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Al ser picado por una araña radiactiva, el estudiante Peter Parker obtuvo la fuerza y la agilidad proporcionales de un arácnido. Armado con sus maravillosos lanzarredes el renuente superhéroe lucha contra siniestros supervillanos mientras hace malabarismos para sobrevivir y llevar una vida con visos de normalidad.
 
Asombroso Spider-Man

ASOMBROSO SPIDER-MAN #433
Juegos internos
Guión: Ben Reilly

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De no ser porque las puertas estaban cerradas, el ruido de la pelea habría atraído a una gran parte de los hombres de la Rosa. Si la pelea hubiera sido contra un enemigo y no contra un viejo amigo probablemente la Rosa ya estaría muerta y lo sabía. Pero estaba aprendiendo. Además también tenía que tener cuidado no fuera a forzar demasiado su pierna izquierda.

- Bueno lo que te estaba contando. El otro día vi una rubia impresionante, de esas que te hacen babear nada más verlas. ¿Sabes cuáles te digo?

- Sí, uf -dice la Rosa a duras penas mientras esquiva un golpe de Maslow-.

- Bien, pues sigo. Resulta que la rubia macizorra esa estaba en la barra de un pub con un vestido cortísimo y muy ajustado que dejaba poco para la imaginación. Como no tenía nada que hacer me acerqué a ella para descubrir... ¡que era un tío!. ¿Te lo puedes creer?. En Oriente Medio no me pasaban esas cosas.

De pronto Maslow se fijó que la Rosa estaba en el suelo exhausto.

- ¿Ya te has cansado?. Bueno vamos mejorando, esta vez me has obligado a usar las dos piernas. Quizás para lo próxima tenga que sacar los puños.

- Sí... claro -dice mientras intenta coger aire-. Pero ahora me tomaré un descanso para dirigir mi organización criminal.

- No puedo creer que tú tengas una organización criminal. Siempre pensé que sería yo quien se dedicara al mundo del crimen.

- Ya ves. Algunas heridas te hacen cambiar de bando.

La Rosa y Maslow entran en el despacho del primero. Maslow se sienta en un cómodo sillón mientras que la Rosa lo hace en su silla y comienza a revisar papeles. Dalila que no se ha separado de la Rosa en ningún momento también está en el despacho.

- Al fin han llegado -comenta la Rosa-.

- ¿Quienes? -pregunta Maslow-.

- Los Temerarios que encargué. Esta noche llegarán al puerto de Nueva York.

- ¿Para qué quieres Temerarios?

- Muy fácil. La mansión de Fortunato está fuertemente protegida por las fuerzas de Hydra. Unos cuantos Temerarios me ayudarán a equilibrar la balanza.

- Yo podría solo contra toda Hydra.

- Seguro que sí -comenta Dalila-.

- De todas formas esta operación es importantísima. No quiero retrasar más la caída de Fortunato así que te necesito para asegurarme de que todo vaya bien.

- ¿Esta noche?

- Sí.

- No puedo. En Sudamérica un grupo de revolucionarios intenta derrocar al gobierno, me han pedido mi ayuda para solventar el problema. No he podido negarme.

- Mmm... podría pagarte más que ellos.

- Es posible pero francamente me apetece más derrotar una revolución que hacer de canguro de tus hombres.

- Quizás aparezca Spider-Man.

- ¿Y?. Lo he apalizado dos veces, si está lo suficientemente entero para aparecer no deberías de tener problemas contra él.

- De acuerdo, ve y aplasta los sueños de libertad de esa pobre gente.

- Esa es la idea. Esa y tener un poco más de dinero en mi cuenta y quizás también encontrar alguna mujer interesante.

- Sí claro. ¿Volverás pronto?. Te necesito para la operación contra Fortunato.

- ¡Por favor!. ¿Cuánto crees que tardaré en degollar a unos inútiles campesinos?

- ¿Dos días?

- Más o menos. También quiero descansar un poco y disfrutar del buen tiempo.

- De acuerdo. Espero que mis hombres aguanten hasta entonces.

- Si no siempre podrás llamar al viejo -bromeó Maslow-.

- ¿El viejo?. Si supiera lo que estás haciendo y lo que me has hecho se subiría por las paredes.

- Es posible.

Maslow y la Rosa se dan la mano y se van de la habitación dejando a un misterioso personaje en las sombras.

- Quiero que le comuniques esto a Fortunato -dice por un teléfono móvil-. Esta noche en el puerto de Nueva York la Rosa traerá un cargamento con Temerarios para atacar la mansión.

Nos trasladamos ahora a la redacción del Daily Bugle. La gente va corriendo de un lado a otro entregando diversos materiales necesarios para la publicación al día siguiente del periódico. Nick Carter está en su mesa de trabajo con el ordenador encendido dándole vueltas a un artículo sobre un nuevo centro juvenil que el Ayuntamiento acaba de abrir. El artículo es insufrible piensa mientras intenta retocarlo, no contiene nada de emoción y cualquier novato podría hacerlo. Él quiere grandes artículos, estar en el meollo de la noticia como estuvo hace unos días Ken Ellis cuando se vio envuelto en una pelea brutal entre los hombres de Fortunato y de la Rosa. Él no tiene oportunidades así.

"Dios mío. Ahí fuera hay una guerra de bandas entre un mafioso en alza como la Rosa y uno consolidado como Fortunato ¡y yo tengo que escribir ir una nota cutre sobre la apertura de un centro juvenil!. Se supone que vine a este periódico para ser el mejor.

El teléfono suena. Nick quiere ignorarlo, no se siente de humor para hablar con nadie sin embargo el ruido acaba por taladrarle el cerebro y decide coger.

- ¡¿Sí?!

- ¿Es usted el Sr. Carter?

- Sí, así es ¿qué quiere?

- Verá. Me acabo de enterar de la llegada de un extraño cargamento de armas especiales al puerto de Nueva York. Supuse que a un periodista como usted le gustaría saber esa información.

Y colgaron. Fuera quien fuese Nick acababa de recibir un chivatazo. Podía ser verdad o no pero seguro que era mejor noticia que una nota sobre un centro juvenil. Necesitaba un fotógrafo ya.

- ¡Parker ven aquí un momento!. ¿Tienes algo que hacer hoy a la noche?

- Mmm... ¿por qué?.

- Me han dado un soplo importante. Vente al puerto esta noche, ya te llamaré para decirte cómo quedamos.

- Avisaré a Robbie.

- ¡No!. Si se lo dices podrían mandar a otros, así que mantén la boca cerrada, ¿vale?

- Entendido -dijo Peter a regañadientes-.

Cambiamos momentáneamente de escenario a la mansión de Fortunato donde el viejo criminal intenta organizar a sus hombres para que acaben de una vez con la patética rebeldía de la Rosa. Y para ello acaba de hacer una llamada a la policía y a los periodistas, esta noche la Rosa caerá con las manos en la misma y nunca sabrá que tenía un topo en su organización.

Nos movemos de nuevo, esta vez a la casa de Peter Parker y Mary Jane Watson. Peter ha estado toda la cena callado, en parte por las magulladuras que le quedan de su combate contra Maslow y en parte porque esta noche sabe que se va a meter de cabeza en un lío de los gordos. En cuanto acaba la cena Peter se va a ver a su pequeña hija que está durmiendo tranquilamente en su pequeña cuna.

- ¿Tu crees que tu madre se enfadará? -le pregunta Peter-.

- Depende, ¿por qué tendría que enfadarme? -dice Mary Jane que entra silenciosamente en la habitación y besa en la mejilla a su marido-.

- Nick ha recibido un chivatazo importante y quiere que saque fotos para la edición de mañana. El asunto no me huele muy bien y menos con una guerra de bandas entre Fortunato y la Rosa en las calles, creo que es una trampa.

- ¿Te lo dice tu intuición femenina?

- Algo así.

- ¿Y eso es lo que te ha tenido tan absorto durante la cena?

- ¿Tanto se me ha notado?

- Digamos que tía Anna no se enteró mucho pero yo sí, te conozco mejor de lo que tú crees por eso sé que todo lo que te diga será inútil y que irás de todos modos.

- No... no tiene porque ser así

Mary Jane le tapa la boca suavemente con un dedo.

- No digas nada. Eres Spider-Man, tienes que ir.

- ...

- Si no vas y le pasa algo a Nick nunca te lo perdonarías y yo tampoco. Vete Peter y por favor ten mucho cuidado.

Peter mira tiernamente a su mujer y le dá un beso largo e intenso en los labios.

- Gracias MJ, eras la persona más maravillosa que he conocido nunca. Te quiero.

Peter se va dejando a Mary Jane sola con la pequeña May.

- Ojalá Peter algún día me tratases como si lo hicieses.

Y Mary Jane comenzó a llorar.

Nos vamos ahora al puerto de Nueva York donde la Rosa y Dalila esperan ansiosos la llegada del cargamento de Temerarios. A su lado también hay varios hombres armados con pistolas preparados por si hay algún problema.

En las inmediaciones de los almacenes del puerto dos intrépidos periodistas, Nick Carter y Peter Parker, se han colado para asistir a la entrega.

- Fíjate -dice Nick-. Ese de ahí es la Rosa, la otra debe de ser su guardaespaldas Dalila. Me pregunto qué estarán esperando. Quizás sean drogas o incluso armas.

- No me gusta -dice Peter-. No sabes nada de quien te dio el chivatazo, podría ser una trampa.

- ¿Para qué?. ¿Qué importancia tenemos nosotros dos?. Somos dos personas normales y corrientes, estos tipos no se molestarían en montar todo esto para capturarnos.

"A no ser que hayan averiguado que yo soy Spider-Man claro".

- ¡Fíjate ahí!

Peter mira en la dirección que Nick le señala y ve a varios agentes de la policía preparándose para entrar en acción.

- Parece que la trampa no era para nosotros si no para la Rosa -dice Nick-.

- Querían tener a la prensa para recoger su captura.

- El viejo de Fortunato sabe jugar bien.

- Sí, voy a acercarme para sacar mejores fotos.

- De acuerdo, yo iré por el otro lado para ver mejor.

Pero lo que iba a hacer Peter no era sacar fotos precisamente. Se aseguró de que nadie lo viera y comenzó a ponerse su disfraz. Tenía que ayudar a la policía y asegurarse de que tanto la Rosa como Dalila fuesen capturados.

Spider-Man escaló la pared de uno de los almacenes del puerto donde había un hombre de la Rosa al que noqueó con un fuerte derechazo. Luego se sentó a esperar, no quería estropear una operación policial. Tras media hora los hombres de la Rosa comenzaron a moverse justo cuando un barco de mercancías acababa de atracar.

La policía también actuó en ese momento. Los hombres de azul salieron raudos y veloces para pillar por sorpresa a los hombres de la Rosa.

"Es mi turno". Spider-Man bajó del tejado con un gigantesco salto hacia Dalila.

- ¿No había por aquí una fiesta?. ¡Eh!, pero si hay hasta boys vestidos de policías.

- ¡Spider-Man! -gritó la Rosa-. ¿Cómo os habéis enterado tú y los de azul de mis planes?.

- Me lo dijo un pajarito. Y ahora vamos a la cárcel, anda.

- Ni lo sueñes. ¡Dalila!. Encárgate del arácnido.

- Entendido. Vamos arañita -dijo Dalila mientras la Rosa corría hacia el barco-. Veamos qué tal te va conmigo.

Dalila saltó hacia Spider-Man que advertido por su sentido arácnido ya había esquivó el golpe sin demasiada dificultad. Dalila comenzó a lanzarle todo el repertorio de puñetazos y patadas que tenía pero Spider-Man se adelantaba completamente a sus golpes.

"Parece que mi sentido arácnido vuelve a funcionar". En ese momento Dalila hizo una finta y golpeó a Spider-Man en la barbilla. "Esto me pasa por hablar. Tengo que ir a junto de los 4 Fantásticos a por esa maldita cura. Si es que la hay claro"

- ¡No eres tan bueno como te crees que eres! -dice Dalila mientras falla de nuevo un puñetazo-. ¡En cuanto te coja te mandaré al otro barrio!

- ¿A Queens?.

- Grrr... ¡Cállate!. No tienes gracia.

Debido al cansancio de intentar golpear una y otra vez a Spider-Man, Dalila tropieza y pierde el equilibrio momento que aprovecha Spider-Man para conectar una serie de golpes hasta dejar noqueada a Dalila.

- Y ahora voy a por tu jefe.

Spider-Man extiende su telaraña y va hacia el barco donde había visto a la Rosa por última vez. Se mete dentro del mismo y enciende su pequeña linterna arácnida para poder ver.

- Rosi cariño, ¿estás por ahí?.

- Claro que sí.

Spider-Man no se gira lo suficientemente rápido para esquivar el golpe de la Rosa que lo manda al suelo.

"Ough, ¡maldito sentido arácnido!". Spider-Man se levanta y busca con la mirada a la Rosa pero está todo demasiado oscuro. La Rosa vuelve a atacar pero esta vez el sentido arácnido sí que funciona y Spider-Man coge el brazo de la Rosa y lo lanza hacia fuera del barco.

- Muy listo -dice la Rosa-.

- Sí lo sé, ¿o te creías que no tuve que estudiar para sacar la licencia de superhéroe?.

- Acabemos de una vez. No tengo tiempo que perder contigo.

- Me ofendes... seguro que no dirías eso de estar aquí el Capitán América o Thor. Me siento infravalorado... snif!

- ¿Siempre hablas tanto? -dice la Rosa mientras se pone en posición de combate-.

- Sí, es mi cháchara habitual. No sé porqué pero a la gente le resulta muy pesada.

- No saben apreciar tu arte.

- Cierto pero nos estamos desviando del tema. Voy a llevarte a un lugar llamado la cárcel, ¿vale?.

- Disculpa si declino la oferta. Mi madre no me deja irme con extraños.

- ¿Extraños?. ¡Pero si soy el amistoso vecino!.

La Rosa lanza una patada que Spider-Man esquiva fácilmente. Luego Spider-Man dá una voltereta y envuelve con su telaraña a la Rosa.

- ¡Y Spider-Man gana el combate!. Señoras y señores, gracias por asistir.

- No creas.

Con su fuerza misteriosamente aumentada la Rosa consigue romper la telaraña que lo aprisionaba y lanzarse contra Spider-Man quien logra esquivar la primera patada pero no logra evitar el puño izquierdo de la Rosa que le da en la cara.

- ¿Te ha dolido?

- Mmm... eh... ¿no? -dice Spider-Man atontado por el golpe-. Casi nada.

- Pues entonces tendré que darte más fuerte.

- No te molestes, no hace falta. ¡En serio!.

En vez de esperar a que la Rosa ataque es Spider-Man quien lo hace lanzándole telaraña y luego yendo directamente a por él. Sin embargo la Rosa está atento y consigue evitar todos los golpes de Spider-Man.

- ¡No puedes alcanzarme!

- Ni que lo estuviera intentando.

La Rosa ve claramente que Spider-Man lo ha arrinconado contra una pared. Sin embargo lejos de darse por vencido, la Rosa dá un gran salto por encima de Spider-Man hacia la otra parte del barco.

- Jolines -dice Spider-Man-. Se supone que el que salta y se salva por los pelos soy yo.

Los dos siguen combatiendo hasta que la pierna izquierda de la Rosa cede y cae al suelo.

- ¿Te rindes? -dice Spider-Man jadeando-.

- Ugh... mi pierna me vuelve a doler. Pero no me rindo.

El sentido arácnido de Spider-Man vibra y en ese momento salta para esquivar varios disparos de los hombres de la Rosa. El fuego es tan intenso que tiene que saltar al agua para esquivar las balas. Luego sube rápidamente y con un poco de telaraña, unos chistes fáciles y un buen par de patadas los deja fuera de combate pero cuando se pone a buscar a la Rosa se dá cuenta de que ha escapado.

- Maldita sea mi suerte. En fin, veré qué hacen los de azul.

Spider-Man se acercó sigilosamente a los policías y sin que lo vieran se puso a escuchar la conversación que tenían Jonathan Ridley y Kris Carter, el hermano de Nick quien andaba a la caza y captura de la exclusiva.

- No hemos encontrado nada -dice Jonathan-. El chivatazo fue una broma de mal gusto.

- Si fue una broma, ¿qué hacía la Rosa aquí?. Creo que aquí ha pasado algo de lo que no nos hemos enterado.

- ¡Spider-Man!. Seguro que ayudó a la Rosa a ocultar el cargamento.

- No sé Jonathan, Spider-Man no me parece tan mal tipo.

- Eso es porque eres nuevo aquí. Cuando lleves unos meses ya conocerás al auténtico Spider-Man.

- Si tú lo dices...

"¿Qué habré hecho yo para ganarme esta fama?. En fin ya que no tengo nada más que hacer será mejor que me vaya para casa con mi dulce esposa y mi pequeña hija".

Mientras la policía vuelve a registrar el barco la Rosa, junto a Dalila, observa todos los movimientos desde un edificio cercano.

- Hemos perdidos los Temerarios. Eso no nos ayudará contra Fortunato.

- No los hemos perdidos. Los Temerarios llegaron en avión hace dos horas.

- Entonces toda esta operación...

- Un montaje. Intuía que Fortunato tendría un topo en mi organización así que monté todo este espectáculo para asegurarme.

- ¿Y sabe quién es?

- Sólo tengo que mirar la lista de la gente que estaba enterada de esta operación e ir comprobando a los miembros uno por uno.

- Me pondré a ello.

- Gracias -dijo mientras Dalila se alejaba-. Aunque quizás no haga falta...

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Próximo número: el regreso de Jimmy 6 y de Lápida. ¿Alguien dá más?.

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DAILY BUGLE

Holadolas a todos. Vamos con los comentarios sobre los anteriores números.

Empezamos con el 431 con un comentario de nuestro editor Carlos. A ver, nos dice que tenemos otra guerra de bandas en Marveltopía... sí, la verdad es que hay muchas en las colecciones pero ésta durará poquito. Ah y también se asombra de que nuestro amistoso vecino diga un taco... bueno, yo creo que Spider-Man es una persona más o menos normal así que los tacos tienen que formar parte de su vocabulario habitual, así que seguiréis leyendo tacos en boca de Spider-Man.

Y ahora sobre el mismo número tenemos un comentario de Cifra que me dice que esta guerra de bandas pide a gritos un crossover o un cameo del Castigador. Y yo creo que es buena idea así que el encargado del Castigador, el Sr. Vicente Santos, friki de las garras para los amigos :P ya me puede ir dejando su personaje :D

Veamos revisemos el correo en busca de más cartas... ¡Dob!, nuestro escritor favorito del Motorista Fantasma (vale es el único, ¿contentos?) me dice que el número ha sido muy ameno y que es el comienzo de una saga. Sí, con el 431 empezamos una pequeña guerra de bandas, digo pequeña porque durará muy poco pero tendrá alguna que otra repercusión.

Bueno y nada más, otro número terminado otro número por escribir. Nos vemos en el próximo número. Ciao.

 
 
   
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