NEAL CONAN #7
Flashback
Guión: Jesús Alonso AKA Cifra2
PORTADA: Neal Conan cayendo desde un rascacielos. Sonríe.
Déjame llevarte a un momento del pasado.
Aquí lo tienes, al mediodía, con su uniforme prestado de la Patrulla X. Altivo, arrogante hasta cierto punto. En la azotea de un rascacielos. Al borde de la locura.
Neal Conan.
Periodista. Activista. ¿Héroe?
Otras cosas podrían decirse de él y serían igualmente ciertas.
Alcohólico. Ególatra. Maníaco Depresivo.
El viento acaricia su cara y él se mesa la barba, introspectivo en sus pensamientos. ¿Qué hace él realmente aquí? ¿Es éste su lugar?
No lo sabe. Quizás esa sea la respuesta: Descubrirlo.
Así que alza la mirada y mira hacia el borde del edificio. Sin pensarlo, corre hacia él y salta.
Pero no es un gran salto. Sí, cuatrocientos metros de caída libre comienzan en el acto, pero él realmente se ha dejado caer en el borde mismo del edificio.
Casi acaricia la pared mientras cae. En el piso 90, decide sacar sus garras.
El adamantium tiene un pequeño problema. lo corta todo como si fuese mantequilla. Neal tozudamente introduce más y más las garras en el edificio y esto no lo para, sólo lo frena ligeramente. ¿cómo haría Lobezno?
Ah, claro, girando las garras suavemente.
Así lo hace, y poco a poco, Neal se va deteniendo en su caída, al guiar el filo de las garras, cual timón, su trayectoria.
Piso 80.
Neal, clavado literalmente al edificio, mira hacia abajo. Sonríe. Retrae las garras y comienza de nuevo su caída.
Otros diez pisos han pasado cuando Neal decide que es hora de desplegar sus alas. Y así lo hace.
"Vuelo"
Sí, vuela. Y disfruta de la experiencia, como si fuese la primera vez. De hecho, lo es.
Un grupo de palomas se le une mientras rodea volando el edificio. junto a ellas, decide emprender un pequeño picado hacia el suelo, aumentando la velocidad hasta sobrepasar el nivel de la caída libre. faltando apenas quince pisos, Neal hace una cabriola aérea que disminuye drásticamente su velocidad, permitiéndose incluso ganar ligeramente altura, sólo para descender plácidamente hasta el suelo.
Una vez allí, a una orden mental, sus alas se repliegan y desaparecen.
"Maravilloso"
Apenas ha pensado esto, una alarma suena en un banco cercano.
"Ah, aquí está"
Y así, con una violenta explosión, se revela el rival de Neal Conan: Cain Marko, Juggernaut.
"Esto tiene que ser una broma."
Cain Marko, con la delicadeza de un elefante en una cristalería, sale del
banco con un par de sacas gigantescas. No tarda más de treinta segundos en
ver cómo Neal Conan se le acerca.
- ¿Quién eres? ¿Otro de esos bobos-X? Dile a mi hermanito que no
tengo tiempo para sus estupide. ¡hey! ¡yo te conozco, tú eres el de la tele!
- Luego te doy un autógrafo.
Y con eso, Neal sacude un violento puñetazo a Cain. Cristales estallan en
centenares de metros a la redonda, y una lluvia de ellos cae a la calle.
Neal los siente como una ligera lluvia.
Y Juggernaut no retrocede. Pero lo ha sentido.
- Vale tío, tu funeral.
"Oh, oh"
Ver a Juggernaut moverse hacia ti es como estar en mitad de la vía cuando un
tren bala alcanza su máxima velocidad. No tienes tiempo de reaccionar. Así
que Neal es lanzado a través del escaparate de una tienda de moda,
destrozando maniquíes, paredes, estanterías, más paredes, apareciendo en los
probadores cubierto de faldas, blusas.
Neal palpa algo húmedo. "Alguna cañería habré roto", piensa. No tarda en
darse cuenta del líquido carmesí que le empapa los guantes.
Con horror descubre que no sólo maniquíes han sido destrozados por el
impacto. Las clientes y empleadas de la boutique también han sufrido el
golpe. Se da cuenta de que el impacto le ha hecho quedarse momentáneamente
sordo, y que poco a poco los gemidos y lamentos le van devolviendo a la
realidad.
"Esto no es un juego"
Cómo hacer para detener a Juggernaut antes que la masacre vaya a mayores.
Tambaleándose - para su sorpresa Neal comprueba que él no siente demasiado
dolor, gracias a la invulnerabilidad - esquiva escombros y cadáveres, y se
acerca afuera. Intenta pensar. ¿qué sabe del Juggernaut?
Intenta recordar. ve una mano amputada, una mano con uñas rojas, uñas
cuidadas. los ficheros. una melena rubia interrumpida por un agujero en el
que una masa gelatinosa y blancuzca aparece. el hermanastro del Profesor
Xavier, al que odia a muerte. consigue salir de la tienda, y el panorama no
es mejor: decenas de muertos y heridos por la lluvia de cristales, todo en
apenas unos segundos.
Poder físico. Imparable. Al menos de una manera física. El casco le protege
de ataques telepáticos. es la hora de Rondador.
Se teleporta, y Neal aparece sobre el casco. Se agarra a él y vuelve a
teleportarse, llevándoselo. Juggernaut no ha tenido tiempo ni de reaccionar.
Pero la teleportación deja exhausto, al menos a los no iniciados. así que
Neal necesita un segundo antes de poder atacar telepáticamente a Cain. un
segundo que NO tiene.
El error de Neal es haberse teleportado demasiado cerca de Cain. Un telépata
no necesita estar especialmente cerca de su objetivo para actuar sobre él.
Así que cuando Cain le agarra del cuello, oprimiéndoselo hasta que casi
crujen las vértebras, Neal apenas puede pensar. decide que hay otro modo.
- Pero. ¿qué demonios?
Bendita intangibilidad. Antes que Juggernaut pueda reaccionar, ya se escapa
a través de él, ganando suficiente altura para que no pueda alcanzarle.
Pero Neal tiene que respirar. Así que usa telequinesis para mantenerse a
flote cuando sale de fase y no tarda en decidir que el momento ha llegado.
En breves instantes, la mente de Cain Marko no es más que pura ensoñación,
mientras éste cae al suelo balbuceante.
Neal inspira cansado. Apenas puede. No es sólo el cansancio. Es el horror de
todo lo que ocurre alrededor.
- ¿En qué piensas, Neal?
- No sabría decírtelo con palabras, Logan.
Lobezno había aparecido de repente. Neal no dio muestras de sorpresa, por
supuesto.
- Prueba.
- El horror. Esto que hacéis vosotros me supera.
- De eso, no cabe duda. Pero no te preocupes por eso, no importa lo
que hagamos, siempre nos afecta.
Neal se volvió por fin hacia Logan.
- He estado en guerras, en campos de refugiados, en catástrofes, en
atentados. nunca se está preparado para ninguna de esas cosas. ni para esto.
- ¿Y?
- Me pregunto por qué.
Logan lo miró directo a los ojos. Una mirada dura. Neal no la evitó. Intuía
la respuesta.
- Quizás deberías preguntarte quién demonios eres, y porqué a tu
edad sigues comportándote como un niño que quiere poderes para jugar a los
superhéroes, Neal.
- Pero no es eso. Al menos en parte.
- Neal, sé que todo esto es nuevo para ti. Sé que no pediste ser
quien eres. Sé que las circunstancias te han obligado a elegir un bando.
- Y que he escogido el correcto.
- El difícil más bien. - irrumpió Mariposa Mental.
- Pero Betsy.
- No. Acabas de comprobar el sabor amargo que tenemos que saborear
cada día. No importa lo que hagamos para detener una amenaza, ninguna
victoria es completa o limpia. Pero necesitamos que sientas todo lo que
significa ser uno de nosotros. Cuando te has implicado de esta manera, es
justo que sepas con quién te has juntado. Te aviso. esto te va a doler.
Y vaya si duele. En un primer momento son decenas, no, centenas de voces que
irrumpen en su mente. sus propios pensamientos se confunden con los de estas
personas. ¿debería ir al dentista? ¿será su hijo un mutante? ¿conseguirá un
trabajo decente?
No, ésos no son sus pensamientos. Mariposa está allí para anclar su mente en
el maelstrom de voces que le agobian. Mariposa quiere que "vea", que
"sienta" lo que es ser Lobezno.
Y ve lo que es estar al hilo de la locura. Ve lo que es su instinto animal
luchando contínuamente por dominarle. Ve lo que es ser rechazado por la
mujer por la que darías todo: posesiones, vida, honor. Ve lo que es ser
odiado por aquellos a los que ha jurado proteger.
Para su sorpresa, Neal ve algo más importante. Nada de esto le deja de ser
familiar. En cierto modo, él encajaría con la Patrulla. Es más, ve que ellos
lo saben, y que por eso está aquí.
Pero que su labor en la causa no puede estar aquí. Ni aunque fuese el
mutante más poderoso del planeta. porque su poder es otro. Él es la voz del
Sueño de Xavier en los medios de comunicación.
El rechazo y los enemigos, los atentados, son el signo inequívoco del éxito.
Ve que Manoli está de acuerdo, que ella ha estado allí todo el rato tan
ansiosa de respuestas como él. Ve que a Manoli le interesa Mariposa, y que a
ésta no le ha pasado desapercibido dicho interés. No disimula una sonrisa.
¿para qué hacerlo cuando dicha telépata es la que te ha permitido acceso a
esos pensamientos?
Mariposa le lanza una sonrisa cómplice y enigmática. Bien por ella.
- Dejémonos de frivolidades Neal. Tenemos algo que proponerte.
- ¿Que sea vuestro enlace en los medios de comunicación? Dadlo por
hecho.
Lobezno le miró, con una mirada áspera, dura, cansada.
- No es tan fácil. Necesitamos que no te identifiquen de ninguna
manera con nosotros. Que aunque sepas que no hemos sido los responsables de
tal o cual acto terrorista, te limites a decir lo que puedas probar.
- Si perdemos credibilidad no servimos de nada, Neal.
Manoli tenía razón. Neal lo sabía. No por ello le gustaba, seguro, pero lo
sabía.
Miró a Lobezno. A Manoli. A Mariposa. No hicieron falta palabras.
SALA DE PRENSA Correo del Lector.
¡¡¡Bueno gente, he vuelto!!!
(chascarrillo de decepción entre los lectores marveltópicos)
Pues no, no me he ido a la India, ni a Holanda, ni a Bristol. tras unos
meses de ausencia mientras Dob se hacía - magníficamente - cargo de la
serie, dejándome el nivel tan alto que me mareaba, y tras un súbito cambio
de planes respecto al número octavo - tenemos que hablar, Xumer - vuelve
Cifra2 y sus paranoias personales a esta colección.
Así que la pregunta es qué os parece este número. Sin cliff-hanger, una
nueva introducción a la serie. Una cierta introspección en el personaje, un
repaso a sus motivaciones, no tan puras, no tan egoístas. Y una pregunta en
el aire: ¿es Neal Conan un héroe?
La respuesta, en próximos números. Hasta entonces, ya sabeis. correo a la
SALA DE PRENSA (cifra2es@yahoo.es) y comentarios a la lista.
Así que nada más por ahora. saludos de Cifra2 / Jesús Alonso