LOS CACHORROS #11
Bichos
Guión:
Xum
PORTADA: Tat sentado en una esquina en el suelo, apoyando la espalda en la pared. Fiambre a su lado de pie, mirando hacia él
Demencia. Locura. Obsesion. Llevar al limite cualquier emocion.
En una persona puede resultar peligroso.
En un mutante mucho más.
La historia esta llena de mutantes superpoderosos descontrolados.
Dientes de Sable, Magneto, Apocalipsis... Crean caos. Crean anarquia.
¿Quien sabe si en realidad no están haciendo EXACTAMENTE aquello que
pretenden?
Pongamos otro ejemplo.
Carter esta loco, eso es seguro. Patéticamente intento que la mujer de la
cual estaba enamorada la (ahora resucitada) Avispa se enamorase de él...
Más tarde perdió el control. Se envió a Factor-X.
Carter se enamoro de Maxine Thomson, aka LAPSUS. Una de sus miembros.
Convenció a todos de que había sido un ataque de locura repentino. Que
mejoraría, que se comportaría como si estuviera sano.
Dentro de poco los médicos le darán de alta.
Dentro de poco ingresara en Factor-X.
Y no habrá quien le pare los pies.
Jon llega a casa.
Y no me refiero a Falls Edge. Me refiero a su verdadera casa.
Saca de su bolsillo su juego de llaves. Mete una en la cerradura y aprieta
hacia un lado. La cerradura hace un sonido extraño y se abre.
- ¿HOLA?.- Grita.
Nadie le responde.
Pasa al salón. Su hermano pequeño estaba viendo la televisión.
- Hola Richard.
- Hola Jon.- Responde su hermano sin apartar la mirada de la televisión.-
Mama y Papa volverán dentro de media hora se han ido de compras.
Sin darle más coba a su hermano, Jon se dirige a su habitación. Quería
recoger unas cuantas cosas, cuando fue a Falls Edge no llevaba más que el
equipaje de mano y necesitaba algo para hacer su habitación un poco más
acogedora.
Falls Edge. Frente a las celdas de contención.
Tat estaba lanzando cacahuetes al "Bicho". Factor-X lo capturo en el #148...
En cierta manera Tat se sentía identificado a este. Estaba encerrado. Sin
posibilidad de poder elegir su propio destino. Maxine estaba pasando por una
crisis de identidad, y le había dicho que se mantuviera al margen. Cosa que
no podía hacer sin sentirse violento.
Lanza otro cacahuete al Bicho. Utilizaba su telequinesis para abrir una
pequeña brecha en la seguridad de la celda.
Esta vez le da en la cabeza y rebota cayendo al suelo.
El Bicho se agacha y se come el cacahuete.
- Je je je... Puto Bicho... Mira como come el jodido...- Dice Tat para si
mismo.
Falls Edge. Sala de entrenamiento.
El sonido de espadas cruzándose y el chisporrotear de los campos de energia.
Fiambre y Maxine estaban batiéndose en duelo.
Alrededor de todo su cuerpo un campo de fuerza invisible les protegía para
que pudieran esforzarse al máximo sin riesgo de hacerse daño.
Mientras que Fiambre usaba su viejo espadon (el que abre brechas en la
realidad) Maxine prefería utilizar dos katanas, una en cada mano.
- No me extraña que fueras campeona de esgrima.
- No creas, esto no tiene nada que ver con ella. Además solo era campeona de
la zona, aunque es verdad que siempre ha existido mucha costumbre alrededor
de la esgrima donde vivia.- Maxine empleaba alternativamente su poder
mutante. De vez en cuando le intentaba poner las cosas difíciles a Fiambre.
Estaba claro que Maxine tenia muchísimo más control sobre ambas katanas que
Fiambre sobre un espadon. Aun así el chico tampoco se defendía mal.
- ¿Por que no intentas atacarme sin usar tu poder?.
- ¿Quieres que me ponga seria y te deje en evidencia?.- Fanfarronea Maxine.
- Sin tu poder mutante no creo que seas capaz de acertarme tan facilmente.-
Fiambre estaba intentando que Maxine se olvidase de lo desgraciada que se
sentía y demás... Y lo estaba consiguiendo.
- ¿Ah no?.- Maxine utiliza su poder para acercarse a una esquina, deja una
de sus katanas y vuelve en menos de un suspiro.- Prepárate a morir, Manuel.
Fiambre adopta una posición de defensa y coloca su espada entre él y ella.
Maxine sin usar sus poderes se lanza de modo suicida contra él. Dando largos
tajos intenta acertarle, pero Fiambre esquiva la mayoría y el resto los para
con su espada, luego le golpea levemente dando justo en el blanco.
El pequeño triunfo de Fiambre no hace más que enfurecer a Maxine, que esta
vez se pone mucho más agresiva. Ambos empiezan a intercambiar mandobles cada
vez más fuertes y descontrolados. Al final de un solo golpe el espadon de
Fiambre rompe en dos la katana. Desquilibrada por el impacto Maxine cae de
espaldas. Fiambre se sienta encima de ella y le coloca la espada apuntando a
la cabeza.
- ¿Te... rindes?.- Dice entre jadeos.
Ambos se quedan mirándose a los ojos. Por un momento por ambas mentes pasa
una idea loca. Ambos estaban sudados y jadeando, uno encima del otro, aun
enormemente agresivos por la descarga de adrenalina.
Fiambre se levanta inmediatamente y aparta la mirada. Por un momento no dice
nada. Pasado ese instante le ofrece la mano a Maxine. Ella se ayuda de esta
para levantarse.
- Voy a ducharme.- Dice Maxine.- Ya seguiremos otro dia.
Fiambre se queda pensando el lo ocurrido. O mejor dicho en lo que podía
haber ocurrido.
Casa de Jon.
Toda la familia esta en la mesa.
- Entonces ¿que tal el trabajo ese para el Gobierno?.
- Muy bien, Papa. Todo muy bien.
- No me gustan esas lentillas que cambian el color de los ojos.- Le dice su
madre.
" Bueno, Mama, es que en realidad es un cuerpo clonado a través de las
células del original y tiene este pequeño defecto."
- Bueno, Mama, es que es necesario para acceder a ciertas zonas...
- Ja ja ja.- Se rie su padre.- Parece una película de espias.
- Si, en cierta manera se parece.
- Bah, menuda gilipojez.- Dice su hermano a la vez que se levanta con su
plato.
- Alto, Richard, aun no hemos acabado de comer.- Dice su padre.
- Yo si...- Responde él mientras se levanta y cierra la puerta tras sí.
Hay un breve silencio.
- No se que le pasa últimamente a tu hermano...- Le dice su madre a Jon.
- Son esos amigos que tiene ahora.- Dice su padre muy serio.
Tat seguía lanzándole cacahuetes al Bicho.
¿Libertad o cautividad?. Por una parte el Bicho no podía hacer lo que
quería, por otra aquí dentro le alimentaban. Una prisión de oro.
Era un dilema un tanto peliagudo...
Libertad. Dejarle libre para que ocurra lo que deba ocurrir. Que el
sobreviva o no lo haga según su suerte o habilidad.
Si, definitivamente no debería ir en contra de la naturaleza, si Bicho moría
seria por que es lo que debía ocurrir, mantenerlo encerrado contra su
voluntad y la de la naturaleza no era justo. Dejarlo en libertad y que el
destino decidiera lo que le debería pasar.
En cierta manera le recordaba a si mismo.
¿Libertad o cautividad? Toda su vida creía que controlaba aquello que era o
decidía ¿era así?... La verdad os hará libres, eso se decía, ahora Tat sabia
la verdad sobre su origen ¿era libre? ¿no lo era antes?.
Fiambre interrumpe sus pensamientos, llevaba consigo su espadon.
- Hola, Fiambre...
- Hola Tat.
- ¿Que tal el entrenamiento?.
- Bien... Maxine casi me da una paliza...
- Aja...
Silencio.
- Podríamos liberar a Bicho.- Comenta Tat.
- Es peligroso.
- Podríamos enviarlo a otra dimensión con tu espada magica.
- Podría herir a alguien.
- Ya, pero no me parece justo que este aquí encerrado.
- Tienes razón en eso.
Silencio.
- Lo enviamos a alguna dimensión donde no halla nadie a quien pueda hacer
daño.
- Tat, no controlo a donde lleva el portal que abro...
- De todas formas yo creo que seria lo mejor para él.
- Es posible...- Dice Fiambre.- Venga, lo haremos...
Fiambre saca el espadon de su vaina (que ahora siempre llevaba colgada del
cinturón) y saca una especie de alfiler del bolsillo. Se hace un pinchazo en
el dedo gordo de la mano.
- He descubierto que no hace falta que me corte las venas para llenar de
sangre el espadon.- Dice a la vez que pone el dedo en una parte del
espadon.- Solo tengo que mojar un poco esta runa...
- A buenas horas te enteras, podrías haber muerto la ultima vez que lo
utilizaste...
Fiambre hace un corte en el aire y se abre un portal dimensional.
- Ahora hay que sacar a Bicho.- Tat desactiva las defensas de la celda.
- ¡¡¡¿PERO QUE HACES?!!!.
- No me hará daño.- Tat se acerca al Bicho. Este le huele y se deja tocar la
cabeza por Tat.- Ves, es más manso que un corderillo.
- El tamaño de un luchador de sumo, pinchos afilados y venenosos, garras más
peligrosas que las de Lobezno... Si, manso como un corderillo.
- Bah...- Responde Tat, se gira y se dirige a Bicho.- Ahora has de ir a
buscar tu propio lugar en el mundo... Ves y atraviesa ese portal.
Extrañamente el Bicho mira el portal y se acerca a él. Sin pensarlo dos
veces lo cruza y desaparece.
Tat sale de la celda a medida que el portal empieza a desaparecer.
- Bueno, ni siquiera se despidio.
- Tat, podía habernos matado a los dos.
- Nah... Manso como un corderillo.
- Pregúntaselo a Jamie Madrox, creo que casi lo corta en rodajas.
Ambos se giran hacia la celda vacia.
- Quizás nos hemos metido en otro lío, a ver como se lo explicamos todo esto
a Sólido.- Comenta Tat.
- Yo no se nada.- Dice Fiambre mientras que desaparece pasillo abajo.
- ¡ESPERA!... Tienes que ayudarme a buscar una coartada.
Fin del capitulo.
Próximo numero: Los Cachorros #12: Amigos. Primera parte del nuevo arco
argumental, posiblemente uno de las historias más intensas que he escrito
para Cachorros.
CARTAS A LA HABITACION 17 DEL "ASILO ARKHAM PARA VIEJOS DEMENTES"
Leeros "La Naranja Mecánica" por Anthony Burgess. De la película me han
dicho tanto que "es la puta caña" como que "comparada con el libro no vale
nada, la ambientación es muy cutre".
Cuando la vea os lo diré, pero el libro lo he acabado ahora mismo y es
joroshco (es la palabra Nadsad para decir "bueno"). Ah, todo el libro esta
lleno de jerga Nadsad, al principio es difícil leerse tres paginas seguidas,
pero después te lees la mitad del libro en dos dias.
Os juro que vale la pena. Es de lo mejor que he leido.
Si os sirve para algo mi palabra.
Sin cartas.
Xumer.
xum00@hotmail.com
Visita
la página de Factor-X