Bishop sigue en coma.
Eso es todo.
De momento.
- LOS MUTANTES SON UN PELIGRO.
Aplausos.
- MUCHOS DE ELLOS YA ESTÁN INFILTRADOS EN IMPORTANTES CARGOS DE NUESTRA
SOCIEDAD. CREEN QUE PUEDEN ESCONDERSE DE NOSOTROS, PERO NO PUEDEN, PORQUE
LES ENCONTRAREMOS Y LES ENVIAREMOS DE VUELTA A LA CLOACA DE DONDE SALIERON.
Aplausos e incluso algunos vítores.
- NOSOTROS SOMOS LOS VERDADEROS HIJOS DE AMÉRICA, LA HUMANIDAD PUEDE PERECER
EN CUALQUIER MOMENTO A MANOS DE LOS SUCIOS MUTANTES Y PARECE SER QUE NADIE
MÁS SE DA CUENTA DE ELLO.
Vítores.
- POSIBLEMENTE SOMOS LA ÚNICA ESPERANZA DE CARA A FRENAR LA AMENAZA MUTANTE.
SI NOS MANTENEMOS JUNTOS PODREMOS HACERLES FRENTE Y EVITAR QUE SE HAGAN CON
EL PODER. UNA HUMANIDAD ESCLAVIZADA, ESO ES LO QUE QUIEREN. Y YO DIGO...
Momento de suspense.
- ¡¡¡QUE LOS HOMBRES HONRADOS Y HONESTOS DE AMÉRICA NO LES DEJARÁN
HACERLO!!!
El público estalla en gritos de euforia y en consignas contra de los
mutantes.
¿Adivinais quien es?
Satisfecho de su incendiario discurso, Graydon Creed baja del estrado.
- Felicidades, señor Creed.- Dice uno de sus ayudantes.- Ha estado usted
magnífico.
- Gracias.
Creed era un hombre con una misión en la vida. Venganza.
Vengarse de sus padres.
Estos son conocidos por las masas como Mística y Dientes de Sable, dos de
los terroristas mutantes más importantes del mundo. Pero al contrario que
sus padres, Creed no nació mutante, eso le marcó de cara a sus padres. Y le
hizo empezar a engendrar un amargo odio hacia todos los mutantes.
Decidió vengarse de sus padres a través de todos los mutantes.
Fundó los Amigos de la Humanidad, un grupo paramilitar que apalizaba y a
veces hasta mataba a mutantes para "protegerse" de la plaga mutante.
Más adelante empezó a hacer campaña. Se cree que de cara a las próximas
elecciones presidenciales Creed podría ser una apuesta segura.
También ha comenzado a establecer vínculos importantes, por ejemplo con "El
Último Bastión de la Humanidad", otro grupo que comparte las mismas
inquietudes de Creed.
- Señor Creed, señor Creed...- Un joven rapado estira la mano a través del
pasillo protector que los guardaespaldas han hecho desde el estrado hasta el
hotel Hilton.
Creed la estrecha.
- Muerte a los mutantes.- Le susurra al joven, este sonríe.
Por fin llega al hotel.
- Ha sido un discurso muy emotivo.- Le dice Jack Demachy. Creed no confiaba
en muchas personas, pero Demachy era una de ellas. Llevaba con Creed casi
desde el comienzo de su campaña, no era como los jóvenes abogados que
esperaban obtener mucho dinero asociándose a Creed en su campaña
anti-mutante, Demachy también odiaba a los mutantes. Creed se veía reflejado
en él.
- Vayamos a mi habitación, Jack. Te invito a una copa.
- Muy amable, Graydon.- A pocas personas les dejaba Creed usar su nombre de
pila.
Ambos suben hasta los aposentos de Creed. Los guardaespaldas se quedan
fuera.
- Una vez oí algo muy interesante, Jack.
- Adelante.
- Verás, no recuerdo las palabras exactas, pero era algo así como que "Es
más fácil unir a la gente a traves del odio que del amor." ¿Recuerdas los
hippies, Jack?
- Je.- Contesta Demachy.- Sí, por supuesto.
- Creían que la solución a todo es el amor. Yo no lo creo así... Yo creo que
la solución a todo es el odio. El odio a los mutantes... ¿Has visto a los
asistentes a mi convención? Blancos, negros, hispanos... Voy a conseguir lo
que nadie ha conseguido jamás, Jack. Voy a conseguir la unidad de todos los
norteamericanos.
- Salvo los mutantes.
- Bah, ¿a quién le importan los mutantes?. En toda guerra han de existir
víctimas, yo creo que vale la pena sacrificar a los mutantes si conseguimos
la unidad entre todos los humanos...
- Es posible.- El rostro de Demachy empieza a cambiar como si de mercurio se
tratara. Su piel se vuelve azul y su pelo rojo. Pasa de ser un hombre a una
mujer.- Hola, hijo.
- ¡¡¡MÍSTICA!!!
Alto.
Volvamos atras en el tiempo.
Alrededor de 15 minutos antes, en pleno discurso.
- Alex... ¿Estás seguro de esto? - Pícara llevaba su pelo recogido detrás de
una gorra, una camiseta en la que ponía "100% Humana" y unos vaqueros
ajustados.
- Sí.- Él era Alex Summers, actualmente co-líder de la Patrulla-X.- Hemos
recibido un soplo de que la Hermandad intentaría asesinar a Graydon Creed.
- ¿Y si es una trampa?
- Entonces no tenemos otra opción que caer en ella. No podemos dejar que le
maten...
- Hum... ¿Por qué no?
- Pícara, Creed les serviría como mártir. Les legitimizaría para seguir su
cruzada contra los mutantes.- Contesta Alex.
- No parece que necesiten mucha legitimidad para perseguirnos.- Murmura
Pícara entre dientes. A veces le fastidiaba que todo el mundo se creyera más
listo que ella.
- Hemos de vigilar que no le ocurra nada a Creed.- Dice él sin oir el
comentario de Pícara.
Graydon Creed gesticula a la vez que lanza su grito de guerra.
- ¡¡¡QUE LOS HOMBRES HONRADOS Y HONESTOS DE AMÉRICA NO LES DEJARAN
HACERLO!!!
Empieza a sonar el himno electoral de los aliados de Creed. Éste empieza a
avanzar hacia el hotel en medio de un montón de medidas de seguridad.
- ¿Cómo le vamos a seguir?- pregunta Pícara.
- No lo haremos.
Dentro del Hilton.
Lorna Dane odiaba teñirse el pelo.
Siempre se le quedaba pegajoso.
También es verdad que jamás conseguiria infiltrarse entre un club de
"odiamutantes" con su precioso pelo verde.
Empuja un carrito de limpieza, era el truco más usado del mundo. Utilizar el
servicio de limpieza para infiltrarse, Lorna se congratula pensando que al
menos funcionaba.
Uno de los guardaespaldas le toca el culo. Polaris intenta no utilizar sus
poderes magnéticos para regular el flujo de hierro al cerebro del sobón.
*Autocontrol, Lorna, autocontrol.* Piensa mientras se gira y sonríe al
guarda.
Ve pasar a Creed hablando tranquilamente con un hombre que rondaría los
cincuenta, de cara arrugada y ojos penetrantes.
- ... Te invito a una copa...- Le oye decir.
- Van a las habitaciones...- Dice Lorna apretando un resorte en sus
pendientes.
Habitación de Creed.
- Oído.
Lobezno era el mejor en lo que hacía.
Ahora se escondía.
Lo había hecho un millón de veces mientras que fue espia a las órdenes del
gobierno canadiense. Era un juego de niños engañar a los servicios de
seguridad de Creed, por algo él era el mejor en lo que hacía.
Oye entrar a dos personas. Huele a Creed y capta también el olor de su
acompañante.
No era Mística.
A no ser, por supuesto, que Mística hubiera descubierto la forma de
mimetizar los olores.
Oye como Creed le suelta un montón de bazofia racista a su acompañante. Una
cosa que odiaba Lobezno eran los politicos, siempre con sus grandes planes
para salvar a la humanidad cuando lo que en realidad querían era mas y mas
poder.
- ¡¡¡MÍSTICA!!!
*Mierda.* Piensa Lobezno a la vez que salta fuera de su escondite.
El tejado.
*Alerta Roja. Alerta Roja.* Trasmite Mariposa Mental a todos sus compañeros.
*La nota era cierta... Lobezno necesita ayuda.*
- ¿Bajamos?- le pregunta Arcángel.
- Sí. Vamos.
Alto.
Volvamos atrás en el tiempo de nuevo.
Sólo un par de minutos antes.
La misma habitación de Creed.
¿Si os dieran la oportunidad de viajar al pasado y matar a Hitler cuando aun
es un bebe? ¿Qué hariais?
Mística le mataría.
¿Y si os dijeran que vuestro propio hijo se convertirá en una especie de
Hitler?
Pensadlo bien antes de contestar. El embarazo es una experiencia única, es
estar literalmente "unido" a una persona. Luego nace y descubres que tu vida
tiene sentido, un bebé, un futuro lleno de promesas.
Un hijo es sangre de tu sangre, pero no sólo eso. También es un nuevo
comienzo. Un futuro. Un abanico de oportunidades.
¿Y si el futuro se corrompe, se echa a perder? ¿Qué haríais?
Mística es la madre de Graydon Creed, un hombre que piensa que el único
mutante bueno es el mutante muerto. Quizás sea culpa suya por no haberle
dedicado bastante tiempo. Por no haberle educado en la tolerancia. Quizás
sea un error suyo.
Un error que pretende solventar.
Escucha tranquilamente toda la basura que surge de la boca de su hijo sin
inmutarse.
Luego se transforma.
- ¡¡¡MÍSTICA!!!
Mística saca una pistola y apunta a la cabeza de su hijo. Éste salta al
suelo justo antes del primer disparo.
Lobezno salta sobre Mística, impidiendole ejecutar un segundo disparo.
Creed intenta abrir la puerta mientras que Lobezno forjecea con Mística en
un abrazo letal.
- Déjame hacer lo que debo hacer, Lobezno...
- Me temo que no puedo, mujer.
Creed escapa, en un ataque de pánico, piensa que sólo la masa de humanos le
podrían proteger de su madre. Coge el ascensor mientras que su corazón late
como un caballo desbocado.
Mística utiliza el peso de Lobezno para lanzarlo contra una mampara de
cristal llena de vajilla de porcelana.
- Todos al punto de escape.- Grita por su comunicador.
Se lanza atravesando una vidriera.
Mímico, el hombre que absorbió los poderes de la Patrulla-X original, le
recoge antes de pase un solo segundo de caída.
- Mímico, lanza un rayo óptico justo al borde de este edificio.- Le susurra.
El instinto no le falla. En ese momento aparecen Arcángel y Mariposa, que
reciben un rayo de lleno.- Vayamos al punto de escape.
Abajo.
- Mierda mierda mierda.- Murmura Kaos.- Polaris, saca a Lobezno del hotel.
Tormenta, sigue a Mística...
- Ya lo hago.- Oye decir a Ororo.
*Menudo jefe estoy hecho.* Piensa Alex. *Deberían destituirme por
incompetencia.*
- Ahora os alcanzamos.- Dice Pícara.
Descampado.
Tormenta es recibida con una potente llama proveniente de Pyros.
*¿Deberia enfrentarme yo sola o esperar refuerzos?... No, la Hermandad ya
está avisada. He de llamar su atención para darles tiempo a los demás de
llegar.*
Ororo lanza una ventisca de nieve que apaga la llama de Pyros. Avalancha
intenta atraparla con una ola de cemento, pero descubre que Tormenta es más
rápida de lo que parecía. Mímico deja a Mística en el suelo y sube en picado
contra Ororo, lanzándole rayos ópticos en todas direcciones.
Desde un lugar cercano.
Un hombre observa la escena y sonríe. Dentro de poco algunos de sus enemigos
morirían.
Serían ejecutados sin piedad.
Sólo faltaban unas pocas piezas por llegar.
Pícara coge a Mímico por sorpresa y lo arrastra hasta estrellarlo en un
edificio colindante.
Kaos lanza un potente rayo cósmico para molestar a Fantazia, si conseguía
noquearla la Hermandad se podía despedir de su teletransportadora.
Pyros lanza de nuevo una bocanada de fuego, esta vez contra Kaos, es lo
suficientemente fuerte como para cegarle por completo.
- Bola rápida especial.- Dice la Mole a Fantazia.
Esta teletransporta al enorme mutante justo encima de Pícara.
- Yikes.- Murmura la mutante antes de que la Mole le abrace y aplaste contra
el suelo en un brusco aterrizaje. Con el impacto tiemblan todos los
edificios circundantes.
La Mole se levanta, dejando a una Pícara totalmente noqueada debajo suyo.
- Je je je... Y ni siquiera tuve que sacar las garras.- Se congratula Mole.-
Una menos.
En ese momento aparecen Polaris y Arcángel, cargando con Lobezno y Mariposa
Mental respectivamente.
- Ríndete, Mística.- La desafía Tormenta.- Has perdido la partida. Ya no
conseguirás asesinar a Creed.
- ¿Quién te dice que me objetivo era asesinarle? ¿Cómo sabes que no va todo
tal y como lo planee?
Creed se tambalea fuera del ascensor, paranoico ante la posibilidad de que
su madre le siguiera.
Tras una de las puertas de las escaleras de emergencia el verdadero Jack
Demachy piensa en lo que tenía que hacer.
Una vez cruzara esa puerta ya no habría vuelta atrás.
Mentira.
No hubo vuelta atrás una vez que aceptó la ayuda de Mística para salvar a su
familia.
Ahora le tocaba a él devolverle el favor.
Sale de la escalera de incendios y se dirige directamente hacia un todavía
paranoico Creed.
- ¡ALTO! ¡NO TE ACERQUES MAS A MI!
Hay muchos periodistas en el Hall del Hilton. Esperaban un comunicado de
prensa.
Creed piensa brevemente, podría sacar tajada de la situación. Imaginad la
noticia: "Creed descubre a un infiltrado mutante en su propio comité". Era
una oportunidad única para hacer publicidad del peligro mutante.
- Señor Creed. Soy yo, Jack Demachy.
- NO TE ACERQUES A MI, SUCIO MUTANTE.
- ¿Qué está diciendo?- Jack sigue acercándose a Creed. Éste le coge la
pistola a uno de sus guardaespaldas y dispara.
El tiro le atraviesa un pulmón a Demachy, que cae al suelo, contorsionándose
del dolor.
Se oyen gritos y un par de guardaespaldas corren a ayudar a Demachy. Alguien
pregunta si había un medico en la sala.
La mayoría de las miradas se centran en Graydon Creed, que aun sujeta su
humeante pistola.
Se acerca, revolver en ristre, para rematar a "su madre" cuando uno de sus
guardaespaldas le coge de la muñeca y le retiene.
- Alto, señor.
Entonces Creed por fin comprende que no se trataba de su madre.
Los titulares de prensa del día siguiente serían muy diferente a los que
había imaginado, aunque posiblemente sí que hablarían de él.
Mística sonríe.
- ¿Qué quieres decir?- le pregunta Tormenta.
- ¿De verdad me crees capaz de matar a mi propio hijo?... Siempre fue una de
mis pocas debilidades el no poder cometer filicidio. No... Mi plan para
desacreditar a Creed sigue adelante y posiblemente ya se ha cumplido. Mi
"pequeño" es tan predecible...
Kaos está a punto de lanzar otro rayo contra la Hermandad cuando Tormenta le
indica que no lo haga con la mano.
- Entonces, desde un principio sólo querias desacreditarle...
*Tormenta, Creed acaba de disparar contra uno de sus colaboradores
acusándolo de ser un mutante.* Trasmite telepáticamente Mariposa.
- Por supuesto... Espero que los alumnos de Xavier no sigais mirándome mal
cuando con este "golpe" he ayudado enormemente a vuestro "sueño".
Posiblemente más que la mayoría de las misiones de vuestra patética
Patrulla-X.
- Mística... Ríndete...- Bocifera Kaos.
- Cállate.- Le contradice Ororo. Alex mira a ésta sorprendido.- Mística, de
nuevo coincidimos en un objetivo común, pero no en los métodos.
- Quizás todo se reduzca a que la Hermandad tiene más aga...- es
interrumpido el Sapo.
En ese justo instante aparece una figura por encima de todos ellos. Su voz
retumba como un potente eco por todo el descampado.
- MUTANTES.- Proclama un encapuchado.- PREPARAOS PARA SER JUZGADOS... POR EL
EJECUTOR.
Fin del capítulo.
BUZON MUTANTE
¡Holas!
Parece que esta nueva etapa de la serie está siendo positiva, o eso parece
desprenderse de vuestros comentarios...
Aleix se alegra de la aparición de los bebés-x, pero destaca sobre todo dos
escenas: Pícara y Polaris criticando a Kaos, y Xavier gritando a Lobezno...
pues las felicitaciones a Xumer, que es el que ideó esas dos escenas...
Ben se queja precisamente de que Pícara y Gambito no acaben de pareja. Dice
que es de lo poco decente de la etapa de Lobdell y Nicieza al frente de los
mutantes... Sí, bueno, es que a nosotros no nos lo parecía. Además, para
Pícara estamos buscando a alguien más... más... ¿blanco? Ya vereis, ya...
Ah, y si alguna vez pusimos "X-Men" en vez de "Patrulla-X" en el número
anterior es culpa mía, que se me pasaría cambiarlo, sorrys...
Por último, Fcopp dice que la serie va cogiendo un estilo parecido al de la
mejor Patrulla... coño, gracias. Te debo dos cervezas, es lo más bonito que
me han dicho nunca, sniff, sniff...
Bueno, ya está. Hasta el mes que viene.
Mutativos saludos...
Carlos
PD de Xumer: Se acerca la confrontación final. ... Una pregunta ¿de quién
recibió el soplo la Patrulla-X de que la Hermandad iba a actuar? ¿Quién es
el traidor dentro de la Hermandad? ¿Cómo sabía el Ejecutor el lugar exacto
donde se produciría la confrontación?... Un maravilloso no-premio para quien
sepa contestarme a una sola de estas preguntas.
PPD de Xumer: Veamos, mucha gente ha criticado del último número cómo es que
Pícara descubrió sola y en tan poco tiempo que la causa de la falta de
control en sus poderes era psicológica.
Y tienen razón.
Pero he de decir a mi favor que (A) Pícara ya llevaba alrededor de tres
semanas acudiendo al Doctor Samson y (B) Leonard, como un buen psiquiatra,
es alguien que simplemente hace hablar a los pacientes y los dirige hacia
donde cree que van los tiros. También es extremadamente listo y si
cualquiera de nosotros se podía haber dado cuenta de la causa de los
problemas de Pícara,
imaginad Samson, que está acostumbrado a tratar con mentes desquiciadas.