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PORTADA
Vuelve el Espíritu de la venganza...

2055 Motorista Fantasma

2055 MOTORISTA FANTASMA #1
Renacer
Guión: Fr3d1

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PORTADA: Podemos ver a un joven vestido con un chaquetón de cuero negro y el pelo largo. Cuelga de su cuello una guitarra de un diseño muy clásico, y apoya sus manos sobre ella. Detrás del joven se puede ver una figura que se confunde con el negro del fondo, pero se distinguen dos llameantes manos abiertas de par en par formando los brazos en cruz, y una calavera llameante mirando hacia el joven.

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- Veamos, ¿me estás diciendo que recuerde algo raro que me haya pasado en esta semana, para que estemos tú y yo aquí, no?

- Sí

- Ok, ¿tienes un boli para escribir?

- No

- Bueno, pues de cabeza... a ver...
Me llamo James L. Morrison, aunque mis amigos me llaman Jim, Jim Morrison, (parece ser que fue un músico muy famoso en el siglo XX) y tengo 23 años.
Vivo con mi abuela Bárbara, en la puñetera metrópolis de Nueva York, exactamente en el barrio de St. Arthur, bloque 72, piso 7º G.
Joder, no sabes lo que quiero a mi abuelita...

- Sí, lo se

- Ehm... bueno, vale, sigamos.
Soy músico, pero no un músico cualquiera, ¡tengo la banda de NeoGothicMetal más famosa de todo el mundo, los NightShade!

- Mentira

- Ok, ok, no es la más famosa del mundo entero, ¡pero sí que somos muy conocidos en los Estados Unidos! (al menos más conocidos que ese Matt Hetfield, el nieto de nosequé cantante del siglo pasado)...

Bueno, creo que por ahora todo está bien... todo muy normal... lo que no se es qué ha podido ser más raro de lo normal en esta semana...

- ¿Tal vez esa fiesta del Martes pasado?

- ¿Eso? ¡qué va! Es algo que hacemos de vez en cuando los del grupo... para olvidarnos un poco del stress diario, ya sabes, algunas chicas, un poco de alcohol, unos gramos de Spank... una reunión de amigos en toda regla, jejeje...

- La habitación del Motel salió ardiendo y una pareja de ancianos que dormía al lado estuvo a punto de morir

- Lo se, lo se, y nuestro abogado nos sacó del apuro, pero no estoy orgulloso de aquello, ¿ok?

- Piensa

- Vale, vale, suceso extraño... como no sea el fan ese que me regaló mi guitarra nueva...

- ¿Qué guitarra?

- Sí coño, el fin de semana pasado, cuando acabamos de tocar en la sala Chaos de Holiday Street. Del grupo de fans que nos esperaban a la salida apareció un tipo enorme con una bolsa en la mano y me la dio... ¿cómo dijo que se llamaba? ¿Cuidado?

- ¿Cuidador?

- ¡Sí eso! ¡Cuidador!

- Imposible, Cuidador está muerto

- Bueno, lo que sea, el caso es que el tío me dijo que con esa guitarra haría que hasta el mismo infierno se tambaleara. Guau tío, se me hizo la boca agua sólo de pensarlo.

- ¿Qué más te dijo?

- Poco más, que cuando muriese alguien cuidaría de mí. Pensé que era un predicador hablándome de Dios, así que le di las gracias por la guitarra y me largué al Hover.

- Cuidador...

- Sí, ese es el tipo. Bueno, la cosa es que cuando ensayábamos, con esa guitarra se me saltaban las lágrimas. ¡Qué dureza! ¡Qué sonido! Hasta mis compañeros alucinaban... esa guitarra nos haría más famosos que la ostia. Entonces empezaron las pesadillas...

- Lo se

- ¿Entonces para qué te lo cuento?

- Continúa

- Ok, ok, tú mandas. Pues no las recuerdo muy bien, pero básicamente eran siempre sobre una especie de fantasma, con su cabeza envuelta en llamas y con una moto viejísima tío, seguro que del siglo pasado.

- Una Chopper

- ¿Una qué? Bueno pues lo último que recuerdo es que esta noche teníamos concierto. Nos dirigíamos en coche a la sala Phantom, donde nos tocaba actuar. Yo estaba deseando tocar con mi nueva guitarra, esa iba a ser una noche memorable. Hasta que un resplandor de cojones brilló delante nuestro, una explosión, y cuando abro los ojos me encuentro en la cima de una montaña en mitad de la nada hablando con un tío envuelto en un manto y sentado en un trono como si fuera el rey Arturo. ¿Esto qué es, el Cielo?

-No exactamente, esto es tu subconsciente

- Guay, mi subconsciente, ¿y tú quién eres, mi conciencia?

- No. Permíteme que te cuente una historia

- Ey no tío, ¿es muy larga?

- Comienza en los albores de la Humanidad

- No, no y no, tío, resume, que no soy de los que les guste escuchar historias

- Como quieras. El siglo XX era una época de Héroes y Villanos, de grandes gestas para la Humanidad, y de grandes desastres. Super Héroes con sus flamantes trajes de colores se enfrentaban lanzando rayos de energía a Villanos que amenazaban la paz mundial

- Sí, sí, he visto los holos en el canal de Historia, ¿y qué?

- Pero había un enemigo al que los Héroes comunes no podían enfrentarse, pues la mayoría incluso desconocía su existencia. ¿Has leído alguna vez la Biblia?

- Ni de coña, demasiadas páginas, aburrimiento total

- Pero al menos sabrás algo del Génesis, ¿no?

- Bueno, sí, Adan, Eva, la manzana, la serpiente, esas cosas

- Bueno, pues deberías saber que la primera mujer de Adan no fue Eva, sino Lilith

- ¿Quién?

- Escucha y calla. Al principio Adan y Lilith fueron creados en términos de igualdad. Yacieron como hombre y mujer, y tenían una vida feliz. Pero discutieron, y Lilith fue seducida por las fuerzas del mal, lo que conllevó su expulsión del Paraíso. Después Eva fue creada a partir de la costilla de Adan para evitar un nuevo error.

- No tenía ni idea, sigue, sigue...

- Lilith vagó por el mundo con su prole en su vientre, hasta que finalmente tuvo que parir, sola y abandonada en algún lugar de los casquetes polares.

- Pobre, y murió, ¿no?

- Nada más lejos de la realidad. Dio a luz a muchos y poderosos hijos, cada uno con un malvado poder con el que amenazar a la, en esa época joven, Humanidad. Pero por alguna razón no lo hicieron. Simplemente desaparecieron.

- Hasta el siglo XX, ¿verdad?

- Exactamente. Lilith y sus vástagos eran muy poderosos para los Héroes de la época, así que alguien debía de limpiar su semilla.

- ¿Tú?

- Sí - dijo la figura mientras se levantaba del trono y se deshacía del manto que le cubría completamente.

La escena que vio Jim a continuación le sorprendió tanto que lo tiró al suelo de la impresión. Tenía ante sí a un esqueleto completamente envuelto en llamas, unas llamas terribles pero que no generaban calor alguno.

- ¡OSTIAS! ¿Quién COJONES eres?

- Llámame Motorista Fantasma

- Vale Motorista, joder ¿y qué paso?

- Junto a mi anfitrión, Dan Ketch, me enfrenté a Lilith y su progenie, y después de muchos años y muchas pérdidas, lo conseguí.

- Espera, espera. ¿Anfitrión? ¿Pérdidas?

- Sí, Dan y yo ocupábamos un mismo cuerpo, mientras yo me ocupaba de eliminar el mal, el me daba un cuerpo en el que existir en la Tierra. Respecto a las pérdidas, digamos que todo ser humano tiene siempre un ser amado, ya sea familia, amigos... y Dan tenía muchos seres queridos.

- Ah, ok, entiendo. Bueno, la cosa es que lo conseguiste, ¿y?

- Con Lilith y su progenie fuera de este mundo, mi misión había acabado, así que liberé a Dan y volví al Infierno.

- Eres un demonio o algo así, ¿no?

- No exactamente. El caso es que yo pensaba que todo había acabado cuando medio siglo después aparezco en este sitio, en tu subconsciente. No se por qué, pero según me has dicho, Cuidador tiene algo que ver en todo esto.

- Oye... si tú estás en mi subconsciente... me estás diciendo que me he convertido en tu... ¿cómo has dicho antes? ¿Anfitrión?

- Parece ser que sí

- Bueno, ¿y ahora qué tenemos que hacer? ¿un pacto de sangre? ¿un ritual satánico?

- Nada de eso. Verás, Jim, para el resto del mundo, tú hoy has muerto junto al resto de tu grupo en una explosión cuyo origen desconozco

- ¿Estoy muerto? ¡No jodas hombre! ¡Qué tengo 23 años!

- No escuchas. Como ya te he dicho, he vuelto al mundo por alguna razón, y TENEMOS que encontrar a Cuidador para que nos explique el por qué

- No me entero

- Haremos como lo hice con Dan. Tú seguirás utilizando tu cuerpo, aunque como te he dicho, estás muerto, así que deberás ser cauteloso. Yo, mientras tu, nuestro cuerpo no esté en peligro, permaneceré en tu subconsciente, observando

- No se tío, podemos probar. Al fin y al cabo, ya no tengo nada que perder, ¿no?

- Exactamente.

- Bueno, ¿y cómo salgo de aquí?

- Salta - dijo el Motorista Fantasma, señalando el vació que tenían alrededor

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Buddy no tenía un buen día. Su mejor botella de Bourbon se había acabado y ahora, en plena noche, cuando pensaba que podría dormir bien por primera vez en semanas, un tío con los ojos como dos linternas, había hecho estallar en llamas un Hover que venía en su dirección con un solo gesto. Pero para fastidiar más aún el día, Buddy vio cómo de las llamas y los hierros del Hover se alzaba una figura de un joven con el pelo largo y moreno, embutido en un chaquetón de (suponía) pseudo-cuero y que se dirigía hacia él.

- Deja la bebida tío, no te ayuda en nada - le dijo Jim con una sonrisa. Después se dio media vuelta y se fue caminando calle arriba.

Jim se sorprendió al decir eso. Cuando vivía, su vida había girado en torno al alcohol, la música, las drogas y las chicas. Pero desde que conoció al Motorista Fantasma, había dejado de lado todo eso... un tipo curioso este Motorista.

De repente una idea saltó a la cabeza de Jim. En sus pesadillas vio al Motorista Fantasma montado en una moto, y si ahora él era el Motorista Fantasma, ¿dónde estaba su moto?
Tal vez necesitaría que el Motorista ocupase el cuerpo pero, ¿cómo lo haría?
Cerró los ojos y se concentró. Nada.
¡La guitarra! Toda esta historia comenzó con la puñetera guitarra, así que seguro que esa era la clave. Corrió hasta el coche en llamas pidiendo por favor que no se hubiese destrozado con la explosión.
Por fin la encontró, intacta, como si el fuego no quisiese ni tocarla con sus llameantes dedos. Entonces fue cuando se dio cuenta.
Una persona normal y corriente que observara a sus amigos de toda la vida convertidos en cadáveres abrasados y humeantes se horrorizaría ante la visión y el olor. Pero Jim ni siquiera estaba incómodo, simplemente miraba los cadáveres con inusitada curiosidad, como si fuera realmente la primera vez que veía uno.

- En fin, vayamos a lo nuestro - se dijo, dándose media vuelta y sacando la guitarra de su funda

Instintivamente, comenzó a tocar suavemente una melodía que a menudo le pedía su querida abuela.
La abuela. Tendría que ir a verla, no podía dejarla sola.
La guitarra sonaba, sin necesidad de amplificadores ni sintetizadores, y a medida que seguía tocando, los acordes se volvían más duros, más salvajes, hasta que se encontró tocando una melodía que no había tocado nunca, una melodía que parecía hacer que los edificios colindantes se tambaleasen y derrumbasen...

- La balada del Infierno - se dijo

De repente, vio cómo la guitarra se encendía en llamas pero, lejos de asustarse, siguió tocando más furiosamente, notando cada uno de los sonidos que emitía la guitarra.
El fuego se propagó a sus manos, sus brazos, y rápidamente al resto de su cuerpo.

Cualquiera que hubiera pasado por allí en ese mismo momento habría sido lanzado al suelo por la terrible explosión que se originó y que destrozó parte de los edificios de alrededor.
Habría visto como el origen era un esqueleto envuelto en llamas.
Habría visto cómo a ese esqueleto le aparecían unos pantalones y una chaqueta de cuero negro.
Habría visto cómo unas calaveras humanas se manifestaban de la nada en sus hombros y rodillas.
Habría visto cómo una cadena se enrollaba en su cintura y alrededor de su pecho.
Y, finalmente, habría visto como esa infernal criatura miraba a su alrededor, y lanzaba a la noche un ensordecedor grito que le hubiera helado la sangre al espectador.

- He vuelto - dijo el Motorista Fantasma

Una vez que se hubo habituado a su nuevo cuerpo, miró a su alrededor y una idea surgió de su cabeza.

- Jim tiene razón, no puedo ir andando, necesito mi moto... QUIERO mi moto - dijo el renacido Motorista Fantasma mientras se dirigía al deshuace que tenía ante sí.

Caminó entre las piezas desensambladas de Hovers de distintas clases, tamaños y colores. Potentes motores, enormes anuladores de gravedad, brillantes insignias...
Pero no vio nada que le convenciese.
Alzó su llameante mano y se concentró. Y al instante decenas de piezas surgieron de los montones de piezas destartaladas, cogiendo forma, uniéndose entre sí, mientras un temible fuego infernal actuaba de expertas manos guiando las piezas a sus debidos lugares.
Y pocos minutos después tuvo lo que quería.
Una moto para el Motorista.
Una llameante Hover-Cycle para el Motorista Fantasma del año 2055.
Su vehículo...

La puerta del deshuace salió disparada hacía delante cuando el Motorista la atravesó a toda velocidad dejando tras de sí una chorro de llamas.

- Cuidador, ¿dónde te escondes? Me debes una serie de respuestas - pensó para sí mientras zigzagueaba entre las callejuelas de los suburbios de la metrópolis de Nueva York.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una explosión que estaba cerca. Giró el manillar de su Hover-Cycle y se dirigió hacia el lugar de los hechos. Cientos de gritos inundaban las calles, y los civiles que habían proferido esos gritos corrían en todas las direcciones huyendo del origen de la explosión:
Una criatura, tal vez humana, pero con una apariencia deforme, y que generaba fuego con su boca, estaba incendiando la zona sin diferenciar entre hombres, mujeres o niños.
Cuando el Motorista Fantasma aparcó su moto y se bajó de ella, pensó que los seres humanos, por muchos años que pasen, siguen siendo una especie muy extraña.
La gente que anteriormente estaba gritando, paró y se quedó fijamente mirándolo, curiosa, deteniendo su huida y quedándose en la zona por el mero hecho de su presencia.
Esa gente que medio siglo antes lo habría calificado de monstruo, ahora lo miraba con un atisbo de esperanza que detuviera al terrorista.

- Hey tío, bienvenido, ¿te apuntas a un poco de destrucción indiscriminada? - dijo la babeante criatura caminando hacia él.

- ¿Cómo? - preguntó extrañado el Motorista

- Sí, coño, tu eres de los míos, ¿también te has escapado de la Zona X, verdad?

Las Zonas-X. Barrios donde encerrar a los mutantes de este siglo, criaturas deformes dejadas de la mano de ningún dios alejadas de los seres humanos "normales". Jim sabía algo de eso, por lo que él también lo sabía.

- Escúchame, criatura. Este no es tu sitio. Deberías irte antes de que causes más daños

La criatura miró extrañado al Motorista y al momento sonrió ampliamente dejando ver una escasa dentadura.

- Daños, colega, son lo que quiero causar - dijo la criatura antes de abrir enormemente su boca y exhalar una nube de llamas hacia el Motorista - ¡Ja, ja, ja! ¡Arde payaso!

El cuerpo del Motorista quedó rodeado al instante de un torrente de llamas que inundaba cada parte de su cuerpo pero, con un gesto de su mano, las llamas se disolvieron y apagaron.

- No causarás más daños, criatura, ya has causado demasiados - dijo el Motorista mientras las cuencas de sus vacíos ojos se llenaban de un fulgor rojizo.

- ¿Qu, qué dices?- dijo la criatura, y al instante su mente se vio inundada del dolor de todas aquellas personas que los rodeaban. El miedo y la desesperación que sufrían sus corazones desde que él había exhalado su primera bocanada de llamas en aquel céntrico barrio ahora entraban a borbotones en su cabeza - ¡Arhggggg! ¡Sácalo! ¡Sácalo de mi cabeza! ¡Me dueleeee! - gritó la criatura momentos de antes de desplomarse al suelo entre temblores y balbuceos.

- Mi mirada de Penitencia impedirá que causes más daños

El gentío que los rodeaban se quedó perplejo. Aquella criatura que parecía más un demonio salido del Infierno que un Héroe los había salvado de un terrorista mutante. ¿Por qué lo había hecho? ¿Territorialidad? ¿Venganza? ¿Altruismo? ¿Quién era ese ser que había derrotado al mutante sin tocarlo siquiera?

- Ya no hay nada que temer. Vuelvan a sus hogares - dijo el Motorista mientras se dirigía hacia su Hover-Cycle - Todo ha acabado

- Al contrario, Motorista, sólo acaba de empezar - le interrumpió una voz que surgió de entre el gentío.

- ¿Quién habla?

- Un amigo - dijo un hombre vestido con un manto color aceituna que salió de entre la muchedumbre atónita.

- ¿Quién eres tú?

- Me llaman Cuidador

- Hace años conocí a alguien llamado así. Y tú no eres él. ¿QUIÉN ERES? - dijo el Motorista acercándose amenazador hacia el hombre y señalándole con el dedo.

- No es a mí a quien tienes que combatir, Motorista. Has venido a este mundo de nuevo por una razón y no por casualidad. El Infierno ha abierto sus puertas, y los descendientes de Lilith reclaman venganza por la muerte de su Madre.

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CORREO DEL LECTOR

Bueno, esta es mi primera (y espero no última) obra en Marveltopía. Toda un detalle de valor por parte de los editores, pero el tiempo hablará. Si os ha gustado la obra, o si no os ha gustado, o si queréis aportar alguna idea, o simplemente decirme: "Eh tío, me encanta como escribes, voy a regalarte este Audi A3 totalmente equipado", pues también serán aceptadas esos mensajes.

See U.

 
 
   
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