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Su familia murió por estar en el sitio equivocado en el momento equivocado. Lo ha perdido todo y no le queda más que la venganza. Ese día Frank Castle murió para convertirse en EL CASTIGADOR.
 
Castigador

CASTIGADOR VOL. 3 #36
Requiem I
Guión: Vicente de los Santos

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Resumen: Frank Castle fue poseído por la entidad conocida como Cobweb nublando la mente del Castigador para convertirlo en un asesino en potencia. La intervención del mercenario conocido como Terror y del enemigo de dicha entidad, Sonámbulo equilibraron la posesión e hicieron que Frank pudiera seguir con vida, pero capturado por SHIELD por los actos llevados a cabo por el vigilante.

Paralelamente el propio G.W. Bridges reclutó al mercenario llamado SOLO para que ejerciera de Castigador y mantener así cierto control entre la mafia y el crimen organizado. Sin embargo dicha iniciativa no fue del agrado de Kingpin que no dudó en mover los hilos para conseguir que Frank fuera liberado y puesto de nuevo en la calle, sabiendo que en cuestión de tiempo el viejo Castigador volvería a tomar las calles

Ahora Frank intenta retomar su guerra, encontrándose con una juvenil carga que comienza a seguir sus pasos y teniendo que lidiar con un extraño tumor del que desconoce su existencia...

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New York...

Antes de la primera oleada...

El sol estaba siendo demasiado generoso. Frank no se detuvo a pensar en que mes se encontraban. La migraña era demasiado continua y la presencia de la niña en su refugio le planteaba dos problemas. El relacionado con la seguridad era el más fácil. Decidir que hacer con la inquilina era quizás el más complicado. La niña había dicho que se había cargado a los niñatos de la banda que se habían cargado a su madre, pero que sus amigos le estaban buscando... quizás entonces la solución más viable era ir a buscar a esos raperos de tres al cuarto y meterle un tiro a uno de ellos como advertencia...

Entró en la farmacia y esperó su turno para comprarse algo que le pudiera aliviar el dolor de cabeza. El dolor iba acompañado de una intensa sensación de mareo bastante incomoda. Aquel pequeño negocio estaba lleno de anuncios publicitarios de risueños niños y familias. Tenía ese aire familiar similar al de un laboratorio que no dejaba entrar a los olores callejeros a través de la puerta automática.

La farmacéutica terminaba de atender a un anciano cuando Frank se acercó para esperar su turno. El hombre mayor guardó los medicamentos y al marcharse se quedó mirando a Frank, como si le conociera de algo. Notó la incomodidad en la mirada del vigilante y marchó sin mediar palabra alguna.

- Cree que se parece usted a su hijo - dijo la farmacéutica

Frank no respondió, se quedó un tanto extrañado.

- Murió el año pasado en Irak. Era la única familia que tenía y ahora se queda plantado delante de todos los hombres, mirándoles como si fuera su hijo.

- Necesito algo para el dolor de cabeza - dijo Frank apartando cualquier importancia a la conversación. - Algo que sea fuerte y no necesite receta.

- Entiendo - dijo la farmacéutica dándose por aludida.

Salió de nuevo a la calle y miró al cielo. No entendió el repentino cambio de ambiente. Parecía que atardecía como si fuera otoño pero no era más de las doce del mediodía. Quizás los Skrulls volvían a la carga o algún experimento del estirado de los cuatro fantásticos había cambiado el color de las nubes. Pensó que fuera lo que fuera quedaba demasiado lejos de sus balas por lo que no le prestó atención alguna. Paró a comprar algo de fruta y leche y se dirigió al refugio.

Cuando entró Arisha había recogido el refugio. Las cortinas tapaban las ventanas y las armas estaban ordenadas en sus soportes. La televisión estaba encendida y la joven la veía por encima hasta que llegó Frank.

- Necesito que me permitas quedarme contigo - dijo ella antes que nada

- No - respondió toscamente Frank mientras sacaba el dinero del bolsillo y lo tiraba sobre la cama - Píllate un billete a donde quieras y empieza una nueva vida lejos de aquí.

- No tengo donde ir, no tengo a nadie en esta vida. Ya no después de que mi madre fuera asesinada...

Frank la miró de arriba abajo mientras se tomaba las pastillas. Ella se dio cuenta y casi de manera involuntaria se sonrojó y apartó la mirada aprovechando para mirar las noticias. Éste se acercó a la mesa y cogió una manzana. Se sentó sobre la cama, agarró el mando de la televisión y la apagó.

- No me vas a dar pena. Te he dado dinero y si has sido capaz de matar a un traficante podrás valerte por ti misma en cualquier cafetería del estado de louisiana. Empieza una nueva vida, realmente no quieres seguir por este camino.

Ella no dijo nada. Permaneció allí sentada contemplando al vigilante.

- Está bien - dijo - me marcharé mañana por la mañana

- Perfecto - masculló Frank mientras se tumbaba y se relajaba - Aprovecha y monta guardia si quieres, o duerme donde puedas, o vete a comer una hamburguesa... no me molestes...

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Lejos de allí

Un tipo salió disparado por la ventana de un segundo. La alarma del coche donde se estrelló comenzó a sonar estrepitosamente anunciando que tenía un cadáver en lo alto. Dentro del edificio desde donde fue lanzado se escucharon varios disparos de armas de fuego y pocos segundos después otro individuo era lanzado al vacío.

En el interior el nuevo Castigador encañonaba a una joven yonki semi desnuda que permanecía arrodillada sobre un desvencijado colchón. En el suelo otros dos tipos muertos sobre sus pequeños charcos de sangre. La respiración alterada y continua de Solo podía notarse a través de su traje de Kevlar y su atemorizante casco. El dedo gordo bailaba sobre el seguro de la pistola mientras no dejaba de acariciar la pistola por el pelo de la joven.

- ¿Dónde esta Zubbiak?

- No lo se por dios... ¡¡¡Raimundo ya te lo dijo y lo has matado!!!... no lo se tío... ¡No lo se!

La golpeó sin dudarlo y la joven cayó sobre el colchón dejando un pequeño rastro de sangre por la contusión. Se llevó las manos a la cabeza y adquirió una posición fetal en busca de alguna defensa.

- Frank Castle le buscará sin duda... necesitará abastecerse de armas... es lo más fácil hoy día y seguramente se hará con las armas y luego lo matará... necesito encontrarlo... necesito tener a Zubbiak antes que Frank para poder matarlo... para que termine todo esto...

La chica no salía de su asombro y lo único que tenía en mente era el miedo a otro fuerte golpe. Miró entre lágrimas al Castigador y apretando las manos le imploró clemencia.

- No se quien es ese Frank... No se donde esta Zub... si lo supiera te lo diría... de verdad... no quiero más dolor...

Solo le puso la bota en la mejilla y le obligó a mover la cara para contemplarla mejor desde su posición. El aspecto demacrado por las drogas ocultaba lo que podía ser un bonito rostro de una niña de no más de veintiséis años. La dejó caer sobre la cama y se asomó por la ventana al escuchar las sirenas de la policía.

Sin embargo los dos coches pasaron de largo. Uno de los cuerpos lanzados al vacío era visible pero pareció no importarle a los coches oficiales que pasaron a una velocidad vertiginosa. Solo se asomó por la ventana y pudo contemplar el muro infernal que comenzaba a cercarlo todo...

- Bridges... ¿Qué esta pasando? - Preguntó por el intercomunicador

- Por favor utilice otra línea o introduzca código de seguridad - sonó por el aparato molestando a Solo y alimentando su carencia de información.

- Agente especial SOLO. Quiero hablar con G.W. Bridges

- Agente especial SOLO. Mantenga esta línea despejada y cambie a frecuencia local. Atienda las llamadas de auxilio y espere nuevas órdenes.

Solo no pudo evitar mirar a la yonki que permanecía inmóvil en la cama. ¿A qué se referían con llamadas de auxilio? ¿Qué demonios estaba pasando allí? Por un momento el traficante de armas o el propio Frank Castle parecían pasar a un segundo plano. Salió al exterior y aprovechando al escalera de incendios saltó al tejado para contemplar el auténtico caos que comenzaba a vivir la ciudad...

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Un estruendo despertó a Frank. Se alzó y apuntó con la Desert Eagle a varios puntos al vacío esperando ver a sus enemigos. No había nadie en la habitación y la tele estaba apagada. Buscó a la chica pero no la encontró.

Buscó agua fresca en la nevera y se percató que las pastillas habían hecho efecto sobre su dolor de cabeza. Sin embargo aquel mínimo tiempo de calma fue interrumpido por otro estruendo que provenía claramente de la calle. Fue a acercarse a la ventana cuando una explosión hizo que los cristales salieran disparados en todas direcciones. Frank se tiró al suelo rápidamente e intentó buscar cobertura a la espera de que fuera lo que fuera entrase por la ventana. Un tipo uniformado de SHIELD era lo más evidente que podía esperar.

Sin embargo lo que entró no fue lo esperado. Una figura reptó por la ventana y se coló en el suelo, olisqueando como un perro y emitiendo un gorgojo extraño como si estuviera buscando algo. Frank se asomó y pudo ver aquella figura humanoide con la piel grisacea, con la columna casi rasgando la piel y con la cuenca de los ojos tan resaltada que apenas podía ver los ojos de aquella asquerosa criatura

- CaSTlE...HuELo tU PrEEsSSSeSSSenSia... mi SsssssSeñoRRR te ReQuIeEeEr...

No pudo terminar la frase. La bala de la Desert Eagle traspasó el cráneo de aquella criatura dejando una asquerosa mancha sobre la cortina. La convulsión del cuerpo duro solamente segundos y luego comenzó a apestar aún mas

- ¿Qué coño?

Agarró una escopeta automática y un m14. Usó sus enganches sobre el peto de kevlar y se ató bien las botas. Saliendo aprovechó para coger un machete que tenía sobre la encimera y esperó unos segundos antes de abrir la puerta y observar el pasillo. No parecía que hubiera nadie más en el edificio y eso le preocupó en cierta manera porque ahora no sabía donde había ido la joven. ¿Se habría marchado al final?

Un nuevo estruendo le quitó de la mente el paradero de la joven. Agarró la escopeta y salio a la calle para contemplar el caos que reinaba en la ciudad. Miró al cielo y vio las nubes teñidas de rojo sangre, grupos de asquerosas criaturas sobrevolando la ciudad en una danza repetitiva y macabra que parecía seguir el ritmo de los cientos de sirenas que colapsaban la ciudad.

Miró a la acera y vio como un hombre era devorado por más criaturas como las que había matado en su refugio. Una de ellas alzó la mirada mostrando como aún le resbalaba sangre y visceras por su malformada boca. Miró al Castigador y sus ojos emitieron un debil y rojo fulgor.

- CaSTlEEeEeE - gruñó la criatura antes de recibir un disparo que le reventaría medio cráneo.

Las otras criaturas se abalanzaron por el castigador. Una saltó intentando arañar el pecho pero se encontró con el Kevlar y con un rápido movimiento de muñeca que hizo que el machete se clavara en las entrañas del demonio. A su vez con la otra mano disparaba otra ronda con la escopeta. Para la tercera y ultima bestia no había cartucho o machete, así que sin pensarlo y aprovechando la carga, le propinó un fuerte cabezazo que hizo que el bicho mordiese el suelo. Antes de poder levantarse ya tenía la bota de Frank aplastándole el cráneo.

El Castigador se acercó a la víctima y contempló que era el anciano de la farmacia. En la mano llevaba una pistola y en la otra, o lo que quedaba de ella, una foto de su hijo vestido con todos los honores de los marines. Frank se agachó y recogió la foto. No supo porque lo hizo, pero notaba como su corazón latía de manera acelerada. Sabía perfectamente que el mundo comenzaba a irse a tomar por culo, y que no iba a perderse la fiesta.

Recargó la escopeta y miró hacía todos lados. Sonrío como un niño que ha conseguido un fin de semana entero para jugar con su Xbox y comenzó a andar por la solitaria calle esperando encontrar más bichos de esos...

Continuará

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BODYCOUNT

¡Tras el parón editorial Frank vuelve a la carga, aportando su granito de arena en la macrosaga de Marveltopia! En el siguiente número dos invitadas conocidas del universo Marvel harán un exótico "team up" con vuestro vigilante favorito, que intentará colgarse todas las orejas demoniacas que pueda sobre su oscuro traje de kevlar.

Muertes en este número:

  • El Adorable anciano que perdió a su hijo en Irak, por un demonio menor.

  • Tommy Jones, traficante de tres al cuarto, por Solo

  • Tuckie, traficante travesti, por Solo

  • Billie Boy, yonki, por Solo

  • Demonios menores, cuatro, por Frank Castle

    Competición BodyCount:

  • Frank Castle: 4

  • Solo: 3
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