Detective Comics #761

Detective Comics #761

#761 – Payaso I
Furia

Por Carlos Fortuny


Fecha de publicación: Mes 169 – 5/12


Batcueva, Gotham.

Solo la luz que emanaba de la pantalla del ordenador iluminaba la estancia, haciendo de ella un lugar poco acogedor. Aun así era el sitio en el que Bruce se sentía más cómodo, allí alejado de todos, trabajando en absoluta soledad, exceptuando las molestas visitas de su mayordomo. Sabía que Alfred se preocupaba por él, pero no necesitaba su preocupación ni su condescendencia, había cometido muchos fallos como Batman, y tenía muy claro que Robin había sido el mayor de todos. Pero Bruce no pensaba quedarse de brazos cruzados, enmendaría sus errores, acabaría con los héroes adolescentes, esto no era un juego de niños, aunque durante mucho tiempo lo hubiera parecido.

Pero ahora mismo había algo aun más apremiante, encontrar a Dick, su primer pupilo, la luz que había ahuyentado sus propias sombras y que ahora se había visto abocado a cargar con el peso del mundo sobre sus hombros, todo porque un día él lo acogió como Robin. Todo porque no había sabido defender a los suyos.

Bruce apartó la vista de la pantalla y se frotó sus cansados ojos, lo que en un principio habían sido horas, ahora eran días sin dormir, pero no se podía permitir descansar. No hasta que diera con Dick.

Alfred emergió cuidadosamente de entre las sombras, bandeja en mano, intentando no tropezar con nada que la escasa iluminación le ocultara. Miró a su señor con tristeza, ahora mismo no era ni una sombra de lo que había sido, las noches en vela y la obsesión por encontrar a Dick lo habían dejado terriblemente demacrado. Por su parte el mayordomo mantenía su porte natural, si bien los últimos acontecimientos le habían afectado, no se podía permitir que se le notara, ya que en estas ocasiones debía mantenerse firme por si su señor le necesitara.

-Amo Bruce, no puede seguir así. Dijo Alfred colocando la bandeja con la comida junto a otra que le había traído horas antes y que seguía intacta.

-Tengo que encontrarlo.- Se limitó a responder su señor sin apartar la vista del ordenador.

-Permitame decirle que no se como va a realizar su trabajo con eficiencia si no duerme ni come.- Le reprochó Alfred.

Bruce se limitó a echarle una mirada feroz que fracasó estrepitosamente.

-No crea que voy a amilanarme por una de sus miradas. No soy un matón de poca monta, estoy más que acostumbrado.

-Estoy trabajando.- Dijo Bruce volviendo a su ordenador.

-Eso ya lo veo señor, pero le repito…- Empezó a decir Alfred.

Pero el mayordomo no pudo acabar la frase, ya que fue estrepitosamente cortado al golpear su amo con fuerza una mesa cercana.

-¡Estoy trabajando!- Gritó Bruce furioso.

-Como desee señor.- Se limitó a contestar Alfred mientras se retiraba.


Residencia de los Ward, South Hinkley, Gotham.

En una zona residencial de clase media un coche de la policía se detiene ante una de las casas. Los Ward, la familia que vive en dicha casa llevan unos días de locos, pues ya hace seis días que su hijo mayor, Andrew desapareció y no se volvió a saber de él. Renee Montoya y Crispus Allen bajan del coche patrulla dirigiéndose a la casa.

-¿Crees que vamos a encontrar algo?- Preguntó Allen algo aburrido.

-Nunca se sabe.- Se limitó a responder su compañera.

-Tiene pinta de que el chico se ha marchado de casa, con ese borracho que tiene como padre.- Dijo Allen asqueado.

El padre de Andrew, Jake Ward era un hombres con serios problemas con el alcohol, además cuando bebía más de la cuenta, algo que sucedía en numerosas ocasiones, tendía a ponerse violento, lo que lo había llevado a pasar más de un día en el calabozo por alteración del orden.

-Puede ser, pero ya son tres los chicos desaparecidos, uno podría ser casualidad, pero tres…- Respondió Montoya pensativa.

Minutos después los agentes se encontraban en la habitación del chico. Aunque ya había sido inspeccionada, tampoco se había hecho un trabajo muy a fondo, a causa de que en un principio se pensó en que Andrew simplemente se había fugado.

Tristemente esta segunda revisión no trajo ninguna novedad, más allá de confirmar que el joven era un empollón, la habitación estaba plagada de libros bastante avanzados para su edad, aparte de eso llamaba la atención lo increíblemente ordenado que estaba todo para un niño de quince años.

Entonces Renee cayó en algo.

-¿Nadie investigó el ordenador?- Preguntó a su compañero mientras se fijaba en el portatil.

-Mmmm, aquí no consta nada…- Respondió Crispus mientras revisaba sus datos.- Menudo trabajo de mierda se hace por aquí…

-No me puedo creer que no revisaran el ordenador…

-A mi sin embargo no me extraña. En fin, vamos a llevarlo a central.- Respondió Allen guardando el ordenador.


Azotea de la comisaría, East End, Gotham.

Era una noche fría en Gotham, Gordon se frotó los brazos con fuerza mientras andaba de un lado para otro intentando que el calor no escapara se su cuerpo.

-¿Qué sucede?- Preguntó una voz ronca desde las sombras.

A pesar de que debería estar acostumbrado a ello, la voz le sobresaltó ligeramente. Nunca se habituaría a que lo sorprendiera con esa facilidad. Enseguida se dio la vuelta para encontrarse cara a cara con él.

-Estás un tanto desaparecido últimamente.- Dijo Gordon preocupado por su compañero.

-He estado ocupado…

-Hemos sufrido un par de atentados con la firma del Joker.- Dijo el comisario sacando un cigarro, con la esperanza de que le calentara algo por dentro.

-Pero el Joker está…- Empezó a decir Batman.

-En Blackgate1, hoy mismo he llamado personalmente a la penitenciaría y me han asegurado que seguía allí encerrado.- Respondió el comisario dando una calada.

-¿Un imitador?

-La gente jura y perjura que se trataba de él, en la primera escena, un videoclub no encontramos nada. Pero en su segundo objetivo, una residencia de ancianos, uno de los celadores grabó un vídeo, la imagen no es buena pero…- Dijo Gordon mostrando un video en una tablet que momentos antes había cogido de la oficina, no le gustaban demasiado aquellos trastos, pero debía aceptar que eran muy útiles.

En el video no se veía nada, explosiones, fuego, y humo, pero se podía escuchar con claridad una estridente risa, una risa inimitable.

Pero aquello, no quería decir nada, había mil formas de conseguir que aquella risa estuviese allí, pero tampoco podía descartar que el Joker estuviera detrás de aquello, por mucho que estuviera en Blackgate, cosas más raras había visto.

El video acabó y el comisario alzó la vista, Batman ya no se encontraba allí, pero eso no le extrañaba en absoluto.


Mansión de los Abbott, Blüdhaven.

Hacía muy poco que patrullaba las calles de Blüdhaven bajo aquella identidad, pero eso no significaba que careciera de experiencia. Llevaba muchísimo tiempo ejerciendo como justiciera, incluso había trabajado con los Titanes. Aquello la enorgullecía, pero le recordaba el terrible encuentro con Vandal Savage, aquello la había cambiado. Enseguida dejó de pensar en ello, debía centrarse en el ahora.

Acababa de llegar a la mansión de los Abbott. Aunque dicha familia daba el nombre a la propiedad lo cierto era que el dueño de la casa, el joven Nathaniel estaba en paradero desconocido, y sus padres habían fallecido. Así que lo cierto era que no quedaba ni un Abbott que diera nombre a la mansión.

Nightwing llamó al timbre, se le hacía raro, no era su modo de operar, pero el mayordomo de la casa le esperaba y no le había parecido correcto entrar a escondidas.

Enseguida el mayordomo de la casa le abrió, un hombre de bastante edad, rondaría los sesenta y pico, a pesar de ello se le veía en bastante buena forma, probablemente a causa del ejercicio diario que se realizaría limpiando semejante mansión.

-Buenas noches, usted debe de ser Nightwing.- Dedujo el mayordomo.- Mi nombre es Herbert Freeman, encantado.

Nightwing inclinó la cabeza por todo saludo, y se apresuró a entrar en cuanto el mayordomo se lo permitió.

-¿Cual es la habitación del chico?- Preguntó con una voz tan profunda que no permitía distinguir si era hombre o mujer.

Tampoco ayudaban a distinguir si Nightwing era un hombre o una mujer su gabardina, que cubría las mallas. O su máscara de cristal ahumado que ocultaba por completo su rostro.

-Sígame por favor.- Indicó cortésmente Freeman.- He oído rumores de usted. Lleva el mismo nombre que el anterior héroe local, pero no es él… Debo admitir que no me gustan sus métodos, pero dada mi desesperación y la recomendación de Pennyworth…

Pennyworth era quien le había pedido a Bette que le hiciera el favor de ocuparse de aquel asunto. Su familia y la de los Freeman habían sido amigos durante mucho tiempo. La reciente muerte de su señor meses atrás habían afectado tanto a Freeman como al joven Abbott. Y la desaparición del muchacho había hundido en la desesperación al hombre. Tanto fue así, que Alfred no vio otra salida que tomar cartas en el asunto, con su señor demasiado ocupado había recurrido a Bette Kane.

Finalmente ambos llegaron a la habitación. Nightwing observó que el mayordomo se quedaba en el umbral de la puerta observando. No tenía demasiadas ganas de trabajar con alguien observándole, así que se limitó a cerrar la puerta.

La joven empezó a escrutar la habitación. Lo que vio coincidía bastante con un chico de 15 años, al menos con uno que tuviera mayordomo, ya que todo estaba bien ordenado y la cama hecha. Había una televisión con una videoconsola en un rincón, una estantería con bastantes libros y comics en otro. Algunos posters a la vista. El armario no parecía ocultar nada más allá que una revista con jovencitas ligeras de ropa.

Entonces se acercó al escritorio, sobre él descansaba un portátil, enseguida lo encendió y empezó a investigar, nada. Las esperanzas se le iban, como si de un partido en que su equipo perdía se tratara. Se le acababan los sitios donde mirar. Entonces encontró una mina, un cajón lleno de papeles. La mayoría de ellos tickets de compra de libros, videojuegos y comics.

Entonces lo encontró, un ticket de compra de un billete de autobús para Gotham. La fecha indicaba que se había comprado hacía unas semanas, lo cual cuadraba con la desaparición del chico.


Penitenciaría Blackgate, Isla de Blackgate, Gotham.

Para Dave Wheeler aquel no era un día normal, no era tan extraño que Batman visitara la penitenciaría, si bien sus visitas solían llevarle por lo general a Arkham. Pero Dave nunca había tenido la oportunidad de verlo en persona. Su primer pensamiento fue de temor, hasta que recordó que Batman estaba de su lado y no había nada que temer. Si bien eso no sirvió para que el murciélago dejara de infundirle un gran respeto basado en el temor. Esto lo ponía muy nervioso, y cuando Dave estaba nervioso hablaba.

-Hemos tenido muchísimo trabajo desde que se cargaron Arkham2.- Dijo Dave, que no paraba de frotarse las manos.- Entiéndeme somos una prisión, estamos preparados para contener a los peores criminales, pero tantos a la vez… Además ahora tenemos criminales y dementes, todos juntos.

Batman se limitó a seguir caminando, sin decir ni una palabra. Esto hizo que Dave se pusiera aun más nervioso.

-Hemos tenido al Joker totalmente aislado, puede que no tenga poderes, pero es de lejos el que más miedo me da…- Al segundo de decir esto Dave se arrepintió, no estaba bien que él, que se ocupaba de velar por que ninguno de estos dementes escaparan, tuviera miedo.

-Sino tuvieras miedo estarías loco.- Se limitó a responder Batman.

Ambos se pararon ante una puerta, dentro de la cual esperaba el Joker.

-Espera fuera, yo me hago cargo.

Dave estuvo a punto de protestar, pero la verdad era que no tenía ninguna gana de verse cara a cara con el payaso, así que hizo caso y se quedó junto a la puerta mientras Batman entraba y cerraba tras de si.

-¡¿Te parece bonito?! No me llamas, no me escribes, estaba preocupado, ya sabes, Gotham está llena de locos.- Dijo el Joker con cara de ofendido, para acto seguido empezar a reír.- Sé que esto no es tan acogedor como Arkham, pero no es motivo para no visitar a tu viejo amigo.

-¿Qué sabes de ese imitador?- Se limitó a preguntar Batman haciendo caso omiso de lo que le decía el Joker.

-¿Un imitador?, si tuviera un fan de ese nivel, le habría ofrecido el espectáculo de su muerte en primera fila.- Dijo el Joker divertido.

Batman le puso la grabación de la residencia de ancianos.

-Vaya, al menos has traído una peli para que nos entretengamos. Siento ser descortés pero a mi no me quedan palomitas…

Las reacciones del Joker eran por lo general imprevisibles, pero si algo tenía claro Batman, es que al Joker no le gustaba contar con imitadores, a no ser claro, que aquello fuera cosa suya. Y en ese caso la reacción fue más de divertimento que de otra cosa.

Sin decir nada más Batman salió de la habitación mientras el Joker gritaba.

-¡Espera! ¡Quédate un rato! ¡Aún no nos hemos puesto al día sobre mis queridos pajaritos!- Gritó entre risas.

El Joker se lo había tomado demasiado bien, aquello solo podía significar una cosa, fuera como fuese estaba detrás de todo aquello.


Comisaría, East End, Gotham.

Renee Montoya y Crispus Allen llegaron a la comisaría después de un largo día de trabajo. Algunos días como aquel eran especialmente agotadores, no por que el clima no estuviera acompañando en esos días especialmente fríos, ni por haber tenido que reinvestigar antiguas desapariciones, lo que de verdad les dejaba agotados era la falta de pistas, no sabían donde agarrarse para seguir investigando.

El comisario Gordon enseguida los recibió y los hizo pasar a su despacho.

-¿Cómo ha ido?- Preguntó el comisario sin dar rodeos.

-Bueno, hemos investigado las casas de Andrew Ward y Roger Drake, de momento no hemos podido establecer que tengan nada en común más allá de que ambos son chicos de 15 años.- Respondió Montoya.

-Ahora nos pondremos a comparar datos con lo que hayan encontrado en la casa de Peter Lawson.- Añadió Allen.

El comisario se limitó a asentir taciturno, y seguidamente le dio un sorbo a su taza de café. Allen se puso en pie, pero Montoya no hizo ademán de levantarse. Lo cual evitó que Allen saliera.

-Señor, no quiero quejarme de los compañeros, pero en la casa de Andrew Ward encontramos un ordenador, lo hemos traído para que se investigue, pero no me puedo creer que pasaran por alto algo tan vital como eso.- Replicó Montoya.

El rostro del comisario ganó unos años en cuestión de segundos, ya tenía bastante con la corrupción que se cernía siempre sobre la policía de Gotham como para tener que luchar también contra la incompetencia.

-No se preocupe, me haré cargo.- Dijo el comisario.

Tras estas palabras, los dos agentes se dirigieron a la puerta, pero unas últimas palabras del comisario hicieron que se detuvieran.

-Encuentren una relación entre esas desapariciones como sea…


Escenario del crimen nº2, residencia de ancianos, Gotham.

Hacía rato que había llegado a la residencia, pero a menudo se descubría con la mente ida, no conseguía centrarse. Su cuerpo estaba allí, pero su mente no podía parar de pensar en Dick y Tim. Recordó perfectamente la cara del Joker, sabiendo que le había derrotado completamente, había matado a uno de sus pupilos, corrompido a otro, y el tercero se encontraba entre la vida y la muerte.

Con un aullido Batman golpeó una de las paredes que no pudo resistir su golpe, en parte porque el incendio había debilitado gravemente la estructura. Milagrosamente el techo no se desplomó sobre su cabeza, aunque por un segundo pensó que sería lo más fácil. Pero no, tenía demasiado que hacer para dejarse llevar por el camino fácil. Tenía que centrarse, ya se ocuparía de Dick, lo primero ahora era aquel imitador.

Le llamó la atención que el imitador había empezado pegando tiros a diestro y siniestro, y había terminado pegándole fuego al edificio. ¿Había algún motivo para quemar el videoclub y la residencia? ¿O eran objetivos al azar?

Batman no estaba seguro de que le daba más miedo, que el Joker estuviera detrás de aquello, o que tuviera un imitador tan enfermo como él.


Apartamento de Bette Kane, Blüdhaven.

Regresó a casa directa desde la mansión de los Abbott, estaba satisfecha de la pista que había encontrado, pero no podía plantarse en Gotham sin más y empezar a buscar a un chico de 15 años. Por suerte para ella la tecnología estaba muy avanzada, y con un poco de fortuna podría seguir el rastro de migas de pan que le dejara Nathaniel, en forma de videos.

No fue tarea fácil investigar los videos, primero accedió a las grabaciones de la estación de autobuses, y de acuerdo a la hora de llegada, esperó a que el autobús de Blüdhaven hiciera acto de presencia. Más tiempo le llevó encontrar al joven entre la multitud de pasajeros, pero una vez localizado no fue difícil seguirle el rastro. El primer golpe de suerte le llegó a Bette cuando el joven se decidió por el metro, pues de haber ido a pie le habría perdido la pista. Aun así, el metro en el que se subía tenía más de diez paradas por delante. Podría estudiar cada parada para ver en cual se había bajado, pero prefirió investigar más a fondo ese primer video.

El teléfono sonó, pero ella hizo caso omiso, lo que provocó que acabara saltando el contestador, la voz de Donna Troy retumbó por la habitación.

-Hola Bette, sé que estás bien, pero llámame, me preocupa no saber de tí en tanto tiempo…

Todos se preocupaban por ella, pero ella no quería saber nada de nadie. Antes se había considerado su semejante, una heroína, pero ahora se veía más cercana a un monstruo, un monstruo justiciero.

Se levantó de la mesa y se dirigió a la cocina, donde cogió una cerveza. Mientras bebía recordó a Vandal Savage, y la furia le nubló el juicio, estrujó la lata haciendo que todo su contenido se derramara y acto seguido la arrojó a un lado, partió una silla de una patada, y su siguiente golpe se dirigió contra la mesa, pero su puño se detuvo a escasos centímetros de la foto de Nathaniel Abbott, aquel chico la necesitaba. Y ella no iba a ser tan egoísta como para abandonarlo solo porque aquel monstruo de Savage le hubiera destrozado la cara.

Volvió a sentarse y a centrarse en el ordenador, era lo mejor. Bette Kane odiaba su vida, pero Nightwing tenía demasiado trabajo para hacer casos a las tonterías de una niñita.

Y entonces algo llamó su atención, algo que antes había pasado por alto, mientras esperaba el metro Nathaniel sacaba un chicle de su bolsillo, pero lo que no había visto era que junto al chicle sacaba un pequeño y arrugado papel. Una vez más la fortuna le sonreía, en circunstancias normales no habría servido de nada, pero el joven estaba lo suficientemente cerca de la cámara, y el ángulo era lo suficientemente bueno para ver parte del nombre que allí figuraba. El ordenador reconoció la primera palabra por trozos, las dos primeras letras eran “Mu” y el final era “ag”, había un par de letras en medio que no conseguía detectar, como tampoco la final. En cuanto a la segunda palabra  la duda era si se trataba de hostel u hotel.

Tras compararlo con la base de datos de Gotham solo quedaron un par de alternativas, ambas cercanas: Murtagh Hotel o  Murtagh Hostel. Investigaría las dos, al fin y al cabo no se podía quejar, había reducido la búsqueda de una ciudad a un par de sitios.


Centro Comercial Spencer, Gotham.

Queda poca gente en el centro comercial, se acerca la hora del cierre y no hace un día demasiado bueno para estar de compras, aun así siempre había algún gothamita atrevido que ignoraba las inclemencias del tiempo.

Cuatro hombres charlaban animadamente en una hamburguesería dentro de los grandes almacenes muy cercana a la puerta principal, mientras compartían una cerveza. Uno de ellos miró su reloj.

-Es la hora.- Anunció a los demás.

Uno de los hombres saca de una maleta unas mascaras de payaso y unas cuantas ametralladoras que va pasando a sus compañeros.

Entonces, con absoluta precisión el Joker entró por la puerta principal del centro comercial con un lanza cohetes en la mano. O más bien una versión de este. Si bien tenía un aire parecido, era visiblemente más bajo.

-¡Buenas noches caballeros! ¡Vengo a cerrar el local!- Gritó entre carcajadas, ante la atónita mirada de las personas que quedaban allí.

Dicho esto colocó el lanzacohetes en su hombro y disparó hacia el interior del recinto, pero inesperadamente el cohete salió disparado en la dirección contraria, impactando con la fachada del edificio de enfrente.

-Vaya.- Dijo el imitados intentando aguantar una sonrisa.- Espero que no colguéis en Youtube mi pequeña pifia.

Acto seguido disparó con su pistola a un hombre que andaba cerca.

-Ese tenía cara de bocazas.- Dijo divertido.

Los hombres con mascaras de payaso enseguida hicieron acto de presencia, disparando a quien se cruzaba en su camino. Los gritos, los disparos y la risa del imitador era el único y macabro sonido en todo el lugar.

-¿Pero por qué se hace tanto de rogar?- Lloriqueó el imitador.

Por toda respuesta un batarang impactó en su mano, lo cual hizo que soltara la pistola por un acto reflejo.

-Vaya, por fin, pero ¡aaauu!, ¿es esta tu forma de saludar?- Dijo el imitador frotandose la mano.

-Ni si quiera he empezado.- Respondió Batman con voz profunda lanzándose sobre el imitador, pero este lo esquivó sin problemas entre risas.

-Ni si quiera he empezado.- Imitó el payaso a Batman sin dejar de reír.-Es mejor en persona que cuando te lo cuentan.- ¿Una pastillita para la garganta?

El imitador sacó un pequeño cilindro con lo que parecían pastillas y se las lanzó a Batman, estas enseguida empezaron a estallar.

-Eso sí, te pueden dar ardores.- Dijo nuevamente riéndose.

La risa paró en cuanto Batman acertó a su rival con un puñetazo en plena mandíbula, pero antes de que pudiera lanzar otro golpe, los disparos de los secuaces hicieron que Batman se tuviera que retirar a las sombras.

Con el sigilo que lo caracterizaba Batman emergió de la oscuridad para noquear a uno de los payasos, pero por un segundo sus energías le fallaron, y uno de sus enemigos consiguió acertarle con una ráfaga en la espalda, haciéndolo caer.

-Me habían dicho que eras más rápido, ¿que pasa? ¿estás mayor?- Dijo el imitador cogiendo una piruleta de una tienda cercana.

Batman consiguió ocultarse a rastras tras un mostrador. Le habían acertado tres o cuatro proyectiles, pero afortunadamente la capa había absorbido gran parte del impacto y habían impedido que le perforaran. Aun así la espalda le dolía horrores.

-Yuhuuuu, Batmaaaaan, sal de ahiiiii.- Dijo con tono cantarín el imitador.

Batman se asomó ligeramente y se encontró con que lo apuntaban desde unos 25 metros con el lanzacohetes. Enseguida miró a su alrededor, no encontraba una salida posible. El cohete salió disparado hacia él, Batman lanzó un batarang explosivo contra la pared trasera mientras corría hacia ella. Una pequeña explosión abrió una pequeña ruta de escape, por la que Batman se deslizó de un salto, en cuanto atravesó el hueco una explosión mayor detonó toda la tienda y le dio un impulso que hizo que atravesara toda la calle para acabar golpeándose contra un contenedor.


1.- El Joker fue encerrado en Blackgate en el Spoiler #12 de David Guirado.

2.- Este suceso ocurre en el DC Premiere #3 de Tomás Sendarrubias.


Batordenador

Buenas, por fin tenemos aquí el número 1 de Detective Comics. Creo que existía un gran vacío en DCTopía no teniendo ninguna serie del murciélago, es verdad que tenemos un buen elseworld de David, y que en este mismo universo hay una serie dedicada al propio Batman, pero esta se encuentra parada desde hace mucho tiempo y solo cuenta con un número.

Si bien Tomás ha dedicado unas cuantas páginas a Batman en una u otra cabecera, el principal personaje de DC se merecía la suya propia, y para ello estoy yo aquí, para intentar llevarlo al lugar donde le corresponde.

Como ya habréis comprobado en este primer número, no quiero centrarme exclusivamente en Batman, hay buenos secundarios que también tendrán su lugar. Además tampoco quiero dejar de lado a la nueva Nightwing, quien a mi parecer es un personaje muy interesante.

En fin, ¡si queréis leer sobre Batman, la policía de Gotham, Nightwing o Robin (si es que vuelve a recuperarse) esta es vuestra serie!

Y recordar que para cualquier cosa me tenéis vía Facebook o en chfortuny@yahoo.com

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5 Responses to Detective Comics #761

  1. David Guirado Lozano says:

    Un muy buen primer número de tu Detective!

    Muy interesante todo lo del imotador del Joker y lográs crear mucha intriga acerca de la identidad del impostor.

    Una cosa, acuerdate que aparte de usar Tomás a Batman en sus series, yo también lo use en la de Spoiler jejejejeje

    Insisto muy buen número….. a ver que nos depará el siguiente 🙂

    • Carlos Fortuny says:

      Si jajaja. Nombre a Tomas porque ya llevaba varios capítulos en el que Batman fue uno de los protagonistas, mientras que en Spoiler más bien salió de secundario (cuando ha sido él XD) aunque últimamente veo que está muy presente jejeje

  2. Tomas Sendarrubias says:

    Lo que nos gusta a todos un Joker… je, je, je. Me alegro de que Batman vaya a salir con cierta frecuencia por aquí, se lo merece. Y me alegra mucho que utilices a Nightwing, creo que es un nuevo personaje que puede dar mucho de sí. ¡¡Enhorabuena!!

  3. Nahikari says:

    (Aclaradas algunas dudas, paso a comentar xD)

    A pesar de no conocer cosas que han pasado anteriormente, esto no ha sido impedimento para que me guste ^^

    La historia me parece más que interesante, y me gusta mucho como has reflejado el estado anímico de los diferentes personajes.

    Quizás hubiera descrito algo más a los personajes, en cuanto al físico me refiero, aunque siendo personajes conocidos tampoco estoy segura de que sea imprescindible :p

    Me encanta Alfred, siempre tan en su línea… xD

    En resumen… ¡Está muuuy bien!

    • Carlos Fortuny says:

      Supongo que peco de ello, de contar con que ya tenemos la imagen preconcebida del personaje y que no es necesario explicarlo U^^

      Muchas gracias a todos por vuestras opiniones ^^

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