PODERES COSMICOS VOL. 2 #6
Un poder absoluto...
Guión:
Bergil
Portada: Adoptando una postura circular, Drax se enfrenta a Nébula. Drax por arriba y de derecha a izquierda, y Nébula por debajo de izquierda a derecha.
PRÓLOGO I:
El laboratorio del Extraño. El gigantesco ser se aproximó
a una sala cerrada, cuyas puertas se abrieron automáticamente. Si
alguien hubiera estado escuchando, le habría oído decir
las siguientes palabras:
-Veamos si, ahora que me he librado de esos insectos, logro
desentrañar tus misterios...
PRÓLOGO II
-Amigos, es hora de separarnos. No sé que es lo que haréis
vosotros, pero yo conduciré esta flota de naves a los sistemas
del Puño y después me dirigiré a la Tierra
-explicó Estela Plateada a sus compañeros, que se
dispersaron acto seguido1.
FIN DE LOS PRÓLOGOS
En la vastedad del espacio, una nave se desplazaba lentamente pero con
decisión hacia Titán, la luna de Saturno.
-Geatar, durante demasiado tiempo he obviado mi destino manifiesto.
-¿Qué queréis decir, capitana? -el lugarteniente
(y, en la actualidad, único miembro de su tripulación)
de Nébula tenía como rasgo principal de su carácter
la lealtad, no la inteligencia.
-Como nieta de Thanos, y ahora que ha renunciado a la
dominación universal, debo retomar la tarea que él abandonó.
Durante el tiempo que permanecimos en "Santuario II"2
pude acceder a los archivos de mi abuelo, y, aunque de forma fragmentaria,
me enteré de que en su laboratorio de Titán guarda los
resultados de un experimento. No logré averiguar de qué
se trataba, excepto que era un objeto de gran poder. Por eso nos dirigimos
al sistema de la Tierra.
Una vez separado de sus compañeros, Drax se dirigió hacia
Titán a toda la velocidad que pudo alcanzar. Libre de otras
obligaciones, podía dedicarse al objetivo para el que
había sido creado: detener a Thanos. Y el mejor lugar para
emprender de nuevo su búsqueda, ahora que el Titán loco se
hallaba inusualmente oculto, era su primer hogar: Titán, la luna
de Saturno que constituía el hogar de una rama de los Eternos que
se exilió de la Tierra.
-Al fin llegamos, Geatar. Debemos aproximarnos en silencio y no
alertarles antes de tiempo.
A tal fin, la nave describió un suave arco y se aproximó a
Saturno, para que la masa del planeta les ocultara a los sensores de
I.S.A.A.C., la enorme computadora encargada del mantenimiento de la
luna. Ponderando todas las opciones, Nébula decidió que lo
más adecuado sería aproximarse a Titán en la nave
y abandonarla dejando la secuencia de autodestrucción activada,
confiando en que la explosión distrajera a la computadora el
tiempo suficiente para poder penetrar en la luna.
Dicho y hecho. Dando a la nave una trayectoria hiperbólica, se
aproximaron a Titán. De repente, una voz metálica se
dejó oír por el sistema de comunicaciones de la nave.
-Atención, nave no identificada. Se está aproximando al
dominio aéreo de Titán. Dé su matrícula y
ruta de navegación o serán detenidos.
-Es un farol, Geatar. Una raza tan benevolente como la de los Eternos no
empleará la fuerza. ¿Qué te voy a contar, si lo
sabes tan bien como yo3?
-A mí no tiene que convencerme, capitana. Es increíble que
sobrevivan con semejante nivel de estupidez.
-No olvides, Geatar, que se trata de seres de gran poder. No en vano mi
abuelo es de su raza. Y precisamente en busca de una fuente de poder de
tal nivel es en lo que nos hemos embarcado.
-Atención, nave no identificada. Éste es el último aviso.
Identifíquense o serán detenidos.
-Ha llegado el momento de abandonar la nave, Geatar.
-Sí, capitana. A sus órdenes.
Momentos después, Nébula y Geatar salían al espacio
en el punto de máxima aproximación a Titán,
equipados con sendos equipos unipersonales de propulsión y con
una reserva de oxígeno. La nave se alejó de ellos
siguiendo la trayectoria prefijada para estallar doscientos segundos
después.
Lentamente, ambos se dirigieron hacia la superficie de Titán.
-¿Mentor? ¿Puedes oírme?
-¿Mnnn? Sí, I.S.A.A.C., te escucho -el líder de los
Eternos de Titán salió de la meditación en que se
encontraba y se irguió en el centro de sus aposentos-.
¿Qué ocurre?
-Una nave se ha aproximado a Titán. A pesar de
solicitárselo repetidamente, no ha contestado para identificarse.
Después ha cambiado su trayectoria para alejarse de nosotros y ha
estallado.
-¿Y?
-Tres minutos y veinte segundos antes de producirse la explosión,
mis sensores han detectado como dos organismos vivos, ambos humanoides,
abandonaban la nave por una portilla de emergencia y comenzaban a
dirigirse hacia la superficie de Titán.
-¿Has considerado la posibilidad de que su sistema de
comunicaciones estuviera averiado? Quizá se tratara de una nave
en una situación de emergencia y no pudieran responder a nuestro
requerimiento.
-No lo creo. Mientras se aproximaban, hice un examen de la nave. No
existía ninguna conexión defectuosa. Además, la
trayectoria de la nave era una elipse perfecta, y los humanoides la
abandonaron en el momento en que se encontraba en el punto más
próximo a nosotros. Además...
-¿Sí?
-Acaban de volar la cerradura de seguridad de una de las portillas que
conducen al interior de Titán con una descarga de láser.
Creo que, definitivamente, sus intenciones son hostiles. ¿Les
detengo?
-No, déjales avanzar, pero no les pierdas de vista. Tengo
curiosidad por saber quiénes son y qué es lo que
pretenden. ¿Has podido identificarles a partir de un
análisis de su ADN?
-No, llevan algún tipo de dispositivo que distorsiona la
señal de vuelta de mis escáneres. Lo único que
puedo decir es que siguen ahí, y que avanzan lenta pero
decididamente hacia el interior.
-Tengo una idea. Aumenta la temperatura en el trayecto que están
siguiendo de manera que comiencen a sudar. Una vez hayamos conseguido
esto, será cuestión de tiempo el que ese sudor caiga al
suelo, y cuando se alejen ya no nos veremos obstaculizados por su
aparato distorsionador. Así podremos analizar la muestra y,
quizá, saber de quiénes se trata.
-Los seres orgánicos nunca dejaréis de asombrarme, Mentor.
Semejante estratagema nunca se me hubiera ocurrido.
-Naturalmente, I.S.A.A.C,; pero es porque tú no sudas.
Avísame en cuanto sepamos algo.
-Sí, Mentor.
Titán se encontraba ya a la vista. Drax se alegró de la
proximidad de la luna.
"Al fin podré descansar", pensó.
"Y luego... ¡a por Thanos!". El gigante verde aceleró
un poco más.
-¡¡Maldita sea!! De repente la temperatura se ha elevado.
¿No lo notáis, capitana?
-No, Geatar. Los implantes robóticos que me colocaron4 me
permiten controlar mi temperatura somática, y
automáticamente deben haber compensado el incremento
térmico.
-Pues sois afortunada, Capitana. Cuanto más avanzamos, más
calor hace -. Geatar se llevó la mano a la frente para enjuagarse
el calor que le brotaba copioso, y luego la sacudió para
arrojarlo al suelo. Cuando se hubieron alejado, I.S.A.A.C.
realizó simultáneamente dos acciones: comenzó a
reducir la temperatura hasta devolverla a los parámetros
ordinarios, y empezó el análisis del sudor caído al
suelo.
-¿Mentor?
-¿Sí, I.S.A.A.C.?
-Disculpa, pero me pediste que te avisara cuando dispusiéramos de
algún dato. Tu estratagema ha dado resultado, y hemos obtenido
una muestra de sudo de uno de los dos intrusos.
-¿Se trata de alguien a quien conozcamos?
-Más que eso. Se trata de alguien de cuyo renacimiento somos
responsables.
-Entonces se trata de...
-Efectivamente: es Geatar, el lugarteniente de tu autoproclamada
bisnieta, Nébula.
-En tal caso, ella debe ser el otro humanoide. Geatar no se aparta de
ella. Lástima que todos los héroes partieran al rescate de
la flota korbinita5. No es que carezcamos ahora mismo de poder para
enfrentarnos a ella, pero con Nébula toda precaución es
poca. Esa mujer es endiabladamente astuta. Bueno, no les pierdas de
vista. ¿Dónde se dirigirán?
Una vez en la superficie de Titán, Drax se encaminó hacia
una de las entradas al interior de la luna y pulsó el
botón que activaba el escáner de reconocimiento. Sin
embargo, la puerta no se abrió. Extrañado, puesto que sus
datos se encontraban en los archivos de I.S.A.A.C., volvió a
pulsar el botón. Pero nada ocurrió. Drax comenzó a
preocuparse: aquello podía significar que la computadora
planetaria estaba inactiva, o que alguien había tomado control de
la misma. Ambas alternativas eran igualmente peligrosas. Flexionando sus
poderosos músculos, el ser que antaño fue Arthur Douglas
agarró los bordes de la entrada con ambas manos y tiró
hacia sí. Tras unos instantes, los goznes cedieron y un
túnel oscuro se abrió ante Drax. El coloso color jade
avanzó hacia el interior.
-¡Por fin hemos llegado! Gracias a los planos que obtuve en la
nave de mi abuelo, hemos llegado a su laboratorio secreto en las
entrañas de Titán, escudado contra los sensores de
I.S.A.A.C. y, por lo tanto, virtualmente indetectable. Nadie ha estado
aquí desde que Thanos lo abandonó. Y ahora, tecleemos el
código.
Pulsando con decisión los caracteres alienígenas en el
teclado que se encontraba a un lado del portón, Nébula
tecleó la palabra "Muerte" en titánido, y el mecanismo
funcionó. Con un suave siseo de aire que se renueva, la entrada
al laboratorio secreto del titán loco quedó expedita.
-¿Mentor? He perdido a ambos seres. Mis sensores ya no les
detectan.
-¿Dónde se encontraban cuando les perdiste?
-Estaban en... -repentinamente, la computadora enmudeció.
-¿I.S.A.A.C.? ¿I.S.A.A.C.? ¡I.S.A.A.C.!
¡Contesta! -dijo Mentor. Pero sólo el silencio le
respondió.
-Lo primero es lo primero -, dijo Nébula al entrar en el
laboratorio, cuyas luces se encendieron automáticamente tras un
leve titubeo-. Si los archivos no mentían, este botón
debería desactivar instantánea y completamente a esa
puñetera computadora planetaria. ¡Ya está! Ahora a
buscar ese misterioso objeto, que debería estar por
allí...
Mentor abandonó sus aposentos a la carrera. Todo la luna se
hallaba a oscuras, como consecuencia de la desactivación de
I.S.A.A.C.; pero en la sala central del ordenador se encontraría
una transcripción de los últimos datos recibidos. Una vez
con ellos en sus manos, los leyó a toda velocidad y se
encaminó hacia las profundidades de la luna. Si Nébula
evitaba los sensores de I.S.A.A.C. y había logrado desactivar la
computadora planetaria, suponía una amenaza aún más
grave de lo que en un principio había pensado. Al doblar una
esquina, Mentor vio un resplandor. Otro grado más de
peligrosidad, si Nébula disponía de su propia fuente de
energía.
-Atento, Geatar, alguien se está acercando.
-¿Estáis segura, capitana? Yo no he oído nada.
-Sí, estoy segura. Intenta no hacer ruido, pero yo puedo
oírle. Sitúate detrás de la puerta y espera mi
señal.
-¡Tú! -exclamó Mentor
al traspasar el umbral-. ¿Qué lugar es este, bruja?
-¡Viejo estúpido! ¡Este es el lugar desde el que
partiré para edificar un imperio, como es mi derecho de sangre!
-¡No, Nébula! ¡Yo te detendré!
-¡Viejo estúpido! ¿No reconoces la derrota, ni
cuando la tienes enfrente de tí? Como... ¡ahora!
Surgiendo de detrás de la puerta, Geatar golpeó a Mentor
con la culata del rifle láser que empuñaba. El eterno
cayó al suelo, desvanecido.
Drax vio un resplandor luminoso a l mismo tiempo que oía un grito
de triunfo:
-¡Al fin es mío! ¡Lo encontré!
Apretando el paso, dobló la esquina y entró en el
laboratorio de Thanos.
-¡Tú!- exclamó
-¿Perdón? ¿Nos conocemos?
-Sólo de vista6. Yo fui creado para detener a tu abuelo.
-Ah, entonces sabes quién soy. Si es así, también
sabrás qué es... ¡esto!
-¡No es posible! Es...
-Sí, Drax. Es ¡¡¡un
Nulificador Supremo!!!
1.- Sigue las aventuras de Estela Plateada en su propia serie, ya en
MarvelTopía.
2.- Entre Vengadores # 255 y 260 USA.
3.- Nébula y Geatar
pasaron una temporada en Titán tras lo ocurrido en la saga "El
Guantelete del Infinito", en Estela Plateada v. III Annual # 5 y
Estela Plateada # 69
4.- En Estela Plateada v. III # 70 a 72
5.- Al final de Poderes Cósmicos
v. III # 3 (la primera autorrefencia de esta colección).
6.- Durante la saga de El Guantelete del Infinito
¿Cómo detendrán Drax y Mentor a Nébula,
ahora que posee un Nulificador Supremo? ¿Cuál es el origen
de este objeto? ¿Será éste el principio del fin
para el Universo? Todo esto y mucho más en Poderes
Cósmicos #7.