MarvelTopia
Marvel
 
 
 
Un poder supremo en las manos de un adolescente, un pasado en una era indómita y salvaje, un cruel destino que amenaza con cumplirse... Pero ante todo un ser humano que lucha por sobrevivir en un mundo que no es el suyo.
 
X-Man

X-MAN #41
Nuevo principio
Guión: Ben Reilly

-----

Portada: Nate con sus ropas rotas, ensangrentado y caído en el suelo.

-----

Hace dos meses estaba en mi planeta natal la Tierra donde una extraña anciana alienígena me ofreció una cura para mi cuerpo, una cura que me permitiera vivir más allá de los 21 años. Pero esa cura tenía un precio, tuve que renunciar a una especie de sueño hipnótico en el que estaba sumido donde era en pocas palabras feliz. Para ir junto a la anciana tuve que infiltrarme en una lanzadera y dejarle a la anciana el control de mi cuerpo. Ojalá no lo hubiera hecho, aquella vieja me dejó seco, chupó todo mi poder psiónico para abrir una especie de portal que me trasladó a dios sabe dónde porque esa es la mejor parte, no tengo ni la más remota idea de dónde estoy.

Desperté en medio de un cuarto grasiento lleno extrañas cajas, me habían cambiado mi aparatoso traje espacial por un mono de vuelo con tres mangas. Me levanté tambaleante, con la mayor migraña que haya podido tener un hombre o mutante en toda la historia. Intenté buscar algún tipo de pensamiento con mi telepatía pero descubrió que al hacerlo sólo conseguía aumentar un poco más mi migraña. La puerta del cuarto estaba abierta así que me interné en la nave con cuidado, no quería ser descubierto tan pronto sólo que no todo salió como pensaba. Habiendo avanzado sólo unos pocos metros una especie de mano de seis dedos grasienta me tocó en el hombro. Me giré para ver a un ser con tres brazos, dos piernas y una cara ciertamente horrible.

- Nucha ta voska? (¿Qué haces aquí?)

- Eh....

- Tuki nuba toriki atrotuio! (¡Vuelve a tu cuarto inmediatamente!)

- Esto...

El alienígena al ver que no reaccionaba me cogió literalmente en brazos y me llevó hasta el cuarto donde había despertado y cerró la puerta. Lo siguiente que recuerdo es que me volví a quedar dormido por mucho tiempo debido al cansancio. Cuando me volví a despertar estaba un planeta muy extraño donde el sol brillaba fuertemente. Estaba en lo que creo que era una especie de subasta de exclavos. Me encontraba esposado con unas esposas bastante raras y que no daba forzado. Intente volver a usar algo de mi telepatía y telekinesis pero seguía sin funcionar. Entre tanto la subasta seguía con los compradores pujando salvajemente por sus piezas. Nadie me compró, no sabía si sentirme aliviado o insultado. El caso es que mis "vendedores" no parecieron muy contentos con mi trabajo así que me gritaron algo que por supuesto no entendí.

Pasaron lo que creo que fueron unas dos semanas, comía una especie de sopa rara que no quería saber lo que era pero mi organismo parecía admitirla. Llegamos a un planeta donde me dejaron tirado. Aquel planeta era poco menos que una roca, tenía atmósfera y podía respirar normalmente sin ningún problema. Después de unos pocos días mi telepatía se fue recuperando gracias a lo cual pude ir averiguando algunas cosas. Descubrí que había sido entregado a un planeta prisión donde comenzaría a trabajar en una fábrica de armas para un imperio de nombre impronunciable.

Y así llegamos a este momento. Ahora estoy trabajando en algún tipo de componente, gracias a los pequeños destellos de mi telepatía puedo entender algunas frases de los alienígenas, lo suficiente para poder hacer mi trabajo y evitar que me maten antes de que esté al cien por cien recuperado.

- Cho! Chuqui noreto chutano! (¡Eh! ¡Un maldito humano!) -dice una especie de dinosaurio gigante-.

El dinosaurio me coge del pelo y me tira de la silla donde estaba trabajando.

- Mo tolyo! (¡Te mataré!)

No sé qué he hecho para caerle tan mal la verdad. Se lanza hacia mí con una furia inusitada pero logro esquivar su ataque rodando por el suelo. Me pongo de pie y me preparo para la pelea, aprendí algo de artes marciales en la Tierra, espero que me sirvan de algo. Cuando el dinosaurio gigante se me acercó doy un salto y ejecuto una patada en el aire que le da en toda la cara. Ni si tambalea. Trago saliva, voy a quedar mal herido.

El gigantesco dinosaurio se acerca corriendo hacia mí pero antes de que llegue cae al suelo. Cerca del lugar de su caída veo a una joven alienígena con la cara amarilla y pelo azul, me está sonriendo. El dinosaurio se levanta y se encara con la chica. Hablan a gritos, no doy entendido nada. Los guardias se acercan y cogen al gigantesco dinosaurio, le ponen unas esposas especiales y se lo llevan del lugar. La joven que me ha salvado se acerca.

- ¿Estás bien?

- Sí -dijo un poco confundido al escuchar hablar a aquella alienígena inglés-.

- Eres Nate Grey, ¿verdad?

- Sí.

- Perfecto. La Gran Anciana me ha enviado a buscarte.

Supongo que se referirá a la anciana que me ha traído hasta aquí.

- Ahora no tengo tiempo de explicarte todo lo que ha pasado, tengo que irme al barracón o me llevarán a dar un "paseo". Mantente con vida y saldremos de aquí.

Sale corriendo de mi lado. Vuelvo a mi puesto de trabajo, quiero evitar llamar más la atención. El turno de trabajo termina y salimos al patio escoltados como siempre por siete guardias que esgrimen amenazadoramente sus armas contra nosotros por si se nos ocurriera la estúpida idea de escapar. En el patio puedo contemplar el planeta prisión en todo su esplendor, no sabría cómo describirlo aunque si lo tuviera que hacer lo describiría como un pedazo de roca en medio del espacio. Lo único destacable del panorama era la fantástica vista de las estrellas a pesar de la potente luz de las dos lunas que tenía el planeta.

En el patio estaba solo, nadie parecía querer acercarse a mí y pronto descubrí que todo era culpa de tres alienígenas compañeros del dinosaurio que me había atacado. Como siempre mi gran suerte me había hecho meterme con algún tipo de jefecillo o algo por el estilo, me gustaría saber porqué narices se había metido conmigo o ya puestos cómo es que aquella alienígena sabía inglés.

Meditando en esas cosas no me di cuenta de que los tres dinosaurios se me habían acercado y me estaban rodeando. Los demás reclusos se apartaron, algunos de ellos fueron a conversar con los guardias distrayéndolos de la situación, era una perfecta encerrona. Intento usar un poco de mi telekinesis pero sigo seco, mi telepatía tampoco funciona. Los tres ya están encima y preparan sus puños para golpearme.

- ¿No podríamos hablar de esto como personas civilizadas?

Recibo un puñetazo en el estómago que me impide respirar durante unos instantes, luego una pequeña patada me lanza contra el suelo. Una viscosa y fuerte cola me coge por el cuello y me lanza contra una pared. Los guardias se dan cuenta de lo que pasan, uno de ellos saca un látigo y domina a los tres atacantes, otro me coge por el brazo y me levanta de un tirón. Casi no puedo mantenerme en pie debidos a los golpes pero al guardia no parece importarle.

- ¡Triski ti turiki turni tyru! (¡No traes más que problemas, humano!).

- ¡Troska ty turiju tornoi! (¡Démosle su merecido por Argos 7!)

- Ta, Truskjy tyrjy tunbamolymba (Sí, démosle un paseo).

Los guardias me empujan hacia dentro del complejo. Allí hablan brevemente con otros guardias pero no doy captado nada de lo que quieren decir, sólo les veo coger algunas cosas que no doy identificado. Me meten por unos pasillos por los que nunca he ido. Salimos al hangar donde cogen un pequeño vehículo, a mi me meten en la parte trasera bien atado aunque de no estarlo tampoco podría haber hecho nada estando tan aturdido como estaba.

Nos alejamos de la prisión rápidamente. Por el camino los guardias conversan, cojo algo de la conversación telepáticamente que me asusta: piensan volver con menos carga y me imagino cómo lo lograrán. El vehículo se detiene a lo lejos. Me sacan, me tiran al suelo y me dan una especie de palo con muchos botones... creo haber visto esta escena en alguna película así que intento rápidamente averiguar los botones que hagan funcionar aquel chis me. Lo consigo en un par de intentos, la tierra se va apartando poco a poco y voy cavando un agujero, mi propia tumba, que macabro y que hijos de **** hacérmela cavar y más cuando unos dinosaurios evolucionados acaban de propinarme una pequeña paliza (y hay que ver la fuerza que puede tener un tiranosaurio).

¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? Yo sólo quiero ser un chico normal, que viva más allá de los 21 años. Por eso me dejé guiar hasta este lugar, para poder curar mi cuerpo y en cambio ahora voy a ser pasto de gusanos alienígenas. ¿Es que a alguien allá arriba ha marcado con una equis la casilla de joder a Nate Grey? Vaya mierda de racha llevo y ahora me acaba de tocar el premio gordo, sin telepatía ni telekinesis frente a dos alienígenas feos sacados de alguna película de bajo presupuesto pero con armas muy molonas deseosas de hacerme pasar al otro barrio. Bueno, podría ser peor, no sé cómo pero seguro que los hijos de **** de allá arriba encuentran alguna manera de hacerlo. Por lo menos podrían enviar un ángel.

- ¡Tuka! (¡Para!)

Un ángel no estaría mal, armado con dos pistolitas para cargarse a los malos.

- ¡Tuki Turika! (¡Date la vuelta)!

Los dos guardias preparan sus armas. Y entonces ocurre, a lo lejos una explosión distrae a los guardias, cerca una moto deslizadora se acerca disparando. Los guardias me dejan en paz y atienden al nuevo invitado que sigue disparando, buscan cobijo en las rocas cercanas y comienzan a devolver el fuego. La moto se dirige hacia una pequeña roca que utiliza como trampolín para saltar sobre los dos guardias, una de dos o el piloto es muy bueno o está como una cabra. Aterriza con un pequeño golpe, se gira rápidamente y como si lo hubiera hecho millones de veces agarra su pistola y de dos tiros certeros elimina a los guardias. El piloto detiene la moto justo delante de mi, lo suficientemente cerca para que me de cuenta de que es una piloto y no un piloto. Bueno, no tiene pinta de ángel pero me conforme con que los de allá arriba se acuerden de que existo para lo bueno también.

- Nate, despierta

Era la alienígena que me había salvado hacía unos minutos. Ahora, sin tanto guardia al lado y con un mono más ceñido estaba... eh... impresionante :)

- ¡Nate! Tenemos que darnos prisa, cuando me di cuenta de que te habían mandado a pasear tuve que adelantar mi plan de fuga.

- ¿Plan de fuga?

- ¿Crees que esa explosión ha sido natural? Venga, tenemos sólo tres minutos antes de que los guardias empiecen a mermar a los presos.

Me subo corriendo a la moto deslizadora. Creo que se me ha olvidado preguntar algo.

- Me llamo Nyriliam.

Eso es lo que se me olvidaba. Nyriliam arranca a gran velocidad, tanta que me es casi imposible mantenerme sobre la moto. Llegamos a la prisión en un abrir y cerrar de ojos. La explosión que había causado Nyriliam era mucho más que eso, sin saber cómo había soltado a la mayoría de los presos y éstos atacaban ahora ferozmente para ganar su libertad.

- ¿Cómo vamos a salir de aquí? -pregunté-.

- Tengo una nave escondida en una de las lunas, sólo tengo que llamarla y vendrá inmediatamente.

- ¿A qué esperas?

- Antes tenemos que destruir los defensas antiaéreas o nos quedaremos sin nave en un abrir y cerrar de ojos... además en este antro hay demasiados criminales como para dejarles escapar así como así. Y ahora agárrate, vamos a entrar... dispara a todo lo que se mueva.

Nos dirigimos hacia la verja electrificada de la entrada. Nyriliam hace levitar un par de metros su moto al tiempo que nos dirige hacia un pequeño altillo desde el cual saltamos y pasamos la verja. Comienzo a disparar como me dijo, la verdad es que poca gente nos presta atención porque ya tiene sus propias peleas así que nos es fácil llegar hasta el interior del complejo donde nos bajamos de la moto. Casi toda la pelea se está realizando fuera por lo que sólo tenemos que deshacernos de cinco tipos antes de llegar a una gran sala donde nos espera una resistencia mayor que nos hace escudarnos en la pared.

- ¡Esa es la sala de control! Si destruimos los ordenadores podré llamar a la nave e irnos de esta roca.

- Hay siete guardias apostados disparándonos. ¿Cómo vamos a hacerlo?

- Tú cúbreme que yo haré el resto.

- Pero...

No me da tiempo a protestar, Nyriliam se levanta y se tira al suelo rodando con la caída. Yo salgo de la protección que me da la pared y comienzo a disparar a diestro y siniestro sin preocuparme por apuntar. Nyriliam se levanta y derriba a dos guardias de dos disparos. Vuelve a tirarse al suelo y rodando se acerca hacia una consola a la que dispara desde cerca.

- ¡Hecho!

- Bien Urghhhh

Un disparo me alcanza en el hombro, no es nada grave, el calor del láser ha cauterizado la herida... pero escuece mucho. Nyriliam vuelve a levantarse y corre hacia donde estoy disparando y matando a resto de los guardias. Me mira la herida.

- No es nada, un poco de piel sintética lo arreglará todo. Ahora vayámonos.

Corremos hacia el patio de recreo donde la fuga prosigue su curso aunque ahora los guardias parecen tomar ventaja y controlar a los presos.

- ¿Dónde descenderá la nave? -pregunto-.

- En el hangar.

- ¡Eso está al otro lado del patio!

- Exacto. Tendremos que ser muy rápidos pero no te preocupes, les distraeré con algo.

Nyriliam cierra los ojos, al principio no me entero de nada pero poco a poco veo cómo guardias y presos van creando inconscientemente un pasillo hasta el hangar.

- ¡Eres telépata!

- Sí y ahora calla y corre, no podré distraerles durante mucho más.

Corremos, mantengo el arma cerca de mi y asumo una función de protección sobre Nyriliam quien corre despacio y bastante estresada por tener que mantener la concentración. Llegamos a la puerta del hangar y la abro, una nave se mantiene flotando a dos metros del suelo. Cojo una escalerilla y la pongo donde Nyriliam me indica que es la entrada.

- Démonos prisa.

De pronto una garra golpea a Nyriliam que cae al suelo aturdida. El atacante es el dinosaurio que me atacó antes.

- Chutano! (¡Humano!)

- Esto... no tenemos porqué discutir.

Lanza una de sus zarpas contra mí que esquivó hábilmente lanzándome hacia el suelo. Apunto mi arma y disparo pero se mueve demasiado rápido y el disparo sólo le roza. Con su cola me quita el arma de las manos. Salta sobre mi pero ruedo y lo esquivo, me levanto y le doy una patada en todo el estómago, o lo que creo que es el estómago. Se ríe, me enfado, le golpeo salvajemente una y otra vez pero no parece hacerle nada. Para uno de mis puñetazos con sus garras y me alza por encima de su cabeza para luego tirarme contra unas cajas. Se acerca corriendo a mí y comienza a darme patadas seguidas. La boca me sabe a sangre, los ojos se empañan con el rojo de la misma, croe que no voy a poder pararle. Nyriliam se levanta tambaleándose.

- ¡Quieto!

El dinosaurio parece obedecer pero lucha contra la orden mental de Nyriliam quien parece estar a punto de estallar.

- Chutano cujiko toporo tao! (¡El Humano tiene que pagar!)

- Chasca no taorito yumu toporo tao! (¡No está relacionado con Argos 7!) -dice Nyriliam-.

Ojalá me enterara de algo. El gran dinosaurio se libra de la orden mental de Nyriliam y se abalanza sobre ella. Yo me levanta tambaleándome, la vista se me nubla pero tengo que ayudar a Nyriliam, si tuviera sólo un poquito de mi telekinesis. Me concentro todo lo que puedo, intento reunir un pequeño golpe, sólo con un poco me llegaría. Llego hasta nuestro atacante... venga, sólo un destello... le golpeo. Sale volando cinco metros antes de estrellarse contra al pared. Vaya, puede y sólo puede que mi suerte haya cambiado.

- ¿Nos vamos? -pregunto?

- Nos vamos, a ver si puedo curarte un poco.

-----

PRÓXIMO NÚMERO: ¿Dónde está Nate?¿Para qué ha venido hasta aquí? Pues si leéis el próximo número tendréis un avance de ello.

-----

NEXO TEMPORAL

ben_reilly@terra.es

 
 
   
www.marvel.com
(1) All characters and the distinctive likenesses thereof are Trademarks of Marvel Characters, Inc. and are used with permission.
(2) Copyright © 2003 Marvel Characters, Inc. All Rights Reserved.