MASACRE VOL. 3 #7
TODO LO QUE USTED QUERÍA SABER SOBRE LA FUNDACIÓN ÉXODO Y NUNCA SE ATREVIÓ A PREGUNTAR III
SE ARMÓ EL BELÉN
Guión:
Alex García
Portada: Portada doble. El Hombre Dragón intenta aplastar a Masacre contra el suelo, quien a su vez dispara repetidas veces contra el monstruo. Siryn ataca al Hombre Dragón con su grito sónico, manos y pies de Mancha atacan desde diversos sitios y el Capi Loco simplemente va dando saltos en medio de la portada. En un rincón Veneno lucha contra un doble exacto de sí mismo.
- Bien, ahora me vendría muy bien una explicación - dice Masacre mientras
mira su deformado cuerpo a través del cristal del contenedor -, y si no un
whisky. Eso es, déjese de explicaciones, deme un whisky. O dos. O la botella
entera, mejor.
- Doctora Weiss - dice Siryn volviéndose hacia la mujer -, creo que es la
hora de las explicaciones.
- En efecto. Señor Wilson, el cuerpo que esta usted contemplando es su
cuerpo. Su cuerpo original, quiero decir. Su mente ha sido transplantada a
un cuerpo clonado. Y ese cuerpo se está muriendo.
Masacre mira a la doctora, a su cuerpo original, nuevamente a la doctora y
nuevamente a su cuerpo original. Mira las manos de su cuerpo actual y dice:
- O sea, que soy una fotocopia mal hecha de mí mismo. Hay que joderse...
- El equipo médico de la Fundación intentó corregir las deformidades de su
cuerpo, señor Wilson - explica la doctora -, pero se descubrió que aquello
era imposible, principalmente por su propio factor de curación. Así que se
recurrió a un plan alternativo: corregir las deformidades desde la base de
su ADN, es decir, clonándolo y subsanando los errores cometidos. Para
transplantar su mente usamos los poderes del señor Flumm, al que mantenemos
constantemente sedado, para mayor rendimiento de las transferencias
mentales.
- ¿Y por qué dice que Wade se está muriendo? - pregunta Siryn, angustiada.
- Nuestros científicos cometieron un error grave: al clonar el ADN de
Wilson, ninguno reparó en el gen que le produjo el cáncer la primera vez,
confiando en que el proyecto Arma-X lo había eliminado. Y así, dicho gen
permaneció en su ADN... sólo que tremendamente aumentado, fruto de las
manipulaciones en su genoma para mejorar su cuerpo.
"Masacre, su cuerpo está infectado con el cáncer más potente jamás conocido
por el hombre. Y el motivo de que su factor curativo apenas funcione... es
que está sobrecargado intentando contener la infección. De acuerdo con los
estudios realizados, puede que le queden días, un par de semanas con suerte,
antes de que el cáncer acabe con su vida.
"Para el señor Exodus aquello no era un problema, pues le daba un control
total sobre Masacre: a cambio de sus servicios de por vida, la Fundación
transplantaría periódicamente su mente a un cuerpo nuevo, aún infestado por
el cáncer, como un seguro para que no se volviese en nuestra contra.
"Su única esperanza consiste en que devolvamos su mente a su cuerpo
original, y cuanto antes mejor. Por eso hemos traído con nosotros a
Mentallo; con el equipo de esta sala reestableceremos a Masacre a su cuerpo
original.
- ¿Sabe utilizar el equipo? - preguntó Siryn, desconfiada.
- Por supuesto - dice la Doctora -; he estado presente en todas las
transferencias, y además - señala a Mancha - él ha operado la máquina en
varias ocasiones.
- Pues me alegro de que sean tan competentes, pero yo no voy a tomar parte
en esto - dice Masacre. Todos se vuelven extrañados hacia él.
- ¿Qué estás diciendo, Wade? - pregunta Siryn, asombrada -. Si no te
devolvemos a tu antiguo cuerpo...
- Moriré, ya lo sé - de repente se lleva las manos al estómago, presa de un
fuerte dolor -. Pero siempre es preferible que volver a parecer un anuncio
de Clearasil. No volveré a ser un monstruo, Terry... prefiero morir como una
persona normal.
La Doctora Weiss menea la cabeza, incrédula; Mancha observa a Masacre,
pensativo. El Capi Loco toquetea las máquinas de la sala con la curiosidad
de un niño pequeño.
Finalmente Siryn sonríe y se arrodilla junto a su compañero.
- Está bien, Wade, lo entiendo. Pero recuerda que yo estaré contigo hasta el
final - y se acerca más a él.
- Emm, Terry, ¿No habrás probado las "Pastillas para la tos" de Comadreja,
verdad? Porque entonces debo decirte que...
- Wade - interrumpe ella -. Por una vez en tu vida, calla.
Y entonces le besa. No es un beso por compasión, él lo sabe; no se debe a
su aspecto físico, también lo sabe, puesto que Terry es la única mujer que
no ha retrocedido asqueada por su - anterior - aspecto inhumano. Es un beso
de amor, tal vez no el amor de una amante, pero sí el de una amiga dispuesta
a darlo todo - incluso su vida - por él, por un hombre que dejó que su
monstruoso aspecto le convirtiese en un monstruo por dentro.
La Doctora mira para otro lado mientras el color blanco de Mancha se vuelve
ligeramente rojo en su cara, y el Capi Loco silba y aplaude sin parar.
Finalmente ella se separa de él.
- Decidas lo que decidas te apoyaré, ¿De acuerdo?
Por primera vez en muchos años Masacre se ha quedado sin palabras, sólo
puede asentir como un idiota.
Es entonces cuando el Hombre Dragón entra en la sala, acompañado del
Adaptoide.
- Un momento entrañable, sin duda - se vuelve hacia la Doctora -. Me ha
defraudado, Tracy, aunque no me ha sorprendido en absoluto. Tenía curiosidad
por ver hasta dónde llegaría.
- Su plan es descabellado, Maximilliam - responde ella, rotunda -. Usted no
tiene ningún derecho a jugar a Dios.
- ¿Dios? No sea absurda... Prefiero el papel de Adán... el padre de una
nueva raza súper poderosa que reemplazará a la inútil humanidad actual. Bajo
mi amoroso mando, por supuesto.
- Por supuesto - replica Siryn en tono sarcástico -. Qué noble y altruista
de su parte.
- No esperaba que un simple Homo Superior lo entendiese - gira un
interruptor del controlador del Súper-Adaptoide -. Adaptoide, mátalos. A
todos.
- Mejor no. Si alguien tuviese que darle una paliza a ese idiota disfrazado
de rojo seríamos nosotros - Veneno aparece de pronto en medio de la sala,
dejando de estar camuflado.
- Ahí va, el lobo de Caperucita - dice el Capi Loco.
- ¿Veneno? ¿Qué estás haciendo aquí? - pregunta Siryn.
- No sois los únicos a los que les gusta vengarse, pelirroja. Teníamos
cuentas pendientes con esta banda de asesinos.
- Vaya, vaya - murmura el Hombre Dragón -, las sorpresas nunca cesan.
Adaptoide, elimina primero a Veneno - usa el control y el Adaptoide imita la
forma de Veneno; al mismo tiempo el grito sónico de Siryn destroza el
control -. Has cometido un grave error; el Adaptoide ahora cumplirá sus
últimas órdenes... podéis dar a Veneno por muerto - consciente de su
inferioridad numérica Exodus se retira. Aunque su poder podría bastar para
acabar con el pequeño grupo, prefiere no correr riesgos.
- ¿Matarnos a nosotros este pedazo de hojalata? Por apuesto que sea, lo
dudamos - un puñetazo de Veneno en la mandíbula del otro Veneno lo manda
volando por los aires, haciéndole atravesar una pared. El Veneno que sigue
de pie se lanza por el agujero en la pared, persiguiendo al otro.
Siryn sopesa sus opciones: sabe que si no detienen ahora a Exodus éste
activará a sus superhumanos controlados y no podrán enfrentarse a sus
fuerzas. Por otro lado no quiere dejar solo a Wade.
- Doctora, usted y el Capi Loco quédense aquí y cuiden de Wade y Mentallo.
Mancha, ven conmigo. Debemos atacar al Hombre Dragón AHORA.
- Jo, qué aburrido - murmura el Capi Loco mientras Siryn y Mancha
desaparecen a través de uno de los portales de éste último.
Y Masacre sigue asintiendo, aturdido...
- ¿Y ahora qué, machote? - pregunta el Capi Loco - ¿por qué no te tomas un
par de aspirinas y vamos a patear gente? Venga, te dejaré que me dispares, y
todo.
- Déjalo, chaval - el dolor de Masacre se acentúa por momentos -. Prefiero
palmar y dejar un bonito cadáver, sin más.
La Doctora Weiss se muerde el labio mientras piensa; no tiene ninguna
intención de dejar que Wilson muera, pues puede ser necesario para detener a
Exodus, pero también sabe que la transferencia no puede salir bien si el
sujeto se resiste. De repente se le ocurre una idea: lo bueno de los
laboratorios de la Fundación Éxodo es que todos disponen de un equipo de
comunicaciones que les permite ver lo que pasa en casi todas las secciones
del edificio....
- Bien, al menos voy a ver qué tal les va a nuestros amigos - se dirige
hacia una consola que controla varios monitores y la activa. Al instante las
pantallas se encienden, mostrando varias imágenes de súper humanos sometidos
a diversos experimentos; la mayoría de ellos están inconscientes, quizás
drogados - creo que encontrará esto interesante, Wilson.
- No creo - repone Wade con un hilillo de voz -, desde que quitaron Seinfeld
no echan nada interesante por la tele... - a pesar de todo mira, al
principio con desgana, hasta que una pantalla le llama la atención, como
Weiss esperaba.
- ¿En alguno de estos canales reponen mi programa? - pregunta el Capi Loco
Una mujer y un hombre descansan, inconscientes, en una camilla; ambos están
sujetos por tiras metálicas. Los brazos del hombre son metálicos, y aunque
la imagen es en blanco y negro Wade sabe que la piel de la mujer es azul y
el cabello blanco.
- Garrison...¿Y Vanessa? - tose - ¿Qué hacen aquí?
- La Fundación los "reclutó" justo al mismo tiempo que le presentamos la
oferta de unirse a nosotros, Wilson1, poco después de salir de la
cafetería, y hemos estado trabajando con ellos desde entonces.
Wade observa las imágenes con aprensión, pero sigue empecinado en morirse
sin más, convencido de que no hay nada que é pueda hacer. En otra pantalla
el Hombre Dragón irrumpe en un laboratorio junto a varios de sus hombres,
perseguido por Siryn y varios súper hombres aparentemente librados del
control de la Fundación. Aún así, Wade ve que Terry está cansada y en baja
forma, y sus aliados están en condiciones similares, mientras que los
hombres de la Fundación siguen llegando a montones.
- Mierda, Terry - murmura -, siempre tienes que joderme el momento
dramático.
- Le recomiendo que abandone sus fútiles esfuerzos, Srta. Rourke - dice
Maximilliam Exodus, medio apretando los dientes, mientras soporta el ataque
sónico de Siryn. A su lado, Mancha dispara un arma a través de una de sus
manchas; varios rayos surgen de diversas manchas flotantes en torno a
Exodus, impactándole en distintas zonas - en breves momentos llegarán mis
fuerzas de seguridad, y pondremos fin a todo este incidente.
Siryn sabe que es cierto; hasta ahora han impedido que el monstruo de la
alarma, pero los destrozos causados pronto atraerán a los hombres de Exodus.
La única opción que tienen Mancha y ella es derribar a Exodus antes de que
eso pase, intentando minar la moral de los soldados. Además, espera que
cierto as en la manga funcione...
Es entonces cuando varios soldados con uniformes de la Fundación entran
abriendo fuego. Mancha reúne rápidamente varias de sus manchas y las coloca
ante él y Siryn; los disparos desaparecen en el cúmulo de manchas y
reaparecen en las que ya estaban flotando en torno al Hombre Dragón,
causándole nuevas heridas. Furioso, Exodus agarra a uno de sus hombres por
el cuello y lo arroja contra la pared más lejana; un horrible crujido
acompaña al golpe que termina con la vida del infeliz.
- ¡Idiotas! - grita - ¡Estoy rodeado de idiotas! ¿Dónde están mis
superhombres?
- Justo detrás de usted, jefe - dice Martillo de Diamante mientras entra
acompañado del resto de los Metahumanos, junto a Hidroman .
Siryn traga saliva; si su último recurso no funciona... pueden darse por
muertos.
Uno de los laboratorios de la Fundación Éxodo.
- ¿Están terminadas las pruebas? - pregunta un hombre de bata blanca y
gruesas gafas.
- Sí. He comprobado tres veces cada una - replica el otro ocupante de la
sala, un joven vestido también con una bata blanca, mientras revisa unos
papeles concernientes a Garrison Kane - Arma X -, y a Vanessa Carlysle -
Imitadora -, ambos inconscientes en sendas camillas.
- Excelente - dice el primero que ha hablado -; ocúpate de que los lleven al
quirófano 13 para que les implanten los controladores.
De repente la puerta se abre y Masacre y el Capi Loco entran de un salto;
Wade deja inconsciente al primer científico de una patada en la mandíbula
mientras que el Capi Loco hace lo propio con el otro con un par de puñetazos
en el estómago.
- Hay que ser masoquista para andar implantándose cosas - comenta Masacre en
medio de la corta pelea -. Hombre, todavía el tema de las tías y la
silicona, que una vez salí con una tía que tenía tipo de nadadora...
- ¿Nada por delante y nada por detrás, no? - repica el Capi.
- Justo - Wade se acerca a Vanessa y la reanima con un par de suaves
bofetadas; por el ruido que hace el Capi, no está despertando a Kane con
suaves golpes, precisamente -. Vamos, Nessie, despierta. Necesito vuestra
ayuda...
- ¿Wade? - susurra ella. Con un rápido movimiento Masacre corta las tiras
metálicas que la sujetan a la camilla con una de sus espadas - ¿Dónde
estamos?
- En un polvorín, Nessie. Y vamos a ocuparnos de volarlo.
Un chasquido metálico revela que Kane ha despertado y roto sus correas con
la fuerza de sus brazos mecánicos.
- Bien, Wilson. Tú guías.
- Cúbreme, Mancha. Voy a intentar algo.
- Tú mandas, jefa, pero espero que tu plan consista en una bomba nuclear -
replica mientras despliega varias de sus manchas alrededor de ambos, con la
esperanza de desviar la mayor cantidad de ataques posible.
Theresa Rourke se concentra y empieza a usar su poder mutante, su grito
sónico. Su intención es modularlo en diversas frecuencias para interferir y
desconectar los dispositivos de control implantados quirúrgicamente en los
cráneos de los superhumanos que la están atacando, tal y como la Doctora
Weiss le dijo2.
Pero si falla... prefiere no pensarlo.
Al principio es inaudible, como el sonido de un silbato que sólo pueden oír
los perros. Poco a poco se va haciendo más audible, obligando a Mancha y a
los demás a taparse los oídos. El volumen sigue subiendo... varios cristales
se rompen, y sangre brota de los oídos de varios de los presentes; Mancha
desaparece a través de uno de sus portales, para escapar del aullido sónico.
Terry empieza a vacilar... puede que la doctora se equivocase, y que acabe
matando a alguien... ve al Hombre Dragón sonriendo confiado, aparentemente
despreocupado a pesar del dolor que está sintiendo. Siryn se queda sin
aliento... hace un último esfuerzo.
Entonces ve que sus esfuerzos han tenido resultado; la expresión de los
Metahumanos cambia, Hidroman se vuelve furioso hacia sus captores.
- Grumpf. Buena jugada, Srta. Rourke - dice Exodus, contrariado -. Tal y
como pensé usted hubiese sido un valioso agente para mi causa. Pero -
chasquea los dedos y los aterrorizados soldados de la Fundación empiezan a
entrar en tropel -, me temo que cubriendo cualquier contingencia empleé
parte de mi modesta fortuna en reclutar un pequeño ejército. Me temo que ni
siquiera ustedes podrán detenerlos a todos... les aseguro que los aquí
concentrados no son sino la décima parte. Es una lástima - añade -, perder
tantos agentes con poderes, pero - se encoge de hombros -, hay muchos peces
en el mar.
Siryn se muerde el labio; hay al menos treinta hombres al servicio de
Exodus allí, armados hasta los dientes. La décima parte... mira al resto de
los superseres junto a ella y ve en sus ojos lo mismo que siente ella: no
hay salida, no hay esperanza... y no les van a dejar salir con vida.
- Bien - dice con determinación -, si vamos a caer será luchando.
- Tenemos que admitir que eres toda una belleza - dice Veneno mientras
golpea con su puño el pecho del Adaptoide, aún con su forma -, pero no nos
gustan los imitadores. ¿A qué sabrán los sesos de un androide?
El Adaptoide no responde; no le es posible. Sus circuitos fueron dañados en
batalla contra Cráneo Rojo3, y su cuerpo se hundió en el mar, donde los
hombres de la Fundación Éxodo lo rescataron. Desafortunadamente, el salitre
dañó - aparentemente sin posibilidad de reparación - sus circuitos lógicos,
con lo que sólo los programas de autodefensa están disponibles. Aún así se
las arregla para propinar una potente patada a Veneno que lo lanza hacia
atrás.
Veneno arranca un trozo de pared con sus manos e intenta aplastar al
androide con él; el Adaptoide detiene el impacto con sus manos y ambos
pugnan por hacerse con el control de los escombros, sus fuerzas igualadas
debido al poder del Adaptoide.
- No está mal - gruñe el simbionte -, pero aunque imites nuestro poder, hay
algo que no puedes imitar: ¡Nuestra furia!
Con un grito salvaje Veneno desmenuza el trozo de pared y se abalanza sobre
su enemigo, golpeándole y mordiéndole con un salvajismo animal. Nada podría
salvar al androide de la rabia feral del simbionte.
Siryn mira a su alrededor, desesperada. Sólo quedan en pie Mancha,
Hidroman, Mákina de los Metahumanos y ella misma, mientras que el Hombre
Dragón aún dispone de un par de docenas de soldados. Lo único que impide que
acaben con ellos es el poder de Mákina, que ha inutilizado las armas de los
hombres de la Fundación. Siguiendo las instrucciones de Siryn, Mancha se
encarga de proteger a Mákina, teleportándola fuera del peligro cuando es
necesario, y al mismo tiempo atacando a los soldados desde distintos puntos,
gracias a sus portales; pies y puños de Mancha golpean a sus enemigos desde
distintos sitios, mientras que Hidroman forma una barrera defensiva,
ahogando a los soldados que estúpidamente se acercan demasiado. Pero están
todos agotados, y Siryn sabe que no faltará mucho para que al final caigan.
Es entonces cuando con un rugido de triunfo Veneno se abalanza sobre el
Hombre Dragón, al tiempo que deja caer los restos del Adaptoide - lo que
queda del torso para arriba - en el suelo.
- Tu juguete se ha roto, amigo, así que ahora tendremos que bailar contigo -
golpea al monstruo con sus dos puños juntos, enterrando parte de su cuerpo
en el suelo.
- No podréis vencerme - con un revés de su mano izquierda aparta a Veneno,
mientras se libera con la otra -. Si hace falta, ¡Liberaré gas nervioso por
los conductos de ventilación y acabaré con todos vosotros!
- Vamos, vamos, tío feo - Masacre, Imitadora, Kane, el Capi Loco y la
Doctora Weiss, quien ayuda a caminar a un anciano, entran en la destrozada
sala -. ¿No te dijo tu mamá que no puedes destrozar tus juguetes? Niño
malo... creo que tendré que castigarte. ¿Qué te parece una semana en tu
antiguo cuerpo? - muestra una especie de diadema con circuitos integrados,
idéntica a la que lleva el anciano pero más grande.
Los ojos del Hombre Dragón se abrieron de par en par, presa del pánico.
- ¡No! ¡No lo permitiré! ¡Os mataré a todos! - salta hacia el grupo,
extendiendo las alas, pero la telaraña de Veneno las inmoviliza, y décimas
de segundo después el simbionte cae sobre el Hombre Dragón.
- No nos gusta que se nos ignore, amigo.
Masacre se acerca con la diadema cuando, de repente, varias explosiones
sacuden el edificio.
- ¿Qué... que ocurre? - la voz del Hombre Dragón está cargada de terror.
- Verás, tiarrón - dice Wade mientras sigue acercándose -, mientras
buscábamos al Hombre Lagartija original - señala al viejo tras ellos -, a
mis amigos y a mí se nos ocurrió que por gracioso íbamos a volarte el
chiringuito. Un par de cargas bien colocadas y... pum. Divertido, ¿Verdad?
Casi tanto como jugar con mi cuerpo y mi vida.
El Hombre Dragón ruge, levantándose y librándose de Veneno, golpeando a
Wade con sus garras y abriendo un profundo corte. Nuevas explosiones sacuden
el edificio.
- ¡Wade! - gritan Siryn y Vanessa a la vez.
- ¡Salid de aquí! ¡Evacuad el edificio! - replica él - Yo me encargo del
viejales.
Siryn va a protestar cuando se da cuenta de que la herida de Wade ya se ha
cerrado; también atisba parte de la carne deformada bajo el traje.
Masacre ha vuelto a su cuerpo.
Terry se da cuenta de lo mucho que le ha costado a su amigo tomar esa
decisión, pero aún así sabe que si le deja solo no saldrá vivo de ahí. Va a
intervenir cuando Masacre la interrumpe.
- Terry, por favor. Esto es personal.
Ella le mira fijamente y luego se vuelve para coordinar la evacuación.
Todos la siguen, excepto Veneno, que sigue luchando contra el monstruo.
- Creo que es hora de que te vayas, sonrisas - dice Masacre.
- Ni hablar. Haremos que pague por el daño causado a los inocentes.
- Vale, pero - bajo la máscara Wade sonríe; conoce el punto débil de Veneno
y ahora va a usarlo -, ¿Qué será de los inocentes que hay en este edificio?
¿No vas a ayudarles a salir?
Veneno titubea un segundo, que el Hombre Dragón aprovecha para golpearle.
El simbionte aterriza al lado de Masacre.
- Muy bien - se incorpora -, nos vamos. Pero si a algún inocente le pasa
algo, te lo haremos pagar.
- Sí, sí, sí. Ya he perdido la cuenta de las veces que me han amenazado con
meterme la cabeza en un váter y tirar de la cadena.
Veneno se va, dejando en la sala sólo al Hombre Dragón, Masacre y a
Maximilliam Exodus. Exodus, en el cuerpo del Hombre Dragón, sonríe con
satisfacción, mientras que el H. Dragón, en el cuerpo de Exodus, sólo puede
gemir lastimeramente, como un perro apaleado.
- Ha escogido una forma interesante de morir, Wilson - ríe Exodus.
- Cuando decida morir escogeré algo relacionado con diez tías desnudas y un
paro cardíaco, viejo verde.
- Nuestros médicos han examinado a los Metahumanos - anuncia la doctora
Weiss -. Tienen heridas serias, pero se recuperarán. Y cuando venga la
policía les explicaremos el método para extraer los chips de control.
- Al menos es algo - responde Siryn - ¿Y Mentallo?
- El Sr. Flumm se pondrá bien. Ahora que ya no está siendo drogado,
esperamos que recupere la consciencia muy pronto.
- En fin - suspira Siryn -, al menos ya estamos terminando de evacuar...
espero que Wade salga de una vez.
Poco después de sacar a la última persona del edificio, éste se viene
abajo, sin afectar a ningún otro, tal como Masacre había calculado.
- ¡Wade! - grita Siryn - ¡Aún está dentro!
- Oooh, qué pena - murmura Veneno.
- Nadie puede sobrevivir a eso - susurra Vanessa.
Todos guardan silencio, confusos, hasta que un grito les hace mirar arriba,
donde ven a Masacre, cabalgando a lomos del Hombre Dragón, que descienden
directamente hacia ellos.
- ¡Yuuuju! ¡Arre, dragoncito! - grita Masacre como si fuese un chiquillo de
cinco años. Cuando el Hombre Dragón se posa, Wade se baja de un salto - ¿Qué
tal va todo, pandilla?
- Ya te dábamos por muerto, Wilson - ríe Kane.
- Sí, como la momia reseca esa.
- ¿Qué ha pasado con Exodus? - pregunta la Doctora Weiss - ¿Está...?
- Ni lo sé ni me importa, bombón - replica Wade -. Una vez devolví su mente
a su cuerpo lo único que me importaba era salir por pies del edificio.
Suerte del muchahote este... - Masacre le da un codazo al Hombre Dragón, el
cual responde con un afectuoso lametazo que por poco le arranca la
máscara -. ¡Ey, estate quieto! ¡Siéntate, Simba, siéntate! - el Hombre
Dragón le mira como si fuese una mascota abandonada y tras un largo gemido
se sienta en el suelo.
Siryn contempla a Wade detenidamente. No aprueba que dejase morir a
Exodus... pero recuerda lo mucho que Masacre añoraba volver a ser normal...
y Exodus se lo había dado para volver a quitárselo. No, no lo aprueba pero
tampoco puede culparle por ello. Lo único que se pregunta es qué puede haber
hecho que Wade aceptase volver a su cuerpo...
- Vale, ¿Y ahora que vas a hacer? - pregunta en tono jovial mientras le coge
por el brazo - ¿Te quedas con el Hombre Dragón y le haces una caseta?
- Mira, pues no estaría mal. Lo que pasa es que no tenemos patio y en la
sala de estar no va a haber sitio...
Vanessa se acerca a Wade, acompañada de Kane, y coge las manos del
mercenario.
- Wade, quiero... queremos agradecerte que nos hayas rescatado. No sé si
realmente has cambiado, pero por primera vez en mucho tiempo estoy orgullosa
de poder llamarme amiga tuya - Kane asiente en gesto de conformidad.
- Jo, Nessie, de verdad que os lo agradezco. Ahora podré llamaros cuando
esté borracho a las cuatro de la mañana, ¿No?
- En realidad - dice Kane mientras él y Vanessa se marchan -, podrías dejar
de hacerlo de una vez. Estamos hartos de descolgar el teléfono para poder
dormir.
- Vale, ¡El sábado os llamo!
Veneno se acerca a Masacre.
- Esta vez ningún inocente ha sido dañado, por eso te dejaremos en paz -
lanza una telaraña a un edificio, y aferrándose a ella se aleja.
- "Te dejaremos en paz, te dejaremos en paz" - se mofa Masacre -, a ver si
vuelves a decirme eso cuando tenga un cepillo de dientes en la mano, caries
andante.
- Wade... deberíamos irnos antes de que llegue la policía - dice Siryn.
- Vale, pelirroja. Entonces, ¿Nos llevamos al chucho?
- Wade, creía que era broma.
- Hombre, si lo piensas bien... es hasta decorativo.
- No, Wade.
- Vamos, mujer, no me digas que no eres una defensora de los derechos de los
animales.
- Wade, si te traes al Hombre Dragón duermes en a calle - diciendo esto
Siryn coge a Wade por las axilas y usa su poder mutante para elevar a ambos
por los aires.
El Hombre Dragón se queda mirando lastimeramente cómo su nuevo amigo se
aleja, pero ¿Qué puede hacer? Le ha ordenado que se quede sentado...
En medio de los escombros está Masacre, sentado con las piernas cruzadas en
posición de loto. Si alguien estuviese muy cerca suyo tal vez podría oír un
leve zumbido y pequeños chasquidos; lo que indudablemente no podría oír es
la voz mecánica que suena en su cabeza:
- REPARACIÓN COMPLETA. SISTEMA MOTOR COMPLETAMENTE REPARADO. SISTEMAS
LÓGICOS Y DE MEMORIA AL 100%.
Se eleva, con un grito de triunfo, y su aspecto cambia hasta convertirse en
una forma humanoide plateada.
- ¡Lo conseguí! - dice el Súper-Adaptoide - Mi instinto de supervivencia ha
sido más fuerte que mi dañada capacidad intelectual. Al imitar
instintivamente los poderes de Masacre mis sistemas se han regenerado... y
recuerdo una vez más quién soy. Ahora sólo tengo que volver a empezar... y
creo que entre estos despojos encontraré parte de lo que necesito.
Lleno de júbilo, el Adaptoide empieza a saquear los restos de maquinaria,
ignorante del anciano malherido que contempla la escena en silencio...
1.- En Masacre Vol.3 #2, en MarvelTopía.
2.- En Masacre Vol.3 #6, en MarvelTopía.
3.- En Capitán América: El fin de IMA
LA CHOZA DE WADE
Buff, pues por fin hemos llegado hasta aquí. A partir de ahora...
¡Click!
W = Hola, capulín.
A - ¡Ho- hombre, Wade! ¿Cómo tú por aquí?
W = Déjate de rollos, mamón, que te voy a volar
los sesos. ¿Te parece bonito lo que me has hecho?
A - Oye, que no lo hice a mala idea. Me pareció original en su momento, y...
W = Vaya, pues a lo mejor te arranco las tripas y
me hago unos tirantes, ¿No crees?
A - ... (A punto de llorar como una nena)
T - Vamos, Wade, déjale tranquilo.
W = No te metas, Terry, que le voy a dar la paliza
de su vida.
T - Vamos, vamos, seguro que no lo va a volver a hacer. ¿Verdad, Alex?
A - ... (Negando con la cabeza enérgicamente).
T - ¿Lo ves? Venga, Wade, sé bueno... Ya triturará algo en el próximo
número.
W = No sé, Terry, es que lo que más me revienta...
T- ¿Si?
W = Es que este número ha perdido mucho nivel, ya
verás cómo la gente va a decir que este número no es tan divertido como los demás. Y no
vas a ganar el premio al número más divertido (y te recuerdo que la última vez lo
ganaste a medias con Fcopp, así que a ver si espabilas).
T - Bueno, pero seguro que el próximo será mejor. ¿A que sí?
A - Sss... sí. De verdad. ¡Lo juro!
W = Umm... no sé, falta algo. Me gustaría... creo que
me gustaría irme de vacaciones, por ahí.
A - ¿Te... te valdría un viaje por Europa? (voz ahogada).
W = Um... venga, vale. Por esta no te pego un tiro,
pero la próxima me enfado. Pórtate bien, ¿eh?
A - Sí, sí, de verdad que sí....
W = Vale, pues nos vamos. ¿Vienes, Terry?
T - Sí, claro. Hasta luego, Alex, dale recuerdos al Correia, ¿vale?
Errr... esto... claro, Terry, hasta luego. Bueno, pues ya lo habéis visto,
por... errr... votación popular, Masacre se va a Europa. En el Próximo
número: ¡Masacre European Tour! ¡Nuff said!
Y para opiniones, insultos y otras cosas podéis escribir a
masacre@marveltopia.net.