X-MAN #30
Decisiones difíciles
Guión: Xumer
Portada: Nate atravesando el sello del Comics Code (desde otro ángulo)
Resumen de lo acontecido en el episodio anterior, si lo has leído
y te acuerdas pasa de leértelo.
En el ultimo episodio un hecho eclipsó completamente
a todo lo acontecido antes... Sebastian Shaw ofreció el
trono Blanco del Circulo Interno del Club del Fuego
Infernal a Nathan. En el caso de aceptar se convertiría
por derecho propio en EL REY BLANCO.
En este episodio se desvelara la decisión de
Nate.
Nathan confronta a sus enemigos, La letal Patrulla-X.
- Nathan Grey, ríndete, te tenemos rodeado.-
A su alrededor estaban Lobezno, Cíclope, Tormenta, Gambito, Picara y Bishop.
Seguramente la Patrulla constituía uno de los grupos mutantes mejor
coordinado y mas peligroso.
- Venga... ¿No tenéis agallas?- Les increpa Nate.
El primero en lanzarse al ataque es Lobezno, con sus garras y sus sentidos
aumentados salta contra Nathan, el cual con un empujón telequinético le
lanza a metros de distancia. Los segundos en atacarle son Tormenta y
Cíclope, ambos utilizan sus poderes para lanzarle sendos rayos, que Nate
esquiva volando. Pícara es la tercera en atacar, lanzándose volando contra
Nate a toda velocidad. Nate la esquiva por los pelos y la coge fuertemente
por los tobillos, haciéndola girar como una peonza y lanzándola contra el
suelo.
- Mon amí, no deberías haber hecho eso.-
Dice Gambito desde el suelo, lanzándole cartas explosivas.
- Ou contraire, mon amí.- Dice Nathan a la vez
que redirige las cartas de Gambito contra Tormenta, la cual quería
coger por sorpresa a Nate, pero recibe todas las cartas explosivas en
la cara. Tormenta cae inconsciente y Bishop se apresta en recogerla
antes de que se haga daño contra el suelo.
- Ahora me toca a mí pasar a la ofensiva.- Dice Nate. Usando su telequinesis
se lanza en picado contra Gambito y le noquea fácilmente, vuelve a subir
volando para esquivar un rayo de Cíclope. Pícara desde el suelo emprende el
vuelo y se vuelve a lanzar a gran velocidad contra Nate.
- ¿Nunca aprendéis?- Dice él mientras la vuelve a coger por los tobillos y
la lanza con todo el impulso acumulado contra Cíclope. Bishop le dispara con
su pistola de rayos plasma y Nate tan fácilmente como antes esquiva los
rayos, Pícara se levanta, bajo ella esta el cuerpo inconsciente de Cíclope.
Nate para evitar mas problemas simplemente entra en las mentes de ambos y
los deja K.O.
- Creo que ya he acabado.-
- Nunca te olvides de Lobezno.- Dice una voz desde su espalda, un par de
garras de hueso le rodean el cuello.
- Sala: pausar sesión.- Dice Nate.
Lobezno se había aproximado hasta él sigilosamente sin que se diera cuenta,
de no haber sido una simulación hubiera muerto.
Sebastian Shaw entra en la Sala de Simulaciones y Entrenamiento.
- ¿Que tal te va, Nathan?- Pregunta.- ¿Conseguiste ganar a la Patrulla?-
- No, por los pelos, estas simulaciones son muy reales. ¿Lo hacen todo con
hologramas?-
- Si, ah, ya veo que te faltó Lobezno.-
- La cuestión es que le infravaloré y sigilosamente me pilló por la
espalda.-
Shaw, Rey Negro del Club del Fuego Infernal parece pensar en algo.
- Si, el enano canadiense suele hacerlo(1).- Contesta.
- Nathan, supongo que ya habrás tomado la decisión... Esta noche finaliza el
plazo.-
- Aun no me he decidido.-
- Nathan, ser Rey Blanco del Circulo Interno no debe ser tomado en vano. No
se hace la proposición a cualquiera.-
- Ya lo se.-
- Al final sé que tomaras la decisión correcta y aunque decidas no tomarla
tendrás mi apoyo.-
- Gracias Shaw, ahora me voy a ducharme.-
Sebastian Shaw queda solo en la sala. En cierta manera tenia miedo a la
decisión que Nathan pudiera tomar. Recientemente Shaw había vuelto de la
muerte, lo que vio durante su ausencia no le gustó nada, su hijo Shinobi se
había hecho cargo del Club, justo como él esperaba que lo hiciese, todos los
esfuerzos de su hijo por reformar el Club habían sido un fracaso, su mismo
hijo era un fracasado y no servia para nada, solo era una traicionera
serpiente que le había intentado matar, y ni eso había conseguido.
Su hijo era un fracasado y eso también le convertía
a él, Sebastian Shaw en un fracasado, era verdad que estaba consiguiendo
reformar el Club del Fuego Infernal, y que había amasado gran
poder, pero todo ello no contaba si no conseguía que su legado
perdurara después de su muerte. Por eso era tan importante la
decisión de Nathan, por que Nathan no solo se convertiría
en el Rey Blanco. Si aceptaba Nathan se convertiría en SU
LEGADO.
Por eso tenia miedo al fracaso de su propuesta.
"El Cisne." Sede del Club del Fuego Infernal, planta
de acceso restringido a solo los miembros del Circulo Interno.
Nate sale de la Sala de Entrenamiento, camina por los pasillos hacia su
habitación, de camino se encuentra con Desiree.
- Hola Nate.- Dice con una sonrisa, Desiree era una de las mutantes que
trabajaban a cargo de Shaw, en varias ocasiones se había enfrentado con
Nathan.
- Hola.- Contesta él.
- Veras, quiero disculparme.- Esto sorprende mucho a Nate.- Quiero
disculparme por atacarte hace tiempo en el autobús(2) y después en el centro
comercial(3).-
Nate queda un poco anonado, no se esperaba unas disculpas.
- La cuestión es que creo que no debería haber malos rollos, ya sabes que el
Señor Shaw quería comprobar si estabas a la altura y demás.-
- ¿Por que estas en el Club del Fuego Infernal?- Nate intenta ver la otra
cara de la moneda, él solo conocía la versión de la Patrulla-X sobre el
Club, aun no había hablado con nadie de dentro de él, si exceptuamos a Shaw
por que estaba claro que su opinión no podía ser imparcial.- ¿Por que
trabajas para Shaw?-
- Hummm... Veras, Nate, el Señor Shaw nos trata con respeto y creo que hace
un buen trabajo por las personas.- Su voz no suena muy convencida, sin
embargo Nate verifica mentalmente que no esta mintiendo.- La verdad es que
creo que es un trabajo en el que disfruto y donde tengo buenos amigos... No
me parece que estemos haciendo nada malo.-
Hay un breve silencio. Desiree no había resuelto de ninguna manera la duda.
- Oye, me tengo que ir, he quedado con Erika... Espero que al final te
decidas por quedarte.-
Desiree corre pasillo abajo y Nate sigue su camino hacia su habitación. Algo
si que le había ayudado la conversación con Desiree, había verificado la
idea que tenia antes de que el no compartía la idea de la Patrulla-X, el
sueño de Xavier. La Patrulla creía que las cosas o eran blancas o eran
negras, las personas o eran buenas o malas, creían en que cualquiera podía
redimirse, pero era como si estableciesen dos grupo: los mutantes buenos y
los mutantes malos. Uno podía pasar de un grupo a otro, pero no habían
tintas medias, o eras de un grupo o eras del otro. Esa era una visión que
Nate no compartía.
Si algo le había enseñado su estancia en esta dimensión era que las cosas no
eran o blancas o negras, eran de colores, y todo era relativo a quien
mostrara su opinión sobre el tema, por ello quería ver al verdadero Club del
Fuego Infernal, lo único que conocía era la versión de la Patrulla, que por
supuesto era una versión negativa y poco objetiva.
Por supuesto cuando conociera al Club decidiría si entraba o no en él.
"El Cisne." Habitación de Nate, una media
hora después.
Nate sale con una toalla atada a la cintura, secándose el pelo con otra
toalla. Hay una llamada a la puerta y entra su ex-novia Responso. Ambos se
separaron recientemente y se reencontraron en el Club(4).
- Hola Nate... Me alegro que estés bien.- Dice a la vez que se abraza a él,
a punto de llorar.
- Creía que habías muerto, Nate.- Continua.
- De hecho si que morí, pero me no del todo, bueno, es muy complicado... Te
he echado de menos.- Le contesta él.
- Yo también, no quiero volver a perderte.- Dice ella mientras le besa, a
Nate se le cae la toalla.
Fundido en negro.
(Este trozo solo lo pueden ver los abonados a Canal Xumer)
Media hora después.
Nate y Responso yacen en la cama de Nathan, Res le esta dando la espalda,
pero él la coge por detrás, ella sujeta sus manos junto a su tripa.
- Te quiero.- Le dice ella. Ambos están sudados tras haber hecho el amor.
- Yo también.- Le contesta él.
Tras unos minutos sin hablar él rompe el silencio.
- Tengo que decidir algo y no encuentro la respuesta.-
- ¿Cual es la pregunta, Nate?-
- La pregunta es: ¿Quiero ser el Rey Blanco del Club del Fuego Infernal?-
- Hum.- Ella se desprende de sus brazos momentáneamente y se gira para mirar
a Nate, luego sus brazos vuelven a cogerla.- Y que se supone que significa
eso.-
- Pues pasar a ser parte del Circulo Interno... Que es un grupo de mutantes
muy poderosos.-
- Vuelvo a repetir: ¿Y que supondría eso?-
- Pues obtener más poder y supongo que colaborar con el Club para que este
sea más poderoso.-
Responso piensa durante un momento.
- ¿Quieres saber mi opinión?-
- Si.-
- Pues creo que eso es lo que todo el mundo hace hoy en día, intentar
conseguir mas poder para vivir con toda comodidad, a mi no me parece mal.-
- Lo que no me acaba de entusiasmar es el aspecto moral.-
- A mi me salvaron la vida, no parece mala gente.-
Tras dormirse de nuevo Responso, Nate sigue pensando, no podía permitirse
dormir hasta haber tomado una decisión, el mismo Shaw se lo había dijo
antes, esta noche, a las doce se acababa el plano, si no decidía entrar no
lo haría nunca.
Veamos.
¿Entrar?
Pros:
- Dejar de vagar por la tierra como un vulgar pordiosero.
- Final de peleas sin sentido contra viejos enemigos,
no se atreverían a atacarle con el Club respaldándole.
- Seguridad.
Contras:
- Posible perdida de autonomía.
En conclusión: Perdía autonomía
pero ganaba un hogar y seguridad respecto al futuro.
Seguridad, esa palabra tintineaba en los oídos de Nate como una promesa de
la felicidad, desde que nació siempre fue un vagabundo, ya era hora de
buscar algo que augurara un futuro feliz.
Horas después. Despacho de Shaw.
- ... Pues por todo eso he decidido quedarme con vosotros.- Concluye Nate.
- Bien, solo falta que te corones Rey Blanco.-
- ¿Coronación?-
- Esta misma noche.-
Sebastian Shaw pulsó un interruptor y una pared hasta ahora normal se abrió
apareciendo una Sala que Nathan recordaba vagamente como donde Shaw le
propuso ser Rey Blanco. Ahora Nathan la pudo contemplar mejor, era un enorme
circulo, pero con un mosaico cuadrado en el centro, este mosaico en el suelo
representaba un enorme tablero de ajedrez. Bordeando el tablero habían dos
mesas, una negra y otra blanca, cada mesa constaba de 8 asientos, enfrente
de los cuales Nathan no se sorprendió al ver un símbolo estilizado de fichas
de ajedrez, de los bordes al centro de la mesa había una torre, un caballo y
un alfil, a ambos lados, en el centro había un trono para el rey y otro para
la reina.
- Mira.- Shaw señaló el lugar del rey en la mesa blanca.- Ese es tu trono.-
Por la puerta donde antes habían entrado a la sala entró un hombre de unos
treinta años, su rostro es frío como el hielo, parecería muy debilucho si no
fuera por su mirada, al mirar a Nate este siente como si le estuviese
estudiando, como si cada gesto que hiciese fuese a ser analizado y
archivado. Su pelo esta completamente rapado.
- Bienvenido Señor Informador, hoy es un día que será recordado como el que
Nathan Grey se convirtió en el Rey Blanco.- Dice Shaw, y el Señor Informador
sonríe.
- Me Alegra Comprobar Que No Me Equivocaba Al Afirmar Que Usted Aceptaría.-
Dice pausadamente, recalcando el principio de cada palabra.
- Ahora que ya estamos todo el Circulo Interno ya podemos empezar la
Coronación.-
- ¿Solo nosotros somos el Circulo Interno?- Pregunta Nathan.
- Si, Nathan, yo como ya sabes soy el Rey Negro y el Señor Informador es el
Alfil Negro...-
- ¿Solo?- Dice Nathan un poco decepcionado.
- Nathan, supongo que te habrás dado cuenta, pero la tarea de renovar la
Rama Blanca del Club caerá enteramente en tus manos, respecto a la Rama
Negra, hay cuatro mutantes que ingresaran dentro de poco...-
- Ah...-
Tras decir eso Shaw se dirige a su trono en la mesa negra y Informador hace
lo mismo con su sitio de alfil al lado del Rey.
Al sentarse las ropas de ambos comienzan a transformarse, la ropa del Señor
Informador desaparece por un instante, dando paso a un uniforme negro con
grandes faldones, un casco le cubre la cabeza, este se asemeja a un
cucurucho como los de los magos o los de un obispo, unos grandes faldones le
cubren por completo.
A Shaw le pasa algo parecido pero que su ropa se transforma en una
vestimenta claramente regia, parecida a la de los reyes durante la etapa de
esplendor feudal. Toda ella es negra como la noche, y en su pecho, tras un
circulo gris esta el emblema de una corona negra.
Nate esta demasiado impresionado como para decir nada.
El semblante de Sebastian Shaw se ha vuelto muy serio, ya no parece la misma
persona, ahora parece verdaderamente el Rey Negro.
La cara del Alfil Negro no puede ser vista, ya que su gran casco impide que
su cara sea vista, pero su aspecto es de lo más aterrador.
Con una voz como el hielo El Rey Negro dice:
- Ahora desnúdate.-
Estas palabras sonrojan a Nathan.
- Yo... NO.- Dice Nathan desafiante.
- Bien, por que no esperaba menos de El Rey Blanco.- El Rey Negro hace un
movimiento y la ropa de Nate se vuelve translúcida y desaparece, Nathan ni
se inmuta y solo mira que los ojos de Shaw. El Rey Negro y su Alfil se
levantan. Ambos llegan hasta Nate, completamente desnudo, el Alfil lleva en
sus manos un gran caldero, lo coloca justo en el centro del tablero de
ajedrez. Los tres se colocan rodeando el caldero.
El Alfil Negro se desnuda un brazo y se hace un corte, brotando de él sangre
que va a parar al caldero, El Rey Negro hace lo mismo. Shaw le pasa el
cuchillo a Nate, el duda por un momento antes de repetir la acción. Cuando
lo ha hecho Shaw pronuncia una palabras:
- Somos el Circulo Interno del Club del Fuego Infernal, lo que le ocurra a
uno ha de ocurrirle al resto, somos la elite, de entre los mutantes los
mejores, somos los elegidos para gobernar el mundo... Ahora un nuevo miembro
va a entrar en el Club, el es Nathan Grey, el telépata más poderoso del
planeta, cuando beba de nosotros pasará a ser conocido como Rey Blanco y sus
enemigos le temerán más que a la muerte, sus aliados le amaran más que a la
vida, por que todos somos un mismo ser, lo que le ocurra a uno ha de
ocurrirle al resto.- Entonces el Rey Negro indica a Nathan que beba de la
olla.
Nate duda por un momento pero acaba introduciendo un cáliz que le da Shaw en
la caldera y bebiendo. Tras él bebe el Rey Negro y luego el Alfil Negro,
tras ello Shaw y Informador levantan la caldera sobre sus cabezas y la
vacían sobre la cabeza de Nathan, este queda completamente empapado y
chorreando de la mezcla de sangre de los tres y la substancia desconocida
que llenaba el caldero antes.
- Nathan Grey, ya eres el Rey Blanco, siéntate en tu trono.-
Nathan, mojado y desnudo pero sin vergüenza ni temores se dirige hacia la
mesa blanca, a medida que se acerca a su trono la roza con el dedo índice.
Se pone de pie delante de su lugar y se sienta. Nota como una ola de energía
le rodea, todo el sudor y la bebida se evaporan de su piel, en su lugar nota
como el tacto de una suave manta, un traje igual que el de Shaw había
aparecido a su alrededor, pero por supuesto en una versión blanca.
Nathan se sentía mas poderoso de lo que jamas se había sentido.
Contempló la sala, ante él estaban el Rey Negro y el Alfil Negro. Este
ultimo parecía impresionado y de repente hincó una rodilla en el suelo,
reverenciándose ante Nathan.
- ¡¡¡Dios Salve Al Rey Blanco!!!-
Exclamó con su peculiar y pausada voz.
- Dios salve al Rey Blanco.- Dijo el Rey Negro, dirigiéndose a su trono.
Ambos reyes, cada uno en su lugar, frente a frente se miraron, una diminuta
sonrisa apareció en la cara de Shaw. Su sueño se había cumplido.
(1).- Los mas listos os habréis dado cuenta de que esta es una alusión a la
Saga de la Fénix Oscura, cuando Lobezno pillo por sorpresa a todo el Circulo
Interno.
(2).- Ver numero 22 para comprobar como le ataca en el autobús.
(3).- Ver numero 27 para comprobar como le ataca en el Centro Comercial.
(4).- Números anteriores.
Próximo número: Hombre-X #31. ¿Aun
queréis más? Pues en el numero que viene habrá
menos comida de tarro y más ostias, el nuevo Rey Blanco se
enfrenta contra... Oh, no querréis que os lo diga, que sinos
pierdo lectores... venga, el Rey Blanco se enfrenta en solitario
contra El Imparable... ¿Torre?
MUNDO ALTERNATIVO
Venga, ya se que empieza bien y acaba muy bien, y que hay un bajón de
calidad por el medio. Pero me tenéis que admitir que el numero no esta del
todo mal.
¿Lo admitís?
Pues venga, que os cuesta enviarme un mail, a ver si me voy a cabrear y pasa
como en Factor-X que casi la dejé por aburrimiento y falta de respuesta del
publico.
Xumer.