DEFENSORES #158
Momentos
Guión: Una planta potabilizadora de agua cercana a Cáceres y Rafael Heras
Los conozco a todos demasiado bien. Les he visto nacer, crecer y convertirse
en lo que ahora son. Conozco sus virtudes y defectos.
Conozco sus debilidades. He llegado a considerar como los seres
extraordinarios que son, cada uno distinto al otro, cada uno diferente en su
propia forma...
Pero no es el momento de ponerse nostalgico.
No después de lo que planeo hacerles.
El hombre completo.
Mira desde lo alto del rascacielos a las personas por debajo de él. Desde
esta altura casi parecen hormigas. ¿Es eso lo que son realmente para él?
¿hormigas? ¿es posible que ahora que finalmente la sociedad le ha aceptado
dentro de su seno ya no se sienta realmente parte de ella?. Sería realmente
paradojico, intentando volver a integrarse de mil formas diferentes desde
que sufrió el "cambio" y cuando finalmente lo consigue...
El leve ondeo de una capa.
- Te oigo -. Dice el hombre-. También te huelo, Extraño.
El Doctor Extraño, maestro en las artes misticas, se coloca frente a su
viejo compañero.
- No pretendía esconderme.
- Lo sé. ¿Que es lo que quieres?
- Necesito tu ayuda... Para lo que se avecina.
- No creo en los equipos. Nunca he sido bueno recibiendo ordenes y tampoco
tengo ningún interes en darlas.
- No quiero que formes parte de un equipo- sonríe el Doctor.
La mujer guerrera.
La rubia cabellera le cuelga en una larga mata por encima de los hombros.
Mira triste hacía su vaso medio vacio. Desde que llego a este extraño lugar
llamado Tierra andaba perdida como si caminara entre sombras. Verdad era que
nada recordaba de su pasado y ello perfectamente podría ser el causante de
su inseguridad y extrañeza ante todo su entorno, pero algo, una especie de
sexto sentido le indicaba que estaba fuera de lugar. Como una pieza que no
encajará del todo bien en un...
- Eh, nena. ¿Quieres que te invite a una copa?- una pesada mano se posa
sobre su hombro.
Ella la observa por el rabillo del ojo y con un movimiento la sujeta y
aprieta hasta romperla.
- ¡¡PERO QUE COÑO HACES, PUTA!!- Grita de dolor el agredido.
Tres hombres de aspecto rudo se colocan flanqueando a su amigo.
Ella sonríe. Una cosa si que recordaba...
Le gustaba pelear.
El lado oscuro de la ley.
Una mansión de paredes blancas en un terreno casi desertico.
Una persona mira a las personas que iban de un lado al otro atareados
gracias a su visión de infrarojos.
- Noko ¿preparada?
- Hace un buen rato, Jack ¿cuando vamos a patear traseros?
- No me metas prisa. Aun estoy enfundandome el traje.
- Y como me pone ese traje ¿crees que los tecnicos te lo dejarían para esta
noche?
- No creo, aun no se fian de tí. ¿Te das cuenta de que tus proposiciones
sexuales estan siendo escuchadas por un minimo de treinta agentes de SHIELD?
- Si. Eso me pone aun mas...
Jack Norris deja que uno de los tecnicos que le estaba sujetando el pitillo
se lo quite de la boca y lo apague sobre una roca. Otros dos ayudantes le
colocan el casco sobre la cabeza.
- A ver si no nos dejas en evidencia esta vez, Norris. Se supone que eres
nuestro mejor piloto. La última vez si no llega a ser por la Corneja te
hubieran liquidado.
- La chica no quiere que me liquiden, sabe que le suministro sexo fácil.
Ambos salen volando del lugar donde estaba escondido todo el equipo de
SHIELD. Unos minutos y alrededor de cinco docenas de muertos mas tarde no
queda nada de la mansión señorial mas que fuegos y escombros.
- Misión cumplida- afirma Jack-. ¿Cual es el siguiente objetivo?
El triste bufón.
Un hombre se balancea por Nueva York. Todo era tal y como lo recordaba, pero
sin embargo le parecía al mismo tiempo como si fuera nuevo y vibrante.
No podía negar que lo echaba de menos, pero tampoco quería volver a su vida
anterior, eso sería engañarse. Sería como si tras superar una etapa
decidiera volver a ella como si nada hubiera pasado. Tenía que marcarse
nuevos objetivos e intentar...
Se detiene en seco.
- ¿Que hay de nuevo, Doc?- pregunta mientras se adhiere a una cornisa.
- Querido amigo, conociendote me extraña que no hallas utilizado antes esa
broma.
- ¿Pero que dices? Si es la primera vez que nos vemos.
- Dejemos de lado las bromas. Necesito tu ayuda...- Afirma el Doctor
Extraño.
- ¿Y cuanto me vais a pagar?
El visitante proveniente del fuego.
Una figura encadenada gruñe de satisfacción al provocarse un corte.
Intenta de nuevo forzar las cadenas que le retenían contra su voluntad.
Utilizando su fuerza animal no consigue nada. Como un animal se revuelve en
su prisión. Comienza a lanzar un aullido que hiela la sangre a cualquiera
que tiene la desgracia de oirlo.
El hijo vengador de la naturaleza.
Se mueve a gran velocidad, como si estuviera propulsado por alguna fuerza
misteriosa. Salta fuera del agua como un delfin, pero al contrario que estos
se mantiene flotando en el aire. A veces añoraba la acción. Verdad era que
sus responsabilidades como monarca le mantenían ocupado permanentemente,
pero eso no quitaba que en el fondo de su corazón deseara tener algún tipo
de aventura de vez en cuando. Quizá fuera algo egoista por su parte pero la
vida en la Corte era terriblemente...
Una luz llama su atención.
- Saludos compañero- dice dirigiendose al Doctor Extraño.
- Hace mucho tiempo.
- Si, así es.
Ambos mantienen un breve silencio de complicidad.
- Me alegra mucho verte.
- ¿Que es lo que te trae aquí, Stephen?
- Algo terrible esta a punto de ocurrir. Es necesario que los Defensores se
reunan de nuevo para proteger a toda la Tierra.
- Y dado que dentro de esta se encuentra mi reino y todos mis subditos
podeis contar con mi fuerza.
El poder sin confianza.
Una mujer rubia de rasgos delicados recoge una revista del suelo. Ha estado
toda la tarde leyendo un libro y busca algo mas intrascendental que ocupe su
mente.
Necesitaba relajarse antes del momento.
- Es la hora.
- Gracias, Wong.
Sube a su habitación y se coloca su traje negro. Se siente nerviosa como
quien va a dar un recital de piano frente a gente que sabe que son los mas
virtuosos maestros musicales de todos los tiempos.
Se mira al espejo.
Respira profundamente y baja las escaleras. Avanza por los estrechos
pasillos hasta que llega a una sala.
Abre las puertas y los contempla.
Los Defensores.
Los miro cuidadosamente, ahí frente a mí. Son el equipo que solo alguien de
mis contactos podría soñar tener: Hulk, la Valkiria, Halcon Nocturno,
Spiderman, la Gargola, Namor y Estrella Oscura.
Todos me miran a mí, Steven Extraño, como su guía...
Y es posible que los conduzca a su final.
Continuará...
Próximo número: ¿Que es aquello que oculta el Doctor Extraño? ¿Como se
relacionará entre sí un grupo tan variopinto? ¿Quien resultará ser el
impostor? (espera, esto creo que no lo tenía que adelantar).
NO-CORREO
Supongo que los lectores os preguntareis como he conseguido que sus respectivos guionistas me permitan la utilización de personajes como el Doctor Extraño, Spiderman o Hulk.
Fácil.
Tengo una camara de fotos.
Hasta el próximo engendro de satán...