ASOMBROSO SPIDER-MAN #420
Un duendecillo se balanceaba sobre la tela de una araña...
Guión:
Jorge Cantero
Portada: Ikaro
PORTADA: Spider-Man siendo atacado por el Escarabajo
bajo la atenta mirada del Duende mientras dice "¿Pero a ti
no te habían capturado los de Fuerza-X?"
Contraportada: el Escarabajo y el Duende están en
el suelo vencidos. De pie está Guido con su puño
apoyado en la palma de su otra mano como dándole un puñetazo,
con la mirada fija en Spider-Man. Este esta con las manos levantadas
como disculpándose y diciendo "Vale, es Factor-X,
perdón"
Nota: Esta historia es la continuación
de lo ocurrido el #129 de Factor-X escrito
por Xumer. Si no lo has leído ¿a que esperas para
hacerlo?
Las cosas no habían salido como esperaba. Cuando
Misterio le llamó diciéndole que tenía el
plan perfecto para acabar con el maldito trepamuros él no estaba
ni mucho menos interesado, más que nada porque ya sabía
cual iba a ser el resultado, pero decidió escucharle. Después
de haberle oído decidió aceptar, pero no porque le gustase
el plan.
En realidad había otras dos razones bien distintas:
una, que podría conseguir una gran cantidad de pasta en el Dorridge
Center, el lugar donde Misterio quería llevar a cabo su plan,
mientras los demás se preocupaban de preparar la trampa para
el trepamuros, y dos, la base de Misterio le interesaba mucho, tenía
mucho material interesante, y no le importaría hacerse con él.
Para ello simplemente tendría que escapar en medio del combate
e ir en dirección a la base. Total, los demás seguramente
iban a ser machacados y no creía que a Misterio le importase
que estando él en la cárcel aprovechase las armas y aparatos
que tenía allí.
Pero la aparición de esos tipos de Fuerza X (¿o
era Factor X?, siempre los liaba) fue un problema no esperado, hacía
su huida mas complicada. Para colmo el maldito arácnido hizo
su aparición. Como ya había supuesto, el plan de Misterio
se fue a traste, sobre todo porque el aparato que supuestamente iba
a quitarle el sentido arácnido (¡oh sorpresa!) no
funcionó. Pero por suerte, vio su oportunidad cuando vio el agujero
por el que Spider-Man había entrado, y decidió escapar.
Eso fue hace 15 minutos. Ahora estaba intentando dar esquinazo a Spider-Man
que le había visto huir y que le llevaba persiguiendo durante
todo el camino.
- Vamos duendi, no lo pongas más difícil. Cualquiera
diría que no te caigo bien.
- Maldito trepamuros - y le lanzó una bomba calabaza que fue
fácilmente esquivada por Spider-Man.
- No no, duendi, ¿no te ha dicho tu mamá que no se tiran
cosas al suelo? Duende malo.
Tenia que encontrar una manera de escapar, pero ¿cuál?.
De repente una luz se le encendió en la cabeza. ¡Pues claro!,
¿cómo no se había dado cuenta antes?.
Lanzó otra bomba calabaza, pero esta vez no fue
en dirección a Spider-Man, sino hacia una azotea. Cuando la bomba
explotó, grandes trozos de escombros fueron a caer en dirección
a los transeúntes que había debajo. Spider-Man no lo dudo
ni un momento y se lanzó haca la calle y con sus lanzarredes
creó una red que impidió que los escombros cayeran a la
calle. Luego los recogió en la red y los llevo a suelo, para
dejarlos donde no causaran ningún daño. Cuando acabó
y lanzó una mirada en dirección a donde estaba el duende,
ya no había rastro de él.
El Duende estaba satisfecho. Le había dado esquinazo. ¡Lo
había conseguido!; no solo había sacado una buena tajada
de pasta sino que además tenía pista libre para ir a la
base de Misterio. Las cosas se le ponían muy bien, aunque
quizá no pensaría lo mismo si hubiera visto el rastreador
que Spider-Man le había puesto en el aeroplano.
Factor X ya se había ido. Solo quedaba la policía y los
miembros capturados de los 6 siniestros. Estaban todos encadenados sin
posibilidad de escapar. Estaban todos atados o esposados menos uno de
ellos, el Escarabajo. Forja les había dicho a las autoridades que
había desactivado el traje y que ya no era ningún peligro,
y ellos le hicieron caso. Grave error. La armadura del Escarabajo se
activo de repente, y sin dar tiempo a los policías a hacer nada
abrió un agujero en el camión en el que estaba y
escapó volando. Sabía donde tenía que ir, tenia que
volver a la base.
Escorpiona vio su oportunidad. Era la compañera del escarabajo
en el camión, y aunque la explosión provocada por este
al abrir el agujero para escapar la había lanzado hacia la pared,
también había causado que sus esposas especiales se debilitaran,
por lo que con un gran esfuerzo se las consiguió quitar. Luego
salió del camión y golpeo por la espalda a los policías
que estaban disparando al Duende dejándolos inconscientes, y
antes de que los otros policías llegasen allí se largo
corriendo hasta encontrar una alcantarilla por la que bajar y esconderse.
Después ya vería lo que hacia, aunque desde luego no quería
volver a oír hablar de Misterio y sus "maravillosos" planes,
eso estaba claro.
- Cariño, ya estoy en casaaaaaa
Peter Parker entro en su casa con una sonrisa satisfecha. A su encuentro
llego su mujer Mary Jane, también con una sonrisa en los labios.
- Ya he visto por la tele que no te fue mal del todo.
- Mejor aún. El Duende escapó pero le pude colocar
un rastreador antes de que se fuera. ¡El poder arácnido
triunfa de nuevo!.
- No cantes victoria tigre. ¿Y las fotos?.
- Esto, se me olvido la cámara en casa.
- Esta cámara ¿no?- dijo mientras le enseñaba el
objeto en cuestión.- pues que no se te olvide la próxima
vez, es nuestra principal fuente de ingresos, y si quieres que tu
tigresa siga contigo vas a tener que pagarme muchos caprichos.
- Pero cariño, ¿dejarías a este pobre enamorado
triste y solo sin su mujer favorita?
- Eso tenlo por seguro- le contesto mientras lo besaba dulcemente. Poco
después Peter le cogía la cámara de las manos.
- Siento tener que terminar con esto pero el duende esta libre y...
- ... y tienes que capturarle, lo sé.
- Solo vine a por la cámara, pero en cuanto acabe con él
vendré a tu encuentro y nada ni nadie podrá
impedírmelo... bueno, a no ser que me encuentre con Madonna y
ella me pida que la acompañe a que le haga un masaje.
- Anda, vete de una vez -dijo Mary Jane sin poder ocultar una sonrisa.
De nuevo se besaron y Peter se marcho corriendo, mientras Mary Jane
veía como se alejaba. Siempre le pasaba lo mismo cuando su marido
se "iba de ronda", parecía como si se le hiciera un nudo en el
corazón. Se sentía como la mujer de un policía
cuando este se marcha a trabajar. Si eso era lo que era ella, la mujer
de un policía, un policía muy especial.
"Tengo que salir de aquí" - ese era
el único pensamiento que salía de su mente.
Kaine había tenido otra mala noche, de esas de
las de mejor olvidar. Pero sentía que no podía, que no
debía hacerlo. Ese sueño(1)
le estaba volviendo loco. Pero sabía que no era un sueño
cualquiera, era el sueño de la muerte de Ben, su "hermano".
Pero, ¿era Ben realmente el que aparecía en sus sueños?
Al principio estaba seguro, pero ahora... ahora el sueño era
más claro y no podía evitar pensar que podía estar
equivocado. Era su traje, pero por sus actos y sus palabras no podía
evitar pensar que fuera Peter, pero, si era él ¿Por qué
llevaba ese traje? ¿Qué había sido de Ben? Pero
desde la cárcel no podía hacer nada, tenía que
estar fuera y descubrir que significaba su sueño. Pero no iba
a ser fácil.
"Tengo que salir de aquí"
Jacob Conover no había podido dormir esa noche. Ni esa ni las
anteriores. Sus intentos por encontrar un empleo(2) habían sido
infructuosos. En el fo ndo sabía que solo servía de una
cosa: de periodista. Todo lo demás realmente no le interesaba,
seguramente por eso en todas la entrevistas de trabajo que había
hecho salía sabiendo que no le iban a dar el empleo, como si
inconscientemente hubiera actuado frente al entrevistador como si no le
interesara en absoluto aquello. Seguramente habrá sido
así, pero es que ahora mismo no creía que hubiera sitio
para él en ningún otro periódico, y pronto
necesitaría el dinero. Estaba pensando en esto cuando sonó
el timbre de su puerta. Cuando la abrió se encontró con la
última persona con la que se esperaba encontrar
- ¿Tú? ¿Qué haces aquí?
¿Qué quieres de mí?
- Necesito de tus servicios y de tus contactos. Sé que te han
dejado en la estacada. No reconocen tus habilidades, pero yo sí,
y vamos a hacer de que se arrepientan de haberte ignorado.
Y Jacob Conover sonrió.
El Duende había tardado en llegar a la base. No porque
no supiera el camino (lo tendría claro como villano si no
recordase si quiera el lugar donde quería cometer un robo)
sino porque antes tenia que recoger algo, un aparato especial que había
conseguido hace tiempo capaz de abrir cualquier caja fuerte. Sabia que
lo iba a necesitar. Misterio sabía como guardar sus intereses.
Pero cuando llego allí se encontró con una sorpresa.
-¿Escarabajo?. ¿Que haces tú por aquí?.
Supuse que te habrían capturado.
- En realidad si, pero me subestimaron y conseguí escapar. Veo
que hemos tenido la misma idea.
- Sí, toda esa tecnología que nos enseño Misterio
es demasiado interesante como para que se pudra aquí. En fin,
esperaba estar solo, pero no me importa compartir esto contigo.
Además si conseguiste escapar indica que no eres tan endeble como
pensaba. Sí, podríamos hacer un buen equipo.
- El escarabajo y el duendi. No suena muy bien que digamos.
El Duende y el Escarabajo se dieron la vuelta. Era Spider-Man. El
duende se maldijo a si mismo. Tenía que haber pensado que le
podría haber puesto uno de sus malditos sensores. Pero estaba
demasiado ofuscado con la idea de las armas de Misterio como para darse
cuenta.
- Rápido, Escarabajo. Entretén a Spider-Man, yo iré
abriendo la compuerta para conseguir armas con las que destruir al
arácnido.
- ¿Por qué yo?
- Por el que tiene la manera de abrir la caja soy yo.
El Escarabajo entro en acción lanzando sendos rayos que
Spider-Man esquivó con facilidad.
"Bien" penso, "por ahora mi sentido arácnido
funciona. Pero entonces, ¿qué paso en la habitación
de Ben".
El Duende mientras tanto ya había colocado el aparato en la caja
de la clave de la caja fuerte. Rápidamente empezó la
búsqueda del código. Sin embargo tardaba demasiado en
sacarla. Mientras esperaba vio como el Escarabajo levaba las de perder,
así que decidió echarle una mano mientras el
saltacódigos hacia su trabajo. Cogió dos bombas calabazas
y se las lanzó.
- Come calabazas, araña.
- Son muy apetitosas pero ¿sabes?, no me gustan. Soy muy
clásico, prefiero los perritos calientes y las hamburguesas. Por
cierto, ¿nadie te ha dicho que harías una fortuna en
Hallowen con tus calabazas?, porque yo desde luego te compraría
alguna.
La cosa se había puesto peliaguda. Bombas por un lado y rayos por
otro. Pero tenía que actuar rápido y aprovechar la
mínima oportunidad que se le presentara, y no tuvo que esperar
mucho. Se lanzo hacia el Duende justo en el momento en que iba a lanzar
otra bomba y se la quito de las manos, lanzándosela al
Escarabajo, que a duras penas la pudo esquivar, no pudiendo evitar
perder el control y caer al suelo. Uno menos. Ahora era el turno del
Duende. Este a duras penas consiguió quitarse de encima a
Spider-Man.
- Maldito trepamuros, ya estoy harto de ti y de tus burlas. Esta vez voy
a acabar contigo de una vez.
En ese momento se oyó un click. Era el saltacódigos que
acababa de abrir la caja de seguridad de Misterio. El rostro del Duende
cambio repentinamente, mientras e dirigía hacia la caja fuerte.
- Ja , ahora la caja esta abierta, y en ella obtendré las armas
que necesito para destruirte.
- La puerta esta abierta, ¿habéis oído eso? - dijo
el Escarabajo
- ¿A quien estas hablando? - pregunto Spider-Man
-A unos amigos- y de repente aparecieron por todos los lados agentes de
SHIELD rodeando a unos sorprendidos Duende y Spider-Man y a un no tan
sorprendido Escarabajo.
- ¿Qué pasa aquí?, inquirió furioso el
Duende.
- Muy sencillo. Hace unos meses fui capturado por Daredevil
cuando perseguía a un imbécil que me había robado
dinero. Pero poco después recibí una oferta de SHIELD.
Misterio había utilizado tecnología de SHIELD y
otras todavía desconocidas, y no les interesaba que estuviesen
en su poder. Como hacía poco me habían llamado para formar
parte en los Seis Siniestros creados por Misterio, me ofrecieron
la libertad a cambio de que ejerciera de topo para ellos. El problema
es que cuando me llamaron descubrieron que no podía abrir la
caja donde estaban escondidas las armas. Así que entonces me
pidieron que encontrara la manera de abrirla. Al principio pensaron
en que podía después de capturar a Misterio (que estaban
seguros que iba a ocurrir) simular una escapada con él para
que me llevara con él y después de que abriese la sala
con su "botín" capturarlo. Pero cuando me comunicaron
por radio el Duende huyo de la batalla hubo un cambio de planes.
- Pensaste que el duendi te abriría las puertas.
- Exacto. Durante el combate con Forja, le dije que trabajaba para
SHIELD. Para ello le dije el código de la misión, que solo
el que conociese el código de SHIELD podría descifrar, y
una vez hecho hizo una alteración en mi armadura para que
simulase que estaba desactivada. Cuando llegase el momento yo
podría activarla y...
- ... venir aquí para avisarnos en el momento justo- dijo uno de
los agentes de SHIELD.
- Maldito traidor. Por eso conseguiste escapar. Ya me parecía que
un imbécil como tu...
- Míralo de esta manera. Yo estoy libre y tú no.
- Ahora entiendo porque ese aparato que debía quitarle el sentido
arácnido al trepamuros no funcionó. Tú lo
desconectaste.
- ¿Aparato quita que? - pregunto sorprendido Spider-Man
- Pues te equivocas. Iba a hacerlo, sí, pero cuando Factor-X
apareció pense que no hacia falta. Así que ese aparato
falló estrepitosamente.
- ¿Aparato quitasentidoarácnido? - Spider-Man estaba
sorprendido. Era absurdo, pero sin embargo, pensándolo bien, no
era improbable. El duende verde y el duende original tenia algo parecido
con las bombas calabaza. Lo que le extrañaba era que Misterio
usase un aparato que no funcionase. Era muy raro en él.
- Bueno Spidey, ha sido n placer estar de tu lado por una vez.- le dijo
el Escarabajo - nos veremos en el próximo robo.
- ¿Eh?, vale vale.- le contesto Spider-Man, que estaba alucinado.
Este había sido uno de los días más raros que
había tenido en mucho tiempo. Al menos ahora tenía unas
buenas fotos que ofrecer a Jonah.
- ¿Qué no te interesan las fotos? ¿Por qué?.
- Hay muchas razones, Parker. La más importante es que tengo unas
fotos muy buenas de la presentación de Factor X y de su combate
contra los 6 siniestros del que creo recordar Spider-Man huyo
cobardemente...
- ¡No huyo! Fue a perseguir al duende hasta su base. Yo le vi de
casualidad y le seguí hasta allí, y vi como lo capturaba.
¡Demonios Jonah!, te estoy ofreciendo una exclusiva.
- Una exclusiva que no me parece interesante. Ahora si me disculpas.
Peter no se lo podía creer, ¡no le había ni aceptado
las fotos! ¡Si se las podía haber vendido hasta por la
mitad de lo normal!. Pero en ese momento vio a quien esperaba que fuera
un emisario de buenas noticias.
- ¡Joe!. Mira tengo unas fotos que el cascarrabias no quiso coger
y...
- Me temo que no es posible, hijo. Jameson quiere publicar las fotos de
Factor-X para darles una publicidad positiva a los mutantes y así
jugársela a Graydon Creed y su política antimutante. Y
creo que esta obrando correctamente ¿no crees?
- Bueno, sí, pero...
- Lo siento hijo - le dijo mientras se daba la vuelta y se iba
en dirección al despacho de Jonah.
Mientras, Peter hizo lo mismo, pero en dirección
a la salida. Tendría que llegar pronto a casa para darle a su
mujer las "buenas noticias". Por el camino empezó a meditar.
Las cosas se habían puesto duras en lo que a dinero se refería.
Sin tener un trabajo fijo ni su mujer ni él, y teniendo que pagar
además de los gastos que toda familia tiene más el coste
de los materiales con los que hacía sus telas y señalizadores,
necesitaba una buena cantidad de pasta pronto. Ya había quedado
atrás el dinero que conseguía en la fábrica en
la que trabajaba en Portland(3).
Menos mal que contaban con la ayuda económica de Anna, la tía
de Mary Jane, aunque tampoco es que el dinero de su jubilación
diese para mucho. Estaba claro, necesitaba encontrar un trabajo fijo.
No había mas remedio.
Por fin había llegado a casa. Abrió la puerta e hizo el
saludo obligado
- Cariño, ya estoy en casa.
Mary Jane apareció por la puerta del salón. Su cara no era
la de siempre. Una expresión de sorpresa se podía ver en
su cara.
- ¿Qué pasa? ¿He llegado tan pronto que te has
quedado con esa cara?.
- No, no. No tiene que ver contigo. Tenemos invitados en casa y...
- En ese momento otra figura salió del salón. Ahora era
Peter al que le toco poner un rostro de sorpresa.
- ¿TÚ?
Johnny Stevenson era nuevo aquí, lo que se dice
un novato. Matriculado con honores en la academia militar, le hicieron
una oferta que no podía rechazar: Vigilante de la bóveda.
Los trajes eran la hostia, y el sueldo no veas. Pero por ser nuevo aquí
(de echo también como guardián o vigilante de cualquier
sitio), era bastante inocente a la hora de relacionarse con los
prisioneros del lugar. Y eso fue su perdición cuando al los gritos
de dolor en la celda de Kaine. Estaba acurrucado como si estuviera sufriendo
lo indecible. Le habían dicho que a este tipo, Kaine, le habían
hecho una revisión y descubrieron que sufría de una especie
de degeneración corporal por todo su cuerpo. Según los
que le habían hecho todos los análisis, no era mortal,
pero si muy doloroso.
Johnny abrió la puerta. Ese fue su gran error.
Nada mas oír como se abría, y a una velocidad inhumana,
Kaine se abalanzó sobre Johnny y le destrozó su armadura
de Guardian de manera salvaje, dejando al Johnny inconsciente.
- Lo siento chico, pero tenía que hacerlo- se
disculpo Kaine antes de salir de la celda.
Tenía que ser rápido si quería huir,
ya que como tardase más de la cuenta se encontraría con
tantos Guardianes que le sería imposible salir, y tenía
que salir, se lo debía a Ben. Pero no tuvo suerte. Cinco Guardianes
hicieron su aparición antes de poder hacer nada.
- Vamos Kaine, no puedes hacer nada. Hazte un favor a ti mismo y
ríndete.
Kaine miro detrás de él. Otros 3 Guardianes
se acercaban hacia él. Sabía que a cualquier movimiento
que hiciera le acribillarían, pero ¡tenía que salir
de allí!. De repente, y casi sin pensarlo, se lanzó hacia
una de las paredes, la que daba al exterior, lanzando un terrible alarido.
Los Guardianes le dispararon con sus rayos de plasma,
hiriendole por diversas partes del cuerpo, pero Kaine ignoró
el dolor y atravesó la pared cayendo varios metros hasta el suelo.
- E-es imposible - tartamudeo uno de los Guardianes - son 15 cm de acero
puro. ¡Es imposible que que haya echo esto!
- Díselo a él - dijo uno de sus compañeros
mientras, con otros 3 se disponían a disparar a Kaine desde allí.
Pero no llegaron a hacerlo, un potente zumbido les hizo caer inconscientes
a ellos y a los guardianes y soldados que estaban abajo, dejando el
paso libre para que Kaine huyera. Kaine apenas se dio cuenta de ello,
solo pensaba que debía evitar una muerte, la de Spider-Man.
PRÓXIMO NÚMERO: Descubre
quién ha aparecido en la casa de Peter y porque esta allí.
(1) Episodio anterior.
(2) Fue despedido en
Amazing Spider-Man #417 USA (Nuevo Spider-Man #10 Forum)
(3) Serie limitada "La Aventura Final"
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