LOS CACHORROS #10
Medio hermanos
Guión:
Xum
PORTADA: Los Cachorros posando para la portada vestidos a la manera medieval. Con brillantes armaduras y demás, como en el fondo soy un poco sexista, Maxine esta con un precioso vestido de esos de princesa de cuento
Veamos, en el ultimo episodio los Cachorros se despidieron de "El Viejo" y
se fueron con dos caballeros medievales a visitar al medio hermano (por
parte de padre) de Fiambre que casualmente gobierna sobre una ciudad en una
dimensión paralela llamada Agandur (que bonito nombre).
Cabalgando por la pradera.
- Entonces... ¿Como es mi hermano?- Pregunta.
- Técnicamente medio hermano.- Interrumpe Jon.
- Bueno, ya le veréis vos mismo.- Le contesta Guyton. Al principio su misión
había sido la de acabar con el "viejo", pero al conocer que Fiambre era hijo
primogénito del Gran Rey Brujo (padre del Príncipe, el medio hermano del que
he hablado antes) se aliaron a Fiambre. Mientras que Guyton creía ciegamente
en Fiambre, el otro caballero, Seijo, aun tenia sus dudas.
- ¿Cuánto falta?- Pregunta Tat.- Tengo el culo cuadrado.
- Poco.- Dice Seijo.- A propósito, Lord Fiambre, debería usted esconder la
marca de su mano.
- ¿Por?
- Veréis, si aparecéis por ahí diciendo que sois el primogénito del Gran Rey
Brujo, el Príncipe se puede sentir amenazado y pensar que le queréis
arrebatar el reino. Lo mejor seria hacerse su amigo primero y luego
sincerarse. Deberíais ocultar el tatuaje que os permite invocar al
elemental, ya es la muestra de que la sangre del Gran Rey Brujo corre por
vuestras venas.- Explica Seijo.
- Yo creo que tiene razón.- Dice Jon.- De hecho no sueles causar una buena
primera impresión...
- Gracias por subirme la moral, Jon. Tu si que eres un amigo.
- Si, tu enfádate, encima que soy sincero.
- Algunos tipos de sinceridad apestan.- Interviene Tat.
- Contemplad la vista de Ordertown...
Los Cachorros paran sus monturas encima de una colina.
- Guau...- Murmura Jon. Era una ciudad bastante imponente para ser medieval.
- Ordertown fue fundada por el Gran Rey Brujo para mostrar su poder. Su
localización, entre Gullfort y Numblor le sirve como punto vital en el
comercio entre los elfos y humanos. Fue gobernada por el Gran Rey Brujo
hasta que este desapareció misteriosamente, poco después del nacimiento de
su primer hijo varón, el Príncipe.- Guyton hace una pausa.- Perdón, su
segundo hijo varón...
Fiambre sonríe.
- Ahora esta gobernada por el Consejo de Ancianos, aunque cada vez el
Príncipe acumula más poder, como legítimamente le corresponde debido a su
herencia. El tatuaje del elemental hielo le muestra como heredero, ya que el
mismo Gran Rey Brujo le marcó con esta seña como su sucesor.- Concluye
Guyton.
- Harías un excelente guía turístico.- Le dice Tat.
- ¿Que es un "guía turístico"?
- Hum... No importa.
Fiambre se coloca un guante de cuero en la mano donde tenia el tatuaje a
fuego que utilizaba para invocar a su elemental.
Poco a poco la comitiva empieza a abrirse paso hacia el castillo en medio de
la ciudad.
- ¿Maxine?- Pregunta Tat a su "novia o algo así".
- Déjame en paz, Tat.
- Max, me parece muy bien que dejes de hablarme. Tendrás tus razones... Pero
no me gusta que me excluyan, si tienes algún problema conmigo me lo dices y
punto. Han pasado tres días desde lo de Siniestro, tres días desde los que
no me has dicho nada... ¿Razones? No las sé, a no ser que me las expliques
jamas las sabré...
- Tat.- Le dice ella.- Es muy fácil. Yo no debo responder ante nadie por mis
actos. Menos ante ti. Solo te pido que me dejes en paz hasta que aclare mis
sentimientos. Aun no me he planteado dejar lo nuestro.
- BIEN. Solo quería oír eso. No se si te das cuenta, pero puede que debieras
consultar conmigo lo "nuestro"... Puede que cuando te decidas ya no halla
nada que hablar.- Con esta ultima amenaza Tat para en seco a su caballo y se
pone en ultimo lugar de la comitiva.
- Mierda.- Murmura Máxime.
Empiezan a cruzar las grandes puertas del castillo. Vamos, no creo que haga
falta que os lo describa, altas torres, un foso, puente levadizo, todo muy
majestuoso.
Todo el grupo baja de sus monturas. Son recibidos por una turba de gente.
Guyton y Seijo los van apartando.
- Tenemos audiencia con el Príncipe.- Dicen al corpulento guardia en la
puerta del Castillo Real.
- Pasad.
Los pasillos de dentro están mucho más despejados. Hay una enorme bóveda de
color azul, la estancia es iluminada por unas cristaleras, por todas partes
hay unos enormes tapices que muestran claramente el signo que Fiambre lleva
en la mano.
Al fin llegan a la sala del trono. Hay muchas personas, todos ellos muy bien
vestidos, parece la creme de la creme de la zona.
- Son los nobles del Consejo de Anciano, el órgano fue creado por el Gran
Rey Brujo para gobernar mientras que el Príncipe fuera menor.- Le murmura
Guyton a Fiambre.
La atención de este se ve atraída por una pequeña figura sentada en el
trono. Parecía muy joven, pero un aire de majestuosidad le distinguía.
Se pone de pie bruscamente y levanta la mano enseñando el tatuaje en la
palma de esta (al contrario que Fiambre que lo tenia en la parte posterior
de la mano).
- Saludos. Guyton y Seijo, mis fieles sirvientes. ¿Habéis cumplido vuestra
misión?
- Si señor, lo hicimos sin contratiempos.- Miente Guyton.
- ¿Y quienes son estos que os acompañan?- Pregunta el Príncipe.
- Son unos viajeros perdidos venidos de la mismísima Tierra que encontramos
a nuestra vuelta...
- ¿Tierra? Interesante. Nuestros brujos dicen haber encontrado hechizos para
viajar allí. Presentaos.- Les ordena a los Cachorros.
Estos se quedan un poco desconcertados, pero es Fiambre el que toma la
palabra.
- Veréis señor.- Empieza.- Debido a un fallo que escapaba de nuestro control
fuimos a parar a aquí, donde seguidamente nos encontramos con vuestros
caballeros. Aprovechando que estamos aquí, nos gustaría estudiar vuestras
costumbres antes de volver a nuestro hogar. Vuestra ciudad parece
fascinante.
- Yo soy el Príncipe ¿Como os llamáis?
- Yo soy Manuel y mis compañeros son Jon, Maxine y por ultimo Tat.
- Supongo que estaréis cansados del viaje. Mi hermana os enseñara vuestro
alojamiento.
- ¿Hermana?- Pregunta Fiambre desconcertado. El Príncipe no debía superar
los doce años, aunque daba muestras de poseer gran madurez para su edad.
¿Una hermana?.
- Si. Es mi hermana mayor, aunque no tiene acceso al trono por ser mujer.-
Dice mostrando una cierta vena machista.
- ¿Es hija del Gran Rey Brujo?- Pregunta de nuevo Fiambre.
- Si ¿os han hablado de mi padre?
- Si, aunque me gustaría saber más de él.
- Después de acomodaros si queréis os explico más sobre él. Malla,
mostradles sus aposentos...
Una chica que rondaría la edad de los Cachorros se levanta y les indica que
la siguieran por un pasillo. Junto a ella iban un par de chicas más.
- ¿Eres su hermana?- Le pregunta Fiambre.
- Si, señor.
- ¿Cuantos años tienes?
- Haré diecinueve lunas esta Primavera.- Dice sin levantar la mirada del
suelo a la vez que guía a los cuatro Cachorros por un largo pasillo. Fiambre
la coge por la muñeca suavemente. Ella levanta la vista. Tenia una mirada un
tanto sumisa. Había algo extraña en esta... No era exactamente humana.
Fiambre calcula que él debía tener menos de un año más que su medio hermana.
Se ve que su padre no había perdido el tiempo al llegar a Agadur.
- Tranquila.
- Esta es vuestra habitación.- Les dice a la vez que se suelta bruscamente
de la mano.
- Déjalo, Fiambre... - Le dice Tat.
Los Cachorros entran en la habitación.
- A ver... ¿Cómo nos repartimos las camas?- Pregunta Jon.
Una vez dentro los Cachorros trazan un plan.
- Veamos.- Empieza Fiambre.- Estamos en un sitio desconocido y deberíamos
intentar conseguir toda la información posible. No lo he querido decir
antes, pero me da muy mal rollo el Príncipe.
- Estoy de acuerdo, un chaval de menos de diez años intentando hacerse con
el poder de una ciudad... - Añade Tat.- O es muy ambicioso o fácilmente
manipulable.
- O ambas cosas.- Dice Maxine.- Eso dejado a parte el hecho de que el crío
es sumamente machista.
- Oh mierda... - Se oye a Jon, estaba revolviendo en el armario.
- ¿Que pasa, Jon?- Pregunta Fiambre.
- ¿Habéis visto la única ropa de repuesto que nos queda?- El resto de
Cachorros se asoma al armario.- Bienvenidos al maravilloso mundo de los
leotardos.
- Yo no pienso vestirme eso.
- ¿Y que vas a hacer, Tat? Seguir oliendo a mierda hasta que volvamos a
Falls Edge.- Le dice Fiambre.
- Quizás sea una opción... Yo no pienso vestirme unos leotardos.
Más tarde en la entrada a los baños públicos del palacio.
- ¿Cómo que no puedo entrar?- Pregunta Maxine.
- Lo siento si no conoces nuestras costumbres, pero los baños públicos son
solo para hombres... - Le responde el guardia de la entrada.
- ¿Escondéis al machismo detrás de vuestras "costumbres"?.
- Max... No la montes, estoy de acuerdo contigo, pero no nos metas en líos.-
Le dice Jon que estaba junto a ella.
- ¿Dónde se supone que deberíamos bañarnos entonces, señor guardia?.
- En vuestro cuarto. Hay una bañera para ello.
- ¿Te refieres a la mierda de taza roñosa que hay?.
- Déjalo, Maxine. Vamonos.- Le dice Jon a la vez que la gira y la empieza a
alejar de allí.
- No, Jon... Déjame... Guardia ¿Crees que por ser...?.- Jon le tapa la boca
a Maxine.
- Tranquila zorrita, o te tendré que dar tu merecido.- Le dice el guardia.
Maxine contiene la rabia que le provoca el comentario, con su poder mutante
podía tumbar al imbécil antes de que supiera lo que le golpeo.
Para su sorpresa es Jon estalla. De un empujón tumba al guardia.
- No vuelvas a insultar a una dama. Somos vuestros invitados ¿crees que al
Príncipe le hará gracia si se entera que nos has tratado mal?- Le dice Jon.-
Yo que tú mantendría la boca calladita.
El guardia parece pensar durante un momento antes de hablar, pero cuando lo
va a hacer Maxine y Jon ya están camino de su habitación.
Maxine le da un beso en la mejilla a Jon.
- Eres un encanto.- Le dice.- Pero la próxima vez déjame que me defienda
sola.
- Ya. Y nos meterás en un montón de líos.
Llegan a la habitación.
- Yo me bañare primero.-
- ¿Eh? Yo pensaba que nos íbamos a bañar juntos...- Maxine le lanza una
mirada escéptica.- Era broma, Max... Ya me bañare antes de cenar.
Jon deja sus cosas encima de la cama y se va.
Maxine pasa el pestillo desde dentro.
A un par de manzanas de allí.
- ¡¡¡Y ÉL LA DEFENDIÓ!!!.
- Extraño, muy extraño... Estáis segura de que no son amantes.
- Sí, mi señora. Ella y el chico de pelo rubio parecen tener algún asunto
por solucionar.
- Muy extraño.
Jardines Reales.
- Mi padre... El Gran Rey Brujo, se dice que fue el mayor hechicero de la
zona, unifico todo su reino derrotando a los caudillos locales y
obligándoles a pactar con él. Y gracias a su habilidad como monarca
consiguió mantener una prospera paz en la que nuestra zona se ha enriquecido
gracias a un intenso comercio. Fue una gran persona.
- Parece muy interesante, Príncipe. ¿Llegasteis a conocerle?.- Pregunta
Fiambre.
- No. Cuando nací realizó la invocación y me otorgó el elemental de hielo
para nombrarme su legitimo sucesor. Después desapareció.
- Es una lastima.- Fiambre se siente unido ante la historia del joven, él
también había sido abandonado por su padre. Por la misma persona. Por un
momento casi le cuenta al Príncipe que no estaba solo, que tenia un hermano,
luego recuerda la advertencia de Seijo y se decide por mantener la boca
cerrada.
- ¿Queréis ver mi elemental?.
- Por supuesto, majestad.- Le contesta Fiambre.
El Príncipe levanta la mano y la mueve rápidamente hasta que el tatuaje
empieza a brillar y una especie de frío viento sale de este. Poco a poco el
viento toma forma.
Parecía un enorme montón de nieve volador, Fiambre siente vergüenza, su
elemental no estaba ni la mitad de desarrollado, el del Príncipe era enorme.
- ¿Que os parece?.
- Impresionante.
Jon camina por los pasillos del castillo. Por ahora había encontrado la
biblioteca, la armería y los barracones de los soldados.
Se preguntaba si la cocina estaría muy lejos.
- Perdone, señor.- Oye a sus espaldas.
Se gira. Una chica vestida con un largo traje verde le miraba. Jon cree
haberla visto en la entrada a los baños públicos.
- ¿Ehum?.
- Lady Malla quiere verle.
- ¿Ehum?.
- La Princesa Malla. Seguidme.- Le pide. Jon se congratula por haber quedado
como un verdadero imbécil y sigue a la chica por una serie de pasillos.
¿Era cosa suya o esa chica tenia rasgos un tanto extraños?.
Al final le abre una puerta. Jon entra recelosamente en la habitación. La
puerta se cierra tras él.
Había un gran ventanal, una chica estaba sentada mirando a través de este.
- Me han contado lo que hizo en la entrada a los baños públicos...- Dice
ella.
Jon reconoce la voz, era la medio hermana de Fiambre.
- ... Y tengo una pregunta ¿Eran ustedes dos amantes?
- NOO.- Jon se sonroja.
Malla le mira con incredulidad.
- Sois muy valiente.
- Pues por que no me ha visto pelear contra el Dr. Muerte.
- ¿Como?.
- Nada. Que no es para tanto, cualquiera en mi lugar habría hecho lo mismo.
- No lo creo. Puede que en su lugar natal, pero aquí en Ordertown las
mujeres somos poco más que nada. Sin darse cuenta ha hecho algo
completamente inesperado y, desgraciadamente, fuera de lugar. Me gustaría
saber todo sobre ustedes y la Tierra.
- Hagamos un trato.- Propone Jon.
- ¿Cual?.
- Información por información.
Campo de entrenamiento.
Todo empezó con un reto, Tat pasaba por allí y uno de los soldados le
propuso participar en un combate. Tat dijo que no y el guardia le llamo
gallina.
Poco después venció a su primer enemigo. Seguidamente otro le reto.
Utilizando su telequinesis para golpear más fuerte y esquivar más rápido
nadie podía sospechar que tenia poderes mutantes. Tras un rato peleando los
soldados, muy sorprendidos, le empezaron a retar en parejas.
Tat lo estaba disfrutando, apenas sudaba, la mayoría del esfuerzo era
utilizar creativamente su telequinesis. Estos idiotas eran pan comido.
Habitación de la Infanta.
- Entonces sois un grupo de mutantes que en un enfrentamiento con un villano
aparecisteis aquí.
- ¿No me crees?.
- Claro que sí. Cosas más raras se han visto.
- Como una chica de rasgos delicados y orejas puntiagudas...
- ¿A que te refieres?.
- ¿Eres humana?.
La medio hermana de Fiambre se quita una capucha que cubría su cabeza,
confirmando las sospechas de Jon. En cierta manera no era fea, pero sí algo
extraña. Sus ojos eran rojos. Tenia orejas acabadas en punta y una piel un
tanto pálida.
- Mi padre fue el Gran Rey Brujo. Mi madre la Princesa Elfa Perla. Soy medio
humana y medio elfa.
- Tu le conociste, ¿no?.
- Sí.
- Me podrías contar más cosas de él.
- Era un humano apasionado, al llegar se casó con mi madre, ambos estaban
profundamente enamorados y ella me tuvo a mí antes de morir en el parto.
Después se casó con una furcia, madre del Príncipe. No creas que fue un mal
padre, era muy cariñoso y divertido. Creo que el Príncipe me odia por que yo
le llegue a conocer y él no. Yo le odio por que él fue la causa de su
desaparición.
- ¿Como? ¿Que quieres decir?.
- No lo recuerdo muy bien, era muy pequeña. Pero recuerdo después del parto
como habló con mi madrastra. Yo estaba escondida por que quería ver al
pequeño. Él decía algo como "Sabias que si esto ocurría tendría que irme",
ella le suplicaba que le dejara un símbolo, algo a su pequeño para que le
recordase. Por eso él le capturo un elemental. Luego su madre utilizó eso
para darle prioridad a su hijo en el trono.
- ¿Quieres decir que tú eras la primogénita del Gran Rey Brujo?.
- Si, pero de poco sirve si no tienes el apoyo de la nobleza. Estos viejos
apergaminados no quieren que les gobierne una mujer. Estoy sola.
- No estáis sola. Tenéis un hermano.
- ¿Creéis que el Príncipe me ayudara?.
- NO. No me refería a ese hermano.
- ¿Que queréis decir?.
- Uno de mis compañeros es el hijo primogénito del Gran Rey Brujo.
- ¡¡¿QUE?!!
Por primera vez Jon ve como Malla se sorprende. Tenia un aspecto encantador
cuando se dejaba de formalismos y protocolos. Quizás si se quitase el
maquillaje le invitaría a un par de copas...
- Antes de llegar a Agadur el Gran Rey Brujo tuvo un hijo en la Tierra.
- ¡¡¿COMO?!!
- Posee el tatuaje del elemental de fuego.
- ¡¡¿QUE?!!
- ¿Te han dicho alguna vez que estas guapísima cuando te desconciertan?.
- ¿ES UNA BROMA?.
- No. Nada de lo que he dicho.
Fiambre llega a su habitación tras una larguísima conversación con él
Príncipe.
Nunca en su vida encontró una habitación tan concurrida.
Estaban Jon, Tat y Maxine. Luego por otra parte la Princesa Malla y toda su
corte de 12 damas.
Todos se quedan pendientes de su entrada.
- Hola... Ehum... ¿Me he perdido algo?.
Malla se le acerca. Ambos mantienen la mirada en los ojos del otro.
Luego le coge la mano y le quita el guante de cuero, dejando al descubierto
el tatuaje a fuego.
Sin mirarlo más de dos veces abraza a su medio hermano.
Más tarde.
Los Cachorros acuden lavados y bien vestidos (con leotardos, jua jua jua)
a la cena. El Príncipe les había insistido en que acudieran.
Un enorme salón. Una laaaarga mesa de banquete llena de comida llena de
grasa.
- Sentaos aquí.- Les indica el Príncipe al llegar. Les señala varios sitios
a su alrededor.- Me gustaría proponer un brindis...
- Tat, mantén las manos fuera de la comida hasta que acabe el brindis.- Le
advierte Fiambre.
- Tengo hambre.
- ... Un brindis muy especial.- Continua el Príncipe, convirtiéndose en el
centro de atención de todos los presentes.- ME GUSTARIA BRINDAR POR MI
HERMANO MANUEL.
- ¿Quién se lo ha dicho?- Pregunta nervioso Fiambre a través de su enlace
telepático con el resto de Cachorros. Jon mira a Malla, la cual le devuelve
una mirada de asombro.
- ME GUSTARIA BRINDAR POR MI FIEL SEIJO, SIN EL CUAL NUNCA HUBIERA SABIDO DE
LA TRAICION QUE SE CERNIA SOBRE MÍ. BRINDEMOS POR LOS TRAIDORES QUE AHORA
VAN A MORIR.- Un pelotón de veinte soldados con lanzas se coloca alrededor
de los Cachorros.
Fiambre se coloca encima de la mesa y se quita el guantelete de cuero.
Enseña el tatuaje a fuego a todos los presentes.
Hay un gran grito de asombro generalizado en la sala.
- Príncipe, estas siendo engañado. Es verdad que ambos somos hijos del mismo
hombre, pero jamas he pensado en traicionar tu hospitalidad.
- NO TE CREO. GUARDIAS APRESADLES.
Antes de que acabe de dar la orden, Maxine utilizando su poder de ralentizar
el tiempo a su alrededor ya se ha quitado la larga falda que la inmovilizaba
y ha aprovechado el tiempo restante para robar cuatro lanzas. Entrega una a
cada Cachorro.
- Malla.- Trasmite Jon telepáticamente.- Ayúdanos... ¿Por donde podemos
escapar?.
- Ojalá esto no estuviera pasando.- Malla trasmite mentalmente un plano de
todo el palacio.- Ojalá que hubiera otra forma. Me hubiera gustado hablar
mas con mi hermano mayor.
- ¿A QUE ESPERAIS? ATRAPADLES.
- Malla, es un tipo genial. Volveremos.- Trasmite Jon telepáticamente
Tat cae en un detalle.
- ¿Dónde esta Guyton?.- Pregunta al Príncipe.
- LOS TRAIDORES NO MERECEN PIEDAD.
- HIJO DE PUTA.- Tat se aproxima con intención de agredirle, pero el
Príncipe invoca a su elemental que se interpone entre ambos.
El elemental de hielo lanza una fuerte bocanada de aire helado. Por un
momento Tat cree que va a morir congelado, pero otra bocanada de aire
caliente le devuelve a la realidad. Fiambre había invocado a su elemental de
fuego.
- ¡¡¡SEGUIDME!!!- Grita Jon.- SE DONDE ESTA LA SALIDA.-
- No hay tiempo.- Le interrumpe Fiambre. Saca su espadón y le suministra una
gota de su sangre mientras pronuncia unas palabras en lengua arcana. Gracias
a la protección de Maxine nadie se les acerca.
Su espada hace un tajo en la realidad que les permitiría volver a la Tierra.
Tat y Maxine cruzan al instante.
Lo ultimo que ve Jon antes de pasar el portal es la cara de lastima de
Malla.
Lo ultimo que ve Fiambre es la cara de arrogancia del Príncipe, sonreía de
oreja a oreja y miraba a su hermano con una mezcla de triunfo y desprecio y
desprecio hacia este.
En ese instante Fiambre se da cuenta de que jamas se volverían a llevar
bien.
Fin del capitulo.
Próximo numero: Los Cachorros #11: Por fin volvemos a la Tierra
CARTAS A LA HABITACION 17 DEL "ASILO ARKHAM PARA VIEJOS DEMENTES"
Veamos... Os puede haber pillado de improviso una huida tan apresurada, pero
es exactamente como la tenia planeada. Tranquilos, he dejado cabos sueltos
al estilo Claremontiano pero prometo resolverlos. Ya tengo en mente como.
¿Cartas?
Naaaah... Pero recibo un montón de publicidad. Resulta gratificante que se
preocupen de intentarme vender cosas.
Xumer.
xum00@hotmail.com
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