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Su familia murió por estar en el sitio equivocado en el momento equivocado. Lo ha perdido todo y no le queda más que la venganza. Ese día Frank Castle murió para convertirse en EL CASTIGADOR.
 
Castigador

CASTIGADOR VOL. 3 #37
Requiem II
Guión: Vicente de los Santos
Portada: Adrián Suárez

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Las calles de Nueva York.

Un coche coge una curva a una velocidad vertiginosa. Parte del lateral derecho golpea con otro vehículo estacionado pero no le hace aminorar la marcha. Equipaje atado a toda prisa en el techo del mismo sale disparado esparciéndose por toda la calle. En su interior un hombre rollizo no hace más que intentar calmar el llanto de unos jóvenes que van sentados en la parte trasera.

La razón del miedo hace su aparición, un grupo de demonios persigue al coche profiriendo burlas y gemidos similares a los de las hienas. Uno de ellos se impulsa y cae sobre el techo probando como sus garras son más resistentes que el material del coche. Los niños gritan alarmados mientras ven como los curtidos y oscuros brazos de aquella criatura intentan hacerse con uno de ellos. El hombre acelera bruscamente y antes de llegar a una intersección frena y ve como el demonio sale lanzado por los aíres. El golpe seco hubiera matado a cualquiera pero el demonio envuelto en sangre y bilis se levanta con los ojos inyectados en sangre. El hombre acelera frenéticamente para intentar arrollarlo pero los otros infernales se cuelan por la ventana y comienzan a devorar al hombre.

El coche se estrella y otros demonios se meten por las ventanas para calmar su hambre a la vez que calman los gritos de los pasajeros. En pocos minutos después no se oye nada más.

Tandy vio como el coche se estrellaba, tendría que haber hecho algo pero no tenía fuerzas suficientes. Sabían que la perseguían a ella, querían su luz pero el coche se había convertido en un entretenimiento que le había dado una ventaja vital. Tres vidas a cambio de la suya... quizás no era un trato adecuado pero así lo había marcado el destino... Sin Capa no era capaz de establecer un plan estable... no tenía palabras conciliadoras ni la seguridad que le aportaba su compañero. Espera que Spiderman o cualquier otro hiciera escena, que lo viera combatir contra otros demonios y así poder unirse a ellos y poder hacer lo que fuera para intentar liberar a la ciudad de los demonios. Sabía que su luz era bastante útil para acabar con ellos, pero también cada vez que lanzaba uno de sus puñales se convertía en un farolillo para todos los demonios que ansiaban hacerse con esa pureza y corromperla.

Se apretó la chaqueta y se asomó nuevamente con cuidado a la calle principal. Los demonios se habían marchado quizás al ver un nuevo vehículo o cualquier otra cosa digna de su atención. Miró el nombre de la calle y se preguntó a cuanta distancia estaría de la mansión de los Vengadores. Sin duda era la mejor opción que tenía ya que seguramente allí habría alguien o al menos estaría segura. Miró demasiadas veces antes de ponerse camino y aunque era un emblema de la luz, buscó la oscuridad para sentirse segura.

Llegó a una avenida donde los bomberos intentaban apagar un fuego en un bloque de edificios. Varios policías armados con escopetas automáticas no hacían más que cubrir el perímetro en busca de cualquier indicio demoniaco. Dos bomberos entraban y salían continuamente sacando gente del bloque de apartamentos y un único operario de ambulancia intentaba lidiar con todas las heridas y quemaduras. Tandy intentó pasar desapercibida pero uno de los policías se dio cuenta de la presencia de la chica y le mandó detenerse. Tandy se detuvo pero inquirió reiteradamente que quería continuar la marcha.

- ¡Venga aquí ahora mismo! ¡Eche una mano! - exclamó uno de los policías

- No puedo... tengo que marcharme ahora agente... no puedo - dijo ella entrecortadamente

Uno de los policías se acercó a ella y se percató de las marcas de su cara. Dudó en encañonarla o no, pero marcó una posición para evitar que continuara la marcha

- Es una superhéroe... mira esas pintas en su cara y seguro que oculta su traje debajo de la chaqueta.

- Puede ser una jodida gótica de esas que cantan en ese garito de la cuarta con Foster... - dijo otro de los Policías

- En serio - repitió ella - tenéis que dejar que me vaya... estáis en peligro conmigo

Una explosión proveniente del edificio alarmó a todos. Los policías se parapetaron y Tandy intentó huir pero el más cercano a ella le agarró de la muñeca y la tiró al suelo. Uno de los bomberos salió del edificio con un anciano mientras los otros que aguantaban las mangueras las dejaron caer y fueron en su ayuda.

El segundo bombero no había salido a tiempo. Uno de ellos cogió al anciano mientras el chamuscado caía de rodillas llorando. El auxiliar de la ambulancia fue corriendo hacía el para ayudarle cuando algo le atravesó el cuello cayendo al instante sin vida al pavimento.

Del fuego salió una criatura cubierta de llamas con una cola llena de púas que comenzó a disparar a todos los presentes. Los Policías no dudaron en devolver el fuego pero aquella bestia parecía inmune a las balas. Una vez que tomó tierra propinó con la cola un fuerte golpe a uno de los bomberos que fue lanzado contra el edificio en llamas. Con una sonrisa desbordada en llamas, miró a la joven Tandy y si hubiera tenido un rostro humano hubiera parecido que se relamía.

Los policías comenzaron a disparar mientras gritaban a los heridos que estaban junto a la ambulancia que se pusieran a salvo. La bestia ígnea continuó su marcha hacía Tandy mientras eliminaba a todos los que se encontraba a su paso. El policía que aguantaba la muñeca de Tandy la soltó y salió corriendo en un vano intento de salvar su vida, pues una de las púas flamígeras le alcanzó la espalda.

Tandy se quitó la gabardina y dejó evidente su blanco y ceñido traje de superheroína. Sus manos se llenaron de un blanco fulgor que acabó por rodear su cuerpo entero y lanzó sendos puñales a la bestia flamígera, que pareció retorcerse en dolor pero que no cesó su camino hacía su presa.

Un bombero saltó sobre la espalda de la criatura con un hacha, clavándola sin éxito alguno. Las llamas crecieron en la zona del ataque y el bombero cayó rodando envuelto en fuego. Tandy pensó en huir pero estaba muriendo demasiada gente. Cargó nuevamente sus puñales y los lanzó aturdiendo nuevamente a la criatura del averno.

- ¡Todo el mundo fuera de aquí! - Exclamó - ¡Huid!

El demonio lanzó varias púas contra las piernas de Tandy pero ésta pudo saltar a tiempo y esquivarlos mientras le devolvía varios puñales de luz. Se ocultó detrás de un coche de Policía y pudo ver como la gente abandonaba la zona. Por un momento se sintió aliviada al ver que no habría más bajas estúpidas. Sin embargo la presencia de aquella criatura le volvió a tener que centrarse en como salir viva de aquello. Cogió aire y miro una entrada de metro, miró sus puños y vio como la energía volvía a fluir por sus dedos. Se levantó y lanzó todas las que pudo mientras corría hacía un intento de supervivencia. Tan solo uno de los puñales alcanzó al demonio que volvió a sentirse molesto. Las llamas de su cuerpo danzaron como si sintieran la ira de aquella criatura y comenzó a coger velocidad para alcanzar a la chica.

Al llegar al metro intentó deslizarse por la barandilla para llegar antes y esquivar a la vez varias púas flamígeras que intentaban detener el avance de la joven. Cayó rodando por los escalones hasta el primer descanso golpeándose con la verja de a entrada. Notó como la sangre le caía de la frente y se sentía algo confusa. Descubrió que el demonio comenzaba a bajar las escaleras con una pérfida sonrisa. Cargó la luz pero falló los dos intentos y se encontró sin fuerzas para un tercer intento. Quiso ponerse de pie pero la cola de la criatura le golpeó en el vientre tirándola de nuevo al suelo. Sintió como perdía todo el aire de los pulmones y que quizás aquel era su final...

El Demonio apagó parte de sus llamas y agarró con sus manos los hombros de la chica. La levantó y la puso cara a cara. Tandy notaba que no tenía fuerzas algunas y rendirse era lo único que le quedaba, esperando que fuera una muerte rápida comenzó a rezar entre lágrimas. El Demonio la olisqueó y de su mandíbula surgió una oscurecida lengua que lamió todo el rostro de la joven dejándole una marca y suministrándole un agudo dolor que expresó en un grito sordo. Intentó moverse, liberarse con un último intento de energía, pero no pudo hacer nada.

La lengua se llenó de púas y el demonio abrazó con más fuerza a Tandy. De los brazos surgieron también otros pinchos que se clavaron en el cuerpo de la joven. El depredador estaba listo para acabar con su presa cuando de repente una explosión le voló la cabeza. El cuerpo se desplomó junto con el de Tandy, que quedó aprisionada por el peso del que iba a acabar con ella. No tenía fuerzas para levantarlo, ni siquiera para pedir auxilio. Esperó a ver que sucedía y de repente noto como el cuerpo era desplazado lateralmente encontrándose al Castigador.

Frank llevaba una escopeta automática en las manos, dos pistolas en cinturón en sendos muslos, dos machetes, cuatro granadas colgadas del pecho, una ballesta en la espalda y varios virotes en un carcaj que descansaba sobre su cinturón. Tanto armamento apenas hacía distinguible su conocido cráneo blanco, pero Tandy sabía quien era y por un momento no sabía si la habían salvado o si la habían terminado de condenar.

El Castigador no dijo nada, miró escaleras arriba y luego comprobó el estado de la verja de seguridad del metro. Buscó en uno de sus bolsillos y sacó una ganzúa con la que empezó a forzar el candado. La joven intentó ponerse en pie como pudo y recostada sobre el pecho de la criatura muerta se tocó el rostro para notar que la lengua le había quemado parte de la cara. Frank la miró de reojo y de otro de los bolsillos sacó unas pastillas que entregó a la joven.

- Tomate dos de estas y perderás parte del dolor. No son tan graves como parecen esas quemaduras así que no tienes que preocuparte.

- Gracias - respondió ella - Gracias por las pastillas... y por salvarme.

- ¿No deberías estar con tu amigo el de la Capa o con el cuernecitos o nuestro amigable vecino Spiderman? - preguntó Frank mientras guardaba la ganzúa y quitaba el candado del metro.

- Capa está poseído - dijo ella - Es uno de los portales por donde vienen todos los demonios...

Frank la miro atentamente mientras recogía del suelo el bote de calmantes. Escuchó un ruido extraño y miró nuevamente escaleras arriba por si llegaban más demonios. Ella se apartó del cadáver y apoyándose en los escalones comenzó a ponerse de pie.

- ¿Capa entonces es un portal demoniaco?

- Si...

- ¿Y sabes donde está? - Preguntó nuevamente Frank tomando un mapa de metro del interior de la estación

- ¿Por qué?

- Habrá que ir a matarlo, o cerrarlo, o aniquilarlo... sea lo que sea hay que hacer que no entren más demonios

- ¡No hablas en serio! - Exclamó ella con bastante dificultad - ¡Es mi amigo! ¡No puedes matarlo!

- Me estás diciendo que es una puerta infernal... creo que no se tienen por amigos a ese tipo de cosas... mira lo que te ha pasado. Mira lo que le pasa a la ciudad... ¿Qué hacemos? ¿Vamos y le pedimos por favor que cierren la puerta? ¿Esperamos que el Dr. Extraño encuentre la formula mágica? Estos bastardos sangran, les explota la cabeza y dejan de moverse así que paso de todo el rollo místico mientras tenga balas.

- No te voy a decir donde está - dijo ella - lo siento pero no te lo voy a decir.

- Vale - respondió Frank - Ya lo encontraré... buena suerte chica.

Frank se metió dentro de la estación y desapareció en la oscuridad. Tandy se quedó allí pasmada y confusa. Sabía que si Frank encontraba a Capa no dudaría en meterle un par de misiles en sus entrañas... tenía que evitar que pasara eso así que se puso de pie como pudo y caminó hacía el interior de la estación mientras gritaba al Castigador que le esperase.

Sin esperarse encontrárselo de frente, Frank apareció de las sombras. Tandy no pudo evitar caer al suelo del susto. Obtuvo la mano del vigilante para apoyarse y ponerse en pie y ambos se quedaron mirando cara a cara en la penumbra.

- Has cambiado de opinión y me vas a decir donde está.

- No - respondió ella - Voy a ir contigo para evitar que lo encuentres.

- Ah...

- ¿Ah? - Dijo ella asombrada - ¿Solamente vas a decir Ah?

- Si - dijo Frank tranquilamente.

- Pues venga, vamos - dijo ella un tanto enfadada.

Ambos héroes se perdieron en la oscuridad del metro, guiados tan solo por una pequeña linterna y unas gafas de visión nocturna que llevaba Frank. A cada paso Tandy se preguntaba una y otra vez si realmente no se había metido en la boca del lobo...

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Levi's Store, Time Square...

Solo salió lanzado por los aires estrellándose contra varias estanterías de vaqueros. Perdió la pistola y no era capaz de verla entre tanta ropa. Sacó su machete y se centró nuevamente en el asqueroso bicho que estaba en el centro del local devorando a un montón de gente que se había refugiado allí.

Tomó carrerilla y saltó nuevamente sobre la espalda de la criatura clavándole el cuchillo en la nuca varias veces. Un hombre de unos treinta años se envalentonó y aprovechó con la barra de un perchero para atravesarle un ojo a la criatura, que por el dolor soltó los restos que le quedaban de una chica de unos diecisiete años. Acompañado de un gesto de furia y dolor aquel ser golpeó al inesperado héroe que cayó al suelo. Solo aprovechó para cortar la yugular de la criatura y seguir apretando en un intento de decapitarlo. Los gritos de agonía retumbaban en todos los rincones y aquellos que podían mantenerse en pie salieron corriendo a la calle.

Tensó los músculos y se agarró con fuerza a la cabeza mientras seguía cortando. Finalmente cayó al suelo llevándose consigo el trofeo pretendido. El cuerpo decapitado cayó al suelo y comenzó a chorrear una asquerosa y viscosa sangre negra. Solo tiró la cabeza y se puso en pie encontrando su pistola. Notaba como tenía los brazos entumecidos pero aquella armadura le había salvado de alguna fractura o algo peor. Miró con indiferencia el cadáver de la joven y luego oteó la zona viendo que ya no quedaba nadie allí.

Observó su comunicador, tenía una llamada entrante desde sabe dios cuando. Caminó hacía la calle para ver como la gente huía despavorida. Tuvo a tiro a un pequeño diablo que estaba jugando con un hombre y de un disparo acabó con ambos. La gente se alarmó aún más con el estruendo del arma y corrieron aún más deprisa. Apartó los cristales de la calle y un maniquí medio en llamas y apagó el comunicador.

En ese instante descubrió como dos agentes de SHIELD le observaban desde la acera y comenzaban a acercarse a él. Uno de ellos iba armado con un M14 y parecía ir observando los tejados de los edificios por si eran emboscados por demonios. Solo no dudó en encañonarlos hasta averiguar quienes eran.

- ¿Cuándo coño voy a poder hablar con Bridges?

- El Agente G.W. Bridges no está operativo1 - respondió el que parecía estar al mando - Soy el Agente Eduardo Torres. Yo llevo ahora lo relativo a los vigilantes.

- ¿El viejo ha molestado a alguien? Bueno no me importa... ahora hay un nuevo entretenimiento en la ciudad...

- Si. Aunque las muertes innecesarias enturbian un tanto la definición de entretenimiento ¿No crees Solo?

- Si... bueno... ¿Qué se sabe de Frank Castle? Estaba siguiendo la pista de un traficante de armas pero con todo este embrollo no he podido seguir el caso...

- Olvida a Castle. El programa de vigilantes ha sido cancelado. Tú has sido cancelado. Te pido que dejes el arma en el suelo y nos acompañes.

Solo se exasperó. Sintió la traición como si fuera una daga que se clavaba una y otra vez. Había sido designado para dar caza a Castle, y eso era lo que tenía que hacer. El segundo agente no dudó en encañonar al mercenario pero recibió mucho antes una bala en la frente poniendo en guardia al Agente Torres que tampoco pudo sacar el arma a tiempo.

- No podéis cancelarme. No soy una estúpida serie de televisión...

- Has matado gente inocente Solo. Has vuelto a pasar por eso y no estás capacitado para estar en la calle. Suelta el arma.

- Castle no puede ganar. No puede quedarse libre tan tranquilo siendo admirado por todos, matando culpables y sin que le pase nada... no puede ganar...

- Suelta el arma Solo...

- ¿Y luego que? Me meteréis en Ryker o a saber... no voy a acabar mis días en una celda. No señor...

Apretó el gatillo sin pensárselo y el cuerpo sin vida de Torres cayó al suelo. Contempló a los dos agentes y sin dudarlo se acercó a ellos para hacerse con sus armas. Se quedó contemplando la calle, veía a lo lejos criaturas volando que parecían querer eclipsar el cielo. Toda la ciudad bailaba al son de las sirenas de los bomberos y las ambulancias. Miró su pistola y comprobó las balas que tenía. Vio un chaval saliendo de una tienda de electrodomésticos con una xbox en las manos y no dudó en abrir fuego contra él, destrozándole la consola y el estomago. Se quedó allí en la calle, contemplando el caos en la ciudad... y por un momento pareció que al fin estaba en casa.

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Cerca de la Mansión de los Vengadores...

Frank saltó sobre lo que parecía un sátiro infernal y le clavó el machete en la nuca haciendo que traspasara su garganta. La criatura cayó al suelo dando espasmos mientras el Castigador desenfundaba su Ragin' Bull y oteaba la zona en busca de alguna criatura más. Detrás suya Puñal se apoyaba como podía en un muro contemplando la brutalidad de su forzado e inesperado compañero.

- ¿Disfrutas con ello, verdad?

- ¿Con qué? - preguntó Castle guardando el machete y sacando el mapa.

- Con la muerte. Con acabar con la existencia de los seres vivos.

- No se yo si ese cabrón podría considerarse un ser vivo o un hijo bastardo de Corazón Oscuro...

Ella no dijo nada. Se limitó a avanzar un poco para intentar mirar la ruta que parecía estar trazando el Castigador. Se notaba entumecida y sabía que la pelea con aquella criatura le había producido algo más que una buena colección de moratones. Frank la miró de arriba abajo y volvió a ofrecerle calmantes pero ella rehusó.

- ¿Hacía donde vamos?

- A la mansión de los Vengadores - dijo Frank

- ¿No me digas que eres Vengador? Si eres vengador te juro que pierden muchos puntos para mí...

- No soy vengador - respondió - pero casi fui un miembro de los nuevos cuatro fantásticos2...

- Ya... ahora me dirás que te enfrentaste también a Mefisto - dijo ella en toco sarcástico

- No... pero si a su hijo... con Lobezno y el Motorista Fantasma... que por cierto podrían pasarse por este embrollo3...

Puñal no dijo nada. Se contempló a mirar las desiertas calles y a escuchar las sirenas y los gritos de agonía. De repente se quedó mirando algo que parecía que iba haciendo zigzag en el cielo, acosado por varias criaturas voladoras.

- ¿Es un helicóptero? ¡Allí Frank! ¿Qué es esa cosa?

Frank sacó los prismáticos para contemplar como el aerodeslizador parecía ir sin control directo a una zona de aparcamientos. Guardó el mapa con rapidez y comenzó a correr hacía la zona. Tandy se quedó confusa por el movimiento y salió corriendo para alcanzar a su compañero mientras continuaba preguntándole que demonios era aquello.

En la carrera pudieron sentir el estruendo del vehículo estrellándose y un gran fogonazo. Mientras corría Frank sacó la escopeta e indicó a la joven que se pusiera a cubierto. Los dos llegaron a la puerta y vieron la intensa humareda que cubría toda la zona. No parecía haber rastro alguno del piloto ni de los bichos hasta que uno de ellos salió disparado estrellándose contra el lateral de un camión. Frank aprovechó para entrar con el arma en mano colocándose las gafas de visión nocturna.

Se adentró y acabó con un demonio volador que estaba malherido pero aún en su estado intentaba acercarse al aerodeslizador. Al segundo escuchó un chasquido y no dudó en disparar a lo que sea que fuera que estaba tras la nube de humo. Sin embargo el Castigador contempló como su bala se detenía en la nada y caía al suelo. Volvió a disparar obteniendo el mismo efecto y al intentar moverse descubrió que estaba atrapado en una burbuja.

De entre la humareda apareció Sue Richards con una gran brecha en la frente y con cara de realmente pocos amigos...

Continuará

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1.- Averigua el destino de Bridges en KAINE

2.- En el especial de los Cuatro Fantásticos dibujado por Arthur Adams en el que Lobezno, Spiderman, Hulk y el Motorista Fantasma montan los nuevos cuatro fantásticos.

3.- En el especial "Corazón de Tinieblas" dibujado por Romita Jr.

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BODYCOUNT

¡Puñal y La chica invisible! Dos rubias explosivas al lado del tipo loco del cráneo blanco... ¿Qué pasará? Se abren las apuestas sobre quien perderá ante los nervios en este nuevo equipo...

Muertes en este número

  • Tyron Widman, bombero muerto por el Engendro de Llamas

  • Richard Sewell, bombero achicharrado por el Engendro de las Llamas

  • Roberto del Soto, policía empalado por el Engendro

  • Gwen Xian, víctima achicharrada por el Engendro de las Llamas

  • Engendro de las Llamas, cabeza desperdigada por tiro a bocajarro de Frank

  • Sátiro infernal, a manos de Frank

  • El Demonio de Levis, cabeza cortada por Solo

  • Stephy, adolescente de dieciséis años partida en dos por Demonio de Levis

  • Roy Brighton, héroe inesperado con la columna rota a manos del Demonio de Levis

  • Agente Irvin Wessel, tiro en la cabeza de Solo

  • Agente Eduardo Torres, tiro en la cabeza de Solo

  • Bubba, ladrón de Xbox, tiro en el pecho de Solo

  • Demonio volador herido, rematado por gentileza de Frank

  • Demonio volador herido, rematado por gentileza de Sue Richards

    Competición BodyCount:

  • Solo: 3 + 4 = 7

  • Castigador: 4 + 2 = 6

  • Sue Richards: 1

  • Puñal: 0
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