TELARAÑA DE SPIDER-MAN #131
Muerte y Resurrección del Duende II
Guión: Mr. Multiplexor y Jorge Cantero
PORTADA: Spiderman lanzandose desesperadamente hacia unas bombas calabaza que se dirigen a un coche de policia.
- HA HA HA HA HAAAAA...
El sonido de las irritantes carcajadas del Duende resuenan en los oídos de
Spiderman como un disco rayado. Posiblemente se trataba de una grabación;
según tenía entendido nuestro héroe el antiguo Duende Verde normalmente
utilizaba esta técnica para desconcertar y desconcentrar a sus oponentes. El
nuevo Duende se había modernizado y adquirido las tácticas de ambos
antecesores.
- HA HA HA HA HAAAA...
La sala recientemente bautizada como "La Guarida del Duende" tiene multitud
de monitores, además de aquellos presentes en las armas, armadura y
Duende-Deslizador hay una docena mas de monitores que tienen en imagen
diferentes puntos de vista del almacén que estaban investigando, imágenes
que recibían de unas minicámaras con un motor de tamaño igualmente minúsculo
que sobrevolaban al Duende y los alrededores de la zona.
En la Guarida del Duende hay una treintena personas encargadas de manejar
manualmente las cámaras para que en todo momento enfoquen al objetivo. Siete
científicos que desarrollaron el proyecto y se les ha sido concedido el
privilegio de ver de primera mano el fruto de su trabajo. Cuatro asesores
estratégicos que comparan todas las imágenes y deciden los objetivos
prioritarios y la mejor forma de que estos sean destruidos. Finalmente un
portavoz, el único en conexión directa con el nuevo hombre bajo el manto del
Duende, le trasmite todo lo que ocurría en los alrededores. Por ahora
funcionaba todo correctamente. Las minicámaras voladoras habían detectado la
llegada inesperada de Spiderman. Podría haber decidido huir rápidamente de
allí; un combate con Spiderman no le beneficiaba especialmente. Pero por
otro lado era la oportunidad perfecta para probar de primera mano si todo lo
preparado hasta hora merecía la pena.

Spiderman se impulsa e intenta impactar contra el nuevo Duende. Este se
mueve lateralmente y le deja caer al vació, pero no satisfecho con ello
además lanza unas figuras de metal con forma de murciélagos, totalmente
afilados y letales en caso de dar en el blanco elegido. Sin embargo el
hombre araña los esquiva fácilmente utilizando su tela de araña para cambiar
de lugar bruscamente.
- Hola duendecillo ¿me echaste de menos?- grita mientras intenta de nuevo
saltar sobre su presa. Esta vez lo consigue holgadamente y comienza a
forcejear para hacer caer al Duende de su deslizador.
En la base todo era tensión. Había que ayudar al Duende todo lo posible, y
elegir la mejor táctica para deshacerse del arácnido.
- Date la vuelta y usa tu grito, ahora te enviamos el aerodeslizador.
El villano utiliza su nuevo grito sónico y logra hacer retroceder a su archí
enemigo. Con un doble looping se quita de encima a la araña. Contraataca y
dispara el mortífero rayo que usualmente salía del dedo índice de su mano.
- ¡Lanza una andanada de rayos y prepárate para saltar!
Esta vez a duras penas consigue Spiderman desviarse de la trayectoria del
ataque. Menos suerte tiene cuando el Duende comienza a lanzar rayos por sus
dos manos al unísono, coordinando ambos disparos.
Un impacto le lanza a través de la pared de un edificio y le impide moverse
hasta justo antes del momento en el que nota una bomba calabaza aproximarse
por el agujero que él mismo había creado. Su sentido arácnido se vuelve
loco. En el último momento crea un escudo de telaraña para que amortigüe el
impacto.
Toda la manzana tiembla como un flan cuando la bomba detona. Por suerte para
Spiderman no alcanza ninguna viga, o todos los pisos superiores se le
habrían venido encima de golpe.
No se ve al objetivo, puede que este eliminado ya, pero haz un vuelo rasante
alrededor del edificio por si acaso.
Aun medio atontado por el ataque Spiderman se levanta y mira a su alrededor.
Parecía un piso de alquiler o algo así. Menos mal que estaba totalmente
desocupado. De repente Oye una voz por encima del ruido.
- Sal de ahí, Spiderman. Aun no he acabado contigo.
- Otra vez no... - Abre una ventana en una fachada distinta a la que utilizó
para entrar con el fin de que no sepa exactamente por donde va a entrar.-
Juro que un día de estos me jubilo.
¡Ahi esta! ¡Cuidado!
Ya en el exterior utiliza un saliente para acertar con su lanzaredes y
balancearse furiosamente contra el Duende, propinándole una patada con ambas
piernas que le desestabilizan, aunque no demasiado, parecía como si hubiera
intuido que le iba a atacar ¿Como era eso posible?. Pero aprovechando que el
Duende parecía haber perdido la iniciativa Spiderman se engancha a la parte
inferior deslizador utilizando sus poderes.
- ¡Rapido, lanza bombas contra los coches de policía de abajo!
El Duende lanza un par de bombas contra la multitud, pero el sentido arácodo
de Spiderman le pon een sobreaviso de que algo planeaba el Duende, y no le
cuesta adivianr el que, asi que engancha ambas bombas con la red y
súbitamente las impulsa hacía arriba. Una de ellas se pierde lejos, pero la
otra se enreda alrededor del cuerpo del Duende.
¡Desactivad el temporizador de las calabazas antes de que le explote encima!
¡Ya!
Sorprendente, las bombas no estallan. Spiderman, que se había puesto bajo el
deslizador apenas se lo podía creer ¿Como había reaccionado tan rápido? ¿Y
desde cuando podía hacer que las bombas calabaza no explotaran? No había
tiempo de pensarlo ahora. Con un fuerte puñetazo daña gravemente el
aerodeslizador, héroe y villano van camino del techo de un edificio, justo
en frente del almacén. Justo en el último momento el hombre araña se separa
de la trayectoria suicida del Duende. Este también consigue saltar de su
deslizador y caer al suelo con una hábil maniobra que le hace caer de pie
sin apenas dificultad.
- Plan de huida preparado. Distráele el tiempo suficiente.
- No creo que sea mucho problema. Con lo que le gusta hablar...
Spiderman llega hasta su nuevo-viejo archienemigo. No parece que haga ningún
amago de intento de huir ni de nada. En todo caso cualquier zumbido de su
sentido arácnido y le lanzará una telaraña a la boca. No es cosa de que use
su grito sónico para aturdirle y escapar.
- Tú...- dice cuando le señala. Por un momento Spiderman tiene miedo que le
vaya a disparar - Esto no será lo último que veas de mí. Nos volveremos a
enfrentar...
- Vamos, es decir, cuando salgas de la cárcel ¿no? Es decir duendi, no serás
tan iluso como para pensar que vas a marcharte tranquilamente. Además,
tantos planes, tanto cargarse al otro duendecillo para quedarse con sus
juguetes y voy yo y te capturo. Que pena ¿verdad? Y dime ¿por qué el Duende?
¿Acaso te daba miedo atacarme como un don nadie? Eso es señal de una graves
crisis existencial ¿Estas acomplejado duendi?
- Sigue con tu cháchara si quieres, pero me temo que no estas del todo
acertado. Aún no me has capturado, y te puedo asegurar que después de hoy
oirás hablar mucho de mi. Hace tiempo que el legado del Duende estaba en
manos de personas que no lo merecían. Pero eso ha cambiado, y lo vas a
descubrir. Pronto.
- Ahí va. Salta a él y prepárate para el plan de huida. Solo tendrás unos
segundos para lanzar las bombas y que el aparato alcance la máxima
velocidad.
En ese momento el sentido arácnido de Spiderman empieza a zumbar. pero no
señala peligro del Duende, sino de detrás suyo. Salta rápidamente hacia un
lado justo a tiempo. ¡Otro deslizador acababa de hacer su aparición!
Sin tiempo para que Spiderman pueda reaccionar el Duende salta encima del
planeador, y antes de que el arácnido se preparada para perseguirlo lanza de
nuevo bombas calabaza hacía los coches. Ahora no tiene tiempo para hacer lo
de antes así que se acerca al borde del tejado y lanza telarañas a las 2
bombas para rodearlas totalmente de la tela, amortiguando la explosión de
estas y salvando a los policías. Cuando vuelve a fijar la mirada hacia el
Duende este ya está muy lejos; la velocidad con la que iba era demasiado
grande como para intentar perseguirle.
- ¡Demonios! - grito Spiderman de rabia. Le había dejado escapar. Y pese las
fanfarronadas debía admitir que este Duende no se parecía a Macenlade.
Parecía capaz de reaccionar muy rápido, y desde luego daba la sensación de
tenerlo todo controlado. De repente un escalofrió recorrió su cuerpo. No iba
a ser un rival fácil de vencer.

- ¡Bravo! - grita todo el mundo. El primer enfrentamiento había salido muy
bien. Pero el más contento era el Duende. Había sido la primera prueba de
fuego del nuevo Duende, y pese a que técnicamente había sido derrotado,
había conseguido actuar muy bien pese a que el combate no estaba planeado y
por tanto no tenían todos los medios a su disposición para utilizarlos. Pero
ese día llegaría. Aunque pese a las palabras que le lanzó a Spiderman, no
pensaba enfrentarse a él si podía evitarlo. Sabía muy bien que era un riesgo
demasiado grande. Pero alguna vez se enfrentarían, y quizás en posición
menos ventajosa que esta, y lo mejor era ir sabiendo a qué atenerse y y
tener un modo de actuación más efectivo contra él. Ahora llegaría a la base
y miraría los datos que habían sacado del combate. Con ellos y mas
entrenamiento esperaba que el siguiente enfrentamiento con Spiderman fuera
más favorable. De hecho, si era posible, que terminara con su muerte.
Semanas más tarde su humor cambiaría. Uno de los antiguos almacenes de
Macenlade que aún no habían revisado lo habían encontrado vació. La cosa no
era tan extraña si no fuera por el hecho de que había pruebas claras de que
había habido material del duende importante allí, y que muy recientemente se
lo habían llevado1.
- ¿Se puede JJ?
- Ya estas dentro - gruño Jameson - no se para que preguntas
Joe Robertson sonrió, pero rápidamente cambió de expresión. Lo que acaban de
comunicarle no era algo q le fuera gustar al viejo J. J. Jameson
- Que pasó Joe, no me gusta esa cara que tienes. Como sea una nueva denuncia
por una noticia que publicamos...
- No es eso Jonah. Veras, acabamos de recibir los datos de la
reestructuración del Globe
- ¿Y?
- Pues veras, han contratado a un nuevo editor, o debería decir editora...
A Jameson se le calló el puro.
- ... de hecho seguro que te sonará el nombre: Kate Kushing. Y nunca
adivinarías a que personal ha contratado para el periódico...
Peter llega tarde a casa. Se ha dedicado a buscar alguna pista en el almacén
relacionada con el Duende, pero no había encontrado nada. Cuando llega a
casa la luz está encendida. Mary Jane está en casa. Pero no precisamente
alegre. En ese momento recordó.
- ¡May!
- Tranquilo - dice Mary Jane con una voz muy fría - está en casa. La he
recogido yo, despúes de que un amable policía apareciera en medio del juicio
avisándome de que nuestra hija estaba en casa de uno de los encargados de la
guardería porque habían cerrado y nadie había ido a buscarla.
- Veras MJ, yo...
- ¡Nada de peros! ¡Tenías que haberla ido a buscar! ¿Te das cuanta de lo que
podía haber pasado? Dios, tendrías que haber visto la cara de todo el mundo.
Eso sí tranquilo, ya no tengo que seguir de jurado en el juicio como
imaginarás - dijo muy fríamente.
- Lo se cariño, pero el Duende había atacado, y necesitaba descubrir pistas de...
- Y esas pistas son mas importantes que la vida de tu hija
- ¡Pero si no le pasó nada! Estaba claro que no la iban a dejar sola.
MJ explotó de furia - ¡¿Como puedes decir eso?! ¡Estas hablando de tu hija!
¡Y no se te ocurra decirme nada de que es tu deber! ¡Ahora tu principal
deber es tu hija! ¡Por encima de cualquier otro! ¡Y si no lo comprendes
quizás deberías ir replanteándote tus prioridades... o puede que replantee
las mías con respecto a ti!
Dicho esto Mary Jane se llevo a su hija en brazos y se fue a su cama. Estaba
claro que esa noche tendría que dormir en el sofá, y no es que se quejara
precisamente. Se había equivocado gravemente. Pero lo peor no era eso. Lo
peor es que si había recordado que tenía que buscar a May, y había decidido
que tenía que buscar pistas sobre el Duende igualmente porque sabía que su
hija seria cuidada por alguien si no la iban a buscar. Y ahora se paraba a
pensar en todas las veces que había hecho lo mismo con sus antiguas novias,
con Nathan, el difunto novio de su tía May2... su propia tía... y no
podía evitar pensar que pese a que se había escudado demasiadas veces con la
máxima "un gran poder conlleva una gran responsabilidad" sin pararse a
pensar que a veces eso le hacía cerrar los ojos ante el hecho de que el
cuidar a los suyos también requería una gran responsabilidad que nunca había
terminado de asumir. Y que no sabía si la asumiría algún día.

1.- Para saber más léete Marveltopía: El Asombroso Spider-Man #438
2.- Murió a manos del Buitre en Amazing Spiderman #336
TELARAÑAS
¡Impactante final de una de las mejores sagas de Marveltopia! Pero las
aventuras continúan en esta nueva serie. Si quieres acción y aventuras sin
igual mantente atento a...
¡La Telaraña de Spiderman!