VENGADORES #409
Cronotormenta II
Conflictos y alianzas
Guión: Luis Capote
Portada: La ciudadela de Cronópolis, o mejor dicho, un holograma de la misma, alzándose sobre la mesa de reunión de los Vengadores, presidida por la tradicional "A".
La sala de reuniones de la mansión contenía una de las escenas más
sorprendentes que hubieran podido imaginarse. Los Vengadores estaban
sentados alrededor de la gran mesa redonda, mientras sobre ella un holograma
en tres dimensiones representaba la extensión y límites de Cronópolis, la
ciudad que simbolizaba el imperio de Kang el Conquistador, el corazón de su
poder. La imagen estaba proyectada por un singular visitante: el propio
Kang. El grupo había accedido a una alianza con él para enfrentarse a su
contrapartida; como decía Thor, combatir el mal con el propio mal, pero el
viajero temporal había lanzado un órdago incontestable: las vidas de la
Avispa y de Iron Man. Estos pensamientos reverberaban en las mentes de los
allí congregados, mientras escuchaban las disertaciones de Kang acerca del
enemigo al que se iban a encontrar.
- Aquí la tenéis, vengadores: la ciudad de Cronópolis. Una ciudadela situada
en entre distintas épocas. Si queremos derrotar a mi contrapartida, es
necesario que sepáis a qué tenemos que enfrentarnos.
- Tu "contrapartida" como la llamas - dijo Hércules - no nos es precisamente
desconocida, como tampoco lo es Cronópolis1.
- Cierto, olímpico. Pero hasta ahora, vuestras batallas han sido
consecuencia de, perdonadme, se hace un poco difícil encontrar una
referencia adecuada cuando estoy hablando de mi otro yo - sonrió - de los
planes de Kang. Ahora se trata de tomar la iniciativa y llevar el conflicto
a su terreno.
- Aún considerando la verdad en tus palabras, mortal - terció Thor - aún
teniendo en cuenta los motivos por los que vamos a luchar a tu lado, no
confío en esta información que vas a darnos tan libremente. Un Kang u otro,
todos se hacen llamar "conquistadores". ¿No temes que utilicemos lo que
vamos a saber para poner fin a tus desmanes?
- Bien pensando, dios del trueno, bien pensado. Francamente, no esperaba de
ti tal grado de agudeza y sólo por esta razón voy a ser plenamente sincero
contigo y con tus camaradas: no me queda otro remedio. Quiero vencer y para
ello debo daros la información necesaria para que esta aventura no termine
en desastre. Cuando os dije que tocaba a vuestra puerta y ponía mi vida y
mis dominios en juego, no bromeaba. De lo que podáis hacer cuando esta
aventura termine, si seguimos vivos ya me preocuparé a su debido tiempo y
creedme, tiempo es algo que de lo que sé bastante. Ahora volvamos al mapa.
Los vengadores intercambiaron entre ellos miradas que iban de la leve
sorpresa a la suspicacia. No esperaban tal salida por parte de Kang, de modo
que o les estaba tomando el pelo de una forma magistral, o debía estar
realmente desesperado para hacer lo que estaba haciendo. Wanda, la Bruja
Escarlata, reflexionaba sobre los motivos que podían mover a un hombre como
aquel a pedir ayuda a sus mayores enemigos. Ya lo había hecho una vez, por
amor. A ella siempre le había sorprendido aquel detalle en un ser tan
despiadado. Aquella joven, Ravonna, había hecho que Kang estuviera dispuesto
a perder todo lo ganado a cambio de su amor. Amor, sentimiento irracional
que nos define como humanos, siguió pensando; sentimiento que surge cuando y
donde menos te lo esperas, y acabó pensando en su padre, Magneto, un hombre
que había hecho demasiado al mal, tanto al mundo como a ella a Pietro, sus
propios hijos. Pero también había sido capaz de amar a su esposa, Magda, e
incluso a ellos mismos. Que cosa tan extraña y maravillosa era amar, siguió
divagando, e inevitablemente acabó pensando en la Visión. El androide, el
sintozoide que había demostrado que ser más humano que muchos que habían
nacido como tales. Su historia de amor terminó abruptamente2, ahora
estaba con el Hombre Maravilla, pero no había olvidado los años maravillosos
de su matrimonio. El tiempo pasa, incluso para Kang, y el pasado siempre
estará ahí; tocaba vivir el presente, concluyó, mientras volvía su atención
al mapa virtual, no sin antes dirigir una sonrisa a Simon.
- Cronópolis, vengadores, es tanto un lugar como un momento. Mejor dicho, es
una aglutinamiento organizado de momentos. Una encrucijada de caminos en el
tiempo desde la que se accede a las eras que componen el imperio. Es su
capital, su corazón y al mismo tiempo su ancla, ya que existe parcialmente
en todas las épocas dominadas y no plenamente en ninguna.
Simon miró a Wanda y devolvió otra sonrisa, igualmente cálida. Allí estaba
otra vez, el Hombre de las Maravillas, retornado nuevamente del mundo de los
muertos. La parca estaría sin duda un tanto contrariada con alguien tan
escurridizo como él3. Pese al tiempo transcurrido, no pudo reprimir un
escalofrío al recordar las circunstancias de su regreso. Aún albergaba
cierto pánico a la muerte, recuerdo de su primer regreso, pero sus
experiencias al lado de los Vengadores, especialmente de los Costa Oeste, le
habían convertido en un auténtico Hombre Maravilla. Nunca había tenido
ocasión de reflexionar demasiado sobre el tema, pero a ratos se preguntaba
si después de tanto tiempo y sobre todo, de tantos cambios, quedaba algo del
joven y atribulado industrial que intentó competir con la Stark
International. Su vida, sus vidas habían dado muchas vueltas: de ingeniero
con ansias de revancha a lázaro resucitado en un mundo con demasiados
cambios y de ahí al cine; primero como especialista y luego como estrella en
la cresta de la ola. ¿Qué sería esta vez? Ciertamente, no lo sabía a ciencia
cierta, pero tenía a su lado a Wanda, la mujer a la que había aprendido a
amar conforme la fue conociendo y ella, bendita sea, le correspondía.
Después de tantas idas y venidas, de conflictos y desencuentros, la Bruja
Escarlata estaba con él. Su pensamiento fue automáticamente -curiosa
palabra- a la Visión, al que también había llegado a querer como a un
hermano, más incluso que a quien lo era de sangre4. ¿Qué pasaría cuando
él volviera? Él y Wanda tenían un pasado juntos y aunque ella insistía en
que era sólo eso, Simon se hacía esa pregunta cuando pasaba ante la galería
de retratos de la mansión y sus ojos iónicos se posaban en el del
sintozoide. Pero no, no iba a permitir que esas dudas formaran barreras
entre él y la mujer que amaba y si eso pasaba, siempre estaría su amigo
Hank, la Bestia, para ¿cómo lo decía él? "sacudirle de encima el muermo
marca de la casa Williams". Sonrió otra vez y dirigió la mirada hacia su
peludo compañero, que garabateaba cosas en un cuaderno con los pies mientras
devoraba un buen trozo de bizcocho. Simon tuvo la seguridad de que pasara lo
que pasara, Hank siempre sería su mejor amigo.
- La ciudad se halla protegida en cada sector por un importante contingente
de tropas. Algunas están camufladas entre las fuerzas locales y otras actúan
directamente bajo el pabellón del Conquistador. La ciudadela, sin embargo,
cuenta con la protección de la guardia personal de Kang, a los que ya
conocéis: los Anacronautas5. Actualmente están comandados por otra vieja
conocida, Lady Terminatrix.
- Vaya, vaya - dijo para sí la Bestia, sin dejar de masticar - Como buen
dictador, el otro cabeza cubo tiene bien centralizado su chiringuito. Una
forma tan buena como cualquier otra de ejercer el poder omnímodo, pero si
ese centro desaparecía, el resto del tinglado se vendría abajo como un
castillo de naipes - sus pies hicieron un rápido escorzo de la ciudad,
flanqueada por una curiosa estructura hecha de cartas de baraja- Aaaaay,
creo que el hijo de Mrs McCoy está divagando nuevamente- Después de tanto
tiempo, Hank seguía sintiéndose fascinado por el nivel de los
acontecimientos cuando se embarcaba en una aventura con los Vengadores. Bien
era cierto que como hombre-X y como defensor había acumulado vivencias como
para varios tomos de aquellas memorias que pensaba escribir si llegaba a
cobrar su seguro de jubilación, pero allí, una amenaza del calibre de Kang
era casi parte del menú diario, y aunque el peligro de acabar mal siempre
estaba allí, se sentía tranquilo al saber que el Capi había tomado una vez
más las riendas. Su tocayo Hank Pym había prometido ayudarle con el tema del
virus del legado y por si esto fuera poco, tenía a su buen amigo Simon de
vuelta en el mundo de los vivos. ¿Se mosquearía mucho la brujita si se
llevaba a Maravilloso a correr una de aquellas míticas juergas? Volvió a
parar la mirada en el holograma que representaba la ciudadela de Cronópolis
y repasó las palabras de Kang: una ciudad pensada para administrar un
imperio centralizado en una sola persona. Tanta fuerza y al mismo tiempo
tanta fragilidad. Evocó uno de sus libros favoritos, La Fundación, y pensó
en Trantor, la capital de su imperio. Un planeta que controlaba veinticinco
millones de mundos. Una vez desaparecido, el imperio se derrumbó. Una luz se
hizo de repente en su mente y apuntó su descubrimiento en el bloc, mientras
lanzaba un guiño a la Capitana Marvel, que le observaba con una expresión
divertida.
- Mi intención, Vengadores - proseguía Kang - no es desencadenar una guerra
abierta, sino actuar de forma puntual y precisa, atacando sólo en puntos
específicos del mismo. De esta forma, podríamos abrir la puerta a la
ciudadela de mi contrapartida sin desencadenar un baño de sangre.
- Eso supondría una división de nuestras fuerzas, cabeza cubo - dijo Ojo de
Halcón - Además, no me trago esa preocupación tuya. Más bien creo que, pese
a la necesidad que te ha llevado a tocar en nuestra puerta, quieres que no
armemos demasiado estropicio en tu patio trasero. Cuanto más generalizado
sea el conflicto, más dañado quedará ese imperio vuestro.
- No es un mal razonamiento, arquero. Pero como tu querido Capitán te habrá
enseñado, a veces una operación de estas características resulta más eficaz
que una guerra total. ¿Queréis un conflicto directo? Magnífico. Tocad a
rebato y reclutad a todos los Vengadores habidos y por haber. A toda la
comunidad de vuestros pares de este tiempo y esta Tierra. He sido testigo y
he sufrido a partes iguales vuestro coraje, y por ello creo que podríais,
podríamos llegar a vencer, pero el coste de bajas sería enorme. Además, si
nos descubren, mi amigo de las flechas, tendremos un conflicto de esa
magnitud.
- Supongo que lo que planteas es una táctica de comandos ¿no es así? -
terció el Capitán.
- Una forma de definirlo tan buena como cualquier otra, Capitán, y así es.
Hay tres puntos específicos en los que podríamos introducirnos. Exactamente
aquí, en el S. IX A.C, en el S. XII D.C. y luego, a la sombra de la
ciudadela, en la década de los treinta del S. XX. Los lugares son Tesalia,
en Grecia; York, en Inglaterra y Timely, en los Estados Unidos. Desde esos
tres puntos y a través de rutas temporales distintas, convergeríamos justo
en el corazón del imperio.
- Eso supondría dividir nuestras fuerzas...
- Es lo más adecuado. Un número mayor llamaría la atención.
- Qué conveniente - bufó Ojo de Halcón.
- Bien. Lo someteremos a estudio y te informaremos, Kang.
- El tiempo corre en nuestra contra... y en la de vuestros amigos.
- Lo sé, pero no voy a llevar al grupo a una trampa. Nuestra circunstancial
alianza no implica una confianza ciega.
- Tus divinos compañeros ya se han encargado de manifestar ese extremo con
repetido interés.
- Pues quizá sería mejor que moderaras el tono, Conquistador. Esas veladas
amenazas a la suerte de Iron Man y la Avispa no son muy inteligentes. Thor y
Hércules no son precisamente célebres por su paciencia.
Kang se encogió de hombros y, dando media vuelta, salió de la sala. Durante
un período que pareció eterno, todos miraron fijamente el holograma de la
ciudadela hasta que Ojo de Halcón rompió el silencio.
- Dividir nuestras fuerzas y entrar en la boca del lobo. No sé vosotros,
pero esto me huele a trampa.
- Yo debo decir que coincido plenamente con el amigo flechas - dijo la
Bestia - Casi nos ha explicado como poner patas arriba ese imperio del que
tanto se había jactado.
- ¿Y qué podemos hacer? - intervino Wanda - No podemos dejar a Tony y Jan
abandonados a su suerte.
- Y no lo haremos - terció Hércules - Tal es su baza. Tenemos que entrar en
la boca del lobo.
- Nadie más que yo desea encontrar a nuestros compañeros - intervino Hank
Pym - Pero no les haríamos ningún favor si nos dejáramos llevar a una
trampa.
- No vamos a hacerlo, Hank - respondió el Capi - Creo que todos estamos de
acuerdo en el punto relativo a la alianza con Kang. A regañadientes, con
reparos, pero efectivamente, tal es su baza.
- Así sea, Capitán - dijo entonces Thor - Pero confiar plenamente en esa
víbora es harina de un costal bien distinto.
- Lo sé, amigo mío. Su plan me parece lógico y su conocimiento de Cronópolis
supera con mucho al nuestro. Pero eso no significa que vayamos a confiar
ciegamente en él. Por de pronto, los equipos los decidiremos nosotros. Thor
y Hércules irán a Tesalia. Es la zona temporal más alejada de nuestro
presente y si algo saliera mal, su inmortalidad les permitiría alcanzar
nuestro tiempo. Halcón y Bestia irán a York. Tus conocimientos, Hank, y tu
habilidad con el arco, Clint, no desentonarán mucho en plena Edad Media. Por
último, Wanda, Simon y yo iremos con Kang a Timely.
- ¿Y la Capitana Marvel y yo, Capi? No pretenderás dejarnos al margen
¿verdad? - inquirió Hank Pym.
- No, Hank. En el plan de Kang, los tres grupos parecen estar aislados o, en
todo caso, comunicados a través suyo. En el mío, la capacidad que tiene
Mónica de viajar a velocidad lumínica le permitirá enlazar los distintos
grupos, usando los pasillos temporales que dan cohesión a Cronópolis. Y tú,
dado que ahora combinas las habilidades de tus identidades pasadas, vas a
utilizar tu capacidad para comunicarte con los insectos y ver si podemos ir
hacia una trampa.
- ¿Usar a los insectos como un ejército de espías? Es una posibilidad
interesante. En tiempos la utilicé de esa forma, pero nunca imaginé que
pudiera llegar a emplearla para revelar los secretos de un imperio. De todas
formas, cabe la posibilidad de que Kang, el otro, haya anticipado ese
movimiento. Recuerdo que en el castillo del Doctor Muerte no hay ningún tipo
de insecto6.
- No creo que Kang haya podido llevar a cabo un exterminio semejante, pero
si así fuera, ya nos preocuparíamos de ello en su momento. Bien, damas y
caballeros: Esta noche partiremos en dirección a Cronópolis. Aprovechad el
tiempo.
Todos abandonaron la sala, con la cabeza ocupada por los detalles, grandes o
pequeños, que debían solventar antes de partir hacia territorio enemigo. Sin
embargo, Thor y Pym se retrasaron a propósito y detuvieron al Capi.
- Disculpa, Capi - empezó Hank. Thor y yo queremos comentarte algo.
- A ver si adivino. Es sobre Tony ¿no?
- Así es, Capitán. Creo que los tres nos preguntamos la misma cosa: Si
nuestro camarada está prisionero en Cronópolis ¿Quién el joven que fundó
Soluciones Stark?
- Vimos caer a nuestro camarada en la batalla contra Onslaught, y a los
pocos días volvió del reino de los Muertos. Conozco bien a los avatares de
la muerte, y ni Hela ni Mefisto permitirían que un alma escapara de sus
umbríos dominios.
- Hasta hace poco no se me había ocurrido pensar en ello - dijo el Capi -
Pero el Tony que reapareció, tenía una mentalidad sumamente distinta.
Llegamos a chocar por su actitud en el caso Parks7 y su actitud era
agresiva. Me preocupó mucho, pero una experiencia reciente8, unida a las
revelaciones de nuestro invitado, me ha hecho plantear la cuestión desde
otra perspectiva: quizá la persona que está al frente de Soluciones Stark es
un impostor. Clint, Wanda y Mónica ya me han hecho llegar sus impresiones en
este sentido.
- ¿Y qué podemos hacer? Si nos marchamos a Cronópolis, no podemos dejar por
detrás a un impostor con acceso a la tecnología creada por Tony y menos aún
a la armadura del Hombre de Hierro.
- Lo sé, Hank. Wanda ha intentado contactar con James Rhodes, pero no ha
habido manera. Una circunstancia muy inoportuna...
- ... o muy conveniente ¿No creéis?
- Hay un viejo cuento asgardiano que se ajusta bastante a esta situación. Un
guerrero está prisionero en un castillo que tiene sólo dos salidas, cada una
guardada por un soldado. Una lleva a la libertad, mas la otra supone la
muerte segura. Sólo puede hacer una pregunta a cada guardián, sabiendo
igualmente que uno le dirá la verdad, pero que del otro sólo sacará
falacias. Debemos averiguar cuál es el impostor, y eso haremos si rescatamos
a nuestros caídos de las mazmorras de Kang. Y en todo caso, amigo Pym,
nuestra marcha no supondría dejar indefensos a los mortales de esta esfera.
Muchos han sido los que han luchado por la justicia bajo nuestro estandarte.
Propongo que dejemos a algunos reservistas encargados de vigilar al vengador
dorado.
- ¿Sugieres que convoquemos a la reserva, Thor?
- No, Capitán. A veces, la mejor forma de cazar a un lobo es esconder a los
mastines. Convoquemos a la reserva, pero no pregonemos que lo hemos hecho.
Convoquemos a aquellos con habilidades para llevar la luz a misterios como
el que nos atenaza. Si nos hallamos en presencia de un impostor, la
desaparición de los Vengadores puede hacer que baje su guardia y que, en su
jactancia, cometa una imprudencia.
- Tu hermanastro se sorprendería, de haber estado presente, amigo mío.
- Loki puede ser taimado y artero hasta lo indecible, amigo mío, pero nunca
ha sido estúpido. Algunas de sus ocurrencias son bastante industriosas, pero
por desgracia, pocas se desvían de sus planes de conquista.
- Bien. Entonces os dejo al cargo de seleccionar a ese equipo de detectives.
Sois los que más antigua a íntimamente conocíais a Tony.
Thor y Hank se despidieron y, cuando abrieron la puerta de la sala para
abandonarla, la Bestia entró dando una pirueta y plantándose enfrente del
Capi.
- Propicios días nuevamente, oh, Capitán, mi Capitán. Y jau a vosotros,
rubitos que os marcháis.
- Hola de nuevo, Bestia. ¿Necesitabas algo?
- Sí y no. He estado meditando sobre las informaciones que el Cabezacubo
residente ha ido desgranando acerca de la finca familiar, y se me ha
ocurrido que, aparte de la Capitana y mi tocayo, podríamos utilizar un
tercer sistema para burlar a los gemelos poncho verde: el plano psiónico.
- ¿Cómo?
- El plano psiónico es la autopista que los cerebritos con poderes de
telepatía, telequinesia o telesfora utilizan. No está sujeto a las leyes
espacio-temporales o al menos, no tan sujeto como nosotros...
- Entonces, aunque los equipos estuvieran en distintas épocas y lugares,
podrían mantener el contacto casi permanente ¿Es eso?
- Así es. Sé que en nuestra banda no tenemos a gente con esas habilidades,
pero en la Patrulla-X tenemos al profe, y cada uno de sus estudiantes,
pasados o presentes, comparte un lazo mental con él. Puede estar más o menos
inactivo, pero siempre está ahí. Podríamos aprovechar ese nexo y
fortalecerlo.
No lejos de allí, Clint se encontraba en el gimnasio, revisando su arsenal.
Había desmontado el carcaj, de modo que las flechas se hallaban apiladas en
el suelo, mientras él se concentraba en tensar un arco bastante sencillo, y
desprovisto de sus florituras habituales. La puerta se abrió a su espalda y
dejó paso a la Capitana Marvel.
- Hola, Halcón ¿Estás ocupado?
- Ah, hola, Capitana. Estaba comprobando este arco. Es una versión moderna
del arco galés. Ya que voy a viajar a la Edad Media, no puedo llevar un arma
que pueda delatarme. Los sicarios de Kang podrían oler el café, o podría
acabar en la hoguera por brujo.
- A eso venía. Fabián me ha dejado dos inductores de imágenes para ti y para
la Bestia. Robin Hood y Fray Tuck ¿No es así?
- A ese peludo le iría mejor hacer de Wamba, el bufón, pero todo sea por
Tony y Jan.
- El Doctor Pym... Hank, me preocupa. Tú lo conoces desde hace más tiempo
que yo, Halcón. Cuando habíamos asumido la muerte de Jan, llega Kang y le
hace revivir una esperanza.
- No te preocupes. Estará a la altura de las circunstancias. Siempre ha
tenido madera de vengador. Puede que haya tenido momentos de flaqueza, pero
ahí sigue, al pie del cañón. Y allí estaremos nosotros. Es mi amigo y no le
fallaré.
- Jan se portó muy bien conmigo cuando me uní al grupo, y cuando asumí la
presidencia de los Costa Este, me apoyó. Me sentiría estafada si descubriera
que todo ha sido un ardid. Estafada y muy, muy furiosa.
- Te entiendo perfectamente, chica. Tony Stark avaló mi candidatura cuando
no era más que un artista de circo con antecedentes penales. Si hoy estoy
aquí es gracias a él. Además, todavía quiero un buen pedazo de Kang. Lo que
le hizo, lo que le hizo hacerme. Quiero verle hundido. Hundido y entre
rejas.
- Espero que tengas tu oportunidad, Clint. Espero que todos la tengamos. Te
veré más tarde.
Un poco más tarde, en otro lugar, si es que se le puede llamar tal:
- Celebro volver a verle, Profesor Xavier, aunque no sé si es la expresión
más adecuada para esta situación.
- El placer es mío, Capitán. Henry me ha planteado la situación, y creo que
podría ayudarles.
- Se lo agradezco, Profesor, y espero que no suponga un problema para usted.
- No lo será. Simplemente, trazaré una red entre todos los miembros de su
equipo. Sólo estará activa si alguno envía una señal mental. No es difícil y
Henry les ayudará a hacerlo. Como descolgar un teléfono, si se me permite el
símil.
- Gracias nuevamente. He dado orden a nuestro equipo de administración de
que remita a la Patrulla-X y a los 4 Fantásticos toda la información
disponible sobre Kang. Si por alguna circunstancia fracasáramos, lo mejor es
que todos estén preparados para la defensa de la Tierra.
- Así se hará, Capitán. Buena suerte.
- La necesitaremos.
El tiempo pasó, y a la hora señalada, el Capitán se encontraba camino del
sótano, cuando el Doctor Pym y la Bestia salieron a su encuentro, secundados
por Kang y los Amos del Silencio.
- Capi, tenemos que hablar. Es acerca de Meredith McCall.
- ¿Qué sucede, Hank?
- Un signo de que nuestro problema se ha hecho más grave, Capitán -
intervino Kang - Ms. McCall es la expresión palpable y palmaria de las
consecuencias que la manipulación que de las líneas temporales ha llevado a
cabo mi contrapartida.
- Los últimos archivos actualizados por el Hombre de Hierro indicaban que
Meredith McCall había contraído matrimonio, contradicen los datos que Jarvis
nos había dado, Capi - dijo la Bestia - Hemos rastreado un par de pistas y
hay dos Merediths. De alguna forma, el caso de los Amos del Silencio y el
nuestro están hondamente relacionados.
- Bien. Otra cosa más de la que preocuparnos. Tendremos que darnos mucha
prisa. ¿Se puede hacer algo desde aquí?
- Con la inestimable ayuda de tus camaradas, Capitán, he colocado a Ms.
McCall o, como sus compañeros insisten en llamarla, Kaze, en una urna
especial. El campo de éxtasis la situará en animación suspendida, pero por
un tiempo limitado. La naturaleza aborrece el vacío, pero igualmente detesta
el exceso. Una de las dos versiones tiene que desaparecer, y por lo que se
ve, le toca a la nuestra.
- Creemos, Capi - dijo entonces Hank Pym - que tiene relación con los
acontecimientos que conocemos como La Encrucijada.
- Entiendo. Parece que todos los caminos acaban llevando a Roma, después de
todo.
- Por esa razón, mi compañero y yo queremos unirnos a vosotros, Vengadores -
dijo entonces Inazuma. Queremos luchar a vuestro lado, por la vida de
nuestra camarada y la libertad de los vuestros.
- Es una petición inesperada, cuando menos. Nos vendría bien, pero habéis de
saber que los Vengadores se rigen por un código muy estricto. No usamos la
fuerza letal, salvo que sea inevitable.
- Tus camaradas ya nos han explicado lo esencial. Lucharemos bajo tu mando.
Ambos lo juramos por nuestro honor.
- Bien. Vendréis conmigo a Timely.
Un poco más tarde, todos los Vengadores y sus dos inesperados aliados se
encontraban en el viejo sótano donde Howard Stark había construido al robot
Arsenal y, tiempo más tarde, la Visión había intentado dominar el mundo a
través de las computadoras9. Allí había instalado Kang un improvisado
portal, y los tres grupos se disponían a atravesarlo, bajo la atenta mirada
de Edwin Jarvis y Fabián Stancowicz.
- Bien ¿Todos listos? La activación del triple portal comenzará en diez...
nueve... ocho... siete... seis... cinco... cuatro... tres... dos... uno....
¡Ahora!
El portal se iluminó y creó un triple haz de luz que fue tomando cohesión.
Cada parte fue configurando una imagen cada vez más definida. En ese
momento, los Vengadores entraron a través de ellos. Thor y Hércules al de la
izquierda; la Bestia y Ojo de Halcón al del centro y el Capi, Wanda,
Maravilla y los Amos del Silencio al de la derecha. La Capitana Marvel y el
Doctor Pym fueron los siguientes y entraron por el del centro. Por último,
Kang entró en el de la derecha. Habían penetrado en el Imperio de
Cronópolis.
1.- De hecho, los Vengadores estuvieron de visita en Ciudadano Kang y en Vengadores: Terminatrix.
2.- En Vengadores Costa Oeste nº 42 a 45 las agencias de espionaje capturaron a la Visión y la destriparon, para evitar que repitiera su intento de dominar el mundo a través de los sistemas informáticos. ¡Y eso
que por aquellos años no sabíamos lo que era Internet!
3.- Maese Williams ha vuelto del reino de los muertos en tres ocasiones.
4.- Algo que realmente no es muy difícil, habida cuenta de que su hermano de sangre es Eric Williams, el Segador.
5.- Los Anacronautas y los Vengadores se vieron las caras por primera vez en la saga Ciudadano Kang.
6.- Hank y Jan descubrieron que el insecticida latveriano es la mar de efectivo en Vengadores Costa Oeste nº 35.
7.- Se vio en Iron Man nº 336
8.- La carta y el legado que su amigo "muerto" le hizo llegar en Capitán
América nº 458
9.- Aventuras que se vieron en Vengadores Anual nº 9 y Vengadores nº
255-256, respectivamente
VENGADORES REUNIOS
Un número de preparativos para la batalla y a partir del próximo número, ya
estaremos metidos en harina. Por cierto, que todavía esperamos nombres para
la nueva identidad de Hank Pym. Nos leemos en breve... creo.