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Perseguidos y odiados por un mundo que les teme. Luchando por el sueño de que mutantes y humanos puedan vivir juntos y en armonía. Ellos son: la Patrulla-X
 
Patrulla-X

PATRULLA-X #351
El día después de la tormenta
Guión: Carlos Correia y Xum

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PORTADA: Un hombre sentado de espaldas en una silla de ruedas colocado en lo alto de una colina. Jean y Scott, sus dos primeros alumnos, le miran desde abajo de esta pero se dirigen en dirección contraria.

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Status: Cíclope / Fénix / Xavier / Tormenta / Kaos / Arcangel / Polaris / Pícara / Adam X-Tremo / Mariposa Mental / Bishop /

Resumen de lo acontecido en el episodio anterior:

Menuda resaca. En el último episodio la Patrulla-X, Excalibur, X-Force, Factor-X y el Circulo Interno se enfrentaron contra los Jinetes de Apocalipsis y Selene.

Apocalipsis tenía en su poder a diez de los integrantes de "Los Doce", grupo al que él mismo pertenecía. Solo Siniestro tenía un plan de contingencia para vencerle.

El mismo Apocalipsis murió cuando los tres hermanos Summers (Scott, Alex y Adam) junto con Nathan Grey unieron fuerzas y desencadenaron todo su poder.

Y ahora todo vuelve a la normalidad.

...

¿O no?

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Mansión de Charles Francis Xavier.

El hombre que lo empezó todo lee una serie de papeles legales en su despacho.

Llaman a la puerta.

- Adelante.- Ordena.

Scott Summers, su segundo alumno entra.

- Jean y yo nos estamos despidiendo. Pensamos que usted querría estar presente.

- Así es, Scott.- Dice Xavier.- Ayúdame con esta silla de ruedas.

El hombre conocido en combate como Cíclope no puede evitar darse cuenta de la forma de la que su mentor había cambiado desde que lo conoció por primera vez. Antes nunca le hubiera pedido ayuda. No es que realmente la necesitara, Xavier era capaz de moverse con su silla de ruedas manual sin ningún tipo de problema. Quería que Scott empujara su silla para sentirlo mas cerca de él.

- Por supuesto.

Con cuidado el alumno empuja suavemente la silla hacía atrás. Gira a la derecha y sortea el escritorio.

- Os echaremos de menos a ti a y a Jean.

Scott parecía estar guardándose algo. Por fin decide soltarlo.

- ¿Esta seguro de que nos podemos ir?- Su voz era casi una suplica. Dejar la Patrulla-X le dolía mas que cualquier otra decisión que hubiera tomado. Xavier se da cuenta.

Coge fuertemente la muñeca de su alumno.

- Escúchame, Scott. Jean tiene razón en todo lo que estuve discutiendo con ella. Ahora mismo te debes a ella y a su hijo. Si algo le ocurriera a ella o a tu infante nunca te lo perdonarías. Jamas... Los hijos son el futuro. Y también vas a trabajar con los chavales de la Escuela. Es un trabajo mucho mas importante que el de la Patrulla-X. Recuerda que al principio erais alumnos. Ha llegado el momento de convertiros en profesores...

Scott mantiene un respetuoso silencio.

- El circulo se cierra. Los primeros alumnos se transforman en maestros. Los soldados se transforman en líderes... Y los viejos simplemente sobramos.

- Calle.- Le interrumpe Cíclope.- Usted lo empezó todo. ¿Lo recuerda? ¿no?

- No me malinterpretes, Scott. No pienso dejar de luchar por el sueño, pero si que veo que dentro de la Patrulla-X sobro.

- Me entristece oirle decir eso.- Contesta el antiguo alumno. Ambos interrumpen las confidencias al llegar al recibidor, allí los X-Men presentes estaban despidiéndose de Jean Grey.

Tormenta se gira al verlos llegar.

- Menos mal que has venido, Scott. Jean se estaba empezando a preguntar si te habrías arrepentido.- Bromea.

- Jamas. Nunca mas.- Y la besa en las mejillas.- Adios, Ororo, cuida de todo.

Extiende la mano a Bishop y Adam.

- Adiós, Bishop. Adam, ojala vengas a visitarnos pronto.

Abraza a su hermano.

- Cuídate, hermanito... No te metas en ningún lío.

- No lo haré, Scott.

Besa consecutivamente a Lorna y Betsy y se despide de ellas.

Llega hasta Pícara. Ella retira la mirada, sabiendo que jamas nadie podría tocarle.

Se asusta cuando él la abraza. Fuertemente pero con cuidado para que ambas pieles no se tocaran.

Le besa en un pañuelo que llevaba alrededor del cuello.

Pícara se sonroja muchisimo y todos los presentes estallan en una sonora carcajada.

- Adiós, Pícara.

- Lástima que no este Warren.- Afirma Ororo.- Recibimos una nota hace un par de días de que tenía un asunto pendiente con el Doctor Extraño1.

- Lástima.- Le contesta Jean.- Le pediremos que venga a vernos a la Escuela. Vosotros también deberíais venir... Organizaremos un partido de los alumnos de la academia contra los X-Men.

- Avisarnos.

Scott coge las maletas y justo antes de cruzar la puerta se gira hacía Xavier. Este afirma con la cabeza.

La pareja sale y mete las maletas en el coche. Los X-Men los saludan con la mano hasta que el coche se pierde de vista.

- ¿Y ahora que?- Pregunta Bishop.

- Ahora seguimos adelante.- Tormenta se recoge el pelo.

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Scott conduce. Llega a un cruce y gira a la derecha.

- Todo ira bien.- Le dice Jean mientras le coge la mano derecha.- Todo ira bien.

Scott estaba muy serio. Había hecho lo que tenía que hacer, pero aun así le dolía tener que hacerlo.

Había sido el primero en incorporarse a la Patrulla-X (aunque Jean hubiera sido la primera en formar parte del proyecto). Le dolía dejarlo.

Se tendría que acostumbrar.

Una moto le empieza a adelantar por la izquierda. Cuando esta a su altura mantiene la velocidad constante.

- ¿Que demonios quiere ese?- Murmura enfurruñado Scott.

- ¡¡ES LOGAN!!

Paran el coche en el arcén. La moto aparca detrás suyo.

Jean sale y se aproxima al motorista. Cuando este se quita el casco Scott por fin lo reconoce. Su mujer le abraza.

- Hola, pelirroja. ¿Que tal, flaco?

- Logan... Nos tuvimos que ir sin despedirnos de ti.

- Vi un coche en el ultimo cruce y os reconocí.- Afirma Lobezno.- Ya veo que por fin os habéis decidido a dejar el nido.

- Así es.- Afirma Jean.

- Cuida de ella, flaco.- Amenaza Logan.- O te tendré que patear el culo.

- ¿Tu y cuantos mas?- Le responde Cíclope mientras sonríe.

Les había costado años de convivencia el llegar a entenderse y aceptarse. Pero había valido la pena.

- Yo solo me sobro y me basto.- Afirma Logan.- Sed felices y criad a un niño sano.

- Lo haremos.

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Ororo mueve con suavidad el ratón de su ordenador portátil.

No le resultó muy difícil adaptarse a la tecnología. Era curioso como una persona salida de su entorno tenía tal facilidad para adaptarse a cualquier tipo de situación. No todos podían afirmar haber pasado de vivir en la mas absoluta miseria, subsistiendo a base de robarles a los turistas en el Cairo a mas adelante pasar a los mas suntuosos y ricos ambientes.

- ¿Que lees?

- Hola Alex... Estoy repasando las fichas de algunas amenazas potenciales.

- Ah.

- Un informe de Forja acerca de recientes encuentros entre miembros de su grupo y el Nido hacen sospechar que aun existe alguna Reina del Nido oculta en algún lugar.

- Bueno, la verdad es que solo he estado presente en una pelea contra el Nido.- Alex se sienta en la cama de Tormenta y se lleva la mano a la cabeza.- Querían implantarnos huevos, pero al final no llegaron a hacerlo... ¿Acabamos con su Reina esa vez?

Tormenta guarda silencio. Parecía considerar las palabras de Kaos que se remontaban a cuando ambos pertenecían al grupo y tenían su base en Australia.

- ¿Ororo?- Pregunta Alex. Ella se gira súbitamente.

- ¡¡¡Perdón!!! No estaba escuchándote. ¿Decías algo importante?

- Ah, esto, no... Supongo.

Tormenta seguía leyendo cuidadosamente en su ordenador.

- Ororo.

- Dime.

- Esto... (Dios, no se como plantearlo). Veamos, ya sabes que Xavier me designo jefe de campo de la Patrulla-X en el momento en que me recupere de mis problemas de amnesia.

- Si.- Afirma Tormenta.

- Ya... Pero no quiero el puesto.

- Vale.

Kaos se queda con la mandíbula colgando.

- Yo... Tormenta... Veamos, no es que no crea que no estoy preparado, pero ya tuve mi dosis de liderazgo con Factor-X. Este momento es muy delicado para mí y estoy intentando recomponer mi maltrecha relación con Lorna. También querría ayudar a mi hermano Adam. No creo que sea el mejor momento para ampliar mis responsabilidades. A parte que con este grupo me siento totalmente inseguro. No es como con Factor-X que se trataba de un nuevo grupo formado a partir de cero. Me siento como una especie de intruso... Y... ¿Me estas escuchando?

Tormenta suspira.

- La decisión de colocarte a ti como jefe de campo fue precipitada y estúpida.

- Gracias por el voto de confianza.- Contesta Alex sarcástico. Lo último que quería era un enfrentamiento con Tormenta.

- No me malinterpretes. Tu mismo lo has razonado antes. No lo has hecho mal, de hecho en fue decisivo tu actuación durante el enfrentamiento contra Apocalipsis. Antes de este, cuando reorganizasteis a todos los grupos mutantes. Pero Xavier cometió un error de calculo al pensar que ya que Cíclope se daba de baja su hermano ocuparía perfectamente su lugar.

- Si, a eso me refiero... No quiero seguir los pasos de Scott, él es él y yo soy yo...

- Yo decidí mantenerme al margen.

- Deberíamos haber hablado mucho antes, Ororo. Creo que eres una gran líder y que resulta absurdo que intente competir contigo cuando realmente no tengo interés por hacer.

Tormenta sonríe.

- Ahora que estamos de acuerdo ¿quien de los dos se lo dice al Profesor?

Kaos hace una mueca de miedo.

- Mejor tu.

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Interludio 1.

Algún lugar de Detroit. En el Nido.

- Hemoss de hacer algo mi reina.

Una mujer misteriosa permanece entre las sombras. El lugar que ocupaban estaba lleno de polvo y desechos pero a las decenas que permanecían allí no parecía preocuparles. Todos miraban a la denominada "Reina".

- Paciencia, hijoss mioss... Pronto llevaremos a cabo nuestro plan y el planeta por fin será nuesstro.

La dama sonríe y algo sucio y repugnante parece brillar en su rostro.

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Mansión de la Patrulla-X.

- ¿Preparado?- Bishop lanza la interrogación desde el interior del aparato que amplificaba los poderes de cualquier telepata hasta límites insospechados.

Cerebro.

- Si. Lo activo.- Xavier se concentra. Desde Onslaught habían llevado a cabo varios intentos de que Cerebro alcanzara el antiguo esplendor que tuvo el famosos localizador de mutantes. Los esfuerzos habían sido en vano.- Nada, Bishop.

Ahora aun tenían menos esperanzas puesto que su mejor mecánico, la Bestia, estaba junto con los Vengadores, desaparecido.

- ¿Quiere que lo volvamos a intentar, señor?

- No, déjalo, Bishop. Mas adelante volveremos a ello.- El hombre-x sale del amasijo de circuitos y cables que conformaban a Cerebro.- ¿Como te encuentras? ¿estas ya recuperado del antiguo coma?

- Gracias por la preocupación, pero es inútil. Me encuentro mejor que nunca.

- Estaba pensando... Que de todos los Hombres-X de la Mansión eres el único que nunca se ha tomado unas vacaciones.- Afirma Xavier.- Quizá sería ahora el mejor momento para ello.

- ¿Me esta relevando de la Patrulla-X?- Bishop se mostraba temeroso ante la decisión del fundador de la Patrulla-X.

- No... Pero deberías aprender a relajarte.- Dice Xavier.

- Creo que entiendo lo que quiere decir. Pero se equivoca, señor...- Bishop parece tener un momento de duda.- Nunca me he tomado "unas vacaciones" por que jamas las he necesitado. No se preocupe por mí, le aseguro que es totalmente innecesario.

Xavier le mira con admiración. Él le devuelve la mirada con respeto.

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Interludio 2.

- Les odio, si, y les haré pagar. Pero ahora que tengo el poder se me plantea el siguiente dilema... ¿A quien destruiré primero? ¿Será el Circulo Interno? ¿O será la Patrulla-X? De cualquier forma, da igual. Ambos serán destruidos.

Hay un hombre maquina.

E hileras interminables de Centinelas. En una rápida sucesión todos ellos se van encendiendo.

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Pícara siente un escalofrío. Como si un peligro inminente acechara en la oscuridad.

Desecha la idea y sigue leyendo el libro que se había dejado a mitad, una especie de novelucha barata de amor y romance.

Adam también esta allí cerca. Pero esta tan distraído con sus propias meditaciones que incluso ignora totalmente el ruido que hace la televisión justo delante suyo. Lorna estaba viendo una película en blanco y negro japonesa. "Los Siete Samurais" de Kurosawa.

- ¿No te molesta?

- No. No me importa.- Contesta fríamente Adam X-Tremo. Siniestro le había engañado. Dos veces. Su padre era D'Ken, difunto Emperador Shi'Ar. Su madre era Katherine Summers, mujer de Corsario y madre de Scott y Alex. Siniestro había estado detrás de la creación de todo el clan.

También le había hecho una especie de regresión emocional que le había vuelto mas infantil y fácil de manipular.

¡Roosha!

Se sentía estúpido. Y desplazado. Apenas conocía a los ocupantes de la mansión. ¿Que le retenía allí?

Pícara se levanta y abraza a un recién llegado. Adam levanta la cabeza y ve como Lobezno, que acababa de aparecer deja su saco de viaje en el suelo.

Lorna saluda con la mano a Logan, aun se sentía un poco incomoda ante el mutante feral.

- Así que tu eres el nuevo recluta.- Afirma mirando a Adam.- Un nuevo Summers en la familia.

Adam le mantiene la mirada.

- Desafiante.- Murmura Lobezno.- Me gusta... Creo que te daré la bienvenida a mi modo particular.

Pícara parece reírse. Lorna y Adam no parecen entender.

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Sala de Peligro.

La sesión la monitorizan Polaris, Kaos y Tormenta.

- ¿Seguro que no le hará daño?

- No tengas miedo de Lobezno, Lorna.- Afirma Ororo.- Es rudo a veces, pero le gusta probar la valía de los nuevos antes de luchar a su lado.

- Pero ¿estáis seguros de que no le hará daño?

- Espero que no.- Murmura Kaos.

Lobezno se acaba de poner su traje de combate cuando la máscara le recubre totalmente la cabeza.

- Veamos... ¿En que consistían tus poderes?- Lobezno lee un papel.- "El sujeto enciende los electrolitos de la sangre cuando esta ya esta en contacto con el aire." Dejémoslo... No parece que sea muy poderoso. Atácame.

- Lo siento. No estoy motivado.

- Tienes carácter, te lo concedo, pero no te dejare cubrirme las espaldas si no me demuestras que me puedes tumbar.

- Ni que yo tuviera ningún interés en hacerlo.- Adam se gira y se dirige a la salida de la sala.

- Ya veo que tienes carácter pero te faltan agallas, niño de papa.- Lobezno saca de alguna parte un puro y se lo pone en la comisura de los labios.

- ¿Que?

- Ya me has oído, novato. Se ve que te toco la peor parte de la carga genética de los Summers.

- Has firmado tu sentencia de muerte, enano peludo.

SNIKT SNIKT.

Lobezno lanza un zarpazo en vertical hacía abajo pero X-Tremo lo para con sus dos palas cortas. El canadiense aprovecha el impulso para golpearle con las rodillas en la frente.

- Hijo de perra.- X-Tremo sangra por una brecha en la cabeza.

- Mi paternidad es un secreto muy bien guardado.- Contesta Lobezno. Adam lanza ocho pequeñas cuchillas que Logan para con los antebrazos.- Vaya mariconada de ataque. Apenas me has hecho un par de cortes sin importancia.

- A mi me basta. ¡¡¡ARDE!!!

Utiliza su poder y todo el sistema circulatorio de Lobezno parece encenderse como si fuera una mecha.

- Ese es mi poder. ¿Te mola?

- Si.- En una maniobra mas rápida que el ojo Lobezno salta sobre Adam y rodea su cuello con dos garras de sus garras laterales.- Eres bueno, pero recuerda que yo soy el mejor.

- Ngh.

- Creo que te permitiré que formes parte del grupo. Estas admitido.- Y retira sus garras.

- Que te jodan.- Adam sale del lugar. Kaos le persigue.

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Interludio 3.

Plato de televisión.

- Imagínenlo. Hay una persona que les odia, que reiteradamente ha intentado asesinarles. Y esa persona no solo es la cabecilla de un grupo terrorista con gran poder. Además de ello también tiene el poder mutante de adoptar cualquier forma que desee. Y quiere matarles. Esa persona se llama Mística. No es la primera vez que esta a punto de matar a un candidato presidencial. Véase el caso de la Hermandad y el Senador Kelly.

- Le comprendo señor Creed. La verdad es que resulta difícil de creer que cualquiera en su situación no hubiera hecho lo mismo. Preguntemos a nuestros telespectadores como reaccionarían si un mutante metamorfo quisiera matarlos. Para realizar alguna pregunta a nuestro invitado de hoy, Graydon Creed, pueden llamar al número que aparece en sus pantallas.

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- Alto, Adam...

X-Tremo se gira, con cara de consternación, ya empezaba a estar un poco harto de las tonterías de la Patrulla-X.

- ¿Que?

- No tengas en cuenta el comportamiento de Lobezno, supongo que ya conocerás su fama de tipo duro...

- ¿Que quieres, Alex?

Kaos se queda un poco despagado. Se ve que hoy le tocaría sincerarse con todo el mundo.

- Quiero que te quedes en el grupo.

- Ese es un tema...- Empieza Adam.- ... Que ahora mismo no tengo nada claro.

- Estoy seguro de que será una experiencia enriquecedora para ti. Y me gustaría que ambos nos conociéramos un poco mejor.

- ¿Conocernos? Ya...

- Siempre he tenido a mi hermano Scott como una especie de modelo a seguir, pero nunca llegamos a tener una verdadera relación de hermanos.

- ¿Y quieres que yo sea tu hermano pequeñito?- Pregunta burlándose X-Tremo.

- No. Mira, si te quieres ir ahí tienes la puerta. He leído tu ficha y se que nunca has tenido una casa estable. Siempre de aquí a allá. Yo también me sentí un poco así, hasta que conocí a Lorna... E incluso después de ello siempre quise tener una familia. Puede que seas demasiado estúpido para entender lo que es una familia, o puede que no quieras una.

- Es posible...

- Pues eso es algo que te pierdes. Bueno. No quiero que nuestra última conversación sea una discursión. Casi te prefería cuando tenías el cerebro lavado.

- Eh, sin faltar... ¿Me estas llamando niñato?

- Pues sí. Puede que antes estuvieras mas inseguro, pero al menos no te escondías detrás de esa fachada de gilipollas.

- Ehum.- Adam se calla.

- Oye, perdona. Es que he tenido un día un tanto difícil... ¿Que te parece si te invito a una copa y te presento mis disculpas?

- Esto... Vale.

Kaos sonríe. No es que tuviera toda la conversación planeada de antemano, pero siempre que seguía su instinto le salían las cosas como a él quería.

De momento había conseguido que Adam se quedara.

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Entrada de la Mansión.

Arcangel abre la puerta. Menuda misión mas movidita. Había visto a un montón de Defensores y se lo habían pasado bastante bien. Hace un momento había dejado a Bobby Drake en la casa del lago.

Sus alas habían sufrido su enésima transformación.

- ¿Hola? ¿Hay alguien en casa?- Pregunta a la vez que abre la puerta cuidadosamente.

Alguien se le engancha al torso con las piernas y le abraza la cabeza.

- ¡¡¡BETSY!!!

- Hola Warren. *MUAC* *MUAC* Te he echado de menos.

- Mi ninja favorita...

- Te he sentido telepáticamente desde que entraste en los terrenos de la Mansión.

- Bets... BETSY... AQUÍ NO. PODRÍA VENIR CUALQUIERA...

- Vayamos a nuestra habitación entonces. Ya les avisaras que has vuelto mas adelante.

Arcángel sale por la puerta y sube volando a sus aposentos.

Se oye como un libro cae al suelo.

Pícara la recoge y la deja encima de la mesa.

- Asquerosos... Podrían ocultarlo un poco o al menos ser mas cuidadosos...- Murmura enfadada.- Seguro que Betsy me ha sentido telepáticamente pero ha pensado "Démosle un poco de envidia a Pícara, como ella no tiene novio, y aunque lo tuviera no podría ni darle un inocente besito... Pongámosla caliente."

Resopla.

- Maldita sea.

Se levanta. Ya se le habían quitado las ganas de leer. Tendría que utilizar su remedio secreto para superar la frustración sexual.

Sube hasta su habitación. Se desnuda.

Luego se tumba en la cama y...

Se da una ducha bien fría.

Je je je...

Se pone su traje de combate y sale volando.

Mirando hacía abajo ve un acontecimiento extraño.

¿El lago estaba helado?

- Eso debe significar que Warren se trajo a alguien más de su aventura con los Defensores.

Después de buscarlo por todo el lago por fin le descubre en medio de una especie de construcción medieval. Parecía un castillo o un palacio.

- ¡¡Bobby!!

El Hombre de Hielo se gira y la mira con ojos fríos.

- Vete. Quiero estar solo.

Pícara se posa en el suelo. Se echa un mechón de pelo hacía atrás.

- Sabes que no te voy a dejar en paz hasta que me cuentes que te pasa. Creo recordar que cierta persona me siguió por varios estados en un momento en que los papeles eran a la inversa.

Bobby parece suspirar.

Trasmuta su cuerpo de hielo por uno de carne y hueso.

- Jacke me ha dejado.

- Oh, Bobby. Lo siento mucho. Debes estar desolado.

El Hombre de Hielo cuenta todos los detalles de la ruptura. O mas bien le cuenta los pasajes que recuerda de la carta de despedida. Pícara mantiene un silencio sepulcral.

- ¡¡SERA PUTA!!- Exclama Pícara.

Bobby la mira atónito.

- No, Bobby, no te engañes, esa chica te ha tomado el pelo. Ha jugado con tus sentimientos y aun quería que fuerais buenos amigos...

- Pero...

- La muy puta tiene la culpa de vuestra ruptura. Seguramente ni siquiera se da cuenta de lo que se ha perdido.- El estilo rompedor de Pícara resultaba encantador.- Cuando caiga en el error que cometió te suplicara de rodillas que vuelvas con ella. Menuda imbécil.

Robert sonríe.

- Gracias, Pícara.

Ella le lanza un beso.

Y todo a su alrededor explota.

- ¡DIOS SANTO!... ¡Bobby!- Pícara se sumerge en el lago y encuentra el cuerpo inconsciente de Robert Drake en el fondo.

¿Que estaba ocurriendo?

¿Que había pasado?

Ve como potentes rayos conmocionadores entraban en contacto con el lago y se desviaban levemente.

- Oh, mierda.- Piensa Pícara.- Que coño esta pasando...

Esquiva un rayo que pasa demasiado cerca para su gusto.

- Al menos Bobby es inmune al frío.- Piensa.- Tengo que salir de aquí.

Súbitamente y mientras que con una mano sujeta al Hombre de Hielo con la otra destroza la capa de hielo y ambos salen a la superficie.

El panorama es desolador. Donde antes estaba la Mansión solo hay ruinas humeantes. Pícara siente un escalofrío. Su cara se vuelve una mascara de terror cuando ve a los Centinelas.

Cientos de ellos.

Arrasando palmo por palmo todo el terreno.

Y encima de todos ellos un hombre. Un loco.

- ¡¡¡RENDIOS MUTANTES!!! ¡¡¡RENDIOS!!! ¡¡¡O SEREIS DESTRUIDOS POR MÍ INMENSO PODER!!!

En el centro del huracán.

Una persona. Un hombre maquina.

Donald Pierce.

Fin del Capitulo.

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En el Proximo Numero... ¿Habrá vencido la Patrulla-X a Apocalipsis para descubrir la muerte frente a Donald Pierce? No todo esta perdido. Aun les queda una última oportunidad. Tendrán que decidir entre huir o quedarse y morir...

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1.- Ver Defensores.

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BUZÓN MUTANTE

Bueno, volvemos a la carga con un nuevo número y una nueva saga. ¡Contadnos qué os parece!

Saludos mutativos.

Carlos Correia.

 
 
   
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