GAMBITO #2
Buscándose la vida
Guión:
Ultrón
Portada: Abel García
-Todo me iba mal hace unas semanas y mírame ahora, con el dinero que le robé
al Charlatán1 estoy llevando una buena vida. Al menos la buena vida que se
puede llevar en esta ciudad y en un piso mugriento para pasar desapercibido.
Remy cogió el mando de su nueva televisión y la encendió a medida que dejaba
caer su cuerpo sobre su también nuevo sillón.
-Veamos como va este superheroico mundo.
*Y el reciente combate entre Los Vengadores y el Hombre de Hierro por la
custodia del Láser Viviente ha acabado con...Tras el combate de Los Nuevos
Guerreros contra Psionex se cree que...La crítica ha reaccionado bien ante
el estreno de la película de la ahora difunta Janet Van Dyne2...*
-¿Ya no pasa nada que no sea los Vengadores, los 4 Fantásticos o cualquier
grupo de chicos disfrazados? Parece que todo el mundo está sano y que no hay
guerras. Creo que solo pasé tanto con la patrulla porque no eran personajes
tan públicos como los demás héroes.
Remy se levantó y apagó la televisión, seguidamente cogió su gabardina y
salió a darse una vuelta para familiarizarse con su nuevo barrio. A medida
que baja las escaleras se encontró con el casero Axel Smith.
-Lebeau, como no pagues tu alquiler hoy mañana ya no dormirás aquí. Me oyes
capullo?
Remy siguió bajando las escaleras, ajeno a las palabras de su casero. El
dinero no le importaba, cuando el quisiera podría pagar el alquiler de todos
los inquilinos del edificio. El barrio era dentro de lo que cabe agradable,
había un pequeño supermercado, una restaurante, prostitutas todo el día, un
bonito parque una calle mas abajo y un índice de asesinatos mas bien bajo
comparado con el resto de la ciudad.
"¿Que puedo hacer?-pensaba a medida que cruzaba la calle- Con el dinero que
tengo ahora no necesito robar nada, por el momento tampoco me puedo
entretener persiguiendo a ladrones de poca monta y soy demasiado vago para
buscar un trabajo que me ocupe la mayoría del día...Lo único que se me da
bien, bien es robar. Ahora que no soy patrullero tal vez me ofrezca como
mercenario o cualquier cosa. Tal vez deba hacerme notar por el barrio y
retomar mi antigua carrera."
El sonido de una gran explosión abarcó toda la zona. El fuego salía del bar
de alterne que había bajando la calle, de este salieron varios tipos con
pasamontañas y armados con lo último en armamento explosivo. Ante el
entretenimiento que suponía perseguirles no dudo y comenzó a correr calle a
abajo, quitándole a un chico joven su monopatín para aprovechar la
inclinación del lugar.
Cuando llegó a la altura de la furgoneta en la que se disponían a escapar,
Remy saltó sobre dos de los cinco enmascarados que había allí, tirándoles
contra el suelo y estrellando una lluvia de puñetazos contra ellos en cuanto
recuperó el equilibrio. Una vez inconscientes se giró y lanzó dos cartas
cargadas cinéticamente a las ruedas del furgón. Los tres que quedaban
rodearon a Remy. En cuestión de segundos se libró de ellos, cargando una
pequeña zona del suelo cinéticamente, que, al pisar los tres atacantes
explotó dejándolo en el suelo.
-Bien hecho,-dijo un agente de la ley que había llegado hacía diez segundos-
no me explico lo de la explosión del suelo, debe de haber sido una tubería
de gas, pero según lo que me ha dado tiempo a ver de lejos cuando llegaba
usted solo ha sometido a los delincuentes. Ahora si viene y presta
declaración...
En comisaría...
-Si nuestra información es correcta Sr. Lebeau, usted está metido en
problemas, y de los gordos-dijo el comisario-. Según parece los que hicieron
explotar el local eran enviados de la Maggia, enviados para solucionar un
ajuste de cuentas.
-¿Y eso que te tiene que ver conmigo?
-La Maggia no suele dejar cabos sueltos, seguramente ya han enviado a otro
asesinos para matarle como castigo por detener a sus agentes.
-Que vengan, -rió- haré lo mismo que hice con los otros.
-Es evidente que sabe defenderse bastante bien para acabar con cinco tipos
armados, pero con la Maggia no se juega. Usted acaba de entrar en un
programa de protección. Desde ahora su casa y usted estarán custodiados por
cuatro de nuestros mejores agentes.
Camino a casa de Remy...
-Venga chicos, dejadme respirar si seguís tan pegados a mi la gente va a
creer lo que no es-Remy soltó una carcajada-.
Estaba rodeado por cinco de los diez agentes que le habían prometido que le
seguirían. Los otros cinco estaban en lugares cercanos como el parque o bien
dentro de coches vigilando cada movimiento de Remy.
-Lebeau,¿Qué demonios es esto?-gritó el casero del edificio- ¿primero no me
pagas y ahora traes a tus amigos para armas jaleo? Te digo que si no tengo
el dinero mañana a primera hora estarás en la calle.
Al abrir la puerta todo fueron sorpresas. Habían al menos veinte agentes de
la Maggia, armados con botas jet y aturdidores de baja intensidad. Los
policías fueron el primer objetivo, quedando en el suelo durmiendo como
niños.
-Lebeau, -gritó uno de los agentes que llevaba el código B-8247 en su
uniforme- el dirigente de la Maggia en Chicago quiere hablar contigo, tal
vez atrapaste a cinco de los nuestros pero él tiene planes para ti.
Remy no se opuso, cogió unas cuantas barajas y salió por la ventana bajando
por la escalera de incendios hasta llegar a una de las dos furgonetas que
transportaban a los agentes.
Cuartel general de Maggia en Chicago:
-Es usted...
-Remy Lebeau -se adelantó Gambito-.
-Bien Remy, me llamo Charles Invers, dirigente de la facción de la Maggia en
Chicago y no dejo de preguntarme como un solo hombre a detenido a cinco de
los nuestros que además iban armados.
-Pues vera...
-Pero afortunadamente -intervino Invers- mis contactos me han proporcionado
lo que necesitaba y ahora se como lo hizo.
Una gran pantalla cayó del techo de la habitación:
-Este video -continuó Invers- que ha sido cedido amistosamente por la cámara
de seguridad de una tienda cercana delata como usted lanza lo que parecen
unas simples cartas al furgón en el que pensaban huir. Y solo hay dos cosas
en las que pienso entonces: primera, que usted es un agente del gobierno y
tiene acceso a armas de nueva generación o segundo; simplemente que usted es
un mutante y tirar rayos con forma de cartas es su poder.
Gambito contuvo el aliento durante unos segundos a medida que se sacaba dos
cartas disimuladamente del interior de su gabardina. Finalmente, recapacitó
en la idea de atacar y contestó.
-Creo que me ha pillado Charles -dijo sonriente- soy mutante. Pero solo por
ser mutante no creo que me haya traído aquí.¿no?
Charles Invers sonrió, sacó un puro cubano de uno de los cajones de su
escritorio y empezó a olisquearlo.
-Claro que no Remy, mis planes van a mas. La Maggia a caído en varias
ocasiones pero nos estamos reorganizando con mas poder que nunca. Y yo busco
a gente con poder. Le seré sincero, busco a gente como usted. Los mutantes
han sido odiados ya por mucho tiempo, cegando la ira la visión de futuro de
las personas. No se dan cuenta de lo provechosos que los mutantes pueden ser
en aspectos bélicos. Dentro de cincuenta años el país que mas mutantes tenga
sería el vencedor de una guerra.
-Si claro. Pero el mundo sigue sin darse cuenta, y si la cosa sigue como
hasta ahora no creo que ni en cien años los mutantes seamos aceptados.
-De eso me encargaré yo. Pero vamos al grano. Mire este puro, vale mucho, yo
le ofrezco esto y mas. Le ofrezco un empleo, lleno de primas y suculentos
botines. En especial para usted, que sería una especie de agente especial
debido a sus habilidades. Y bien, que le parece, ganar dinero fácil y llevar
una vida de rey fuera del trabajo, ¿O que mis agentes le maten antes de
salir de aquí?
-No en verdad llevo buscando algo como esto desde hace tiempo- Gambito no
podía aguantar las carcajadas-. Es lo idóneo para mi.
-Bien Remy Lebeau queda usted ¡Contratado!
Fin.
1.- En el número anterior
2.- Referencia a lo que pasa por diferentes series de Marveltopia.
AS DE PICAS
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