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What If?

What If? vol. 3 #11
¿Y si los Vengadores diesen un golpe de estado? (2 de 3)
Guión: Cifra2

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PORTADA: El Capitán América, serio, sentado a la mesa presidencial del Despacho Oval de la Casablanca y dirigiéndose a la nación. Al fondo, en el jardín, restos de centinelas.

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¿Qué es la libertad?

Steve Rogers se ha hecho esa pregunta millones de veces en su vida. Ha encontrado miles de respuestas, algunas contradictorias entre sí. Y siempre cree haber hecho lo correcto.

O al menos lo ha intentado.

Pícara está absorta pensando en todo esto, mirando al Capitán América pensativo, sentado a la mesa. En la reunión, Johnny Storm, Susan Richards, Namor, Thor, el Hombre de Hierro y la misma Pícara. Los poderosos (y nuevos) Vengadores.

Ni él mismo se cree lo que acaba de decir.

Hace un par de minutos que el Capitán América pronunció la frase.

"Tomar el poder"

Durante 136 segundos, se hizo el silencio en la sala, sólo roto por el ruido que hacían los centinelas al acercarse a la Torre de las 4 Libertades, ex - sede de Los 4 Fantásticos. Aunque habían reconstruido el Edificio Baxter para usarlo como fuente de financiación mediante alquileres de inmuebles, no habían abandonado la Torre, más adecuada a las necesidades del grupo. Qué hacían Reed, Ben y Franklin en el Baxter cuando fueron asesinados es algo que ni Sue ni Johnny habían podido explicar. No tenían ni idea, ni cómo fue posible que no lanzasen la bengala de aviso. Pero claro, nadie pensaba en esto ahora.

El Hombre de Hierro fue el primero en hablar:

- ¿Qué quieres decir?

La pausa subsiguiente fue eterna. El Capitán América tragó saliva, hizo una respiración profunda y comenzó a hablar.

- Mirad, a lo largo de mi vida me he enfrentado a los mayores villanos que haya conocido la humanidad. llámesen Hitler, Hydra o Cráneo Rojo. Y uno de los motivos que más me ha obsesionado siempre es que se claudiquen libertades civiles en aras de un "orden" injusto. Sabemos que alguien está matándonos. sabemos que desde el gobierno se está aprovechando la situación de descontrol para imponer un régimen racista al estilo de la Alemania Nazi. No sé vosotros, pero yo soy el Capitán América. Mi nombre no quiere decir que sea un perrito faldero del gobierno. tengo mi propia mente, soy libre para elegir qué camino tomo. sé que es correcto, o al menos, creo saberlo. los Estados Unidos de América jamás deben ser sinónimo de exclusión sino de integración. usar el poder para controlar a una minoría étnica por motivos racistas, llámense judíos, árabes o mutantes es algo en lo que no me quiero ver envuelto. es más, no lo permitiré. porque entre otras cosas, estoy seguro de que es en el fondo lo que el o los asesinos que han provocado todo esto pretenden.

Hizo otra pausa. Todos miraban expectantes.

- No sé vosotros, pero creo que con nosotros, la paz tendrá una oportunidad.

Namor replicó.

- ¿Sabes que después de esto ningún americano volverá a confiar en ti como hasta ahora?

El Capi sonrió al contestar:

- Un precio pequeño a pagar, ¿no?

En ese momento, una voz mecánica interrumpió la reunión. Era un centinela, desde el exterior.

- Sabemos que en el edificio se encuentran mutantes. Ordenamos su entrega inmediata o iniciaremos el asalto.

Como un resorte, todos se movieron al unísono hacia las ventanas. si iban a batallar sería lejos de allí, lejos de la ciudad. Y salieron todos volando (el Capitán América usaba el mismo campo de fuerza que Sue para desplazarse) en dirección al Sur.

- ¿Por qué al Sur, Steve?

- Hacia Washington, Sue. Intentaremos hacer atender a razones con el Presidente.

- ¿Y si no atiende?

- ATENDERÁ.

Pero una cosa es comenzar un vuelo hacia Washington y otra es que los Centinelas no te ataquen. Sue fue protegiendo la mayor parte del viaje a sus compañeros. Habían obviado usar una nave porque era un blanco demasiado fácil para los Centinelas, mientras que siete personas eran más difíciles de capturar o alcanzar. La maniobrabilidad era esencial.

Se fueron encaminando hacia el Sur, derribando centinelas que le salían a su paso, uno a uno, hasta que a los pocos minutos de salir de Nueva York, de pronto parecieron perder interés y les dejaron marchar.

- ¿No es extraño? No nos siguen.

- Johnny, saben donde nos dirigimos. Nos esperará allí una línea defensiva.

- ¿Y qué podemos hacer?

- Traspasarla.

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- Señor Presidente, ¿está seguro de.?

El Presidente apenas escuchó la pregunta, absorto como estaba en sus elucubraciones de cómo se desarrollarían las cosas en el futuro más próximo.

- Por supuesto. Los Vengadores se dirigen hacia aquí a pedir explicaciones. No son un peligro real. ¿Qué van a hacer? ¿Dar un golpe de estado?

- Debería tener en cuenta.

- ¿El qué? ¿La muerte del esposo y del hijo de Susan Richards? ¿Que Pícara es una mutante? ¿Que Namor es un monarca extranjero? ¿Que Thor es - mire usted - un Dios? Vamos. son héroes. No importa el pasado ambiguo de Namor y Pícara. El Capitán América los mantendrá a raya.

- Pero la Mujer Invisible y la Antorcha Humana.

- Como si fuesen a hacer algo. son héroes y se pondrán de nuestro lado. Terminarán aceptando que Pícara sea puesta bajo custodia y que Namor salga inmediatamente de territorio estadounidense.

El Presidente se recostó en su mullido sillón. Qué gran sensación de poder daba. Se giró hacia el ventanal. miró los cinco centinelas que custodiaban la Casa Blanca. La ráfaga de aire que se inició al abrirse la puerta al marcharse su colaborador, hizo que quedase bloqueada por un momento la vista por la bandera americana que pendía al lado de la ventana.

- Por cierto, que los Centinelas dejen pasar a los Vengadores hasta el Despacho Oval.

- ¿Está seguro, Sr. Presidente?

- Por supuesto, Henry, por supuesto. Si no puedo confiar en ellos, ¿en quién voy a hacerlo?

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- Decidme que no vamos a hacer esto.

Johnny miraba incrédulo al Capitán América. Éste, a la orilla del Potomac, le devolvió la mirada.

- Johnny, es la mejor estrategia.

- ¿Un campo de fuerza sumergible?

Johnny amagó una carcajada, que escondía su nerviosismo por lo que habían venido a hacer en Washington. Sue se acercó a él y le tocó en el hombro.

El atardecer se acercaba, y en aquel prado, con el murmullo del río, Johnny cerró los ojos por un momento.

En ese momento, le pareció oír a lo lejos la risa de su sobrino, y un escalofrío recorrió toda su espalda, suavemente primero, más fuerte después, hasta tal punto que Sue notó esa sensación también, sabiendo perfectamente el porqué de ese efecto en su hermano, de la manera que sólo una hermana mayor puede saberlo. Apretó el hombro de Johnny, confortándolo, y a ambos les resbaló una lágrima al unísono. ambos descubrieron la certeza de que estaban haciendo lo que realmente tenían que hacer. No por Franklin.

Sino por los otros Franklins. Por esos mutantes anónimos que iban a ser diezmados.

- Seguidme.

Susan se encaminó hacia el agua, en la que se abrió un agujero por el que entró. se giró a Namor y le dijo.

- Tú no, Namor. Tú nada por el río. el agua te reforzará. Estás agotado.

La mirada de Namor intuía que había algo más. Sue siempre había sentido algo por él. Y el sentimiento era recíproco. pero con Reed y Franklin recién asesinados, no era momento para avivar viejos rescoldos.

El Capitán América se dirigió a sus compañeros y sentenció:

- ¡En marcha!

Y con ello, se seguía escribiendo la Historia.

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Los centinelas custodiaban la Casa Blanca con toda normalidad. Nada hacía presagiar lo que se avecinaba. El día estaba siendo tranquilo y los robots tenían orden de dejar pasar a los Vengadores en cuanto llegaran, así que no habría ningún problema, en principio.

- "Quarkzzz" Alerta de proximidad.

Antes de que hubiese otro tipo de comunicación, un tremendo golpe reventó la cabeza del centinela, que se tambaleó por un momento y cayó al suelo rotundamente.

Si los Vengadores no hubiesen atacado primero, habrían accedido fácilmente a la audiencia con el Presidente. pero la programación básica de los robots les exigía reacción violenta a un ataque parahumano, por lo que la batalla comenzó.

Thor recogió su martillo, sin rastro alguno de emoción en su rostro. Los centinelas que quedaban se giraron hacia él.

- Designación ente: Thor. Status: Vengador en activo. Calificación: Héroe. Actitud: Hostil. Configurando programación para eliminación inmediata.

Thor miró con desprecio al centinela que le apuntaba. Ni se molestó en apartarse ni en decir nada cuando el rayo surgió de la mano del robot.

Claro que nunca llegó a Thor. El rayo chocó contra algo invisible de lo que surgió un chisporroteo inmenso, revelando el "cuerpo" de otro centinela, que había sido invisibilizado por Sue.

- Dos menos. Quedan tres. - Sentenció Susan.

- Y sabed que no se puede repetir estrategias. - continuó Thor.

El centinela que había fallado se giró hacia Sue, que ofrecía un blanco perfecto.

- Designación: Mujer Invisible. Status: Vengador en activo. Calificación: Héroe. Actitud: Host.

Otro robot menos. El estallido de su cuerpo no pilló a nadie por sorpresa. Pícara sonrió abiertamente al emerger de entre los restos del caído robot.

- Tsk, tsk. ¿cómo que no podemos repetir estrategia?

Los dos robots que quedaban aprendieron la lección e investigaron los alrededores. Pícara estaba ofreciéndose como "víctima" para distraerles una vez más. Uno de ellos captó a la Antorcha Humana acercándose a toda velocidad e intentó acertarle con un rayo calorífico.

- Robot, robot. deberías pensar más. ¿pretendes quemar a la Antorcha Humana?

Así Johnny se pudo posar en la "nuca" del centinela, y antes de que éste pudiera reaccionar, concentró todo el calor posible en el puño. fundiendo un pequeño agujero a partir del cual introdujo un buen potencial de poder en el interior del robot derritiendo su interior.

El robot se quedó inmóvil, de pie, como una estatua.

El último robot iba a comenzar a actuar cuando una voz saltó de la megafonía de la Casa Blanca.

- ¡Basta! No hay necesidad de esta violencia. Que un Vengador pase al interior de la Casa Blanca.

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No había otro posible Vengador con autoridad moral para entablar la discusión con el Presidente que el Capitán América. Así que no hubo discusión ninguna entre los Vengadores. Sabían que Namor y Thor eran extranjeros, Pícara, Sue y Johnny tenían demasiadas razones personales como para entrar calmados y Tony Stark por mucho "curriculum" que tuviera no tenía un historial tan intachable como el de Steve.

Así que allí iba Steve Rogers. el Capitán América. a su paso por los pasillos que conducían al Despacho Oval, un murmullo más reverencial que cualquier silencio crecía entre los empleados del edificio. Su paso firme y decidido, denotando su estado de enojo creciente hacían que la respiración de éstos quedase entrecortada mientras veían a una leyenda viviente desde una perspectiva inusual.

Así que allí iba Steve, decidido. llegando ante el despacho. Una secretaria le abrió la puerta. El éntro sin mediar palabra.

Era un encuentro a solas. El Presidente y él. Sin testigos. Demasiadas facilidades.

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Una hora y media después los canales de TV, Radio e Internet de todo el mundo retransmitían en directo desde el Despacho Oval la retransmisión más importante de la Historia.

El Capitán América se dirigía no sólo a la nación sino al mundo entero, sentado a la mesa presidencial.

- Americanos. el Presidente ha muerto.

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Correo Alternativo

Bueno, gente, éste número se ha hecho esperar muuucho tiempo. Espero no haberos tenido colgados demasiado, pero ciertas obligaciones me han obligado a bajar el ritmo de "producción" marveltópica.

Además, he de reconocer el haber pasado una mini-crisis creativa que me ha dejado bloqueado. sobre todo en éste número (creo, sinceramente, que se puede apreciar en el primer tercio).

Entretanto, han ocurrido tantas cosas. Ésta colección considerada inelegible a pesar de la presión popular para CUALQUIER categoría de los topis (fastidiando sobre todo a Henry Pym) por decisión unilateral del "creador" de los premios. éste dimitiendo como editor no se sabe realmente muy bien porqué ahora y no antes o después (porque motivos ha habido antes y si hubiera seguido seguramente también después). y vamos, que números míos, sólo en este periodo de tiempo mi participación en Los 4 Fantásticos que espero que os haya gustado.

Cambiando de tema, creo que el equipo de Vengadores de esta saga es bastante interesante por lo diferente de sus personalidades: Namor, Sue, Johnny, Pícara, Thor, el Hombre de Hierro y el Capitán América. Aunque claro, el modo de acabar el número es un poco fuerte. ¿qué ha pasado en el Despacho Oval? ¿Ha matado el Capitán América al Presidente?

Je, je, je. eso, en el próximo número.

¡Hasta entonces!

CIFRA2 / JESÚS ALONSO.

 
 
   
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