PORTADA: El pequeño Lobezno sostiene sonriente dos carteles mirando al lector. En uno pone "Antes" y podemos ver bajo la palabra una foto de el dinosaurio Barney sonriendo agradablemente. Al lado, bajo la palabra "Después" el mismo personaje aparece en el suelo con el disfraz hecho trizas, aspecto moribundo y Lobezno sentado sobre su espalda curvada.

Amanece un nuevo día en Forest Hill donde los mutantes más adorables del mundo se preparan para ir al colegio. La madre de las criaturas sigue acostada debido a su recaída. Tormenta está sentada en la cama de ésta, a su lado acariciándole la frente.

- No te preocupes mamá, yo me encargo de llevarlos al colegio.

- Muchas gracias pequeña -con voz cansada-. Coge mi monedero que está en la mesita de noche y tráemelo.

La pequeña mulatita hace lo que su madre le pide. Dazzler rebusca entre las monedas y saca un par de billetes de 10 y 5 dólares. Se los fa a Tormenta.

- De camino al colegio paraos en una panadería y compráis el almuerzo. Un bocadillo para cada uno, nada de donuts o croissant. Bocadillos. ¿Entendido? Si Warren se pone pesando ignóralo.

- Si, mamá. Ahora descansa -dándole un tierno beso en la mejilla.

Sale de la habitación y desciende las escaleras para reunirse con sus hermanos. Warren está al lado de la puerta ya ataviado con su americana de talla "o" y su pajarita granate, con la fiambrera de las Tortugas Ninja. Lobi está colgado bocabajo de una lámpara y Gámbito le intenta acertar con sus cartas. Mientras todo esto sucede Coloso está sentado junto al paragüero de la entrada y Mariposa y Pícara charlan sobre el capitulo de "Los Vigilantes de la Playa" de la noche anterior.

- ¡¡¡Chiiiiiicooooooos!!! -irrumpe Tormenta en el recibidor.

Todos se quedan quietos tal y como están y miran a la delegada del poder paterno. Recuperan poco a poco la compostura y cargan con su material escolar. Hacen fila en la puerta esperando a que Tormenta les de la orden de salida. Todos salvo Lobi que intenta salir por una ventana trepando por el equipo de música.

- ¡Lobi! ¿Dónde crees que vas? -poniendo los brazos en jarra.

- Ei, para el carro Chaparrón. Aquí el menda va donde quiere y cuando quiere -señalándose a la altura del pecho con el dedo pulgar.

La pequeña Ororo coge a Logan de la oreja derecha tirando de ella para que la siga. Comienza a caminar y los demás la sigue.

Gámbito mira sonriendo vivamente a su hermano y dice con voz burlona:

- Elle est una femme fatale...

Se escucha un pequeño gruñidito y que resulta totalmente efímero. Más tarde, surgiendo de ningún lugar, la marcha de los niños en dirección al colegio se ve acompañada por una alegre cantinela extraída de la banda sonora de la archiconocida película "El Puente sobre el río Kwai".

El volumen de la canción se ve reducido hasta fundirse con los efectos sonoros propios de la ciudad. Coches, el sonido de los cláxones, gente corriendo, teléfonos móviles... un follón.

Tras una pequeña parada en una panadería, Chaparrón sale cargada con casi una docena de phoskitos que distribuye entre sus hermanos. Echo esto, siguen su camino hasta llegar a la pintoresca escuela donde se disponen a adquirir más conocimientos, tales como sumas o restas.

Todos los niños se han sentado en el suelo sobre una gran moqueta y la profesora Croker los hace colocarse dejando un semicírculo de espacio vacío para que actúe la gran sorpresa que les tiene preparada. Arcángel está expectante, no deja de rebullir, nervioso, esperando lo que ya sabe. Mariposa, algo celosa de perder su atención, se le pega y le pone caritas, mientras Picara los mira con fastidio. Tormenta riñe a Gambito y Lobi por haber tardado tanto, pero Lobi la ignora y comenta algo al oído de Coloso, que contiene la risa. Por fin, la profesora abre la puerta para que pase....

BARNEY EL DINOSAURIO, EL AMIGO DE LOS NIÑOS.

Un Barney que lleva un traje morado de tela con rotos en más de un lugar, repleto de antiestéticas manchas de lejía y detergente, que huele a ginebra barata y farfulla incoherencias. Mariposa se echa a llorar nada más verlo, igual que tres o cuatro niños más de la clase. Barney intenta ponerse a bailar para calmarlos, pero su enorme cola, pestazo incluido, pasa cerca de la cara de un niño rubito de una de las esquinas, el cual, asustado, empieza a berrear como un loco, haciendo que lo sigan sus compañeros de llanto subiendo un par de notas en la escala de los agudos. Barney, confundido, trata de calmar a la niña más próxima haciendo morisquetas, y esta es Mariposa.

- No, pequeña, no debes asustarte. - dice, componiendo una temblona voz que pretende ser simpática y graciosa. - Soy Barney, el dinosaurio amigo de los niños.

Arcángel, a pesar del pestazo, está encantado, y le tira de la manga a Betsy para que levante la vista del suelo y contemple a su ídolo.

- ¿Ves, Betsy? Barney es bueno...

- ...

- Si, pequeña Betsy, haz caso a tu amiguito.

Ya parece que los niños empiezan a calmarse al ver que Mariposa se decide a mirar la cabezota de gomaespuma del dinosaurio cuando éste ve a Gambito y Lobezno, que están un poco más atrás que sus compañeros, junto a Coloso, riéndose en voz baja.

- ¡PERO SI SOIS VOSOTROS! - brama, incorporándose al tiempo que los señala con una de sus manazas, con un tono de voz completamente tabernero. - ¡NIÑATOS DE MIERDA, OS VOY A...!

Por supuesto la súbita transformación provoca el pánico en las filas infantiles, y los berridos de Mariposa, que corre a refugiarse detrás de Tormenta, alcanzan un nivel preocupante, tanto que las cristaleras de la clase empiezan a temblar. La profesora se debate entre calmar a algunos de los chavales más pequeños, que se están metiendo debajo de los cajones de los juguetes, o tratar de detener a Barney, que pasa por encima de Arcangel - totalmente anonadado - y se dirige amenazante hacia Gumbo y Lobi.

- ¡CRÍOS DEL DEMONIO, OS VOY A ESTRANGULAR! ¿SABEIS QUE TENGO QUE PAGAR LUEGO LOS DESPERFECTOS DEL TRAJE?

Pero comete el error de pasar cerca de Pícara, a la que no le gusta nada su actitud, y que no tiene a Tormenta controlandola, ya que se encuentra consolando a Mariposa. Sin pensárselo dos veces, Pícara abarca la cola de Barney con los dos brazos, que no le alcanza para rodearla entera, compone un gesto de esfuerzo, sacando la lengua sobre el labio superior, y tira de ella empujándolo con su superfuerza hacia atrás para hacerlo caer sobre el armario que sirve de biblioteca guardando los cuentos infantiles.

Mientras cae, Barney murmura todo tipo de blasfemias y palabrotas. Tormenta no ha comenzado a abroncar a Picara - Lobi y Gumbo se revuelcan por el suelo de risa, aunque Coloso trata de calmarlos - cuando la profesora ya está ayudando al dinosaurio a ponerse en pie.

- ¡ESOS NIÑOS DE LOS [censurado] SE HAN DEDICADO A [censurado] TODA LA [censurado] MAÑANA! ¡SON UNOS [censurado], UNOS [censurado] Y UNOS [censurado]! ¡ME METIERON EN UN [censurado] ARMARIO DICIENDOME QUE ERA LA [censurado] CLASE, PARA QUE [censurado]!

- Tranquilícese, son cosas de críos. Además, si sigue montando este escándalo lo mandaré a la agencia con una queja y no le pagaremos el servicio. Cálmese, intentemos arreglar, esto, ¿de acuerdo? Intente acordarse del baile de Barney y hágaselo a los niños.

- De acuerdo, señora, pero le advierto que como hagan otra los estrangulo a los dos.

- Ya se cuidara de no hacerlo conmigo delante.

Barney farfulla un insulto sexual en voz baja y se coloca de nuevo en el centro de la pista. Recupera su voz "simpática" y comienzo un torpe baile diciendo gracias sosas y predecibles. Arcangel, que era de los pocos que aún conservaba las ganas de verlo en acción, mira al suelo decepcionado y tristón.

Por su parte Gumbo y Lobi parecen considerar que el ridículo peluche gigante aún no ha tenido bastante. El pequeño Logan hace un guiño a Coloso para que los cubra, aunque éste en principio no se muestra muy colaborador, pero al final distrae a Tormenta el tiempo justo para que Remy se arrastre hasta el otro extremo de la moqueta, fuera de la vista de la señorita Croker. Barney continua con su baile grotesco que sigue asustando a Mariposa. Gambito está justo al lado del trasero de Barney, que tiene la visión lateral algo limitada por la máscara del disfraz. Hace un guiño a Lobezno para que se prepare y apoya una manita en la base de la cola del dinosaurio. Comienza a chamuscarse después de un rato y Barney salta con estrépito, gritando con voz gutural de camionero borracho y haciendo que el coro de llantos atruene de nuevo. El dinosaurio de gomaespuma da una vuelta de campana sobre si mismo cuando Lobezno se pone a cuatro patas a su espalda entorpeciéndolo, provocando una estampida infántil para esquivar la mole de policromada. La señorita Croker sale rauda para cazar a los más pequeños y que no se hagan daño, pero no cuenta con algo que los niños si saben.

Barney tiene una enorme y descomunal cola de gomaespuma en su trasera. El golpe manda a la profesora sobre la estantería de los juguetes, que le caen todos encima.

El director Soprano camina por el pasillo en esos momentos, a su aire, silbando una cancioncilla y vigilando que todo vaya bien en su pequeña escuela. Es un tipo bonachón el señor Soprano, tiene un aire a Marlon Brando en su etapa fondona y se deja un pequeño bigotito a lo mafiosete, aunque no mataría ni a una mosca y además viste sencillo, con vaqueros y todo. Con El Padrino sólo tiene en común cierta afición a la botánica y que le encanta hacer el payaso con los críos. El estrépito lo sobresalta en su tranquila revisión matutina. Cuando asoma la cabeza por la puerta de la clase un Power Ranger de plástico le da en la cabeza. Observa a Barney soltando blasfemias boca abajo en la moqueta mientras los niños lo pintarraquean con rotuladores carioca y suspira con resignación. Luego se vuelve hacia el montón de juguetes bajo el que se retuerce la señorita Croker, a la que sólo Tormenta y otro niño muy repeinado y con gafas tratan de desenterrar.

- ¡Dios mío, señorita! - masculla mientras mueve su mole para sacarla de la montaña de muñecajos.

Ella se queja un poco del brazo. Soprano certifica que está roto. Vuelve a suspirar con más resignación aún.

- Habrá que pedirle una sustituta.

Mientras Barney ha conseguido recuperar la vertical y enfrenta su verborrea al pobre director.

- ¡ME CAGO EN LA [censurado], ESTOS APESTOSOS CRÍOS ME HAN [censurado] BIEN! ¡AHORA MISMO ME PAGA LOS [censurado] DESPERFECTOS DEL TRAJE! Las mejillas de Soprano tiemblan de indignación.

- ¡¿CÓMO SE ATREVE A HABLARME ASÍ EN MI PROPIO COLEGIO DELANTE DE LOS NIÑOS PEQUEÑOS?! ¡SEPA USTED QUE SOY EL DIRECTOR, DESCEREBRADO ANIMAL DE BELLOTA, Y QUE NO TOLERO SEMEJANTE LENGUAJE! ¡FUERA DE AQUÍ AHORA MISMO O LO DENUNCIAREMOS POR AGRESIÓN, LE HA ROTO UN BRAZO A ESTA MUJER!

Cuando el dinosaurio finalmente se marcha, el docente se vuelve hacia los críos para extenderles la bronca, pero estos instantaneamente comienza a aplaudirle y vitorearlo. Comprende instantaneamente que va a ser incapaz de reñirles, pero vuelve a suspirar cuando corean su "nombre":

- ¡Viva el Dire Mafioso! ¡Viiivaaa!

La guardería

Saludos, queridos niños, vuestra serie favorita ha vuelto. O no. Bueno, que tras muchos avatares he ensamblado los dos borradores y he sacado el número entero. Aunque la mayor parte lo he perpetrado materialmente yo - la pedantería delata que soy Jose Cano, pero lo aclaro por si acaso - el argumento es de Naru completamente, al igual que la creación del director Soprano. Asediadlo a correos al broken_strings1@hotmail.com para que se anime y continúe en la serie.

Saludos

Jose Cano, el Advenedizo.