Cleveland, martes por la noche.

Eddie Brock observa el cordón policial que hay bajo él desde la cornisa de un viejo edificio. La policía saca un cadáver destrozado por la puerta del mismo y la sangre le hierve. Eddie conoce al culpable, pero no sabe como hacérselo pagar. Su rostro empieza a llenarse de lágrimas mientras un dolor lacerante en el pecho le arrodilla en el tejado. Entonces, percibe movimiento en la azotea de enfrente y la ve. Ella le está cazando desde hace días. El por qué se le escapa entre sus recuerdos embotados. Ella está con un grupo, gente que le ha hecho daño. Le raptó, le drogaron y, lo que es peor, le convirtieron en un asesino sicópata.

Ella le ha visto. Su simbionte se aletarga en su interior y sabe que no es por efecto de las drogas. Es miedo, que les baña a ambos y les insta a huir. Y huyen.

Helitransporte de Shield. Unas horas antes.

- Querrás saber qué haces aquí, ¿verdad? – Dum-Dum Dugan lleva mucho tiempo haciendo este tipo de presentaciones, así que entra directo al grano.- No te preocupes, que ahora llegamos a eso.

Kaine no habla ni mueve un músculo. Sentado en una moderna silla, iluminado por un rayo de luz que sale de un foco que pende sobre él desde el techo, permanece inmóvil pero atento. Nunca se sabe cuando has de salir de un sitio por la fuerza. La sala es grande y oscura, pero ya intuye los bordes de la misma y cabila sus posibilidades. Dugan prosigue:

- Nada de lo que hablemos saldrá de aquí. La información que tenemos sobre ti la conocemos yo, el director y nuestro fichero central, y no será divulgada salvo que.... ¿sabes una cosa? Ahora ....

- ...llegamos a eso – concluye Kaine -. Supongo que si no coopero con lo que sea que queráis de mí, usaréis todos esos datos para hacer mi vida un poco más complicada y, llegados al punto de mi vida en el que estoy, no creas que me asustas demasiado.

- Eso pensamos, por eso tenemos un as en la manga llamado Peter Parker, que tiene cierta manía por mantener sus cosas en secreto.

Kaine valora la jugada de Dugan y se permite una pequeña sonrisa. Al fin y al cabo son Shield, y Shield sabe jugar sus cartas.

- Así que sabéis que soy su clon. Supongo que entonces también sabréis que me muero.

- Así es – indica Dugan, sentándose en una silla frente a Kaine que este no había llegado a ver -. Eso te hace todavía más indicado. Como a cualquier amenaza nacional, te hemos registrado y seguido atentamente desde que apareciste por primera vez. Supimos quién eras bastante antes que Parker lo sospechara siquiera. Nos intrigó tu salvajismo para con la Araña Escarlata – Dugan sonríe al pronunciar ese nombre – y tu proteccionismo hacia Spiderman, y por eso nos alejamos lo suficiente para darte campo. Desde que supiste que te morías, tus acciones dieron un giro diametral, lo que se confirmó en tu visita al cementerio. Tienes potencial para hacer grandes cosas y pretendemos que las hagas con un estatus legal.

Kaine duda un instante. Aún no había decidido un plan para sus intenciones. Decide que tal vez ese sea el camino.

- ¿De qué se trata? – pregunta serenamente.

- Cazar monstruos – Dugan hace una pausa y observa a Kaine -. Para ser más concretos, monstruos como tú. Hemos ideado un equipo de acción rápida contra super-asesinos, con un avatar super poderoso como punta de lanza. Se te asignarán aquellos asesinos más allá de las capacidades de cualquier autoridad competente, y los cazarás para nosotros.

- Suena arriesgado. ¿Qué gano yo con ello?

- Ganas no ir a la cárcel lo que te queda de vida, que la “otra” vida de Parker no se haga pública, con lo que eso conllevaría y, si realmente nos interesa tu trabajo, la posibilidad de buscar una cura para lo que te está matando. No podemos asegurarte nada, pero ya es algo.

Ha sido un asesino, una furia vengativa, un destructor. Un alma en pena perdido en la violencia. Conoce la sensación. Podría cazar a gente como él perfectamente. Está preparado para ello pero, ¿está dispuesto?

- ¿Quiénes son el resto del grupo?

Sala de reuniones C. Helitransporte de Shield.

- Le presento a la doctora Ashley Kafka y al coronel John Jameson. – Dugan introduce así a los compañeros de Kaine.

- ¿John Jameson? ¿El hijo de ....?

- Así es,- replica Jameson cortante. Kaine se da cuenta de antemano que las cosas con él no serán fáciles -. Los que no huimos de la ley tenemos vidas muy expuestas.

- Ya lo creo – increpa Kaine -, John, ya lo creo. ¿Sigues comiendo los filetes poco hechos o ya te curaste de aquello?

- Caballeros, por favor – Kafka intenta calmarles -, tenemos trabajo por hacer, así que tendrán que intentar comportarse como caballeros.

Kaine se gira hacia Dugan, que sostiene un dossier con un nombre que le suena bastante: Eddie Brock / Veneno.

- ¿Ya vamos a salir de caza? – dice Kaine

- Así es hijo – responde Dugan -. No era lo que queríamos pero ciertos sucesos en Cleveland causados por Veneno, o eso creémos, han hecho que tengamos que acelerar su.....lanzamiento. En este dossier está todo lo que necesitan saber. Saldrán en una hora. Kaine, tu uniforme está en tu cubículo.

Kaine echa una mirada a Jameson y a la doctora. Sonríe con ironía ante el gesto altivo y desconfiado del coronel y sale de la habitación.

- Esto va a ser muy complicado – dice Jameson.

- Sobre todo si vais a comportaros como críos – sentencia Kafka.

Cleveland. Ahora.

Eddie Brock lleva días huyendo. Su cuerpo cedió en ese callejón y se pagó por puro cansancio. Ahora despierta entre la basura con la absoluta certeza de que algo ya va muy mal.

- Buenos días, pichón – Brock reconoce la voz de su cazadora inmediatamente y se yergue atemorizado – Espero que hayas reunido fuerza suficiente para plantarme algo de cara.

- ¡No, por favor! ¡ No puedo más! – grita Eddie mientras reúne la concentración suficiente como para que su “otro” reaccione - ¡Déjame!

- Me temo que no funciona así, chico – la confianza de la asesina rebosa en cada palabra -. Yo te cazo, cobro y me voy a las Bahamas, y tú haces lo que el culto quiera....

Apenas tiene tiempo de saltar hacia atrás y acompañar con sus movimientos el del contenedor de basura que le lanza Brock. Cae contra la pared y, aunque tarda unos segundos, lo aparta como si nada. Por desgracia, su presa ya no está allí para verlo. Ella sonríe y, lanzando un fino cable hacia el tejado más cercano, exclama:

- ¡ Cómo le gusta cansarse inútilmente!

Cleveland. Comisaría número 12.

John Jameson lleva un rato intentando sacar algo de información acerca de los últimos crímenes violentos ocurridos en la ciudad, pero nadie parece ser capaz, así que espera a que llegue el sargento de guardia que, le han prometido, podría tener algún dato más. En los informes que su placa de Shield le ha proporcionado, no se hace aún ninguna mención sobre Veneno lo que, dada la falta de sutileza de Eddie Brock, es preocupante.

En el exterior, en una furgoneta de Shield, la doctora Kafka mira al ahora uniformado Kaine y decide que ya es hora de unir lazos.

- No hace mal tiempo para ser invierno, ¿verdad?

Kaine se gira hacia ella. La máscara le cubre toda la cara y, al ser oscura, sabe que ella no aprecia su gesto de incredulidad, pero a él le basta. Vuelve a girar la cara sin hacer comentario alguno. Ashley Kafka se mira los pies mientras intenta buscar otro tema, lo que no hace sino chocarla ya que, como siquiatra, debería haber desarrollado ya alguna habilidad para conversar socialmente.

Justo cuando cree haber dado con la clave, la radio de la furgoneta, sincronizada con la de las autoridades locales, haya una de las palabras claves pre-programadas y emite el aviso:

- ... unidad Adam 12 a central, pidiendo refuerzos en el almacén Rogerson. Mujer fuertemente armada y con super fuerza atacando a lo que parece ser Veneno...

Antes de que acabe el aviso, Kaine ya ha salido de la furgoneta. Jameson entra en el asiento del conductor poco después.

- ¿Habéis escuchado el ...? ¡¿ Dónde demonios está Kaine?!

Los obreros siguen saliendo en estampida del almacén. Varios focos de fuego permanecen abiertos en el interior y resuenan sonidos de disparos y golpes violentos contra la maquinaria.

La asesina tiene a Brock contra las cuerdas. Le dispara descargas sónicas con una potencia que Brock no recuerda haber recibido nunca. No sabe si son esas descargas o el terror que le envuelve lo que hace que su simbionte no reaccione bien. Esquiva por los pelos un nuevo dispara y contraataca como puede, arrancando un fragmento del suelo y lanzándose a ella. Lo esquiva con tremenda facilidad y, el siguiente impacto sónico empotra a Brock en una pared. Cae inconsciente al suelo. Ella se acerca.

- Creo que te dispararé otra vez – dice al desmayado Veneno -. Así seguro que puedo devolverte sin problemas.

- ¡Apártate de él! – grita tras ella una voz grave - ¡Ahora!

Ella se gira y ve a Kaine ante ella. No parece demasiado impresionada.

- Bonito traje – dice ella -. No digo que el morado y el negro sean la mejor combinación, pero lo llevas con estilo.

- Deja en paz a ese hombre. Retírate y permite que me lo lleve y podrás salir de aquí entera, chica.

- Verás, para empezar, me llamo Tanya y, respecto a dejarle aquí, me pagan un pastón por llevármelo y – apunta con el arma sónica a la cabeza de Brock –, si crees que voy a largarme y dejártelo para ti, piénsalo de nuevo.

Kaine valora la situación.

- Si lo matas tu tampoco cobrarás.

- En realidad, estoy apuntando al artefacto explosivo que mi gente le implantó en el cráneo por si acaso se salía de madre. Es una larga historia pero, si consigo un impacto directo, moriremos los tres.

El clon no puede evitar dar un paso atrás pues, se acaba de dar cuenta que su contrincante no es de los que farolean.

- El reloj corre, chico, ¿qué va a ser?

LA MARCA DE KAINE

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