X-MAN #35
La amenaza fantasma
Guión: Xumer
Portada: Vemos una manzana verde y sabrosa por una parte pero que por
debajo empieza a pudrirse y un asqueroso gusano empieza a comersela
Organigrama del Circulo Interno:
- Rey Negro: Sebastian Shaw.
- Reina Negra: Tessa.
- Alfil Negro: Sr. Informador.
- Rey Blanco: Nathan Grey.
- Torre Blanca: Cain Marko (Juggernaut).
- Asesino Real: Bullseye.
- Peones: Desiree Lanama (XCite), Monika y Michael Tasrl (Virus y Portal).
Pero dejemonos de tonterías, que empieza el episodio.
Sala de Entrenamiento.
Venga, vuelve a intentarlo. Dice Nathan telepaticamente.
Tessa se coloca frente a él y junta las manos, se relaja e intenta atacar
mentalmente al más poderoso telépata de la Tierra.
Se nota la presión en su cara, hasta hace poco Tessa jamás había utilizado
sus poderes para otra cosa que leer mentes, como mucho confundir, pero había
una gran diferencia entre leer mentes y atacarlas. La misma que entre saber
manejar un programa y saber programarlo.
Sus esfuerzos son inútiles y casi cae al suelo del cansancio.
- Es inútil, Nate. No soy lo bastante buena.
- Tonterias.- Nathan estaba pasándolo bien, Tessa le había pedido que le
ayudase a desarrollar su telepatía para no ser una carga durante las peleas,
quería sacar lo mejor de si misma para el hombre al que amaba, Sebastian
Shaw, era un objetivo muy noble. Además para Nathan al intentar ayudarle se
olvidaba momentáneamente de sus problemas con Responso.- tonterías, Tessa.
Dejémoslo un momento.
- Me da la impresión de que te estoy haciendo perder el tiempo.
- No lo creas. Te invito a un helado.
El Sr. Informador es el Alfil Negro del Circulo Interno.
Esto conlleva ciertas responsabilidades. Por ejemplo la de mantener las
fianzas del Club del Fuego Infernal, ahora mismo esta en Wall Street, pero
no entre el barullo, sino en los lujosos despachos donde se encuentran los
grandes magnates.
Aun faltan cinco minutos para que empiece la jornada y se empiece a comprar
y vender. El Sr. Informador consulta su agenda.
- Hoy Solo Debo Ganar 3 Millones De Dolares.- Murmura con su habitual voz
entrecortada.
La Bolsa se abre oficialmente.
Antes de que pasen diez minutos el Sr. Informador ya ha realizado once
operaciones clave que le han proporcionado sus tres millones netos.
Cierra su agenda y sale de la bolsa.
Sube a una limusina.
- Conductor, Lléveme Al Cisne.
Se sienta cómodamente en su sillon. Nota un ligero dolor de cabeza.
Metódicamente busca dentro del botiquin. Encuentra una aspirina y se la toma
con un vaso de agua.
El dolor de cabeza aumenta.
El Sr. Informador se tumba en el suelo, completamente en horizontal para
intentar calmarse.
Pero el dolor de cabeza aumenta.
Y AUMENTA.
Informador se retuerce de dolor tirandose de los pelos, era como si una
presa estuviera aplastando su mente, como si alguien le estuviera
estrangulando psiquicamente.
Antes de morir lanza un prolongando sonido gutural. El chofer se da cuenta y
para el coche, alarmado sale y abre la puerta de atras. Le ayuda a
incorporarse mientras pregunta:
- SEÑOR, ¿SE ENCUENTRA BIEN?-
- Claro.- Responde una voz grave.- Me encuentro mejor que nunca. jamás me
había sentido mejor. Volvamos al Cisne, me gustaría ver a Shaw...
Unos minutos despues.
- Tomándote un helado en una calle concurrida se puede aprender mejor.- Dice
Nathan.
- ¿Quieres que intente manipular mentalmente a alguien?- Pregunta Tessa.
- No, aun no.
- ¿Que van a tomar?- Les interrumpe un camarero.
- Para mí uno de limon.- Dice Nathan.
- Uno de cookies.- Dice Tessa.
El camarero se va momentaneamente.
Nathan mira fijamente a una pareja situada a su izquierda.
- Tessa, quiero que le leas la mente a ellos dos.- Dice a la vez que les
señala.- Dime que es lo que ves.
- Eso no me es muy dificil.- Tessa se concentra y empieza a leer.- Fueron
pareja, pero discutieron. Ambos son muy orgullosos, hoy han venido ambos con
intención de cortar. Las cosas se arreglarían si uno de los dos cediese.
- Bien, eso es exactamente lo que yo también he leido.- Dice Nathan.- Ahora
quiero que tomes el control de él y que le hagas ceder.
- No se si podre. No se si puedo.
- Hazlo. Si no por ti por que ambos no pierdan al otro.
Tessa se empieza a concentrar.
- Es muy dificil.- Dice. Por su frente resbala una gota de sudor.
- Ambos se quieren. Has de ayudarles a ser felices.
Tessa se esfuerza al maximo.
- Venga. Tu puedes.
- No puedo, Nathan.
- No te rindas.- Sin que ella se de cuenta Nate le da el pequeño empujoncito
que necesita.
El hombre por fin dice lo mucho que siente que ambos estén en esa situacion.
Lo mucho que la queria.
Ella se conmueve ante ese inesperado acto y le abraza con lagrimas en los
ojos.
Tessa también llora pero de esfuerzo. Tras conseguir su objetivo se relaja
en el asiento.
- Tranquila, Tessa, el primero es el más dificil.- Le dice Nathan.
Llega el camarero con ambos helados. Los prueban.
- Creo que es el mejor helado cookies que he probado en mi vida.
- El sabor de la victoria.- Ambos sonrien. Los amantes a su izquierda se
besan.
Hay una parte de "El Cisne" a la que Nathan Grey no tiene acceso, o mejor
dicho, nadie excepto Shaw y unos cuantos científicos tienen acceso.
Es el sótano del Club del Fuego Infernal.
Shaw sale del ascensor. Allí vivían alrededor de dos docenas de los mejores
científicos expertos en informática, mecánica, robótica y mil especialidades
más.
- ¿Algún progreso?- Pregunta Shaw.
- Si. La semana pasada descubrimos una forma de crear un metal que puede
cambiar de forma mediante impulsos electricos. Creemos que será bastante
útil para el proyecto Centinela.-
- Perfecto.-
- Si he de serle sincero nos ha ido muy bien los restos cyborgs que nos
proporcionó.-
Shaw empieza a reírse como un poseso. Como si el comentario del científico
tuvieran un significado oculto.
-¿Que le pasa?- Pregunta el cientifico.
- Nada.- Dice Shaw a la vez que calma su risa.- Simplemente que me produce
hilaridad semejante paradoja. Fue destruido por Centinelas y ayudará a crear
a la siguiente generación de estos...
- ¿Quien fue destruido por los Centinelas?
- El cyborg que os proporcioné para estudio de sus sistemas y reconstrucción
controlada de su mente.
- Ah, si que resulta curioso... ¿Como se llamaba?.- Dice el científico a la
vez que mira a un enorme tubo dentro del cual se hallaban los restos del
cyborg del que hablaban.
- Donald... Se llamaba Donald Pierce...-
Fin del Capitulo.
Próximo Numero: Hombre-X #36: Una fiesta... Y muchas muchas
sorpresas...
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