PODERES COSMICOS VOL. 2 #19
Las chicas son guerreras
Guión:
Bergil
Portada: Dibujada por Adam Hughes. Aparecen Binaria y Ultragirl, espalda contra espalda (no rectas, sino reclinadas una contra otra) y mirando hacia el lector, los brazos cruzados y una sonrisa socarrona. Detrás de ellas, y en una posición un poco superior, aparecen Nova y Lyja, frente a frente, y Kismet por detrás y por encima de ellas; las tres están con los brazos doblados por los codos y las palmas hacia arriba, con las caras vueltas hacia el lector y expresión de ¡Qué le vamos a hacer! o ¡Es que no tienen remedio!. A un lado, Grito de Muerte se golpea la frente con la palma de la mano, con gesto de irritación.
PRÓLOGO
- Está decidido, entonces -dijo Uatu-. Puesto
que ya no me ata mi voto de no intervención, comunicaré lo
que está sucediendo al terrestre Reed Richards.
Brea. California
Suzy Sherman regresó a su casa tras un duro día
de clases. Abrió la puerta, subió las escaleras y se dirigió
a su cuarto. De repente, una voz le dijo:
- Susanna Lauren Sherman, necesito tu ayuda.
- ¿Quién demonios eres?
- Bien, a ver cómo te lo explico... mira, creo
que lo mejor será que vengas conmigo a Nueva York. Allí hay
alguien que te lo pude explicar mejor que yo.
- Sí, claro... mire usted, señora. No sé
quién demonios será usted, pero no piense que soy imbécil
por el hecho de ser californiana. ¿Cree que me voy a ir con la primera
tipa que aparece por mi habitación... a Nueva York, nada menos?
- Está bien, ya que me lo pones así...
-Carol metió su mano en el bolsillo de su chaqueta.
- ¡Eh! ¿Qué va a hacer ahora? Venga,
que tampoco es necesario ponerse así... -dijo Susanna, pensando,
evidentemente, que Carol iba a sacar una pistola. Pero lo que sacó
fue algo mucho menos aparatoso: su credencial de Vengadora-. Oh, vaya carnet
bonito... pero no me convence.
- ¡Señor! ¿Fui yo alguna vez así
de cabezota? Está bien -dijo, activando la señal que la puso
en comunicación con el Capitán América-, probemos
así. Capi -dijo, hablando a la tarjeta-, la chica no quiere venir
conmigo. A ver si tú la convences.
- Como quieras, Binaria. Señorita Sherman, soy
el Capitán América...
- Sí, claro, y yo una mutante extraterrestre...
"Si supieras lo cerca que estás de la verdad,
chica...", pensó Carol.
- Le ruego que acompañe a la persona que se encuentra
con usted hasta la sede de los Vengadores. Lo que tenemos que comunicarle
aquí es de la mayor importancia, para usted y para la Tierra.
- ¡Oh, bueno! ¿Por qué no me lo dijo
antes? -exclamó, en tono irónico-. Vamos, hombre, eso no
hay quien se lo crea. No sé como habrás fabricado esa tarjeta,
pero no me lo trago.
- ¡Oh, ya basta! -exclamó Carol. Agarró
a Susanna por la cintura y salió volando por la ventana.
- ¡Ooooooooh! -exclamó Susanna-. Guau, esto
mola más que Disneylandia... Hey, ¿qué es eso? -preguntó,
cuando se acercaron al quinjet que flotaba a un kilómetro sobre
el suelo.
- Eso, chiquilla, es un quinjet de los Vengadores,
que nos llevará a Nueva York. Ahora -dijo, una vez hubieron entrado-,
siéntate ahí, ponte el cinturón de seguridad y estate
quietecita mientras yo piloto. ¿Me has entendido?
- Claro, señora. Como el agua.
Mansión de los Vengadores. Nueva York
El Capitán América acudió al hangar
a recibir el quinjet. Quería que la chica se sintiera en un entorno
agradable ante las noticias que se le iban a venir encima. Noticias que
iban a cambiar toda su vida.
Cuando bajaron, Susanna miraba a un lado y a otro, maravillada.
- Oh, hola -dijo, al ver al Capitán-. ¿Tú
eres realmente el Capitán América? Vaya pregunta, claro que
lo eres. ¿Quién si no iba a llevar un frisbee como ese a
la espalda? Oye, no me puedo acabar de creer que me encuentre de verdad
en Nueva York, por no hablar de estar en la Mansión de los Vengadores.
¿Creéis que cuando acabemos todo esto podré ir a echar
un vistazo a las tiendas de Manhattan? Porque aunque California está
bien, no hay nada comparable a Nueva York, o al menos eso dicen, y...
- No parece muy afectada, Carol.
- ¿Afectada dices? No ha parado de hablar en todo
el viaje. Tres horas hablando sin parar, Capitán. No sabes cómo
me alegro de que te vayas a ocupar tú de ella ahora. Yo me voy a
tomar una aspirina o dos, para quitarme el dolor de cabeza que me ha provocado.
- Muy bien, Carol. Pero no te alejes demasiado. Todavía
no has terminado.
El Capitán llevó a Susanna a una de las salitas
de la planta baja.
- Toma asiento, Susanna, por favor -dijo, señalando
un sofá, mientras él se sentaba a su lado, ni muy cerca ni
demasiado lejos-. ¿TE importa que te llame Susanna? Lo que tengo
que decirte es muy importante, así que tómatelo con calma.
A lo largo de tu vida, ¿no ha habido situaciones en las que notaras
que eras diferente a los demás?
- ¿A qué se refiere?
- Quiero decir... ¿no has notado que eres más
fuerte, más rápida que tus amigas de tu edad? ¿Que
has crecido anormalmente rápido, desarrollando mucha masa muscular
en poco tiempo?
- Pues sí, pero... ¡hey, espere un momento!
No querrá decir que soy mutante, ¿verdad?
- No, Susanna, no es eso.
- ¡Vaya, hombre!
- ¿Cómo?
- No, nada... siga, siga.
- Bien, verás...
Durante la hora siguiente, Susanna escuchó atónita
su verdadero origen. Cómo, hacía quince años, la Inteligencia
Suprema Kree concibió una idea insólita: que un kree fecundara
a una prisionera skrull, a fin de obtener un mestizo kree-skrull. Cómo
el kree se enamoró de la skrull y la ayudó a escapar, huyendo
ambos a la Tierra en aquel entonces un mundo sin relevancia a nivel galáctico.
Cómo murió en la huida, como consecuencia de las heridas
recibidas. Cómo su madre la sometió a una sugestión
hipnótica, de modo que sus poderes permanecieran ocultos hasta la
pubertad. Cómo la entregó en adopción, para que creciera
en un ambiente humano, ignorante de su herencia alienígena. Y cómo,
sintiéndose morir, su madre recogió por escrito su historia
y la remitió a los únicos que consideró harían
buen uso de ella: los Vengadores. Sin embargo...
- ...cuando nos llegó la historia de tu madre,
no quedaba ninguno de los miembros regulares del grupo (1),
por lo que no se le prestó la atención que merecía.
Y cuando pudimos volver a tener una alineación en condiciones, el
trabajo atrasado era tal que la historia se archivó como inverosímil.
Ya sé que no es excusa, pero generalmente no funcionamos así.
¿Te encuentras bien?
- ¿Bromea? ¡Es una historia increíble!
¡Ya verá cuando se la cuente a mis amigas!
- Errr... -titubeó el Capitán-. Mira, Susanna,
me temo que, de momento, no debes contarle a nadie lo que te he revelado.
- ¿Ni siquiera a ellas? Pero si son mis mejores
amigas...
- Ni siquiera a ellas. Lo que te acabo de contar tiene
nivel de seguridad alfa.
- Bueeeeno -concedió Susanna. Pero en sus ojos
se veía que no estaba ni mucho menos convencida.
- Además -prosiguió el Capitán-,
todavía hemos de verificar la veracidad de los hechos.
- ¿¡¿Qué?!? ¿Que todavía
no están seguros de lo que me han contado? Pero, ¿qué
clase de superhéroes son ustedes? ¿Me vuelven la vida del
revés y luego me dicen "perdona, Susanna, pero aún no
estamos seguros de ello"? ¿Y que le ha hecho pensar que una
carta anónima dirigida a los Vengadores con semejante sarta de cosas
fantásticas era cierta?
- Bueno, la historia ha sido confirmada por una fuente
extraterrestre a la que otorgamos el máximo crédito y, por
otra parte, ...
- O sea, que los teóricos defensores de la Tierra
andan fiándose de una panda de aliens que, probablemente, estarán
pensando en cómo conquistarnos. Pues sí que...
- Como iba diciendo, por otra parte estamos realizando
en estos mismos momentos una serie de análisis cruzados que probablemente
confirmarán lo que ya te he contado.
- ¿Y cómo se las han apañado para
obtener una muestra mía que analizar? Porque no recuerdo que me
la hayan pedido...
- Bueno -interrumpió Carol Danvers-, siempre se
acaba encontrando una muestra muestra si se sabe dónde buscar...
-dijo. Se puso seria cuando habló al Capitán América-.
Los análisis son positivos, Capitán. La chica tiene genes
krees y skrulls.
- ¿Cris y escruls? ¿Esos son los nombres
de mis razas?
- Krees y Skrulls, chica -dijo Carol-.
Habla con propiedad, jovencita.
- Vale, vale... ¿Y de dónde habéis
sacado muestras genéticas para comparar, si es que puede saberse?
- Ya que lo preguntas, los genes kree los han sacado
de mí; y los skrull, de Lyja, la asociada de los Cuatro Fantásticos.
- O sea, ¿que tú también eres un
alien? Quiero decir...
- No, soy humana. Es una larga historia... y ahora no
tenemos tiempo.
- Bueno, ¿ya me puedo ir? ¿Hemos terminado?
- Ni mucho menos, Susanna. Hay una serie de pruebas que
nos gustaría hacerte, si no tienes inconveniente.
- ¿Pruebas? -preguntó Susanna, con un leve
gesto de aprensión-. ¿Qué clase de pruebas?
- Oh, nada del otro mundo... -dijo Carol, con una sonrisa
irónica-. De fuerza, resistencia, ya sabes... esas cosas
Durante los dos días siguientes, Susanna fue sometida
a una batería de pruebas que intentaron determinar cuáles
eran sus poderes y la extensión de los mismos.
- Bueno, creo que esto es todo -dijo el Capitán
América desde los controles de la Sala de Simulación de Combate,
mientras observaba a Susanna hacer pedazos otro robot con las manos desnudas.
Susanna se había tomado las pruebas con un humor excelente, siempre
ansiosa por seguir y sin mostrar desánimo en ningún momento-.
Al menos, de momento.
- Estoy de acuerdo, Capitán -dijo Carol, a su
espalda-. No parece que de momento podamos sacar nada más.
- En fin, ¿qué es lo que tenemos?
- Bueno, tiene fuerza sobrehumana. Puede levantar dos
toneladas y media sin problemas, aunque hay que tener en cuenta que aún
no se ha desarrollado por completo, y es probable que este no sea su límite.
También es más resistente que un ser humano normal, y puede
estar desarrollando una actividad física durante horas sin mostrar
signos de fatiga. No es totalmente invulnerable, aunque sí más
resistente que los humanos... ¿te acuerdas cuando se incendió
la Sala?
- Dios, no me lo recuerdes... casi nos quedamos sin sala,
y ella sólo perdió el traje y la piel se le chamuscó
un poco.
- Sí. Bien, no lanza rayos, ni energía...
Ah, sí, vuela, aunque no hemos podido medir su velocidad. Tiene
reflejos más rápidos que los de un ser humano... y no muestra
capacidades metamórficas, por lo menos de momento. Siendo medio
skrull, es probable que permanezcan latentes. Además, su visión
es más aguda que la de un humano, pudiendo ver en el espectro infrarrojo
y en el ultravioleta. Bien, no hay más.
- De acuerdo, pues -respondió el Capitán
con un suspiro. Conectó el micrófono y se dirigió
a Susanna-. Eso es todo, Susanna. Puedes descansar, hemos terminado.
- ¿Ya? ¿Tan pronto? Vaya...
Una hora más tarde, Carol y el Capitán estaban
en los hangares, revisando el quinjet al objeto de dejarlo preparado para
un viaje espacial. Susanna entró y se dirigió hacia ellos.
- Bueno, Susanna, las pruebas han terminado -dijo Carol-.
Te dejaré en tu casa antes de... -y se detuvo.
- ¿Antes de qué, Carol?
- Antes de partir hacia Titán.
- ¿Titán? ¿La luna de Saturno? ¿Vas
a salir al espacio? ¿No puedo ir yo?
- No, Susanna -dijo el Capitán-. No tienes experiencia.
- ¿Y qué? ¿Cómo voy a coger
experiencia si no se me dan oportunidades? Creo que me lo he ganado, después
de estos dos días. Venga, porfa porfa porfa...
- En eso tiene razón, Capitán...
- Pero...
- Porfa porfa porfa...
- Está bien -claudicó el Capitán.
- ¡Voy a salir al espacio! ¡Voy a salir al
espacio! -gritó jubilosa Susanna, mientras bailaba pegando saltitos
por todo el hangar.
- Pero te hago a ti responsable de ella, Carol -advirtió
el Capitán-. No la pierdas de vista en ningún momento...
¿Qué es eso? -su credencial de vengador había comenzado
a emitir un pitidito. Al no haber nadie de guardia en el puesto de comunicaciones,
el sistema había redirigido la llamada a la credencial más
cercana. En la pequeña pantalla apareció el rostro de la
esposa de Johnny Storm-. ¿Sí, Lyja?
- Hola, Capitán. Tengo entendido que salís
al espacio en una misión por encargo del Imperio Skrull, ¿no?
- Bueno por encargo de uno de los Imperios Skrull,
para ser exactos; pero sí, así es.
- Me gustaría acompañaros, si es que ello
fuera posible.
- ¿Y eso?
- Bueno, creo que el hecho de que yo sea una skrull podría
resultaros útil.
- Bueno, Lyja... -. El Capitán miró a Carol,
que hacía vehementes gestos de negación mientras vocalizaba
la palabra "no"-. Está bien, puedes venir. Te recogemos en la Torre
de las Cuatro Libertades en diez minutos. Corto y cierro.
- Hasta ahora mismo, pues.
- ¿Estás loco, Capi? ¿Otro extraterrestre
más?
- Tenía razón, Carol. Puede serte de ayuda.
- Sí, claro. ¿Por qué no les entregamos
directamente la Tierra, y acabamos de una vez?
- Venga, Carol, no exageres. Además, así
Susanna podrá conocer las dos partes de su herencia...
- Grumpppf -resopló Carol, dirigiéndose
hacia la cabina-. Venga, Susanna, nos vamos. Ya nos veremos, Capi.
- Manteneos en contacto.
Ocho minutos después, el quinjet se posó suavemente
en la azotea de la Torre de las Cuatro Libertades. Lyja ya estaba allí
esperando.
- ¡Guau! -exclamó Susanna, excitada-. ¡La
sede de los Cuatro Fantásticos! ¿No podemos echarla un vistazo?
- No tenemos tiempo. Estamos en una misión, no
en un viaje de placer, ¿recuerdas? Hola, Lyja -dijo, cuando la skrull
entró en la cabina-. Lyja, ésta es Susanna Sherman. Suzy,
ésta es Lyja. Es una skrull.
- Encantada de conocerte, Sus... -pero no pudo acabar
la frase. Susanna estaba sacudiendo su mano con energía.
- ¿Una skrull? ¿De verdad eres una skrull?
- Bueno, sí, pero...
- O sea, que mi madre era como tú, ¿no?
Vaya... ¿por qué tú tienes la piel verde y yo no?
Ah, ya, debe ser la herencia de mi padre...
- Ah, tú debes ser la chica de la que me habló
el Capitán, la chica cuya sangre nos trajisteis para que la analizáramos.
Pues encantada.
- Muy bien, abrochaos los cinturones -dijo Carol-. Próxima
parada, Titán.
Una hora después, el quinjet alunizaba en la superficie
de Titán. Se abrió una compuerta y las tres caminaron hasta
ella y penetraron en el interior. Mentor las recibió, con Nova a
su lado.
- Sed bienvenidas...
- Saludos, Mentor -dijo Binaria-. Bien haré las
presentaciones. Chicas, éste es Mentor, líder de los Eternos
de Titán, y ella...
- ¿Eternos? ¿Qué es eso? ¿Otra
raza extraterrestre? -interrumpió Susanna.
- No exactamente, muchacha. Verás, de hecho, nuestros
antepasados son terrestres, así que somos una especie de primos
lejanos -respondió amablemente Mentor.
- Pues no exactamente, Mentor -intervino Binaria-. Disculpa
los modales de Susanna -dijo, al tiempo que le daba un pescozón
a Susanna-, pero es que es su primera salida al espacio, y está
comprensiblemente alterada.
- ¿Por qué dices que no exactamente?
- Oh, porque ella no es humana.
- ¿Ah, no? Pues quien lo diría...
- No, de hecho es medio kree medio skrull.
- Vaya vaya...
- Y ella -prosiguió Binaria, refiriéndose
a Nova- es Nova, ...
- ¿Nova? -interrumpió nuevamente Susanna-.
Pues no es que se parezca al Nuevo Guerrero. Y creí que era un chico...
- No es ese Nova -replicó Lyja, al tiempo
que Binaria administraba otro pescozón a Susanna-. No tiene nada
que ver con Xandar -prosiguió, con la voz cada vez más helada-.
Es terrestre, se llama o se llamaba Frankie Raye, estuvo con los Cuatro
Fantásticos un breve período de tiempo (2)
y fue heraldo de Galactus. Es esa Nova. ¿Me equivoco? -dijo,
dirigiéndose a Nova.
- En absoluto. ¿Y tu eres...?
- Lyja. Lyja Storm.
- ¿Storm?
- Sí, Storm. Estoy casada con Johnny. Creo que
le conociste bien...
- Bastante bien, de hecho.
"Jodeeeer", pensó Binaria. "La tensión
se podría cortar con un cuchillo. Esta va a ser una misión
peliaguda". Y en voz alta prosiguió:
- ¿Qué? ¿Nos vamos? Tú no,
Suzy; tú vuelves a la Tierra.
- Puedes dejarla aquí, Binaria -dijo Mentor-,
y la recogéis a la vuelta.
- No sabes cómo te lo agradezco, Mentor. Pero
¿dónde se ha metido?
- Oh, andará curioseando por ahí. No te
preocupes, I.S.A.A.C. la encontrará.
- Bien, vámonos entonces.
- ¿Cómo llegaremos hasta Hala? - preguntó
Lyja con un estremecimiento. La idea de visitar la capital del Imperio
Kree, aunque ahora estuviera sometida a los, en teoría, menos expansionistas
shi'ar (3),
no le hacía ninguna gracia.
- Si no estuviera convaleciente -dijo Nova-, podría
abrir un portal que nos llevara hasta allí.
- ¿No existe un portal hiperespacial cerca del
Sol?
- Sí, ese portal existe, en efecto. Pero no podemos
utilizarlo.
- ¿Por qué? -preguntó Nova-. ¿Es
que no está operativo?
- Oh, sí, sí que es operativo. Demasiado
operativo, de hecho.
- ¿Qué quieres decir? -preguntó
Lyja.
- Lo que quiero decir es que si se emplea ese portal,
el Sol se ve afectado (4).
Por fortuna, no es necesario -dijo Binaria-. Yo puedo crear un portal hiperespacial
(5)
que haga el mismo servicio y nos lleve hasta Chandilar.
- ¿Chandilar? ¿El Mundo-Trono de los Shi'ar?
¿No íbamos a Hala? -preguntó Nova.
"¿Ala? ¿Qué es Ala? ¿Qué
serán los Chiar?", se preguntó Susanna, oculta en un
armario tras la cabina.
- En efecto. Nuestro destino final es Hala. Pero al ser
el Imperio Kree parte del Shi'ar, es conveniente contar con un salvoconducto
de la Emperatriz, no sea que, en su celo, los guardias de Hala nos hagan
pedacitos.
- ¿Y quién va a pilotar la nave, si tú
estás fuera creando el portal? -preguntó Nova.
- Lo haré yo -dijo Lyja con firmeza.
- ¿Tú?
- Sí, yo. Tengo entrenamiento de piloto, tanto
de los skrulls como con los Cuatro Fantásticos, y la tecnología
aeronaútica terrestre no me resulta extraña. Así que...
En su ruta hacia el sistema solar de la Tierra, Kismet pasó
cerca del sol de Chandilar, pero no dedicó un solo pensamiento a
la capital del Imperio Shi'ar. Tenía otras preocupaciones en mente.
"¡Mi estómago! He de tener cuidado, o
echaré la pota..." pensó Susanna, experimentando los
efectos de su primer salto hiperespacial.
- Preparaos -oyó la voz de Carol-. Vamos a aterrizar
en Chandilar.
Una vez en tierra, Carol se dirigió con decisión
hacia los guardias, y solicitó una audiencia con la Emperatriz.
Mientras consultaban con sus superiores, Lyja le susurró a Carol:
- ¿Qué te hace suponer que la Majestrix
de los Shi'ar te va a conceder una audiencia así como así?
- Oh, bueno, nos conocemos bastante bien.
- ¿Tú y ella? ¿De qué? Si
no es indiscreción el preguntarlo...
- Oh, hemos hecho cosas juntas (6)...
Lyja no pudo seguir preguntando, porque en ese momento
los guardias volvieron y les informaron de que Lilandra Neramani, Majestrix
del Imperio Shi'ar, les concedería una audiencia. Carol se permitió
lanzar una media sonrisa irónica en dirección a Lyja antes
de subir al vehículo que les llevó hasta el palacio imperial.
- ¡Carol! -dijo Lilandra avanzando hacia ellas
cuando entraron en la antecámara de sus habitaciones privadas-.
¡Qué agradable sorpresa! ¿Qué es lo que te ha
traíd...? -pero se interrumpió cuando vio entrar a Nova.
- ¿Qué es lo que pasa? -preguntó
Lyja, extrañada-. ¿Es por mí?
- No, skrull, no es por tí. Los Shi'ars y los
Skrulls no tienen ningún contencioso... por el momento. Es por ella
-dijo, señalando a Nova-. Carol, no me dijiste que ella venía
contigo.
- No sabía que conocieras a Nova, Lilandra. ¿Qué
es lo que pasa?
- Lo que pasa -dijo Nova- es que la Majestrix de los
Shi'ar no siente lo que se dice aprecio por mi antiguo amo (7).
Y supongo que esa antipatía se hace estensiva a mí.
- Bueno, vayamos al grano -dijo Carol, espantada al ver
que los problemas surgían como setas conforme avanzaba el viaje-.
Lilandra, esta no es una visita de cortesía. Venimos a solicitarte
un salvoconducto para poder viajar a Hala.
- ¿A Hala? ¿Qué es lo que tenéis
que hacer en la capital del virreinato kree?
- ¿Virreinato? -preguntó Nova.
- Sí, Virreinato. Tras la derrota de los kree,
nombré a mi hermana, Ave de Muerte, gobernadora con el rango de
virreina.
- Muy prudente, Lilandra. Mucho... (8)
-dijo
Carol con una sonrisa sardónica.
- No cuestiones mis decisiones, Carol -dijo Lilandra
fríamente-. No te atrevas, cuando se refieren a mi Imperio.
- Perdona, Lilandra, no era mi intención. ¿Nos
concederás ese salvoconducto?
- ¿Cuál es el objeto de vuestro viaje a
Hala?
- Lo siento, pero no puedo decírtelo. Tendrás
que confiar en mí. Quizá a la vuelta pueda decirte de qué
se trata.
- Me pides mucho, Carol.
- Lo hago en nombre de nuestra vieja amistad, Lilandra.
Con todo lo que hemos pasado, sabes que te lo diría si pudiera.
Pero no puedo. Tú, que también has sido soldado (9),
sabes que hay casos así.
- Está bien, Carol. Porque me lo pides tú,
te extenderé ese salvoconducto.
- Muchas gracias, Lilandra. No te arrepentirás.
- No hagas que tal cosa suceda, Carol -dijo, entregándole
un salvoconducto de su puño y letra-. Hasta la vuelta, pues.
- Hasta la vuelta -respondió Carol. "Si es
que volvemos", pensó.
Cuando regresaron al espaciopuerto, ya era de noche.
Nadie vio la sombra que se introdujo en el quinjet antes de que nadie subiera.
Oyendo el ruido de las pisadas, la figura volvió la cabeza a un
lado y a otro... y se introdujo rápidamente en el mismo compartimento
en el que se encontraba Suzy.
- ¿Qué? -susurró.
- ¡Chist! -dijo en inglés su compañero
de escondite-. Calla o nos descubrirán.
"Otra chica", pensó Suzy. "Vaya, esto
se pone más interesante a cada momento que pasa".
- Bueno, chicas -dijo Carol. Preparaos. Hala, allá
vamos...
"¡Oh, no! ¡Otra vez no!" pensó
Suzy.
- Bueno, ya estamos en Hala -dijo Carol-. Tened cuidado,
la gravedad es algo mayor que la terrestre.
De repente, la radio empezó a emitir sonidos.
- ¿Alguien entiende esa jerigonza? -preguntó
Susanna, entrando en la cabina.
- Sí, yo -dijo Binaria-. Es shi'ar... ¡Eh,
un momento! ¡Susanna Lauren Sherman! ¿Qué demonios
haces tú aquí?
- ¿Yo? Pues nada... pero ¿qué es
lo que está diciendo? Suena imperativo.
- No cambies de tema, jovencita... pero sí, es
un requerimiento acerca de nuestra identidad... -se interrumpió
cuando vio entrar a la compañera de compartimento de Suzy.
Lyja la reconoció, sorprendida:
- ¡Grito de Muerte! ¿Qué haces tú
aquí?
- Me aburría en Chandilar y decidí venir
con vosotras -dijo, desafiante, la adolescente shi'ar-. ¿Donde estamos?
¿Cerca de la Tierra?
- Nada de eso. Orbitando un planeta llamado Ala -dijo
Susanna.
- Se dice Hala -le corrigió Nova.
- ¿Hala? De todos los sitios del Universo, ¿teníais
que venir aquí? Tengo que irme de aquí.
- Lo siento -dijo Binaria-, pero eso es imposible. Nosotras
tenemos que hacer aquí, y no podemos perder el tiempo que supondría
llevarte de vuelta al espacio shi'ar. Y no te vamos a dejar la nave, nos
quedaríamos sin transporte. Tendrás que venir con nosotras.
-"Por si no nos bastara con una adolescente, ahora tenemos dos. Cuando
vuelva, voy a matar a alguien"-. Además, ¿qué
es lo que te preocupa? Los tuyos controlan ahora el Imperio Kree, ¿no?
-. Carol se volvió hacia los controles y activó la radio-.
Hala, aquí nave proveniente de la Tierra. Solicitamos permiso para
aterrizar.
- Permiso concedido, nave terrestre. Diríjanse
a las coordenadas que les enviamos.
Cuando aterrizaron, les escoltaron al palacio, y fueron introducidos
en el salón principal. Al fondo se encontraba la virreina al cargo
del Imperio Kree, la hermana de la emperatriz Lilandra, Ave de Muerte en
persona.
- Saludos, virreina. Venimos...
- ¡A las mazmorras con ellas! -ordenó Ave
de Muerte. Inmediatamente, fueron rodeadas por un pelotón de soldados
shi'ar fuertemente armados.
- No os resistáis -aconsejó Binaria-. Esperemos
hasta saber qué pasa.
Cuando la puerta de la mazmorra se cerró tras
ellas, escucharon una voz sarcástica:
- Vaya, menos mal, compañeros de celda. Comenzaba
a aburrirme...
- ¿Quién hay ahí? -preguntó
Suzy, con un estremecimiento.
- Espera que ilumine la celda -dijo Nova.
Cuando su resplandor aumentó, todas pudieron ver
claramente al ser que compartía la celda con ellas.
- ¿¡¿TÚ?!? -exclamó
Grito de Muerte.
(1) Ocurrió durante
la saga Infierno, en Vengadores # 298 a 300.
(2) En concreto, entre
los números 238 (primera manifestación de sus poderes) y
244 (conversión en heraldo de Galactus y abandono de la Tierra)
de Los Cuatro Fantásticos.
(3) Desde el final de
la Guerra Kree-Shi'ar, en Los Vengadores # 347.
(4) Como se descubrió
durante la saga Operación: Tormenta Galáctica.
(5) Los poderes de Carol
como Binaria provienen de su conexión con un agujero blanco.
(6) Como por ejemplo,
reconquistar un imperio, entre La Patrulla-X # 154 y 275.
(7) Lilandra fue la
principal promotora del juicio a Reed Richards por haber salvado a Galactus,
y ejerció como fiscal durante el mismo, en Los Cuatro Fantásticos
# 261-262.
(8) Ave de Muerte ha
intentado matar a Lilandra en varias ocasiones, le ha robado el trono...
No es que se llevaran demasiado bien, en resumen.
(9) Lilandra fue Gran
Almirante en la flota imperial shi'ar antes de ser emperatriz.
No dejes de leernos, y escribe a Autopista
hacia el espacio - Correo de los lectores con cualquier duda o comentario
que te surjan.
En nuestro próximo número: ¿Qué
es lo que ha pasado? ¿Quién es el ser que les acompaña
en las mazmorras? ¿Cómo escaparán? No te pierdas la
segunda parte de Las chicas son guerreras. En un mes o treinta días,
lo que ocurra antes...