EUROCORPS #6
Relajación
Guión: Jorge Cantero
PORTADA: Se ve a Guerra Relámpago y a Cristal, con ropa de calle, sentados
en la mesa de una cafetería tomando un café. Guerra Relámpago mira detrás
suyo con cara de pánico a un Mercurio que esta justo encima mirándole con
cara de pocos amigos. A pie de portada un texto que pone: "¿Sobrevivirá
Guerra relámpago a su primera cita?"
Hacía tiempo que Molly no pasaba por allí. Desde que cortó con Franck. O más
exactamente hasta que se cansó de ir para que él nunca estuviera en casa
para explicarle por qué no quería seguir con la relación. Y por esa razón
era uno de los últimos sitios donde pensaba que iba a volver. Pero lo había
hecho, y de nuevo Franck no estaba en casa. Aunque esta vez era ella la que
se había asegurado de que no estaba antes de ir.
En su lugar estaba Úrsula. Como suponía, era ella la canguro que Franck
había "contratado". No le importaba precisamente a nivel de seguridad (si
con alguien estaban seguros era con ella), pero en lo que no estaba segura
es de si tendría el tacto necesario para cuidar niños. Afortunadamente si lo
tenía, aunque cualquier insinuación sobre ello iría acompañado de un
gruñido.
- ¿Te han dado mucho trabajo?
- No preguntes Molly.
La primera reacción de Úrsula cuando la vio fue de sorpresa. Para variar,
Franck no le había informado de quien era hija la otra niña que le dejó a su
cuidado. Y como le comentó luego, ella era la última persona en la que
pensaba que fuera madre, por lo menos tan pronto.
- Aún no me has dicho lo que paso Molly.
- Y tú aún no me has dicho por qué sigues con él Ursulita. Te creía más
inteligente. Y no creo que tu "deuda" con él sea tan grande.
- Tú no sabes que deuda tengo con él.
- Me parece que es algo más que una deuda lo que tienes.
- ¿Ya vuelves con las mismas?
Molly se rió - Ya me conoces, cuando se me mete algo en la cabeza...
- Dejémoslo de una vez y cuéntame de verdad ¿Cómo paso?
Trébol dejo de sonreír y suspiró. Era una historia dolorosa de recordar.
- Veras, como todo conmigo, fue algo fortuito. 2 meses después de asumir lo
de Franck, estuve una época muy deprimida. Jessica, mi compañera de cuarto
por aquel entonces, decidió animarme y llevarme a fiestas y bodas para
ayudarme a encontrar a alguien que me consolase, y alguien apareció.
- Déjame adivinar: rubio, ojos azules...
- Pues no, era de ojos y pelo castaños, pero tenía una mirada...
hipnotizante. Yo me quede prendada de él. Las cosas de repente fueron
alegres de nuevo. Volví a hacer de superheroína y mi trabajo de profesora me
iba muy bien también. Y Henry... Henry era encantador, y muy romántico. Pero
de nuevo las cosas fueron muy rápidas. Primero fue camino de su casa, en su
ascensor. Y luego en el sofá de su casa. Y al día siguiente de noche en un
parque, como niños jugando a que no nos descubrieran, y sin tomar una sola
precaución. Yo no me podía creer que todo estuviera yendo tan deprisa, pero
estaba como en un sueño y no quería que terminara. Pero... Un día empecé a
tener mareos y vómitos, y tras una visita al médico este me dijo que estaba
embarazada. Nunca había pensado en tener un hijo, y de repente me encontré
con esto... Dos días después hablé con Henry. El me dijo que no había
problemas, que estaría conmigo... Al día siguiente desapareció sin dejar
rastro.
- Qué cerdo - comento Ursula - Supongo que lo buscaría y lo encontrarías.
- Ni rastro. No me mires con esa cara: utilicé los contactos que como
superheroína conseguí en los bajos fondos, y nada. El bastardo se escondió
muy bien. Así que con el paso de los meses tuve que dejar de nuevo el papel
de superheroína, porque no era muy recomendable ir por ahí con el bombo que
tenía. Y cuando la tuve, me vi con que tenía que pasar la mitad del tiempo
trabajando y la otra mitad cuidándola.
- Hasta que te llegó la oferta de unirte al grupo - terminó Ursula - Aunque
¿no estas un poco oxidada después de la inactividad?
- Esa es la razón por la que he venido. Quiero que me entrenes.
- ¿Como?
- Veras, a lo largo de estas semanas me he tenido que enfrentar con
supervillanos y engendros de piedra, y en todos los casos saltar y esquivar
golpes hasta que otro se encargara de ellos. Si exceptuamos el puñetazo al
Mago1 no he hecho mucho
más físicamente hablando. Y eso es porque apenas
tengo conocimientos de lucha. Pero tú me puedes ayudar en eso. Eres la mejor
experta en lucha que conozco, y se que has enseñado a Franck diversas
técnicas. Y si has conseguido meterle algo en esa cabeza de chorlito suya es
que eres buena enseñando
Ursula se quedó un poco sorprendida, pero recuperó la compostura con
rapidez.
- De acuerdo, te ayudaré. Como dices si he podido enseñarle algo a él no
será difícil hacer de ti una luchadora decente. Pero... - dijo bromeando -
...tendremos que hablar de mis honorarios
- Tranquila, te pagaré bien, aunque me temo que será con sudor - dijo riendo
Zeus era un Dios muy preocupado. Acababa de salir de una gran batalla y
ahora tenía que volver a preocuparse de otro problema. Otro que venía de más
atrás, pero más importante si cabe para él y los suyos que el enfrentamiento
contra Set2.
Por esa razón estaba en ese momento allí, en el bosque de
las ninfas. En otro momento iría allí por puro placer (para furia de su
mujer Hera), pero ahora eso era en lo último que quería. Todo lo contrario
que la persona a la que buscaba, y que estaba en ese momento en pleno
"juego"
- Ejem, hola hijo mío.
El aludido se paró de repente y giro la cabeza lentamente, pero en cuanto
fijó la mirada en su padre solo se veía la cara de niño alegre que, Zeus no
sabía como, solo él sabia como poner siempre que lo necesitara.
- Hola papi, de verdad que esto no es lo que parece. Simplemente estas
ninfas estaban buscando un rubí que perdieron y yo, tan servicial como
siempre, me ofrecí a ayudarlas como un buen dios debe hacer, debo añadir,
y...
- No hace falta que sigas, no te voy a castigar por eso. Ni por no haber
acudido a mi llamada para ir ayudar a Odín. Solo quiero hablar contigo.
Ahora la cara de Hermes si que era un poema, para regocijo de Zeus, que muy
pocas veces había podido pillar tan descolocado a su hijo. Hermes lo siguió
dócil hasta salir del bosque.
- Como te dije antes hijo mío, no te voy a castigar por no haber acudido a
la llamada..
- Me alegra que lo entiendas papi. Yo no pintaba nada allí. Eso era para
Atenea y Ares, e incluso a Apolo, que les van la marcha. Pero ¿Qué pinta un
simple mensajero allí?. Si al menos hubiera que actuar con diplomacia, pero
solo ibais a cortar cabezas, y para eso Ares ya se vale solito, ya lo creo
que sí...
- Hermes - Dijo Zeus con voz firme. Hermes se calló. Sabía que ese tono de
voz precedía a uno de sus accesos de cólera si no se obedecía rápidamente.
- Bien - dijo ya con voz calmada - Necesito que bajes a la tierra y le digas
Artemisa que Cassandra ya sabe donde está el objeto de su misión, y que en
breve tendrá que ir en su búsqueda.
- ¿Ah si? Qué rápida es descubriendo las cosas - dijo sarcásticamente
Hermes.
- Déjalo ya hijo mío. No debería molestarte que un oráculo que no sea el
tuyo sea la que haya visto toda la situación.
- No estoy molesto por eso - contesto sarcásticamente Hermes - Porque Apolo
me engañara cuando me dio los poderes de predicción y no me los diese al
mismo nivel que el suyo CUANDO yo le di un regalo TAN HERMOSO como una
flauta (que vuelve loco a las nenas, por cierto) no es razón por la que deba
estar molesto. Y eso si esa dice la verdad, porque lo más seguro es que os
este engañando como a chinos. Vamos, yo no me creo nada de lo que dice.
- Ni tu ni nadie excepto Apolo y yo, me temo. Pero nosotros 2 sabemos que lo
que predice puede ser peligrosamente cierto, y tú debes bajar a la tierra.
Sin falta - dijo esto último en tono severo.
- Vaaale vaaale papi, lo que tú digas. Déjame que arregle unas cosas e iré
sin falta.
- Eso espero hijo mío, porque esta vez no aceptaré que no hagas lo que te
digo. Y una cosa más: deja de llamarme papi.
- Lo que tú digas pa.
- Eres incorregible - dijo Zeus antes de desaparecer entre una nube de humo.
Hermes se quedó de nuevo solo. La tentación de volver con las ninfas era muy
grande, pero sabía bien que si no obedecía a Zeus esta vez se la podía
ganar. Además ¡qué demonios! Una vez en la tierra podría divertirse un poco
si llegaba el caso. Pero eso sí, antes tendría que pasar por los aposentos
de Apolo para buscar algo con clase con lo que bajar a la tierra. Era lo
mínimo que Apolo podía hacer por él después de todo.
Franck Racine llegó tarde a la mansión. Después de una dura charla con los
mandamases de su editorial, las cosas habían terminado tal y como empezaron:
no les interesaba el libro. Los últimos fracasos de ventas de sus últimas
novelas estaba siendo una losa mucho más pesada de lo que imaginaba. Cuando
sus libros se contaban por éxitos las editoriales se pegaban por comprar sus
libros, pero ahora...
Nada mas llegar se fue a su oficina a conectarse a internet. Tenía que ver
como estaban las acciones que había comprado. De nuevo una mala noticia:
bajaban tan rápido como su cuenta corriente. No podía decirse que fuera un
buen broker precisamente... Ahora se arrepentía de haber dicho aquello de
"Para que contratar a alguien si yo puedo perfectamente sacar dividendos de
mis acciones".
Mientras se autocompadecía empezó a revisar sus cuentas de correo, y una de
esas cuentas le llamó la atención. Tenía un nuevo mensaje en la cuenta que
utilizaba para su otro "trabajo", el de mercenario. Hacía tiempo que no le
llegaban mensajes, ya que desde que se había unido a Eurocorps no había
contestado a ningún mensaje que le llegaba, y eso hizo que dejaran de
mandárselos. Pero había llegado otro, y eso le picaba la curiosidad.
Hace 4 semanas Oliver se encontró con algo que nunca ni en sus sueños mas
exagerados podía imaginar. De acuerdo, siempre había sido una persona
plantada en el suelo y no es que se pudiera decir que fuera de niño muy
imaginativo, pero aunque lo hubiera sido no hubiera podido ni siquiera
imaginarse lo ocurrido. Encontrarse con tantos superseres... ¡E ir al
espacio exterior3!.
Pero de eso ya hacia casi un mes, y para él no era
nada importante comparado con lo que tenía hoy: una cita.
Bueno, algo así como una cita. O por lo menos para él era lo más parecido
que había tenido. Cristal lo había invitado a tomar algo aprovechando que
había ido a Alemania a pasar unos días.
Oliver acudió muy nervioso a la cita, trajeado y con un presente para
Cristal. Todo parecía que iba a ser perfecto. Hasta que vio a Pietro.
- Hola Oliver ¿Qué tal? - le saludo Pietro cortésmente - Oliver le dio la
mano muy precavidamente.
- B-bien - tartamudeó Oliver
- Me alegro - dijo con una sonrisa Cristal - Como te dije por teléfono, ya
que estos días han estado muy tranquilos decidí que podía hacer una visita
por Munich y quedar contigo a tomar un café.
- "Pero no me dijiste que venías con tu marido" - pensó tristemente Oliver -
"Aunque, ¿de qué me extraño? Están casados, es normal que vayan juntos"
- ¿Estas bien chico? Te noto raro...
Oliver se sobresaltó. Era Pietro el que acababa de hablar ¿Estaría
sospechando algo? ¿Qué haría al respecto?
- N-no, estoy bien, solo pensaba en... ¡Los estudios! Eso...
- Filología inglesa ¿no?
- Si... Bueno, en realidad escogí esa porque era el idioma que me parecía
más interesante, aunque también estuve interesado en la francesa y la
española...
Oliver consiguió mantener el tema de sus estudios durante toda la tarde,
hasta que finalmente, con gran torpeza, se despidió de ellos.
- Curioso chaval - dijo Pietro mientras se iba.
- Sí, y muy agradable, me cae muy bien.
- Pero ten cuidado, - dijo Pietro tranquilamente - él te tiene algo más que
cariño.
- Sí, el pobre no sabe ocul... ¿¿¿Lo sabes??? - dijo sorprendida Cristal
- Esta demasiado claro ¿Acaso pensabas que no me había dado cuenta?
- Pues la verdad... Sí. Más que nada porque tus reacciones ante esos temas
suelen ser, por así decirlo, viscerales.
- Pero ya te dije que he cambiado cariño. Las sesiones con Leonard Samson me
han ayudado mucho a controlar el temperamento. Además estoy medianamente
seguro de que no habrá nada. El chico es demasiado tímido y la manera en que
lo tratas tiene mas de maternal que otra cosa.
- Desde luego si que has cambiado - dijo una sorprendida Cristal.
- Y si te digo la verdad, el chico me cae bien.
- Ahora si que lo he visto todo - dijo Cristal con una carcajada, dejando a
Pietro totalmente sorprendido por la reacción de su mujer.
Artemisa estaba aburrida. Se había dedicado a recorrer medio mundo, sobre
todo América y Oceanía, para probar sus habilidades. Cazó todo tipo de
animales, pese a la oposición algunas veces de algunos idiotas mortales que
la querían detener por haber matado a un animal, según ellos, en peligro de
extinción... Debido a su posición actual se limitó a darles castigos
menores, aunque estuvo muy tentada a actuar como en los viejos tiempos.
Ahora se encontraba de vuelta en Europa, en un lugar que los mortales
llamaban Ibiza. Allí. de nuevo, quedó sorprendida de las idioteces de los
mortales, moviéndose de una manera rarísima que ellos consideraban que era
bailar. Pero lo que de verdad no aguantaba eran los "moscones" (así lo oyó
decir a una de las chicas que estaban allí) que se acercaban a ella babeando
como imbéciles y preguntándole cosas extrañas como "estudias o trabajas" o
"tengo un peta muy grande. Si eres buena podemos compartirlo". Pero pronto
dejaron de atosigarla. Sabía muy bien como hacerles cagarse de miedo y que
se mantuvieran alejada de ella.
- Ey nena ¿Quieres marcha?
Artemisa se fue girando lentamente preparando un rostro de furia lo
suficientemente terrible para que esta fuera la última vez que se atrevieran
a decirle algo parecido. Pero cuando se dio la vuelta ese rostro cambió a
uno de estupefacción. La persona que le había dicho eso era su hermano
Hermes, con una ropa de lo más estrambótica que había visto.
Hermes, ante la carcajada que empezó a soltar su hermana frunció el ceño.
- ¿Qué pasa? Esto es lo que esta de moda, lo vi que lo llevaba un tal Tony
Manero en una de esas películas de los mortales. Siempre que he bajado a la
tierra he usado esta ropa para salir de noche, con grandes resultados debo
añadir - dijo un orgulloso de si mismo Hermes.
- Vale, de acuerdo - dijo Artemisa intentando contener las lágrimas de la
risa que le causo ver a su hermano con tal atuendo - Aunque aún no entiendo
como conseguiste que Zeus no se enfadara por tus bajadas a la tierra
teniendo en cuenta el pequeño detalle de que nos lo prohibió4.
- Bueno hermanita, por un lado porque soy muy bueno con el disfraz, ya me
ves, - Artemisa volvió a romper en carcajadas. Hermes no le hizo caso y
siguió - y por otro lado ya sabes que tengo a papi en el bolsillo.
- En eso tienes razón
- Más que nada porque sabe que yo soy muy bueno.
- Sí, claro, será eso... Solo por curiosidad ¿En qué has venido? Me imagino
que un hermanito tan bueno como tú habrá venido por sus propios medios y no
habrá usado algún transporte que no es suyo para hacer una entrada
espectacular ¿verdad?
- Pues veras, ahora que lo mencionas...
Hermes señaló a su derecha. Allí, comiendo, estaba un hermoso pegaso
tranquilamente ante la mirada alucinada de los mortales allí presentes.
- Supongo que es uno de los pegasos de Apolo ¿verdad? Y supongo que no le
habrás dicho nada sobre que ibas a cogerle uno ¿verdad?
- ¿Para qué? Si se lo voy a traer de vuelta... un día de estos.
- Bueno, vayamos al grano ¿Para qué estas aquí?
- Ahora que lo preguntas...- Artemisa lo miro fijamente - Vaaale, ya te lo
digo. Papi me ha encargado que te diga que tu misión ya ha salido del mar y
que se encuentra en un pueblo de la costa de Atenas. Y que en breve tendrás
que comunicarte con él. Según Cassandra - Hermes soltó un bufido - el día D
y hora H está llegando.
- A veces me pregunto por qué no te ha mandado nuestro padre a ti a la
misión. Estas tan empapado de la cultura mortal que pasarías más
desapercibido... Aunque después de verte hoy ya entiendo porque. Bueno,
mejor voy al Olimpo y hablo con Zeus personalmente, no vaya a ser que se te
haya olvidado decir algo.
Antes de que Hermes pudiera replicar Artemisa se dirigió al pegaso y se
monto en él para instantes después alejarse volando. Un alucinado Hermes se
quedó quieto en el sitio.
- En fin, que se le va a hacer. Podría volver volando con mis sandalias... -
echó un vistazo a las chicas de los alrededores- ... pero, bueno, esta
misión ha sido estresante, necesito relajarme un poco. ¡Ey nena! ¿Quieres un
poco de marcha?
La mañana ayudo a Franck a decidirse. El trabajo no era ilegal, si no que
era para lo mismo que había sido contratado Paladín5. Alguien estaba
robando en las fabricas europeas de la Roxxon y necesitan a alguien con
habilidades especiales. Así que estando la parte legal solucionada no había
ningún impedimento para aceptar el trabajo... Si exceptuamos el hecho de
estar contratado en un grupo de superhéroes de la Unión Europea. Pero si
ellos no se lo decían él tampoco iba a hacerlo. Además, el placer de
triunfar en algo que Paladín no había conseguido capturando al ladrón era
demasiado tentador, algo más que contarle la próxima vez que se vieran.
Así que Franck abrió la cuenta de correo y se dispuso a contestar el
mensaje.
1.- En Marveltopía: Eurocorps #1.
2.- En la saga "Falta de Caridad" en los números de la
serie de Marveltopia: Thor #511 al #514
3.- En la saga "Emociones Primarias" en los números de
Marveltopia: Poderes Cósmicos #22 al 25 y Quasar #68 y #69.
4.- En Avengers #285, Vengadores Fórum #77
5.- Se lo dio el propio Paladín en Marveltopía: Eurocorps #3
EUROBASE
¡Hola a tod@s! Como habréis visto en este episodio pasar no es que pase gran
cosa, aunque deja las puertas abiertas a lo que va a pasar en los próximos
números.
Por cierto, una notita. la personalidad del Hermes que sale en este episodio
esta basada en la que le ha puesto una buena amiga mía (¡hola Nath!) en sus
fics. Si quieres leerlos (son sobre Saint Seiya) los podréis leer
próximamente en mi pagina web: http://www.telecable.es/personales/jcantero
Fin de la publicidad subliminal XDDD