El cuerpo de Kaine cae duramente contra el suelo y el dolor le devuelve la consciencia. Se pone de rodillas costosamente y apoya sus manos encadenadas para no caerse de nuevo, mareado como está. Ante él, la inmensa mole a la que espiara al entrar en la base se muestra poderoso. Una sonrisa en su monstruosa boca informa al clon que se cree seguro en su posición.

- No llevas distintivos de ningún tipo - dice el enorme ser -, pero Creed me ha informado que, al parecer, trabajas para SHIELD. Deduzco entonces que no has venido sólo, ¿no?

Kaine no responde. Sólo mira a su alrededor: está en la sala de los monitores, dónde les vió en un principio, rodeado de soldados. Dientes de Sable también está, apoyado en una consola con los brazos cruzados y una sonrisa divertida.

La inmensa mole continúa su exposición:

- Verás, agente, esperaba intromisiones de algún tipo cuando el sujeto 26 se escapó y comenzó a hacer de las suyas en Chicago, razón por la que mandé a Dientes de Sable a capturarlo, para no salir a la luz demasiado pronto, pero tu presencia aquí no me deja más opción que presentarme - parsimoniosamente, se sienta en un enorme sillón, siempre frente a Kaine -. Me llamo Protocolo, y estás en la nueva base de mi organización, conocida como La Resaca. Esos niños son el siguiente paso en un elaborado plan para establecer una posición de poder frente a los gobiernos del mundo y cambiar la faz de este planeta más a mi imagen.

Kaine levanta la cabeza y mira a Protocolo:

- ¿Protocolo? Hace poco te pateó el culo un justiciero sin poderes, ¿no¹?

La sonrisa de Protocolo desaparece y, de un solo movimiento, coge el cuello de Kaine con sus manos.

- Estás a punto de morir de la forma más dolorosa que se me ocurra, así que ten un poco de respeto - le suelta de golpe contra el suelo -. Ese "justiciero" contaba con información externa debido a una fuga en el sistema, fuga que solventé de forma tajante. Sólo fue un contratiempo menor, pero me hizo ver que mis Soldados de Infortunio requerían un cariz superior al que les estaba dando. Ya no volverá a ocurrir algo así. En cuanto te matemos, partiremos al lugar de inicio de la misión y seremos imparables.

- Si hay que matarle - la voz llega desde detrás de Kaine, y avanza hacia él -, me gustaría que me dejárais el honor.

El que habla se coloca delante del clon, que levanta la vista y le reconoce en el acto. Es el Duende, y tienen un asunto pendiente².

- Así empezaré a ganarme mi paga adecuadamente y, de paso, cierro un antiguo negocio - concluye el Duende.

Protocolo sonríe de nuevo y luego dice:

- De acuerdo. Llévatelo fuera y mátale. Los demás, poned en marcha el procedimiento de fuga. Quiero que salgamos de aquí antes de que nos crezcan un puñado de agentes de SHIELD por todas partes.

En el exterior, El Duende saca a Kaine en volandas, aparentemente inconsciente, y lo tira en el helipuerto, al lado de su deslizador.

- Preferiría que estuvieras consciente, pero así también será divertido.

Golpea a Kaine en el estómago y este parece decir algo. El Duende se agacha y le agarra de los hombros, increpándole:

- ¿Qué dices, gusano?

- Mira detrás - dice Kaine casi susurrando.

El mercenario se da la vuelta y topa con un escuadrón de motos voladoras de SHIELD, acercándose a gran velocidad a la plataforma.

- ¡Oh, joder! - grita el Duende, volviéndose hacia el clon.

- ¡Tu lo has dicho! - Kaine se ha puesto de pie y rompe sus cadenas a la vista del mercenario, dejándole claro que estaba ganando tiempo - Me temo que tendremos que dejar lo de ajustar cuentas para más tarde.

Y sale corriendo hacia la puerta de entrada al subsuelo, cerrándola detás de él y destrozando la cerradura para que El Duende no le pueda seguir. Luego, empieza a bajar corriendo hasta el primer pasillo, dónde se topa con una fila de tropas en plena fase de evacuación.

Los soldados se vuelven hacia él y empiezan a desenfundar sus armas. Kaine grita salvajemente y se lanza contra ellos como si de una melé se tratase.

Unos segundos antes, en la habitación dónde se encuentra la celda de los niños, varios de los soldados de la Resaca les colocan collares inhibidores en el interior de esta, mientras Protocolo y Creed vigilan la operación.

- En cuánto alcancemos la zona de atraque - dice Protocolo -, te facilitaré transporte a dónde necesites.

- Me parece bien - contesta Creed -. Cuanto antes nos vayamos, menos posib . . . - las sirenas de emergencia empiezan a tronar entonces por toda la base y Creed es interrumpido a media frase - ¡Han llegado demasiado rápido!

- Ese Kaine debía llevar un localizador - continúa Protocolo -. Una y otra vez no hago más que cometer los mismos errores. ¡Llevad a los sujetos al submarino ya!

Los dos salen corriendo de la sala en dirección al vehículo.

Los agentes de SHIELD despliegan su ataque contra el deslizador de El Duende, ya en movimiento, que intenta zafarse del ataque para escapar de allí como sea. Su vehículo es algo más manejable que las motos de sus atacantes, pero le cuesta bastante librarse de ellos.

El coronel Jameson guía el ataque dirigiendo a sus hombres por radio:

- Unidades 4, 7 y 12, comiencen despliegue por la plataforma, los demás, cacen a nuestro amigo lo más rápidamente posible.

De repente, las aguas se abren bajo las naves de SHIELD y dos rayos de energía derriban a cuatro de los vehículos. Son las defensas que Protocolo ha activado al comenzar el ataque y que cambian diametralmente la actuación de las tropas de SHIELD.

- ¡A todas las unidades, olvidaos de El Duende! - grita Jameson por el comunicador - ¡Esquivad ataque y concentrad el fuego en la plataforma!

Kaine continúa su camino por los angostos pasillos. La lucha contra los sicarios de Protocolo ha sido más larga de lo que esperaba y le ha costado algunos golpes que no deseaba recibir. Aún así, busca el camino al submarino desde el que la operación de La Resaca comenzará.

Baja otro tramo de escaleras con la alarma como única compañía. Hace unos minutos que ya no se topa con ningún guardia, o al menos es así hasta que se encuentra con una de las salas de abastecimiento, dónde cuatro soldados acaban de cargar su petate.

Kaine les ve en primer lugar y, antes siquiera de que alguno de ellos reaccione, el clon ya está actuando. El primero se lleva el golpe de la carga de Kaine y sale catapultado contra una de las alacenas que tienen detrás. Otro de ellos logra desenfundar su pistola y disparar, pero el intruso esquiva cada disparo y se oculta tras otro de los soldados, que recibe varios balazos antes de que su colega se de cuenta de a quién está disparando.

Kaine le lanza contra el pistolero y derriba a ambos a la par que esquiva un mandoble que le lanza el cuarto en discordia. Finta los primeros golpes y, luego, para el brazo derecho de su agresor, ya en rumbo contra su cara, retuerce su muñeca y, agarrándolo por las solapas, lo hinca de rodillas severamente.

- ¿Cómo llego al submarino? - gruñe al soldado en la cara. Como este no contesta, Kaine le retuerce un poco más el brazo que le tiene preso, hasta que suena un sonido astillado -. He dicho: ¿dónde está el submarino?

El soldado susurra una dirección justo cuando otro grupo de soldados pasan por la puerta de la sala y ven la escena. Sin dudar un instante, abren fuego contra el clon aunque sus compañeros están de por medio, así de despiadada es la disciplina de Protocolo. La sala es pequeña y, aunque Kaine esquiva los disparos como puede, no puede evitar que un par de ellos den en el blanco, concretamente en el muslo derecho y en las costillas. Aún así, carga contra los soldados con fiereza, ignorando el dolor que le deja el rebote de los proyectiles contra s uniforme blindado y comienza a derribarlos violentamente.

Se suceden los golpes y Kaine se convierte en un amasijo de brazos y piernas que se mueven profusamente contra los soldados, que salen disparados hacia los lados con la furia de sus golpes hasta que, de improviso, ya sólo queda él en pie.

Se toma unos segundos para coger un poco de aliento y luego continúa su viaje.

En el exterior, las defensas de La Resaca están resultando demasiado para las naves que lidera Jameson. El Duende, por su parte, ha huido con el rabo entre las piernas al cambiar las prioridades del grupo de SHIELD, pero se promete a sí mismo que dejará la cosa así con Kaine y que, de algún modo, conseguirá vengarse.

Jameson distribuye las órdenes a sus hombres y estos condensan el fuego en la plataforma, que comienza a tambalearse convulsivamente, desprendiéndose algunos fragmentos al agua. Esperan que la reacción dentro sea al menos igual de violenta.

Y lo es.

Los fragmentos de la plataforma chocan bajo el agua con los soportes del submarino y, uno de ellos, destroza el sistema de separación, haciendo que el submarino se desprenda de la base y empiece a caer, llenándose de agua.

Kaine es arrastrado por los pasillos del submarino por la riada de agua que entra hasta que los técnicos consiguen cerrar las escotillas. Aún así, varios de los controles se han hundido y empieza a sonar la señal de desalojo: el submarino se está hundiendo en picado.

Ante la premura de la alarma, Kaine acelera el paso intentando dar con los niños presos y recorre un sin fin de pasadizos, hasta que da con una habitación similar a la que había en la base.

Arranca la puerta de sus goznes pero, antes de entrar, se encuentra un nuevo problema. Apenas logra esquivar las garras de Dientes de Sable, que rasgan la tela blindada de su traje y le arrojan brutalmente de nuevo al pasillo. Los golpes del mutante caen sobre él y los esquiva apenas.

En un momento de suerte, el submarino se tambalea y Dientes de Sable cae hacia un lado, golpeando la cabeza contra la pared, lo que le aturde momentáneamente. Kaine sube sobre él y le acierta tres puñetazos certeros en la cara, aumentando la confusión del mutante. Antes de que pueda rematar la faena, escucha una voz a su espalda, ronca y grave, como el eco en una cueva, y sabe que Protocolo está tras de él:

- Has hundido mi submarino y destrozado mi base, muchacho. No sé que crees que va a pasar ahora, pero de ninguna forma saldrás vivo de aquí.

Y el submarino continúa hundiéndose lenta e inexorablemente en el océano.

PROXIMO NUMERO: ¡El combate final! ¡Kaine contra Dientes de Sable y Protocolo!

1.- New Warriors nº 74 (USA) / New Warriors, vol. 3, nº 13 (Forum)

2.- En la saga La Marca de Kaine

LA MARCA DE KAINE

Me despido de momento hasta el próximo número.

Nos leemos.