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Unidos por el destino, separados por la naturaleza. Entre la amistad y el odio, el bien y el mal discurren las aventuras del mas extraño grupo héroes...
 
Ultimate Defensores

ULTIMATE DEFENSORES #4
El Arbol del Conocimiento IV
Imágenes del pasado

Guión: T-Reilly
Dibujo: Frank Quitely

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PORTADA: La portada muestra a la Gata Infernal liderando su grupo, de cinco soldados, de frente, miran al espectador, todos con cara de asombro, mientras mantienen sus armas en las manos.

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Año 1132.

Abadía de SaintDamien, en algún lugar perdido de la frontera Franco holandesa.

Hace horas que la noche inundó hasta el ultimo rincón de la abadía. Como la sangre corre en nuestras venas, extrañas figuras se deslizan por la escarpada superficie de la basta construcción.

Afiladas garras, de aspecto monstruoso, se clavan a lo largo y ancho de la fachada. Tensos músculos se apoyan en ellas, para trepar, hasta la zona más alta de la construcción.

La piel; fría y de aspecto rocoso, es descrita por gotas de sudor, en la carrera de dos de estas extrañas figuras...

-¡Vamos anciano!, ¡¿Acaso es verdad que eres demasiado viejo para competir?!...Ja ja ja...

Una sonrisa de sarcasmo acompaña las palabras que acaba de pronunciar una de las monstruosas figuras, que se adelanta trepando, a su compañero.

Un Rugido. Las garras se clavan cada vez mas hondo en la yerma piedra, los tendones se tensan y los músculos se contraen.

La gárgola más anciana, que avanzaba en segundo lugar, toma la delantera... la carrera va terminar.

La primera figura llega hasta la almena mas alta del castillo y con un rugido feroz anuncia su victoria, a la vez que exime una pose triunfal; de brazos abiertos al cielo y tenebrosas alas expandidas al viento.

En aquella noche, en que las estrellas murieron, la luz de la Luna recorta la figura triunfal y apabullante de Isaac, que tras su celebración sonríe, extendiendo la mano a su joven compañero.

-Que la arrogancia nunca enturbie la experiencia, mi joven Tobías.

-Así será mi señor. -Añade resignado, el joven gárgola, que también extiende sus alas y ruge a la noche.

La duda enturbia por un instante la felicidad del momento.

-Maestro; ¿Por qué hemos de ocultarnos de los humanos?... -Pregunta apesadumbrado Tobías. -... ¿Por qué vivir en la noche?... ¿Por qué somos menos que ellos, siendo mas poderosos?.

Pregunta con indignación la joven e impetuosa gárgola.

-El mundo se rige por muchas normas y reglas extrañas... la historia nos cuenta como hemos de vivir... -Explica detalladamente Isaac. -... por que es nuestra obligación proteger a los hombres del mal de los cainistas.

El joven guerrero mira a su maestro con rabia y orgullo contenido, para exclamar:

-Durante el día, mientras descanso, en los altos torreones atestados de heces de palomas o en los oscuros sótanos donde dormitan las ratas y demás alimañas, que roen mis alas, sueño... sueño con el día en que los vampiros perezcan a nuestros pies..

Tras esto salta al vació, para planear con sus grandes alas extendidas, ante la atenta y preocupada mirada de su mentor.

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New York, hace dos días.

Edificio Richmond, sede de Empresas Richmond.

El edificio Richmond esta compuesto de cuatro torres de cristal. En el centro de estas se alza, a unos quince pisos de altura, un gigantesco ecosistema donde plantas, representantes de las especies mas extrañas del mundo, tienen su hogar. Entre tanta belleza natural se encuentra la pista de aterrizaje privada de Kyle Richmond.

Los motores de un helicóptero comienzan a rugir, haciendo vibrar los cristales de las estancias más próximas. Las hélices, en movimiento, comienzan a provocar un suave contoneo en las copas de los árboles más cercanos.

El piloto ultima el aparato para su inminente despegue, hacia el aeropuerto Kennedy.

Ante la pequeña escalera, que se extiende a la entrada del aparato, Isaac se mantiene firme y atónito, ante aquel avance de "la magia", para él.

-¿Qué ocurre Isaac?. -Pregunta amablemente Patsy Walker, desde el interior del Helicóptero.

-¿Es preciso subir a lomos de este pájaro de metal, Mis Walker?. -Pregunta la gárgola, entre el miedo a lo desconocido y la extrañeza.

Patsy sonríe y asiente, mientras indica a su compañero que suba bordo con un gesto de su mano.

-En primer lugar; no es un "pájaro de metal", es un helicóptero y es un transporte. -Aclara la joven. -Además no iremos en su lomo, sino en su interior, ¡ha!... y por favor, no me llames Mis Walker, sino Patsy.

Finalmente la joven convence a su acompañante de que suba al helicóptero a regañadientes, cuando una ultima pregunta es lanzada por Isaac, junto con el despegue del aparato:

-Mis Walker... ¿Por qué lleva ese extraño atuendo?, Parece un gato.

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Desde las alturas, el piso treinta, en el punto mas alto de las cuatro torres, el lugar mas elevado del Edificio Richmond, su presidente observa como se inicia el viaje de sus compañeros. Tras los oscuros cristales de su despacho se inquieta por el incierto destino de estos. En unos instantes el aparato se pierde entre las nubes, ocultándose a los ojos de Kyle Richmond.

Alguien acompaña a Kyle deambulando por la estancia, a espaldas del presidente.

-¿Noticias de la Dra. Extraño?. -Pregunta a su visitante, Kyle Richmond.

-Negativo señor, la Dra. no se a comunicado con nosotros, desconocemos si de verdad esta en Jerusalén.

Kyle se gira lentamente, manteniendo su postura, de brazos cruzados en la espalda. Una mirada fría es lanzada a su subalterno, que traga saliva, mientras su sangre de hiela ante tal mirada.

-Bien, seguid vigilando la casa de la Dra. y a su sirviente, retírate. -Añade Kyle mientras se vuelve de nuevo hasta su posición original, frente a la ventana.

El sonido de la puerta al cerrarse, tras la salida del asistente de Kyle, se pierde en el ensordecedor silencio en el que, el presidente de Empresas Richmond, permanece.

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Algún punto de Israel, cerca de Jerusalén, ayer.

El sol lanza sus últimos rayos a través del horizonte, su ocaso se aproxima y la luz brilla mas fuerte antes de apagarse, como una vela que agoniza.

Los últimos rayos solares se cuelan por los ruinosos muros de aquella antigua sinagoga. La historia del mundo se escribe sobre añejos pergaminos, que duermen olvidados en el interior del templo. Una mano enguantada recorre los pergaminos, surcando la historia desde la creación del mundo... narran la historia de un hermano asesinado por su propia sangre y un hijo condenado a vivir alimentándose de ella. Un corazón latiendo en un cuerpo muerto...

-... El corazón de la oscuridad... la puerta a otros mundos... el anciano uso su poder para viajar al infierno... seis almas profanadas... Set portador del conocimiento.

La mano que dictaba la historia a sus ojos, se cruza con su gemela en el pecho de la Dra. Extraño.

Mientras levita, en lo mas alto de aquel templo, habla en voz baja, como susurrando al oído de un compañero invisible.

-Set, el hermano de Caín, visito el árbol del conocimiento y aprendió los secretos del mundo, de mano de los ángeles...

El suelo comienza a vibrar, las paredes siguen el insinuante contoneo, que va creciendo a medida que asciende por la construcción, amenazándola con la destrucción.

Un temblor, ¿un terremoto?. Que extraño.

La mirada de Laura Extraño se centra en el techo derruido de aquella sinagoga, una abertura a modo de claraboya, por donde puede ver el cielo, que se torna rojizo con el atardecer. El vuelo de la Dra. surca el interior del templo hasta alcanzar el exterior por dicha abertura.

El rojo del cielo lo inunda todo y el temblor que cada vez crece mas, amenazando todo el templo. La alarma cunde en el pequeño pueblo cuando maquinas de guerra comienzan a surgir del mar, tomando el perímetro del templo. La milicia comienza a tomar posiciones, en su incesante aparición de...

Militares israelíes, armados hasta los dientes y acompañados de carros de combate siembran el pánico entra la gente de aquel tranquilo pueblo. De forma espectacular los soldados comienzan a surgir entre el polvo que levantan los tanques, tomando posiciones, dando paso a una figura femenina, mas espectacular si cabe.

A diferencia de los uniformes que visten las tropas, la figura d ela mujer destaca entre los demás. Su indumentaria es casi cubierta por una larga capa de color azul, cuya capucha deja caer mostrando el bello rostro de una mujer, que mantiene su negro y rizado pelo recogido en una cola. La mujer viste un traje ajustado de color blanco, con botas altas azules, los cuales apenas se asoman bajo la capa.

Todo es silencio por unos segundos.

Hasta que un grito, es lanzado a la noche por la mujer, mientras alza mano indicando a su tropas que se preparen para un ataque.

Luego Caos y oscuridad.

Nada mas alcanza a ver Wong. El Orbe de Agamoto se vuelve oscuro y la preocupación le inunda, la incertidumbre sobre el bienestar de su señora, amada en secreto, hace que su cuerpo tiemble y se convulsione, allí en la soledad del estudio de la Dra. Extraño, en Greenwich Village.

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Abadía de SaintDamien.

Hoy.

Hace horas que caminan por los lóbregos pasillos de aquella misteriosa construcción. Los interiores del castillo discurren por las entrañas de la montaña, que se alza anexa a tan extraño lugar. Construido en el interior de esta, la montaña ocupa toda la facha este.

Los pasillos y estancias de aquel extraño lugar resuman humedad, soledad, abandono y algo misterioso que parece flotar en el aire, inundando el ambiente.

Isaac camina al frente de la comitiva. Con expresión nostálgica guía a sus acompañantes a través de aquellos pasillos, en los que, hace solo unos días, discurría su vida, pero no han sido días, sino siglos.

Tras él camina Patsy Walker, jefa de seguridad de la Corporación Richmond y asistente de su presidente; Kyle Richmond, dueño de aquella misteriosa edificación y precursor de la expedición. Enfundada en su traje especial de combate, Patsy dirige las tropas de seguridad, que caminan tras ella, bajo el nombre de Gata Infernal.

-¿Hacia donde nos dirigimos, Isaac?. -Pregunta sobriamente la mujer.

-Vamos hacia la biblioteca, el señor del castillo hacia trabajar a los eruditos allí.

De entre el grupo de cinco soldados que les acompañan, sobre sale una voz:

-¿Eruditos, en que?. -Pregunta una voz escéptica entre el grupo.

-¡Calla Ramírez¡. -Censura rápidamente Gata Infernal.

Tras horas caminando en la oscuridad, que rompían las linternas, en ese justo momento el grupo se detiene tras hacerlo su guía.

-Los eruditos trabajaban día y noche traduciendo antiguas escrituras, viejos tratados de magia... muchos morían al liberar en su ignorancia espíritus malignos, todo para descifrar el poder del Corazón de la Oscuridad.

Tras estas palabras Isaac emite un rugido de esfuerzo a la vez que empuja con sus garras algo en la oscuridad.

Un gran pórtico se abre, cegando por breves instantes a sus acompañantes.

-En este lugar el tiempo y el espacio fluyen de manera distinta que en vuestro mundo... cuidado.

Y tras la advertencia de Isaac el portal se cierra nuevamente tragándose a los visitantes.

La Gata Infernal, activa unos sensores ópticos en su mascara que le permite observar la zona, mientras sus compañeros permanecen cegados.

-¡Preparad las armas¡, ¡Mantened la formación!.

El grupo se mantiene unido tras las ordenes de su intrépida líder.

Poco a poco sus ojos vuelven a ver bien, atónitos observa como a su alrededor se extiende un lugar mágico. La sala no parece tener principio o fin, sus paredes son estanterías repletas de libros que se alzan hasta el infinito, en el que se pierden al elevarse. Bajo sus pies no existe piso y un mar de estrellas brillan bajo ellos.

-¡¿Isaac donde estamos?!. -Grita Gata Infernal.

Isaac se adelanta misteriosamente, al extender su brazo una bruma se levanta a sus pies, esta comienza a subir haciéndose tangible con la forma de un pequeño pulpito de madera.

-Como ya te dije estamos en la biblioteca, aunque quizás no es lo que en vuestro mundo se conoce como tal... -Isaac sube el pequeño y único escalón que precede el pulpito, mientras recita extrañas palabras en un idioma desconocido, para luego proseguir la explicación. -... Nos encontramos en un nexo interdimensional, aquí confluyen varias dimensiones, miles de mundos... el conocimiento de infinitas civilizaciones extintas o aun por nacer.

Tras poner su zarpa sobre el pulpito un escalofrió recorre su cuerpo, presiente en sus entrañas un cambio que le retuerce de dolor, aunque en su mente sabe que esta sensación no es ajena ni desconocida.

Cambio...

Los gritos de dolor lanzados por Isaac alarman a sus compañeros, que no pueden moverse paralizados en aquella extraña sala, con parte de la extraña bruma, flotando a sus pies.

Patsy grita impotente el nombre de su compañero, al verlo retorcerse de dolor.

-Tranquila, me dispongo a viajar y el tiempo se ha detenido para ustedes como efecto, esto es solo un cambio transitorio. - Se retuerce de dolor. -Averiguare donde fue el corazón.

Un nuevo grito de dolor aun más terrible hace temblar a sus compañeros. La gárgola siente como sus órganos se reestructuran en su interior, como sus músculos cambian, su piel grisácea cae a jirones arrancada por sus propias uñas.

De nuevo un grito de Patsy que llama a su compañero. La gargola ya no esta como tal, una figura humana se alza allí donde estaba el monstruo. Su cuerpo desnudo, es recorrido por sus manos, como descubriendo algo nuevo.

El hombre se pone en pie, una sonrisa dedicada a Patsy, atónita, luego un giro hacia el pulpito, donde se alza un libro en el que lee mientras las imágenes toman forma en su mente.

-¡¿Quién es ese tipo Gata Infernal?!, ¡¿Dónde esta la gárgola?!.

-No lo sé Ramírez... no lo sé. -Responde nerviosamente la joven.

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Sala del Trono. Año 1132.

Camina por el patio de armas, a derecha e izquierda transcurre la batalla. Los templarios luchan encarnizadamente contra los pocos guerreros que aun quedan en la fortaleza. Cuando todos han muerto las gárgolas escapan de la oscuridad que es su prisión, la batalla renace de nuevo.

Su cuerpo; desnudo, vaporeo y translucido le permite pasar por el campo de batalla, asistiendo como mero espectador.

Cadáveres de humanos y gárgolas yacen a sus pies. Entre los escombros, de lo que antes era un alto torreón, sobre sale el cuerpo inerte del caballero David de Gascón, Isaac recuerda como observaba, a través de los ventanales, como el anciano caballero narraba las crónicas de su vida en un los ajados pergaminos de su escritorio.

Tras abandonar el patio de armas, Isaac, ahora humano, penetra en la sala del trono.

Observa al Caballero Negro, destrozando los restos de lo que un día fue el señor del castillo. Ve como la espada del Caballero arrebata la vida de una salvaje gárgola y a continuación si mismo combatiéndolo.

Una luz cegadora lo inunda todo e Isaac puede observar como el corazón reclama una nueva vida, como un simbionte hambriento.

Por unos instantes, confuso, Isaac observa el vació y la visita de un templario.

La retirada de las tropas y de las pocas gárgolas.

La soledad. ¿Pero, por que sigue allí?, ¿Qué va a ver?. De repente el tejido de la misma realidad se abre cortado por el filo de la espada de Ébano, liberando al Caballero Negro de allí donde estuviese. Exhausto, él y su montura se desploman en el suelo, siendo oportuna victima de un vampiro que habitaba los rincones sombríos del lugar. Los gritos de dolor del Caballero Negro, hacen reaccionar a Isaac que lucha con todas sus fuerzas por poder ayudarle.

Unas extrañas palabras son susurradas y como un lento despertar Isaac sale de su translucido estado.

Todo es tangible. Real.

-¡Maldito!, ¡Os traje aquí con un propósito!. -Grita salvajemente el vampiro.

-¿Por qué Obispo?... ¿Qué oscuro juego trama el diablo?... -Exclama el caballero.

Una voz fría y seca, a su espalda.

-Te lo advertí Ezequiel, no volverás a ver el corazón. -Añade Isaac, que recogiendo la Espada de Ébano, que empuñaba el caballero, separa la cabeza del vampiro de su tronco, con un fiero mandoble.

Su mano se extiende para ayudar al malherido Caballero Negro, ambas manos se juntan y miles de imágenes, recuerdos surcan ambas mentes.

Los recuerdos muestran al circulo, fundadores de la orden del temple enviando a uno de sus miembros, Archembaud de Saint-Aigman, a tierra santa para recuperar el Corazón de la Oscuridad, para que no caiga en manos de los herejes...

...Ezequiel, el hechicero vampiro, líder del clan Razielhim lanzando un hechizo contra Archembaud, durante una cruenta batalla...

...Las imágenes muestran como el Corazón de la Oscuridad le llevo a los infiernos y tras contemplar las atrocidades que allí se cometían, el mal en estado puro, Achembaud regreso convertido en un monstruo... al igual que los suyos...

...Observan como el que antes fue un noble caballero templario, robaba el Corazón de la Oscuridad de las manos del hechicero, para que el mundo no sufriese, para que nadie nunca viera los horrores que el vislumbro...

Nubes... transición.

Payens de Montidier, otro miembro del circulo de los nueve, es enviado a la abadía, siguiendo las ordenes de un Obispo de la iglesia, para aniquilar un nido de herejes...

...Un premio a su fe, concedido por sus hermanos... una ayuda en su batalla... un arma para combatir a los infieles y herejes... la Espada de Ébano, la Armadura Negra y su fiel Valinor.

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Realidad.

Ambos vuelven de su extraño viaje por el subconsciente ... Ahora es Isaac el que cae exhausto en los brazos del Caballero Negro, que alza la vista y ve el atril de madera.

-El portal de Avalon... noble amigo, habéis usado el portal de Avalon, hemos de regresar, de halla de donde vengáis.

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La biblioteca.

-¡Mi cuerpo se esta liberando!, ¡¿Cómo estáis vosotros?!. - Pregunta Gata Infernal.

-Casi podemos movernos Señora. -Responde una voz a su espalda.

El lugar comienza a temblar y de repente la noche lo inunda todo.

-¡Manteneos alerta!. -Ordena la mujer a su grupo. -¡Y buscad esa maldita puerta!.

Las linternas se activan y los cargadores de sus armas emiten chasquidos anunciando que están preparados para dispararse. El suelo parece brillar. Alguien esta allí con ellos, su figura se mantiene en la oscuridad absoluta, pero a cada paso que da el suelo se ilumina con una honda de luz.

Esta frente a ellos, de pie, inmóvil

-¡Fuego!

Las armas se disparan todas a una. La Gata Infernal, siente el arma rugir entre sus manos, escupiendo proyectiles hacia la extraña figura. Oye como tras ella sus hombres hacen lo propio. Pero los proyectiles parecen chocar en la oscuridad, en algún escudo de metal, el cual hace saltar chispas de energía, que iluminan brevemente la escena.

Los cargadores se vacían y todo queda en silencio unos breves instantes, en los cuales la extraña figura da un ultimo paso hacia delante, para colocarse frente al grupo, que se quedan atónitos frente a la espectacular figura del caballero negro, equipado con su armadura negra como la noche, pareciendo difuminarse con el entorno.

Mirando a los ojos de Patsy exclama.

-El portal de Avalon esta apunto de cerrarse, hemos de irnos.

-Pe... pero... pero Isaac...

-Isaac esta bien, nos aguarda fuera, con mi fiel Valinor.

El Caballero Negro alza su espada de Ébano, humeante, señalando un túnel de luz, hacia el que el grupo avanza. Con pasos temblorosos la líder del grupo lo cruza con pasos titubeantes, hasta que escucha la voz del Caballero:

-Rápido, o Avalon nos reclamara para sí.

La Gata Infernal mira al caballero y duda por un instante, agarra fuerte su arma y corriendo en cabeza ordena a su grupo que la siga.

Un breve paso y todo cambia.

Están en las afueras del castillo, la nieve a sus pies les hace reaccionar. Instintivamente se giran y observan... la nada... el castillo a desaparecido.

Una figura se les aproxima por detrás y La Gata Infernal reacciona apuntándola con su arma. El Caballero Negro se aproxima tirando de las riendas de Valinor, a lomos del cual se encuentra el desfallecido Isaac, de nuevo con aspecto de gárgola. El caballero se despoja de su casco.

-Mis respetos mi señora soy Payens de Montidier, miembro fundador del circulo de los nueve, miembro de la orden del temple. La Gata Infernal pasa su dedo índice sobre un resorte en el cuello de su traje y se establece una conversación con la sede de la Corporación Richmond.

-¿Sr. Richmond?, ¿Kyle?... Aquí Gata Infernal, no te vas creer lo que ha pasado aquí.

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New York. Edificio Richmond.

Mismo momento.

-Créeme Patsy... serás tu quien no crea lo que tengo aquí...

Kyle Richmond se encuentra en un gigantesco laboratorio, mientras habla por su teléfono con Patsy Walker se gira para observar como decenas de soldados, pertenecientes al cuerpo de seguridad de la corporación, luchan por contener a una joven.

Un haz de luz surca la estancia y los soldados de seguridad caen exhaustos al suelo.

-...Y esto es lo que encontré en Israel. -Exclama la Dra. Extraño, cuya mano se mantiene en alto como guiando la gigantesca burbuja, que flotando en el aire, sin deshacerse, muestra como en su interior mantiene a la mujer que se le enfrentara en Jerusalén. -Se llama Sabra, trabaja para el gobierno israelí y creo que posee información que nos podría interesar.

Continuara...

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GREENWICH VILLAGE, MI SANCTA SANTORUM

De nuevo estamos aquí, a ver... aquí tenemos el numero cuatro de la serie en la que os presento nuevos personajes, ¿o no tan nuevos?.

El Caballero Negro se une a las filas de nuestro grupo, pareciendo tener unos extraños recuerdos en común con Isaac, ¿O era Archembaud?... ya lo averiguareis.

Además también se presenta la nueva Gata Infernal (Hellcat), con un estilo algo mas agresivo que la imagen que de ella conocemos. Patsy Walker/ Gata Infernal se convertirá en el contrapunto que rompa la imagen de misticismo del grupo alejándose de magos, monstruos y seres mitológicos.

Y como no, siguen las interrogantes con la misteriosa presencia de Sabra, la cual nos trae la Dra. Extraño.

Bueno sin mas me despido hasta la próxima entrega, cualquier duda o comentario personal escribidme a la dirección de correo electrónico:

Ben_Reilly11@Hotmail.com

PROXIMO CAPITULO: Revelaciones.

 
 
   
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