LOS 4 FANTASTICOS #421
El partido del siglo
Guión: Jorge Cantero
Portada: Wish
Portada: Se ve una portería de fútbol y en centro de ella está Kristoff, sin armadura y con un traje de portero calcado del de Wakabayashi Genzo (Benji Price en España), de la serie Captain tsubasa (Oliver y Benji). En la parte inferior de la portada pone: "Kristoff paralotodo"
Sensación de rutina era algo que no esperaba tener estando con los 4
Fantásticos. Y para su horror descubría que se estaba acostumbrando
demasiado bien a ella. Él, Kristoff, el hijo del mayor genio de la humanidad
y monarca de uno de los países mas prósperos del mundo, se encontraba ahora
inmerso en una rutina insoportable. Además la mayoría de la gente a su
alrededor era totalmente inferiores. Es decir, la Cosa era un pobre hombre
que hasta hace muy poco no se había dado cuenta de que lo que en realidad
más quería lo tenía delante1. Johny era un pomposo engreído que pese a
que lo negara rotundamente, aún le encantaba demostrar a la gente lo
grandioso que era. Y Reed... el único hombre que conocía capaz de compararse
con su padre parecía una sombra de lo que se suponía que era, pasando la
mayor parte del tiempo jugando con su hijo o pasando las horas muertas con
su mujer a saber cómo. Y luego estaba ese idiota de Scott. Verdaderamente no
entendía cual era la razón por la que seguía en la base con Reed de vuelta,
aunque eso le permitía seguir estando cerca de Cassie...
Cassie. Ella era la razón por la que aguantaba todo esto. Y seguramente por
la que había hecho muchas tonterías últimamente, alguna de las cuales hacía
que temiera volver con su padre2... o su amo como solía llamarle. Sabía
que él no era su padre, es más, era hijo de un sirviente suyo, así que "amo"
era el apelativo apropiado que tenía que decir delante de él o de otras
personas. Pero al menos en sus pensamientos podía llamarlo padre. Y ahora su
padre estaba furioso con él y por eso se encontraba allí. Pero Cassie había
conseguido que se olvidara en parte de eso. El estar con ella le producía
una sensación extraña, pero no sabía por qué. Necesitaría preguntarle a
alguien, pero la única persona a la que le pediría consejo sobre esto, Reed,
no estaba disponible, y los demás no eran de su confianza. Mucho menos el
padre de Cassie, Scott, que seguro se burlaría de él, y eso como mínimo.
Pero quizás le ayudara a entender como aceptaba a hacer cosas que nunca
hubiera pensado que haría por nadie. Y una de ellas era acompañarla al
colegio.
- Muchas gracias Kris - hacía un tiempo que había empezado a llamarlo así, y
aunque pensaba que debería molestarle, no lo hacía en absoluto - me alegra
mucho que me acompañes. Tenía muchas ganas de enseñarte mi colegio.
- No hay de que Cassie - respondió con rapidez.
- No, en serio. Pero cambiando de tema ¿no podrías cambiar tu traje de
superhéroe un poco?
- ¿C-como? - tartamudeo Kristoff - ¿Cambiar mi qué?
- Sí, es que es muy tétrico ¿sabes? Estaría mejor algo un poco mas brillante
o colorido. Si yo fuera superheroína me gustaría tener otra cosa, no sé... -
Cassie cerró los ojos y una sonrisa apareció en su cara - ...como el traje
que le hiciste a mi padre, molaba un montón ¿sabes?
- Ya... pero veras, es que mi armadura es un regalo, no puedo cambiarlo, ya
sabes...
- Oh vaya, entiendo. Pues yo si tuviera uno me gustaría que fuera de un rojo
fuerte...
Y empezó a hablar de como sería su traje ideal. Fantástico, cuando Cassie se
ponía a divagar no había quien la parada. Pero así no le volvería a
preguntar por el traje... aunque tal vez unos ligeros cambios no le harían
daño...
El colegio resultó estar no muy lejos de donde vivía Cassie, y para ser un
colegio público se veía bastante acogedor. Aunque eso no le ayudaba. No se
consideraba una persona especialmente sociable, y el estar rodeado de chicos
y chicas de su edad no le hacía demasiada ilusión. Pero pronto apareció una
cara conocida.
- ¡Donny! ¡Hola! ¿Ya estas de vuelta?
- Si... los de la protección de menores me dijeron que podía volver a mi
vida normal, así que mi madre me ha traído a clase... ¡Kristoff!, hola ¿Has
decidido apuntarte al colegio?
Donnovan Mayers era un chico que conoció unos meses atrás cuando apareció
por la torre de las 4 libertades para ver a Cassie. Era un compañero de
colegio de Cassie, al cual su padre le pegaba con asiduidad, por lo que
cuando Kristoff y Cassie lo descubrieron3 le animaron a denunciarlo y fue
acusado de maltrato a él y a su madre. Ahora parecía un chico nuevo, aunque
pese a no tener ya un calvario en su casa, aun tenía ese rostro de timidez y
miedo.
- No, en realidad vine solo a acompañar a Cassie. No tenía nada que hacer
y...
- ¡Bola va!
Antes de que le diese tiempo a dar la vuelta, Kristoff recibió un fuerte
golpe en la cabeza que lo tiró al suelo. Al levantarse vio que lo que le
había golpeado era un balón de fútbol. Se levanto y recogió el balón.
- ¡Oye! - dijo un chico de más o menos su edad que se acercaba a él
corriendo - devuélvenos el balón.
- Primero pídeme perdón. Es lo mínimo por haberme golpeado.
- ¿Como? - dijo mirando a Kristoff detenidamente de arriba a bajo - ¿a un
niño pijo como tú? ¡Vas dado!
- Oye Dawson, no te hagas el chulo y discúlpate - le reprendió Cassie al
chico. Lo conocía. Un sensación de despreció hacía ese Paul apareció de
repente. Conocía a Cassie.
- ¡Lo haré si me da la gana! ¡Y no me da la gana!
- Dawson, deberías dárselo - se atrevió a decir Donnovan.
- ¿Tú me vas a decir a mi lo que debo hacer? No me hagas reír y escóndete
detrás de las faldas de Cassie, como haces siempre.
Kristoff decidió darle una lección - Toma tu balón - lo dejó caer e intento
lanzárselo con el pie como les había visto a hacer a Cassie y a Donny
mientras jugaban4, con tal mala fortuna que erró al golpearle y resbaló
cayendo al suelo. Las carcajadas de los niños que estaban cerca no se
tardaron en oír.
- Jajaja - se mofó Dawson - o sea que el niño rico intentó darle a la pelota
y se cayó. Qué pena.
Donnovan intento ayudarle a levantase, pero Kristoff lo apartó. Se levantó
despacio sin dejar de mirar fijamente a Dawson - ¿Eso crees? Bien... te
reto. Un partido: tú contra mi. Cuando quieras.
- ¿Tú contra mi? ¡Jajaja! ¿Estas hablando en serio? ¡Te daré una paliza!.
- Que sean 3 contra 3 - dijo Cassie en ese momento. Donny, Kris y yo contra
ti y 2 de tus amigotes.
- ¿Estáis hablando en serio? ¿Vosotros? Bien, de acuerdo. este domingo en el
parque de detrás de la escuela. A las 4. Y no os rajéis.
- No lo haré - dijo Krisstoff con voz de ultratumba.
En cuanto Dawson se fue Cassie la tomó con Kristoff - ¿Cómo se te ocurre
retarle? Dawson es con mucho de los mejores jugadores de la escuela.
- Tranquila, le venceré
- ¿Como, si no tienes idea de fútbol? Me dijiste que no habías jugado en tu
vida.
Era verdad. De hecho no había jugado a nada en su vida. Y para ser sinceros,
los ejercicios físicos no eran su fuerte. Pero eso no iba a ser excusa.
- Tranquilo, yo te enseñaré, ya veras. No en vano soy la segunda mejor
jugadora del colegio - le intentó animar Cassie.
- No - dijo calmadamente - no hace falta. Ya veras, el domingo estaré
preparado.
Y dicho eso se fue del colegio, dejando a unos Cassie y Donnovan mudos.
- Hola pequeño monstruo.
Kristoff se fue directamente a sala de datos sin ni siquiera responder al
comentario de Scott
- ¿Estará enfermo? En fin, quién sabe lo que pasa en su cabeza...
Nada más llegó allí empezó su búsqueda. Para su alivio, el material
existente sobre fútbol era bastante grande. Libros de reglas, técnicas de
juego, videos de partidos... durante los 5 días siguientes se dedicó a
documentarse y a aplicar lo aprendido. 10 horas al día para leer y ver todo
el material una y otra vez. 8 horas para practicar lo leído. Nunca había
jugado en su vida, nunca se había preocupado por ningún deporte, pero era un
digno hijo de Muerte: si se proponía algo, lo conseguía. Sin ningún pero.
El domingo a las 4 Cassie y Donny llegaron al punto de encuentro. Cassie
estaba bastante preocupada por Kristoff. No lo había visto en toda la
semana, y cualquier intento por comunicarse con él le había resultado
imposible. No sabía que había pasado con él. No no conocía de mucho tiempo,
pero sí lo suficiente como para saber que no era de los que se rajaban por
algo así. Algo planeaba...
- ¡Ey Cassie! No pensaba que vinierais...
Dawson hacía su aparición. Como suponía, los dos chicos que iban con él eran
Clark y Gordon. Esos dos siempre iban detrás de Dawson como lapas.
- Veo que tu perrito faldero ha venido contigo... pero falta el niño pijo
¿Donde esta?
- Ehh, creo que debe de ser ese que viene allí - dijo Clak señalando detrás
de Cassie.
Efectivamente era Kristoff. Pero su aspecto, lejos de provocar respeto como
él pensaba, causo que todo el mundo, incluida Cassie se empezaran a reír
como locos. Estaba seguro que ir con la camiseta del Manchester United, uno
de los equipos de los que había visto videos, y que según había leído y oído
eran conocidos como "los diablos rojos", iba a causar impacto, pero no ese
tipo de impacto. La verdad es que habría funcionado si el traje no le
sobrara por todos lados, notándose especialmente en el pantalón corto, que
en el parecía mas una falda.
Kristoff hizo caso omiso de los comentarios de Cassie y de las mofas de
Dawson y sus amigos. El factor psicológico había fallado. Ahora quedaba el
partido.
- Esto será un juego de niños - se mofó Dawson - Es más, os concedo el
saque.
Cassie sacó para Donny. pero Kristoff se interpuso en el camino del balón y
se lanzó en dirección a la portería contraria.
- Bueno... al menos aprendió a no tropezar con el balón - se burló Dawson.
Pero la sonrisa se le borró de la cara. Kristoff le dio al balón con
sorprendente facilidad y este fue dirigido directamente a su cara.
- ¡Esta por la del martes! - gritó Kristoff.
- Maldito crío...
El partido fue épico. Grandes jugadas se vieron en el partido. Regates,
pases, chilenas, tiros con efectos... pasada una hora el partido estaba 3 a
3. En el rostro de todos corría el sudor a raudales. El partido no parecía
que pudiera tener un final claro... hasta que llegó la jugada clave. No fue
un remate espectacular, ni nada parecido. Donnovan, al intentar despejar el
balón le dio sin mirar hacia donde iba dirigida, que fue en la entrepierna
de Dawson.
- Maldito imbécil... te vas a enterar...
y Clark y Gordon se lanzaron contra el pobre Donnovan. Y Kristoff hizo lo
único que se le ocurrió que podía hacer... se unió a la lucha. No sabía por
qué. Si algo había aprendido de su padre era a no meterse en batallas en las
que no iba a conseguir nada. Pero el partido, la emoción, el estar con dos
personas a las que estimaba... definitivamente esto era lo último que cuando
estaba en Latveria imaginaba que le iba a ocurrir.
- ¡Hombres!
- Pero ¿por qué?
Scott no se esperaba esta situación. Cassie entró en casa con cara de pocos
amigos y seguida por unos Kristoff y Donny con sus ropas hechas harapos y
llenos de moratones. La cara de furia de su hija era un poema, aunque no
tuvo tiempo de verla mucho tiempo y mucho menos preguntarle la razón porque
se dirigió volando a su habitación y cerró la puerta en las narices de los
dos chicos.
- Por favor Cassie, ábreme...
- ¡No! ¿Después de lo que hicisteis? ¡Ahí os quedáis!
- Pero...
- ¡Pero nada! ¿Por qué los hombres tenéis que resolver las cosas a golpes?
- No fue culpa mía. Yo...
- ¡Nada! ¡No quiero veros! ¡Fuera!
Scott se dirigió hasta donde estaban los 2 chicos totalmente alicaídos.
Sobre todo la cara de Krisstoff, que era todo un poema.
- ¿Pero qué narices habéis hecho para enfadarla así y llagar tan machacados?
Donnovan le contó la historia completa. Mientras se la iba contando Scott no
podía evitar que una sonrisa apareciera en su cara, recordando sus tiempos
de crío en las que esas peleas eran el pan nuestro de cada día. Y en su
caso, también hubo Cassies encargadas de hacerles arrepentirse de haberse
peleado.
- Scott, por favor, ¿qué puedo hacer?
La pregunta de Kristoff le vino totalmente por sorpresa. Nunca le llamaba
así, o si lo hacia siempre venía acompañado de algún adjetivo despectivo.
Pero esta vez no. Y cuando le miró a los ojos no vio al hijo engreído de un
monarca con delirios de grandeza. Veía a un niño que estaba colado por una
chica y que no sabía que hacer para que le hiciera caso. Al final se
resignó. En el fondo el chico le caía bien, y puestos a elegir, al menos él
era un chaval que trataba a su hija muy bien. Y ya se sabía: más vale malo
conocido...
- Mira Kristoff, ahora mismo Cassie esta de muy mal humor, y cuando una
chica esta así es mejor no acercarse a ella con un simple perdón. Tendrías
que demostrarle de otra manera que de verdad lo sientes.
- ¿Regalándole algo?
- Bueno, sí... pero también haciendo alguna cosa que le agrade como llevarle
los libros al colegio, o hacer realidad alguna ilusión o deseo que tenga
o...
- Un deseo... - Kristoff se quedo pensativo un rato - ... si, creo que ya
sé.
Y nada más decir eso se fue sin decir nada más.
- Creo que este chico no conoce la palabra "gracias". Ni "hasta luego", ya
puestos.
Dos días después Scott se dirigió a la Torre de las 4 Libertades. Kristoff
había llamado a su hija para enseñarle algo. Después de hacer las cosas de
casa decidió, por pura curiosidad, ver qué era lo que Kristoff quería
enseñarle a su hija. Cuando llegó, se arrepintió de haber ido: Cassie
llevaba una especie de traje. Para ser más exacto era una armadura de color
rojo, con unas gafas de esquiador naranjas y una capa azul.
- ¿Has visto papi? Es mi traje de superheroína ¡Y funciona! Vuela, tiene un
escudo defensivo, y las gafas tienen un ordenador como las de Tom Cruise en
Misión Imposible. ¡Como mola! ¡Es mejor que tu traje! ¡Incluso que el que te
mejoró5!
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡KRISTOOOOOOOOFF!!!!!!!!!
Kristoff estaba contento: había conseguido que Cassie le volviera a hablar y
había sacado de sus casillas a Scott. y lo mejor de todo: había conseguido
que esta semana no fuera monótona ¿Qué más podía pedir?
1.- En Marveltopía: 4 Fantásticos #418
2.- Fantastic FouR #409, Los 4 Fantásticos Reunión #2 Forum.
3.- En Fantastic Four #410, Los 4 Fantásticos: asuntos de Familia Forum.
4.- También en Fantastic Four #410
5.- Se lo construyó en Fantastic four #403, los 4 Fantásticos Reunión #1 Forum.
EDIFICIO BAXTER
Escribenos a marveltopia@terra.es