CAPÍTULO III:
"Un extraño paisaje rodea a Estela Plateada, pues el Universo que
él conociera parece haberse disipado para dejar su lugar a otro,
extraño por lo desconocido.
- Es curioso. Luz donde debiera haber oscuridad, y oscuridad donde las
estrellas irradian su energía...
Prosigue su viaje sobre su inseparable tablero, y desde lo más
profundo de su alma, siente cómo va brotando una sensación
que le resulta difícil de identificar..."
"Lleva mucho tiempo vagando por la nueva dimensión,
sintiéndose igual que en sus primeros viajes tras abandonar a
Galactus, LIBRE. Durante esos breves instantes, se despreocupa de todo,
alejándose de sus problemas y de su pasado. Su mente está
despejada como hacía mucho que no lo estaba... Casi podría
haber dicho que era feliz... A no ser por esa sensación que
sentía que seguía creciendo en su interior. Poco a poco, y
mientras se iba dejando conquistar por el ansia de aventuras que siempre
le había obsesionado, su pasado se aleja de él, a la misma
velocidad que él explora el nuevo Universo, el mismo Universo que
él, Guardián del Cosmos, no identifica como ninguno
conocido... De pronto, se pregunta cómo ha llegado hasta
allí, y un dolor lacerante en su corazón se lo recuerda.
-¡Alicia!- Por un instante, se detiene.- Ya sé por
qué he venido, y mis anhelos han de esperar, pues la vida de
Alicia está en peligro...
- Sí. Pero, ¿Qué peligro...?
Planteándose ese interrogante, su plateada figura parte en busca
de su amiga...
Lleva algún tiempo guiándose por su infalible
percepción cósmica, capaz de percibir el más ligero
cambio en el espacio a una distancia de miles de años-luz... De
pronto, llega a su destino. Una nave enorme, está plantada justo
ante él, ocupando gran parte de su campo visual. Por un momento,
está desconcertado, pues la nave...
- No puede ser. No puede ser. Pero es.- No tiene una explicación
para lo que está viendo, que le parece improbable y poco
factible... Por un instante duda de su cordura.
- No puede serlo, pero ¡por las estrellas! ¿Es la
Nave-Mundo de Galactus? Se desliza por el vacío tratando de
encontrar aquella entrada que tantas veces había franqueado, con
una curiosidad terrible...
- ¿Qué hará aquí? ¿Estará
Galactus en ella?- Menea la cabeza...- Pero no puede...
Tal y como la recordara, la entrada sigue allí, como si la
explosión provocada por el Nulificador Supremo jamás
hubiese acontecido. Pero él, Estela Plateada, estuvo a punto de
perecer en dicha explosión... ¿Quién y
porqué habrá reconstruido la nave?
Por un instante, se detiene. Algo le dice que no todo resulta ser lo que
fue. Había algún detalle que se le escapaba... Y de
pronto, halló la respuesta.
- Es la ausencia del "perro guardián". El Castigador.
Eso es lo que echaba de menos...
Meneando la cabeza, se adentra en la inmensa Nave-Mundo, perplejo de
hallarla tan igual, y a la vez, tan diferente... En seguida se encuentra
en la inmensa sala en la que solía encontrarse con Galactus...
Pero como él ya esperaba, no está allí. Y sin
embargo, la nave parece tener el mismo diseño que el que
él recuerda. Y de nuevo se pregunta porqué.
- Norrin...- Es tan sólo un leve susurro, pero lo percibe como un
grito desesperado que resuena en su cerebro...- Norrin...
- ¡Alicia! - Sin dudarlo un instante, se lanza sobre su tablero en
su búsqueda.
Va recorriendo vacías salas una tras otra, y todas están
donde él las recordara... Su sentido cósmico le lleva
hasta lo más recóndito de la nave mundo, hasta un lugar
que jamás había contemplado... Una inmensa sala
acogía una máquina de extraña apariencia, a la que
se encontraba sujeta Alicia... Sin llegar a comprender, Estela se acerca
hasta ella, y se la arrebata a la máquina...
Súbitamente, un poderoso rayo de energía golpea al
Guardián de la Galaxia por la espalda...
- ¿Quién se atreve...?- Rápidamente, reacciona
apartando a Alicia, y se da la vuelta despacio, con la extraña
convicción de que el ataque no estaba destinado a herirle, sino a
llamar su atención.
- Pues bien, si lo que quieren es mi atención, es toda suya.
Frente a él, una amalgama de personajes de su pasado adoptan una
actitud desafiante.
- ¡Thanos!- Recorre la sala con la vista.- ¡Mefisto!,
Capitán Marvell, Legado, ¡Tirano! ¡¡Galactus!!
¡Morg! ¡Terrax! ¿Adam Warlock? La enumeración
martillea su cerebro, consciente de la incongruencia de encontrarlos a
todos, juntos, y en la Nave-Mundo de Galactus. Pero desgraciadamente, no
dispone del tiempo suficiente como para analizar fríamente la
situación, pues se le viene encima una serie terrible de golpes y
ataques que apenas sí puede esquivar.
- Estela, ¿Qué es lo que ocurre? ¿Qué es ese
ruido?
- ¡Estamos siendo atacados!- Inmediatamente se da cuenta del error
que ha cometido, pues sólo él parece ser objeto de los
ataques. Por un instante, los ataques se recrudecen, y debe emplear
todas sus energías en no ser destruido. Mefisto le golpea por la
espalda, fiel a su estilo, mientras siente cómo la descarga de
energía de Thanos le perfora, se adentra en su piel plateada. Su
cerebro se debilita, parece enloquecer. Reconoce la acción de
Warlock, que actúa desde la distancia. El hacha de Morg le asesta
un golpe terrible, mientras las bio-máquinas de Tirano le
aprisionan, y le cae desde el cielo una montaña de rocas
empujadas por Terrax. Antes de ceder su último aliento, siente
las descargas de poder del Capitán Marvell y su hijo Legado. Se
pregunta porqué Galactus no ayuda, porqué permanece en
pie, distante...
Desde un lugar apartado, distante, parece llegarle una voz que le
reclama. Instintivamente lucha contra ella, que parece querer arrancarle
de la paz que se merece y tanto ha deseado...
- ¡Estela! ¡Norrin Radd!- La voz se vuelve titubeante, y se
rompe en sollozos.- ¡No nos abandones! ¡Ayúdanos!
Las voces se repiten una y otra vez, resonando en su cerebro,
agitándose en su pecho, torturándole. Y de pronto un
escalofrío le sacude. Abre los ojos, pero en vez de ver a sus
enemigos, tan sólo se encuentra con una preocupada Alicia.
Rápidamente, se incorpora, y todavía aturdido, mira a su
alrededor.
- ¿Qué ocurre, Norrin?
- ¿Dónde están, Alicia?
- ¿Quienes?
- Ellos, Thanos, Mefisto, Warlock, y los demás: Has tenido que
sentirlos, oírlos al menos...
- A menos...
- ¿Qué...?
- A menos que no hayan estado nunca aquí, Norrin...
- Pero, ¿Cómo...?
- No sufras, Norrin Radd. Todo tiene su explicación.- La voz
profunda que parece proceder directamente del interior de sus cerebros,
es inmediatamente identificada...
- ¡Galactus! Así que después de todo, no ha sido una
ilusión...
- Saludos, Estela.
- ¿Puedes explicarnos qué ha ocurrido? ¿Donde han
ido los demás?
- No hay nadie más, Norrin Radd. Mira a tu alrededor, y
libérate de tus pensamientos...
Esforzándose, no le costó demasiado proceder en la manera
que era solicitado. A su alrededor, las paredes, el suelo, todo
parecía desvanecerse a medida que iba concentrándose.
Incluso la figura de Alicia fue tornándose más y
más débil, hasta que todo desapareció. Se
encontraban en el Universo que Estela Plateada había estado
explorando...
- ¿Donde estamos, Galactus? ¿Cómo es que
jamás había contemplado vestigio de este sector?
¿Dónde están Thanos, Legado...?
- Demasiadas preguntas, Estela, que tú mismo podrías
responder si te detuvieses a pensar en ellas...
- Quizá no haya estado jamás aquí porque esto no
forma parte del Universo. La frecuencia de las radiaciones
cósmicas me resulta desconocida, y son completamente distintas a
la de cualquier sector visitado por mí previamente. En cuanto a
dónde están los que me atacaron...
- ¿Realmente estás seguro de que fuiste atacado?
- Tú estabas aquí...
- Te equivocas, Estela. Estás dando por supuestas algunas cosas
demasiado a la ligera...
Sobre su plateado tablero, Estela Plateada se desplaza hacia arriba,
hasta la altura de los ojos de Galactus.
- ¿Qué quieres decir?
- Esperaba algo más de tu parte, ex-heraldo. Después de
todo, yo te creé.
- No entiendo nada...- Se encontraba confuso, y comenzaba a sentir algo
parecido a angustia...- Algo no va bien. Algo en ti.
- Piensa en ello, Norrin Radd. Y pregúntate, no donde
estás, sino porqué estás. No te fíes de tus
percepciones... A menudo engañan. Las respuestas suelen estar
donde menos lo esperas.
Estela Plateada, mientras hablaba Galactus, se ha ido elevando hasta la
altura de sus ojos. Le mira fijamente. Y de pronto, sin mediar palabra,
una ingente descarga de poder cósmico fluye desde su cuerpo, para
ir a parar directamente al entrecejo de su antiguo amo...
- Ya imaginaba que era cuestión de tiempo, Norrin Radd.
- ¿Quién eres?- La descarga de rayos había
atravesado la figura de Galactus, como si nada se interpusiera en su
camino.
- Vuelves a formular mal la pregunta, Zenn-laviano. No es quién
soy, sino porqué estoy aquí.
- Entonces, ¿Porqué estás aquí?
¿Tiene algo que ver con el desorden cósmico del que me
habló Tribunal Viviente?
Una sonrisa se dibujó en el rostro de su interlocutor, que
tenía la apariencia de Galactus...
- Sé que te has preguntado últimamente
cual es el orden verdadero de las cosas, Norrin. Ese orden nunca es
absoluto, y se mantiene en un inestable equilibrio. Tú mismo
eres consciente de que demasiado a menudo es necesario restablecerlo.
Algunos lo hacen tratando de no alterar nada, y otros, como Thanos,
algo más drásticamente1.
- No existe un orden o una eternidad verdadera, sino
que ésta va transfigurándose debido a pequeños
acontecimientos que sumados tiene unas consecuencias notorias y a menudo
difíciles de resolver.
- Sé a lo que te refieres. El Universo es como un ser vivo, que
crece según lo que ocurre en su interior, al igual que lo hacemos
nosotros. Un cúmulo de circunstancias hizo de mí lo que
soy, y si quizá hubiese faltado la más nimia de ellas,
sería algo completamente distinto.
- Veo que comprendes. Pero si demasiados cambios tienen lugar en un
espacio reducido de tiempo...
- Se produce una alteración que puede resultar poderosa...
- Y peligrosa.- De nuevo la sonrisa apareció
en su rostro.- Tal y como pudieron comprobarlo Super-Skrull y tú
mismo2...
-... Cuando traté de deshacerme de mis poderes
cósmicos...
- Y si tu locura transitoria resultó terrible en sus
consecuencias...
- ¿Qué ocurriría si fuese el Universo entero el que
enloqueciera...?
- Tú has de hallar las respuestas, Norrin Radd. Sólo
TÚ.
La figura de Galactus, al igual que lo habían
hecho anteriormente las demás, se desvaneció en la nada,
abandonando a Estela Plateada a sus pensamientos. Sobre su inseparable
tablero, reemprende la marcha... Más confuso que nunca, ha de
encontrar a Alicia y retornar a su Universo... Aún tenía
muchas preguntas que debía resolver...
CAPÍTULO IV:
El Universo en el que se encuentra le resulta completamente desconocido,
pero a la vez vagamente familiar, como si hubiese estado ya allí,
y no pudiese recordarlo. A pesar de todo, trató de no pensar en
ello. Debía encontrar a Alicia, y salir de él...
Había algo que le intrigaba, y deseaba encontrar respuestas.
Se guiaba con una mezcla de percepción cósmica y de
intuición. Y así, de pronto, llegó a un Sistema que
le resultaba extrañamente parecido a su propio Universo.
Sentía que aquel era el lugar donde se hallaba Alicia... En
seguida halló un gran planeta que desde el espacio era verde,
tapado a intervalos por blancas nubes. Descendió con sólo
pensarlo hasta la superficie, que halló completamente
deshabitada. Voló por toda la superficie hasta hallar un palacio
que parecía nacer del mismo planeta, como una prolongación
de su energía vital...
- ¿Cómo penetrar en la fortaleza?- Trató de horadar
sus murallas con su visión celestial, pero su intento fue
infructuoso.- ¿Acaso me veré obligado a emplear de nuevo
la fuerza, o...
Ante él, la fortaleza se abrió, mostrando en su interior a
una Alicia asustada, sujeta en una esquina por unos brazos
mecánicos.
- ...o podré entrar por la puerta principal...?
Sorprendido, dejó que su tablero le llevase hasta el interior,
pero ya prevenido, procuró no ser cogido por sorpresa.
- Alicia, ¿estás bien?
- Sí, Estela. ¿Y tú?
- He estado mejor...
- Vaya, así que incluso tienes sentido del humor...- Una voz, muy
parecida a la de Estela Plateada, aunque un tono más grave...
- ¿Quién...?- Estela Plateada gira sobre sí mismo
180 grados, hasta encarar una extraña figura de la que emana el
poder cósmico...
- ¿No me reconoces, hermano?- Una fría y desdeñosa
sonrisa aparece en el rostro del desconocido, al que, fijándose
un poco, se puede identificar como Estela Plateada, aunque su brillo
metálico tiene un deje azulado...
- Mi nombre, Norrin, ya debes saberlo, es Fennan. Fennan Radd. Estela
Plateada se dice que no es posible. No puede estar ocurriéndole
esto a él.
- Pero tú no puedes existir. Naciste después de que me
convirtiera en heraldo de Galactus y Zenn-La fuese destruido...
- Yerras, somos hermanos de sangre...
- Aún aceptando que resultes ser quién afirmas ser, no
acierto a comprender de donde obtuviste el Poder Cósmico...
- Eso es de fácil explicación... Galactus vino a devorar
nuestro mundo, y yo me ofrecí a convertirme en su primer
heraldo...
- Pero, YO soy su primer heraldo, yo
me sacrifiqué por Zenn-La...
- No, hermano,- La sonrisa de Fennan es cada vez más amplia,
parece disfrutar de la situación.- Yo salvé Zenn-La. Y
ahora desterraré del plano de los vivos al mayor responsable de
la destrucción de millones de seres y razas que pagaron con sus
existencias la osadía de tu descubrimiento.
¡Prepárate a perecer, Asesino!
Una mueca de odio aparece en el rostro de Fennan, que se abalanza sobre
su hermano, presto a descargar su furia contra su hermano...
- Ya he pagado mis pecados al servicio de Galactus, Fennan.- El primer
golpe lo detuvo con dificultad, devolviéndolo con presteza...
- No puedes expiar tus pecados porque después hallas salvado unas
cuantas vidas...
Un golpe dirigido a la mandíbula de Norrin alcanzó su
objetivo, derribándolo.
- Te equivocas. Yo no elegí matar a aquellos seres, y aún
así ¡Sigo luchando por la vida!
Desde su posición en el suelo, descargó una terrible onda
de energía a su hermano, que cayó a su vez hacia
atrás.
- Nunca lograrás redimirte, siempre tendrás un resquicio
de conciencia que te indicará que es así...
Montado sobre su propio tablero, Fennan avanza sobre Estela, y se
enzarzan en una terrible lucha cuerpo a cuerpo.
- Tú debes saberlo mejor que nadie, Fennan, ya que ahora ocupas
mi lugar...
- Es cierto, pero yo conservo mis recuerdos, y Galactus no ha vuelto a
extinguir jamás una raza...
- ¿Quieres decir que lograste lo que yo jamás pude lograr?
¿Que Galactus obtiene su energía de planetas sin vida?
- Así es, Norrin. De nuevo triunfo donde tú
fracasaste3...
Por un instante, Norrin abandona la lucha, y su hermano,
sorprendido, se aparta de él. Así, frente a frente, permanecen
estáticos. Sin saber qué hacer, Fennan se limita a esperar,
acumulando energía para un último golpe...
Y de pronto, Estela Plateada se relaja, deja que el Poder Cósmico
vuelva a él... Una lágrima resbala por su rostro. Se
siente acabado...
- Ya nada tiene sentido... Mi vida ha sido una falacia...
He seguido el camino para expiar mis pecados, pero sólo me ha
traído desdichas, sólo he procurado destrucción.
He vuelto a matar a millones de seres tratando de desprenderme del poder
que me fue entregado4...
-... Durante el tiempo que he estado vagando por el
Universo, mi única recompensa ha sido ser llamado a convertirme
en el consorte de la Muerte... A luchas sin fin he sido avocado... Qué
mejor forma de morir que a manos de aquél llamado a sustituirme,
aquél que ha logrado en poco tiempo aquello que me ha llevado
la vida entera, sin lograrlo...
- Será un placer acabar contigo...
La mano de Fennan se alza lentamente, despegándose
de su costado, hasta apuntar al cuerpo de su hermano, que no reacciona...
El poder cósmico se acumula en la mano, reverbera con miles de
tonos apagados y chispeantes... Súbitamente, la energía
abandona su cuerpo y atraviesa la estancia...
1.- Se refiere a las Sagas Guantelete del Infinito,
Cruzada del Infinito y Guerra del Infinito.
2.- La Muerte de Galactus 1.
3.- Fennan se refiere a la Maldición de Galactus,
donde resulta que se ha casado con Shalla Ball.
4.- Muerte de Galactus 1 y 2.
CARTAS ASTRALES
¡Hola Anjuin! Bueno, me presento: soy Javi OPio, co-escritor
del primer arco-argumental del Escuadrón Supremo. Bueno,
escribía para felicitarte por tu trabajo en Estela. La verdad es
que no he leído muuucho del personaje, pero viendo las bases que
sentó Stan Lee respecto a guión (al no haber dibujo, no
menciono a Kirby), me parece que contínuas perfectamente el tono
filosófico y heróico. Los únicos fallos que
veía, los vas corrigiendo número a número, ya que
(según mi parecer) deberían aparecer más
personajes, y los capítulos deberían ser un poquito
más largos. Pero respecto a los demás, debo darte mi
enhorabuena. Sigue así.
Javi "adictivo no sé porqué" OPio
Pues bienvenido a Cartas Astrales, Javi OPio. Gracias por tus
comentarios y críticas y por el diseño de la portada del
número 123. Dentro de poco recibirás noticias mías
sobre ello, encargándote algún "trabajillo":) (Espera y
verás el especial #125)
Hola, soy Daniel: Felicidades por el número dos de la serie
(124). Me preguntaba si Estela Plateada va a acudir al llamamiento de
Tribunal Viviente o va a dejar al Universo a su merced. ¿Oye, van
a aparecer Genís, El Señor del Fuego, Terrax o Galactus?
¿Habrá alguna sorpresa?
Quería decirte que desde que empecé a leer el segundo
capítulo, estoy mirando el correo para ver si ha llegado el
tercero... Jo. Por cierto, ¿lo de Fennan como nuevo heraldo de
Galactus es permanente? ¿Queda Daredevil afectado por los tiempos
de los tiempos? ¿Era la figura oscura que aparece en el parque
Fennan, u otro? ¿Cuando va a dejar de ser una utopía que
Estela le pegue una paliza a Thor? ¿Es cierto el rumor de que
eres de la Real Sociedad? Uf, y ya me despido hasta la
próxima...
Gracias por tu carta, Daniel. Bueno, a fuerza de ser sinceros,
Genís no va a aparecer por el momento, porque ya lo hace en
Poderes Cósmicos, pero los demás que mencionas... En
cuanto a lo de las sorpresas. Creo que ya ha quedado contestado con este
número... Daredevil (Dan Defensor para Peter, que no me deja
poner nombres en inglés) no queda "trastocado", que yo no soy su
guionista. La figura oscura no era Fennan, no. Lo de Thor, bueno, en
cuanto se haga un poco de justicia en Marvel, o yo consiga que el
guionista de Thor en Marveltopia me deje... ¿De dónde te
has sacado ese rumor? Pues sí, es cierto.
Bueno, y ya me despido, agradecido por recibir alguna carta para mi
correo. Quiero añadir aquí que para los que como Peter os
habeis fijado en que he recurrido a Alicia Masters para la serie como
DeMatteis, os digo que no era en él en quién me fijaba.
Quería evocar la época en que Alicia actuaba como la
conciencia de Estela plateada, devolviéndole las emociones.
¡¡¡Todo esto, y más, en el siguiente
episodio!!!
Os anuncio, con carácter extra-oficial, que va a haber MUCHAS
SORPRESAS. Adiós, Saludos desde el CIELO.