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Primero fue la Patrulla-X, luego los Nuevos Mutantes... la tercera génesis ha llegado: Generación-X. Inexpertos e incontrolables, bajo la tutela de Banshee y Emma Frost, intentando probar que sus capacidades son infinitas...
 
Generación-X

GENERACIÓN-X #40
Estrellas Rotas II
Estrella fugaz

Guión: Tomás Sendarrubias
Portada: Javier Cuevas

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Academia de Massachussetts, Boston. Ahora.

-¿Niños?

Espiral mira a su alrededor, con el ceño fruncido mientras sus espadas bailan a su alrededor, trazando extraños símbolos en el aire, formas cabalísticas y enigmáticas que parecen retorcer el tiempo y el espacio a su alrededor, de forma que ninguno de los chicos puede mirarles fijamente.

-Será mejor que nos vayamos de aquí, Gaveedra-gruñe de nuevo ella-. Si esto es todo lo que la Patrulla-X puede ofrecernos, debemos huir de aquí antes de que Mojo...

-Quieta ahí, chica sexy.

El aire del hall de entrada se vuelve frío, mientras Bobby, Scott y Jean hacen su aparición entre los estudiantes. El Hombre de Hielo hace ademán de dirigirse hacia ellos, pero dos de las espadas de Espiral se entrechocan levemente en el aire, y un relámpago blanco cruza el espacio que les separa, impactando en el pecho de Bobby, y arrojándole tres metros hacia atrás en el aire.

-Drake, siempre tan efusivo-masculla ella, apuntando con sus espadas a Jean y Scott-. Vamos a irnos de aquí y no haréis nada por impedirlo...

-Estás en medio de un colegio, Espiral-responde Jean, mientras ve que Cíclope se asegura de que Pellejo, Vaina y Júbilo se ocupan de alejar a los estudiantes del hall-. Aquí hay niños que pueden resultar dañados por tu presencia aquí, así que si vas a desaparecer sin causar más problemas, por supuesto que no vamos a impedírtelo.

-Los perros de Mojo rastrearán nuestra señal hasta aquí-interviene Estrella Rota-. No podemos irnos de aquí y...

-Se tendrán que apañar solos-replica Espiral, pero Estrella niega con la cabeza. Alza sus espadas e interrumpe con ellas la danza de las espadas de su compañera, que le mira sorprendida.

-Quiero saber qué está pasando aquí-dice Cíclope, bajando las escaleras hacia Espiral y Estrella, ignorando los chispazos de luz que aparecen y desaparecen en el aire, y teniendo la extraña sensación de que el aire parece espesarse según se acerca a ellos-. Estrella, tú has sido de los nuestros, ¿qué está pasando?

-Por el Vídeo, Cíclope, creo que hemos cometido un error viniendo aquí, y os hemos puesto en peligro a todos.

-Por eso debemos irnos, si Mojo te encuentra...

-Nadie se va a mover de aquí, señorita-dice Emma Frost, haciendo su aparición con los ojos gélidos clavados en Espiral y Estrella Rota. Jean nota una vibración psíquica en el aire, y se gira hacia Emma tratando de advertirla de que no continúe adelante.

-¡Emma, no!-grita, pero es demasiado tarde.

Emma se detiene en las escaleras bruscamente, y de pronto, sus ojos giran sobre sí mismos, y se hubiera desplomado por las escaleras de no haber estado el Hombre de Hielo cerca para poder sujetarla.

-¡Qué le has hecho, bruja!-grita Bobby, pero Jean niega con la cabeza.

-Espiral no ha hecho nada, ha sido Emma, intentaba penetrar en su mente...

-Pero hay buenas defensas aquí dentro-sonríe Espiral, dándose unos toquecitos en el yelmo plateado-. Vuestra chica tendrá un despertar particularmente malo. ¿Estás seguro de querer quedarte aquí, Gaveedra?

-Sí-responde Estrella Rota, devolviendo sus espadas a las vainas de su espalda-. Tengo que hacer frente a Mojo en algún momento, y no puedo abandonar a toda esta gente. No aceptaré más muertes por mi culpa.

-Como quieras-asiente ella, y baja las espadas, permitiendo que Estrella Rota salga de su círculo de cronodanza, aunque en cuanto este lo ha abandonado, vuelve a alzar sus espadas-. Pero yo no me quedaré aquí a contemplar como Mojo arruina mi mejor trabajo, no me quedaré a ver como te disuelve hasta no dejar de ti ni los aminoácidos esenciales que te forman a nivel más básico. No seré testigo de tu muerte, Gaveedra Benjamin Russell.

-¡Detenedla!-grita Bobby, pero es demasiado tarde, y las espadas de Espiral se abren de nuevo. Milésimas de segundo después, la mujer se ha deslizado por el continuo, y ha abandonado la Academia-. Realmente, odio a esa mujer.

-Bobby, lleva a Emma a la enfermería, que Cecilia le haga una revisión completa-ordena Scott-. Y después, reúnete con Jean, con Estrella Rota y conmigo en mi despacho. Creo que tenemos mucho de lo que hablar.

-¿Y nosotros?-pregunta Júbilo, cruzándose de brazos a escasos pasos de Scott-. No pensaréis dejarnos fuera de todo esto, ¿verdad?

-No-replica Cíclope-. Sois parte de la Academia, igual que nosotros, y después de lo de Dómina y los Neo1, prometimos que no os volveríamos a apartar de las decisiones importantes. Paige, únete a nosotros en el despacho.

-Claro, señor Summers.

-¿Y yo?-pregunta Júbilo, temiendo quedarse apartada de todo.

-Encárgate de coordinar a tus compañeros-ordena él-. Si lo que ha dicho Espiral es cierto, puede que pronto tengamos a Mojo encima. No quiero que ninguno de los estudiantes sufra el más mínimo daño, Júbilo.

-Ni un rasguño-asiente Júbilo, y observa en silencio como los demás abandonan el hall, dejándola sola con Angelo, que se cruza de brazos a su lado.

-Y bien, intrépida líder. ¿Qué vamos a hacer?

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-Emma se encuentra bien, al menos físicamente-dice Bobby, entrando en el despacho, donde Paige, Scott, Jean y Gaveedra le esperan, este último casi agazapado sobre una silla, con los ojos fijos en el exterior, en una de las arboledas de la finca. Sin embargo, cuando Bobby entra, se da cuenta de que Estrella Rota se relaja relativamente, y no duda de que de haber sido necesario, Gaveedra hubiera saltado sobre él sin dudarlo un momento y hubiera acabado con él antes de que hubiera podido siquiera pestañear.

-La mente de Espiral no es un lugar habitable para ningún telépata-masculla Jean, cruzada de brazos-. Muy bien, Estrella, ilumínanos, por favor.

-¿Jean Grey ha hecho un chiste?-masculla Bobby, sentándose-. Eso debe ser el primer sello del Apocalipsis o algo así...

-Lo último que supimos de ti es que estabas en Mundomojo como gobernante después de derrotar a Mojo V2-dice Cíclope, y Estrella Rota asiente, desviando de nuevo su mirada hacia el exterior.

-La historia que queréis que os cuente es la historia de mi vergüenza-dice Gaveedra, bajando los ojos-, pero supongo que asumir mi derrota es parte de mi expiación. Sí, Fuerza-X y yo derrotamos a Mojo con la ayuda de los rebeldes, y por un momento, parecía que todo había acabado para bien. Canción de Viento y yo lideramos la transición de Mundomojo hacía un gobierno libre, y parecía que todo iba bien, pero eso era sólo apariencia. Los Invertebrados nunca estuvieron derrotados, sólo escondidos, esperando el momento de regresar con uno de los clones prediseñados de Mojo. Mojo VI.

-Esto es enfermizo...-masculla Bobby.

-Atacaron el día de las Elecciones Generales-continúa Gaveedra-. Destruyeron nuestras emisoras y retomaron sus emisiones. Nos pillaron desprevenidos, nos habíamos hecho blandos. Eliminaron el 85% de nuestras fuerzas bélicas en las primeras horas, acabaron con nuestros científicos y casi todos los líderes. Arize y Canción de Viento fueron de las primeras bajas...

-Lo sentimos mucho, Estrella-dice Jean, y Estrella Rota asiente.

-Yo hubiera muerto también de no haber sido por Espiral-responde Estrella Rota-. Ojalá no lo hubiera hecho.

-Lo que no entiendo es qué interés podría tener Espiral en salvarte-masculla Paige-. Por lo que he leído sobre ella, su comportamiento siempre ha sido extraño, pero no ha sido alguien con quien la Patrulla-X haya podido contar como aliada habitualmente.

-Espiral es un enigma envuelto en un misterio dentro de un acertijo-responde Jean-. Dudo de que jamás podamos entender sus motivaciones.

-Se considera algo así como la Madre de Estrella Rota.

Todos se giran a tiempo de ver a Emma Frost entrar en la habitación, vestida con un mono de cuero blanco y ajustándose los guantes. Y antes de que ninguno pueda reaccionar, una de las espadas de Estrella Rota se encuentra apoyada prácticamente en la curva de su cuello.

-Aparta la navaja, coletas-dice ella-. La mente de Espiral resultó ser una trampa, pero estoy convencida de que la tuya es mucho más simple.

-No apuestes demasiado por ello-replica él-. No tendría ni que pensar para acabar contigo, bruja.

-Sentaros. Los dos. Ya-ordena Cíclope, y tras unos segundos, Estrella baja la espada y vuelve a su asiento, mientras Emma ocupa un butacón vacío, con una sonrisa en el rostro, cruzando las piernas de forma elegante.

-Esa zorra de seis brazos me ha dado un dolor de cabeza como no había tenido uno desde mis tiempos de bailarina en Montmartre, pero he conseguido entender algo de toda esa locura expresionista. Espiral se considera responsable de la existencia de Gaveedra, ya que fue ella quien permitió la paradoja que supone la existencia de Estrella Rota.

-¿Paradoja?-pregunta Paige.

-Longshot y yo formamos una extraña paradoja temporal. Mi anfitrión, Benjamin Russell, tiene un ADN idéntico al de Longshot, y fue Arize quien envió al pasado mi propio ADN para generar a Longshot y...

-Vale, me duele la cabeza-interrumpe Bobby-. Estoy seguro de que después podrás entregarle un dossier completo sobre ello a Paige, que estará encantada de tener algo con lo que devanarse los sesos.

-Sí, sabemos que con dos palabras más hubiéramos conseguido que el cerebro de Drake estallara-masculla Emma, pero antes de que Bobby pueda responder, Emma continúa hablando-. Espiral estaba convencida de que os perseguían, y de que Mojo iba a llegar en cualquier momento...

-Y así es-afirma Estrella-. Mojo VI me tiene marcado genéticamente, y tiene instrumentos más que suficientes para localizarme. Aparecerá aquí en cualquier momento, así que lo mejor sería que evacuaseis esta zona cuanto antes. Yo debo hacerle frente y...

-De eso nada-sonríe Emma-. Sabemos que Mojo viene hacia aquí, y por una vez, podemos estar preparados. Vamos a desahogar todas nuestras frustraciones en el gordinflón amarillo.

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-No estoy seguro de que me guste todo esto-gruñe Billy Kaplan, sentado en el centro del hall de entrada de la Academia. Cerca de él, Everett suspira, mirando a su alrededor. Salvo Presagio, que estaba allí junto a ellos, la zona estaba vacía. Cristal, Termo y Fase estaban con el resto de los alumnos, junto a la doctora Reyes, encerrados en el gimnasio por su propia seguridad en caso de que el plan trazado por los profesores no funcionara.

-Todo va a ir bien, Billy-masculla Ev, mirando a Erika, que le sonríe tímidamente.

-Ya... pero, ¿y si no sale bien? Nos han dejado aquí solos, no hay forma de... bueno, de que nos ayuden si algo falla...

-Es su forma de decirnos que confían en nosotros, Billy-responde Sincro-. Y no va a hacer falta que nos ayuden a nada, vamos a cumplir nuestro papel y lo vamos a hacer bien. ¿Erika...?

-Todo OK, Ev. Desde que la zorra de seis brazos desapareció, recuperé mi conexión con las líneas temporales. Hay algo que se acerca, pero todo está bien de momento. Aun así, estad preparados.

-Muy bien, Erika. Billy, voy a sincronizar contigo, ¿de acuerdo? Y por favor, tranquilo.

Billy asiente, tratando de concentrarse. Con Everett todo parece muy fácil, pero Billy Kaplan no puede dejar de pensar en que es la primera vez que los profesores le ponen en una situación así. Billy nunca se había considerado un superhéroe, simplemente era un estudiante con unas habilidades muy especiales, pero no se imaginaba en el futuro enfrentándose a Apocalipsis ni nada parecido. Y no puede evitar que le tiemblen las manos. Everett se acerca a él y le besa en la mejilla con una sonrisa.

-Todo va a salir bien-dice, y Billy finalmente, no puede evitar sonreír también.

-Si os vais a poner tiernos, me marcho-gruñe Erika, pero de pronto, se pone seria-. Espero que estéis preparados, porque está aquí...

-Mierda-masculla Sincro, y Billy siente un escalofrío en su columna vertebral-. Vamos, Billy, cuentan con nosotros.

-Vamos allá-farfulla Billy, concentrándose para acceder a la energía de la que obtenía su poder-. Marchaosdeaquí, marchaosdeaquí, marchaosdeaquí, marchaosdeaquí...

-Marchaosdeaquí, marchaosdeaquí, marchaosdeaquí...-se suma Sincro, sintiendo, al igual que Billy, como la extraña energía a la que Billy accede le envuelve a él también.

Erika les mira sin poder evitar asustarse. Puede sentir como las líneas temporales crujen como si fueran una madera sometida a demasiada presión, como si fueran a romperse en cualquier momento, mientras los poderes reformadores de la realidad de Billy y Everett se enfrentan a la tecnología teleportadora de Mojo. Al igual que Billy (y Sincro, aunque este sepa esconderlo mejor), Erika es consciente de que si el plan falla, si Ev y Billy no pueden hacer frente a la tecnología de Mundomojo y desviar la teleportación, estarán en manos de un ejército de psicópatas fanáticos de Gran Hermano.

-Lo estoy perdiendo-farfulla Billy, tratando de concentrarse, pero sintiendo como el espacio comienza a curvarse en la sala-. Marchaosdeaquí, marchaosdeaquí, marchaosdeaquí...

Sincro, esforzándose por no perder la concentración, se acerca a Billy y le toma de la mano, sin dejar de farfullar ante la mirada asustada de Erika, que puede ya ver cómo los soldados de Mojo aparecen en el hall, casi puede verse a sí misma muerta al pie de la escalera, con el cuello roto... puede ver cómo irrumpen en el gimnasio, como Termo es el primero en caer...

-Marchaosdeaquí, marchaosdeaqui, MARCHAOSDEAQUÍ-gruñe Billy, casi gritando, y de pronto, las visiones de Erika desaparecen. La muchacha tiene la impresión de que el aire vuelve a fluir a su alrededor, aunque no era consciente de que se había estancado. La línea temporal se restablece ante Erika, y Mojo y los suyos ya no están allí.

-Se han ido-masculla Erika-. Lo habéis hecho, chicos, lo habéis hecho...

-Creo que voy a vomitar...-responde Billy, justo a tiempo para que Erika de un salto hacia atrás.

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-Sigo sin entender por qué no estamos ahí fuera, ayudando-protesta Kate Bishop, cruzada de brazos ante Logan, que pone los ojos en blanco, planteándose el entrar en fase, atravesar la puerta y lanzarse en los brazos del ejército de Mojo para obtener un poco de paz-. Soy atleta de élite, y estoy segura de que podría ayudar...

-Kate, por favor, me estás dando un auténtico dolor de cabeza. Las órdenes de los directores son que os tenéis que quedar aquí, y que nosotros tenemos que cuidaros. No sé si tienes realmente claro lo que está pasando ahí fuera, pero es peligroso y...

-Venga ya, Logan. Los dos sabemos que yo podría barrer el suelo contigo.

Logan enarca las cejas, y esboza una sonrisa ácida.

-Muy bien, Kate, tú lo has querido. Si consigues tumbarme tres segundos, abriré esa puerta y podrás salir, ¿de acuerdo?

Kate ni siquiera asiente, de inmediato lanza un puñetazo hacia el rostro de Logan, alcanzándole en pleno labio y raspándose los nudillos con los dientes del muchacho, que giró la cabeza, aturdido. Evitando darle tiempo para recuperarse, Kate sube la rodilla para darle un golpe en el bajo vientre, pero Logan consigue agarrarle la pierna y tirar de ella hacia arriba con tanta fuerza que la levanta del suelo, haciéndole caer de espaldas. Ella trata de darle una patada, pero su pie no hace otra cosa más que atravesar el aire, mientras él la atraviesa con su brazo en fase.

-Si ahora me solidificara estarías muerta, Bishop-gruñe Logan, acercando su rostro intangible al de Kate.

-No es justo, has utilizado tus poderes-replica ella, incorporándose a través de Logan, que mira serio a su alrededor.

-Estoy seguro de que Mojo y los suyos hubieran jugado limpio contigo. Estoy seguro-masculla Fase mientras Cecilia se acerca a ellos con gesto sorprendido.

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Keswick, Boston, Massachussetts.

-¡¡Morid, Hombres-X, morid, morid, morid!!!

La voz chillona de Mojo rompe el silencio del pequeño bosque situado al Oeste de Boston, mientras sus tropas de asalto aparecen a su alrededor, disparando a diestro y siniestro, arrasando una buena parte del césped de la zona. Mojo ríe con un chirrido que hubiera hecho llorar a los perros, pero de pronto, guarda silencio, salvo el sonido mecánico de la plataforma de matas metálicas donde se asienta su cuerpo fofo y amarillo.

-¿Por qué no está muriendo nadie, Domo?-dice, y un hombre delgado de cabellos grises con cierto matiz violáceo avanza hacia él pasando por entre los soldados con una sonrisa que parece imprimada sobre su rostro.

-Perdón... perdón... sí, perdón... muy amable... Pues señor, me temo que ha habido un error en el transporte. Ya sabe, un pequeño desvío, un fallo infinitesimal, apenas apreciable...

-¡Te han vuelto a burlar, gordinflas!-ríe una joven vestida de rojo, con el cabello castaño, mezclada entre los soldados, y Mojo comienza a girarse hacia ella, pero Mayor Domo requiere de nuevo su atención, con gesto preocupado.

-Pero no se preocupe su grandeza, estoy seguro de que en pocos minutos, podremos recalibrar los sistemas teleportadores y volver al lugar de donde se recibió la última actualización del Mesías...

-¿Peerrrrdonaaaaaaaa?-gruñe Mojo, y Mayor Domo está a punto de dejar caer la tabla de informes que sostiene.

-El traidor, quería decir el traidor, grandeza, debéis perdonarme.

-Esto es una serie de acción, Domo, no una comedia de situación, así que mueve tu flaco culo y llévanos de vuelta a donde deberíamos estar. Mis fans quieren la sangre y las vísceras de Gaveedra en primer plano, no escenas bucólicas de la América rural...

-Ehhh... señor...-masculla Mayor Domo, mientras detrás de él, Menor Domo (la chica que antes se burlara de Mojo), hace un gesto simulando el vómito ante el servilismo de su compañero-. Hay una información sobre el paradero de Estrella Rota que deberíais conocer...

-Dime, Domo...

-Está aquí...

Como si hubieran estado esperando la frase de Domo para hacer su aparición, un rayo carmesí brota de entre los árboles, impactando de lleno en el suelo a los pies de buena parte del ejército del invertebrado amarillo, haciéndolo estallar en fragmentos de hierba y tierra que arrojan por el suelo a los soldados de Mundomojo.

-¡Hombres-X!-grita Mojo, señalando al grupo que aparece de entre los árboles-. ¡Rápido, Domo, banda sonora!

-¡Sí señor!-responde Mayor Domo, y de inmediato la música de Linkin´ Park comienza a sonar a todo volumen, atronando en el bosque.

-Eh, bola de grasa, esta finca pertenece a mi familia-dice Emma Frost-. Si me multan por contaminación acústica, conseguiré desviarte la multa a Mundomojo.

-Ponte en contacto con mis abogados, calentorra-replica Mojo, señalando a Emma con una mano, de la que brota un chispeante rayo de energía, que impacta de lleno en Vaina, transformada en adamantium.

-¡Auch!-se queja la muchacha-. ¡Escuece!

Mojo sonríe mientras Cíclope, Jean, el Hombre de Hielo, Júbilo, Pellejo, Niebla, Otoño, Anole y Re-Forma se unen a Emma y Vaina ante Mojo y sus hombres, que empiezan a recuperarse.

-Queridos mutantitos-ríe Mojo-. Que alegría volver a veros... aunque realmente yo, como Mojo VI, no os haya visto nunca... de cualquier modo, es un enorme placer... estoy seguro de que Mayor Domo tiene por ahí los contratos, por si os interesa volver a ser los X-Babies, estoy seguro de que podríamos hacer una nueva temporada de bastante éxito de audiencia. Creo que Jeph Loeb ha quedado libre en Héroes, y al fin y al cabo escribiendo cómics tampoco es que sea...

-Cállate, bola amarilla-dice Estrella Rota, con las dos espadas desenvainadas, apareciendo junto al resto de los profesores y los estudiantes.

-Hombre, que sorpresa tan grata, el traidor...

-Tienes la oportunidad de rendirte ahora-ofrece Cíclope-. Permite a Estrella Rota volver a Mundomojo y continuar con los procesos democráticos que se habían iniciado. Podréis negociar el estatus de los Invertebrados y...

-Oh, venga ya, soso-replica Mojo-. Cada vez que apareces en pantalla, pierdo un veintitrés por ciento de audiencia, y empiezo a sospechar que es por esos discursos. Tu mismo lo has dicho, se llama Mundomojo, no Mundoestrella, lo cual, por cierto, sería un nombre verdaderamente cursi que deberíamos aprovechar en alguna serie para adolescentes. Y Mojo soy yo, no él, de modo que Mundomojo es mi mundo, sigue mis normas y...

-¿Podemos patearle el culo a esa cosa ya?-pregunta Pellejo, poniendo los ojos en blanco, y para sorpresa de sus compañeros, Cíclope asiente.

-Debe haberle sentado mal lo de que le hayan llamado soso-dice Emma, sonriendo.

De inmediato, estalla el caos en la finca de Keswick, cuando un nuevo rayo de Cíclope brota para golpear esta vez de lleno a los soldados de Mojo, que caen como si los hubieran segado. Jean y Emma construyen confusos laberintos psíquicos para algunos de los guerreros, mientras el Hombre de Hielo crea uno de sus toboganes pasando por encima de Mojo, y aprovechando la rampa, Estrella Rota cae directamente sobre Mojo, golpeándole con sus espadas, lo que provoca la hilaridad del tirano mediático.

-Todo esto es demasiado fácil-masculla Vaina, mientras los fuegos artificiales de Júbilo estallan por todas partes.

-Disfrútalo, Kentucky-ríe Júbilo-. Por una vez que todo se nos presenta de frente, no te quejes...

Pero Vaina no se tranquiliza. Los guerreros de Mojo caen como hojas, asfixiados por la niebla de Vincente, golpeados por Anole, debilitados por Otoño, envueltos en la piel de Pellejo... Pero Mojo continúa riendo mientras Estrella Rota trata de alcanzarle con las espadas. Entonces, Paige se da cuenta de lo que la pone nerviosa. ¿Dónde demonios está Mayor Domo?

-¡Señora Summers!-grita la chica, y Jean se gira hacia la chica.

-Paige, estoy un poco ocupada...

-¡No encuentro a Mayor Domo!

Jean evita el ataque de uno de los soldados de Mojo con un golpe telequinético, y se aparte de la melé para acudir junto a Paige. Concentrándose un segundo, Jean realiza un escáner de la zona, y señala a un punto a un par de centenas de metros de ellos.

-Está allí-dice, y de inmediato, ella y Vaina corren hacia el lugar.

El tirón de la gravedad rota es lo primero que notan, y los extraños efectos de la luz en los árboles, al ser desviada hacia un punto de fuga situado a unos centímetros delante de la figura de Domo, completamente absorto en el panel que lleva en la mano. Con un tirón, Vaina se desprende de su cubierta metálica, transformándose en goma para acercarse de forma silenciosa. Sin decirlo siquiera, Jean utiliza su telequinesis para compensar el efecto gravitacional del punto de fuga, mientras Vaina salta hacia uno de los árboles (que se inclina extrañamente hacia Domo), y salta al siguiente sin provocar el más mínimo crujido, acercándose silenciosamente hasta Domo, y saltando sobre él cuando se encuentra a la distancia adecuada.

-¡Sorpresa!-dice Vaina, golpeando con las dos rodillas a Domo en los hombros, haciéndole caer al suelo y soltar el panel, que de inmediato vuela hasta las manos de Jean.

-¡No, insensatas, no sabéis lo que es eso!-grita él, y Vaina, le golpea la cabeza contra el suelo, haciéndole callar.

-No, pero nos lo vas a contar-dice Paige, arrancándose de nuevo la cubierta de goma para quedar convertida en piedra, apoyando todo su peso en Mayor Domo, que quedó firmemente asentado al suelo-. Y si no, la señora pelirroja aquí presente, te lo arrancará de la mente, de forma lo más dolorosa posible... ¿Verdad, señora Summers?

-Eh...-masculla Jean, un tanto aturdida por las duras palabras de su alumna-. Por supuesto. Domo, empieza a hablar ya.

-El aparato...-gruñe Domo-. Si se rompe puede ser catastrófico...

-¿Qué es?-pregunta de nuevo Paige.

-Un generador de portales-responde Domo, sin apenas resuello debido al peso de Vaina-. Había un plan de contingencia de su grandeza por si los Hombres-X presentaban resistencia...

-Tenéis un ejército preparado-masculla Jean, pero Domo niega con la cabeza.

-Es más complicado que eso-replica, mientras en el campo de batalla, un breve silencio marca el paso de Linkin´ Park a Evanescencen-. Mojo decidió que si surgía algún problema, debíamos recurrir a algo más... impactante.

-Domo...-gruñe Paige, apoyando más parte de su peso en la parte baja de la columna de Mayor Domo, provocando que Jean frunza el ceño, preocupada.

-¡Mundomojo!-exclama él, con un quejido-. La distorsión gravitacional hará que Mundomojo colisione con vuestro mundo...

-¡Pero eso destruiría los dos mundos!-exclama atónita Jean.

-Y le daría a Mojo un cien por cien de la audiencia-replica Domo-. Y eso es suficiente para...

-Es suficiente-le interrumpe Jean, que con un pensamiento, cortocircuita las neuronas de Mayor Domo, que al instante pierde el conocimiento antes de girarse hacia Paige-. Tenemos que evitar la colisión.

Arrancándose la capa exterior, Vaina retoma su forma humana, acercándose a Jean, que mira con gesto preocupado el panel.

-He tomado los conocimientos de Domo sobre este artefacto-dice Jean-, y un dato preocupante... el proceso, una vez iniciado no puede ser detenido.

-¿Y qué vamos a hacer? Quizá el señor Summers...

-No tenemos tiempo, Paige. Depende de nosotras.

-Señora Summers, yo no sé si...

-Paige, por Dios, yo tengo los conocimientos de Domo, pero aquí, el genio eres tú... y tenemos realmente poco tiempo...

El aire parece crujir bajo la tensión del punto de singularidad, y Paige suspira, nerviosa.

-Vale, de acuerdo, no puede ser detenido...-masculla-. Pero debería poder ser revertido.

-¿A qué te refieres?

-Cambiar los puntos de polaridad, que en lugar de acercarse, Mundomojo y la Tierra se alejen. Invertir el flujo del portal. Suponiendo que el corredor dimensional que se haya creado resista la tensión, claro...

-¿Tenemos más opciones?-masculla Jean.

-Creo que no.

-Pues vamos a ello.

-Señora Summers, ¿puedo hacer otra sugerencia?

-Claro, Paige...

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Todo comienza con un zumbido.

-¿Qué demonios es eso?-pregunta Emma, llevándose las manos a los oídos mientras nota como el ruido parece alcanzarle los huesos, dándole la sensación de que se le van a caer todos y cada uno de los dientes. Un orbe de luz, del tamaño de un puño, apareció en el campo de batalla, a escasos pasos de Mojo, que la mira con el gesto torcido, mientras lanza un nuevo golpe a Estrella Rota, al tiempo que de sus manos brota un rayo de energía que impacta de lleno en una desprevenida Otoño, que vuela varios metros hasta chocar contra un árbol.

-Eso no debería estar aquí-protesta Mojo.

-¡Agarraos fuerte!-grita Vaina, apareciendo de entre los árboles, rebotando en el suelo con su forma de goma, mientras el punto de singularidad se amplía con un nuevo crujido.

Sin pensarlo un segundo, Anole se lanza sobre la yaciente Otoño, cubriéndola con su cuerpo mientras hunde sus garras en el suelo, mientras Re-Forma toma suficiente masa del suelo como para aumentas su peso y asegurarse junto a Júbilo y Vaina, que se agarra a ella. Pellejo se traba en un árbol, y Hombre de Hielo crea un entramado del que pueda sujetarse junto a Vincente (que toma su forma humana), Cíclope y Emma, al tiempo que Jean se ancla telequinéticamente. Pero Estrella Rota salta de nuevo sobre Mojo.

-No creas que te librarás de mi-masculla Estrella, hundiendo una de sus espadas hasta la empuñadura en el vientre de Mojo, que por primera vez, aúlla de dolor, tambaleándose la docena de patas metálicas en la que se apoya la plataforma del tirano. El punto de singularidad se abre con una luz deslumbrante, y los soldados de Mojo empiezan a ser arrastrados hacia el portal, pero la plataforma de Mojo parece asentarse con firmeza. El tirano invertebrado lanza un fuerte golpe a Gaveedra, alcanzándole y haciéndole perder el agarre de su otra espada, pero este no cede, y golpea con la mano el rostro de Mojo, desgarrándole los ojos.

-¡Cíclope!-grita Gaveedra-. ¡Haz que se suelte!

"Scott, si lo haces, Mojo arrastrará a Estrella de vuelta a Mundomojo"... resuena la voz de Jean en la mente de Cíclope, y este asiente. Un rayo de color rubí vuela desde los ojos de Cíclope hasta el suelo bajo Mojo, reventándolo en terruños, y arrojando al tirano hacia el punto de fuga.

-Mierda-gruñe Angelo, lanzando su pellejo hacia Estrella, y enganchándolo de ambas manos, sujetándolo con firmeza.

-¡No!-grita Estrella-. ¡No puedo perderle! ¡No puedo dejarle ir!

-Y yo no voy a dejar que te suicides-masculla Pellejo con esfuerzo, mientras Mojo desaparece a través del punto de singularidad, que permanece activo varios segundos hasta que, por fin, la tensión y la distancia forzada entre los dos puntos hace que el corredor se derrumbe sobre sí mismo, colapsando ambas puertas dimensionales.

En cuanto la gravedad recupera su normalidad, Jean corre hacia Anole y Otoño, asegurándose de que la chica, aunque herida, está viva, mientras Cíclope y Emma acuden junto a Estrella Rota, y Bobby se asegura del bienestar del resto de los chicos.

-Gaveedra... Estrella-comienza a decir Cíclope, pero Estrella niega con la cabeza.

-He abandonado a mi gente... a los míos... Tengo que encontrar una forma de volver, Cíclope, tengo que...

-No va a ser posible, al menos de momento, Estrella-interviene Paige, acercándose a ellos-. El plan de Mojo era hacer colisionar Mundomojo y la Tierra, y tuvimos que revertir la polaridad de Mundomojo para alejarla de la Tierra. Es posible que su posición haya cambiado, o incluso podría seguir alejándose de nosotros...

-Podremos hablar con Forja-asiente Cíclope-. Estoy seguro de que encontraremos una solución. De momento, espero que te quedes con nosotros. Hay un sitio para ti en la escuela.

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1.- No, no os habéis perdido nada. Dómina y los Neo no han tenido previa aparición en Marveltopía. Es algo que ha ocurrido durante el Año que ha pasado desde las Guerras Infernales. Creedme, no fue nada importante.

2.- En una saga narrada en los números 63, 64 y 65 de X-Force, en Marveltopía, por Correia y Ragnarok

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SECRETARÍA DE LA ACADEMIA.

Fin del primer arco de Generación-X, con la actualización del grupo y sus componentes tras el Año Después. De momento, os confirmo que Estrella Rota ha venido para quedarse para formar parte del claustro de profesores, que de momento queda cerrado (en cuanto a los mutantes se refiere) con Cíclope, Jean, Emma, Estrella Rota y Cecilia Reyes como doctora. El mes que viene... Asalto a la Mansión (o algún otro título igual de ocurrente...).

 
 
   
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