MarvelTopia
Marvel
 
 
 
A sueldo del gobierno de los Estados Unidos, son mutantes que luchan de lado de la ley por el sueño de Xavier... ¿o no? Día a día, su trabajo puede hacerse más peligroso, por que ellos están en la línea que separa el deber de la traición, el mercenario del héroe. En un mundo donde no existen soluciones fáciles, ¿qué será de.... Factor-X?
 
Factor-X

FACTOR-X #193
Enciclopedia Mutante II
Guión: José A. Cano

-----

PORTADA: El Amo del Juego sostiene una jaula de pájaros dentro de la que vemos encerrados a Forja, Martinique, Fortachón, Dominó y Jamie mientras ríe a carcajadas.

-----

Status de Factor-X: Forja, Dominó, Shard, Hombre Múltiple, Fortachón, Random, Noche, Fiambre, Lapsus, Terremoto, Mondo, Mente Maestra, Empática, Chica Ardilla, Electroshock, Comando Escarlata, Mole, Mística, Siena Blaze y Caliban.

Inquilinos del Nido de las Águilas: Valerie Cooper, Chevil Cooper, Senador Robert Kelly, Arthur Stern (miembro del Comité Mutante y amigo de Val), Louis Antílope Intrépido (joven navajo encargado de seguridad y asistente personal de Forja), Mae (secretaria de Val, tiene ocho brazos) y Ariel (antigua miembro de los Ángeles Caídos, llegó pidiendo ayuda). Además está el personal médico y de mantenimiento, pero ninguno de ellos tiene acceso a las diez plantas superiores, el verdadero cuartel general de Factor-X, donde entrenan y llevan a cabo su actividad diaria. El edificio es controlado por Doug y Lock como ordenador central. Podemos considerar que Warlock es el hardware y la conciencia de Doug Ramsey el software. Como ya hicieron muchas veces cuando aún Doug estaba vivo, el alienígena se deja “dirigir en combate” por su amigo, el cual ha quedado convertido en el fantasma dentro de la máquina.

-----

Resumen del número anterior: En las últimas semanas, Factor-X había seguido los movimientos de una nueva organización criminal mutante que recuperaba el nombre del desaparecido Factor 3 y era dirigida por un nuevo Erik El Rojo. Entre otras acciones, Factor 3 había raptado a los Ángeles Caídos Riesgo y Desvanecedor y liberado un convoy de presos mutantes que eran trasladados desde la Bóveda al Nido de las Águilas. Forja descubrió que el cuartel general de Factor 3 se encontraba en el antiguo hogar de Factor-X, Nuevo Falls Edge, en el desierto de Texas, y el equipo de dirigió hacia allí para detenerlo. Tras vencer a un grupo variopinto de supervillanos que parecían conformar este nuevo Factor 3, se enfrentaron a Erik El Rojo, que resultó ser un antiguo aliado, Nate Grey, X-Man. Pero también eso era una trampa, Nate era controlado por el Amo del Juego, el actual Rey Blanco, que venció a Factor-X definitivamente con un potente ataque mental.

-----

Una mano de hombre, velluda, grande y de uñas cuidadas, sostiene entre el corazón y el pulgar, delicadamente, una rosa de tallo sin espinas que se mantiene tan fresca como recién arrancada del rosal. El hombre, de tez morena y pelo castaño, afeitado en la barbilla a la moda del XIX, aspira el aroma de la flor con un gesto teatral y afectado. Apoya un codo sobre el poyete de una chimenea de decoración recargada y marmórea, componiendo la pose completa, que intenta situar a medio camino entre un grabado romántico y un tópico de opereta. Es de noche, pero el fuego está apagado. Frente a él, en un sillón de orejas, con los pies colgando a algunos centímetros del suelo, una niña que no debe pasar de los trece años, vestida con un traje también de época, que recuerda vagamente al de la Bella de la Bella y la Bestia. Para completar el anacronismo dentro del anacronismo, un tango suena a duras penas en un viejo tocadiscos, “Por una cabeza”, de Gardel. La niña se menea nerviosa y divertida, y recrimina al adulto:

- Papá, esto no sirve de nada. Yo no soy como tus novias, yo lo noto.

Wyngarde sonríe de medio lado, sin cambiar la postura ni volverse a mirar a su hija.

- Pero no lo hago por eso, querida. ¿No te gusta jugar con tu viejo padre?

Jason avanza con una zancada enérgica y ofrece el brazo a la jovencita. El tocadiscos parece carraspear y Gardel deja paso al Danubio Azul. Los dos comienzan a bailar con cierta gracia torpe, ella colocando los pies sobre los de él.

- ¿Cuando sea mayor podré hacer lo mismo?

- Claro. Y seguirás notando cuando hay truco, como ahora.

-----

Martinique Wyngarde abre los ojos con brusquedad y la luz le hiere las retinas. Es una luz verdosa que parece surgir de cada punto del techo abovedado que contempla sobre ella. Nota el suelo marmóreo y frío bajo su espalda. Antes de pensar en levantarse ya se encuentra de pie, y su primera reacción es palparse el cuerpo, presa de una sensación de irrealidad y pánico. La habitación en la que se encuentra se asemeja a un pasillo de techo abovedado y catedralicio, sin corredores ni habitaciones visibles, interminable en ambas direcciones. La luz se modula de verde a marrón mientras Martinique hace su comprobación. El tacto del traje de latex, el uniforme negro de Factor-X con la equis negra en el pecho, parece real.

- Este no es mi cuerpo.

El pasillo se contrae y se cierra en sus extremos, formando una circunferencia que toma a Mente Maestra hija como centro, envuelta en sombras marrones. Un sillón de orejas se materializa frente a ella, con Jason Wyngarde en traje de época y expresión arrogante, las manos enlazadas tapándole el rostro, postura megalomaníaca por excelencia.

- ¿Cómo te atreves?

Martinique extiende los brazos, concentrándose en su poder. “Jason” se levanta del sillón y adopta finalmente el aspecto del Amo del Juego, en el avatar humano que utilizaba cuando era el árbitro de la competición de los Arribistas. Levanta una mano con la palma hacia fuera, conciliador.

- Es suficiente. Tus poderes no funcionan aquí. Aunque esta representación no sea real, tampoco puedes deshacerla, porque no oculta nada. Es una simplificación de la celda psíquica en la que te he encerrado junto al resto de tus compañeros, sólo que previendo tu reacción he tenido la deferencia de comunicártelo en un simulacro de conversación en lugar de imprimir la información directamente en tu cortex.

- Aaagh...

Martinique se tapa la cara con las manos, intentando procesar el ambiente y la información. El Amo del Juego, que parece deslizarse por la habitación sin andar, da ahora vueltas a su alrededor lentamente. Un ejercicio mareante. La mutante ahoga un grito cuando comprueba que ha vuelto sus propias manos transparentes y sigue contemplando el suelo de marrón sucio. El Amo del Juego se ha detenido por fin frente a ella, a unos escasos centímetros, aunque la distancia sea superflua en el plano astral.

- Eres un caso especialmente interesante – en la voz del omnípata hay un timbre de curiosidad y divertimento –. Estudiarte resulta más difícil que con cualquier otro mutante, igual que ocurría con tu padre.

- Esto no es real... ¿dónde está mi cuerpo?

- Mmm... - titubea – Continúa inconsciente en el vestíbulo de Falls Edge, claro, junto al del resto de tus compañeros1. Pero es un detalle transversal, en estos momentos te resulta imposible acceder a él. Ni siquiera estás utilizando tus poderes realmente, tu capacidad para detectar las ilusiones en este contexto es tan sólo un eco debido a la base psíquica que utilizas para...

- ¡Basta!

La habitación se difumina, con un nuevo cambio de escenario. El Amo del Juego y Martinique sobrevuelan ahora los cuerpos inconscientes del resto de Factor-X, confundidos con los de Factor 3 en la refriega que culminó con la aparición de Erik el Rojo... Nate Grey poseído por el mismo Amo.

- Ya he comprendido eso – dice Martinique, parada frente a su propio cuerpo.

Un pequeño cubo presente en el plano astral se sitúa sobre cada uno sus compañeros caídos y los villanos. Todos tienen el suyo excepto ella y Nate Grey, que lleva puesto aún el traje de Erik el Rojo, sin máscara. Antes de que la joven Wyngarde pregunte nada, el Amo del Juego amplia con un gesto de asentimiento el cubo de Forja, hasta que alcanza el tamaño de una pantalla de cine, colocándola a la vista de su prisionera.

Dentro del cubo hay una jaula de pájaro corriente, con forma acampanada e incluso un comedero. Su única característica notable es estar compuesta por cables y piezas sueltas de aspecto sofisticado. Atrapados en la jaula se encuentran dos seres. En primer un anciano que mueve la boca sin hablar, una extrapolación del Forja actual a la decrepitud, vestido tan sólo con unos pantalones tradicionales cheyenne y sentado a la india. Tiene los ojos cerrados y parece afrontar su encierro con resignación. En segundo lugar, una majestuosa águila americana, que vuela nerviosa, lanzándose contra los barrotes salvajemente e intentando liberarse en vano.

El cubo vuelve a su tamaño original, ante el asombro de Martinique por lo que ha visto. Sin darle tiempo a respirar, el Amo del Juego despliega el cubo de Guido. En éste la jaula es sustituida por un cuadrilátero de boxeo. En su interior se encuentran un árbitro y dos boxeadores, los tres con la cara de Guido. El boxeador de la derecha lleva unos calzones negros con el logo de Factor-X en el trasero, y pintado sobre el torso un smoking como el que solía llevar cuando era guardaespaldas. El boxeador de la izquierda lleva la cara maquillada de blanco, como un payaso, y un calzón que en realidad es un bañador de colorines. Ambos tienen guantes de color rojo. El árbitro, vestido con el clásico traje a rayas negras y blancas, y equipado con un silbato enorme, no les permite llegar a golpearse, sino que los obliga a imitar los movimientos del contrario como si fuesen mimos. De ésta forma la única manera que tienen de dañarse el uno al otro es golpearse a sí mismos con fuerza, y así el contrario, al imitarlo, se golpea también. Los dos se emplean duramente, de forma que ambos se encuentran con la cara destrozada y sangrando abundantemente. El público que asiste al combate ríe ante el patético espectáculo.

El cubo vuelve a desaparecer. Martinique va a hacer un gesto de rechazo, pero ya está siendo sustituido por el correspondiente a Cáliban. El morlock aparece atado con un collar de perro y siendo paseado por diversos dueños que se van turnando: Calisto, Kitty Pryde, Máscara, Cíclope, Apocalipsis, Cable, Bum-Bum, Moira MacTaggart y en último lugar Forja y Shard. Cada vez que un dueño lo suelta y comienza a correr libre, aparece otro que le pone un nuevo collar.

El cubo se repliega y otros lo sustituyen. Madrox crea duplicados hasta el infinito con las caras de Forja, Guido, Moira, Siryn, Noche... Dominó camina en línea recta con una venda en los ojos por un sendero lleno de abismos y trampas que evita por pura suerte, pero al mismo tiempo la venda le impide contemplar la desviaciones de la senda que recorre, que llevan a paisajes bucólicos, llenos de flores, césped muy verde y niños jugando. Random está atrapado dentro de su propio cerebro, diseccionado en pequeños módulos conectados intrincadamente entre sí, de manera que crean un auténtico laberinto, y cada vez que cambia de modulo, sus ropas cambian de un siglo a otro como si viajase en el túnel del tiempo.

- ¡Basta! – suplica Martinique – Comprendo el concepto, lo comprendo...

- Y comprendes también porque no estás en uno igual, por supuesto.

El ambiente vuelve a mutar. Ambos se materializan en el centro de un gigantesco tablero de ajedrez sobre el cuál negras y blancas de encuentran distribuidas irregularmente. Martinique reconoce algunas piezas sueltas. Representan a Sebastián Shaw, Paige Guhtrie, Cable, Forja, Charles Xavier, Emma Frost, Valerie...

- Soy la marioneta a la que permites ver los hilos – Martinique siente una ira . ¡Cabrón de mierda! Fríeme los sesos si quieres, pero prefiero...

- Al contrario. Tú error de apreciación me decepciona. Por supuesto que podría manejaros como un niño hace con sus muñecos o un escritor con sus personajes, pero, ¿sería eso divertido? ¿Sería ese el juego que desea el Amo del Juego? Al fin y al cabo, me enfrentaría a mí mismo, y eso sería insoportablemente aburrido.

- Pero somos fichas...

- ¿Fichas? Las simples fichas no tienen iniciativa propia, son predecibles, se limitan a un número predeterminado de movimientos...

-----

En el Nido de las Águilas, Mística sale de la habitación que le asignó Forja. Es vacía y anodina, podría ocultar la desnudez de las paredes ordenando al edificio que usase un holograma – ya tuvo uno cuando era Raven Darkholme, jefa y amiga de Forja – pero el ambiente carcelario que Val ha querido indirectamente a su estancia en el edificio no es nada que pueda desasosegarla. Un pequeño destello rojo se desliza debajo de la pared, apenas oculto por el holograma que oculta la naturaleza tecnorgánica del edificio, y la sigue por el pasillo. Podrían haberlo ocultado, pero lo han dejado así. Doug+Lock no te quita la vista de encima. Por el hueco transparente del ascensor observa al jovencito, también. Lou Antílope Intrépido hojea una revista en el descansillo de la última planta residencial, antes de pasar a las instalaciones de investigación científica o poder siquiera bajar a recepción y las tres primeras, la zona pública del Nido, la única a la que acceden los periodistas. Se desliza en silencio junto al salón, donde charlan Empática y Mondo, y nota por un segundos sus miradas suspicaces en la espalda. No pueden importarle menos. Ya ha formado parte de Factor-X y antes incluso de que éste estuviese bajo control federal estuvo a las órdenes de Valerie Cooper, pero éste nuevo grupo se le escurre entre los dedos. No lo conoce y aún no sabe como controlarlo. Será cuestión de paciencia. Acodado en un ventanal – en realidad, otro holograma más – Comando la saluda con una breve inclinación del mentón, pero no se acerca a hablar con ella. Bohannon ha vuelto a su entorno natural, luchar del lado del gobierno. Ha escapado de su órbita, y Raven lo sabe. Pero, ¿para qué le serviría? ¿qué pretende? De momento basta con sobrevivir. Aunque tampoco está integrado en el núcleo duro de niños y payasos que componen éste equipo – y sospecha que Forja es tan consciente de la realidad del gigante con pies de barro que coordina como lo es ella – la Mole parece adaptarse con facilidad a tener un techo y un sueldo fijos. Continúa siendo un mercenario. ¿Y Martinique? Bueno... Se detiene junto a las escaleras que dan al piso superior, el último antes de la terraza y los hangares, donde se encuentran la habitación, el laboratorio y el sanctasanctorum de Forja. La lucecita roja sigue parpadeando en la pared. Se sorprende al notar que otro piloto idéntico se arrastra en zigzag por el techo. Sorprendiéndola desagradablemente, Siena Blaze se arrastra rodando por el suelo hasta ponerse de pie frente a ella. Lleva puesto un chándal de Factor-X, gris y muy holgado, con capucha, muñequeras de tenista y las gafas de esquiador. Durante sólo una milésima de segundo, Raven la evalúa: rubia, pequeña, flexible... se dedica una mueca interior de desagrado para cortar su propio hilo de pensamiento. Siena sonríe en su habitual estilo desquiciado.

- Cuenta conmigo.

- ¿Qué?

Siena se inclina, en tono confidencial, adoptando una actitud algo más grave que Mística no esperaba.

- Vamos... seguro que has previsto que el niño muerto no esté escuchando, pero, si tienes un plan, estoy contigo. Te conozco. Si vas a escapar, darles una patada en el culo y fundar un Hermandad 7.0, ¡cuenta conmigo!

Raven cruza los brazos y señala con los ojos las lucecitas parpadeantes que las persiguen, los ojos de Doug+Lock. Por toda contestación, Siena mueve una de sus muñecas ante sus narices. Debajo de las muñequeras de tenitas lleva brazaletes anuladores.

- Sólo tienes que encontrar la forma de quitármelos y yo haré el resto.

Mística abre los ojos y acaricia la perspectiva. ¿Y luego qué?

- ¿Y qué harías una vez libre que no puedas hacer ahora? Por lo que sé el brazalete no te impide ir a donde quieras porque siempre te tiene vigilada y localizada. Lo único que te impide es destruir el mundo o cometer delitos. Escapas, ¿y luego qué? Y a mí ni siquiera me han puesto uno.

- No sé. La lista serías tú.

Raven sujeta a Siena por los hombros – no pudiendo evitar notar lo deliciosamente liviana que es – y la aparta de su camino para volver a encaminarse hacia su habitación. Va a comprobar los archivos holográficos de Forja. Algo habrá que no sea excesivamente ridículo.

-----

En Washington DC, el Senador Kelly guarda varios portafolios en su maletín, despejando su despacho en el Senado. Le resulta irónico pensar que ahora que él sale de la Cámara entren dos mutantes en ella: Frank Leroy y el Profesor Xavier. Claro que Xavier no ha hecho pública su condición. Trabajar a tiempo completo para Factor-X y el Gobierno será una experiencia interesante, aunque es lo suficientemente listo como para saber que su reloj se pondrá en cuenta atrás si no tiene cuidado. Oficiosamente va a estar relegado a Val.

Ella lo espera charlando con la recepcionista de la planta de algo que aventura más bien superfluo cuando le echa un vistazo a través de la puerta. Si algo ha aprendido Valeria Cooper de un tiempo a ésta y quizás gracias a Factor-X, es tener una mayor, llamémosla “flexibilidad social”. Puede ser igual la buitre estirada que la domadora de periodista, tanto como fingir sencillez. Kelly sonríe para sí mismo. Se siente veterano, más incluso que cualquier secretario del presidente al que tenga que aguantar a partir de ahora y al que – no lo duda, conoce los resortes – acabará sustituyendo. Sabe que Val lo evalúa con cierto realismo. Habrá quien consideré que está dando los últimos coletazos del pez muerto, pero ella no. Robert Kelly es un hombre lúcido que ha vivido el problema mutante en primera persona, ha intentado solucionar y ha perdido una esposa en el intento. No se deja manipular inconscientemente. El inquilino del despacho oval cree que manejará a Factor-X y a Robert Kelly a través de Valerie Cooper. Pero los inquilinos del despacho oval pueden cambiar.

Se asegura de que no se le olvida ninguno de los documentos que aún quedaban antes de regresar al pasillo. Mientras Val se le acerca, sonriendo, encantadora, Robert lanza una mirada furtiva al maletín que carga ella. Se avecina algún cambio importante para Factor-X.

-----

- ¿Contemplas el dibujo? No, supongo que no – perora el Amo –. Pero, aunque no te la merezcas, te daré una explicación. Al fin y al cabo, a alguien tengo que contárselo.

Martinique intenta pensar deprisa. Pero es absurdo, ¿no? Puede leer sus pensamientos. Ahora mismo los dos son pensamiento puro. La única posibilidad es seguirle la corriente y tratar de dar las replicas correctas.

- Eres el nuevo Rey Blanco, entonces...

- Sin duda, conocéis el caso reciente ocurrido a la Patrulla-X. Fue un plan en el que vuestro líder jugo, involuntariamente, un papel secundario.

- ¿Qué?

- Sí, claro. Subterfugio sobre subterfugio, ninguno podéis ver el diseño completo.

El Amo del Juego parpadea y alrededor de Martinique aparece una escena directamente extraída de la cabeza de Forja. El proceso no le resulta incómodo, más bien recuerda al del holograma del Nido de las Águilas. La escena presenta a Forja, Tormenta y Douglock colándose por el respiradero de un edificio desde su azotea2.

- Mi homólogo negro y actual líder del Círculo Interno, Sebastián Shaw, al que sin duda conoces, preparó una elaborada trampa para la Patrulla-X cuyos detalles no es necesario que te desvele, pero que básicamente se articulaba gracias a este truco.

La escena cambia, la Patrulla-X (Lobezno, Pícara, Kaos, Bishop, Dazzler y Fuego Solar) se enfrenta a una suerte de dobles torpes de los mismos Pícara, Kaos y Bishop más Mariposa Mental, Polaris y Gámbito3.

- Un truco ingenioso, aunque algo fallido.

Martinique intenta procesar. Recuerda las noticias sobre las aparentes actividades terroristas de la Patrulla-X, la pelea retransmitida entre dos Lobeznos, uno de los cuales los sistemas del Nido identificaron como falso: el acólito Espora. Recuerda la orden directa de no hacer nada. ¿Vendría de Valerie o de Forja? Dejar que la Patrulla-X limpie sus propios trapos sucios, claro, pero sin aclarar a la opinión pública ni a las autoridades quien es el responsable. El Club Fuego Infernal. Pero, ¿por qué?

- A efectos prácticos, la Patrulla-X ha quedado desacreditada, fuera de juego. Para el Círculo Interno, una vez eliminado el tradicional rival, ahora el paso siguiente era clave.

- Nosotros.

- Sí, claro.

- Pero... esto es una estupidez. ¿Vas a matarnos? ¿Vas a convertirnos en marionetas sin mente? No, no, si estás aquí hablando conmigo... torturarme es inútil si puedes...

- Te estoy avisando... Y explicándote que ha ocurrido hoy. Soy un jugador y me divierte el juego, pero que haya alguien al otro del tablero. Esos son Shaw, Xavier, Magneto... y por supuesto, ahora, vosotros. Preparé todo esto para vosotros. Veamos, es muy fácil.

Simulacros astrales de los miembros de Factor 3 “se elevan en el aire” frente a ellos, cada uno con un miembro de Factor-X al lado y un pequeño signo de igual = entre los dos. Mesmera está junto a Martinique, cosa que la hace fruncir el ceño; Sombra Temporal junto a Madrox; Ruleta II junto a Dominó; Fantazia junto a Noche; Brazos junto a Guido; Ogro junto a Forja...

- Son unos dobles bastante pobres, y algunos sobran – protesta, rencorosa.

- Mmm... supongo que podría haberlo hecho mejor, pero sólo era un chiste.

¿Un chiste? Decididamente este tipo era...

- Si observas la distribución el grupo tiene supervillanos que se han enfrentado a la Patrulla-X y demás derivados en todas las épocas: un veterano como el Desvanecedor, un acólito como Unuscione, un miembro de la Hermandad como Fantazia, uno de los sirvientes originales de Apocalipsis... incluso un rival muy reciente, Martillo Ligero, que se enfrento a Arcángel, o uno completamente nuevo pariente de uno antiguo y con poderes análogos – Martinique bufa –, el nuevo Ruleta, hermano de la original... Y alguno es funcional, Mesmera, Ogro y Riesgo eran necesarios para equilibrar la balanza. Y a Nate Grey decidí mantenerlo bajo control cuando supe de su regreso a la Tierra4.

- Pero eso no es plan de un supervillano, es... es...

- Sólo un juego. Me he enfrentado a vosotros, os he medido, debilitándoos, a mi manera. Pero sobre todo, os estoy haciendo evidente la presencia del tablero. A un lado, vosotros, al otro, el Círculo Interno. Cada uno con unas reglas y unas tareas. Y las fichas son...

- ¿Todos los mutantes de América?

- ¡Bravo! – en la voz telepática del Amo del Juego vibra el entusiasmo.

- Pero que sentido tiene, eres omnipotente, puedes...

- Puedo contenerme, siempre que el juego sea interesante.

- Estas loco, completamente...

- Te sorprenderías.

Martinique suspira y se mira las manos transparentes y marrones. La simulación de Falls Edge ha vuelto y sus compañeros y Factor 3 siguen en el suelo, con sus prisiones telepáticas.

- ¿Y ahora qué? ¿Acepto? ¿Y qué pasa con Factor 3, con Grey, qué le digo a Forja?

El Amo del Juego sonríe.

-----

- Uuhn...

Martinique se incorpora, dolorida. Están tumbados junto a ella, plácidamente en el vestíbulo de Falls Edge, Carter y Mole. Nota la boca pastosa. Factor-X continúa allí al completo, pero de Factor 3 sólo quedan la joven Riesgo y Nate Grey, ambos inconscientes.

¿Y ahora qué?

-----

1.- Ver número anterior.

2.- Atención creyente, esta es una referencia marveltópica y para localizarla tendrás que leer X-Men #68, en nuestra web.

3.- ¿Qué es esto? Quizás deberías leer X-Men #71-72 y Patrulla-X #359.

4.- X-Man #49. Os tendréis que leer el resto de la serie publicada en MarvelTopia para conocer su historia previa con el Club Fuego Infernal y Factor-X, además de su viaje al espacio exterior.

-----

CORREO GUBERNAMENTAL

Matadme. ¿He vuelto a tardar seis meses? No pasa nada. El próximo número os va a dejar arrastrando la mandíbula por el suelo y con los ojos fuera de sus órbitas, y va a tardar menos de esos seis meses. ¿Qué cómo lo sé? Porque mi “nuevo” coguionista y yo ya lo tenemos escritos.

[Insertar carcajada megalomaníaca]

¿Y ahora, qué?

 
 
   
www.marvel.com
(1) All characters and the distinctive likenesses thereof are Trademarks of Marvel Characters, Inc. and are used with permission.
(2) Copyright © 2003 Marvel Characters, Inc. All Rights Reserved.