un número de los 4F 2055, mi serie fetiche en Marveltopia. Espero que no haya perdido la práctica narrando las venturas y desventuras del cuarteto fantástico después de tanto tiempo...

Y ahora, como siempre, pasamos a comentar los comentarios del último número.

Xum dijo: "Bonita portada, buena y sugerente descripción". Gracias hombre, era la idea.

"Veo que seguimos con el remix de Dracula. Estaba pensando que de alguna forma la Saga de la Fenix Oscura es también un remake de Dracula, aunque centrandose mas en Mina / Jean y deshaciendose de Dracula / Mente Maestra a mitad de la historia". A veces me asustas, y ya verás porqué en el futuro.

"No esta mal el número, aunque ya sabes que 4 F 2055 no es que me entusiasme". Ya bueno, que le vamos a hacer. A cada uno le gusta lo que le gusta. Pero para eso escribo Young Justice, para compensarte xD

Para terminar y sabiendo que ni Cristo hará caso, convoco un concurso para ganar el enésimo no-premio otorgado por Marveltopia. Se lo llevará el que acierte donde está el homenaje a El Padrino de Mario Puzo en este número.

Y esto es todo por esta entrega.

¡Fantásticos saludos!

Narutaki

 
 
   
www.marvel.com
(1) All characters and the distinctive likenesses thereof are Trademarks of Marvel Characters, Inc. and are used with permission.
(2) Copyright © 2003 Marvel Characters, Inc. All Rights Reserved.