La historia hasta aquí: Durante el último año, la Patrulla-X ha operado desde Neo Avalon rescatando mutantes, abortando programas Centinela antes de que surgiesen, combatiendo la opresión sin importar desde dónde o sobre quién se ejerciese.

No tienen ni idea de que bajo la isla se encuentra el nuevo laboratorio secreto de Siniestro. Salvo Kaos, claro, que lo descubrió hace unos meses y aún no se lo ha dicho a nadie.

En los últimos dos números vimos como caían en una trampa en Israel, cuando se disponían a rescatar a mutantes vendidos como esclavos de una red a la que llevan varios meses siguiendo. También vimos como Pícara ayudaba a Mística a secuestrar a Tormenta.

La Patrulla-X: Tormenta, Arcángel, Mariposa Mental, Rondador, Coloso, Gatasombra, Kaos, Polaris, Ave de Trueno, Lanzallamas, Mondo, M, Deslizador y Responso.

La Hermandad: Mística, Pícara, Pyros, Mole, Fantazia, Random, Riesgo, Ariel, Siena Blaze, Mesmera, Tempestad, Unuscione, Brazos, Ogro, Sombra Temporal, Ruleta II, Espina, Senyaka, Salvaje, Anzar, Escáner, Tempo, Generación Perdida, Metadeseo y Éxodo.

Neo Avalon: , La Luz, Amelia Voight, Fortaleza, Mímico, Niño Listo, Pete Wisdom, Amanda Sefton y los azules mellizos Stefan y Mercedes Wagner.

Dentro de dos meses

Rondador, encaramado sobre el pedestal de una estatua derruida, estira la mano.

- Pícara.

La mutante sureña flota un metro por encima del foso de agua algo turbia donde puede verse unos cuantos peces dorados colear.

En el otro extremo, Mística conserva su forma maestra.

- Pícara. Vámonos.

- No es tu madre. No es una persona. Vuelve con nosotros.

- Pícara.

- Ni siquiera quiero decidir qué está bien y qué está mal -hunde la cara entre las manos.

A no demasiados metros un escuadrón de policías espera una señal de dos superhéroes.

- Pietro...

- Les debemos cuarenta segundos.

Hace ocho años.

Una reina del Nido se retuerce bajo los pies de Cíclope. Los recién creados Nuevos Mutantes y la Patrulla-X a su regreso del espacio contemplan como impide a Lobezno que la remate.

- El asesino del grupo soy yo, ¿vale?

- Esta vez no. Yo fui el primer hombre-x. Es mi responsabilidad. Perdóneme, Profesor. Si hubiera alternativa...

*No la hay, Scott*

- ¡¿Profesor?!

*Sí... Transformación mental incompleta... Por el bien de la humanidad... Mátame, Scott, te lo ruego*

- Ya lo has oído -bufa Lobezno.

Cíclope lo aparta del eslizoide de un empujón.

- ¡También se lo oí decir a Fénix antes de morir! No pude salvar a la mujer que amaba. Maldito sea si dejo que le pase lo mismo a Charles. Mientras haya esperanza, aunque sea mínima, la Patrulla-X luchará por preservar la vida. Por crear, no destruir. ¿Alguna objeción?

Hace tres meses.

- Saquearon los discos duros, desmantelaron completamente las instalaciones dejándo cualquier arma o tecnología que tuviésemos en ella inservible, se llevaron a los niños de la factoría además de a todo el personal... no voluntario... y aunque durante el asalto consiguieron incapacitar al equipo de defensa al completo, no mataron ni siquiera a uno.

El coronel da un puñetazo a la mesa.

- ¡La Patrulla-X!

- Si, la verdad es que las pruebas son contundentes, señor.

- Maldito Cassidy... Informaré a Mahjong... y al resto de los cinco hombres... No está cumpliendo con su...

- Señor diría que incluso hubo suerte.

- ¿Suerte? ¿En ser humillados?

- Bueno, viendo su capacidad, ser solamente humillados es una suerte -los ojos del asistente se vuelven amarillos, su piel azúl-. Imagine, no sé -sonríe-. Qué hubiera llamado usted la atención de alguien mucho más peligroso.

El coronel se queda mudo ante el cañón de la pistola apoyado en el puente de su nariz.

- Eso si que habría sido un desastre, ¿verdad?

Hoy.

Ruth Bat-Seraph le grita al teléfono -un modelo antiguo, auricular y rueda para los números- en una habitación dividida por paneles y cubículos, cada uno para un soldado de uniforme gris que oculta la cabeza ante las voces de Sabra, que señala con la mano libre a un televisor sin volúmen aunque sabe que la persona al otro lado de la línea no puede verla.

- ¡Los protocolos existen para algo, Haller!

Una nube naranja se manifiesta en mitad de la sala. Un par de rayos de la energía psicokinética de Cámara derriban a los que desenfundan más rápido. Un grito sónico casi inaudible hace retorcerse de dolor al resto.

- Estáis locos... completamente locos... -murmura Sabra, la única aún en pie, sujetándose al escritorio para no caer.

Cámara la coge de un brazo y Syrin de otro. Viajera Diurna gira los brazos sobre su cabeza.

- Hay un trato... -escupe Sabra.

- Con un país -responde Amanda Sefton, mientras se teleportan.

Hace dos semanas.

Los tres mutantes aparecen en un sótano húmedo y maloliente. En el centro de la habitación, un tipo corpulento y trajeado, de rasgos mongoloides, sujeta a Responso por el cuello mientras le apunta a la sién con una pistola. A su vez, Gatasombra le atraviesa la cabeza con un brazo en fase. A Gatasombra la sujeta, también en fase, Emplaca tapándole la boca con una de sus zarpas. Y a Emplaca le apunta a la cabeza con una mano, los círculos de su poder sobre el pecho parpadeando, Kaos. En una esquina, DOA, el chófer y ayudante de Emplaca, ríe sarnosamente mientras M lo levanta por el cuello de la camisa.

- Muy bien -empieza Rondador, abriendo los brazos-. La Patrulla-X tiene el control del campo. Ministro Kheretoviciegu, le sugiero que se rinda.... En cuanto a ti, Emplaca...

El villano lo ignora, girándose hacia M.

- ¿Qué va a ser, hermanita?

*¡M! Soy Mariposa. Necesito que combines tu telepatía con la mía para darme acceso a su cabeza e impedir que se teleporte*.

- Marcus, por favor...

- Jejeje -babea DOA.

El ministro grita algo su propio idioma. Gatasombra se debate tratando de hablar, intenta dar un codazo a Emplaca. Rondador desenfunda lentamente una de sus espadas.

- David -dice.

- Sí -responde Lanzallamas.

Los ojos de Responso se ponen en blanco y las placas de su frente tiemblan.

- Huele usted a muerto -dice al ministro.

- Tú decides, Monet -repite Emplaca.

*M, no le escuches*

- Yo...

- Jejeje... -sigue a lo suyo DOA.

Emplaca se gira hacia Rondador.

- Me llevaré a tu compañera y le sorberé la médula de los huesos.

Kitty mira a Kurt y niega con la cabeza.

- Ya -dice Lanzallamas.

Bamf.

Monet cierra los ojos y suelta a DOA. Emplaca se vuelve tangible a tiempo para que Rondador se teleporte junto a Kitty y la aparte. Emplaca se gira y da un zarpazo a Kaos, el rayo de este se desvía, el ministro dispara justo antes de que lo alcance, David consigue apartar a Responso a tiempo mientras lanza una pequeña llamarada hacia Emplaca, pero éste ya se ha teleportado con DOA y le da a Kaos en el hombro. El ministro cae muerto al suelo.

- Aaagh -Responso, prácticamente babeando, alarga una mano hacia el cuerpo mientras sus ojos despiden chispitas moradas.

-No -Lanzallamas la empuja contra la pared, sujetándola por la muñeca. Hace una mueca. Le sangra el antebrazo.

- ¿Estás bien, Katzchen?

Ella se palpa el bolsillo interior de la chaqueta.

- Les saqueé bien el sistema informático.

- ¡Mierda! ¡Pon a una niña a hacer el trabajo de una mujer y mira el resultado! -Mariposa se acerca hasta M y le da una bofetada que resuena por toda la sala. La chica reacciona por reflejo, le aparta la mano violentamente y la agarra por el cuello. Elisabeth activa su cuchillo psíquico y se lo coloca bajo la barbilla.

- ¡Basta! -Rondador se interpone de un salto.

- Eh, aquí líder de escuadrón con quemaduras graves... -se queja Kaos desde el suelo.

- Lo siento... Herida de bala -responde Lanzallamas, ocupado en impedir que Responso se lance sobre el cadáver-. Quieta, maldita sea.

Kitty se agacha junto a ellos, le pone una mano en el hombro a cada uno.

- Os llevo arriba.

- Voy con ellos -anuncia M.

- No -responde Rondador-. Ayuda a Kaos -se gira hacia Mariposa-. Contacta con Ororo, necesitamos saber cómo va todo arriba.

Hoy.

Un periodista falto de dos dedos de la mano derecha se cuela entre escoltas en los pasillos de las Naciones Unidas. Enciende la grabadora mientras asalta a su objetivo:

- Canciller La Luz, ¿no condena la política mutante de Israel?

El jefe de la diplomacia de Neo Avalon hace un gesto con los brazos a la docena de guardaespaldas que lo rodea.

- Está bien. El señor Conan nos acompañará hasta el ascensor.

- Por supuesto -se pone al paso del diplomático apuntando con la grabaodra en su dirección-. ¿Apoya Neo Avalon entonces la política mutante de Israel?

- Podría haber venido a la rueda de prensa, señor Conan.

- ¿Para que pudiese evitar la pregunta más directamente?

- Neo Avalon no apoya ningún tipo de conducta discriminatoria hacia los mutantes, y menos las que impliquen violencia. Si Israel hubiese cometido actos como los que usted insinúa, los condenaríamos. Con todo, no tenemos pruebas de ello -se detiene y mira a Neal directamente a los ojos-. ¿Y usted?

Conan entrecierra los ojos.

- Quizás sabe mejor que yo qué información tengo.

- Mi poder dice que no miente.

Andan un par de metros.

- ¿Conoce la expresión "unos zarandean el árbol y otros recogen las nueces"?

- Eso me temo.

- Ya.

Se detienen junto al ascensor. Los guardaespaldas se colocan en dos hileras, haciendo pasillo a La Luz. Otros dos flanquean a Neal, para impedir que lo siga.

- ¿Qué opina usted sobre todo esto, señor Conan?

- No tengo opinión.

- Sabe que sé cuando miente, ¿verdad?

- Pero no sabe lo que opino, ¿verdad?

La Luz ensancha su sonrisa. Estira la mano hacia Neal.

- Un placer, señor Conan. Mi departamento de comunicación lo llamará para concertar esa entrevista.

El periodista estrecha con descuido los dedos gordezuelos y lo ve desaparecer junto a los escoltas.

- Je -apaga la grabadora.

Hace una semana.

Mariposa Mental se deja caer, la nuca contra el suelo mullido del tatami. Suspira.

- Estoy molida.

Lanzallamas se sienta, apoyando la espalda contra la pared. Se seca el sudor de la frente con el dorso del brazo. Sólo lleva una cinta bajo el nacimiento del pelo y un pantalón blanco y ancho.

- Odio las artes marciales.

Elizabeth se gira hacia él, apoyándose sobre un codo. Se ha recogido el pelo en una coleta, y lleva un top de entrenamiento y un pantalón idéntico al de David sólo que de su talla.

- Pues consigues cansarme. Y soy una ninja de La Mano telépata que lleva años entrenando con Lobezno.

- A mí me adiestró Shang Chi¹. No necesitas disfrutarlo para acabar siendo bueno.

- Mmm... Los de la división psíquica de WHO no teníamos esa suerte... Aunque supongo que en aquella época estaba de excedencia... y supongo que yo no habría sabido apreciarlo.

Bamf.

- ¿Ha sido...?

- Me da igual lo que diga Kitty, odio que mi salón apeste a azufra y lo sabe -protesta Mariposa.

Responso abre la puerta corrediza y se queda fuera de la habitación, sin que sus botas rocen el tatami. Señala a David.

- Necesito un piroquinético. Uno católico. Barbacoa en la iglesia del Barrio Humano.

Lanzallamas se gira hacia Mariposa con cara de indefensión. Ella sonríe.

- Socialízate.

Rondador se apoya con un codo en el ángulo de la puerta que Responso deja libre.

- Considéralo una orden.

- Soy un católico muy especial.

- ¿Más que yo?

- ¿Puedo ducharme?

- Si me dejas acompañarte -interviene Responso.

La mirada de David pasa al terror absoluto.

- No era en serio... ¡Espabila!

Kurt se aparta. Los escuchan alejarse por el pasillo.

- ¿Viene alguien más?

- Ni Monet ni Proudstar, Casanova.

Rondador sonríe. Se quita los zapatos y entra en el tatami, las manos en los bolsillos. Mira a la derecha y a la izquierda, y se fija en el trío de bokken, katanas de madera para entrenar, que descansan en un armero, sobre la pared. Da un par de pasos y levanta una. La blande con una mano y luego cambia, sopesándola, girando el codo, como si buscase la postura correcta.

Betsy se ha incorporado hasta sentarse, las manos abrazando las rodillas y las piernas cruzadas. Observa cada movimiento de Kurt con una ceja enarcada.

- Lo haces fatal.

- Demasiado burdo para lo que estoy acostumbrado.

- ¿Burdo? Ah, no, me niego a tener esta discusión otra vez, herr Wagner, está claro que sólo le gusta buscar pelea con los británicos.

- Ja.

Se sienta bajo el armero de las katanas.

- David está perfectamente -dice ella-. No sólo físicamente. Era agente de WHO. Es hombre-x desde hace más de un año. Puede con todo.

- Ajá.

Kurt sonríe.

- Yo también estoy bien.

- Claro.

- Por todo.

Él ensancha la sonrisa.

Betsy bufa. Se mira los dedos de los pies. Luego vuelve a mirar a Rondador.

- Logan pelearía conmigo hasta que lo soltase todo. Scott -sonríe- me diría que no es quién para meterse en mi vida, pero que el grupo me necesita centrada... y me daría un tiempo para 'resolverlo'. Ororo... -borra la sonrisa, frunce el ceño- Ororo me hablaría de la responsabilidad, de la pérdida, de cómo sólo aquellos a quienes queremos pueden hacernos daño... A lo mejor acababa hablándome de Forja... Je.

- ¿Y Warren?

Ella gruñe. Aparta la mirada, esta vez hacia las katanas. Vuelve a Kurt.

- ¿Qué piensas hacer tú?

- Escuchar.

Hoy.

- Muy bien, Allerdyce, ¿puedes oirme?

- Fuerte y claro. Mis chicos aún se están parcheando cortes de plumas de metal, y, según Eileen, puede que Salvaje no vuelva a andar.

- No me importa.

Raven está sentada a la india sobre una alfombra turca, con la derecha sostiene la mano de una adolescente con los iris amarillos y la cabeza rapada, con la izquierda la boquilla de un narguillé.

Enfrente, Pícara y Riesgo, sobre sendos cojines, se miran.

- ¿No es un poco demasiado decadente hasta para ella?

- Las ayuda a concentrarse.

Mística sonríe mientras deja escapar una voluta de humo.

- Dime qué tenemos y yo te contaré las buenas noticias.

- Treinta y tres. Doce que con entrenamiento podrían ser una amenaza seria. ¿Qué buenas noticias tienes tú?

- Tengo un rehén mucho más grande de lo que pensábamos...

- ¿Ah, sí?¿Y tiene alas? Me encantaría que tuviese alas.

Pícara tuerce la nariz.

- Estás aumentando los poderes de Verónica -dice a Riesgo-. Puedo oir a Pyros.

- Era la idea. Si aprieto más, podrás hasta interrumpirlos.

- Ahora mismo ya estoy captando alguna imagen.

- No es mi culpa, hermana. Tú sabrás a quién has tocado.

Mística chasquea la lengua.

- La Hermandad de Tel-Aviv... eso suena bien, ¿no?

- Jerusalén le daría un toque demasiado milenarista... ¿Y qué piensas hacer con tu reina capturada, Raven?

- Convencerla para que se convierta en peón.

La plataforma se bambolea levemente con la última rotación de Neo Avalon. El techo brilla filtrando la luz de las estrellas. El crujir del metal ahoga las olas.

Amanda Sefton aparece en medio de una nube naranja con Ave de Trueno, Coloso y Kaos. Rondador la recoge entre sus brazos.

- Descansa.

- ¿Estáis los tres bien? -Polaris empieza a examinar a Alex, obligándolo a levantar los brazos, cuando él intentaba a abrazarla, para examinar una magulladura entre dos costillas.

- Da -Coloso se apoya en uno de los asientos.

- ¿Y... y Wisdom? -pregunta Gatasombra, desde una esquina, Lockheed lamiéndole la venda de la mano derecha.

- Lo sacarán sus amigos del Mossad -responde Proudstar, que se deja caer junto a ella, apoyando la espalda en la pared-. Estará bien.

Kitty se rasca el nacimiento del pelo sobre el antifaz.

- Era... no era nada.

Mondo tiene la cabeza enterrada entre las rodillas, Responso se acurruca contra su corpachón, Lanzallamas permanece de pie junto a ellos tamborileando con los dedos contra la chapa, Deslizador corretea por la cápsula deteniéndose a pequeños intervalos junto a Kitty o Mondo, Mariposa mira al mar a través de uno de los ojos de buey con cada músculo del cuerpo en tensión.

Arcángel avanza hasta el centro de la plataforma con las manos enlazadas a la espalda.

- ¿Todos?

- Monet está en la isla -responde Gatasombra.

- No importa.

Kurt ha dejado que Amanda se adormile sobre su hombro. Cuando levanta la voz hace que arrugue la nariz.

- Esto no ha sido una pelea más.

- Pícara estaba con ellos voluntariamente -Elizabeth se ha girado desde su ventana-. Ororo no.

Warren cabecea afirmativamente.

- Hasta ahora no nos habíamos empleado a fondo.

- ¿Ah, no? -suspira Kitty.

Rondador aparta un mechón de pelo de la mente de Amanda, que sigue los ojos cerrados, el ceño fruncido y respirando entrecortadamente.

- Nos hará falta Logan.

- Para empezar -dice Arcángel-. Quiero saber si hay objeciones.

- No -responde Kaos, al que está vendando Lorna.

- ¿De qué estáis hablando? -interviene ella.

- ¿Objeciones a qué? -pregunta Kitty.

1.- El maestro de Kung-Fu trabajó en tiempos para la inteligencia británica

X-MANIA

Y una saga que termina, estimados amigos... Espero vuestros comentarios, críticas y sugerencias a la misma x-hora en el mismo x-correo.

Saludos

Jose