MARVEL FANFARE VOL. 2 #7
Control de Daños
Guión: Vicente de los Santos
Latveria. Año 2001
"Viajo hasta este pequeño rincón del mundo en busca de un tipo sumamente
importante. Un hombre amado y temido por su pueblo, un hombre de la guerra,
eternamente unido a su causa. Un hombre lleno de miedos internos, de culpas
perdidas y de sueños rotos... Víctor Von Doom, conocido como el Doctor
Muerte... ese es mi cliente"
Un apuesto joven termina de mirar en un ordenador portátil una extensa ficha
del Dr. Muerte. Cierra el portátil y se queda mirando por la ventana del
tren en el que viaja. Atardece y el cielo está de color carmín. Tras un rato
contemplando el paisaje, el joven dormita un rato hasta llegar a la
estación.
Llega la noche y con ella el fin del trayecto. El joven se baja del tren con
su maleta de viaje y su ordenador portátil. Desentona de aquellas rusticas
personas debido a su traje de chaqueta, su elaborados modales y sobre todo
la forma de ver la noche. Se suponía que iban a recogerle en la estación. No
había nadie, tan solo un viejo lugareño sentado sobre un viejo banco de
madera acompañado de un perro.
"Perfecto" - pensó el joven- "Me mandan desde Nueva York al culo del mundo y
ahora no tengo ni un tipo con mi nombre grabado en un cartón"
El joven deposita la maleta en el suelo y busca su teléfono móvil. Lo activa
e intenta realizar una llamada.
"Mierda... ¿ no tiene cobertura?... fantástico"
El joven coge de nuevo la maleta resignado y comienza a andar hacía el
viejo, que fríamente se le queda mirando como si estuviera pensando en
comérselo. El joven se da cuenta de esa mirada pero no se siente intimidado.
- Oiga amigo. ¿Habla inglés?
El viejo se queda impasible, como si no le estuvieran hablando a él
- <¿Habla Ruso?> * traducido del ruso
No obtiene respuesta
- <¿Quizás hable Alemán?> * traducido del alemán
Nada, el viejo se le queda mirando como si el joven no estuviera delante
- <No creo que vaya a entender la lengua Shi´ar> *traducido del Shi´ar -
dijo irónicamente el joven mientras volvía a coger la maleta y se dirigía
hacia la salida de la estación.
Aquel pueblo parecía sacado de una película de terror de los años 30. No
había nadie por la calle y el suelo aún estaba pavimentado con cantos
rodados. Había algún caballo atado a la puerta de alguna casa junto a algún
coche de marca alemana. Toda una mezcla explosiva que estaba comenzando a
poner nervioso al joven. A lo lejos se vislumbraba el castillo.
Caminó un poco, en busca de algún taxi o algún medio de transporte que le
pudiera llevar a su destino. Encontró una taberna, quizás allí algún taimado
pueblerino le llevase a casa del Señor Doom.
El joven entró en la taberna; humo, olor a vino rancio y a sudor. Una
gramola reproduciendo una música estridente en vete a saber que idioma y dos
o tres lugareños sentados alrededor de una mesa, junto a un cubo de hojalata
con carbón encendido para mantenerse calentitos.
- Buenas noches - dijo el joven
Todo el mundo le ignoraba
" Esto es perfecto. la momia de la estación me escaneaba como si fuera un
mutante y esta gente pasan de mí"
El joven se acerca a la barra. El tendero es un tipo delgadísimo al que se
le podrían pellizcar casi todas las venas de su cuerpo. Sufría alopecia
avanzada y tenia un alto grado de halitosis que el joven notó nada más
acercarse a conversar con él
- ¿Qué le trae por Latveria mister?
- Negocios. Necesito un transporte para ir al Castillo de Víctor Von Doom
La gente cuchicheó. El joven se dio la vuelta rápidamente y los lugareños se
silenciaron y siguieron a lo suyo. Éste se dio la vuelta, desconfiado, para
seguir hablando con el tendero.
- ¿Existe algún tipo de transporte público?
- Yo que usted no iría a ese lugar señor. Al Monarca no le gustan los
Yankees
- No me interesan los gustos de tu Monarca. Voy a negociar con él y nada me
va a echar atrás.
La gente vuelve a cuchichear. El joven se da la vuelta rápidamente para ver
si coge a los lugareños hablando. Son más rápidos que él. Sin embargo se
acerca a un rollizo y sonrosado tipo con un bigote ridículo, que está
sentado en un taburete casi a punto de romperse.
- Digo yo que podrán compartir ese tema de interés conmigo
El lugareño se le queda mirando con cara de imbecil. El joven se da la
vuelta e intenta mantener la conversación con el tendero.
- Déjese de monsergas y demás consejos maquiavélicos. Dígame donde puedo
alquilar un coche o algo que me pueda llevar a..
En ese momento un estruendoso sonido hizo que todo el mundo mirase hacía el
exterior de la taberna por un extenso ventanal. El joven también se acercó y
vio como un coche volador iba tomando tierra entre una grandiosa nube de
vapor. Los lugareños miraron al recién llegado pero este, resignado, hizo
caso omiso de aquellas personas y salió fuera.
- Buenas noches. ¿Viene a por mí?
El conductor le echó una mirada inhumana. Iba ataviado con un uniforme verde
y tenia una armadura similar a la que había visto en las fotos del
expediente del Dr. Doom. El joven se acercó al vehículo y se montó. Al
instante vio como se levantaba del suelo y dejaba atrás el pueblucho en
cuestión de segundos.
" Al menos ya estoy camino del negocio. Siempre me tocan los marrones más
jodidos. Y todo por ser el nuevo"
En unos minutos pudo observar la majestuosidad del castillo de su cliente.
Situado sobre una ladera de una montaña, aquella casi megalítica
construcción gobernaba todo Latveria con sus increíbles torres, sus focos
que alumbraban el bosque que le rodeaba y la sobriedad general que
presentaba.
El coche llegó a la puerta del Castillo. El joven se bajó y vio como casi al
instante de poner el primer pie en el suelo, el coche se marchaba a toda
velocidad haciendo que casi perdiera el equilibrio.
"Bueno. ya estoy aquí"
Se acercó a la puerta en busca de un interruptor o algo para llamar, pero
dicha entrada se abrió sola, dejando entrever una oscuridad inmensa que daba
acceso a un patio. El joven se quedó allí de pie, mirando el interior del
castillo.
"Solo me falta que en lugar del Dr. Doom me encontrara a Skeletor"
El joven entró en busca de su cliente. Había tenido un viaje de perros y lo
único que quería era acabar sus negocios y volver de nuevo a Nueva York,
donde le esperaban las dos conejitas que había conocido la semana pasada y
que siempre "jugaban" a todo juntas. Cruzó el patio de armas y subió unas
escaleras que estaban iluminadas con antorchas.
Y fue entonces cuando vio la silueta de una armadura, cruzada de brazos.
Atenta a la escalera y a quién subía.
- Buenas noches Sr. Doom. Soy Curtis Meyham de Control de Daños
La figura permaneció silenciosa, inmersa en mantener la misma postura. Eso
empezó a mosquear un poco a Curtis.
- Perdone mi franqueza pero... ¿ en las escuelas de Latveria enseñan a
responder cuando se les habla? o es que estáis en solidaridad con Rayo
Negro?
- No mantengo ninguna campaña relacionada con el líder de los inhumanos Sr.
Meyham. Y si le hablase a las personas en lugar de las estatuas, quizás si
obtuviese esa respuesta que busca - dijo el Dr. Doom saliendo de las sombras
Curtis se acercó a la figura a la que estaba hablándole para descubrir que
realmente era una armadura medieval. Se sonrojó y se dio la vuelta para
encontrarse frente a frente con el monarca de Latveria.
- Curtis Meyham, de Control de Daños - dijo cortésmente alargando la mano
hacía el Dr.Doom para estrechársela, cosa que fue rechazada por el monarca,
que comenzó a caminar por el pasillo.
- ¿Ha venido a negociar no? Pasemos a mi despacho y negociemos.
Curtis comenzó a seguir al Dr. Muerte a una distancia prudencial mientras
observaba todas y cada una de las partes de la armadura, en busca de algún
resquicio donde poder ver algo de chicha y asegurarse que no estaba tratando
con un robot.
Ambos entraron en una especie de despacho, adornado con mucho estilo y
equipado con multitud de pantallas y cacharros electrónicos. Curtis se fijó
en un holograma que estaba reproduciendo la estatua de la libertad y
diversos análisis matemáticos. El Dr. Doom se percató y lo apagó
rápidamente.
- ¿Ha visto algo? - preguntó el Dr. Muerte muy seriamente.
- Mmmm... naaah - respondió Curtis fijándose en un cuadro, cambiando la
vista.
- Ya veo - respondió el Dr. Doom sentándose en su sillón.
Curtis se sentó también y abrió su maletín en busca de unos cuantos
documentos. El Dr. Doom le miraba fijamente, observando detenidamente como
trabajaba. Curtis sacó un montón de papeles, se puso unas gafas y comenzó a
ojearlos.
- A ver... Víctor Von Doom. Castillo Doom sin número del condado de Lat..
- Ahórrese esa parte -dijo el Dr. Doom cortando a Curtis
- De acuerdo - respondió fríamente el joven
Empezó a mirar por encima el documento hasta que encontró lo que quería
leer.
- Bien. Usted ha contratado con Control de Daños un seguro a todo riesgo de
su castillo y consta en nuestra base de datos que debe dos meses, por lo que
hemos intentado ponernos en contacto a través de correo electrónico,
teléfono, paloma mensajera, etc. Y usted no ha dado señales de vida.
El Doctor Doom se llevó las manos a la zona de la boca y se puso en pose
meditativa.
- Como comprenderá - dijo Curtis en un tono explicativo - Control de Daños
no puede permitirse mantener un seguro tan caro con dos meses de deuda, por
lo que puede abonarme la cantidad si quiere, y seguir con nosotros.
El Villano siguió en la misma postura. Curtis dejó el papel sobre la mesa y
se quitó las gafas lentamente.
- Digame Sr. Doom.. ¿No he sido lo bastante explicito?
- Si lo ha sido Sr. Meyham - respondió el monarca Latveriano - ¿Quiere que
le pague a usted el dinero?
- Por supuesto - respondió Curtis buscando en su maletín una especie de
aparato similar a una calculadora. - Solo tiene que utilizar este gestor de
transferencias de la compañía.
Curtis entregó el aparato al Dr. Doom y este, tras observarla, introdujo la
cantidad y le devolvió la máquina. El joven se volvió a colocar las gafas y
a mirar un nuevo documento.
- Bien ahora solo queda echar unas firmitas y todo estará arreglado
Ambos firman. Curtis vuelve a sentarse y empieza a recoger todo. El Dr. Doom
sigue sentado mirándole. Cuando lo tiene todo recogido, mira al monarca.
- Encantado de hacer tratos con usted. Le entregaré una tarjeta mía por si
tiene alguna duda.
Curtis se acerca y saca la cartera. Al sacar una tarjeta de negocios sin
querer deja caer una fotografía donde se ve a Johnny Storm y Susan Richards
abrazados a él. El Dr. Muerte se asombra y con un ansia imparable coge la
foto y la examina.
- ¿Qué sucede? - pregunta Curtis intentando quitarle la foto
- ¿Conoces a estos dos? - pregunta casi desquiciado
Curtis coge la foto y la observa sin preocupación.
- Claro. Son Susie y Johnie.. he trabajado con ellos en varios casos de
Control de Daños, además éramos vecinos cuando pequeños
El Dr. Doom se le queda mirando. Curtis sigue mirando la foto.
- Hay que ver lo que sufrirá esta mujer en la cama con el tipo este
elástico - piensa en voz alta Curtis, dándose cuenta tarde y mirando al Dr
Doom en busca de una reacción.
- No he dicho nada - dijo Curtis
El Dr Doom le mira fijamente
- Querrá quedarse en mi castillo señor Curtis... - dijo el Doctor muy
convencido, más imperativa que cordialmente.
- Pues... la verdad es que declino su oferta amigo. Tengo cosas que hacer en
Nueva York.
El Dr. Doom acciona una palanca y la puerta se cierra Curtis mira como la
puerta golpea el suelo y luego dirige su vista al villano.
- Así no se puede negociar - dijo Curtis quitándose las gafas y mirando
seriamente al Dr. Doom
- No estamos negociando. - dijo el Dr. Doom.
En ese momento Curtis toca un pequeño botón en las gafas mientras le dedica
una sonrisa al Dr. Doom. Él villano lanza un rayo hacia Curtis pero en ese
momento el joven desaparece.
Nueva York . Edificio Central de Control de Daños
Un extraño ruido hace que un hombre mayor deje de leer el periódico. Se
coloca bien en su asiento y comprueba unas pantallas para terminar con una
sonrisa. Delante de él y en cuestión de segundos aparece Curtis Meyham.
-¡ Curtis! - dijo el hombre por el micrófono - que tal por esos sitios
dejados de la mano de Dios
Curtis se sacude el traje. Mira al hombre y le saluda con la mano. El hombre
mayor comienza a teclear unos comandos y limpia la habitación donde ha
llegado Curtis. La puerta de seguridad se abre a los cinco minutos.
- Algún día estas radiaciones me matan. Seguro - dice Curtis con una sonrisa
golpeando amigablemente al hombre.
- Pues seguramente Curtis... - respondió con una sonrisa - ¿Y el Dr. Doom?
- Controlado y pagado. Otro trabajo con éxito para Control de Daños.
FIN
CORREO MARVELTOPICO
Bueno que os ha parecido? Pedazo de remake al Drácula de Bram Stoker. Esto
de momento se queda como One Shot, pero tengo un monton de ideas para
Control de Daños.
¿No sabes lo que es? . Es un proyecto de Marvel Comics donde se presentaba
una compañía experimentada en limpiar todos los desperfectos ocasionados
por los superhéroes en sus batallas, asegurar ciudades, etc. Salió en Marvel
Heroes y la verdad es que era un autentico descojone.
Adiós!