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Un poder supremo en las manos de un adolescente, un pasado en una era indómita y salvaje, un cruel destino que amenaza con cumplirse... Pero ante todo un ser humano que lucha por sobrevivir en un mundo que no es el suyo.
 
X-Man

X-MAN #42
Sufrimientos dispares
Guión: Ben Reilly

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Portada: Nate desnudo y hecho un ovillo en medio de la nada. (Dedicada a Forkys, ya puedes soñar con Nate desnudo :P)

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Mi nombre es Nate Grey, soy el ser psiónico más fuerte de la Tierra. Ahora mismo eso no vale nada. No sé dónde estoy, no sé ni siquiera si estoy vivo o no. Lo último que recuerdo es estar en Traxia, un pequeño planeta donde me encontré con un Gorun, un extraño ser conocido también como ladrón de almas. El Gorun atacó a un niño pequeño, de dos años de edad. Creo que estar con tantos héroes en la Tierra me ha afectado al cerebro porque corrí en su ayuda y después entre aquí.

¿Y dónde es aquí?. A mí también me gustaría saberlo. Aquí es... la nada, o algo así. Es más bien una sensación que un lugar, es como tener una bolsa de plástico en la cabeza y estar ahogándote cada segundo pero no poder morir. Es estar encerrado en una prisión y no poder salir... y gritar, gritar pidiendo ayuda y no recibir respuesta. Es estar en la soledad absoluta, en la angustia vital más grande que el ser humano pueda estar. Y es sentir el paso inexorable del tiempo e intuir que nunca acabará, que nunca habrá una liberación definitiva; que cada segundo, minuto, hora, día, semana, mes, año de tu vida vas a estar así y que nunca cambiará, que nunca hallarás el descanso. Es en definitiva, la ausencia de la fuerza motora del Universo, la ausencia de esperanza y la presencia de la más desgarradora desazón, la más poderosa angustia vital.

¿Cómo llegué aquí?. Buena pregunta. Después de que Nyriliam me rescatara del planeta prisión donde me encontraba me curó en su pequeña nave donde también pude descansar y recuperar fuerzas tras el gran viaje espacial que me había pegado. Cuando tuve fuerzas necesarias entablé una conversación con ella. Al principio todo iba bien, ella me contaba cosas sobre este rincón de la galaxia mientras yo escuchaba. Descubrí que ella también era telépata y que era algo así como la tercera gobernadora de su planeta. No lo entendí muy bien la verdad, me dijo que su abuela, su madre y ella eran las tres gobernantes. Cuando ella tuviera una hija tendría que matar a su abuela para que su madre pudiera ocupar su escalafón de gobierna y ella ascendiera. Era un poco complicado y al principio me parecía un poco bárbaro pero bueno, pensándolo bien, en la Tierra hay gente que mata animales por diversión o que realiza rituales salvajes con personas. Y además, ¿quién soy yo para juzgar una cultura que sólo conocía desde hacía unos minutos?.

Nyriliam siguió con su explicación. La verdad es que parecía estar recordando cómo era su planeta en voz alta que contándome cómo era. Describía grandes praderas con animales exóticos, ciudades de cristal que reflejaban la luz del sol en un gran lago creando un precioso efecto... o al menos eso decía ella, la gente tiende a exagerar cuando habla de lo suyo.

- Y entonces ¿qué haces aquí perdida en las infinidades del espacio? -pregunté sarcásticamente. A veces nunca pienso lo que digo, vale muchas veces pero bueno, es mi forma de ser, vosotros seguro que sois peores-.

- Mi pueblo tenía viejas leyendas, de tiempos más oscuros en esta parte de la galaxia. Ya sabes, el tipo de cosas sobre hombres del saco y tonterías semejantes. Había una muy especial, bastante extendida entre mi pueblo. Trataba sobre los Gorum, una especie de esclavistas muy especiales que se llevaban tu alma a sus gigantescas naves. Imagínate mi sorpresa cuando una de esas naves aparece en mi planeta y descubro que mi madre y mi abuela llevaban años preparándose para luchar contra ellos.

- ¿Y ganasteis? -a veces, sinceramente, querría que alguien me apuñalara. Menos mal que no soy psiquiatra, con mi tacto mis pacientes acabarían rápidamente la terapia... probablemente como adorno del suelo-.

- No. Nos confiamos. Nuestra fuerza de ataque no fue suficiente contra una de sus naves y mi madre y abuela activaron su última arma, un pulso electromagnético gigantesco. Todas nuestras naves y su nave se quedaron totalmente paradas en el espacio, cayendo hacia la atmósfera. Pensábamos que habíamos ganado pero claro, los Gorum eran algo más que una sola nave y más de sus naves llegaron y nos hicieron presos. Mi madre y mi abuela me sacaron del planeta y desde entonces esta nave se ha convertido en mi casa y mi hogar.

- Sé lo que es perder un hogar -dije sobriamente-. Pero dime, ¿cuándo iremos a ver a la Gran Anciana?.

- Eso será más difícil -me dijo y en ese momento comencé a ponerme nervioso. Vale que me había salvado, vale que telepáticamente me había transmitido su idioma y varios conocimientos básicos sobre su galaxia pero soy desconfiado por naturaleza, aunque ver ahora todo esto me da una nueva perspectiva de las cosas y de cómo soy-. No sé dónde está la Gran Anciana.

- ¿No lo sabes? -murmuré a medio camino entre el enfado y el cabreo-.

- La Gran Anciana siempre se ha comunicado conmigo telepáticamente. He intentando rastrearla pero nunca consigo cazarla.

- ¡Genial!. ¡Simplemente genial!

Me levanté muy enfadado y tirando varios objetos que había en la mesa donde estábamos. Ciertamente soy muy irascible, debería hacer yoga o algo por el estilo, antes de irme de la Tierra estuve ojeando unas revistas que... bueno, a nadie le interesa esto.

- ¡Eh!. Esas son mis cosas, si quieres hacer algo piensa en cómo vamos a detener a los Gorum

- ¿Detener a los Gorum?¿Qué te hace pensar en que voy a hacerlo?.

- Para eso te trajo la Gran Anciana, ¿no?.

- Teníamos un trato, ella me curaba y yo la ayudaba. Por si no lo sabes me estoy muriendo -es raro que no lo sepa, se lo voy contando a todo el mundo. Debería plantearme el poner un anuncio en algún periódico para no tener que volver a repetirlo-. Mi cuerpo no puede albergar -allá vamos otra vez- las energías psiónicas que tiene y dentro de poco se colapsará -cada vez me sale mejor, la próxima vez creo que lo haré más dramático-.

- Como quieras. Pero en el próximo planeta te apeas de mi nave, no quiero llevar a inútiles conmigo.

- Perfecto -murmuré enfadado-.

En esos momentos estaba realmente enfadado. La verdad es que estaba y estoy harto de que la gente me manipule para que haga cualquier cosa ya sea algo malo o para salvar a la galaxia de una raza peligrosísima. ¿Qué me debería importar a mi que los Gorum fuesen esclavizando almas?. Eh, no me miréis así. Vosotros hacéis dietas mientras otros no tienen qué comer o dejáis que un dictador masacre a una población y seguís tranquilamente con vuestras vidas. En fin... ¿por dónde iba?. Ah sí, durante el resto del viaje no abrimos la boca, la verdad es que no tenía mucho que decir, estaba sumido en mi profundo cabreo con el Universo. Lo único que me dijo Nyriliam en todo el viaje es que habíamos llegado a Traxia. La verdad es que como planeta era una birria, parecía un pantano con excesiva vegetación que amenazaba con destruir unas ciudades protegidas por varios campos de fuerza.

- Bonito planeta -qué bien miento pardiez-.

- Soy telépata, niño, sé que este planeta no te parece gran cosa y en realidad no lo es, no tiene casi industria propia, no tiene atracciones turísticas, no tiene ni siquiera ejército.

- ¿Entonces qué haces aquí? -pregunté. Creo que es la pregunta más inteligente que he hecho en los últimos meses-.

- Lo creas o no fue uno de los primeros planetas en establecer relaciones diplomáticas con otros planetas de la zona... hace mucho tiempo. De esas primeras relaciones ha conseguido amplias amistades con planetas más poderosos como Knilkj. Si consigo convencer a los traxianos de que me ayuden otros planetas se unirán casi instantáneamente a mi causa. Pero de todos modos ¿a ti qué te importa?. Pensaba que todo esto te daba igual

- Tienes razón. Me da igual.

Me diera igual o no la verdad es que estaba bastante perdido así que acompañé a Nyriliam. Su visita a los traxianos no fue en vano, aquel planeta perdido de la mano del creador parecía saber qué clase de amenaza era los Gorum y accedieron a hacer de mediadores con otros planetas para hacer frente común contra los ladrones de almas. Todos parecían bastante atemorizados y yo me sentía bastante estúpido por no entender nada de lo que allí pasaba. No queriendo llamar mucho la atención salí a dar un paseo por las calles del planeta, la verdad es que el planeta estaba en una decadencia bastante acusada. Por lo que pude saber, la vegetación crecía abundantemente y los campos de fuerza requerían un costoso labor de mantenimiento que el planeta apenas podía costear.

- Si todo esto es tan infernal como parece... ¿por qué diablos os quedáis aquí? -pregunté a un tendero del mercado de la ciudad-.

El tendero me miró extrañado como si hubiese hecho la pregunta más estúpida del mundo (evidentemente se equivocaba, la pregunta más estúpida del mundo ya la había hecho un poco antes de llegar a Traxia)

- Porque es nuestro hogar y nadie nos va a echar de aquí.

Su hogar... el único hogar que llegué a considerar como tal fue barrido de la realidad y nunca más podré volver a él, tampoco es que me importe mucho, era un verdadero infierno... pero era mi infierno.

Caminé un poco más sintiéndome un poco melancólico, yo jamás podría conseguir un hogar gracias a mi carácter y a mi suerte. Y hablando de la suerte escuché un chillido al fondo de la calle, delante de donde Nyriliam estaba. Allí había un chico que parecía estar siendo atacado por un tío de dos metros con la cara amarilla y llena de arrugas. Los guardias se acercaron pero al ver al atacante recularon. Yo me acerqué.

- ¿Qué pasa aquí? -pregunté-.

- Es... un Gorum.

Sí, era un Gorum y estaba bastante interesado en el chico por alguna misteriosa e insondable razón. En su mano tenía una esfera brillante que abrió por la mitad. El chico comenzó a gritar de dolor. Entonces ocurrió algo, noté cómo la mente del chico estaba empezando a separarse violentamente de su cuerpo lo cual no tenía mucho sentido si el chico no era un telépata. Intenté ayudarle, quería utilizar mis poderes para anclar la mente del chico a su cuerpo físico pero cuando lo hacía la misma fuerza que le atraía a él me atrajo a mí y entre en este lugar, en la nada más absoluta.

Bien... bien... ahora que os he contado la historia a vosotros, oh seres no existentes fruto de mi loca imaginación, ya no tengo nada que hacer más que esperar y esperar... quizás debería volver a contarla para entretenerme. Un momento, ¿y esa luz?.

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- Nate... despierta, despierta

Me despierto. Creo que estoy de vuelta en la nave de Nyriliam pero no estoy muy seguro, la cabeza me da demasiadas vueltas para pensar.

- ¿Qué ha pasado?.

- Entraste en la mente del chico justo en el momento en el que el Gorum intentaba apresar su alma. En pocas palabras tu mente se enganchó a la del chico, estabas fusionado mentalmente con él y no podías escapar.

- Pero no estaba en la mente del chico. Era un lugar extraño...

- Era la nada más absoluta. Es lo que siente un alma cuando es capturada, tú sentiste eso mismo porque tu mente estaba fusionada con el chico. Tardé varias horas en poder rescatarte.

- Bien... gracias... ¿Y qué fue del Gorum?.

- Llamó a sus compañeros -al decir esto, los ojos de Nyriliam se volvieron cristalinos como el agua-. Ahora Traxia ya no nos puede ayudar.

- Habrá otros planetas.

- Sí pero... no puedo dejar de pensar en lo que esas personas están sufriendo, tu deberías saberlo mejor que nadie.

- ¿Todas las almas que capturan sufren tanto?.

- Sí, cada persona que capturan, cada persona que muere a manos de los Gorum es una alma que ellos capturan y que pasará la eternidad sufriendo sin poder descansar jamás.

- Nadie debería sufrir tanto. Tendremos que acabar con ellos.

- ¿Tendremos?.

- No voy a permitir que esos mal nacidos hagan sufrir a todo el Universo por sus ansias de conquista. Esto se va a acabar aquí y ahora, no saben a lo que se enfrentan.

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PRÓXIMO NÚMERO: Nate y Nyriliam comienza su carrera para intentar convencer a todos los planetas posibles para luchar contra los Gorum, pero no todos están dispuestos a colaborar.

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EL CORREO DE LA SEGUNDA SERIE QUE NADIE LEE.

La primera es Star Wars por si os lo preguntáis :P

Holadola

En fin, vamos con los comentarios que ha tenido la serie en la lista de guionitas. Empezamos con Forkys (qué miedo). Comenta los 3 primeros números, de los dos primeros dice que no pasa nada lo cual es en parte cierto, como bien dice después sirve de resumen de todo lo ocurrido. Luego, para que no lo mate :P dice que me lo puedo permitir porque esos números se sacaron muy seguidos... cosas de Chuck, escribo un número y ya lo saca, excepto los de Star Wars y más concretamente el último que cuando salga ya s habrá extrenado Minority Report de la cual yo no sabía nada... lo juro (eh, este es el primer crossover entre correos, si no os enteráis de nada leed Star Wars #7 y sabréis de lo que hablo) en fin... estaba diciendo que entre el primer número y el segundo pasan como seis meses de escritura, cosas de tener que esperar a que Xumer dejara la serie :p

Del tercer número dice que la Gran Anciana es tía May... sí, realemnte Forkys está obsesionado con las viejas muertas... tsk, deberías hacértelo mirar seriamente y si por si te sirve de algo hay un What If? en el que tía May hace todas tus fantasías realidad :P Ah y Granchesco, el tío este que tendría que ser Siniestro pero que no fue :), no saldrá en un futuro cercano, vamos hasta que Nate vuelva a la Tierra y eso será MUY difícil de que ocurra... ¿Por qué?. Ah leeros la serie :P Para acabar dice que parece que tengo una historia (en realidad varias) y echa de menos al CFI que supongo que ahora estará en la Patrulla-X y al Juggernaut de secundario. Lo de Cain era chungo metelro, la nave de Nyriliam es muy pequeña y si ponía a Cain se desnivelaba :P

En fin nada más, comentarios y demás a

ben_reilly@terra.es

Ciao

 
 
   
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