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PORTADA
En el año 2055 aún hay sitio para los mutantes...

2055 Hijos del Atomo

2055: HIJOS DEL ATOMO #1
Espectador
Guión: Jorge Arias

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PORTADA: Vemos la portada del periódico "The City", edición del 2 de febrero de 2055. La foto muestra un muro con una puerta vigilada por dos soldados, junto a un cartel en el que pone "Está usted entrando en la Zona-X". El titular del periódico dice "20º aniversario del Acta de Moore".

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RIIIING! RIIIING! RIIIING!

El videoteléfono suena en un pequeño piso de Nueva York.

-¡Mierda! ¿Quién es el pirado que me llama un sábado a las 7 de la mañana? Que le den, no pienso coger el teléfono.-

RIIIING! RIIIING!

-¿Pero es que no se cansa?-

RIIIING!

-Está bien, está bien...-

CLICK

-¿Qué? Ah, mierda, eres tú...¿Cómo? ¡Hoy es mi día libre! ¡No puedes hacerme ir a L.A.! Además, he quedado con Gwen, y...¿cómo que es urgente? Sabes que siempre lo es...¿100 pavos?...ehh...De acuerdo, la diré que no puedo ir. En media hora estoy en la redacción. -

El que llamaba era mi editor, Mark Borgman. Por si no lo sabes, es el editor de "The City", el periódico más importante de Nueva York, tras el escándalo que obligó a cerrar el Daily Bugle. Normalmente me encarga trabajos tan gratificantes como colarse en un camión de la basura para fotografiar las actividades ilegales del vertedero, y cosas aún peores que prefiero olvidar. Por lo menos esta vez es un viaje. Además, voy yo sólo...parece que empieza a confiar en mí como reportero, y no sólo como fotógrafo. Pero qué digo. Seguro que es porque no tenía presupuesto para mandar a nadie más. Encima el viaje es a Los Ángeles... Umph. No creo que haya tanta diferencia con lo del vertedero después de todo.

Tras anular todas las citas que tenía hoy, me paso por la redacción para que Borgman me informe de lo que tenía que hacer. Al parecer, esta semana se cumplen veinte años desde que se aprobó el Acta de Moore. Vaya, aún recuerdo cuando vi por la tele al presidente diciendo que los disturbios mutantes habían llegado a su fin, y que los "genebichos" (le encantaba usar esa palabra) pagarían cara la insurrección en Genosha. Y pensar que gracias a eso fue reelegido...creo que nunca entenderé a la gente. Quiero decir, está claro que a nadie le gusta ver por la calle a un tío forrado de acero, o con el cuerpo peludo, o con tres garras metálicas en las manos. También es cierto que se estaban multiplicando demasiado...y aunque no digan nada, yo creo que ya son por lo menos el 40 % de la población mundial. Pero recluirlos en ghettos...me parece un poco fuerte. Por mucho que los llamen "Zonas-X", y que digan que es por la propia seguridad de los mutantes, no hay mucha diferencia con los campos de concentración judíos. Desde luego, la Zona-X de L.A. es el mismo Auschwitz. Creo que hay más de 2 millones de mutantes metidos ahí... Pero dejemos las reflexiones a los de la columnas de opinión. Yo sólo tengo que mover mi culo hasta L.A. y preguntar a la gente que opina de todo esto.

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Nada. La gente no quiere hablar, y los comentarios de los pocos que me hacen caso son tan racistas que no sé si el periódico se atreverá a publicarlos. ¿Cómo puede la gente defender esta ley? Si es que aunque odiaran a los mutantes, el ghetto les está destrozando la ciudad, y hay casi más disturbios que antes. No es la primera vez que algún grupo de jóvenes skins ultraderechistas se introducen en el ghetto para pegar a los mutantes...y no vuelven a salir. Sea lo que sea lo que les hagan allí dentro, se lo tienen merecido. Antes de ir a la rueda de prensa del alcalde, me gustaría encontrar algún testimonio más, a ser posible contrario al Acta. Quizá esa pareja de allí...por su aspecto (iban vestidos con trajes que yo no me pondría ni para ir a comer con el presidente...y ellos los usaban de ropa de calle) no parecen muy "progres" precisamente, pero habrá que intentarlo.

- Perdonen, ¿son ustedes de Los Ángeles?-

- No, somos de Nueva York. Estamos aquí por...cuestiones de trabajo.- me contestó la mujer...¿por qué habrá dudado al decir el motivo de su visita?

- Ah...bueno, de todas formas, ¿me podrían decir qué opinan sobre el Acta de Moore, ahora que se cumplen 20 años de su instauración?-

- Pues estamos completamente de acuerdo con todo lo que dijo el fallecido presidente Moore. Habría que tener encerrados a todos esos sucios genebichos, o mejor aún, liquidarlos a todos.- esta vez contestó el hombre. Otro racista más...tendría que seguir buscando.

- Pero, ¿no cree que las Zonas-X son perjudiciales para las ciudades? En Nueva York no es muy grande, pero aquí ocupa ya la tercera parte de la ciudad...- vuelvo a intentar sacarle un comentario mínimamente en contra.

- Bueno, eso es un pequeño precio que hay que pagar. De todas formas, como le he dicho antes, lo mejor sería que metieran ahí el ejército y los liquidara a todos en un momento.-

- Eh...está bien. Ya he acabado, gracias por su colaboración.-

- De nada.-

Bueno, otro intento infructuoso. Mientras decidía si ir a la rueda de prensa o preguntar a más gente, me di cuenta de que la pareja se había dejado un maletín en el suelo. Dudé bastante si llevárselo o no, ya que bastante tiempo me habían hecho perder con sus comentarios, pero fui demasiado buena persona y corrí en su busca con el maletín a cuestas (pesaba bastante más de lo que esperaba). Tras diez minutos corriendo en la dirección por la que habían salido sin encontrarles, me rendí. Me metí en un bar a saciar mi sed, y observé que el maletín estaba abierto. Naturalmente, la curiosidad pudo conmigo y miré su contenido. Ropa, libros...lo típico. Pero espera, ¿qué es eso? ¿Es un chándal? Lo miré más detenidamente y comprobé que no era un chándal, sino una especie de uniforme extraño...no sé como describirlo, pero nada más verlo me recordó a los cómics de superhéroes que leía de pequeño. Casi se me escapa una risa al imaginarme al tipo del maletín disfrazándose de superhéroe en la intimidad. Quizá eso le ponía a su mujer... Además del traje, había otra cosa que no llamó tanto mi atención, pero que me guardé en el bolsillo por si me servía de algo. Era una especie de tarjeta con la inscripción "Club del Fuego Infernal" en su parte superior, y debajo un número de socio y un nombre (supongo que el del tipejo este). Como he dicho, pensando que sería una especie de pase para algún local de moda, me lo quedé. No me dio tiempo a sacarme la mano del bolsillo antes de que la pared del bar explotara. La poca gente que había en el bar quedó sepultada, pero yo milagrosamente me salvé. No obstante, no me alegré mucho cuando vi quién había derribado la pared...era el tipo del maletín (esta vez sólo), y a no ser que mis ojos me engañaran, estaba...¡estaba volando! No sólo eso, además de estar volando, la mitad inferior de su cuerpo estaba envuelta en llamas, como si acabara de ser disparado por un cañón.

- Aquí está lo que buscaba...No sabes lo increíblemente afortunado que eres: normalmente te habría hecho experimentar la sensación del salto desde 1000 metros de altura, sin paracaídas y a una velocidad de 500 km/h por curiosear en mis cosas...pero hoy tengo prisa, y el contenido del maletín no me permite detenerme ni un segundo más.-

Yo, tendido en el suelo contra la otra pared del bar, escuchaba estas palabras mientras mojaba mis pantalones nuevos. Finalmente me di cuenta de que me había librado de la muerte...media hora después de que el tipo del maletín se hubiera ido.

Según se me fue pasando el shock, decidí llamar a mi editor.

- ¡¿Kobal?! ¿Para qué coño me llamas? ¡Deberías estar en la rueda de prensa del alcalde, que ya la están emitiendo!-

- Cálmese, Borgman...me ha pasado algo muy raro.-

- ¿Y a mí que me importa lo que te pase? Si no estás en la rueda de prensa, vete olvidándote de esos 100 pavos- mi editor tan amable como siempre.

- -Señor...ESCUCHE...he visto a un...superhéroe...o quizá era un supervillano...no lo sé.-

- ¿Me estás tomando el pelo?.-

- No, señor, tengo pruebas si quiere. He guardado una tarjeta que tenía en su maletín...-

- ¿Cómo que en su maletín?-

- Una tarjeta que tenía en su maletín...pone algo del Club Fuego Infernal...-

- ¿Cómo has dicho?-

- Club Fuego Infernal, señor...-

- Dios santo...Frank, escucha: olvídate de todo lo sucedido, vuelve inmediatamente a New York y reúnete conmigo...y por lo que más quieras, tira esa tarjeta.-

- Así lo haré, señor-

Y le hice caso. Salvo en lo de tirar la tarjeta...

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Varias horas más tarde llegué de nuevo a New York (joder, hoy ya llevaba casi 20 horas de avión...¿cuántas millas habría acumulado ya?)

- Bien, Frank- era la segunda vez que el editor me llamaba por mi nombre de pila, debía estar realmente preocupado- Lo que te voy a contar ahora no se lo he contado a nadie, principalmente porque no estaba seguro de que fuera cierto. Los pocos que lo sabemos pensábamos que era un rumor, aunque yo sospechaba que era algo más. Tampoco debería contártelo a ti, pero conociéndote el susto que te has llevado hoy no habrá frenado tu curiosidad, sino que la habrá multiplicado por mil.-

- Así es, señor.-

- No me interrumpas. Y puedes llamarme Mark. Bien, como te decía, conozco tu curiosidad...es la misma que tenía yo cuando era de tu edad. Por eso te voy a contar esto. Pero saberlo sólo va a empeorarte las cosas, así que te daré un voto de confianza. ¿Te crees capaz de olvidar todo esto y volver a tu trabajo rutinario? ¿Eres capaz de frenar tu curiosidad? O, citando un clásico cinematográfico de cuando era niño, ¿qué pastilla va a ser? ¿La roja o la azul?-

- ... -

- ¿Y bien?-

- Cuéntamelo.-

- Estaba seguro de que dirías eso. Empezaremos por el principio, por lo que todo el mundo sabe. Es bien sabido que a comienzos del siglo XXI la población de mutantes comenzó a crecer de una forma desmesurada, aumentando con ello los conflictos raciales. Sin embargo, la gente corriente no recuerda que, a finales del siglo XX, los mutantes no eran siempre deformes. La mayoría podía pasar perfectamente por un humano normal. Las mutaciones no estaban en su aspecto físico, sino que les otorgaban poderes excepcionales. Eran SUPERHÉROES, igual que los reaparecidos Vengadores. No se sabe por qué, al mismo tiempo que la población mutante crecía, sus mutaciones iban mostrándose en su aspecto físico, y no les daban poderes. Créeme, si todos los mutantes que están recluidos en las Zonas-X tuvieran poderes similares a los de sus predecesores, seríamos nosotros los que estaríamos encerrados allí.-

- No sabia todo eso.-

- Por supuesto que no. Son muy pocos los que lo saben, casi todos viejos a los que nadie hace caso...como yo. Pero sigamos: cuando los conflictos se acrecentaron, nuestro gobierno tomó una decisión. Se apoderó del país de Genosha, y lo convirtió en un inmenso campo de concentración para mutantes.-

- Eso sí lo sé. Los mutantes se rebelaron, pero el gobierno mandó allí al ejército y detuvo la revolución.-

- JA! Eres más ingenuo de lo que creía, chico. Eso es lo que quieren que creas. Los mutantes se rebelaron dirigidos por otro mutante al que sólo se conoce como "M", y se hicieron con el control de la isla. El ejército llegó allí, y fue masacrado. Han pasado 21 años, pero la guerra aún continúa en Genosha. Y seguimos perdiendo, ya que casi no nos quedan tropas allí. Lo mejor de todo es que ese "grupo terrorista mutante", como lo llama el gobierno, dirigido por el tal "M", ya no está en Genosha. ¿No has oído ninguna noticia sobre los ataques a diversas Zonas-X, como la de Chicago?-

- Si, pero dijeron que sólo eran unos fanáticos defensores de los mutantes, y que ya los habían metido en las mismas Zonas-X.-

- Intenta hablar con la Zona-X de Chicago. Allí no queda un puto mutante. El tal M ya ha liberado a los mutantes de tres ciudades.-

- No sabía nada de eso, pero...¿qué tiene que ver con lo que me ha pasado?-

- O me explico muy mal, o definitivamente eres poco avispado, por decirlo suavemente. ¿Tú crees que el grupo de M ha vencido a medio ejército estadounidense con armas normales? Tienen PODERES, chico. Son como los antiguos mutantes. Lo malo es que no son los únicos. M y su grupo sólo pretenden liberar a los mutantes...pero hay otros con intenciones más siniestras. Se hacen llamar "élites", y, debido a que están más evolucionados o algo así, al igual que el grupo de M, pueden pasar perfectamente por una persona normal, y tienen poderes. Algunos de ellos se aprovechan de su aspecto, y se hacen pasar por personas normales. De hecho, algunos son famosos.-

- ¿Cómo quién?-

- ¿Conoces a Scott Grant?-

- ¿El jugador de aerobaloncesto?-

- ¿Acaso creías que una persona normal pudiera saltar tanto? Scott no sólo es un "élite"...además tiene más de un siglo de edad! Se cambió el nombre por seguridad...cuando yo era pequeño se hacía llamar Michael Jordan.-

- ¡No jodas!.-

- Sí, cuando me enteré me expliqué muchas cosas. Igual que cuando supe lo de un autor de cómics de mi infancia, un tal Moore...bueno, podría contarte muchos más cotilleos sobre famosos, pero no tenemos todo el día. Como te decía, hay muchos más élites. Y la mayoría no hacen como Scott, sino que son conscientes de sus poderes...y los usan en su provecho. La mayoría se reúnen en selectos clubs, como el Club Fuego Infernal. Nadie conoce exactamente sus intenciones, pero sabemos que, con sus poderes, en cuanto quisieran podrían hacerse con el control del mundo en un día. Pero creo que de momento no necesitas saber nada más.-

- Eh...no, creo que no. De hecho, creo que sé más de lo que quería saber.-

- Te lo advertí.-

- Pero todavía tengo una duda...¿qué hacía ese élite en L.A., si el Club Fuego Infernal está aquí? ¿Y por qué se mostró tan racista con los mutantes, si él también es uno?-

- Si le dices eso, te hubiera matado. Para ellos, los mutantes tal como los conocemos nosotros, es decir, los que están encerrados en los ghettos, son escoria. Y eso responde también a qué hacía en L.A. ...uno de sus hobbys es introducirse en las Zonas-X y ponerse a cazar mutantes, como si fueran animales.-

- Guau...pero entonces, M y los suyos son élites o no? Porque ellos liberan a los mutantes.-

- Si, creemos que son élites, aunque ellos no se denominan así a sí mismos. No sabemos casi nada de ellos, pero se podría decir que son "los buenos".-

- Una última duda...¿Qué hago ahora?-

- Je. Pues te recomendaría que te fueras a tu casa, durmieras dos días seguidos y el martes volvieras al trabajo. Pero a partir de ahora no tendrás que volver a meterte en basureros...tus trabajos van a ser algo distintos.-

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La larga charla con Mark me dejó intelectualmente exhausto. Además, me dejó más asustado, al saber lo que me podría haber pasado en L.A. Sin embargo, no acabó con mi curiosidad. Como el mismo dijo, la aumentó bastante más. Ahora estaba en Nueva York, sabía más o menos a qué me enfrentaba...y tenía la dirección y un carnet del Club Fuego Infernal.

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Cuando llegué allí, me sorprendió que fuera un edificio tan viejo. Parecía más bien cochambroso, lo que se contradecía con lo que me había contado Mark. Sin embargo, en la entrada había un fornido portero. Valientemente, me acerqué y le dije al portero el nombre que aparecía en el carnet. No sólo me dejo pasar, sino que casi me hizo una reverencia. Por dentro, el edificio era completamente distinto a lo que parecía por fuera. Esto sí se correspondía con la imagen de mutantes pijos que tenía en la cabeza. Al parecer, se estaba celebrando una fiesta...menos mal que había alquilado un esmoquin. Cogí una copa que me ofreció un camarero, y me acerqué a un grupo de personas charlando. Pensar que probablemente eran mutantes que me despedazarían en un momento hizo que me temblaran las piernas. Eso, y el hecho de que no dejaban de mirarme, evidentemente porque no me reconocían. Sobre todo uno con el pelo verde y una perilla puntiaguda, que era el que me observaba desde hacía más tiempo. Finalmente se me acercó.

- Perdona, pero creo que no tengo el placer de conocerte. ¿Cómo te llamas?-

- Ss..Sam...Sam Guthrie- tembloroso, solté de nuevo el nombre del carnet, esperando que el tal Guthrie no fuera amigo de este.

- Ah...si, he oído hablar de ti. Yo me llamo Fitzroy, seguramente mi nombre te suene.-

- Ehh..sí, claro que he oído hablar de ti.- "fiuuu", pensé. Parece que no le conocía, menos mal.

- Bien. ¿Qué tal está Paige?-

- Eh..muy bien, gracias.- dije, rezando porque Paige fuera la mujer que acompañaba a Guthrie en L.A.

- Oye, esta fiesta es un rollo. ¿Por qué no te vienes a un sitio más íntimo?-

- Claro- Mierda...O me había descubierto, o tenía intenciones aún peores que a mi no me apetecía en absoluto conocer. Aún así, le seguí. Solté un suspiro al ver que en la habitación a la que me llevó (supongo que su habitación privada) había un jacuzzi con varias mujeres bañándose, que por cierto nos saludaron MUY efusivamente. Yo casi me esperaba una sauna gay. Pero entonces...¿qué querría este tío?

- Pues es sorprendente saber que Paige se ha recuperado bien...-

- Sí- dije rápidamente

- Teniendo en cuenta que falleció hace 15 años.-

"Glups".

- Muy bien, dime quien eres...tienes tres segundos antes de que las chicas se pongan más cariñosas contigo.

Miré al jacuzzi y vi que las mujeres comenzaban a transformarse en una especie de lagartos, que además me miraban, y juraría que relamiéndose...

"Se acabó, es el fin..."

Las "mujeres" (oí a Fitzroy llamarlas "reinas", pero no me paré a pensar su significado) comenzaron a rodearme, mientras que Fitzroy se había apartado y contemplaba la escena divertido. Repasé la situación: descarté la idea de mentirle de nuevo acerca de mi identidad, y por supuesto tampoco pensaba darle la verdadera. Estaba claro que si quería escapar de allí tendría que enfrentarme a ellos. La habitación tenía una puerta, por la que habíamos entrado, pero Fitzroy estaba justo delante. La otra única salida era una gran ventana, que estaba justo detrás de esos asquerosos bichos verdes. ¿Qué me enseñaron a hacer en las clases de artes marciales? Sólo han pasado tres años y ya he olvidado todo, justo cuando lo necesito, mierda...Entonces lo ví: en la pared de justo detrás de mí había colgadas varias espadas, de distintos tamaños. Se ve que a Fitzroy le gustaba ese rollo...habría que aprovecharlo. Cuando los tres lagartos se lanzaron a por mí, le di una patada a la mesa que había al lado mío, lo que les detuvo un pequeño instante, suficiente para que me diera tiempo a coger una katana. La cogí con las dos manos (pesaba más de lo que había creido), y a duras penas logré sostenerla, pero conseguí rebanarle el pescuezo a uno de los lagartos. Los otros dos se apartaron, por lo que corrí hacia la ventana, pero Fitzroy se puso en medio. Con un gran esfuerzo levanté la katana y la dejé caer sobre él, pero un escudo verde que le salió alrededor detuvo el golpe.

- Deja la katana donde estaba, me costó carísima...además no me has pedido permiso para cogerla- su expresión mostraba que disfrutaba con esto.

- Fitzroy, yo que tú dejaría de preocuparme tanto por las cosas materiales...puede ser malo para la salud.- dije esto mientras me agachaba, haciendo que los dos bichos que aún quedaban vivos saltaran sobre mí y por tanto cayeran sobre Fitzroy.

Eso sorprendió a Fitzroy, que relajó su escudo, momento que aproveché para clavarle la katana entre las costillas. No me molesté en comprobar si había muerto o no, me limité a saltar por la ventana antes de que los lagartos se volvieran contra mí de nuevo. Menos mal que estábamos en un primero...además, un coche amortiguó mi caída, pero, como no podía ser de otra forma dado el día que llevaba, el coche resultó ser de policía.

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Con las manos esposadas y dos policías sujetándome por los brazos me introduje en la comisaría. Iba pensando en a quién iba a llamar...y la bronca que me echaría Borgman cuando se enterara...pero me había salvado. Sin embargo, no tuve mucho más tiempo para pensar. Nada más cruzar las puertas de la comisaría, una extraña alarma comenzó a sonar, y todos los policías comenzaron a apuntarme con sus armas, aunque por sus caras parecían más asustados que yo.

- Ponga las manos sobre la pared...y comience a explicarnos por qué ha hecho sonar la alarma de mutantes.-

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Ahora sí que mi viaje estaba llegando a su fin. Los policías aún no se explicaban que yo fuera mutante, ya que no lo parecía...pero ante la duda, me metieron en un camión con destino a la Zona-X, junto a otros mutantes que también me miraban entre asustados y extrañados. Y mientras yo seguía reflexionando. ¿Habría hecho sonar la alarma por haber estado cerca de mutantes en dos ocasiones ese día? ¿O sería yo realmente un mutante? En seguida descarté esa idea...si fuera mutante lo sabría. Sin embargo, algo me hizo cambiar de idea nuevamente. Uno de los policías detuvo el camión justo antes de que nos fuéramos, y me puso un cacharro que, según dijo, era de los que usaban en Genosha. Era un collar...un collar nulificador de los poderes mutantes.

"Bien. Esto me sacará de dudas de una vez por todas".

Me pusieron el collar. Al principio no sentí nada...pero de repente, sentí que mi vista se desvanecía. Me quedé completamente ciego. Y no fui consciente de que el camión se paraba de nuevo, y esta vez no era un policía. Alguien estaba atacando el camión. La puerta se abrió, y alguien me tendió una mano.

- Soy M. No sé si habrás oído hablar de mí...-

- En realidad sí.-le interrumpí- Y tengo muchas preguntas que hacerte. Para empezar...¿soy mutante?-

- Ya sabes la respuesta. Sabes que sí. Eres un mutante desde que naciste. Igual que eres ciego desde que naciste.-

- Pero...yo siempre he visto.-

- Creías que veías. Tu poder mutante consiste en unos sentidos aumentados, y un potente radar. Eso te ha hecho creer que "veías" como la gente normal, pero no era así.-

Lo comprendí todo. ¿Cómo explicarías a un ciego de nacimiento lo que es "ver"? A mi no me lo explicaron. Todo el mundo, por supuesto yo el primero, creían que mi visión era normal. Ahora sé que no.

- ¿Puedes quitarme el collar?-

- Claro.-

De repente volví a ver...pero ya no era lo mismo. Ahora sabía que lo que veía no era la realidad. ¿Cómo sería realmente el mundo? ¿Qué aspecto tendría Gwen? Bueno, siempre me la había imaginado de una forma...y tendría que conformarme con eso. Si la volvía a ver.

- ¿Nos acompañas?- preguntó M

-Qué remedio...-

Fin del Capítulo I

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CORREO DEL LECTOR

Bueno, pues aquí está, tras dos años como lector y escritor en proyecto, mi primer trabajo en MarvelTopia...bueno, en Marvel Tales, pero da lo mismo. Es curioso que de todos los proyectos que he tenido y tengo durante estos 2 años, lo primero que salga a la luz sea algo que se me ocurrió esta misma semana. ¿Será porque no tiene que pasar la supervisión de los editores? :) Al final, para ser mi primer número me ha quedado bastante más tocho de lo que esperaba. Espero que hagáis un esfuerzo y lo leáis entero. ¿Qué os parece la historia? He intentado desmarcarme de lo típico en estos casos, como "Días del Futuro Pasado" y cosas así...pero el intento ha sido en vano ;) Aunque eso sí, he metido más referencias a Watchmen, Dark Knight, Clerks, Pulp Fiction, Matrix, etc. que a Claremont...aunque esos mutantes se parecen sospechosamente a los morlocks.

Cada capítulo estará contado desde el punto de vista de un personaje diferente, y para empezar, nada mejor que un humano normal (o eso cree él), y además periodista. Pero probablemente a Frank no lo volvamos a ver...bueno, quizá haga algún cameo. Lo digo por si alguien quiere usar a este Daredevil 2055 que me he sacado de la manga ;) (como estés leyendo esto antes que el cómic, te lo acabo de destripar :P). Por cierto, en este número dejo un montón de cabos sueltos (Sam Guthrie, M, Club Fuego Infernal, el Nido, ...) pero tranquilos que en los tres próximos números ya os enteraréis de todo ;)

Pues nada, a ver si tengo listo pronto el Capítulo II...y a ver si me queda menos pesado que este xD Eso sí, en este número no he sacado muchos guiños a personajes Marvel, pero el próximo estará repleto. Y M no es el primero en quien habéis pensado...pero seguro que ya sabéis quien es, aunque si no os enteraréis en el próximo número.

Opiniones y cosas de esas, a kingmob@inicia.es, aunque supongo que vuestra vaguería habitual os llevará en todo caso a comentarlo en la lista.

Byes! (y no seáis muy duros, que es lo primero que escribo ;) Ya soy consciente de que tengo mucho que mejorar, pero confiío en hacerlo con el paso de los números...y que La Hermandad sea bastante mejor (lo digo por si a alguien este número le hace desistir de cualquier intención de leer mi próxima serie ;))).

 
 
   
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