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Unidos por el destino, un grupo de jóvenes héroes forjaron una leyenda y decidieron cambiar el mundo. Son la nueva generación de defensores. Marveltopía presenta...
 
Nuevos Guerreros

NUEVOS GUERREROS #88
Una vez más, desde el principio
Guión y portada: Israel Huertas

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New York.

El Infierno se fue de la Tierra hace un año, pero esta ciudad aún necesita ayuda. Esta noche, una reunión de jóvenes héroes que creían no tener nada ya en común, volverá a reunirse y a forjar de nuevo los lazos que una vez les unieron.

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Nova acababa de volver de su adiestramiento sin ninguna pista de aquel complot que Garthan Saal le revelara antes de morir, pero con una nueva sensación de seguridad en su alma que hacía tiempo, desde que volvió a lucir sus poderes de Nova, que no sentía. Lo primero que hizo fue aparcar su nave de centurión en órbita sincrónica a la Tierra y, nada más conectar los sistemas a internet, leer su correo. Tenía como mil mensajes electrónicos por leer, pero uno en concreto le llamó más la atención que el resto.

Se preguntó para qué les necesitaría ahora aquel tipo

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El viento le daba en la cara con fuerza esa noche, pero a la maravilla enmascarada no podía importarle menos. Llevaba casi un año sin usar sus poderes, desde lo ocurrido con El Vacío1, momento en que el grupo se disolvió por falta de dinero, al retirarles la ciudad su apoyo. El mensaje en su correo le dio nuevas esperanzas e, incluso, se diseñó un nuevo traje para la ocasión. Si iban a unirse de nuevo, mejor actualizar un poco el aspecto. Al llegar al edificio que tantos recuerdos le traía, se alegró de ver sobre la azotea a una vieja conocida.

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La joven (relativamente) mutante de orejas puntiagudas y alitas en los tobillos se posó sobre la azotea con suavidad, a tiempo de escuchar como Speedball la silbaba desde la espalda. Parece mentira que hubiera llegado a echar tanto de menos a ese alcornoque, pero así era.

- Vaya, vaya, vaya, señorita Prentiss - dijo Speedball-, el azul te quedaba francamente bien, bien lo sabe Dios, pero el rosa es tu color, definitivamente.

- Gracias, Robbie. Tu tampoco tienes mala pinta.

- Y, ¿cómo estás de lo tuyo? El cambio de color de la piel supongo que es buena señal, pero el resto . . .

- . . . el resto está controlado Speedy. Mientras lleve el controlador de oxígeno encima, no tengo de qué preocuparme, pero además he empezado a combinar el ambiente marino y el terrestre de forma que pueda llegar a valerme sola de nuevo. La ira ya está controlada así que, bueno, no hay riesgo de que pueda hacerle a nadie lo que le hice al traje de Turbo2.

- Para ella fue casi una bendición. Después de todo lo que había pasado con el Fantasma y luego con Carlton, ya casi había decidido dejarlo. Hablé con ella el mes pasado y parecía feliz de poder dedicarse en exclusiva a su carrera.

- Bueno, palillo - concluyó Namorita-, ¿entramos a ver que quiere?

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Dentro del salón en el interior de la azotea, Vance Astrovick observaba como su amigo Robert daba pataditas nerviosas al sillón.

- Cálmate, Rob - dijo Vance-, que esto es para ayudarte a controlar tus poderes.

- Ya, pero estoy nervioso. Estas cosas... el ser un superhéroe, no es algo que me salga natural.

Vance pensó en el camino que Robert Reynolds había recorrido desde que el Vacío intentase dominar la ciudad el pasado año. Parecía haber superado el trauma de la muerte de su padrastro y el subidón que le provocaban los increíbles poderes que aquel suero le había dado. Vance cuidaba de él desde entonces, con ayuda de Defensa de la Infancia, organización para la que trabajaba en exclusiva desde que los Guerreros se disolvieron. Además, las sesiones de terapia y las pruebas en Genetech habían hecho milagros en la sique de el muchacho.

Namorita y Speedball entraron entonces.

- ¿Traje nuevo, Justicia? - comentó Speedy.

- Igual que tú, Speedy. Y ahora es Marvel Boy... otra vez. Decidí que Justicia era demasiado ostentoso y confuso a veces. ¿Cómo estás, Nita?

- Estupendamente, Vance. ¿Robert? ¿Eres tú?

- Euh . . . sí, Namorita. Tienes buen aspecto.

- Tu también, muchacho. Angélica me ha dicho que has mejorado mucho en todos los aspectos. Me alegra.

Robert no podía evitar sentirse culpable estando ella delante. El Vacío le había hecho mucho daño a la atlante y él era el Vacío. Ya no. O al menos, eso esperaba.

Entonces entró Nova, y la habitación, de pronto, se enfrió como los pies descalzos en la nieve. Nadie dijo nada según entraba por el balcón, aunque no podían negar que su nueva armadura de centurión tenía buena pinta.

- Bueno - dijo Nova-, ¿nadie va a saludarme?

- ¡Te largaste sin decir nada, capullo! - explotó Namorita-. ¡Ni siquiera adiós!

- Sí, Rider - entró Speedball-. Los amigos no se largan sin más y te dejan con el culo al aire.

- Entiendo que estéis enfadados, pero no pretendía que fuera así, de verdad. Veréis, programé la nave de Saal para viajar a Xandar a.... bueno, a investigar un asunto turbio del que me habló justo antes de morir. La nave iba a tardar un par de semanas en prepararse para la travesía, así que pensé que me daría tiempo a despedirme antes, pero nos estuvimos metiendo en tantos líos que se me echó el tiempo encima y, por lo visto, mi traje me teleportó a la nave justo al despegar. La verdad es que me pasó por idiota, pero ahora controlo algo más el tema.

De nuevo, silencio. Entonces Night Thrasher entró en la habitación. Su armadura de cuerpo entero no le dejaba al descubierto ni los ojos, así que casi parecía un robot. Su voz también sonaba metálica:

- Iba a hacer un comentario, pero no quisiera echar más leña al fuego en nuestra relación, Rich.

- Bien, tío, porque ahora soy tan fuerte que podría destruirte con pensarlo.

- Más fuerte y con buen aspecto. Definitivamente, a tí los años sólo te mejoran.

Chocaron las manos y, acto seguido, Thrasher saludó a los demás. Unos cuantos comentarios menores y la típica charla tonta dejó paso al meollo del asunto.

- Bueno- dijo Vance-, empezaré yo. ¿Qué hacemos aquí, Dwayne?

- Euhn, Vance - intervino Nova-, ¿es seguro lo de los nombres con... ya sabes... el chico nuevo? Por cierto, ¿quién eres?

- Robert Reynolds, el... bueno, el Vigía.

- Es una... larga historia- comentó Speedball-. Ya te la contaremos.

Nova asintió y se apoyó en el respaldo del sillón, al lado de Namorita, que no dejaba de mirarle con cara de enfado.

- ¿Sabes qué es gracioso? - dijo Nova con toda la mala leche que pudo-. Teniendo en cuenta como te comportaste conmigo antes de marcharme, debería ser yo el que estuviera enfadado.

- Bueno, chicos - intervino Night Thrasher-, se que ha pasado un tiempo y que, por lo visto, hay mucho de lo que hablar, pero perdonad si ahora voy al grano. Hace algo más de un año yo me ví... veréis, para intentar hacer algo bueno, me junté con la gente equivocada y, bueno, aquello acabó bastante mal3 - Dwayne hizo una pausa para quitarse el casco-. Yo no estuve involucrado en nada de lo que pasó, pero mi presencia provocó preguntas y... el Comité de Actividades Sobrehumanas ha estado reteniéndome durante este tiempo e investigando la Fundación Taylor. No encontraron nada, por supuesto, así que me soltaron con un cachete y todo esto me hizo plantearme las cosas de nuevo. Chicos, los motivos por los que nos juntamos aún existen, y más por los que permanecimos juntos. Este mundo ha sobrevivido a una invasión desde el mismo Infierno y sigue teniendo los mismos problemas. Creo que nosotros podemos marcar la diferencia. A nuestro aire y sin presiones gubernamentales.

Todos quedaron en silencio un instante, sopesando las ideas de Dwayne. El primero en hablar, esta vez, fue Speedball:

- Bueno, todos estrenamos spandex, así que es una buena ocasión para empezar de nuevo, pero quiero que quede claro... no habrá secretos, ¿eh, Dwayne? Seremos claros por una vez.

- Palillo tiene razón- intervino Namorita -. Esta vez no nos ocultaremos nada. Seremos claros como el cristal y no andaremos con subterfugios.

- Estoy dispuesto a ello - respondió Dwayne-. Nada de secretos y nada de mentiras.

Nova suspiró un momento. Dwayne aún le inspiraba desconfianza y no acaba de creerse el cambio de actitud pero, como los demás parecían estar de acuerdo, no dijo nada.

- Bien, pues - agregó Justicia-. ¿Cómo lo hacemos? Angélica y yo trabajamos en las oficinas de Defensa de la Infancia aquí, en New York, así que no me costará estar al tanto y reunirnos aquí me vendría genial.

- Euh... no puedo atraer ese tipo de atención sobre el Ambrose, Vance. No con el CAS vigilando a la Fundación. Y tuve que vender el almacén, junto con otras cosas, para pagar parte de la multa que me pusieron. Esperaba que alguien tuviera algún sitio.

Todos se frotaron las barbillas cómicamente para, después, juntar sus miradas en Richard.

- ¡Vale, de acuerdo! - admitió Nova-. Podemos reunirnos en mi nave. Además, es una pijada de telecomunicaciones y queseyoquemáscosas, tíos. Además, como centurión Nova designado a este cuadrante de nuevo y con carácter definitivo, muchas gracias por los aplausos, pasaré bastante tiempo allí, así que...

En ese momento, se abrió la puerta del ascensor que conectaba con el ático y aparecieron algunos viejos conocidos: Andrew Cuerda, Sprocket y Elvin Halliday, ahora con su cuerpo de quinceañero normal y corriente.

- Bueno, ¿habéis hecho trato?- preguntó Cuerda, socarronamente.

- Eso parece, Cuerda - contestó Nita-. Parece que vamos a hacerlo... otra vez.

- Y Sprocket prometió que si conseguía volver a reuniros ella se comprometía como piloto oficial del grupo- bromeó Dwayne.

- Porque no pensé que lo conseguirías, #$%&!!.

- Bueno, pues sólo queda una cosa por hacer, ¿no? - dijo Speedball.

- ¡Oh, no, palillo!- gruñó Nova-. Esas cosas ya no se llevan.

- A mí me parece que es una buena ocasión para hacerlo- concluyó Dwayne, y extendió su brazo hacia delante, con la mano girada hacia abajo. Una a una, las manos de los demás se fueron sumando sobre la de él.

Todos se miraron con una mezcla de alegría y curiosidad pero, básicamente contentos por estar haciéndolo de nuevo. Al menos hasta que Speedball abrió la boca para fastidiarlo:

- Eso sí, hay que meter a más tías en el ajo, que algunos aún somos adolescentes.

Y así, con una carcajada fuera de lugar, los New Warriors volvieron a unirse.

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PROLOGO

Central Park, New York. La misma noche, distintas personas. Zach y Tiff viven en la calle y pasan frío y hambre por igual. Castigados por la indiferencia de la gente que les rodea, son sin duda los niños de doce años más viejos que podríais conocer. Por eso cuando el siniestro chico al que siguen por el parque les ofreció comida y cama, aún desconfiando, aceptaron.

Les lleva todo el camino casi a galope, hasta uno de los puentes del parque. Les dice que pasen bajo él, que no hay peligro y que allí les ayudarán. Y lo hacen. No pasan al otro lado, dado que una extraña luz les absorbe al pasar bajo el primer arco.

El muchacho siniestro, mucho más encorvado que hace un momento, se marcha a por más víctimas.

CONTINUARA...

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1.- En el serial "Llega el Vigía" que encontraréis en Marvel Fanfare.

2.- Igual, en el mismo serial te enterarás de todo.

3.- Se refiere a su relación con el Club Fuego Infernal y a los sucesos del crossover "Crisis de Fe" en Pactor y Patrulla X.

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PUNTO G

¡Escribenos! Esperamos tus cartas...

 
 
   
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