PORTADA: El Triunvirato: el astuto Palik, la feroz Zharkak y el místico Ryest. Sentado alrededor del lector mirándole, expectantes.
Status: Tormenta / Arcángel / Polaris / Adam X-Tremo / Mariposa Mental / Hombre de Hielo/
Prologo.
Otro mundo.
Los tres representantes de sus respectivos pueblos se reúnen frente a frente
sentados alrededor de una mesa.
El astuto Palik.
La fiera Zharkak.
El místico Ryest.
- El Clan Neakj ha caído. Recibí una imagen de terror antes de morir...-
Afirma la ciclópea Zharkak.
- Yo también la recibí.- Responde plácidamente Ryest. Ambos eran telépatas,
o como les llaman en este planeta "interferidores".- Sentí último grito de
agonía de Murke, el interferidor del Clan Neakj.
Palik los mira con arrogancia. Posiblemente era el único del Triunvirato que
no se sentía conmocionado por la masacre perpetrada contra sus próximos
aliados.
- Vienen directamente hacía aquí.- Dice Palik, sin un rastro de emoción en
su voz.- Saben que somos la mayor agrupación de humanos del planeta. Los
invasores se sienten suficientemente poderosos y han decidido jugárselo todo
contra nosotros.
- Si ganan será la perdición de todo el mundo. Si Tripolis cae el resto esta
condenado.- Dice Ryest. Grandes arrugas surcaban su rostro, era el mayor
"interferidor" del planeta. El equivalente al Profesor Xavier en ese
planeta.
La mujer de un solo ojo llamada Zharkak mira de reojo a Palik. Sabía de
sobra que el hombre le despreciaba, según la concepción del mundo de él,
ella era menos que escoria, era basura genética, un monstruo. Su aspecto tan
radicalmente distinto a lo "humano" le alejaba del prototipo de perfección
que buscaban los Elegidos, a los que representaba Palik.
Aunque odiaba a aquel pequeño y manipulador mentiroso también sabía ver
cuando este tenía razón en algún aspecto.
Los Invasores se habían hecho fuertes anexionando un par de ciudades de
Elegidos y multitud de pueblos y tribus de los Desechados, a los cuales la
guerrera Zharkak representaba en Tripolis. En el comienzo lo habían hecho
entre las sombras sin que nadie se diera cuenta, poco después se mostraron
abiertamente, pero ya era demasiado tarde para eliminarlos. Y con la
incorporación de la Tribu Neakj se habían convertido en una amenaza
considerable, demasiado importante para ser ignorada.
- Hay un joven dentro del Escuadrón que lidera mi hijo...- Dice Ryest, el
anciano pacifista.- Un chico que es capaz de viajar a muchísima distancia.
Y traer consigo a quien desee de vuelta.
- ¿Que sugieres, oh, líder de "Los que Empiezan de Nuevo"?- dice Palik, la
tribu a la que se acababa de referir estaba formada por tanto Elegidos como
Desechados que en cierto momento decidieron dejar de pelearse. Ahora
formaban uno de los tres sectores dominantes en Tripolis, aunque bien sus
miembros podrían haberse integrado en alguno de los dos otros grupos. Eran
pacifistas y religiosos por naturaleza.
- Creo que se lo que pretende...- Se dice Zharkak en voz baja,
interrumpiendo a Palik.
- Quiero traer de nuevo aquí a los Cinco Hijos de las Estrellas.
Palik se queda impasible. Zharkak sonríe levemente.
El astuto representante de los Elegidos acaba hablando en contra de la idea:
- Pero ¿realmente serviría para algo?- dice.
- ¿Sirvió para algo su anterior visita?- pregunta Ryest. Cuando los Cinco de
las Estrellas llegaron al planeta los Desechados y Elegidos se peleaban
entre ellos, ambas razas eran incapaces de procrear. Por un lado por la
negativa a utilizar la ciencia en su provecho, en el otro caso debido a una
excesiva dependencia de ella. Pero su peor problema era que unos enormes
dioses celestiales parecían estar a punto de juzgar a los habitantes del
planeta. Según Ryest el apocalipsis estaba cercano, pero gracias a los Cinco
consiguieron unirse por encima de sus rencillas para superar sus problemas y
plantar cara a los Dioses.
La mayoría de la población del planeta creía que la aparición de los Cinco
Hijos de las Estrellas había salvado al planeta. Y no andaban
desencaminados, ya que a través de ellos se habían salvado a si mismos.
Los Cinco Hijos de las Estrellas.
Cíclope. Fenix. Bestia. Arcángel. Hombre de Hielo.
Cada uno de ellos tan importante que había cambiado para siempre el modo de
pensar de todo el planeta.
- Secundo la idea.- Dice Zharkak, aun recordaba a la saltarina Bestia, la
mayoría de los Desechados también lo hacían.- Si lograron ayudarnos entonces
quizá puedan hacerlo ahora.
Palik parece meditarlo cuidadosamente. En su última visita algunas cosas
cambiaron a peor, en cierta forma muchos de los prejuicios que existían
entre ambas razas se eliminaron. Incluso habían dado pie a la unión de
Elegidos con Desechados, algo intolerable según sus creencias.
Pero ahora mismo estaban contra la espada y la pared. Cualquier alternativa
que pudiera ayudarles a vencer a los Invasores era bienvenida. Palik tenía
muchos prejuicios y realmente odiaba y despreciaba todo lo relacionado con
"Los que Empiezan de Nuevo", Desechados, Cinco Hijos de las Estrellas y la
integración racial (cada vez mas obvia), pero no era estúpido. Como político
sabía que a veces la mejor opción no era la mas agradable.
- Es unánime, entonces. Los traeremos hasta aquí de nuevo. Volveremos a
traer a los Cinco Hijos de las Estrellas a nuestro planeta.
Los Cinco Hijos de las Estrellas.
Factor-X.
Fin del prologo.
Trlyk estaba nervioso, no hace mucho que sus poderes se habían manifestado,
pero había tenido una suerte terrible y le habían asignado al Escuadrón de
Dykon, hijo de Ryest, representante de "Los que Empiezan de Nuevo".
Tenía el poder de aparecer en el lugar donde se encontrara la persona en la
que estaba pensando y permanecer allí unos instante antes de volver de nuevo
a su lugar de procedencia original.
Había perfeccionado su poder en las largas y cruentas batallas que su pueblo
llevaba a cabo contra los despiadados Invasores de otro planeta. Muchos de
sus amigos habían muerto durante los pocos meses que había participado en
peleas y escaramuzas.
No dio crédito a sus oídos cuando el mismísimo Dykon le comunico que tenía
una misión de suma importancia que cumplir. ¡¡Dykon!! ¡¡El que había luchado
al lado de los Cinco Hijos de las Estrellas!!.
Su sorpresa fue en aumento cuando Dykon le llevo a una sala fuertemente
custodiada.
Allí estaba la famosa Dual llamada Lev, compañera del Hombre de Hielo. El
enorme gigante conocido como Agrom, hijo de Vlon y amigo de la Bestia. La
Elegida Seera que llego a conocer al Arcángel y era una de las mas firmes
candidatas a suceder al representante Palik.
Los tres representantes de sus respectivos pueblos: Zharkak, Ryest y el
mismo Palik.
Al joven teletransportador Trlyk le parecía estar en un sueño. Una reunión
de aquellos que en algún momento se reunieron con los Cinco. Le envolvía un
aura de irrealidad.
- Tu eres la que mantiene un recuerdo mas nítido de alguno de los Cinco,
Lev.- Dice el místico Ryest, se decía de él que ya sobrepasaba el centenar
de años. Según algunos su sabiduría no tenía límite.
La mujer Dual baja la mirada. Los Duales eran un grupo en aumento entre los
Elegidos, pese a tener una apariencia "normal" poseían una segunda forma que
según los Perfectos (los mas reaccionarios de los Elegidos) "mancillaba" su
noble perfección. Había rumores de que Lev llego a yacer en el lecho de uno
de los Cinco, aquel que en el pasado se confundió con un Dual debido a sus
dos formas: una humana... y otra helada.
- ¿Lev?- Seera había sido una de los Perfectos pero los había acabado
rechazando por sus retrogradas ideas racistas. Después de la desaparición de
los Cinco ella y Lev se habían convertido en grandes amigas.- ¿Lev? no es el
momento para mostrarse tímida.
- Si. Aun recuerdo al Hombre de Hielo como si fuera ayer. Atesoro cada
momento que pasé con él...
- Entonces tu eres la adecuada para traernos de nuevo a los Cinco.- Dice
fríamente Palik, detrás suyo Zharkak sonríe. Agrom también.
- ¿Los vais a traer de vuelta?- pregunta el mas joven de los presentes,
Trlyk.
- Así es.- Los tres telépatas presentes se concentran y trasmiten las
imágenes de la mente de Lev a Trlyk. Así podría llegar hasta el Hombre de
Hielo y volver trayendo a los Cinco Hijos de las Estrellas.- ¿Preparado? Lev
ira contigo por si surge algún tipo de duda sobre la honestidad de tu
misión.
- Si. Lo haré.- El joven teletransportador muestra una confidencia increíble
para su edad. Era como si la sola mención del nombre de los Cinco le diera
la fuerza para ello.
Lev se coge de su brazo. Ya había viajado junto a Trlyk en una misión de
rescate durante un terremoto. Quien mantuviera contacto con el
teletransportador viajaba con él, tanto la ida como la vuelta. Palik le
entrega a Lev una pequeña chapa circular.
- Te será útil para hablar su idioma, los Cinco lo utilizaron cuando
estuvieron junto a nosotros.- Dice.- Te deseamos la mayor de las suertes...
Lev se pone la capucha por encima de los hombros, tapando su larga melena
rubia.
Comienza un zumbido ensordecedor. Y cuando este cesa y Lev abre los ojos se
ve a si misma en un lugar francamente extraño. Edificios muy altos a su
alrededor. Había gente a su alrededor, todos parecían sacados del mismo
molde, sin diferentes mutaciones que les distinguieran
Por fin ve a dos personas que reconoce. Arcángel y ...
No era momento de distraerse.
Levanta su capucha.
- ¡¡¡TU!!!.- Exclaman al unísono.
- ¿De quien se trata, Warren?.- Pregunta una mujer de piel tostada y largo
pelo blanco.
- Saludos, Llegados de las Estrellas.- Dice Lev, utilizando por fin el
aparato traductor que le entregó Palik. Mira al Hombre de Hielo y se
sonroja.
- Es una mujer que conocimos en otro planeta.- Informa el Arcángel. Mientras
tanto el Hombre de Hielo y Lev intercambian miradas extrañadas, la
extranjera nota como el pulso se le aceleraba.- Cuando formábamos parte de
Factor-X , vivíamos en Nave...
- Llegados de las Estrellas.- Se dirige la recién llegada a todo el grupo.-
Necesitamos vuestra ayuda... Una enorme amenaza ataca a los nuestros y solo
vosotros podréis ayudarnos.
La mujer morena mira inquisitivamente a Arcángel.
- Creo que deberíamos hacerlo.
La líder parece pensarlo.
- ¿Es de total confianza?.- Pregunta.
- Si.
- ¿Que decís? ¿avanzamos hacia lo desconocido?.- Pregunta un joven extraño.
- Contad conmigo.- Afirma una mujer de pelo esmeralda.
- Y conmigo.- Dice otra con un tatuaje en la cara.
El Hombre de Hielo y Lev seguían mirándose. Al final ella aparta la mirada
hacía el suelo.
Él suspira y se acerca. Ella retrocede. Él se queda parado.
- Robert, haz dos celdas de hielo para los Fenris, bien separadas.- Ordena
la que parecía la líder. El Hombre de Hielo aprisiona a cuatro seres
cercanos.- Dejaremos a Pícara y Kaos, no parecen estar en condiciones de
venir.
- ¿Preparados?- pregunta Arcangel. Todos se juntan alrededor del hombre de
negro.
- Poned una mano tocándole.- Les indica Lev.
La mujer de pelo verde es la última en hacerlo, después de besar en la
frente a un hombre que yacía inconsciente en el suelo.
- Volveremos.- Le susurra.
El zumbido ensordecedor vuelve a comenzar y tras un clímax desaparece
totalmente.
Trlyk cae al suelo de rodillas. Mancha con sangre y un líquido marrón a
Mariposa.
- ¡¿Que ocurre?!- pregunta Zharkak. Polaris no entienda a la mujer pero
ayuda a incorporarse a su debilitado teletransportador.
- ¿Que ha dicho?- le pregunta Tormenta a Lev. La única extraterrestre que
hablaba su idioma.
Lev coge la pequeña chapa esférica y se la pone. Dykon examina al joven
soldado de su pelotón.
- Esta gravemente herido.- Comunica a su padre y el resto del Triunvirato
que gobernaba la ciudad.- Quizá hayamos forzado demasiado su poder. Le
llevare a la enfermería.
Palik viendo la confusión en el rostro de los seres venidos de otra galaxia
les ofrece otras cuatro chapas circulares. Los cinco traductores fueron
guardadas como reliquias cuando los Hijos de las Estrellas dejaron el
planeta. Nunca se pensó que volverían a ser utilizados.
Uno de los hombres-x se queda sin traductor.
- Saludos, Hijos de las Estrellas.- Dice solemne Palik, el representante de
los Elegidos. Perfecto Palik, le llamaban los suyos.- A algunos de vosotros
ya os conocemos, sin embargo a otros...
Arcángel piensa que es su responsabilidad hacer las presentaciones. Intenta
dejar de lado el hecho de que en su anterior visita Palik intentara hacer
que le mataran.
Palik decide empezar con Ororo, ya que era la líder.
- Esta mujer de piel tostada y pelo blanco es Tormenta. La líder en
substitución de Cíclope (añade la explicación para no confundirles) que
recientemente se retiró. El siguiente a su derecha es Adam-X medio hermano
de nuestro antiguo líder y gran guerrero.- Adam le mira escéptico. Quizá
Arcángel se estaba metiendo demasiado en su papel.- Ella es Mariposa, mi
consorte. Al Hombre de Hielo creo que ya lo conocéis. Y en último lugar la
mujer del pelo esmeralda es Polaris.
Betsy se intenta quitar de encima las manchas con una toalla que Seera le
ofrece. No podía hablar su idioma así que simplemente le sonríe.
- Perfecto.- Dice Palik, que se había convertido en el interlocutor de los
anfitriones.- Ellos son Agrom y Zharkak, de los Desechados. Ryest, líder de
"Los que Empiezan de Nuevo". La mujer que ha ido a buscaros es Lev, una
Dual. Ella es Seera y yo soy Palik, Perfección Suprema de los Elegidos.
Ahora al Triunvirato le gustaría hablar con vuestro líder para comentarle la
razón de vuestra llegada aquí.
El resto de la Patrulla-X se siente francamente incomoda al ser despachada
de esa forma.
- No hagáis caso a Palik, Agrom dice que es un imbécil.- Un enorme gigante
alto y huesudo les escolta desde la salida. Era el que previamente les
habían presentado como Agrom. Curiosamente hablaba de si mismo en tercera
persona.- Si queréis Agrom os enseñara los lugares mas interesantes de
Tripolis. Si sois amigos de Arcángel por la Madre Luna que sois mis amigos
también. En una ocasión me salvo la vida cuando estaba a su merced.
Polaris se sentía a partes iguales intimidada y divertida por la simpatía de
ese enorme hombre. Era muy feo, todo hay que decirlo. Pero también
francamente amable.
Mariposa y Seera intentaban establecer una comunicación telepatica. Era una
tarea difícil pero ambas tenían la fuerza para intentarlo.
- ¿Agrom?... ¿No hay algún garito por aquí donde tomar una copa?- pregunta
Adam-X.
- Por supuesto. Agrom os llevara hasta allí.
El Hombre de Hielo coge a Lev por el brazo. Ella se queda quieta,
paralizada. El resto del grupo les deja atrás.
- ¿Que te ocurre?- pregunta él.
Ella mantiene silencio y le sigue dando la espalda.
- Dímelo.
Se suelta de su mano y se va en una dirección indeterminada.
El Triunvirato había aceptado que Arcángel se quedara junto con Tormenta por
su trayectoria en defensa de lo que luego se conocería como Tripolis.
- Antes de empezar nos gustaría agradeceros vuestra elección de ayudarnos.-
Dice Palik fríamente. Realmente no parecía un agradecimiento, sino una mera
cortesía.
- Sería mucho mas fácil si nos dijerais cual es vuestro problema.- Dice
Arcángel insolente. Zharkak se ríe abiertamente y Ryest esboza una medio
sonrisa.
Palik parece perder los papeles.
- Esto... El problema...
- Yo se lo explicare, Palik. Tu descansa de las presentaciones...- Dice la
fiera Zharkak, de los Desechados.- Calculamos que la primera flota cayo en
nuestro planeta en la zona desértica de Wjartk. Eran poco numerosos y
pensamos correctamente que se trataba de un grupo de exploradores. Como
nuestras previas experiencias con alienígenas habían sido positivas
establecimos contacto de forma amistosa. Ellos respondieron amablemente y
crearon vínculos con la gente de Wjartk. Formaron una colonia y compartieron
información con nosotros.
- Pero nos engañaron.- Interrumpe Palik, a quien no le gustaba que le
quitaran el protagonismo.
- Así es. Esta raza posee un poder que les permite parasitar y transformar
en replicas de su especie a cualquiera de nosotros. Mientras nosotros
creíamos que ellos mantenían relaciones gratas con los de Wjartk estaban
infiltrándose entre ellos y controlándolos. Cuando nos dimos cuenta de ello
ya estaban tan extendidos como una enfermedad.
- Espera un momento.- Dice Tormenta. Mira a Arcángel.- ¿No tendréis alguna
imagen de estos invasores?
Ryest les trasmite una imagen mental. Aparece borrosa debido a la diferencia
de psíquica entre las dos especies, pero suficientemente esclarecedora.
- ¡¡¡El Nido!!!- Exclama Arcángel.
- Grundal... Agrom quiere una ronda para sus amigos.
Todos los presentes miran a los miembros de la Patrulla-X. Todos ellos
poseían una forma "humana" que les hacía destacar en aquel bar de los
Desechados.
El hombre llamado Grundal, un enorme mutante con forma de pulpo y multitud
de ojos que miraban en todas direcciones y parpadeaban a la vez, les sirve
seis bebidas.
- Yo creo que pasaré.- Dice Seera.- Ya he probado en otra ocasión las
bebidas de este lugar y resultaban demasiado fuertes para mi gusto.
Agrom se pregunta en silencio el por que la Perfecta Seera se reuniría con
alguien en un bar de Desechados.
Adam prueba su copa.
- Es una especie de licor. Parecido al de manzana, un poco mas dulce.-
Polaris y Mariposa se atreven con las suyas. El Hombre de Hielo se sienta al
lado de Seera.
Necesitaba saber algo pero no se atrevía a preguntarlo.
- Esta enfadada contigo.- Se adelanta la telépata de ese planeta.
- ¿Que?
- Muchisimo.
- ¿Por que, Seera?
- Mucho me temo, Hijo de las Estrellas. Que eso solo tiene derecho a
explicártelo ella. Si hablara en su nombre estaría traicionando la confianza
que deposito en sus confidencias.
El pulpo mutante Grundal sirve otro tipo de bebida en una copa alargada a
Seera.
- Ploxz...- Era el nombre de una bebida.- Adivinaste, Grundal. ¿Como lo
supiste?
- Nhunca ohlvidho unha cahra.- Expresa a través de una boca en su frente.
Ella sonríe misteriosamente.
Mucho mas tarde Agrom los lleva a unos lujosos pero acogedores aposentos.
Allí se encuentran con Dykon uno de los mayores representantes de "Los Que
Empiezan de Nuevo".
El enorme Agrom rechaza amablemente la invitación de los anfitriones para
comer y se despide. La miembro de los Elegidos Seera, sin embargo, acepta
quedarse.
- Mejor que empecemos a cenar.- Dice Dykon. Mientras estaban en el bar de
los Desechados se les había hecho de noche.- No sabemos cuanto tiempo
estarán el Triunvirato y vuestra líder debatiendo acerca del camino a
seguir. Haré los preparativos.
Mientras Dykon se va a la cocina Seera decide darles una explicación.
- Supongo que os preguntareis el por que os alojáis aquí, junto a Los Que
Empiezan de Nuevo. Tanto mi pueblo, los Elegidos, como los Desechados
desconfían mutuamente entre sí. Originalmente Los Que Empiezan de Nuevo se
formo con miembros de ambos sectores que decidieron evitar la lucha y unirse
para buscar otro camino que no fuera la confrontación. Realmente sirven de
bisagra entre ambos pueblos contrapuestos. Si no fuera por ellos seguramente
Tripoli nunca hubiera seguido hacía adelante. Los hay quienes empiezan a
comprender que la alianza entre los tres pueblos beneficia a todos, sin
embargo aun son grandes los obstáculos a salvar.
- Los miembros de ambos sectores no pueden confraternizar sin miedo a ser
discriminado por su grupo de procedencia.- Dice Dykon mientras sale cargando
algo parecido a una enorme olla. Polaris la levanta magnéticamente y la deja
en el centro de la mesa.- Asombrosos poderes.
- Gracias.- Dice ella.
- Sabiendo que os alojaríais junto a nosotros hemos preparado un plato
especial. Solo en ocasiones muy especiales se cocina.- Les explica el
anfitrión.
Todos comen abundantemente.
Los demás siguen sin llegar.
Tormenta acaba muy tarde de contarles todo lo que saben acerca del Nido.
- Así que cualquiera podría ser parte del Nido.- Murmura preocupado el
Perfecto Palik.
- Si.
- Eso podría ser un gran inconveniente.- Dice Zharkak.
- Estableceremos un análisis de sangre obligatorio entre toda la población
de Tripoli.- Afirma Palik.- Nuestros genecistas podrán detectarlo.
- Demasiado complicado.- Dice Arcángel.- Y fácil de engañar.
- Hay una variedad de los Molowt que pueden ser entrenados para detectar las
feromonas que posiblemente emiten los Invasores.- Dice Ryest.- De hecho creo
que mi hijo ya tiene una camada entera especializada en ello. Los utilizaban
para rastrear al enemigo en nuestros enfrentamientos anteriores.
Zharkak ve la cara de incredulidad de Arcángel.
- Los Molowt son una especie de animal de compañía de Los Que Empiezan de
Nuevo.- Les explica.
- Me parece la mejor solución.- Dice Talik.- Pero solo provisional, pondré a
nuestros científicos a trabajar una cura para el agente infeccioso.
- El Nido, cuando infecta, es definitivo. Conocemos muy pocos casos en los
que el paciente se pueda sanar.- Dice Tormenta.
- Esta infravalorando el poder de los nuestros miles de generaciones de las
mentes mas brillantes del planeta han creado ...- Palik estaba casi en un
estado de enfurecimiento. Se ve que era un tema demasiado candente.
- Amigos, amigos...- Interrumpe Ryest.- Nuestros invitados deben estar
cansados. Dejémoslo por hoy y mañana seguiremos debatiendo acerca de
nuestras posibles opciones.
Cuando llegan a la casa de Ryest, Dykon, su hijo les había guardado parte de
la cena para su consumo. Polaris y Adam-X ya se habían ido a dormir.
Seera afirma que es el momento de volver a sus estancias en uno de los
barrios de los Elegidos. Dykon dice de escoltarla y se va con ella.
Arcángel y Mariposa se van pronto a su habitación.
Ryest echa otro madero al fuego. El Hombre de Hielo parecía mirar a través
de las llamas.
Tormenta se apoya sobre sus hombros.
- ¿Que te ocurre con la rubia aquella?- le pregunta.- ¿Como se llamaba?
Hace memoria.
Bobby se adelanta y contesta:
- Lev.
- Si, Lev.- Dice Ororo mientras sonríe.- Es muy guapa. Y parecía que le
gustabas.
- Seera, la telépata de los Elegidos me ha dicho que me odiaba. Y no la
culpo.
- ¿Que quieres decir, Bobby?- Pregunta Tormenta. Ryest, el anciano, se
sienta junto a la lumbre y enciende una especie de pipa.
- Veras, cuando llegué accidentalmente me lleve una descarga psíquica que me
dejó KO durante la mayoría del tiempo que estuve aquí.- Empieza a narrar el
Hombre de Hielo.- Ella era un Dual, un sector de los Elegidos que es
despreciado por tener una segunda forma "monstruosa", creyó que yo era lo
mismo que ella debido a mi forma de hielo... Me hizo de guía desde que
estuve aquí. De hecho no tenía recuerdos y me sentí muy unido a ella.
Llegamos a intimar bastante.
- Pero...- Le indica Ororo.
- Pero cuando recupere la memoria todo lo vivido junto a ella me pareció
parte de un sueño (un sueño precioso) y no sentí ningún remordimiento de
irme y olvidarla totalmente. Al igual que olvidas un sueño en cuanto pasas
un tiempo despierto. Ahora empiezo a recordarlo todo borrosamente. Se que
cometí un grave error, la olvide, pero ella seguramente aun seguía colgada
de mí, recuerda que en ese momento era bastante raro que existiera contacto
físico entre los Elegidos. Y yo... La bese. Puedo entender que me odie.
Tormenta sonríe dulcemente.
- Robert, si te sigue odiando es que aun siente algo tierno por tí. Para
sentirse traicionada es necesario que aun se quiera a la persona.
El Hombre de Hielo suspira y mira al fuego.
Ororo se levanta y da las buenas noches a Ryest antes de irse a dormir.
Fin del capítulo.
BUZÓN MUTANTE
Hola!
Iniciamos saga, y división de series y personajes, como ya os dijo Xum.
Esperemos que os guste.
Queremos agradecer a todos los que habéis comentado nuestros números
últimamente. Tendremos en cuenta vuestras opiniones, y, Forkys, espero que
te convenza cómo usaremos a Magneto próximamente.
Saludos mutativos.
Carlos Correia.