X-MAN #40
Arma mutante III
Guión: Ben Reilly
Portada: un primer plano de la cara de Nate Grey (sí, estoy sin ideas para las portadas).
Está preocupada. Su campeón no ha respondido como esperaba. La Gran Anciana
descansa sobre su pequeño cojín. Después de más de mil doscientos años de
vida pensaba que su experiencia le había permitido comprender cualquier
hecho pero aquello se le escapaba al entendimiento. Estaba completamente
segura de que Nate Grey era el adecuado, reunía todas las características
requeridas para su papel en el esquema de las cosas. Y sin embargo el joven
Grey se negaba a aceptar ese papel.
Una de las novicias a las que enseñaba y a la que había permitido ver todo
lo que ocurría con Nate Grey se acercó e hizo una pequeña reverencia en
señal de respeto y lealtad.
- ¿Qué haremos ahora Gran Anciana?.
- No podemos permitirnos el perder a Grey. Nyriliam y yo le necesitamos
urgentemente.
- Pero ha rechazado vuestra oferta Gran Anciana. No se merece una segunda
oportunidad.
La Gran Anciana sonrió. La novicia todavía estaba muy verde, se notaba
claramente que sólo estaba preocupada porque Nate había rechazado a la Gran
Anciana y no porque hubiera rechazado su misión.
- Jovencita, no podemos esperar más. La oscuridad se cierne sobre nosotros,
puedo sentirlo en el aire, Artros ya ha caído y era nuestra última carta.
- Pero nosotras tenemos...
- No tenemos nada... el ejército de Artros estaba todo lo preparado que se
podía estar. Les dije que tenían que pedir ayuda y no me hicieron caso... el
resultado ha sido la pérdida más grande desde hace mil cien años. Informa a
Nyriliam de que nuestro campeón va a venir inmediatamente.
- Sí Gran Anciana.
- Y en cuanto a ti Grey, prepárate.
Nate Grey estaba de nuevo en su mundo imaginario, en un mundo donde él era
el centro y donde todo giraba a su alrededor. Aquí por fin había encontrado
la felicidad, una felicidad falsa bien es cierto pero eso era ya más de lo
que había tenido en su vida verdadera.
Había vuelto a junto de sus padres y había retomado su artificial vida.
Estaba tranquilo, relajado, no le importaba en lo más mínimo lo que su
cuerpo estaba haciendo en el mundo verdadero. Sólo esperaba no morir
demasiado pronto para poder disfrutar más de aquella calma existencial que
tendría.
Y como toda calma se interrumpe. Esta vez es la vieja que le había molestado
el otro día revelándole la verdad sobre su situación. Odiaba estas cosas,
cuándo entendería el mundo que Nate Grey no quería tener nada que ver con
él.
- Suelta lo que tengas que decir y vete -dice Nate molesto con esta
intromisión que esperaba que no se convirtiera en habitual-.
- Necesitamos tu ayuda.
- Los Vengadores están disponibles, si no puedes llamar a los 4 Fantásticos
o a la Patrulla-X, incluso puedes llamar a los Cachorros... son todos gente
muy maja y que seguro estarán encantados de ayudarte.
- No les quiero a ellos si no a ti.
- Me siento MUUUY halagado -dijo con ironía Nate-. Pero creo que paso, estoy
de vacaciones permanentes.
- Hay gente que te necesita.
- ¡Que llames a los 4 Fantásticos te he dicho!.
- ¡¡No me levantes la voz jovencito!!.
De pronto, aquella vieja que parecía tener más de un pie en la tumba cobró
vida, a su lado rayos de energía la envolvían, la sensación de poder crudo
era increíble. Nate apuntó mentalmente no volver a enfadarla. Tras el enfado
inicial la vieja se calmó y volvió a su posición relajada del principio.
- Siento haberme encrespado pero la situación es más grave de lo piensas, te
necesitamos ahora mismo y si no quieres venir por tu propia voluntad lo
harás a la fuerza.
- No quiero ayudarte, quiero vivir mi vida.
- Escúchame, aquí hay mucho en juego... ¿recuerdas la voz que te pedía
ayuda?
- Sí -dijo Nate recordando las palabras de desesperación que había oído
hacía poco1-.
- Tienes que ayudarnos.
- No... no quiero, no... puedo, me estoy muriendo poco a poco. Aunque
quisiera ayudarte mi cuerpo moriría. Estoy condenado.
La anciana pareció vacilar, al parecer no se esperaba esa información. Hubo
un momento de silencio cargado de tensión, por una parte Nate no quería
tener nada que ver con luchas inútiles y sin sentido en las que
probablemente algún bonachón le obligaría a no matar a su enemigo para que
luego éste último pudiera recuperarse y volver a la carga; y por otra parte
la Gran Anciana estaba escrutando el futuro gracias a sus poderes para
intentar tomar la mejor decisión.
- Puedo ayudarte -dijo finalmente la Gran Anciana-. Puedo curar tu cuerpo
pero a cambio has de ayudarme.
- ¿Y cómo vas a hacerlo?.
- Tendrás que venir a mí para saberlo.
- Es una trampa, intentas embaucarme.
- Si vienes a mi podré curarte, no será fácil pero podré hacerlo con tiempo.
- ¿Puedo confiar en ti?.
- Eso tendrás que decidirlo tú.
- Creo que no me queda otro remedio. Si en verdad puedes curarme quizás
valga la pena dejar esta falsa felicidad. Bien... ¿Dónde estás?.
- Oh, no estoy en tu odiado planeta Tierra. Me encuentro muy lejos pero no
te preocupes, yo te guiaré. Ahora relájate, voy a sacarte del sueño en el
que estás metido.
La "realidad" en la que estoy empieza a cristalizarse y se rompe.
Despierto a la oscuridad. Me doy cuenta de que tengo el cuerpo dolorido y
que me duele la cabeza, probablemente consecuencia de haber hecho un gran
esfuerzo con mis poderes. Me quedo quieto esperando que mi mente asimile
rápidamente el hecho de volver a usar por mi mismo los sentidos. Poco a poco
voy notando el despertar de mis músculos, ahora los vuelvo a controlar. Y
abro los ojos. Delante de mí hay un hombre con una bata blanca y una melena
y bigote a juego con la bata.
- ¿Cómo has despertado? -pregunta aquel hombre-.
- Me cansé de dormir -digo mientras se daba cuenta de que estaba flotando en
una especie de tanque de agua con muchas conexiones a un lado y a otro-. Y
ahora si me lo permites.
Intento usar la telepatía pero encuentro un bloqueo. Tampoco mi telekinesis
parece funcionar. El hombre que tengo delante de mi sonríe.
- Aunque te hayas despertado sigo teniéndote bajo mi control.
- ¿Cómo es posible?. ¿Quién eres? -pregunto mientras sigo intentando
destrozar mi cautiverio con mi telekinesia-.
- ¿No has ido hablar nunca del gran Granchescho?.
- ¿Tenía que haber oído hablar?.
- ¡Por supuesto!. Soy el científico más grande de todos los tiempos -dice a
voces y gesticulándome salvajemente-.
O el mayor loco de todos los tiempos pienso. ¿Por qué siempre me tiene que
tocar a mis los científicos locos?.
- Y en cuanto a tu primera pregunta joven Grey... ¿recuerdas cuando
Siniestro te controlaba en aquellos días inciertos en la Onslaught amenazaba
el planeta?
- Sí. Siniestro utilizó algún tiempo de canal abierto a mi mente o algo así2 Pero... ¿Cómo sabes tú eso?.
- Jeje... seguro que recuerdas a tu vieja amiga la Bestia Oscura, tenía gran
información sobre ti y sobre Siniestro. Es una lástima que muriera3
¿Y ahora qué hago?
"No te pongas nervioso Nate, yo te ayudaré como te dije antes".
La Gran Anciana usa una minúscula fracción de su inmenso poder para cerrar
definitivamente aquella debilidad de Nate.
"Estás libre Nate"
Sonrío. Va a ser muy divertido. Sin que lo note Granchescho (que estaba
desvariando sobre las notas que le robó a la Bestia Oscura) hago un registro
telepático, encuentro tres presencias más en los alrededores, son los
hombres que vestían las armaduras que me capturaron4.
- Me voy.
- Creo que eso no será posible Grey.
Esto va a ser más dulce de lo que pensé. Con mi telekinesis recuperada rompe
mi cárcel acuosa y lanzo de paso a Granchesco contra la otra parte de la
habitación. Las alarmas empiezan a sonar. Me dirijo hacia Granchesco que
está retrocediendo incrédulo o asustado.
- ¡No es posible!. ¡No tendrías que poder usar tus poderes a no ser que yo
te lo ordenase!.
- Ahora ya no es así. Tienes suerte, no tengo ganas de matarte hoy pero no
vuelvas a jugar con mi mente o tu suerte se acabará.
- ¡No puedes irte!. ¡Me debes el estar vivo, yo retrasé tu prematura
muerte!.
- Considera la deuda saldada entonces.
Me meto en su mente sin que lo note. Descubro que estoy en las profundidades
de una montaña, no será difícil escapar. Concentro me telekinesis en mis
brazos y mando un potente golpe contra el techo hasta que noto que ya he
llegado a la superficie.
- Ciao Granchesqui, no nos volveremos a ver.
- ¡Maldito seas Grey!. ¡Me vengaré!
Asciendo a la superficie y me quedo quieto, tengo una deuda que saldar con
tres tipos en armadura que ya se acercan.
- Detente Grey o te daremos una paliza que recordarás durante toda tu vida.
- La última vez tuvisteis suerte de que estuviera muy cansado. Ahora ya no
es así.
Los tres hombres no pierden el tiempo y activan sus armas disparándome
varias descargas eléctricas que repelo utilizando un poderoso escudo
telekinético. Con suave empujón telekinético aparto momentáneamente a dos y
me concentro en el último que intenta atacarme ya con más descargas que
repelo de la misma forma que antes.
Me quedo quieto en medio del aire a más de siete metros de distancia de mi
enemigo y adopto una postura que aprendí de las pelis esas del tal Bruce
Lee. Rápidamente doy un puñetazo, como no tengo los brazos de Mr. Fantástico
utilizo mi telekinesis para reproducir el efecto sobre la armadura de mi
enemigo. Sigo insistiendo con patadas y puñetazos, todo desde una distancia
segura. Cuando veo que está cansado y aturdido me acercó rápidamente y
concentrado todo mi poder en mi puño ejecuto un uppercut destrozándole la
armadura. En ese momento dos granadas sónicas explotan a mi lado
aturdiéndome los segundos necesarios para que me ataquen con dos látigos
láser que me queman la espalda.
Estoy cabreado, pensaba divertirme un rato con ellos y luego irme. Ahora
tendré que hacerles algo de daño. Uno de ellos me vuelve a atacar con
granadas sónicas pero ésta vez creo un escudo telekinético totalmente
cerrado que impide que los vibraciones sónicas lleguen hasta mí.
"Usa tus poderes de forma más imaginativa Grey" me dice telepáticamente la
anciana
Con que imaginación, ¿eh?. Busca en la montaña alguna inspiración y la
encuentro en las rocas que levanto telekinéticamente y que ponga a girar
alrededor mía creando una especie de escudo.
"¿Y ahora cómo ves lo que hacen esos dos?" pregunta la anciana.
Sonrío. Seguro que se lleva una sorpresa. Volando cerca de nosotros
encuentro a un pájaro, ojalá supiera de qué raza es, lo controlo
telepáticamente mandándole sensaciones de que hay comida cerca y de que no
hay ningún peligro. Ahora el pájaro es mi vista.
Los dos hombres están quietos, un poco sorprendidos por mi alocada idea del
escudo rocoso. Perfecto. Una de las grandes rocas sale disparada de mi
improvisado campo hacia uno que la esquiva a duras penas, el otro no tiene
tanta suerte y la roca le impacta destrozando su armadura. Dejo caer las
rocas, quiero un combate cuerpo a cuerpo.
Me lanza un puñetazo que paro fácilmente con una mano y le agarro su puño.
Con su mano restante me lanza otro puñetazo que paro igualmente. Intenta
liberarse pero en cuestión de fuerza le gano de sobras. Tiro hacia mí y le
doy un rodillazo que traspasa su armadura. Veo como sus ojos empiezan a
quedarse en blanco y termino con una pequeña bofetada telekinética que lo
mando hacia el duro suelo.
"Bien hecho"
- Gracias. ¿Y ahora qué hago?
"Vete al pueblo que hay debajo de la montaña y compra un periódico por
favor"
¿Un periódico?. Bueno, cosas más extrañas me han pedido. Bajo hasta el
pequeño pueblo y voy directamente hasta una máquina donde hay periódicos
pero no tengo dinero, tendré que ir a otro sitio que suerte la mía.
"¿Qué haces?. ¿Por qué no coges el periódico?
- No quiero destrozar nada para cogerlo y no tengo dinero para comprarlo.
"Veo que todavía tienes mucho que aprender sobre tus poderes. Tanto el
periódico como el cristal están hechos de moléculas y las moléculas pueden
reconfigurarse con tus poderes. Prueba a hacerlo"
Por intentarlo nada se pierde. Me concentro, dentro de mi cabeza noto como
la anciana me está guiando poco a poco. Primero deshago el periódico y luego
lo filtro por el cristal para luego reconfigurarlo en mi mano.
"Página 15"
- La mala leche del Presidente de EE.UU. hace que su secretaria Legüinsky
dimita
"La columna de la izquierda"
- El lanzamiento del trasbordador Discovery se efectuará dentro de tres días
en Cabo Cañaveral según estaba...
"Vete e infíltrate en la nave si quieres venir a verme".
Pasan los dos días. Sustituir a un miembro de la tripulación no es difícil,
lo difícil es mantener engañados a los miembros de la tripulación, a los
mecánicos y a los técnicos de la sala de control. En cuanto a los cámaras es
todavía más difícil mantener mi camuflaje hecho con tierra girando
rápidamente a mi alrededor mostrando al mundo la cara de su astronauta.
Cuando me pongo el casco respiro. No había forzado tanto mis poderes desde
hacía un tiempo. Despegamos, mantengo el engaño sólo sobre la tripulación.
Nos dirigimos a la Estación Internacional.
"Bien hecho Nate, eres muy hábil"
"¿Y ahora qué hago?
"Debes cambiar de dirección y salir de la nave. Luego yo te indicaré lo que
debes hacer".
"Entendido"
Me meto en la cabeza de todos los de la nave para saber exactamente cómo
debo de proceder. Es bastante complicado, primero abro el compartimento de
carga y lanzo algunos de los componentes en la dirección que quiero. Houston
ordena rápidamente su recogida. Ya tengo excusa para salir de la nave.
El traje es bastante aparatoso y me cuesta bastante tiempo ponérmelo. Para
cuando lo he hecho ya estoy sobre el punto que quería y salgo de la nave.
- No te entretengas mirando la Tierra -dice el capitán-.
Ni en sueños miraría esa estúpida roca flotante. Me concentro más en llegar
adónde quiero.
- Te estás desviando.
- Deja de darme la lata -digo al mismo tiempo que lanzo una pequeña descarga
telepática que los dejará inconsciente para los próximos dos minutos-. Bien
anciana ¿y ahora qué hago?.
"Déjame el control de tu cuerpo".
- ¿Qué?. Ni loco, una cosa es que me guíes y hables dentro de mi cabeza y
otra cosa es que te de el control.
"Lo que pretendo hacer es demasiado complicado. Tienes que aprender a
confiar en la gente".
- La gente es falsa, te traicionan.
"No quiero discutir sobre esto. Necesito controlar tu cuerpo durante unos
instantes, luego te devolveré el control.
Aunque me niegue mucho me temo que la anciana tendrá suficiente poder para
obligarme a hacerlo.
- De acuerdo.
"Bien"
Noto como la mente de la anciana se mete en mi cabeza. A modo de prueba
intento penetrar yo también en su mente pero unas increíblemente fuertes
barreras psíquicas detienen mi avance. La anciana me controla ahora. Siento
un poco de miedo pero la anciana me calma y permite que sienta lo que está
haciendo.
Estoy en medio del espacio y noto cómo todo mi poder psiónico se está
concentrado en la mitad de la nada. Me duele, me estoy vaciando
completamente de poder, todo lo que tengo lo está usando la anciana. Empiezo
a sangrar por la nariz, la cabeza está a punto de estallarme, me mareo,
siento náuseas y de pronto veo un gran flash de luz. Hay una especie de
agujero en medio del espacio, la anciana me impulsa a él, intento alejarme
por miedo a haber caído en una trampa pero no puedo, estoy completamente
agotado y la oscuridad me traga.
1.- En el número anterior
2.- Hombre-X #18 y #19 la explicación, aunque verdaderamente el canal lo
abrió el propio Nate cuando se introdujo en la mente de Responso para salvar
a la chica y a su mismo de la amenaza de Holocausto en Hombre-X #17
3.- La Bestia Oscura murió en MarvelTopía: Patrulla-X #
4.- MarvelTopía: Hombre-X #38
NEXO TEMPORAL
Acabamos saga y para el próximo número empezaremos lo que será la trama
principal en mi participación en esta serie, es una trama muy larga pero
espero que os guste.
Ah y no es que se me haya ido la pelota en el medio del número al cambiar de
tercera a primera persona, sólo es que cuando Nate está sumido en sueños lo
narro en tercera persona mientras que cuando está en la realidad está en
primera.
Y nada más, sólo recordaros la dirección a la que podéis enviarme los
comentarios y críticas
ben_reilly@terra.es