Escuadrón Supremo #1

Escuadron Supremo 01Hiperión, extraño visitante de otro planeta. Princesa Poder, la mujer más poderosa de la Tierra. Zumbador, el hombre más rápido del mundo. Dr. Espectro, portador del poder más increíble del universo. Alondra Celeste, luchadora aérea contra el crimen. Resplandor Lunar, maestra de las artes místicas… Mas allá de nuestra Tierra, hay Otra Tierra, en la que ellos son la única defensa de la verdad y la justicia.

#1Leyendas
Por Peter García y Javi Opio


Fecha de publicación: Mes 1 – 5/98


Era un día soleado, el Sol brillaba con fuerza y una figura volaba debajo de él. ¿Es un hombre? ¿Es un avión? No, es una figura mas que humana, un semidiós caído a la Tierra. Es Hiperión, único superviviente de un mundo, y el hombre más poderoso de otro, y vuela de camino hacia el Proyecto Pegaso, llevando sobre sus hombros una caja gigantesca.

Mientras él se pierde en sus pensamientos, Zarda, más conocida como Princesa Poder, observa como su amor se dirige hacia el complejo tapando el sol que está a sus espaldas, y mientras una sensación agradable le recorre el cuerpo ante la grandiosidad de la escena, no evita pensar « Capaz de doblar acero, de cambiar el curso del río, de soportar toneladas a sus espaldas… ¡ aquí llega Hiperión! «. Y sonríe de camino a recibir al héroe. Éste, tras soltar su pesada carga, no se resiste, y la abraza.

«Por la verdad y la justicia «. Dentro del complejo, Stanley Stewart, Zumbador no deja de pensar eso mientras observa la escena. A su mente acuden imágenes de su familia… pero pronto se desvanecen. Debe de dejar de pensar en ellos, tiene que estar concentrado en el momento presente, o podría estropearlo todo. «Hoy, venceré al rayo. Debo hacerlo… correr más allá de donde llegué nunca «.

Y en un parpadeo se encuentra en el otro extremo del complejo, frente a un Dr. Espectro ocupado, uniendo piezas, moviendo maquinaria pesada de un lado a otro… construyendo un artefacto que conseguirá del día algo muy especial. En la mente del Dr. Espectro retumba un juramento, que le da fuerzas para seguir adelante, más allá del dolor y el cansancio. « Aquellos que adoran el mal, ¡ qué teman mi poder! , mi poder… mi poder… cuantos cambios, tan poco tiempo… pero debo seguir, no es momento de sentimentalismos, que me parta un rayo… bueno, mejor pensado, dejemos lo del rayo. ¿Eh? ¿Stan? ¡ O pierdo reflejos o cada vez es más rápido! ¡No es por nada que sea el hombre más rápido del mundo! , por lo menos del nuestro… «.

Y mientras los dos amigos se saludan y empiezan a hablar, Arcana Jones, también llamada Resplandor Lunar, cruza la habitación. Arcana lleva horas dando vueltas por el complejo. Nota una extraña perturbación en el tejido de la realidad. Cree que dicha interferencia se encuentra en el proyecto, pero lleva demasiado buscando sin encontrar nada. De repente, Alondra Celeste tropieza con ella sin querer. «¡Demonios! Casi lo tenía y… de nuevo se escapó . Espero que no sea nada importante, pero aún así, debo estar alerta… maldita casualidad» piensa Arcana.

Las dos ex-escuadroneras intercambian unas disculpas y siguen su camino. Alondra ha pasado por muchos cambios también. Éstos últimos tiempos han sido muy movidos para todos. «No – no sé… que ha pasado. Un pequeño mareo. Espero que no tenga mayor importancia. Debe ser la comida que preparo ayer Joe… buff, menos mal que no se gana la vida con eso… » se dice Linda Lewis, y continúa su camino. No es importante. Pero la presencia sigue, y secretamente, se ríe.

Por debajo del Proyecto Pegaso, muy por debajo, se encuentran las celdas de seguridad. Allí, dos ex-escuadroneros visitan a un antiguo compañero. Molde y Alambre se dieron cuenta del error de sus métodos y se retractaron… quizás un poco tarde. Ahora, en un mundo que no es el suyo, pero lo parece, visitan a un antiguo compañero de filas. Porque allí abajo, está Cenagal, el perdido. Después de dar vueltas de un sitio, y de una dimensión, a otra, se ve en una celda… y su venganza espera, y mientras, se pudre cada vez más. La visita no le hace mucha gracia.

– Molde se alegra de ver a Cenagal bien.

– Estoy en éxtasis – dice ácidamente Cenagal.

– No seas sarcástico con Molde, no se lo merece – contesta rápidamente Alambre.

– Sí, sí… ¿y quién no? Dejémoslo. A ver, ¿a qué debo el honor de que os dignéis a verme, a vuestro prisionero favorito? Que demonios… ¡soy el único!

– Bueno, queríamos saber cómo estabas. No hemos tenido mucho tiempo para hablar… desde… bueno, la verdad es que no hemos tenido tiempo de hablar. ¿ Sabes lo de Halcón Nocturno y los demás?1

– Sí algo he escuchado… y me alegro que se muriese ese bastardo. Bravo por Llamita.

– No tienes por que ser así con nosotros. No te queremos hacer nada malo. Incluso te traemos una buena noticia.

– ¡Oh! ¿Sí? – dice Cenagal con tono de burla – que chupi, ¿no?

– Mejor te lo soltamos y nos largamos. Adelante, Molde.

– Sí, Molde te lo va a decir…

– ¿Y bien? ¿A qué viene tanto alboroto?

– Molde y los demás volvemos a casa… ¡a casa!


Esa misma tarde, todo el Ex-Escuadrón Supremo se encontraba delante de la gran máquina… ¡La Rueda Dimensional! Después de mucho tiempo trabajando en los diseños, el arduo trabajo había terminado, y aquellos seres excepcionales podrían volver a su propio universo, como debía ser. La Rueda estaba formada por una gran cinta que daba potencia a la maquinaria interior, con unos asideros a los lados y formando una separación en medio de la cinta. Estaba reluciente, con unos colores rojo y amarillo muy vivos, dando la sensación de rayos. El asombro y la emoción estaban presentes en las caras de todos y cada uno de ellos. Y así, el Dr. Espectro se dispuso a explicar el funcionamiento de la Rueda:

– Bueno, pues aquí está. ¿No es parece simplemente preciosa? Esas curvas, los tonos en grises, amarillos y rojos… ese olor de recién construido… ése…

– Vale, ya basta ¿no? Sabemos que te ha costado mucho construirla, pero corta el rollo y explícanos como funciona – interrumpe Alambre.

– Cierto, lo siento, me dejé llevar por la emoción. Pues es muy fácil. Necesito que Hiperión se ponga al lado de Zumbador, los dos en las cintas, para darle energía. Yo contendré las piezas por si acaso se suelta alguna, cosa que realmente dudo, pero siempre cabe la posibilidad. Princesa, tu sujetarás a nuestro «invitado«, no vaya a ser que intente algo. Arcana, tú deberás controlar el paso por la corriente espacio-temporal, y el estatus en cada momento. Después de nuestro ultimo intento de volver a casa2, no me fío de lo que pueda hacer Lightner3. Molde y Alambre, pueees… bueno, ¿podrías sujetar el equipaje?

– ¡Ohh! ¡Dioss! ¡Tanto trabajo no! ¡Ya empieza de nuevo el lumbago! – contesta irónicamente Alambre, mientras le lanza una mirada fría al Dr. Espectro.

– Bueno, alguien tiene que hacerlo, ¿no?

– Hmph… – gruñó Alambre.

Ya estaba todo en marcha. Después de recoger, Hiperión mandó un mensaje a Los Vengadores, despidiéndose y dándoles las gracias por la hospitalidad que mostraron todos. «Siempre que nos necesitéis, Los Vengadores tendrán el gran honor de ayudaros» le dijo el Capitán América. Y así pues, todos los preparativos para la salida estaban completados. Los héroes ocuparon sus posiciones, y se despidieron del personal del Proyecto Pegaso y de Escudo Azul. Pero cuando todo parecía estar listo, una luz invadió la habitación.

– Escuadrón, todos atentos, puede ser un ataque – dijo Hiperión preparándose para la lucha.

– Si llego a saber que tendríamos esta recepción no vengo – dijo una voz conocida dentro de la luz.

De repente, la luz cesó, y de ella surgieron dos formas. La primera es la del Eterno Eros, más conocido como Starfox. La segunda es una forma familiar para el Escuadrón, la del Protector del Universo conocido como Quasar.

– ¿¿¡¡Quasar!!?? Pero… pero… si estabas muerto4 – dijo el asombrado Doctor Espectro.

– Parece que los rumores de mi muerte fueron exagerados. Y también parece que he llegado justo a tiempo. ¿Os vais a casa?

– Si la maquina de Espe funciona, lo intentaremos – dijo Alambre.

– Bueno, yo solo había venido para deciros que estaba vivo, pero el Capi me llamo diciendo que os ibais y se me ocurrió darme prisa. Bueno, pues solo era eso, deciros adiós. Que tengáis buen viaje.

– Muchas gracias, Q. Ven a visitarnos algún día – dijo Alondra.

– Lo intentare. Adiós – dijo el Vengador Cósmico, y se fue en un destello de luz como había venido.

– Podía haberse quedado más. Según me dijeron, ese Starfox es un eterno igual que yo. Me hubiera gustado hablar con él.

– Y hablando de Eternos, me hubiera gustado despedirme de Makkari. Hace tiempo que no lo veo, y era la única persona que conozco tan rápida como yo. Pero bueno, no me importa ser el hombre más rápido de la Tierra, si es de mi Tierra.

Se colocaron todos en sus sitios. Zumbador empezó a correr, al igual que Hiperión. Al poco de comenzar, Hiperión le estaba empezando a costar seguirle el ritmo a Zumbador. Y una frase, que empezó como susurro, se hizo escuchar casi por encima del ruido que generaba la rueda » ¡¡más rápido, más rápido, más rápido, MÁS RÁPIDO!! «. Y en una explosión final de luz, se hizo la paz. Cenagal se revolvía entre las ataduras impuestas por Princesa Poder, que no le quitaba un ojo de encima, y maldecía. Arcana se hallaba con los ojos cerrados, concentrándose en conjuros, cuando de repente los abre bruscamente, y grita… y grita con toda su alma… pero sus gritos quedan sofocados por los de Zumbador, que se encuentra prácticamente en éxtasis. Espectro se da cuenta, al igual que Alambre y Molde, pero ya es demasiado tarde. Ante ellos se abre la corriente temporal, majestuosa e impresionante, y después, el olvido. El Ex-Escuadrón Supremo se va dejando tras de sí a un grupo de científicos estupefactos y un telón de humo que empezaba a llenar la habitación.


Era un día nublado, en un paisaje montañoso, cuando un rayo cruzó el cielo y lo unió con la tierra, dejando dos cuerpos tendidos en el suelo. En un instante, Zumbador se incorpora y se limpia el polvo.

Acto seguido atiende a Arcana, que todavía no se había recuperado. Parece mucho más pálida de lo que debería, pero está bien. Un pequeño vistazo, y todo está en orden: pulso, respiración, no parece tener ningún hueso roto…

– Arcana, por favor responde… no nos hagas esto, responde… – suplica Zumbador, agarrándola de rodillas. De repente, Arcana abre los ojos y lanza un grito liberador. Cuando ya se ha situado, mira a su compañero, que, con la mirada un poco cruzada por el impacto del grito, está tambaleándose.

– Perdona, Stan. Fue un acto reflejo, creo. ¿Estás bien?

– Uhh… ahhh… creo que después de eso me dolerá un poco la cabeza… espero que sólo un poco. Creo que sí… no estoy del todo mal. ¿Que ha pasado con el resto del Ex-Escuadrón Supremo?

– No lo sé. Según las líneas místicas de éste planeta, te puedo asegurar que estamos en nuestra Tierra, pero algo falla. Además, no siento las presencias de los demás, ni de mi familia… dios mío, no siento a nadie, como si me hubiesen bloqueado compl…

Pero no puede terminar la frase, porque ante ellos, de repente se alzan unas grandes formas de un saliente en la roca. Cuando salen de las sombras, la sorpresa cruza las caras de Zumbador y Arcana… y un rayo cruza el cielo de extremo a extremo.


Cuando Princesa Poder se despierta, se encuentra sobre un frío suelo de mármol. Rápidamente, se despierta y se incorpora, para descubrirse en las afueras de una ciudad. La ciudad no se parece a ninguna ciudad humana que haya visto. De hecho su belleza la asemeja a la Isla Utopía de la que ella proviene. Mientras va paseando descubre que la arquitectura de la ciudad parece muy antigua, pero bastante más avanzada de lo que cabría esperar.

De repente, Zarda oye un ruido y se vuelve para descubrir a dos guardias armados con lanzas, cargando hacia ella. La Princesa intenta hacer entender a los indígenas que viene en son de paz, pero hablan en un idioma desconocido y parecen ignorar sus gestos pacíficos. Así que, como siempre desde que salió de Utopía, le toca pelear. Hábilmente, cogió las lanzas de los soldados, una con cada mano, y los levantó lanzándolos lejos.

Y cuando parecía que la trifulca había terminado, un tercer hombre intentó atacarla por la espalda. Pero antes de que la Princesa Poder pudiera defenderse, un rayo escarlata separó al soldado de ella. Inmediatamente, Zarda se volvió para ver al ser que había producido el rayo. Era un hombre de cabellos rojos flotando en el aire y chisporroteando energía mística. El hombre habló, y milagrosamente, Princesa Poder lo entendió:

– Saludos, extranjera. Siento de veras este ataque, no volverá a ocurrir.

– No importa, pero ¿quién eres? ¿dónde estoy?

– Mi nombre es Galen y estas en el que puede ser el ultimo día de Atlantis.


El Dr. Espectro lleva consciente una hora más o menos. Se despertó en medio de ninguna parte, en el desierto, y todavía no ha encontrado ni nada ni nadie. Está empezando a desesperarse. El Sol no es problema, porque gracias a su poder, se ha creado una silla flotante con sombrilla, pero quizás lo que le inquieta más es no localizar a los demás. Pero además no logra localizar a nadie más.

«¿Bloqueado? Justo en el mejor momento. Ya sabía yo que no podríamos regresar a casa tranquilamente. ¿Quién habrá sido esta vez? Es posible que chocáramos con alguna barrera creada por Lightner y nos separásemos. Lo último que recuerdo es a Arcana gritando y el haberme dado la vuelta para encontrarme cara a cara con el flujo espacio-temporal «.

Pero de repente, choca con algo, que le hace salir disparado hacia adelante, mientras la silla se desvanece. Cae de bruces en la arena, y cuando, entre maldiciones, levanta la cabeza, ve unos pies extraños delante suyos. Parecen como de ¿gato? .

– Hola. ¿Perdido? Sí, eso me imagino. Perdona, no pude llegar antes, pero vi a una gatita y bueno… tu me entiendes, ¿no? – explica el curioso personaje. En la cara de Joe Ledger, alias Dr. Espectro, se mezclan la confusión y la sorpresa. No sabe si reírse es lo más correcto en ésa situación. – Bueno, no me pierdo más en divagaciones. Soy el Gato de Ra, y me manda Buná. Quizás le conozcas mejor como el Profesor Imán. ¡ Sorpresa!


Linda Lewis, alias Alondra Celeste tiene más suerte. Se encuentra en una cama. Se despierta bruscamente, totalmente cubierta de sudor. Pero rápidamente se tranquiliza, ya que no parece estar en un medio hostil. Huele a madera enmohecida, a polvo sobre libros antiguos. Es de noche, y el fresco nocturno entra por la ventana, meciendo los velos que rodean la cama. Siente que algo va terriblemente mal. Las paredes están hechas de bloques de piedra grandes, como si fuesen de un castillo. Así que, movida por la curiosidad se acerca a la ventana sin cristales y al asomarse, descubre que efectivamente está en un castillo, con puente levadizo y todo.

«Completito, sí señora. Pero ¿dónde estoy?» . Y casi por arte de magia, como respondiendo a la pregunta que se hizo mentalmente, surge un hombre, vestido con atuendos medievales, que se acerca lentamente hacia ella. Cuando está suficientemente cerca, le coge suavemente la mano izquierda y se la besa con un gesto caballeresco. Es un hombre joven, bastante alto y corpulento, rubio con unos ojos verdes en los que se pierde Linda. « Buff, me encantan los tópicos. Creo que estoy enamorada como una colegiala » piensa. Acto seguido, él habla.

– Espero que se encuentre mejor, bella dama. Debo presentarme. Soy Sir Justicia. Bienvenida a Camelot, hogar del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda; Merlin… – explica él, pero no puede acabar la frase.

– ¿¿CAMELOT?? Dioss, problemas… y gordos…


El Sol pegaba muy fuerte. Molde y Alambre se habían despertado juntos, pero en una situación un poco incómoda. Los habían vestido como vaqueros del Oeste, los habían atado a los dos juntos, y se los habían llevado atados a una diligencia arrastrando por el suelo de las áridas tierras del Lejano Oeste. Perdieron el conocimiento. Estaban demasiado agotados y heridos, que les resultaba imposible utilizar sus poderes. Los habían soltado en el suelo de un almacén. El polvo les asfixiaba, y la poca luz que atravesaba las maderas de las que estaban hechas las paredes del lugar, les estaba mareando. Pero de entre todo eso, surgió una forma conocida, quizás demasiado.

– Habéis llegado al límite. No podéis más. Habéis tragado medio desierto y después del viaje temporal estáis exhaustos. Bueno, pues mi venganza viene ahora. He estado esperando dos meses aquí, en medio de ninguna parte, tanto de la Tierra, como de la corriente temporal. Y al fin os tengo. Sois sólo dos, pero ya vendrán los demás. Ahora soy respetado y temido aquí… soy y siempre he sido vuestra peor pesadilla. Ahora, y por siempre, el FANGO os llega a las orejas – una sonrisa cruza su cara, mientras da un paso y se deja ver a la luz. La palabra sale de la boca de Alambre casi como un susurro, pero que les hace temblar. Un susurro que da mucho de sí:

– Ce-ce… Cenagal, nooo…


Zumbador y Arcana se han quedado mudos. Es imposible. ¿Cómo pueden… ? No, no… son, TIENEN que ser impostores. Son sólo tres, pero son tres leyendas ¿vivas? . No pueden ser la…

– ¿¿Agencia Dorada?? Co-co-como es… – balbucea entrecortadamente Arcana.

– Simplemente no es posible – contesta Zumbador mientras se echa para atrás con la cara en sombras.- ¡¡ IMPOSTORES!! – grita mientras se lanza con la velocidad que le permite su cuerpo después del viaje, con la intención de derribarlos. Pero una andanada de energía multicolor le derriba antes de que esté demasiado cerca. Arcana inicia el ataque en auxilio de su amigo, con un hechizo que es repelido sin ningún tipo de esfuerzo por otra de las sombras. Pero Zumbador esquiva a la figura que le detuvo y se lanza de cabeza contra la que repelió a Arcana. Pero otra figura superveloz se interpone, e inician una persecución. Mientras tanto, las sombras se desvanecen en un estallido de luz creado por Arcana, y allí están…

– ¿Dr. Ilusión? ¡Profesor Imán! ¿Cómo es posible? – exclama Arcana.

– ¿Nos explicarás al fin, Imán, que demonios pasa? – dice calmadamente el Dr. Ilusión.

– Cierto, es mejor que nos dejemos de juegos. Estaba esperando el poder comprobar que eran ellos. Debemos llevárnoslos ya. ¡Mercurio! Demonios, son como niños… – dice el Prof. Imán. Y con un movimiento de mano, ya no están allí, dejando a una presencia que lo observa todo desde el sitio más seguro de toda la corriente temporal.

Llevan media hora allí, en un enorme pabellón que fue construido para una exposición universal que fue aprovechado por los héroes como base, y todavía no se lo pueden creer. Zumbador y Arcana junto con toda la legendaria Agencia Dorada, el grupo en el que se basó el Escuadrón Supremo al fundarse. Media hora en la que los miembros de este grupo que ha pasado a la historia no han parado de moverse de un sitio para otro, frenéticos.

– Prácticamente no se han dado cuenta que estamos aquí – le dice Zumbador a Arcana.

– Sí. Seguro que es porque el Profesor Imán nos ha echado un hechizo que nos hace invisibles. Vamos, o eso o definitivamente el amarillo de tu traje ha pasado de moda – le contesta Arcana, con una sonrisa en los labios.

– …

Y de repente, el Profesor Imán hace acto de presencia, mientras los miembros de la Agencia se disponen en fila, unos al lado de otros.

– Ya es hora de que os presente. ¿Nerviosos? – dice él

– Bueno, empecemos: Agencia Dorada, éstos son Resplandor Lunar, y Zumbador. Son unos héroes, que desgraciadamente, se han perdido de vuelta a su tiempo. Es obligación nuestra el ayudarles. Arcana, Zumbador, ésta es la Agencia Dorada: Dr. Ilusión y Mercurio, a los cuales ya conocéis, y el resto son: Aguila Americana, el amo de los cielos; Lady Alondra, la heroína más hábil y bella que existe; Electrón, el imparable luchador contra el crimen; Pantera, tan rápido y eficaz como el animal que le da su nombre; Capitán Hora, capaz de conseguir habilidades sobrehumanas durante un tiempo limitado; Sueño Justiciero, que vence a sus enemigos de la manera más inofensiva posible; Estrella Fugaz, amo de la energía estelar; Ocaso, el hombre que vive en perpetuas sombras; Mr. Astonishing, cuya bondad solo es equiparable con sus habilidades en la lucha y nuestro más joven miembro, Jimmy Lightning. En misión se encuentran Princesa Poder, que creo que ya conocéis, y Fantasma Gris. – la emoción era patente en las caras de los dos ex-escuadroneros.

– El resto de sus compañeros se hallan perdidos en puntos estratégicos del continuo espacio-temporal. Arcana y yo mismo podemos localizarlos. Deberíamos separarnos para poder localizarles. – hubo aprobación general. Inmediatamente los equipos se distribuyeron: – Zumbador, iras junto con Mercurio y Estrella Fugaz a por Molde y Alambre. Alondra, tu y Aguila Americana iréis a por tu homónima, Alondra Celeste. Ilusión y Sueño Justiciero, iréis a por el Doctor Espectro. Ocaso y Capitán Hora irán a por la versión futura de la Princesa Poder. Electrón y Pantera rescataran a Hiperión y por ultimo, Mr. Astonishing y Jimmy Lightning os quedareis a vigilarnos a mí y a Resplandor Lunar mientras guiamos a los demás. –

Todos asintieron excepto Lightning que quedo bastante decepcionado. Acababa de entrar en la Agencia y quería probar la acción, pero lo habían dejado vigilando el cuartel. No era justo.


Y así, mientras fuera de la base se desencadena una tormenta entre cielos escarlatas, los equipos se preparaban para el viaje. Pero antes de pasar a lo serio, Arcana lanza una pregunta hacia al Prof. Imán.

– Lo que no acabo de entender es como sabes tú todo esto.

– Bueno, digamos que un viejo amigo tuyo me lo dijo hace unos cuantos siglos.

Se dispusieron a realizar el viaje: Imán y Resplandor se colocaron encima de un circulo y pronunciaron unos cuantos hechizos, mientras los cinco equipos se disponían en pentagrama alrededor de ellos. Los Agentes estaban nerviosos por el viaje, pero no mas que en muchas de sus otras aventuras. Mientras los hechiceros se preparaban, los demás hacían sus últimos comentarios:


Zumbador no paraba de hacer flexiones, estaba muy nervioso. Creía que ya iba a volver a casa, pero parece que la cosa se retrasaba. – ¿Y si no vuelvo nunca a casa? ¿Y si no los vuelvo a ver nunca? No, no, debo de dejar de pensar en eso – pensaba Zumbador cuando la mano de Mercurio se poso en su hombro.

– ¿Pensando en tu familia? Se como te sientes, pero si te sirve de consuelo, a miles de compatriotas les esta pasando lo mismo en estos momentos. Van a una guerra lejos de su hogar, y no saben si volverán. A fin de cuentas, son tan héroes como nosotros – dijo el modesto y superveloz Mercurio, recordando a Zumbador la época donde se encuentran, y la grandeza de aquellos héroes. Eso lo tranquilizo un poco.

– No me fío de la magia de Imán. Ojalá tuviéramos una maquina capaz de hacer esto – dijo Estrella Fugaz, ajustando sus muñequeras, lo único capaz de contener su vara de energía cósmica.

– A ver cuando aprendes que la ciencia no tiene explicación para todo – respondió Mercurio a su comentario.

– Estoy seguro de que en el futuro de Zumbador si que la hay – dijo Estrella mirando al ex-escuadronero.

– A mi no me mires, nosotros ya descubrimos por las malas que la ciencia no es la solución a todo5

Mientras, Lady Alondra susurraba unas palabras al oído de Aguila Americana.

– ¿Crees que esa Alondra del futuro tendrá algo que ver conmigo?

– No lo sé, pero no me extrañaría. Seguro que eres recordada en el futuro – contesto Aguila sonriendo.

– Oh, eres tan… – y le abrazo.


En otro de los grupos, Sueño Justiciero se colocaba sus artilugios hipnóticos, y sus bombas de sueño.

– ¿En que piensas? – dijo mirando a su pensativo compañero.

– Me pregunto que querría decir el Profesor Imán cuando me dijo que esta aventura me servirá para conocerme mejor – dijo el Dr. Ilusión pensando en las palabras de Imán hace una hora mientras miraba el cristal prismático que le da su poder.

Cerca de allí, Capitán Hora bebe un fluido verde de un tubo de ensayo.

– Genial, ya podemos irnos – dijo el héroe depositando el tubo en su cinturón, sintiéndose mucho más fuerte. – ¿Crees que la Princesa Poder habrá cambiado en estos años?

– No mucho. Pero pienso que quizá sea peligroso conocer el futuro de uno. Quizá esa misión a la que fueron ella y Fantasma Gris no fuera tal – dijo el enigmático Ocaso, envuelto en sombras.

– Quizá… – dijo el otro héroe mientras miraba al ultimo grupo. En él estaba Electrón, chocando sus nudillos hasta que salían chispas.

– Primero nos enfrentamos a ese viajero del futuro, Megatón no sé que, y ahora viajamos nosotros. Espero ir a la I Guerra Mundial y machacar alemanes – dijo el pequeño, pero no por eso menos peligroso héroe.

– Ten cuidado, puede que viajar en el tiempo sea más peligroso de lo que pensamos. Hay que estar preparado para todo – dijo Pantera mientras afilaba las garras de su traje.

Al fin, el Profesor Imán grita: «Es la hora» y los cinco equipos se colocan en sus puestos, solo para empezar a brillar, y en cuestión de segundos desaparecer. Allí se quedaron Imán y Arcana, envueltos en un fulgor carmesí, en trance.

– Lo que hubiera dado por ir con ellos – dijo el joven Jimmy Lightning compadeciéndose.

– Ya habrá mas oportunidades. Además, la vida es un reto, mientras se juegue limpio. Seguro que la ocasión se presenta antes de lo que espe – pero antes de que Mr. Astonishing terminara la frase, la pared de la base estallo, y apenas tuvo tiempo de coger a Lightning y rodar por el suelo.

– ¿Qué ha pasado? – exclamo el héroe, pero como respuesta sola obtuvo un gruñido, el gruñido inhumano de la bestia Titanus, uno de los más mortíferos villanos del mundo.

– Parece que vamos a tener acción. Da igual, podremos con él – dijo un confiado Lightning

– Quizá pudierais con él, si viniera solo. Pero vosotros dos solos no podréis contra ¡La Agencia del Mal! – dijo un hombre con una extraña cabeza, revelando un grupo de villanos, atravesando el hueco donde había una pared.

– ¿No querías acción Jimmy? Pues toma dos tazas – dijo Astonishing preparándose la lucha.


Y en el lejano futuro, donde los gritos llegan a su punto culminante, se despierta Hiperión. Está totalmente atado, y se siente sin fuerzas. Está en una especie de celda, pero muy extraña, quizás demasiado tecnificada. Pero no puede distinguir muy bien lo que le rodea. Está muy débil. ¿Cómo es posible? ¿Qué ha pasado? . Preguntas como éstas cruzan su mente nublada. Pero una luz verde le da una respuesta que no querría saber.

– ¡Imposible! ¡¡Argonita!! – exclama el héroe. Y una voz, que surge de alguna parte, contesta.

– No te preocupes, grandullón. Está lo suficientemente controlada para que su capacidad de debilitar el control eterno sobre tus moléculas sólo te debilite. No quiero que te vayas antes del gran final del espectáculo. Sólo estamos en el preámbulo. Los actores están en su sitio, y todo se desencadena con normalidad. Y esta vez, me he asegurado personalmente que no puedas hacer nada. ¿Quién lo iba a decir? ¿Quién me iba a decir que la oportunidad se me pondría tan fácil? ¿No es el dicho «Divide y vencerás«? – la figura surge de la nada, o eso le parece a Hiperión – Y cuando estalle el glorioso final…

– Oh, noo… tu no… otra vez no… – lamenta débilmente Hiperión al reconocer la voz de su adversario.

– … cuando llegue mi momento de gloria, el único que se alzará sobre las cenizas de la conquista de tu patético tiempo y reine por siempre en todo el mundo, en todos los tiempos seré yo, el CENTURIÓN ESCARLATA. BWA-HA-HA. – Y mientras la risa del Centurión Escarlata inunda la habitación, Hiperión no puede retener un inevitable escalofrío. Y la risa se pierde en el tiempo…


1.- En Escuadrón Supremo #12. Corre a comprarlo si no lo tienes.

2.- Ver Quasar #19

3.- El Dr. Lightner, actual hechicero supremo de su tierra, les impidió volver a ella la ultima vez.

4.- Ver Quasar #60 (Esta historia transcurre después de Quasar #61)

5.- En la maxiserie del Escuadrón Supremo. ¿Qué haces leyendo esto si no la has leído?


PROXIMO NÚMERO: La Agencia Dorada intenta rescatar al Escuadrón Supremo, pero ¿podrán dos grupos de héroes contra el Centurión Escarlata y la Agencia del Mal? ¡¡No os perdáis el mes que viene la continuación de esta «Crisis en Otro Tiempo«!!


CARTAS A OTRA-TIERRA

Bueno, pues bienvenidos seáis al primer correo de esta nueva serie de MarvelTopia. Espero que os haya gustado este primer numero. Os aseguramos que la acción y la calidad no van a decaer en próximos episodios.

Ahora, decidnos lo que os ha parecido este numero a Pedro.Garcia@ua.es o a javierg@colon.net, y publicaremos vuestros comentarios aquí mismo. Otra cosa: a pesar de que para leer y disfrutar de esta serie no hace falta ser un experto en DC, si que incluimos ciertas referencias a muchos personajes y acontecimientos de dicha editorial.

Así pues, hacemos un llamamiento a cualquiera que conozca mínimamente el Universo DC a que nos vaya enviando en sus cartas las referencias/homenajes que OPio y yo hemos puesto en estas paginas. Si alguien es capaz de acertarlas todas será recompensado con el primer No-Premio oficial de MarvelTopia. Esperamos vuestras cartas. Y eso es todo por hoy, hasta el mes que viene, Saludos Supremos.

Doctor Cómic

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