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PORTADA
Tras la saga de Emociones Primarias, Danny Ketch, el portador del Espíritu de la Venganza, más conocido como el Motorista fantasma, ha desaparecido. ¿Dónde esta Danny Ketch?
 
Motorista Fantasma vol. 3

MOTORISTA FANTASMA VOL. 3 #84
Carnaval - Epílogo
Guión: DOB

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PORTADA: Fondo negro. Un circulo de fuego y en medio de él, la misma mascara con la cara del Motorista Fantasma del primer episodio en llamas. Detrás de este circulo, en segundo plano, Danny Ketch alejándose.

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NUEVA ORLEANS

JOHNNY BLAZE Y SARA.

-Sara ¿estas bien?-

- No - dice. Estoy muerta -piensa en sus adentros-

Johnny Blaze calla.

Sara y Johnny Blaze, se encuentran ante dos montones de piedras. En ellas están enterrados Sin Cara y Sandy. El sol luce en el cielo, los nubarrones parecen haberse alejado. Una pequeña corriente de viento, azota el páramo donde habitan las tumbas, provocando que la arenilla de la tierra se levante del suelo.

- Es extraño haberte enterrado y después estar contemplando tu propia tumba -

- Sara...

- ¿Quién soy? -

- Sara...tiene que haber una explicación -

- Si...debe de haberla ¿pero querré saberla? Mírate por ejemplo a ti.

- Yo -

- Si, tu cara. -

Johnny se toca la cara, media parte es metálica. Su ojo es púrpura y esta incrustado como una pieza mas de este metal.

- Es una aleación metálica, a causa de unas heridas que sufrí contra uno de los Lilin1. Es extraño pero no me acordaba hasta ahora mismo, cuando me lo has preguntado. No lo entiendo...-

- ¿Qué no entiendes? -

- Me preguntaba... -

- ¿Qué? -

- ¿Esto? - Blaze mueve su mano, de ella brotan llamas.

- Si como yo ¿qué pasa? - dice Sara

- ¿Qué ocurre? Pues que lo hago a voluntad.

- ¿Y? -

- ¿Has oído hablar del Motorista Fantasma? -

- No -

- ¿Y de Zarathos? -

- No, tampoco -

- Pues se supone que he conocido en toda mi vida a dos espíritus de la venganza. Uno fue Zarathos, un demonio ancestral y fue el que me poseyó y que hizo que me convirtiera en el Motorista Fantasma original. El segundo, bien, no sé su nombre, aunque ahora mismo posee a mi hermano: Danny Ketch. Al principio, la verdad, es que creí que era el mismo Zarathos pero comprobé que no, era alguien bien distinto.

- ¿Y que me quieres decir con esto?-

- Por lo que se ve, tanto a mí como a ti nos posee un espíritu similar.

- Lo dices por el fuego.

- Si, entre otras cosas. Eso es lo malo. Hay ahora mismo dos cosas, digamos, preocupantes.

- Escupe -

- Una es esto mismo - Danny mueve su mano, el fuego crece por su brazo.

- ¿El fuego? -

- No. El mero hecho de que pueda usar el fuego a mi antojo. Cuando yo era el antiguo motorista solo podía usar el poder del espíritu de la venganza, cuando debía vengar a alguien. Ahora mismo no estamos ni siquiera en una situación de peligro. ¿Cómo puedo usar sus poderes?

- ¿Y la otra cosa preocupante? -

- ¿Estas segura de que quieres saberla? -

- Si, después de haberme enterrado, ya me da igual todo, no creo que eso sea peor que esto -

- Que sea peor que esto es discutible o no, según como lo mires -

- ¿Cuál es esa maldita cosa? -

- Cuando hice el pacto con Mefisto, para que me convirtiera en el Motorista Fantasma original, le pedí a cambio que salvara a mi padre -

- Espera ¿Quién es Mefisto? -

- Fue el soberano de su infierno. Uno de tantos infiernos que existen, por lo que ahora se, murió a manos de su hijo. Corazón Oscuro.

- Bien...sigue -

- Pues lo que te decía: me convertir en el Motorista Fantasma original gracias a un pacto que hice con Mefisto. ¿No lo entiendes?

- ¿Qué quieres que entienda Johnny? -

- Tu y yo por lo menos hasta que alguien me diga lo contrario, estamos poseídos por sendos Espíritus de la Venganza -

- ¿Y? -

- Y, Sara, por dios, eso quiere decir que hemos hecho un pacto para convertirnos -

- ¿No has dicho que Mefisto había muerto? -

- Si, por lo que debe de haber sido con Corazón Oscuro. Pero da igual. Lo que importa es que lo hemos hecho. ¿Qué pedimos? Y lo más extraño ¿por qué no nos acordamos? ¿Por que tu no te acuerdas verdad?

- No. - Sara vuelve la cabeza hacia un lado.

- Debes intenta recordar Sara. ¿qué es lo que ocurrió antes de conocernos?

Risas. Risas de demonios.

- Maldita sea Johnny, no me acuerdo de nada - grita Sara.

Johnny Blaze abraza a Sara.

- Tranquila.

-¿Por qué te las has quedado? Pregunta Johnny, señalando las dos pequeñas espadas japonesas que antes pertenecían a Sin Cara.

- No lo sé. Pero he sentido dentro que debía llevarlas conmigo. Como si de alguna forma me pertenecieran. Además.... - Sara comenzó a trazar surcos en el aire con las espadas, poseyendo inexplicablemente una gran destreza en su manejo - ...parece que sé manejarlas bien -

- Ahora que te veo con ellas, creo que alguna vez tuve yo algún arma - Johnny hizo una pausa- Si, ahora me acuerdo, era un rifle de cañones recortados2. ¿Dónde estará ahora?- hizo una pausa. - Una cosa, Sara, ya que tu fuiste quien nos trajo aquí, ¿tienes idea de a donde tenemos que ir ahora? porque supongo que tendremos que ir a algún sitio y averiguar que es lo que nos ha ocurrido y que ha sido lo que pedimos a cambio de nuestros nuevos poderes.

- Podríamos ir a hablar con ese Corazón Oscuro - dijo Sara

- Como si fuera tan fácil - contesto irónicamente Blaze, - la verdad es que no me apetecería ir a su infierno, suponiendo, claro, que supiera como ir allí.

- ¿Entonces que propones? - pregunto Sara

- Si no hay más remedio, lo haremos a la antigua usanza. Una cosa que he aprendido en todos estos años, desde que fui el Motorista Fantasma original, es que, si quieres encontrar la solución a un problema, quédate quieto, ya que el problema te encontrara a ti. Siempre ocurre así.

- ¿Entonces? -

- Vamos a la ciudad, nos damos una vuelta por allí, y supongo que ya surgirá algo -

- Y según tu teoría... algo nos encontrara -

- Si, seguro. Por cierto, cada vez hablas mas correctamente -

- Si, es verdad - Por un momento, a Johnny, la sonrisa de Sara, le recordó algo o a alguien.

Los dos partieron hacia la ciudad.

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NUEVA YORK

DANNY KETCH

-¿Qué me está pasando?

-Fácil -se oye en su cabeza - estás perdiendo el control.

-¿Quién soy?-

-Eres - se sigue oyendo -Danny Ketch. El segundo Motorista Fantasma-

-¿He visto a Barbara? ¿Era ella? ¿Está viva?-

-Si. Era ella.-

-Pero murió. La mató Apagón.-

-Esté muerta o este viva ¿crees que importa? Deberías preocuparte mas por ti que por ella. Estás perdiendo la parte que me aprisiona.-

-¿Quién eres?-

-No lo sabes-

-No.-

-Soy tu y tu eres yo. Somos el uno parte del otro. Mira el cadáver que se encuentra a tu lado. ¿crees que el no lo supo él antes de morir? ¿Crees que no se dio cuenta de quien de verdad soy? - al lado de Danny hay un cadáver chamuscado de lo que antes fue Peter "manos sucias"

-Soy Danny. Soy el de fuego -dice Ketch

-No, Danny. No lo eres.-

-¡Barbara! ¿dónde está ella ahora?-

-¿Quieres verla de nuevo?-

-Si. Por favor.-

-Mata otra vez. Por ti. Por mí. Quizás te la enseñe de nuevo.-

-No. Soy el espíritu de la venganza. Solo actuó para proteger a los inocentes. Nunca he matado-.

-Estas equivocado. Mira de nuevo a tu lado. Mira la mueca que ha quedado incrustada en su cara para siempre. Está muerto, y tú lo has matado.-

-No. Yo no lo he hecho. Además....-

-¿Además...?-

-Él había matado. Se había cobrado víctimas.-

-¿Por eso debía de merecer morir?-

-No...Si. Sus víctimas debían ser vengadas.-

- ¿Eso crees Danny?-

-Si. - En lo alto del cielo, el sol centellea.

-Bien Danny. Ha empezado. - el sol parece que vaya ha explotar como una supernova.

Danny comienza a dormir, presa de un gran e inesperado cansancio. A su lado, el olor es, por momentos, insoportable. Dentro de él, alguien abre los ojos.

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EN LOS CONFINES DEL INFIERNO DE CORAZÓN OSCURO. EN UNA NUEVA ZONA LLAMADA EMETIQUÍA

Espejos. Múltiples espejos reflejan los ojos ciegos del soberano, que parece apacible en su trono. Ser al que todos temen/aman. Rey/vasallo del mundo en el que viven. Ojos ciegos e insensibles que son capaces de discernir el bien del mal, la justicia de la injusticia. Ojos que parecen observar el universo, siendo capaces de ver mas allá de su mundo. Y que ahora yacen posados en un planeta de los muchos habitados de esta inmensa, y conocida por él, realidad: La tierra. Planeta en el que conviven la mas variada clase de seres. Angeles unos, que defienden el bien y se hacen llamar Superheroes. Humanos que por cualquier hecho del destino, llámese arañas radioactivas, pactos con algún diablo o alteraciones genéticas luchan a favor del oprimido, no del culpable. Demonios otros, némesis de estos primeros, que enfundados tras una mascara de dolor, de rabia o sufrimiento, se abrazan al mal que producen, por ansias de megalomanía, de la fama que se les negó en sus antiguas identidades, de la sangre que siempre soñaron derramar. Enfermos de sus propias acciones, de su envidia de los que otros producen por si mismos y que siempre les fue arrebatado, y que luchan al otro lado, en una guerra interminable.

Eso es lo único que importa. Pero no a él, claro.

Él vive por encima de todo eso. Es parte del mal -lo sabe- pero es algo de lo que comenzó a formar parte por culpa de D'spayre , cuando su reino se convirtió en uno mas en el infierno de Corazón Oscuro, el mismo que antes perteneció a Mefisto. Pero él, como todos los que miran a sus espejos comprenden, está por encima de esto.

Pero no deja de ser por ello curioso. En un lado -a su diestra- los humanos luchan entre ellos. En el otro lado -su izquierda - los moradores del infierno conspiran. Por un rumor que desde hace semanas circula por todo este infierno. Un rumor que habla de una posible sucesión en el trono. De un ataque directo contra Corazón Oscuro, y por lo que se ve, al que preocupa. Pues ya ha tomado cartas en el asunto.

Hace semanas también, antes incluso de que comenzara ese rumor, una perforación fue robada -si una perforación puede ser robada - de su mundo. Una perforación es un vórtice en la realidad, o mejor dicho, "algo" que produce una alteración en la realidad. Este vórtice puede adoptar cualquier forma - y de hecho suele hacerlo con mucha frecuencia -. Siempre suele adaptarse al medio en el que habita, esté donde esté. Él hace días que la localizó. Se encuentra ahora mismo en La Tierra, con la forma de un niño. Un niño que se ha asentado en el seno de una pareja de incestuosos hermanos. ¿Quién la llevó allí? Eso todavía es un misterio. Pero lo sabrá. Pronto, seguro.

Lo más malo de este asunto - si puede haber algo más malo que robarla de su mundo - es que está causando alteraciones, en cosas que no se debía alterar -además de no saber exactamente a quien o quienes está destinada los efectos que provoca-. La primera alteración - y más denotable - es que creó de la nada - y esto quizás es lo más preocupante - a dos de sus antiguos súbditos. Uno que se hizo llamar Sin cara, y el otro que se llamó Sandy. Un hombre y una mujer que fueron hace siglos amantes en su mundo. Aquí, el llamado Sin Cara y Sandy, a causa de su amor, en este un mundo antiético, murieron presos de las torturas de Arlequín -aunque Sandy, se hacia llamar de forma distinta, por supuesto- ¿Qué es lo que más le molesta de la nueva creación de sus subtidos en La tierra? - si al soberano ciego le puede molestar algo -. Su incursión en un terreno neutral. ¿Por qué? Nadie debe saber de la existencia de su mundo. Por ahora nadie se lo ha preguntado, ni siquiera se han dado cuenta de esta alteración causada por uno de estos bastardos llamados "perforaciones", ni de que la pareja -al mismo tiempo- hayan hecho aparecer personajes "secundarios" para recrear de nuevo su tragedia - aunque aquí, ocurrió de forma distinta, por supuesto-. Pero ¿y si alguien lo descubre? ¿ y si empiezan a brotar antiguos súbditos en la Tierra? ¿Y si estos ángeles a los que llaman Superheroes o estos demonios, a los que llaman Supervillanos, saben de su mundo? Y si intentan venir a él. Él no quiere mandar a sus huestes para que aniquilen otro planeta. No después de la última vez. No de nuevo.

Alguien pronto pagara por el robo de esta perforación -suponiendo que se haya robado y no simplemente desviado de su camino (porque eso a veces también ocurre)-. Porque siempre alguien paga. Siempre. Ciego pero ve. Mudo pero habla. El soberano de la nueva zona del infierno de Corazón Oscuro, llamada "Emetiquía" se siente intranquilo por un momento en el trono. Los espejos cierran los ojos.

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NUEVA YORK

FRANK CASTLE AKA EL CASTIGADOR

- Frank - una mujer morena lo llama3.

Aquella palabra aun resonaba en su cabeza

Seguía lloviendo, aunque de aquello había pasado ya varios meses.

La ciudad se veía gris. Gris y demacrada. Demacrada y mojada. Como todo en aquel mundo. Lluvia que hacia meses le enseñaba cosas de su pasado. Metido en aquella habitación donde tan solo había un foco zarandeante y una cama de esas en las que te cruje la espalda y que debes estar muy borracho para intentar siquiera rozar sus sabanas; llenas de restos de costras sangrientas de alguna virgen pueblerina que huyó de casa y se encontró con algún buen benefactor que le enseñó "el camino de la vida".

Podrido y nauseabundo, como el recuerdo de aquella palabra que daba vida a él mismo y que lo hacia alojarse en su triste soledad. Pues el nombre es lo que nos hace poder incluirnos en la realidad y hacernos uno entre los tantos números que pueblan la faz de la Tierra. Su nombre, aquel recuerdo, aquella maldita palabra: Frank.

Lluvia que cae ahora mojándolo todo, lluvia que caía en aquel recuerdo, en aquel suceso que meses atrás había transcurrido.

Malo, muy malo.

Las cosas cambian, la vida cambia, en segundos. En banales y mojados segundos. Mojados segundos de una lluvia eterna que perdura y convive con nosotros, con todo nuestro pasado, presente y futuro. Hasta que llegue el esperado final, donde la parca nos abrace y en sus brazos nos tenga y haga parar el reloj que nunca para, nos dé oscuridad y recibamos el ansiado descanso.

Descanso que quizás podría empezar para él en este mismo instante. Posando el dedo en el gatillo. Metiéndose la pistola en la boca. Cerrando los ojos. Intentando no llorar. Juntar estrechamente la mandíbula. Escuchar el leve chasquido. Y el negror entonces vendría. El descanso. El ansiado reposo. Todo ahí terminaría.

¿Seria un crimen? ¿Recibirá él, entonces, un castigo?¿ Atentaría contra él aquel acto?

Viste una chaqueta marrón, y en su cara convive una frondosa barba. Sus ojos cansados pero abiertos

Frente a una ventana respira. Frío que lo atrapa.

Frank, eres Frank. Frank Castle. -habla una voz interior - El Castigador. A tu mujer y a tus hijos los asesinaron. Ese día naciste. Te convertiste en lo que ahora eres. Matas, castigas, por todo lo que te hicieron. El mal existe, tú eres su remedio. ¿Pero acaso lo que haces no es merecedor de un castigo? ¿No te pones a la misma altura? Frank... ¿Debes castigarte?. ¿Debes Morir?.

- Pero acaso, el terminar, el acabar con mi propia vida. ¿No será en si un crimen.? ¿No merecería eso otro castigo? ¿No seria castigar un castigo con otro castigo? - dice Frank

No. - habla de nuevo la voz interior- Porque no hay nada detrás. Solo hay tinieblas. Tan densas que no ves nada. Tan negras, que no te sentirás en ningún sitio. Nada hay al otro lado. Nada. No existe el castigo allí. Tu no existirás.

- Ivette - susurra.

Por la ventana caen gotas de lluvia. La golpean y mueren. Mueren. Mueren.

- Debo de morir - dice Frank. - Debo de encontrar alguien que me castigue, por todo lo que he estado haciendo -

Frank antes de salir, mira a la habitación. Recorre cada palmo de la soledad con la que ha estado conviviendo toda una semana. Ve su revolver encima de la cama -duerme- le dice. Y mira la ventana donde las gotas mueren. Apaga la luz, entonces, y cierra la puerta tras de si.

Hace frío fuera. Mucho frío. Respira profundamente. La lluvia golpea ahora su cara. ¿qué debe de hacer para conseguir ser castigado?

Las calles se observan desiertas, como si de un sueño se tratara. No hay nadie. Nada. Solo el color gris que todo lo empaña y la lluvia que muere en el suelo. Sin charcos. Sin huellas.

Frank anda. Anda y busca. Alguien, algo. Su necesidad es morir. Solo hace falta un castigo.

Dicen que si saltas al vacío, unas veces vuelas, pero las veces que caes, nadie te dice lo que te espera.

Lluvia. Lluvia. Solo hay lluvia. La lluvia, la ciudad gris y Frank. Es un sueño. Debe serlo. Un sueño donde ha saltado y ha caído. Debe ser así.

- Frank - Todavía escucha la voz de aquella chica. Sus tristes ojos. Su boca pidiéndole ayuda.

Nada le hará olvidar aquello.

Entonces vuelve su mirada.

No es una chica. Es un niño. Un niño que camina por la solitaria ciudad. Mojado por la misma lluvia que él. Pisando el mismo suelo. Buscando algo. Como él.

El niño recorre las calles. Frank lo sigue, de lejos, para no asustarlo. ¿Qué hace? ¿Qué busca?

EL niño anda, mirando cada parte de la ciudad, su suelo, sus calles, sus farolas encendidas, los desagües. Todo es observado por él. Como por Frank. Los dos mojados, huyendo o quizás buscando la salida a algo.

Algo que Frank no encuentra. Pues parece atrapado en si mismo. En una ciudad que es su alma. Con el castigo como único premio. Como único descanso para aplacar su sed de venganza. Para justificar la perdida de su mujer e hijos. Debe de serlo. Debe ser esa la respuesta. Ellos murieron para que él castigara. Para que él salvara a otros niños, a otras esposas. Dios mío, como la quería.

El niño para. Lo ha encontrado. Aquello que buscaba. Aquello por lo que hacia recorrido la ciudad. Un portal. Un oscuro y profundo portal. Un sitio donde sentarse. Un sitio donde llenar su vacío. Su sitio en la vida.

Frank pierde de vista al niño. Y corre temiendo por él. Corre. Pero ya es tarde. El niño yace en el suelo, con una jeringuilla clavada en el brazo. Con sus ojos apagados. Quietos, parados, por algo que ha dado vida a su vida.

El viento sopla en su cara. Un viento que parece huracanado, que desvía la lluvia de su cara. Frank se postra ante el niño. Lo coge entre sus brazos. Lo levanta. Mira al cielo.

Un chasquido sordo. Como el comienzo de algo. Como si una escena terminara y diera paso a otra bien distinta. Una especie de disparo en su cerebro.

Un hombre. El camello. Fuerte. Con una pistola. Le apunta.

- Lo has matado - dice Frank mirándolo.

- No - responde - el se ha matado. Yo me gano la vida. Nada más -

El camello se acerca.

- Deja al niño - dice - en el suelo -

Frank hace lo que le dice.

- Ponte ahora de rodillas -

Frank le hace caso.

- ¿Desearías matarme? ¿Vengar al chiquillo? ¿verdad? -

- Quiero morir. Hoy busco un castigo - Frank cierra los ojos

-¿Por qué? -

-Estoy cansado de buscar culpables. Estoy cansado de matar. Nada arreglo con ello, solo causo mas víctimas-

-¿La puta4? - pregunta el camello

Las imágenes vienen a él, rápidas y dolorosas.

Una mujer5 grita de dolor. Frank también -Ivette- Dos balas destinadas a Nikzo6, se encuentran con la mujer llamada Ivette. Su pelo negro está teñido de sangre. Frank corre hacia ella. Ivette lo mira con ojos tristes. Los cierra. Muere.

¿Lo sabes?- pregunta Frank al camello.

-Todos lo sabemos aquí -responde

Frank aprieta fuertemente los párpados. - Acaba cuanto antes -

-¿Tanto deseas morir que ya no te importa el niño?-

- No. No es eso. Me importa pero estoy cansado. Muy cansado. No quiero esta carga en mi conciencia. Quiero que me castigues, por toda la gente que he matado. Por todo el sufrimiento que he provocado. Debes castigarme. Por Ivette. No quiero seguir ¿no lo entiendes?- contesta Frank

- Entonces lo haré. -

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Silencio. Segundos de silencio. Segundos en donde todo pasa toda una vida en imágenes.. Frank aprieta los ojos. Espera.

Nada ocurre. Ningún disparo.

Frank abre los ojos.

Nadie. No hay nadie. No hay camello. No hay niño Está solo. Muy solo. Solo y sin castigo. Sin nadie que lo mate. Nadie. Nada.

No hay nada. No hay lluvia, pues ha parado. No hay gris. No hay ciudad. No hay Frank.

Todo se ha ido.

La voz se oye: - tu castigo -

Su espalda cruje cuando despierta. Sus ojos se entreabren. Siente frío. Siente angustia.

Vomita en el suelo. A sus pies yace una botella envuelta en una bolsa de papel. Tose. Se muere, se está muriendo. O quizás solo ha despertado, en una habitación, en la misma habitación, donde ya lleva una semana encerrado.

Llora. Llora por lo que vendrá. Llora por lo que hará. Ahora es consciente de lo que hace. Él es el castigador. Ese es su castigo.

El sol luce en el cielo.

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1.- Los Lilin son los hijos de Lilith. Ocurrió en "Camino de la Venganza" (Motorista Fantasma v.3 Nº41-43 y Espíritus de la Venganza Nº14-16)

2.- La misma escopeta que ahora porta el Dr Mann

3.- Ivette.

4.- Se refiere a Ivette. Esta escena ocurrió entre el último numero del Castigador en Marveltopía y este.

5.- Ivette. Es la misma chica morena que la del final del episodio de El Castigador v.3 nº19 en Marveltopía. Lo que ocurrió entre ese episodio y este, será explicado muy pronto.

6.- También, pronto, sabréis quien es este personaje

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En el próximo episodio: El motorista Fantasma vs El castigador. Si, aquí también hay VS.

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CORREO AL OTRO LADO

Como siempre, no hay cartas que contestar. Como veis, este episodio sigue con la misma tónica que los demas: Pequeñas pistas pero nada en concreto. Aunque, en este, algunas cosas se comienzan a aclarar.

Siento el retraso que tenido respecto al último numero. Pero han sido razones mayores. Y con eso no se juega. La salud se pierde en nada y después cuesta mucho recuperarla. En mi caso, seis meses. Con eso lo digo todo. He de reseñar que Mandy, a quien iba dedicado el último numero de esta serie, murió el veinticuatro de Febrero del presente año, a la edad de siete años, de un cáncer de pulmón. Supongo que hay cosas que se ven venir. Y como muchas, contra ellas no puedes luchar. Descansa en paz, Mandy, allí donde estés.

Saludos a todos desde este lado. Mas vacío que antes, eso si.

Mandy 1-5-93 / 24-2-01

R.I.P

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