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Creados por Siniestro, nacidos con increíbles poderes que les situan por encima de los humanos. Son la élite de los mutantes. Ellos son ...
 
Los Cachorros

LOS CACHORROS: PERDIDOS EN LA GRAN MANZANA #43
Nieve
Guión: Xum

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PORTADA: en blanco

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Preludio.

Fiambre llega hasta su habitación. Deja su cazadora de cuero encima de una silla y localiza una leve luz roja en el ordenador.

Lo activa.

Lee una serie de mensajes en él.

Abre su guardaropas y saca su uniforme de Factor-X.

Fin del preludio.

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- La hemos jodido.

Tiksi. Rusia.

Hay un fuerte viento. Una tempestad de nieve, mas bien.

- Lo siento. Lo siento mucho.- Grita Manuel por el walkitalky. Apenas se podían oír entre ellos pese a estar a menos de medio metro.

- Vamos a morir congelados... Y todo es culpa tuya.- Le echa en cara Carter.- Culpa tuya.

El mutante cae al suelo. A mitad camino entre la consciencia y la inconsciencia. Mondo lo recoge y le ayuda a moverse a través de la ventisca.

- Os voy a sacar de aquí. Vivos.- Jura Manuel.

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Volvamos a ayer.

Carter se coloca bien la parte inferior de su pijama.

Abre un cajón del aparador en el salón recibidor y coge un manojo de llaves.

Sale del ático y llama al ascensor.

- A estas horas no creo que me cruce con nadie.- Se dice a si mismo.

Bosteza.

Ayer pasó junto a su taquilla de correo y vio que estaba llena. Como no llevaba las llaves de esta pensó en bajar mas tarde.

Estaba esperando la carta de la Universidad, acerca de la solicitación de la ampliación de matricula.

Efectivamente estaba allí. Recoge varias cartas más. Un sobre pequeño le llama la atención, pero lo deja correr de momento.

Mientras se mete de nuevo en el ascensor abre su carta.

- Bien... Bien...- Lee.- Mal... Bueno, no esta mal del todo.

Le habían concedido cuatro de las cinco asignaturas que pidió.

El ascensor sigue subiendo.

Mira la carta pequeña. Iba dirigida a Mondo. El remite iba a nombre de...

¿"Cordelia Frost"?

Carter empieza a sentir curiosidad. La letra era elegante. El papel reciclado. Matasellos de Chicago.

Extraño.

¿Había estado Mondo en Chicago? Desde luego si así era nunca había hablado de ello a sus amigos.

¿De que demonios le sonaba el nombre de "Frost"? Hum...

- Bueno, déjalo. Mondo también debe tener su vida privada.

Pero la curiosidad ya le había picado y decide comentárselo a Fiambre durante el desayuno. Mondo había salido de madrugada.

- ¿Cordelia Frost? Un nombre aristocrático. Suena a eso.

- ¿Quien puede ser? Mondo nos ha hablado mucho de su familia, pero nunca ha dicho nada de ningún ligue...

- Ya. A veces me preguntaba si Mondo realmente tiene libido.

- Parece ser que sí.- Comenta Carter, quien ya da por supuesto que se trata de una carta de una antigua novia.- Todo sería mas fácil si pudiéramos abrirla.

- Poder, lo que se dice poder... Podríamos utilizar la tecnología superguay que nos envió Forja. Algún aparato habrá para ello. De todas formas me parece poco ético.

Carter suspira.

- No. Si tienes razón.- Dice.- Olvidalo ¿donde esta Mondo?.

- Tenía una charla en un instituto, muy de mañana.

- Ah.

Pausa.

Fiambre se levanta.

- Voy a cambiarme.

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Hoy. El presente.

- Un refugio.- Solo es una grieta en una piedra, pero suficiente para albergar a los tres mutantes.- Mondo, coloca a Carter en el fondo.

- Esta inconsciente, Manuel.

- Mierda... Intenta reanimarlo.

El agujero en la pared es lo bastante estrecho como para que los mutantes solo se puedan mover a cuatro patas. Aun así había una fuerte corriente que les enfriaba casi tanto como si estuvieran al raso.

- Mondo, voy a salir.

- ¿Que?

- Con el bote salvavidas quizá podría taponar la entrada a la cueva.- Dice el líder de Factor-X Rojo.

- ¿Como vas a encontrar las mochilas que dejamos caer? ¿y volver? ¿como vas a volver?- Le responde Mondo.- Es un suicidio, amigo.

- No. Antes me metí esto en el bolsillo.- Le enseña un pequeño dispositivo.- Es un rastreador. Había mas en las mochilas. Y si dejo este aquí podré volver fácilmente.

- Iré yo.

- No, Mondo. Es mi responsabilidad. Yo soy el responsable.

- Yo estoy mejor preparado. Mi poder mutante me facilitará llegar hasta allí y volver mas fácilmente.

Fiambre esta a punto de contradecirle, pero Mondo se adelanta.

- No, Manuel. Solo piénsalo fríamente.

- Ves allí. Suerte.- Dice Fiambre.- Si no vuelves tendré que salir a por ti.

El samoano mutante sale a la superficie helada.

Manuel se pone a frotar el cuerpo de Carter en un intento de reanimarlo.

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Ayer.

- ¿Hoooola?

Mondo deja las llaves en el aparador. Su vista cae sobre la pila de cartas. La misteriosa carta pequeña esta justo en la cima.

La levanta cuidadosamente, ha reconocido el tipo de letra. Aunque no le haga falta comprueba la identidad de Cordelia en el remite.

Abre por un lado. Saca un papel de dentro del sobre y lo desdobla.

Lo lee y luego lo vuelve a doblar. La introduce dentro del sobre y guarda la carta dentro de un bolsillo.

Recoge las llaves y vuelve a salir.

Pasos.

- ¿Mondo? ¿¡Mondo!?

- ¿Que ocurre, Carter?

- Me ha parecido oír llegar a Mondo.

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Hoy.

Mondo se funde con la tierra helada debajo suya.

Avanza unos cuantos metros gracias a su poder mutante.

Sale a la superficie y mira el localizador.

Vuelve a fundirse con el terreno y repite el proceso.

El quinto intento le da una sorpresa.

Descubre un hombre justo enfrente suyo.

Estaba tumbado, le da la vuelta.

Lo reconoce... De todos... No podía dejarlo allí.

Sigue avanzando.

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Ayer.

[Mondo]

Llego a un colosal edificio. Cuando empiezo a atravesar las puertas el portero me para.

- Tengo una cita con la señorita Cordelia Frost. Me llamo Mondo.

El portero lo comprueba llamando por teléfono.

- Adelante.- Le dice el personal de seguridad.- Le espera en el piso 8.

- Vale.

Las puertas del ascensor se cierran. Las puertas del ascensor se abren.

Se lanza a mis brazos.

Noto su aliento sobre mi nuca.

- Mooondo.- Dice de una forma suave.- Te he echado de menos ¿ya me has perdonado lo que te hice?

- No te guardo rencor. No tengo ninguna razón.

- Mondo.- Noto como se frota contra mí.- Te he echado de menos...

Un gato no tiene lealtades. Hace lo que quiere. Es libre. Sin responsabilidades. Cordelia es así.

Se separa y me coge de la mano.

Estamos en un enorme restaurante. Estoy estudiando para ser chef. Había oído hablar de este sitio, es de los mejores de la ciudad. Y Nueva York es una ciudad muy grande.

Me lleva hasta una mesa apartada de las miradas indiscretas.

- Lo voy a conseguir.

- ¿A que te refieres, Cordelia?

- Voy a convertirme en Reina Blanca.

Mantengo silencio.

- ¿Te acuerdas de lo que siempre te contaba acerca de mi hermana Emma?. El como ella triunfó. Como ingreso en el Circulo Interno...

- Si. Lo recuerdo.- También recordaba como fuimos amantes en mi país natal, Samoa.

Ella fue el catalizador. Llego a mi pequeño mundo en la paradisiaca isla de Samoa y me infecto con un virus que me impulso a querer conocer el mundo. A vivir. A salir de allí.

Luego tuvimos un desafortunado desencuentro.

Pero la seguía amando. Es una especie de amor loco, por que ahora comprendo racionalmente el egoísmo de esa mujer. Su egocentrismo. Se de sobra que jamas podré llevar a cabo con ella una relación en la que ambos ocupemos un lugar de igual importancia.

- Pero la sigo amando

- ¿Que dices Mondo?- me pregunta.

- No importa.

- Bueno, te iba hablando de como el nuevo Rey Blanco se puso en contacto conmigo. Es posible que me transforme en el nuevo Alfil Blanco... Tiempo al tiempo... Posiblemente no me cueste nada llegar a ser Reina.

Un hombre nos mira severamente desde la distancia.

- Oh, maldita sea.- Dice ella.

- ¿Que pasa?

- Quizá haya hablado demasiado... Bueno, Mondo, un placer haber estado contigo. Adiós.

Se va.

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Hoy.

Fiambre había conseguido reanimar a Carter. Seguía estando en un estado lamentable, pero al menos ya no se moriría mientras dormía.

- ¿Como estas?

- Mucho mejor... Dame otra vez un trago de ese licor de Forja.- Carter bebe un poco. Se estaba animando.

- ...

- ¿Que tal con la novia?. La verdad es que te envidio muchisimo, esta como un queso.

- Hemos roto.- Responde Fiambre.

- Hum... Perdón.

- No hace falta que te disculpes, Carter. Rompí yo.

- ¡¡¿Rompistes con ella?!! bueno, quería decir que se os veía muy bien.

- No íbamos a ninguna parte.

- Joder.- Maldice Carter.- Me gustaría tener tus cojones. Yo no se si sería capaz de romper con una chica como esa solo por eso.

- Hay cosas mas importantes que el sexo.

- Yo no podría. Tío, los tienes cuadrados. Dame un poco más.- Manuel le da un poco mas de licor.

Mondo entra a rastras y empuja una figura enorme.

- ¿Que es esto?- pregunta Manuel. Mondo tapona la entrada gracias a un bote inflable.

- Rojo Omega.

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Ayer.

Una sigilosa silueta persigue a un gato rebotador de edificio en edificio.

El gato se posa en una terraza y entra por el ventanal.

La Chica Ardilla se coloca cuidadosamente en la parte oscura del enorme balcón.

Observa como el gato llamado simplemente Bola se acurruca junto a uno de sus amos.

- Es Fiambre... Chaaachi...- Susurra la chavala.- Guay... Que guapo es.

Sus ojos brillan levemente. Ese era su sueño. Ingresar en los Cachorros.

Mondo le dijo que estarían encantados de tenerla en el grupo. Casi le suplico que se unieran a ellos.

Sin embargo se le olvido darle su dirección.

Por eso rastreó a su gato por todo Central Park. Y luego le siguió hasta que volvió a casa.

Quizá fuera un poco precipitado presentarse así por las buenas... Mejor esperar un poco y presentarse como quien no quiere la cosa.

- Que mono que es.- Se dice a si misma la Chica Ardilla.

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Hoy.

- ¡¡¡¿Rojo Omega?!!!.

- Si. Le encontré en la ventisca. No lo podía dejar morir.

- Cojones...- Grita Carter.- Si no fuera por la interferencia de Rojo Omega ni siquiera estaríamos aquí atrapados. Ya habríamos completado la misión y ahora estaríamos en el Factor-Copter.

- A mi me preocupa mas el como vaya a reaccionar cuando se recupere.- Murmura Fiambre.

Mondo pasa por encima de Rojo Omega y deja a este justo en la entrada. Al menos estaban acumulando calor. La idea del neumático estaba funcionando.

- Ya lo se. Pero no podemos dejarlo morir.

- Es nuestro enemigo. Por mucho menos ya le tendríamos que haber matado. Si no le llego a freír con mi poder me habría estrangulado con sus horribles tentáculos.- Explica Carter.

- Mondo... Nos estas poniendo en un aprieto moral ¿recuerdas los poderes de Rojo Omega?- dice Manuel.

- Si.

- Crea una especie de esporas mortales.- Afirma Fiambre.- ¿Y si ahora mismo nos esta envenenando?.

Mondo mira al suelo.

- Dejarlo fuera. Que se muera.- Dice Carter sin ningún tapujo.

Fiambre parece pensativo.

- Mondo, no puedo correr un riesgo así.- Contesta.- Por nosotros.

- Tampoco lo puedes dejar morir a sangre fría.

- Es un asesino despiadado.- Interviene Carter.

- Es un ser humano, después de todo. Si le dejamos morir ¿no seremos nosotros los asesinos?

- Nos matará.

- ¿Cambiarías nuestras vidas por la suya?- afirma Mondo.

- Si.- Dice Carter.

- Hace poco tu también estabas al otro lado de la ley.- Carter se pone rojo cuando recibe ese duro golpe.- ¿Que te parecería que decidieran conscientemente dejarte morir en una situación parecida?

Ambos se callan.

- Os ahorrare el dilema moral.- Dice una voz con fuerte acento gutural.

Fiambre nota como la sangre se le queda helada en las venas.

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Ayer.

Manuel mira al techo y le acaricia la cabeza a su gato "Bola".

Y piensa.

Debido al peligro de pertenece a Factor-X Rojo tenía que asumir que en cualquier momento podría morir.

La muerte era un tema que le atormentaba consistentemente desde los desgraciados incidentes que involucraban a su amigo Jon.

Muerto...

Lo mismo le podría ocurrir a el mismo. En cualquier momento.

No es una idea reconfortante.

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Hoy.

- Llevo oyendo vuestra conversación desde el principio...

Carter se pegaba a la pared detrás suyo. Estaba al borde de la reacción histérica. Antes había hablado de matar a ese hombre y ahora se despertaba. Todos estaban en un peligro mortal.

- Toma.- Mondo le pasa a Rojo Omega una pequeña petaca con un poco de licor. El mutante ruso deja caer un poco en su boca y se la devuelve.

- No he llegado a tocarla.- Responde.

Fiambre tampoco estaba muy tranquilo. Aquel hombre era un despiadado asesino. Y estaban encerrados junto a él. De todas formas, de haber querido matarlos ya lo habría hecho antes.

¿O no?

- ¿Por que no mataros aquí y ahora?

- Mucho me temo, amigo. Que me debes la vida.- Responde Mondo.

Rojo Omega parece pensar durante un instante.

- O quizá sea por que en el momento en el que atacases a alguno de nosotros los otros dos te intentarían matar...

- Vosotros, chiquillos, no tenéis poder para asesinarme.

- No digo que lo tengamos, pero ahí fuera hay una enorme y potente tormenta. Nadie sale ganando en una confrontación.

Rojo Omega sonríe.

- Cuando la tormenta se acabe...

- Te iras.- Dice Fiambre. Ambos sostienen la mirada. Era un lugar muy estrecho. Casi se podían tocar sus rostros.

- Solo esta jugando con nosotros. Jugando con nosotros.- Murmura Carter, al borde de la desesperanza.

- Tiene razón.- Dice Rojo Omega.- Ya podría haberos matado con mis fermonas letales antes de que pudierais mover un solo músculo.

- Pero no lo has hecho.- Dice Mondo.- ¿Por que?

- No tentéis a la suerte. Dad las gracias por haber sobrevivido a Rojo Omega.

Aparta el neumático que le cerraba el paso y sale de allí.

La ventisca había cesado. Todo estaba muy tranquilo.

Mondo se asoma y le ve perderse en el horizonte.

- ¿Como sabías? ¿Como sabías que nos dejaría vivir?- le pregunta Fiambre.

- Es un asesino, si. Pero antes de ello fue un soldado. Honor.

- Arriesgastes demasiado.- Dice Fiambre.- No estoy seguro de que tenga un gran concepto del honor. Nos podía haber matado.

- Quizá, pero nunca me pregunte como reaccionaría él. Sino como me sentiría conmigo mismo si le abandonara a una muerte segura.

- Has arriesgado nuestras vidas para salvar la de un asesino. Quizá yo pueda llegar a comprenderte, pero me temo que te costara mucho recuperar la confianza de Carter.

- Lo sabía.

- Tienes mucho valor. Y un código ético impecable.- Concluye Fiambre.- Pero eso te creara problemas.

- Lo se.

- Si vuelves a poner al equipo en peligro por una cuestión moral o de cualquier otro tipo me veré obligado a pedirte que renuncies.

Final del Capitulo.

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LOS CACHORROS FAN CLUB

Sin cartas.

XuM.

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