MarvelTopia
Marvel
 
 
PORTADA
Reed Richards, Susan Richards, Ben Grimm, Johnny Storm. Ellos son los mayores héroes de la tierra, exploradores de mundos extraños y maravillosos, aventureros sin par. Pero ante todo eso, ellos son la más grande familia de Marvel.
 
Los 4 Fantásticos

LOS 4 FANTASTICOS #419
La Antorcha Humana
El fuego quema

Guión: Ben Reilly
Portada: Wish

-----

El ruido del cohete es ensordecedor en la pista pero nadie está para escucharlo. El lanzamiento del cohete no había sido programado para hoy, ni siquiera había un permiso oficial para el despegue pero había que hacerlo. Había que arriesgarse y probar el nuevo motor espacial arriesgando la vida con los peligrosos rayos cósmicos. Nada debería haber ido mal, los rayos cósmicos no tendrían que haber atravesado el blindaje pero lo hicieron y la vida de cuatro personas fue alterada para siempre.

En aquellos días Johnny Storm era un adolescente alocado y temerario que nunca pensaba en las consecuencias de sus actos. Se embarcó en ese loco viaje para seguir a su hermana que a su vez seguía a su por aquel entonces novio. Cuando los rayos cósmicos les afectaron, Johnny Storm sintió por primera vez lo más parecido a la muerte. Su cuerpo se abrasaba, se estaba quemando, iba a morir. Durante muchas noches no pudo quitarse esa sensación de la cabeza. Incluso hoy en día cuando piensa en todo lo que pasó siente un escalofrío.

Esa sensación es la que con el tiempo le ha dado un gran sentido de la responsabilidad. Como dice su amigo Spider-Man un gran poder conlleva una gran responsabilidad y Johnny Storm es sin duda el miembro más poderoso de los 4 Fantásticos. Aquella sensación de morirse, de abrasarse en las llamas es lo que le ayuda a mantener bajo control su poder, a no usar su poder al máximo con otros seres vivos a no ser que sea estrictamente necesario porque Johnny Storm es capaz de generar el calor de un nova y no hay ser humano que pueda resistir ese calor, por supuesto sus enemigos, lo supervillanos, no son sólo humanos. Esa sensación de quemazón, de calor insoportable que hoy ha vuelto a repetirse.

- Pensaba que yo era el rey de la autocompasión -dice una voz en las alturas-.

Johnny alza la mirada sin importarle las lágrimas de sus ojos y ve a su viejo amigo Spider-Man enfrente suya, erguido sujetando una telaraña.

- ¿A qué has venido aquí Spidey?.

- Me enteré de lo que pasó esta noche.

- Las noticias vuelan en ciudades pequeñas como Nueva York.

- ¿Eso es sarcasmo?.

- ...

- Veo que no tienes muchas ganas de hablar.

- ¿Cómo lo has sabido?

- Intuición arácnida.

- Dos niños con quemaduras graves y todo por mi culpa.

- ¿Por qué no empiezas desde el principio?.

- Está bien.

Era de noche, Lyja y yo habíamos salido a dar una vuelta, a alejarnos del tedioso mundo de los superhéroes por unas horas para poder sentirnos como una pareja normal. Todo lo normal que podemos ser un chico de fuego y una skrull. Era ya tarde, yo quería quedarme un poco más pero Lyja estaba cansada. Me encontré con algunos viejos amigos y Lyja vio la excusa perfecta para dejarme solo. Charlamos, bebimos un poco ya sabes, hicimos esas cosas que sólo haces cuando te encuentras con los viejos amigos.

Salimos del bar y fuimos gritando por la calle un poco contentos de más. Y entonces ocurrió. Había un 24 horas que estaba siendo atracado por un par de tipos armados con una recortada, nada difícil para alguien con mis poderes. Entré encendido, todo decidido a acabar pronto con los maleantes y volver con mis amigos. No resultó así. No sé porqué fue, ni cómo sucedió, supongo que fue mi excesiva confianza mezclada con un poco de alcohol en sangre. El caso es que exploté... sí, así como suena. Mis llamas se descontrolaron, el local comenzó a arder rápidamente por culpa de todos los productos inflamables que había allí y a la intensidad de mis llamas. Pude ver cómo la gente y los niños gritaban de terror mientras mis llamas seguían su incesante descontrol. Y lo pero de todo fue que yo también me quemaba, hasta aquel punto estaban descontrolados mis poderes.

Intenté absorber las llamas como hago normalmente pero cuando las absorbía las llamas volvían a salir descontroladas. Tuve que salir del local y ascender a los cielos para descargar toda mi furia donde nadie pudiera salir herido. Quedé exhausto y sólo la proximidad de un edificio y una poca de suerte me pudo permitir descansar en su azotea. Esperé a que mi llama se apagase, no me atrevía a extinguirla por mi mismo por si volvía descontrolarse. Bajé corriendo por las escaleras del edificio y me dirigió al local para intentar ayudar en lo que pudiera y compensar mi error. Llegué tarde, los bomberos ya habían apagado el incendio y salvado a dos niños, dos niños que ahora están en el hospital intentando recuperarse de sus graves quemaduras.

- Ya ves Spider-Man, soy un completo desastre. Ni siquiera soy capaz de controlar mis poderes.

- Mira si alguien sabe lo que es ser un desastre ese soy yo. No quiero tener que volver a explicarte todo lo que me ha pasado en mi vida1. Lo que pasó fue un accidente.

- ¿Accidente?. Sí, pudo serlo o no lo admito pero se supone que soy un superhéroe, se supone que tengo que ayudar a la gente y no quemarla, es más, soy miembro de uno de los grupos de superhéroes más importante del mundo sino el que más y soy con diferencia el que más control debe tener de sus poderes. Tendría que ser el tipo más responsable del mundo.

- Johnny...

- ¿Sí?.

- No le hables a Mr. Responsable de responsabilidad. Mira, cometiste un error no es el primero ni será el último.

- ¿Tu quieres animarme o que me tire al río?

- Lo que digo es que tienes que seguir adelante, nadie es perfecto. Seguro que tus compañeros también han cometido cientos de errores.

- ...

- Venga, vamos a dar una vuelta.

- No, yo me quedo aquí un rato. Quiero estar solo.

- He dicho que nos vamos a dar una vuelta... además tengo que ir a comprar leche para cuando la niña se despierte o MJ me matará.

- ... De acuerdo, a veces pareces mi hermana.

- ¿Lo dices por mi increíble encanto y sexy appeal?

- No, por lo plasta que eres.

- Mmm... te prefería gruñón y calladito como antes. Mmm... ¿se puede saber adónde vas?

- A bajar por las escaleras.

- ¿Escaleras?. Pero si puedes volar...

- Es que... creo que me vendrá bien el ejercicio.

- Eum... claro. Si vamos a ir andando será mejor que me cambie de ropa.

Los dos amigos caminan por la calle tranquilamente. Peter intenta varias veces que Johnny hable un poco y se distraiga pero no suerte efecto. Entonces Peter ve a un viejo conocido.

- ¡Nick!. ¿Adónde vas corriendo?.

- Una casa se está derrumbando... un momento, ¿este no es Johnny Storm?

- Sí, lo soy.

- Genial, ¿puedo hacerle una entrevista?

- Esto...

- ¡Nick!. ¿Qué decías de la casa?.

- Ehm sí. Una casa se está cayendo a pedazos, iba a ser demolida pronto por el Ayuntamiento lo que indica lo bien conservada que estaba y lo mucho que llamaba la atención.

- Al grano...

- ¡Voy, voy!. El caso es que dentro había una familia de okupas y siguen ahí. No puedes moverse mucho por culpa de que toda pueda venirse abajo y los bomberos no saben cómo proceder.

- Es una buena noticia, vete allí mientras yo voy por la cámara.

- Vale. Un momento, estás en el otro lado de la ciudad, ¿cómo vas a llegar a tu casa?.

- Compraré una cutre de esas. ¡Ahora vete o la casa se habrá derrumbado para cuando llegues!

Nick desaparece. Peter va a un callejón a cambiarse de ropa. Johnny sigue a Nick a lo lejos sin saber que hacer. Cuando llega al lugar tampoco lo sabe. La situación es peor de lo que aparentaba, a la mala situación de la casa se le une el incendio. Entrar dentro de la casa es muy peligroso para los bomberos, cualquier paso en falso, cualquier movimiento brusco haría que la casa se les viniera encima y todo acabaría en un instante. Johnny tenía ventaja, podría fundir los restos del edificio instantáneamente y escapar con la gente inmediatamente. Pero también podría complicar las cosas más si sus llamas se volviesen locas otra vez. ¿Qué iba a hacer?.

- ¿Puede ayudarnos?.

- ¿Perdone?.

- ¿No es usted la Antorcha Humana?.

- Sí, así es -dice Johnny reparando por primera vez en que su interlocutor es un bombero-

- Perfecto. Hay dos chicos dentro, tenemos que sacarlos cueste lo que cueste pero mis hombres están ocupados con un incendio en un rascacielos y no podemos entrar en la casa y mantener el fuego controlado al mismo tiempo. Pero usted puede ayudarnos.

- No sé, no estoy en buena forma.

De pronto una telaraña tapa la boca de Johnny.

- No se preocupe Sr. Bombero, el chaval y yo ayudaremos en lo que podamos.

- Spmmm mmm mmmm mmm -murmura Johnny-.

- ¿Qué ha dicho? -pregunta el bombero-.

- Que está encantado de ayudar.

- ¿Le ha entendido?

- Por supuesto, es mi... oído arácnido -dice mientras va hacia la entrada de la casa con Johnny a cuestas-. Esto es lo que vamos a hacer, yo intentaré que la casa no se venga abajo mientras tú sacas a los niños, ¿vale?

- Esto...

- Así me gusta, que estemos de acuerdo.

Y Spider-Man se va. Johnny armado de paciencia entre en la casa. Sin esforzarse puede oír el crujir de las vigas y cómo caen pequeñas virutas del techo. Grita para intentar averiguar dónde están los niños; la contestación le viene de cuatro pisos más arribas. Una de las ventajas de convertirte en una antorcha humana es que toda tu ropa está protegida contra el fuego por lo que Johnny no tiene problemas para avanzar entre las llamas.

Sube las escaleras oyendo cómo crujen bajo sus pies. Si quisiera podría absorber todas las llamas de la estancia o encenderse y llegar adonde están los chicos sin ningún problema pero... bueno, al fin y al cabo puede llegar adonde están sin encenderse, él es más que sus poderes, puede ser un héroe sin tener poderes. Sí, puede serlo.

- ¡Nos os preocupéis chicos os sacaré de ahí! -dice mientras entre en la habitación dos están los dos pequeños. En ese instante el techo se cae ante ellos y Johnny salta para apartar a los chicos. La situación se estaba complicando-. Vayamos hacia las escaleras, rápido.

Los tres llegan a las escaleras pero cuando el primer niño pone un pie en ellas éstas se derrumban y sólo la rápida y fuerte mano de Johnny impide que el niño se vaya abajo con ellas.

- Por ahí no podremos bajar -dice mientras comienza a toser-. Ni subir. Intentemos encontrar una ventana.

Johnny busca desesperadamente una sala donde pueda acceder a una ventana pero no lo consigue.

- No hay salida. ¡¡Spider-Man!! .grita intenta conseguir la ayuda de su arácnido amigo-. ¿Dónde se habrá metido ese cabeza hueca?.

"Ni los niños ni yo aguantaremos mucho más, acabaremos asfixiándonos o algo peor. Si me encendiera podría salir de aquí en unos instantes pero no me atrevo, no quiero que estos niños salgan achicharrados por mi culpa. No puedo encenderme, es más no necesito encenderme, he probado más de una vez que soy un superhéroe no sólo por mis poderes sino por mi inteligencia, mi fuerza y mi valor.

"Sí, por mi valor... si soy tan valiente ¿por qué no quiero encenderme?. Es la única forma de salir de aquí vivos. ¿Voy a dejar que mis miedos maten a estos chicos?. Si no me enciendo estos chicos morirán seguro, ¿no es eso lo mismo que le hice a los otros?. Si me enciendo al menos tendremos una posibilidad. Tengo que hacerlo pero no puedo.

De pronto el techo se desprende y cae sobre los tres.

- ¡¡Llamas a mí!!

Y Johnny pulveriza los restos que los amenazaba.

- Cogeos a mí y no tengáis miedo, os sacaré volando.

Y lo hace sin problema alguno. Una vez fuera, la casa se derrumba.

- Gracias por la ayuda -dice el bombero-.

- No ha sido nada -dice mientras se eleva por el aire hasta un edificio cercano-. ¿Dónde estabas?. Necesitaba tu ayuda.

- Tuve que atender unos recados -dice Spider-Man con una amplia sonrisa debajo de la máscara-.

- Gracias por ayudarme.

- Hoy por ti mañana por mí. ¿Qué?. ¿Listo para irnos a capturar ladrozuelos de poca monta?.

- No, tengo otra cosa que hacer.

Johnny se despide de Spider-Man y va directamente al hospital donde tiene que esperar unas horas hasta que le permiten entrar a ver a uno de los niños que sufrieron quemaduras a causa del descontrol de sus llamas.

Las horas pasan lentas. Mientras espera Johnny medita qué dicerle a los chicos, ni siquiera sabe exáctamente qué pasó. Al final, después de las comeduras de tarro más grandes de la historia Johnny puede pasar y ver al chico.

- Hola, ¿cómo estás? -pregunta Johnny-.

- Un poco chamuscado -responde jocosamente el chico-. Siento lo que hice.

- Soy yo el que lo siento; se supone que debería tener más control sobre mis poderes.

- ¿Qué?. No, no fue culpa tuya. Es mi poder mutante, hago que la gente con superpoderes pierda el control sobre ellos. Cuando aquel tipo nos estaba apuntando con el arma sentí tanto miedo que mi poder se disparó.

Así que al fin y al cabo no había sido culpa suya. Era lo mismo, había aprendido una buena lección hoy y había salvado a mucha gente, eso era lo importante.

-----

1.- Principalmente porque no es lugar para ello, Spider-Man ya tiene dos series así que no va a chupar tanta cámara :)

-----

EDIFICIO BAXTER

Escribenos a marveltopia@terra.es

 
 
   
www.marvel.com
(1) All characters and the distinctive likenesses thereof are Trademarks of Marvel Characters, Inc. and are used with permission.
(2) Copyright © 2003 Marvel Characters, Inc. All Rights Reserved.