PORTADA: la Patrulla atacando a Juggernaut, impasible en el centro de la imagen.
A Cain Marko le acababan de alegrar el día. Llevaba un tiempo bastante bajo
de moral, y el enfrentarse a la Patrulla-X - mejor dicho, a una Patrulla sin
Xavier - era lo que necesitaba. Machacar a esos santurrones le dejaría feliz
durante un buen tiempo.
La Patrulla - Tormenta, Arcángel, Mariposa Mental, Pícara, Proudstar y
Lanzallamas - había llegado a San Pedro, Colorado, tras descubrir que su
antiguo enemigo estaba destrozando el lugar. El ataque inicial - Proudstar
lanzado sobre él desde una gran altura - no había servido más que para
llamar su atención... tal y como preveían. Ahora es cuando se ponía difícil.
Tenían que detener a un enemigo imparable, con una fuerza asombrosa y
prácticamente invulnerable. Su único punto débil conocido era su mente,
aunque ésta estaba protegida por el casco que formaba parte de su armadura.
Marko se lanzó hacia ellos, corriendo, como un tren a toda velocidad, en
dirección a sus enemigos. Aunque en realidad todo su odio estaba dirigido
hacia su hermano - Xavier, fundador de la Patrulla -, las distintas
confrontaciones que habían tenido habían hecho que tampoco les tuviese
demasiado aprecio.
Pícara y Arcángel levantaron el vuelo. Lanzallamas, el nuevo, se plantó
frente a él y activó su poder. Una llamarada salió de las yemas de sus
dedos, alcanzando al Juggernaut, quien ni siquiera se inmutó, y siguió
avanzando hacia ellos sin aminorar el ritmo.
*Aumenta la temperatura y la llama*, le comunicó mentalmente Mariposa, que
se había apartado, junto a Tormenta, lejos de la trayectoria del behemot,
mientras Proudstar permanecía unos metros por detrás del joven irlandés.
Obedeciendo a su compañera, Lanzallamas aumentó su potencia de fuego,
alcanzando el máximo que su poder le permitía. Un auténtico muro de llamas
avanzó en dirección a Marko, quien, pese a ser inmune al calor y al fuego,
notó el impacto. Sus poderes habían disminuido tras haber sido encerrado en
la dimensión de Cyttorak por Onslaught. Disminuyó un poco su velocidad,
haciendo esfuerzos por avanzar, pero nunca deteniéndose, nunca
retrocediendo.
*¡Ahora!*, le gritó mentalmente Betsy.
En ese instante, David paró su ataque, dejando a su enemigo sin el muro
contra el que estaba ejerciendo su fuerza, desequilibrándolo.
Arcángel realizó un vuelo rasante, recogiendo al agotado Lanzallamas,
mientras Pícara, cayendo desde los aires a una gran velocidad, chocaba
contra las piernas de Marko, acabando de desequilibrarlo, y lanzándolo a los
puños de Proudstar, que lo golpeó con toda su fuerza, lanzándolo a las
afueras de la ciudad, para así evitar tanto los daños materiales como las
posibles víctimas.
Pícara recogió a Proudstar, mientras Tormenta se elevaba con Mariposa, y
siguieron a Arcángel, que ya había aterrizado junto a Lanzallamas en las
cercanías de su caído enemigo, que ya intentaba levantarse.
"Joder... ¿y aún se mueve?", preguntó un incrédulo Lanzallamas, que, pese a
haber leído los informes, era la primera vez que se enfrentaba a Marko.
"Apartaos de él", dijo Ororo, pausadamente.
Sus ojos se pusieron blancos, el aire a su alrededor se electrizó, el cielo
se oscureció, y un impresionante relámpago, el más poderoso que pudo
conjurar, surcó los cielos hasta golpear al Juggernaut, volviendo a clavarlo
en el suelo, y levantando una enorme humareda.
Antes de que esta se aclarara, Arcángel volvió a elevarse y lanzó sus plumas
metálicas en dirección a su enemigo. Algunos se clavaron entre el casco y la
armadura, mientras otros simplemente rebotaron.
El Juggernaut se incorporó, sacudiéndose el polvo con sus enormes manos. Una
risotada salió de su garganta.
"¿Esto es lo mejor que podéis ofrecer? Al menos antes, cuando estaban el
ruso y el enano, erais una molestia."
En ese momento, Pícara lo sobrevoló, agarrándose a su casco, cuyas ataduras
habían sido debilitadas o cortadas por los anteriores ataques, y lo arrancó
de cuajo, dejando a la vista el rostro de Cain Marko.
Sin su casco, su mente estaba desprotegida ante un ataque telepático... y
Mariposa se centró en él, intentando aprovechar la vulnerabilidad de su
enemigo.
Marko se lo estaba esperando... pero no lo conseguirían esta vez. Siempre
que lo habían derrotado había sido a través de su mente... y esta vez,
estaba preparado.
Se arrodilló, como si le estuviera haciendo efecto el ataque psíquico y,
cogiendo una piedra del suelo, la lanzó contra Mariposa, golpeándola y
dejándola inconsciente.
"¿Qué?", preguntó, con sorna, Marko. "¿Acaso creíais que no había aprendido
a resistir un ataque psíquico cuando estuve en el Club Fuego Infernal? Os
aseguro que Shaw tiene en su nómina a gente capaz de eso, y de mucho más.
"Esto...", preguntó Lanzallamas, mirando a sus compañeros, que estaban
incrédulos ante lo sucedido. "¿Y ahora qué hacemos?"
Bishop permanecía alerta entre bastidores, mientras el profesor Xavier era
entrevistado en uno de los late night shows más populares del país. La
campaña para senador iba bien, o eso parecían decir las encuestas, que le
daban cinco puntos de ventaja sobre su perseguidor, el republicano John
Denver.
No le gustaba todo esto. Había decidido seguir a Xavier, protegerlo, cuando
éste decidió dejar la Patrulla, pero toda la idea de presentarse al Senado
le parecía estúpida.
El presentador detuvo la entrevista, para dar paso a una noticia de última
hora. Aparentemente, la Patrulla-X se estaba enfrentando a Juggernaut en una
ciudad de Colorado. El rostro de Xavier ni siquiera se inmutó. Bishop, en
cambio, deseó estar allí, ayudando a sus amigos.
Mientras Arcángel comprobaba el estado de Betsy, Lanzallamas volvió a atacar
a Marko, quien respondió dando una fuerte palmada, generando una onda
expansiva que lanzó al joven irlandés contra un árbol cercano, recibiendo un
fuerte impacto y quedando aturdido.
"Dos menos", se mofó el villano. "¿Siguiente?"
Arrancando del suelo pedazos de roca, comenzó a lanzarlos contra sus
oponentes. Proudstar intentó cubrir a Warren y a Betsy, recibiendo la
mayoría de los impactos. Tormenta destrozaba con sus rayos los trozos más
grandes, mientras Pícara los esquivaba en el aire.
"Ororo", dijo Warren. "Tengo que llevar a Betsy al hospital. Tiene un golpe
muy feo en la cabeza."
"Vete, Warren, nosotros nos encargaremos... de una forma u otra."
El alado se elevó, llevando en brazos a su amada, y dejando a sus compañeros
solos ante el peligro.
"Ororo, tengo que intentarlo", dijo Pícara, mientras Proudstar corría hacia
Juggernaut y comenzaba a intercambiar golpes con él. "Si logro absorber sus
poderes..."
"Es muy peligroso, niña."
"Pero es nuestra única posibilidad."
Antes de que Tormenta pudiera responderle, Proudstar salió despedido de un
puñetazo, volando por los aires.
"Diosa. He de ir a por él."
Tormenta elevó el vuelo tras el indio, consiguiendo cogerlo, pero la fuerza
y el impulso que llevaba los lanzó contra el suelo, y, pese a que consiguió
frenar la caída con rachas de viento, quedó ligeramente aturdida.
Pícara no podía esperar más. Se quitó los guantes y se lanzó contra su
enemigo, sujetándole por sus brazos desnudos. Notó como comenzaba a fluir el
poder, como las energías de Cyttorak llenaban lentamente su cuerpo... pero
demasiado lentamente. De un movimiento, Cain atrapó a Pícara entre sus
brazos, y comenzó a apretar.
Los impresionantes brazos del Juggernaut eran como una prensa hidráulica que
machacaba a Pícara, que seguía intentando absorber sus poderes... pero que
empezaba a notar un fuerte dolor en la espalda... notaba que perdía la
conciencia. Sus compañeros intentaban coger fuerzas, levantarse y
ayudarla... pero ella sabía que no llegarían a tiempo.
De repente, la presión comenzó a disminuir. ¿Estarían por fin haciendo
efecto sus poderes? No... sabía que no era así, pues no notaba un aumento de
su propia fuerza... Era otro el motivo...
Con un violento movimiento, Juggernaut soltó a su presa. Pícara cayó al
suelo, dando grandes bocanadas para recuperar el aliento. Levantó la vista,
y vio que Marko no era dueño de sus movimientos. Estaba con los brazos
completamente estirados, las piernas entreabiertas, y unos centímetros
elevado sobre el suelo. Su rostro denotaba el esfuerzo que estaba haciendo
para romper su invisible presa.
Grandes piezas metálicas comenzaron a aparecer, volando en dirección a
Marko, rodeándolo, encerrándolo en una prisión hecha a su medida.
Pícara miró en dirección a la esfera metálica, preguntándose qué había
pasado, y, en el fondo, sabiendo que sólo una respuesta era posible.
"Hola, Pícara", dijo una voz tras ella. "Hacía tiempo, ¿verdad?"
Volvió la mirada, y allí estaba su salvador.
Magneto.
CONTINUARÁ
X-MANIA
Sigue esta nueva etapa... ¡y pasamos a las cartas!
Xumer sospechaba que quería unir a Juggernaut a la Patrulla... pues no, la
verdad. Que eso me ha parecido una de las múltiples tonterías del Austen...
Y dice que por qué Proudstar ingresa en el grupo... pues lo verás en X-Force
un día de estos. Cosas de tener la serie parada. ¿Te chirría que Tormenta
lleve la batuta, ejerciendo de profesora? Pues no veo por qué... no es la
primera vez que lo hace. Y la proactividad ya la irás viendo... Que no es
sólo ir a por los malos antes de que ataquen, vamos, eso creo.
A Blai y a Rafael les han gustado los momentos en los que nos metemos en
Juggy... pues gracias, parece que por una vez he hecho algo bien, jeje.
Lo que parece que no ha gustado es la Sala de Peligro mecánica. Bien, tened
en cuenta que ahora no tienen tecnología Shi'ar a su disposición, ni a
Forja, así que hay que apañarse con lo que se tiene. Y sí, se podría haber
pasado sin esa escena, ya que se ven en acción en este número, pero... ¿no
sabéis que es obligatorio que haya una pelea en cada número de Marvel, o no
vende? Jejeje...
Y Cantero señala que Juggernaut nunca llega a saber que se ha encontrado a
Hércules... mmm... estooo... ¿cuela si digo que eso lo dice el narrador, y
no es lo que sabe Juggy?
Eso es todo. Nos vemos en el próximo número.
Mutativos saludos.
Carlos Correia.