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El Universo Marvel es un lugar amplio, por el que se mueven muchos héroes y villanos, y en el que las aventuras se suceden sin parar. Aquí os ofreceremos algunas de ellas...
 
Marvel Fanfare

MARVEL FANFARE VOL. 2 #15
Taskmaster: Touchdown
Guión y portada: Vicente de los Santos

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En algún ático de Nueva York

"La ciudad que nunca duerme" pensó la contemplativa figura que desde un pequeño balcón observaba la noche de Nueva York. Portaba una copa de vino en la mano que agitaba con tranquilidad mientras parecía buscar una razón de ser a cada luz que veía en movimiento. La altitud de su habitáculo le escudaba de los molestos ruidos producidos por los coches e incluso el clamor de los caminantes del asfalto, pero aún así era capaz de sentir la vida de aquella ciudad.

Decidió pasar al interior del ático, terminando la copa y observando por el rabillo del ojo algo que se estaba cocinando. Se acercó y oteó algo que parecía bastante complejo y elaborado y que por la satisfacción de su rostro se presentaba bastante apetitoso. Ese momento de apreciación culinaria fue indispuesto por la presencia de una mujer que en su completa desnudez se paseaba como un gato por aquella habitación.

- <¿Has dormido bien Akako1?> - preguntó el hombre mientras volvía buscaba una copa para su invitada.

- <Demasiado> - respondió ella mientras se acercaba al balcón contemplando cómo había caído la noche. Parecía un tanto inquieta por saber la hora, por lo que volvió al interior y se acercó a su anfitrión, que terminaba de servir la comida en una fina bandeja de color oscuro.

- <¿Qué hora es?> - dijo ella - <:Tengo que acudir a la fiesta de la embajada, no puedo faltar>

- <He hecho Salmón, una extraña receta del siglo XXI de Noruega> - respondió él calmadamente - <Deberías probarlo porque solamente dos personas conocen la receta y su preparación>

- <¿No me has oído? Me marcho, tengo que irme>

La mujer le miró fijamente. Él sabía perfectamente que se había percatado de todo. No esperaba menos, quizás incluso pudo descubrir que en todo momento había tomado el camino que él había querido. Todos y cada uno de los pasos que le habían llevado a aquel desenlace.

- Puedes darme el paradero de Takuma - dijo él con tranquilidad - Y prometo matarte rápido.

- No - respondió ella calmadamente - Si quieres matarme puedes intentarlo. Pero no hablaré.

- Es una lastima - exclamó él mientras dejaba la copa sobre la mesa - Realmente lo estaba pasando bien contigo.

Ella se levantó y agarró con fuerza el plato de porcelana. Las sobras salieron disparadas mientras la pieza se dirigía a la garganta del hombre. El impacto fue detenido con la mano, que fue cortada con los trozos de la porcelana. La mujer aprovechó para agarrar la silla e intentar golpear a su oponente hasta reducirlo. Sin embargo éste pudo esquivar el primer impacto, astillándose la silla sobre la mesa. Un rápido codazo de ella fue detenido nuevamente. Se movía bastante rápido y con un visible entrenamiento, pero el hombre parecía responder en todo momento a cada golpe o estratagema. En uno de los golpes fallidos aprovechó la inercia para lanzar a la mujer sobre una columna. Se golpeó fuertemente la espalda y con un triste quejido cayó al suelo.

- Obviamente no vas a conseguir vencerme Akako. Te he estudiado, se como piensas, como luchas, como amas...

- Eres Taskmaster... - masculló la joven aún sobre el suelo con claras evidencias de dolor - ¿Verdad? ¿Eres el que llaman Taskmaster?

- En efecto - respondió extendiendo la mano - Ahora se coherente, levanta y cuéntame todo lo que sepas de Takuma y sus operaciones en New York

Ella contempló el ofrecimiento. El dolor aún le estallaba en su interior y había tenido amagos de desvanecimiento en tres o cuatro ocasiones, pero no podía permitirse perder la noción del tiempo en aquel determinado instante. Taskmaster seguía con la mano extendida, ofreciendo ayuda con el puño que tan solo unos minutos antes le había robado la respiración. Cabizbaja extendió su mano y fue ayudada para incorporarse.

- No puedo - dijo ella

- Entonces voy a tener que matarte. Has visto mi cara.

- No pensé que fueras Taskmaster - dijo ella - Confié demasiado en que eras mi entretenimiento...

- Las cosas nunca son lo que parecen - respondió con una sonrisa - Es un dicho demasiado viejo que deberías tener siempre en cuenta debido a tu profesión.

Ella sintió la necesidad de apoyarse sobre la mesa para intentar recuperar el aliento. Taskmaster no le quitaba el ojo en todo momento. Sabía perfectamente que estaba siendo observada y por ello no tenía ventaja ninguna. En la agencia le habían hablado de ese tipo. Era capaz de hacer cualquier cosa que viera, la reproducía fielmente e incluso era capaz de mejorarla.

- ¿Vas a matarme ya? - dijo ella seriamente

- ¿Tienes alguna hora preferida? Soy un hombre ocupado Akako. Tengo que encontrar a Takuma y acabar con él. No es nada bueno para la ciudad... ni él ni sea lo que esté haciendo aquí.

Ella dejó que su desnudez fuera total al dejar que la bata terminase de descubrir su cuerpo. Tragó saliva e intentó mantener una mirada fija en Taskmaster a la vez que sentía como cada vello de su cuerpo se erizaba.

- Déjame sentir placer una vez más, antes de morir.

Él no pareció inmutarse, aunque era evidente que la mirada se recreaba en las finas curvas de la espía nipona. Sabía perfectamente que la mujer pretendía ganar tiempo para cualquier treta.

- Es bastante normal que te acuestes con otros como tú en este tipo de negocios - dijo Taskmaster - Es una parte más del trabajo, como vapulear al soplón de turno... llega un momento en que simplemente lo haces, sabiendo que al día siguiente será alguien nuevo.

- Puedes engañarme como espía, pero no como mujer - respondió Akako con una voz casi en susurros. Te he sentido en mi, se que te ha gustado, se que era algo más que un simple revolcón...

- Vas a coger el cuchillo e intentar matarme verdad - dijo Taskmaster señalando un cuchillo de plata que descansaba sobre la mesa. Intentas hacerme creer que hay una tregua de paz y sexo para que tengas una última oportunidad antes de que te mate...

- ¿Sabes? - dijo ella - Veo que de momento no puedes leer mentes...

Esa última frase confundió a Taskmaster. Se había preparado para detener un intento de acuchillamiento y había mantenido una distancia segura que le dio la ventaja a la chica para correr hacía la cristalera y traspasarla. Los fragmentos salieron disparados en todas direcciones y el cuerpo desnudo de la joven cayó al arcén desde un piso treinta y seis. Taskmaster corrió hacía ella para intentar detenerla pero su seguridad le había puesto al distancia necesaria entre él y su victima para que ésta se saliera con la suya.

Se agarró al borde de la ventana y pudo observar el punto que era el cadáver sobre el asfalto y como algunos coches se habían detenido a su alrededor. Se maldijo a si mismo sin perder la compostura y su sentido del peligro, pues rápidamente sintió algo en la puerta. Agarró el cuchillo y lo lanzó al intruso, que con un rápido movimiento desvió la trayectoria del arma, que fue a parar a la pared.

- ¡Calma vaquero! - respondió Maria Tifoidea haciendo entrada en aquella escena - ¿Has tirado a la espía por la ventana?

- ¿Qué haces aquí? - preguntó con rabia Taskmaster mientras comenzaba a recoger sus cosas.

- Supuestamente me has pedido ayuda ¿no2? No tengo muy claras tus intenciones por lo que decidí espiarte un poco...

Maria comenzó a danzar de manera pervertida alrededor de Taskmaster, acariciando con su cuerpo cada mueble o rincón de aquella habitación. Miraba fijamente con sus ojos los movimientos de su socio, deteniendo su extraño movimiento en algunas ocasiones para realizar alguna mueca que sabía que incomodarían al hombre.

- ¿Te has acostado con ella? Es tan típico... a veces creo que os metéis en estos negocios porque os dan una seguridad de meterla en algún lado... sin pagar.

- Tenemos que irnos - dijo Taskmaster sin prestar atención a los desvaríos de Tifoidea - Mete ese portátil en la mochila. Y aquellos CD también.

- No soy tu chacha Taskmaster. Si tienes tus juguetes desordenados, mételos tú en el arcón...

Llamaron a la puerta. Ambos se detuvieron de repente. Taskmaster dejó la mochila sobre la mesa con mucho cuidado y justo en el momento en el que pensaba las opciones que tenía, Maria Tifoidea sacaba una pistola con silenciador que no dudaba en vaciar a través de la puerta. Se escuchó un grito de agonía y Maria sonrió mirando a Taskmaster como si aquello hubiera sido una travesura.

Lo que no esperaba la psicópata era el fuerte puñetazo que recibió por parte de Taskmaster. No dudó en responderle con un fuerte rodillazo cuya trayectoria acabó en la espinilla en lugar de la entrepierna. Ella sacó un cuchillo oculto en su gabardina e intentó clavarlo repetidamente sobre cualquier lugar del cuerpo de Taskmaster. Éste le propinó un fuerte golpe en la nariz que hizo que cayera al suelo. Para cuando pretendió levantarse sintió el aún caliente cañón de la pistola sobre su frente. Taskmaster le estaba apuntando.

- La mejor solución que tengo para ti ahora mismo es matarte - Dijo Taskmaster

- Adelante - respondió ella con una mueca - Haz de tipo duro y mátame.

- En cuanto tenga a un psicópata mejor controlado, ten por seguro que te mataré.

Tras dejar sobre el suelo a su compañera, se dirigió a la entrada para recoger el cadáver del encargado del hotel que había llamado a la puerta. Una muerte inútil y gratuita que enfurecía al mercenario pero que sin duda no podría nublarle el objetivo principal; salir de allí. Ella se puso en pie sin mediar palabra alguna. Recogió una de las mochilas y permaneció atenta al hombre, que arrastró el cuerpo hasta dejarlo sobre la cama. Al finalizar recogió la otra mochila y aprovechando el caos generalizado por el suicidio de Akako, pudieron salir del edificio sin dificultad alguna.

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Varias horas más tarde. En algún lugar de Queens

Taskmaster comprobaba datos en un ordenador portátil mientras María miraba por la ventana. Parecía hipnotizarse con las luces de neón de un pub que enfrentaba su brillo y su vida contra la oscuridad y la humedad del edificio que guarecía a los dos mercenarios. Tras conseguir obviar la danza de colores, la mujer dejó que su cuerpo se amoldara a la forma del sofá, contemplando como Taskmaster estaba inmerso en lo que reflejaba la pantalla del portátil.

- Me dijiste que ibas a matar a todos los malos de la ciudad - dijo ella - ¿Esa zorra era una mala de la ciudad?

- No - dijo él secamente - Era una agente del PSIA, podía decirnos donde estaba Takuma Kento.

- ¿El traficante de armas? - dijo ella - Creo que una vez le compré un lanzamisiles

- Takuma Kento era un traficante metido en la mierda hasta el cuello. Llegó a suplir las necesidades armamentísticas de células de Al-Qaeda e incluso de los intentos de asentamiento de Hydra en Japón. Conocía tanta mierda del gobierno que al final éste, en vez de pararle los pies, lo introdujo en el sistema.

María no dijo nada. Permaneció recostada en el sofá esperando que Taskmaster siguiera entreteniéndole con sus historias.

- Esta en New York. Relaciones diplomáticas... y una mierda

- ¿Y en que te molesta a ti ese tipo? Pretendes hacer carrera en la política nipona o es que te molesta que sea más famoso que tú...

- No ha venido por nada - respondió Taskmaster mientras apagaba el ordenador - Mantiene unos altos niveles de seguridad, y parece ser que junto a él ha venido una importante mercancía que ya está vendida.

- ¿Kingpin? - preguntó ella

- Seguramente - dijo - Por eso quiero a Takuma Kento, y a su cargamento. Además Takuma muerto es un bien común para todo el planeta.

- Criminales cazando criminales - susurró María mientras abandonaba el sofá - ¿No había un grupo que se encargaba de hacer eso? ¿Los Thunderbolts quizás?

- Jodete Tifoidea - respondió Taskmaster - Vamos a hacer nuestro trabajo, cobrarás y te enviaré a alguna isla perdida de una jodida patada.

- ¿Te atreverás? - masculló ella acercando su cuerpo al del hombre y con un rostro totalmente desfigurado por muecas bizarras

- Incluso podría salir a la calle a buscar tres tipos que hicieran tu trabajo, y podría matarte ahora mismo. - dijo él mientras hacía que ella notase como una hoja afilada comenzaba a clavarse en su abdomen. - ¿Vas a portarte bien?

- Claro - respondió ella.

Taskmaster guardó el portátil en una mochila junto a un par de pistolas y algunas cosas más. Se la colocó a la espalda y cogió unas llaves que tenía junto a un puñado de periódicos. Ella permaneció de pié junto a la puerta, esperando ver qué pasaba.

- Tengo una reunión - dijo él - Para mañana quiero muerto a Takuma. Así que date una vuelta por la ciudad, haz lo que sepas hacer y a ver qué puedes conseguir.

- ¿No tienes miedo de que vaya a Kingpin y le cuente?

Ella no pudo evitar el golpe que le vino de inmediato. Intentó bloquearlo pero fue imposible. El codo de Taskmaster golpeó con fuerza su garganta y quedó atrapada entre la fuerza de su brazo y la pared. Cayó al suelo casi inconsciente, tosiendo e intentando moverse para colocarse en una posición segura. Una patada en el estomago la levantó del suelo y la desplazó un par de metros. Consiguió sacar una de sus dagas pero nuevamente se vio apuntada por el cañón de una de las armas del mercenario.

- Esto no es nada - dijo Taskmaster - no es nada comparado con lo que te haré si huelo que estás cerca de la torre de Kingpin sin que yo te lo haya ordenado.

- De acuerdo - dijo ella con dificultad

Al levantarse, María recibió un fuerte rodillazo en toda la cara que la volvió a tirar al suelo. No lo había esperado, no había tenido en cuenta el nivel de juego sucio que podía llegar a tener su socio. Esta vez, boca arriba, esperó en el suelo por si la pelea iba a seguir desarrollándose.

- Muévete por las calles. Usa la muerte de Akako para ver que puedes destapar. Di que quieres comprarte un nuevo lanzamisiles para saciar tus noches de soledad o lo que te venga en gana. Ten en cuenta una sola cosa: mañana Takuma o tú estaréis muertos. Ahora solo depende las ganas que tengas de vivir.

Taskmaster dejó la habitación, mientras María Tifoidea seguía en el suelo, totalmente en shock por lo que acababa de suceder.

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Epilogo

El vehículo guarecía a Taskmaster de la lluvia que había conquistado las calles de New York. Escuchaba la radio mientras no paraba de mirar a través del cristal, observando una pequeña cafetería. En un determinado momento un tipo con una gabardina salió de aquel local y se dirigió con duda hasta el vehículo. Taskmaster abrió la puerta a modo de invitación y el recién llegado entró.

- ¿Se lo has dado? - preguntó Taskmaster

- Si. El chico está bastante malhumorado. Ha sacado una pistola.

Taskmaster miró al tipo de manera amenazante. Éste pudo notar la tensión que crecía en el vehículo y tragó saliva antes de intentar defender su vida como si estuviera ante un jurado.

- Le pedí más dinero

- ¿No te basta con lo que te di? Podrías haberte cargado la misión. No era lo que te había obligado a aprenderte. ¿Verdad?

- Si...

- Simplemente era entrar, darle la carpeta, hacerte el importante por la información que habías conseguido. Coger el dinero y marcharte. ¿Qué parte no entendiste?

- Todas... - masculló el pobre hombre. - Es decir... las comprendí todas

- Pero te vino tu vena de Wallstreet y decidiste hacer negocios

- ¡Lo siento! - exclamó volviendo a tragar saliva - El chico ya tiene el sobre que me diste. Ya sabe quién mató a su hermano2 Eso es lo importante ¿no?

El hombre rebuscó en su gabardina, sacó los billetes y dejó varios sobre la guantera mientras no quitaba ojo a la mirada de furia y decepción que reinaba en el rostro de Taskmaster.

- ¡Mira! ¡Esto es lo que le he pillado de más! - exclamó - ¡Para ti, en serio! Es mi manera de pedir perdón.

Una aguja se clavó en el cuello del hombre que comenzó a dar espasmos mientras sus débiles manos intentaban aferrarse a la muñeca del brazo de Taskmaster. Tembló con efusividad y su cuerpo murió en segundos. Taskmaster cogió el dinero que había en el salpicadero y en la gabardina y salió tranquilamente del coche, caminando en mitad de la lluvia mientras planteaba su siguiente movimiento.

FIN

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1.- Traducido del Japonés

2.- Narra los hechos sucedidos en PUNISHER 40 MTOPIA

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¡MarvelTópicos saludos!

Correia

 
 
   
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