Bishop mira a Adam.

- ¿Solo 8?... Me parece que faltan Tormenta. Y Xavier...

- ¡¡¡Y SCOTT!!!

- ¿Quién anda ahí?- Warren pliega sus alas al ver la larga cabellera roja de su amiga Jean Grey. Acerca la mano.

Jean se gira totalmente enfurecida. Fuera de sí.

- ¡NO TE ACERQUES!

- Jean, soy Warren.

- No te llevaras a mi hijo... No te dejare...

- Suelta ese cuchillo, Jean.- La antigua Chica Marvel esta a punto de clavárselo entre las costillas, pero Arcángel es más rápido y le coge la mano. La retuerce haciéndole soltar el cuchillo.

La sujeta con sus brazos y le impide moverse. Ella se intenta liberar, le araña la espalda. Grita como una histérica.

Por fin se calla y deja todo intento de agresión.

Se desploma sobre su amigo y empieza a llorar presa de un ataque de nervios.

Warren casi prefería cuando le intentaba matar.

Un tiempo después.

Pícara conducía el Pájaro Negro. Mariposa, bastante mejor, le ayudaba.

Polaris había recuperado la consciencia y Kaos le estaba haciendo preguntas para comprobar que no había perdidas de memoria.

A Jean Grey le habían administrado una doble dosis de sedantes y dormía en una litera.

X-Tremo estaba en una esquina. Solo con sus pensamientos.

- No entiendo por que no sonaron las alarmas.- Pregunta Warren.

- ¿Y como consiguieron dejarnos a todos KO sin previo aviso? Maldita sea, tenemos a dos de los mayores telépatas del planeta.- Afirma Bishop.

Warren mira a Jean, durmiendo totalmente drogada.

- Solo a uno. Jean perdió sus poderes... Aun así ¿quién puede hacer frente a Xavier?

- Arcángel, lo primero que hice después de comprobar el perímetro fue ponerme en contacto con la Academia de Massachussets. Han sido atacados. Factor-X, X-Force y Excalibur también. Todos afirman que alguno de sus miembros fue secuestrado.

- ¿Quiénes?

Warren apunta los nombres en una hoja de papel mientras Bishop los enumera:

Luego añade:

- Cuando descubramos que tienen en común sabremos quien esta detrás del ataque.- Afirma Warren. Bishop le mira. Él ya sabía quien estaba detrás de este. ¿Debía decírselo?

Warren piensa en silenció.

- Están secuestrando a los lideres.

- ¿Qué quieres decir?- Pregunta Bishop.

- Quien sea que esta detrás de esto quiere dejarnos sin iniciativa. Quiere quitarnos cualquier liderazgo... No nos quiere muertos... Nos quiere desorientados...

- Muerte.

Los pelos de la nuca de Warren se erizan.

- Maddie estaba detrás del ataque. La vi antes de que lanzara una especie de hechizo que me dejo KO. Pero era raro. Exclamo que deseaba que le llamáramos Muerte.

- ¿Muerte? Pero eso significa que él que esta...

- Peste atacó a Excalibur. Guerra atacó a X-Force.- Afirma Bishop al girarse hacía él Warren.

El mismo Bishop resulta ser el único que ve la transformación que se provoca en la cara de Arcángel. Quizás tuviera años de experiencia en combate pero aquello le provoca un miedo casi primario.

Warren lanza un gruñido mas profundo y terrible que cualquier sonido que pudiera ser imaginado. Sin decir una palabra se dirige a la esclusa y salta en pleno vuelo.

Kaos rompe el silencio.

- ¿A dónde vamos?

- A Massachussets. Reagruparnos y contraatacar.- Afirma Bishop.

Egipto.

- Los Doce.

Uno: Charles Francis Xavier.

- Los elegidos.

Dos: Tormenta.

- Aquellos alrededor de los cuales se agrupan los mutantes. Yo soy uno de ellos.

Tres: Apocalipsis.

- Los mutantes dominaran a la humanidad. Ellos dominaran a todos los mutantes.

Cuatro: Cíclope.

- Y yo los dominare a ellos.

Cinco: Reina Blanca.

- Yo dominare al mundo.

Seis: Forja.

- Lo transformare a mi imagen y semejanza.

Siete: Espejismo.

- Del caos aparecerá el nuevo orden mundial.

Ocho: Rondador Nocturno.

- Y yo dominare ese orden.

Apocalipsis guarda silencio mientras deja que sus pensamientos se ordenen como si el azar los formase.

- Siete de los Doce ya son míos. Siete de los Doce mutantes que regirán el destino de este planeta.

¿Dónde? ¿Dónde están los otros cuatro? ¿Quiénes son?

- He llegado amo.- Afirma Hambre.- La Hermandad resistió formidablemente pero por fin le traigo a ella.

Nueve: Mística.

Apocalipsis ordena al Jinete que se retirara. Sonríe. Había guardado lo mejor para él final. Dos de los tres restantes cohabitaban en el mismo lugar. De ello se ocuparía personalmente.

- Es la hora de enfrentarme a mi Némesis. A mi Verdugo.

Se levanta de su trono y desaparece.

Alex Summers estrecha la mano a Sean Cassidy. Director de la Escuela Charles Xavier para Jóvenes Talentos.

- Lamento que nos encontremos en estas circunstancias.

- Yo también, Alex. Factor-X ha llegado.

Bishop bajaba del Pájaro Negro junto con una maltrecha Betsy Braddock.

- Tenemos que reunirnos cuanto antes. Hay que trazar un plan para el contraataque.

Banshee le mira tristemente.

- Mis alumnos están heridos y asustados. No me habléis de contraatacar.

Kaos le indica a su compañero de equipo que no hable.

La única pista que tenían era una chiquilla llamada Otoño.

Pertenecía a los Caídos. Antiguos Jinetes fracasados de Apocalipsis. Sus mismos compañeros la habían abandonado, desechándola incluso para servir a su amo como carne de cañón.

Esta encerrada en una celda dentro de la Sala de Peligro de la escuela. Sus poderes anulados por un collar nulificador.

Solo le queda una alternativa.

Rezar a su Dios.

- Tu que todo lo puedes, Apocalipsis. Haz que muera antes de serte indigna. Hazme morir antes de que esos cerdos me utilicen para traicionarte. Dame fuerzas para el suicidio antes de serles de alguna utilidad.

Desde la sala de control una chavala de su misma edad la mira con odio incontenible en sus ojos.

Alguien mas entra en la sala.

- Jubilo, fuera.

- ¡¡PERO...!!

- FUERA.

La joven mutante pirotécnica lanza una ultima mirada de odio a Otoño y sale de la sala. Mariposa Mental mira a la sicaria de Apocalipsis. No tendría mas de 17 años, seguro.

Betsy Braddock era la única telépata experimentada que no había sido secuestrada. Era posiblemente la única oportunidad de averiguar a través de Otoño el paradero de sus compañeros secuestrados. A la chica le habían lavado el cerebro, posiblemente se resistiría.

No tendría otra opción que violar la mente de aquella jovencita.

Pero esos eran los métodos de Apocalipsis, no de la Patrulla-X. Sin embargo si no lo hacía no podrían rescatar a sus amigos.

¿O traicionar a sus amigos o transformarse en lo que Apocalipsis quería que fueran?

Sanguinarios mutantes capaces de cualquier cosa.

Incluso de violar a una chiquilla inocente.

- Lo lamento, Otoño.- Murmura Mariposa Mental.- Esto te va a doler.

Enfermería.

El joven Starmore abre la puerta. Duda un instante y la vuelve a cerrar sin llegar a entrar.

Random se gira hacía el cuerpo inerte de Vaina, una de los varios heridos que había en la sala.

A su lado, conectada a un enorme aparato mecánico descansaba el cuerpo robótico de Shard. Random pese a saber que no sentía el dolor igual que un ser vivo sujetaba la mano de esta fuertemente. - Hola Random.- Se gira.

- Lorna...- Una venda le cubría la cabeza al ama del magnetismo.

- ¿Cómo esta ella?

- Sobrevivirá. Es una chica dura.- A Polaris le parece ver una pequeña sonrisa en la cara del antiguo caza recompensas mutante.

Lorna mira a aquellas gafas que normalmente no transmitían ninguna emoción en absoluto.

- Random... La última vez que nos vimos no me despedí como debería haber hecho. Estaba fuera de mí y solo pensaba en encontrarme a salvo. En aquel momento Factor-X me daba miedo.- Dice Lorna.- Quiero decirte que estoy muy contenta... Contenta de que hallas encontrado a alguien especial para ti.

Él la observa. Polaris casi juraría que ve un brillo detrás de las gafas oscuras.

- Se pondrá bien. Sé que lo hará...

- ¡NO! ¡NO!

Un ángel caído sobrevuela la zona cercana a la Escuela.

- ¡NUNCA! ¡¿ME OYES?! ¡NUNCA!

- Yo te lo di todo.- Le dice Apocalipsis.- Tu eres mi mayor creación. Tu eres mi ANGEL DE LA MUERTE.

- ¡NO!

Warren Worthington III se estrella contra el suelo.

- Te matare.

- No puedes hacerlo.- Le responde Apocalipsis.- Soy parte de ti.

- Te matare.

- No lo entiendes, mi ángel oscuro. No es conmigo con quien estas luchando, sino contigo mismo.

Warren levanta la vista. Tenía razón.

Apocalipsis desaparece. Realmente NUNCA había estado ahí. Su rabia y su odio le habían hecho creerse su propia ilusión.

Había estado peleando contra si mismo.

Luchando por decidir si combatiría al que lo transformo por odio hacía él o por amor hacía sus compañeros atrapados.

Su decisión había sido tomada. Sería una lucha sin cuartel, pero tenía claras sus prioridades.

Sus amigos le necesitaban.

El transporte robado a SHIELD que X-Force solía utilizar aterriza al lado del Pájaro Negro de la Patrulla-X.

Sean Cassidy como buen anfitrión los recibe, había dejado al resto de grupos hablando de cómo dividir sus fuerzas de forma que no dejaran desprotegida la Escuela. A su lado y sentado en una silla de ruedas modificada estaba Taki, uno de sus alumnos mas recientes.

Los miembros de X-Force bajan solemnemente. Fusión, Rictor y Desliza se juntan y abrazan a Taki, todos habían pertenecido a los X-Terminadores.

Bala de Cañón no pierde tiempo y se dirige directamente al director.

- ¿Mi hermana?

- En la enfermería. He de pedirte que te reúnas inmediatamente después con nosotros en la Sala de Comunicaciones, estamos...

- Te entiendo. Mi deber como líder de X-Force es estar ahí. Sin embargo primero he de ver a mi hermana.

- Adelante.- Sean no se atrevía a mirar a la cara a Sam, quizás les había fallado a todos al no poder mantener la seguridad de sus estudiantes.

Sala de comunicaciones.

- Chicos... Estamos jodidos...- Explica Madrox, lider temporal de Factor-X, dado que Forja ha sido capturado y Val está en coma.- Vengadores, 4 Fantásticos y Nuevos Guerreros, como suele ocurrir en estos casos están ocupados en sus propios asuntos.

- ¿Euro Corps?

- Ellos, Alpha Flight y el resto de grupos gubernamentales están atados por sus administraciones. Prefieren mantenerlos al margen a no ser que el país se vea amenazado. De hecho si no hubiera sido por que hemos fue atacado no creo que nuestro grupo estuviera aquí.

Kaos frunce el ceño.

- Excalibur de momento se mantendrá en Isla Muir, pero nos apoyara en cualquier tipo de acción que vayamos a tomar. X-Force acaba de llegar, la mayoría de sus operativos están perfectamente.

- Factor-X dispone de Random, Madrox y yo.- Añade Fortachón.- Aunque los pequeños Cachorrillos no irán a ninguna parte.

- ¿A quien tenemos en la Patrulla-X?

Una alarma interrumpe la pregunta de Madrox.

- Hay intrusos.- Afirma Kaos mirando un panel.

Pícara y varios de los recién llegados miembros de X-Force se dirigen a la zona que indicaba la alarma. Según lo que decía Bishop por los altavoces los intrusos eran cuatro.

La mente de Pícara se acelera por culpa de la adrenalina. Bien, si Apocalipsis creía que podía enviar a sus Jinetes a matar inocentes chiquillos en una escuela se iba a enterar. Ahora no los cogerían por sorpresa.

Esta vez no les sería tan fácil derrotarles.

Es la primera en llegar. Su sorpresa es mayúscula.

- ¡¡TU!! ¡¡VOSOTROS!!

- Nosotros... Hemos sido atacados. Conseguimos escapar a duras penas...

- Pero...- Pícara no podía ni articular respuesta.

Nathan Grey y Cain Marko. Dos personas mas que desconocía por completo. Todos ellos con las ropas totalmente desgarradas. Parecían salidos del Infierno.

- El Club del Fuego Infernal ha sido atacado por Apocalipsis en persona.- Contesta Nathan, solemne.- Nosotros somos todo lo que queda de él.

Apocalipsis se teletransporta de vuelta a su sala del trono.

Deja caer dos cuerpos ensangrentados.

DIEZ: Sebastian Shaw.

Se sienta en su frío trono de mármol.

ONCE: El Amo del Juego.

- Solo Uno de los Doce escapa aun a mi control.- Proclama.- No por mucho tiempo.

El Apocalipsis ha llegado.

Fin del capítulo.

BUZÓN MUTANTE

¡Holas!

Bueno, pues ya sabéis quienes son los Doce... o casi, que aun falta uno, jejeje...

La semana que viene, la saga sigue en X-Men # 64.

Hasta entonces.

Mutativos saludos...

Carlos