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Su familia murió por estar en el sitio equivocado en el momento equivocado. Lo ha perdido todo y no le queda más que la venganza. Ese día Frank Castle murió para convertirse en EL CASTIGADOR.
 
Castigador

CASTIGADOR VOL. 3 #24
Vigilante y vigilado
Guión: Vicente de los Santos

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Nueva York. Una tienda de electrónica y sus numerosos televisores inunda la calle con una noticia escalofriante.

"Ayer fue encontrado el dueño de un videoclub totalmente amordazado y achicharrado. Aún no se sabe si tal brutal asesinato está relacionado con la muerte de un narcotraficante que murió en su apartamento donde fue cruelmente golpeado hasta que se ahogó en su propia sangre. Mientras se desconoce todavía el móvil del llamado "crimen del videoclub", la Policía tiene ya una sospechosa para el crimen del apartamento. Una joven prostituta que vivía con el asesinado y que se encuentra en paradero desconocido"

La foto de la joven prostituta aparece en la pantalla y al momento es retirada volviendo a la imagen del presentador, que pasa a otra noticia.

"Sigue ocultándose la verdad sobre la matanza de la semana pasada en la que murió Aldo Daurado, prestigioso hombre de negocios y soltero de oro que acabó junto con su hermana con una bala en la cabeza. Ni la Policía ni los Juzgados aportan información alguna sobre las posibles detenciones o pistas sobre el caso, ni la relación que guarda con un ajuste de cuentas donde murió otro Daurado y que abre la veda sobre la posibilidad de encontrarnos en una guerra de familias. Nadie nos dice nada si bien la opinión de la calle viene a reflejar una posibilidad muy cierta"

Se muestra ahora un periodista que para a un hombre por la calle

- Perdone. ¿Quién cree usted que ha sido el causante de la masacre Daurado?

- El Castigador, por supuesto -dice el hombre

- Pero el Castigador desapareció hace tiempo señor

- Pues será un seguidor suyo. Dios bendiga a los Justicieros

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Hotel Palace. George Hillman, vicedirector de una prestigiosa compañía de informática sale risueño y acompañado de dos bellas mujeres. Está hasta arriba de cocaína y de alcohol y se ve perfectamente en sus ojos. Un encargado del hotel va a por su coche mientras en la espera George juega lascivamente con una de ellas introduciéndole la mano por el vestido.

En ese momento los ojos de George crecen, las chicas no saben que pasan y ven como un chorro de sangre cae de la frente del hombre mientras éste cae al suelo sin vida. Las dos chicas se ponen a gritar histéricas y todo el mundo rodea al muerto

No muy lejos de allí, sobre una azotea, Frank Castle, conocido por la gente como el Castigador, comienza a desmontar un rifle de francotirador. Minuciosamente deja cada pieza sobre un maletín y en tan solo cinco minutos está de nuevo en la calle. Levanta la mano y llama a un taxi, mientras a pocos metros suyos la policía comienza a separar a los curiosos del cadáver del señor Hillman.

Frank entra en el taxi. Indica una dirección y se marcha de allí. Saca una vieja agenda, la agenda del tipo del videoclub, una lista de compradores de videos de pornografía infantil, y tacha el nombre de George Hillman.

- Amigo ¿le importa que ponga la radio? -dice el taxista

- En absoluto - dice Frank guardándose la agenda

El taxista pone la radio, y tras varias opciones deja un especial "Justiciero" donde algunos psicólogos y criminólogos de renombre hablan sobre la figura del Justiciero tomando por ejemplo la del Castigador. A los pocos minutos el taxista vuelve a romper el hielo.

- Buen tipo el Castigador eh!

- Según quien lo piense -dice Frank

- Por mi ojalá tuviera superpoderes para estar en todas partes -dice el taxista con entusiasmo

- Entonces perdería la gracia -responde Frank con una sonrisa - para eso ya tienes a Spiderman o Daredevil

- No son lo mismo -dice el Taxista - yo vi una vez a ese Castigador dándole una paliza a esos dos juntos, y claro nunca lo he dicho para que no se manche la honra de esos dos héroes

- Claro claro -dice Frank con una sonrisa - es razonable

Pasan unos minutos de silencio. Pero un pequeño atasco hace que el taxista no pueda resistir el seguir hablando

- ¿Qué me dice de la putilla esa que se ha cargado a su chulo?

- No se nada de eso -dijo Frank sin darle importancia

- Pues está en todas partes. Se lo cargó en los apartamentos SmallTown y dicen que luego se cargó también a un amigo de su chulo que tenía un videoclub

Frank cae en ese momento en lo que está contando el taxista

- Yo monto a muchas de esas en mi taxi y una de ellas me ha contado que la noche esa, la putilla se fue con un tipo extraño y que luego volvió sin habérselo "Trabajado". Dicen sus compañeras de trabajo que ella estaba planeando matar al chulo porque había un mal rollo de por medio con una niña

- Entonces ¿Están buscando a la putilla por el asesinato?

- Así es señor. La policía anda en su búsqueda.

El taxi llega a su destino. Un bloque de viviendas situado en un barrio tranquilo. Frank se baja y paga al taxista. Contempla como el vehículo se marcha y luego entra en el bloque de apartamentos. Más concretamente el apartamento 15. Un sitio lleno de hojas de periódicos, latas de cerveza, cajas de municiones vacías e incluso algún que otro jirón de venda manchada de sangre seca. En una mesa había un ordenador cubierto totalmente de polvo. Frank dejó el maletín sobre la mesa y se dirigió al sofá, que estaba completamente lleno de polvo. Apartó una caja de pizza y se tumbó, quedándose perplejo en el viejo techo de la pared.

"Van a perseguir a la mujer" - pensó Frank - "Y la envié a San Francisco"

Tirado en el sofá se busca entre su chaqueta y saca un parche de cafeína. Se lo aplica y luego saca el teléfono móvil. Respira hondo y marca un número. Antes de que de el segundo tono apaga el móvil y lo deja en el suelo. Se lleva los brazos al rostro y se arranca el parche, cerrando los ojos.

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La lluvia despierta a un sobresaltado Frank. Está sudando y sus ojos parecen desorbitados. Se incorpora rápidamente y se revuelve los cabellos mientras fija su mirada en el carcomido suelo. Observa el parche de cafeína y se lo coloca. Se levanta y se asoma a la ventana. Las calles están desiertas, con algún aventurado vehículo entre la lluvia. Se retira de la ventana y se sienta delante del ordenador. Lo enciende

"Password:_"

Frank se queda delante, mirando el parpadeo del cursor. Apaga de nuevo el ordenador y se levanta, mirándolo atentamente. Pasa un minuto o dos antes de que Frank se vuelve a sentar delante del ordenador. La misma pantalla de confirmación de clave aparece, y esta vez Frank escribe "júnior". Aparece otra pantalla confirmando la clave y el ordenador se inicia.

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En ese mismo instante, en una sala de ordenadores una pequeña luz roja se activa. Un individuo uniformado se acerca y comienza a comprobar los datos que esta recibiendo. Al momento llama a su superior, vestido con el mismo uniforme azul con el águila dorada.

- Señor -dice el que está sentado - tenemos movimiento de un ordenador registrado

- ¿Nombre?

- Linus Lieberman señor. Alias Microchip

El superior se queda pensativo. El otro hombre se queda mirando en espera de alguna frase.

- No puede ser. Ese hombre está muerto. Localice la señal y envíeme un informe de todos los movimientos de ese ordenador. Puede que le tengamos.

- ¿A quien señor?

- Al Castigador

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Frank continua mirando los archivos del ordenador, no hay nada significativo. El juego Tanque, un gestor de correo saturado de mensajes sobre el estreno de las nuevas películas de Star Wars, emuladores de game boy. Nada útil. Frank se queda pensativo, sabe que no iba a encontrar nada. De repente ve un icono en la pantalla, un mapa de la ciudad virtual. Lo activa y comienza a ver el mapa de Nueva York, con un montón de anotaciones; "casa de papá, casa de mi amigo Freddy, casa del pequeño Tommy". Frank sonríe maliciosamente y apunta todas y cada una de las direcciones. Guarda el papel en su chaqueta y apaga el ordenador.

A la salida Frank se sube la cremallera de la chaqueta. El pasillo está totalmente vacío de no ser por una pequeña luz que intenta iluminarlo y todas las puertas que se encuentran alineadas a lo largo de este. Frank comienza a andar y de repente algo le llama la atención. Escucha una discusión y una mujer gritando mientras suenan golpes secos. Frank se acerca a la puerta y escucha como lo que parece ser una discusión se ha convertido en una pelea violenta. Una mujer pide auxilio

De un golpe abre la puerta. Un hombre de color, desnudo de cintura para abajo, golpeando a una mujer también desnuda, cubierta de moratones y con sangre brotando de la nariz. Ella está recostada sobre la lavadora mientras el está pegándole patadas y pisándola. Ambos miran al recién invitado de manera confusa.

Frank da un fiero golpe con el maletín en la mejilla del hombre. Los bordes metálicos de ésta rasgan por completo la piel del agresor, que se desplaza por el impacto. La mujer vuelve a gritar viendo como el recién llegado comienza a golpear agresivamente a su atacante. La sangre cae a borbotones mientras los nudillos de Frank golpean una y otra vez el rostro de aquel tipo que intenta pedir clemencia sin forcejear. La mujer se echa encima de Frank, totalmente histérica. Frank se la quita de encima mientras el hombre totalmente confuso intenta ponerse en pie. Frank lo agarra de la camisa y aprovechando un impulso lo tira por la ventana, haciendo que se estrelle contra el pavimento. La mujer comienza a golpear a Frank hasta que cae de rodillas totalmente histérica. Algunos vecinos se han asomado al pasillo, pero han preferido el anonimato. Frank sale de aquella casa y comienza a andar en dirección a la escalera.

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San Francisco. Una ciudad tranquila para unos y estresante para otros. El aeropuerto está totalmente lleno de gente. Hora punta para hombres de negocios que toman aviones hacia destinos negociables. En la cafetería del aeropuerto Frank está tomándose tranquilamente un café mientras habla por el teléfono.

- ¿Has averiguado algo sobre la chica esa?

- Se llama Leonor Molly y ejercía desde los 15 años. Tiene un expediente muy muy variopinto aunque nunca ha llegado a hacer nada malo -responde la otra persona, voz de mujer, desde la otra línea.

- ¿Familiares? Paradero actual

- Tiene una tía en San Francisco, Phoebe T. Molly. Aquí consta que una vez se llevo a la jovencita de tutela pero que se escapó

- De acuerdo - respondió Frank a modo de despedida

- Frank... - sonó desde la otra línea con una voz casi apagada

- Rutina de siempre Lynn. No has hablado conmigo

Frank cuelga el teléfono y se acaba el café. Se levanta y se dirige hacia los servicios. Una vez allí dentro, se mete en uno de los apartados, y se levanta la camiseta para colocarse dos parches más. Se queda sentado, pensativo, cuando de repente se da cuenta que una mano está intentando quitarle el maletín desde el apartado contiguo. Frank se levanta y desde la parte de arriba observa al delincuente. Saca su 9mm y le apunta a la altura de la cabeza. Éste se da cuenta y deja caer el maletín mientras se orina completamente en los pantalones. Seguramente el joven ladrón no pasaría de los 15 años. Frank se quedó mirándolo.

- Coge mi maletín y tráemelo

El chico lo hace sin mediar palabra. Frank sale del apartado y se esconde la pistola. El chico no para de mirarle, con lagrimas en los ojos y con todo el pantalón mojado. Frank se da cuenta y no puede evitar sonreír. El ladronzuelo intenta salir corriendo pero Frank le agarra del cuello de la camisa y lo tira al suelo.

- ¿Me va a matar?

- Quizás - dice Frank sacando de nuevo la pistola y acercándosela a la cara

El chico rompe a llorar

- Digamos que... quizás me puedas servir de ayuda. Sabrás moverte por esta ciudad ¿no?

- Si señor si - responde el chico con un brillo en los ojos y aún entre lagrimas. Hablando rápido como si esperase que su labia pudiera salvarle de la muerte

Frank lo mira y vuelve a sonreír

- Vamos entonces

En ese momento entra un tipo al servicio. Saluda pero se queda mirando la escena y se queda sombrado. Ve al chico totalmente lleno de lagrimas y con el pantalón mojado, aún en el suelo y ve a Frank.

- ¿Oiga amigo que le está haciendo al niño?

Frank le agarra de la chaqueta y le clava el puño en el estomago. Abre la puerta de uno de los apartados y lo tira dentro. El chico se queda completamente asombrado, se levanta y espera a que Frank se ponga en marcha.

Ambos se dirigen a una cabina telefónica. Frank comienza a ojear el listín, buscando la dirección de la tía de la joven prostituta. El chico se le queda mirando totalmente asombrado.

- Oiga... - dice el joven

Frank sigue mirando la lista, hasta que encuentra la dirección, arrancando la hoja del listín. Se la guarda en la chaqueta y mira al niño

- ¿Qué?

El niño intenta sacar fuerzas para hablar, pero le cuesta. Frank se pone a andar en dirección a la salida y el niño le sigue. Frank le mira de reojo dándose cuenta que el joven no le quita el ojo

- ¿Qué demonios te pasa?

- ¿Es... es usted un Terminator? - dice el niño muy seguro de si mismo

Frank se para, se queda mirando al niño y no puede evitar reírse, reírse como había mucho tiempo que no lo había hecho. El niño se sorprendió y se sonrojo por completo. Frank le dio un empujoncito para que empezara a andar y ambos salieron del aeropuerto con la intención de coger un taxi y dirigirse a la casa de la tía de la prostituta.

Tras un rato de silencio el taxi llega a la dirección deseada. Un pequeño barrio tranquilo con risas de niños, ladridos de perros y música agradable. Frank y el niño se quedan allí mientras el taxi se aleja. Él joven se queda mirándole pero Frank está más atento a localizar la casa, hasta que ve a la niña pequeña jugando en un jardín vigilada desde una mecedora por una mujer mayor.

- Piérdete 5 minutos - dice Frank

El niño obedece al instante, marchándose a un banco y sentándose

Frank se acerca a la valla de la casa. La niña es la primera en darse cuenta y la mujer mayor se queda mirando extrañada.

- Buenos días. Estoy buscando a Leonor

La mujer se queda callada, observando de arriba abajo a Frank. Llama a la niña y ésta corre rápidamente a su regazo.

- ¿Quien la busca?

- Un amigo

La mujer se quedó mirando hacia un coche y Frank advirtió tal mirada. Era un coche de color crema y había dos tipos dentro. Frank maldijo todo lo conocido por no haberse dado cuenta antes. Se metió las manos en los bolsillos y comenzó a andar en dirección al banco donde estaba sentado el niño. El coche se puso en marcha y comenzó a seguirle. El niño desde el banco se dio cuenta y se puso nervioso. No hacía más que mirar a Frank y esperar una reacción suya. El coche alcanzó a Frank. El tipo que conducía, un hombre ancho y de cabellos rubios, bajó la ventanilla

- Oye amigo. Me gustaría hablar contigo

Frank sigue caminando

- Creo que tenemos una amiga en común. Venga no te hagas el duro

Viendo que no tiene respuesta, adelanta un poco el coche y de éste se bajan el rubio y otro hombre más joven, delgado y de cabellos oscuros. Se acercan a Frank con la placa del departamento de policía de San Francisco y le ordenan el alto

- Bien amigo, las manos sobre el coche

Frank coloca las manos sobre el coche con las piernas abiertas. El joven comienza a cachearlo y de la chaqueta le saca la pagina del listín. La mira y se la pasa a su compañero.

- ¿Por qué buscas a Leonor Molly?

Frank permanece callado. El joven le sigue cacheando hasta que de repente nota la empuñadura de la 9mm. Se asombra completamente y se pone nervioso.

- ¡T..tiene un arma! - exclama

En ese momento Frank le da un codazo en la cara. El rubio intenta llevarse la mano a su arma pero se encuentra rápidamente con una patada en el pecho, cayendo por su propio peso al suelo. El joven desenfunda el arma y apunta a Frank. Éste se queda mirándolo mientras advierte que el rubio se está poniendo en pie y que también ha desenfundado el arma.

- Pide refuerzos Clay - dice el rubio - diles que tenemos a un cabrón armado

El joven introduce medio cuerpo en el coche y coge la radio para contactar con la central de policía. Frank se queda mirando fijamente al rubio, como si le estuviera retando con la mirada. Éste a su vez no hace más que apuntarle con el arma pero se le nota fácilmente que no está preparado para tal situación.

La mirada de Frank se sigue clavando en los ojos del policía rubio, que comienza a desesperarse.

- ¡ Deja de mirarme! - exclama el policía

Frank continua mirándole. Llega un momento en que el policía tiembla y Frank aprovecha esa bajada de guardia para lanzarse a por el con la intención de aplacarle. El policía dispara y la bala roza el hombro de Frank, pero acierta de lleno en el policía joven que estaba hablando por radio. Frank tira al suelo al rubio y le propina un golpe seco en la cabeza, dejándole inconsciente. En ese momento mira a todos los lados y descubre que tiene algún espectador que otro. Ve al niño oculto detrás del banco con los ojos como dos platos.

- ¡Niño aquí! - dice Frank - ¡Ayúdame con este tío!

Frank y el niño cogen al policía malherido y lo meten en la parte trasera del coche. Luego ambos se meten en el coche y salen de allí rápidamente. El policía rubio se levanta como puede, tiene varios dientes rotos. Saca su arma y comienza a disparar sin éxito alguno al coche.

A la entrada de la autopista Frank le dice al niño que le indique el hospital más cercano. El policía está semi inconsciente y tartamudea, asombrado aún de la escena. El niño se le queda mirando. Nunca había visto tan de cerca la sangre. Frank iba centrado en la carretera, esquivando coches y acelerando de manera nada prudencial.

- ¿Qué... qué miras niño? - dice el policía con labios temblorosos

- Pues... -dice el niño un poco nervioso- recuerda que no fue mi amigo quien te disparó. Sino tu compañero.

Frank se queda mirando sorprendido al niño. Luego mira por el espejo retrovisor al policía y este le devuelve la mirada.

- ¿Donde ha sido? - pregunta Frank

- En la zona del estomago, pero la sangre no es negra, así que sobreviviré.

Frank da un volantazo y se desvía de la autopista bajo la tardía indicación del niño. Entran en una gran avenida donde al fondo pueden ver el hospital. Hay bastante tráfico pero Frank intenta encontrar cualquier hueco hábil para colarse.

- ¿Quién demonios eres? -pregunta el policía

No obtiene respuesta

- Tu cara me suena pero no te sitúo... ¿Eres un Terrorista?

Sigue sin obtener respuesta

- Dile quien creías que era -dice Frank al niño.

El niño se sonroja

- T..Terminator

El policía no puede evitar reírse, tanto que le aumenta el dolor de la herida, pero no puede evitar mostrar la sonrisa en su cara. Tras un semáforo el coche comienza a andar cuando de repente se oye un golpe seco en el techo que hace que éste ceda un poco. Frank se agacha e intenta echar mano a su pistola, pero recuerda que el policía rubio se quedó con ella. Se gira y le coge el arma al policía cuando un enorme brazo rompe el cristal y agarra a Frank, sacándolo del coche.

De repente Frank se ve levantado del suelo, cogido por un enorme tipo ataviado con un uniforme oscuro, con una gran lengua viscosa y tentaculos danzarines... ¡Veneno!

CONTINUARA

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PROXIMO EPISODIO: Próximo número: Dos contra uno

Id preparando los euros... se admiten todo tipo de apuestas.

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LETRAS Y BALAS

BODYCOUNT

Frank sigue empeñado en llevar la justicia hasta los extremos...

  • Mafiosos:
    • El Vicedirector corrupto: 1
    • El que maltrata a su mujer: 1
  • Inocentes:
    • El tipo del cuarto de baño. El golpe le rompió la nariz y quedó inconsciente. Murió antes de llegar al hospital.
  • Superseres: 0
Victimas en este episodio: 3

Número total: 62

 
 
   
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