Hace un par de años, una salva de balas proveniente de una ametralladora uzi, empuñada por Night Thrasher, acabó con los sueños de Tai de controlar las energías del Pozo de Todas las Cosas y, aparentemente, también con su propia vida¹.

Uno meses más tarde, Silueta, la nieta de Tai, tuvo una experiencia en un pasado imposible con su abuela, siendo esta una niña aún, pero ya malvada. Silueta pensó que era mejor matarla siendo pequeña y evitar el sufrimiento que causaría en un futuro a su familia².

Ambas cosas supusieron una imposibilidad tan sumamente grande, que el continuo espacio-tiempo tuvo que remendarse como pudo, así que Tai emergió en un sombrío rincón del universo, en una dimensión paralela a la nuestra, como un limbo, desde dónde, poco a poco, descubrió que podía afectar a nuestro mundo.

Por supuesto, Tai no sabe el motivo de su aparente resurrección, si es que puede considerarse así, pero eso no quita hierro a la amenaza que ahora proyecta sobre los Guerreros llamados Speedball y Vigía.

Cruzaron un portal bajo uno de los puentes de Central Park para buscar a unos niños desaparecidos³. Lo que han encontrado ha sido, en parte lo que buscaban, en parte un escalofriante giro en los acontecimientos.

El joven Robert Baldwin, envuelto en la energía que le da sus poderes de Speedball, contempla con horror como Tai se sienta en una especie de trono de piedra y, a su alrededor, los niños desaparecidos, con miradas ausentes, la traen todo tipo de bienes.

Pero eso no es lo peor, que va. Lo peor es que parece tener hipnotizado también a su colega, Vigía, y los motivos por los que eso le asusta son demasiados como para enumerarlos sin sentir escalofríos⁴.

- Este chico es la bomba, Speedball - dice Tai -. Crepita con tanto poder que hasta me cosquillean las yemas de los dedos al tocarle.

- Tai, o lo que quiera que seas - responde Speedball -, estás jugando con fuego. Vigía no es un juguete y las cosas se pueden salir de madre como le prendas la chispa, no sé si me entiendes.

- Pues, la verdad, Speed, es que nunca he entendido una sola palabra de esa diarrea oral que llamas vocabulario, pero en este sitio las barreras idiomáticas deben estar de día libre, porque nos estamos comunicando muy bien, ¿no crees?

Tai sonríe, y hunde su mano derecha en las sombras del pecho de Vigía. Speedball grita, pero los niños se tiran sobre él, intentando reducirle. Cuando le empujan y él cae, se da cuenta de que su campo cinético está apagado.

Al otro lado del portal, en el parque, el resto de los Nuevos Guerreros, es decir, Namorita, Nova, Marvel Boy y Night Thrasher, esperan pacientemente a que salgan sus amigos. Thrash hace rato que rastrea el puente con todo tipo de sensores, pero no recibe lectura alguna. Parece que los dos Roberts están más allá de su ayuda.

- Nada. No capto ni una ligera brisa - dice Thrasher.

- Tío, ¿podrías quitarte la máscara? - pregunta Nova -. No te ofendas, pero suenas como Darth Vader, tío.

- Claro, de eso se trataba. Ya que pretendo infundir temor en el corazón de los delincuentes, ¿por qué no hacerlo con la voz del negro más poderoso de la galaxia?

- ¿Negro? - pregunta Namorita.

- Es una broma friqui, Nita - interviene Marvel Boy -. ¿No has visto "Persiguiendo a Amy"?

- No me suena. Ya tengo bastante con el cine altlánte, ¿sabes?

La charla hace que se edulcore un poco la preocupación. La verdad, que a Vigía se le pueda ir la pinza es algo que les acojona a todos bastante, sobretodo a Namorita, que ya pudo probar un poco del poder desatado de la parte "mala" de Robert, y hace redundar la idea de que ha sido una mala idea enviarle a esta misión.

Entonces, uno de los sensores del guantelete de Thrash comienza brillar.

- Se acerca algo.

- ¿El qué? - pregunta Marvel Boy.

- Y lo que es más importante - interviene Nova -, ¿amigo o enemigo?

El aire frente a ellos burbujea y, como un piedra lanzada a un estanque, se crean de la nada ondas de choque que desdibujan el parque bajo el puente.

De pronto, un esqueleto sale del vacío y cae al suelo, a pies de los Guerreros. Todos enmudecen, y no es en vano: el esqueleto va vestido como Speedball.

Los niños vuelven alrededor de Tai y se sientan a su vera con el mismo gesto ausente, como si lo que acabaran de hacer, la atrocidad que han cometido, fuera el equivalente a hacer un dibujo en la arena o sacarse un moco.

Tai, por su parte, está muy entretenida. Va sacando del pecho del Vigía, hebra a hebra, lo que parece una bola de oscuridad, aparentemente inerte. El joven ni parpadea. Su gesto está paralizado en una mueca de ignorancia y paz, y, si es consciente de lo que está sucediendo, no lo aparenta.

Por fin sale la última hebra, y Vigía cae al suelo, desplomado, y la bola comienza a moverse como si Tai tirara de hilos invisibles y la estuviera amasando a su antojo.

Va cogiendo forma humana, creciendo y desarrollándose poco a poco, hasta alcanzar el tamaño de Robert Reynolds, pero como si fuera un muñeco sin pintar, oscuro como la más profunda noche.

Por fin, apoya los pies en el suelo y Tai sonríe. No es que sepa lo que ha encontrado, pero ha sido una sorpresa para unos ojos que creían haberlo visto todo.

El muñeco oscuro abre los ojos y sonríe con una dentadura tan blanca, que parece tener luz propia.

- Así que... he vuelto. Pero esto es distinto. Robert no está.

- No, no está - responde Tai, como si fuera una pregunta lo que la criatura ha formulado -. Pero estás tú, y creo que es casi mejor. Pareces hecho de la misma mezcla que este vacío, así que, a lo mejor, podemos ayudarnos, jovencito.

Speedball toma aire como si fuera la primera vez. Sus amigos aún siguen aturdidos por lo que acaba de pasar.

- ¡¡Robert!! - grita Speedy al volver.

- ¿Cómo puede estar vivo? - pregunta Nova -. ¡Hace un momento era un esqueleto, por Dios!

- Robbie, calma, necesitamos que te centres - dice Nita, cogiéndole por los hombros -. Hace dos minutos has salido por una especie de portal siendo un esqueleto y te has vuelto a formar delante de nuestros ojos. . .

- Capa a capa, tío - interviene Nova -. Ha sido asqueroso.

- Estaba en la oscuridad, con los niños... ¡y Tai!

- Tai está muerta, Speedy - dice Thras, aunque turbado.

- Ahí dentro no. No sé como ni por qué, pero era ella. Tenía a los niños como idos, y ha hipnotizado a Vigía también. Le metió una mano en el pecho y los niños me atacaron y no podía usar mi campo. Lo intentaba, pero me consumía, así que decidí que, si me iba a consumir de todas formas, podía intentar averiguar la frecuencia de esa dimensión y salir de ahí.

- Pues te ha funcionado - interviene Vance -, pero yo no lo intentaría otra vez. Seguramente al salir de allí y recuperar la funcionalidad tu campo, ha conseguido recrear la forma que adquieres cuando te transformas⁵.

- ¿Y lo tienes? - pregunta Thrash -. ¿Tienes la frecuencia?

Speedball sonríe y responde:

- ¡Oh, sí!

- Siento la energía alrededor. Esto me da forma.

Tai no puede dejar de sonreir. Tan feliz está, que lanza una patada a la cara de uno de los niños, empujándole encima de otros dos, que caen con él al suelo.

- ¿Habéis oído, patanes? ¡Ya no os necesito ni a vosotros ni a vuestras patéticas almas! ¡Voy a ser libre!

- ¿Te alimentabas de ellos? Yo lo probé una vez, pero no de almas, sino de miedos y furia. No me importaría volver a probarlo.

- Ellos eran el aperitivo, la fuerza vital que me mantuvo con vida hasta que llegaste tú, chico. Pero, bueno, creo que ya va siendo hora de que nos movamos de aquí y nos pongamos cómodos en el mundo real, ¿no te parece?

De pronto, una teleportación cercana y 7 héroes emergen a la oscuridad.

- Yo creo que es una idea muy mala - dice Nova.

- Sí, hace frío fuera, abuela - sigue Speedball -, te podrías acatarrar.

La idea fue de Thrash. Afortunadamente, Vance estaba en contacto con Capa y Puñal a través de Defensa de la Infancia, porque a ellos también les tocó pasar esas penurias, y aunque Capa protestó, Puñal consiguió que les ayudara.

Speedball logró que Capa sintonizara con la dimensión de Tai y se trajeron a Puñal por si podía ayudar como ya hiciera con el Vacío.

Y, así, bueno, pues... ¡deus ex machina!

Se despliegan por toda la oscura estancia con determinación y agilidad. Speed y Puñal se enfrentan al Vacío, ayudados esta vez por Nova. Los rayos gravimétricos de Richard Rider parecen hacer daño real a la criatura que, no obstante, se rehace como puede y encara al protector cósmico.

Mientras, Thrash, Marvel Boy y Nita van a por Tai. Ellas les lanza rayos desde sus manos con odio en los ojos. Mirando a los ojos de Dwayne, a través de sus lentes, veríamos que el odio es mutuo. Tai hizo que mataran a sus padres y manipuló su vida como si fuera una función de títeres. Matarla fue lo más duro que tuvo que hacer en su vida. Si encima no ha servido de nada...

El Vacío aparta a Speed de un manotazo, lo cuál es fácil, pues la dimensión oscura en la que están parece interferir con la dimensión de la que Robbie Baldwin saca sus poderes, pero las dagas de Puñal le duelen y le hacen retroceder.

El Vacío la sujeta por el cuello y la envuelve en negros zarcillos que van cubriendo la cara de la joven, empezando por la nariz y la boca. Nova carga contra el oscuro y lanza una descarga que secciona el brazo con el que sujeta a la chica, pero no sirve. En el suelo, Puñal aún forcejea con la mano del Vacío, y este resiste los rayos de Nova hasta forzarle a un enfrentamiento directo.

Nita caer ante la fiereza del ataque de Tai, que la araña con sus uñas mientras efectúa imposibles cabriolas en el aire. Agarra a la atlante por el cuello con sus piernas y cae sobre su cabeza contra el suelo. Marvel Boy acude a ayudar a Puñal, así que Thrash se lanza a por Tai. La coge de espaldas y la rodea el cuello con el cable de titanio que brota de su muñeca. La anciana se retuerce y trata de romper el casco de Dwayne.

Las uñas de Tai penetran el titanio laminado y el kevlar hasta clavarse en su rostro, pero él no cede. Está más que dispuesto a que esta sea la última vez que ha de vengar a sus padres.

- ¡Ya basta! - grita Tai mientras hace estallar el casco de Night Thrasher con un haz de energía oscura -. ¡Niñatos mentecatos! ¡Haré que este lugar sea vuestra tumba!

Parece que se han vuelto las tornas contra nuestros héroes, con Tai atando a una parte con sus rayos de energía oscura, y el Vacío intentando ahogar al resto en su negrura.

Entonces, como el último rayo de esperanza, aparece un fogonazo de luz dorada proveniente de un pequeño rincón. El fogonazo se hace rayo y el rayo se torna foco. Ya no hay sombras en la estancia, lo que consume al Vacío poco a poco, y hace que Guerreros y enemigos apenas puedan ver.

- Gracias, señora - comienza a hablar una voz dulce pero firme -. Me has quitado la oscuridad del alma. Jamás me había sentido tan puro en toda mi vida.

- ¿B-Bob? - pregunta Vance Astrovick, entrecerrando los ojos. Intentando ver.

- La pena - continúa Vigía - es que, al hacerlo, me has dejado sólo con el poder suficiente para destruir este lugar.

Vigía brilla cada vez más fuerte y todo el sitio parece fluctuar, a medio camino entre este mundo y el nuestro. Nadie parece estar herido. Nadie, salvo el Vacío.

El paso de un mundo a otro no se ha completado, pero la negra criatura grita con agonía:

- ¡No! ¡Apaga esa luz! ¡No puedo soportarla! ¡Me estás matando!

Cuando los Nuevos Guerreros, Tai y los niños reaparecen en Central Park, del Vacío no quedan más que hebras, que se desvanecen en el viento, como si nunca hubiera existido.

- ¡Necios! - grita Tai, comenzando a irradiar energía oscura por las manos -. ¡Volveré aún más fuerte y os daré la muerte que debí daro... !

No acaba la frase. Night Thrasher aparece tras ella mientras el cuerpo de la anciana cae al suelo.

- ¿La has matado? - exclama Nova -. Creí que ya habíamos hablado de esto.

- Tranquilo - responde Thrasher -, sólo la he dado una "palmadita" de calmante para elefantes. Estará unas veinte horas en el reino de los sueños. Suficiente para encerrarla en algún sitio y tirar la llave.

- Bueno, bien - dice Namorita -, porque ahí dentro has estado un poco... ¡ya sabes!

- Ese era el viejo Thrash, Nita. El nuevo ve sus errores.

- E intenta enmendarlos - replica Nova, tendiendo una mano a su amigo.

Thrash la toma, y luego Nita, y Vance, y Bob y, finalmente, Robbie. Los Nuevos Guerreros acaban de empezar un nuevo episodio en sus vidas.

Esta vez, desean hacer las cosas bien.

1.- En la saga Nada Más que la Verdad, en New Warriors, vol. I, nºs 22 a 25 USA

2.- En Una y Otra Vez, la saga que unió los destinos de las series New Warriors, Nova y Night Thrasher de cara al nº 50 del vol. I USA.

3.- En nuestro capítulo anterior, que no prestáis atención, troncos.

4.- Pero que tenéis desglosados en los 3 episodios de Llega el Vigía publicados en nuestra serie Marvel Fanfare.

5.- Ya sé que explicarlo queda cutre, pero Speedball no es Robbie Baldwin tal cual, es una especie de versión estilizada generada por su campo cinético.

PUNTO G

¡Escribenos! Esperamos tus cartas...