Flash #184

Flash #184Es el ser más rápido del universo. Él es…

#184 – Caos
Por David Guirado


Fecha de publicación: Mes 170 – 6/12


Flash estaba corriendo a supervelocidad hacía las afueras de New York, decidido a impedir el desastre. No era ni muchísimo menos la primera vez que Wally corría hacía el peligro, pero sí que notaba en sus entrañas que las cosas pintaban mal.

Nada más llegar a la ciudad contempló una escena que no hacía sino que confirmar sus peores temores…. Flash contempló una imagen que le lleno de desasosiego, Superman caía, precipitándose hacía el suelo. El Hombre de Acero había sido derrotado.  (1)

El estruendo del golpe de Superman al tocar tierra resonó fuertemente. Aquello no podía ser cierto. Aquella criatura que sobrevolaba la ciudad se había alzado victoriosa.

– ¿Superman? ¿Te encuentras bien?- preguntó Flash acercándose a su camarada caído.

Sin embargo, no recibió respuesta. Wally le tomó el pulso y se tranquilizó un poco al ver que tan sólo estaba inconsciente.

– No podéis detener el Armaggedon- anunció la criatura conocida como Kogix, mientras empezaba a liberar una especie de energía oscura.

– Amigo, perdóname si lo intento- replicó Wally mientras empezó a correr a supervelocidad hacia el monstruo.

Kogix lanzó contra Flash una especie de rayo con forma de media luna. Ni siquiera el hombre más rápido del mundo pudo reaccionar y esquivar ese ataque. Wally West recibió de lleno el impacto.

– ¡Wally, nooo!- gritó Kid Flash, quien acababa de llegar al lugar de los hechos.

El rayo había dejado herido a Wally. No eran heridas mortales, pero si que le había afectado bastante, dejándole tendido en el suelo. Ese ataque de Kogix le había paralizado y se veía incapaz de mantener abiertos los ojos por mucho más tiempo.

– Los metahumanos estáis de suerte. No quiero mataros- proclamó Kogix.


En pleno centro de Keystone, los villanos de Flash estaban provocando el caos. No había sido nada planeado, ni fruto de ninguna maquinación organizada por ninguno de ellos. Simplemente habían sentido como una necesidad innata de causar destrucción. Sin mediar palabra entre ellos, Ola de Calor, el Capitán Boomerang, el Capitán Frío y el Hechicero del Clima salieron de su escondrijo y se dedicaron a poner en práctica sus habilidades aumentadas, por el simple y puro placer de causar muerte y destrucción. (2)

– ¡¡¡¡Arrgh!!!!- gritaba de dolor un habitante de Keystone, mientras era quemado vivo por Ola de Calor, quien estaba disfrutando como nunca.

– Siente el rojo fuego, capaz de consumirlo todo- musitaba el villano, sintiendo como las llamas eran generadas por sus manos.

No muy lejos de él, un renovado Capitán Frío cuyo cuerpo estaba ahora formado de hielo, se estaba entreteniendo en congelar vivo a una joven pareja. De dos ráfagas heladas, convirtió a los dos amantes en sendos cubitos de hielo.

El Hechicero del Clima estaba pasándoselo en grande lanzando rayos eléctricos contra los viandantes. Un hombre robusto de mediana edad logró alcanzar su coche. Pero si pensaba que allí estaría a salvo, estaba totalmente equivocado.

– No tan rápido- señaló el Hechicero.

Concentrando su energía, el villano le lanzó un relámpago al vehículo, chamuscándolo completamente. Mientras el conductor se chamuscaba, Mardon no paraba de reír.

– Esto no es justo- musitó el Capitán Boomerang mientras arrojaba varias de sus armas contra gente que pasaba por allí- Vosotros habéis aumentado vuestros poderes, mientras que yo sigo con mis viejos boomerangs arrojadizos de siempre.

Mientras Harkness pronunciaba esas palabras, uno de sus «juguetes» rebanaba el cuello a una mujer de unos cincuenta años que ingenuamente había tratado de salir corriendo.

– Siente el frío- musitó Snart, mientras congelaba con sus manos a una jovencita de unos quince años que había tenido la mala fortuna de quedar esa tarde en la zona con sus amigas- No todo el mundo ha sentido la «llamada», Digger.

Enfurecido, el Capitán lanzó otro de sus boomerangs, este colándose dentro de una ventana de un primer piso y clavándose en la frente de una anciana que pretendía refugiarse del caos que estaba invadiendo la ciudad.

– Supongo que ya llegará mi turno. No entiendo muy bien el arrebato que os ha dado a los tres de salir por las buenas a la calle a matar gente, pero, ey, yo me apunto- respondió el Capitán Boomerang.

De sopetón, comprobando que cerca de ellos no quedaba nadie a quien masacrar, los cuatro villanos se reagruparon y se dispusieron a seguir avanzando por las calles de Keystone, matando a todos los que pudiesen en el proceso.


Mientras tanto, en las afueras de New York, Dinah Lance se encontraba al lado de Flash, quien todavía se encontraba tirado en el suelo.

– ¿Wally? ¿Estás bien?- preguntó Canario Negro, intentando reanimar a Wally.

– Ughh- dijo casi inaudiblemente Flash.

– Llevas una hora casi inconsciente- dijo Dinah- Superman despertó hace un rato y se ha marchado.

– ¿Y tú cuándo has llegado aquí?- preguntó un desorientado Flash.

En esos instantes, Wally abrió los ojos del todo y se percató de la visión que tenía delante de él. Una gran cúpula negra de energía cubría toda la ciudad de New York.

– ¿Qué ha pasado aquí?- preguntó Wally a Dinah.

– Estaba de camino a New York, dispuesta a asistir a una reunión con Maxwell Lord, cuando me encontré con todo este caos… Superman y tú estabais inconscientes mientras que ese ser creó esa cúpula como de la nada… Los Titanes y yo intentamos detenerle, pero no pudimos hacer nada. Aún peor… esos críos se han quedado atrapados dentro con ese monstruo- explicó Dinah. (3)

– ¿Los Titanes? ¿Bart estaba con ellos?- preguntó Wally.

– Así es- asintió Dinah, para su pesar.

Flash se acercó a la cúpula corriendo e intentó atravesarla haciendo vibrar sus moléculas, como tantas veces había hecho en el pasado. Sin embargo, recibió una fuerte corriente al intentar hacerlo. Aquella barrera era inexpugnable.

– Te podría haber avisado si no te hubieses lanzado a las bravas. Superman ya ha intentado entrar por todos los medios posibles y no ha podido…(4)

– ¡Maldita sea! ¡Tenemos que entrar aquí dentro! ¿Dónde están los héroes? Lo lógico es que todos estuviesen aquí, intentado poder entrar para detener a ese ser. Es más, ¿por qué se ha marchado Superman?- Wally ignoraba hasta donde estaban llegando los actos de Kogix.

– Aún hay más, Wally. Hay avisos por todo el mundo de que nuestros villanos tienen los poderes aumentados y están provocando el caos por doquier. Aún más, criminales que antes carecían de poderes, ahora han adquirido habilidades metahumanas. Es cosa de ese monstruo. Se lo ha dicho a Clark. – contestó Canario Negro- Superman ha partido para poder luchar contra varías de esas amenazas e imagino que nuestros colegas estarán ocupados peleando contra villanos por todo el mundo. Incluso Keystone estará en apuros. (5)

– Oh, Dios- exclamó Flash.

– Confiemos en los Titanes. Ese Kogix es probablemente uno de los seres más poderosos que he visto jamás, pero no hemos de subestimar lo que pueden hacer esos héroes- murmuró Dinah, mientras se disponía a subirse a su moto, la cual estaba aparcada cerca de ellos.

– ¿Y así, sin más, tú también te vas a marchar dejando a esos críos y a toda la ciudad de New York encerrada en una cúpula? ¡¡Ese bicho ha derrotado a Superman!! ¿Qué posibilidades pueden tener los Titanes?

Canario Negro se puso el casco de su moto y empezó a arrancarla.

– Me voy a ayudar, Wally. Hay muchos criminales con metahumanos haciendo estragos por todas partes como para ignorarlos- aclaró Dinah.

Un escalofrió recorrió el cuerpo de Flash en aquellos momentos. Si los poderes de los villanos estaban aumentando y Keystone City era una de las ciudades con mayor índice de supercriminales, eso significaba que su ciudad estaba en graves problemas. Por no mencionar sus seres queridos, como Linda o su Tía Iris.

– Debo irme a Keystone. Si mis villanos han aumentado sus poderes debo de detenerlos antes de que sea demasiado tarde- proclamó el velocista escarlata- Aunque me preocupa dejar a su suerte a los chicos…

– A veces, durante el Armaggedon, hay que tener fé- aventuró Dinah Lance- Confiemos en los Titanes.

Tras escuchar las alentadoras palabras de Canario Negro, Wally West empezó a correr de vuelta a Keystone, emprendiendo la que muy bien podría ser su última misión. Desde luego, cuando acabase el Armaggedon y se levantase el humo tras la batalla, su vida no volvería a ser jamás la misma.


En Keystone City, el pánico se había extendido a lo largo y a lo ancho de toda la ciudad. No dejaban de llegar noticias por todos lados de que los villanos estaban arrasando la ciudad y que las víctimas estaban peligrosamente cerca de rondar los tres dígitos.

– Esto es como una especie de pesadilla, Iris- comentó Linda, la mujer de Wally West.

Ambas mujeres estaban en casa de  Iris, reunidas allí para protegerse mutuamente durante la tragedia que estaban viviendo.

Iris Allen se limitó a decir algo inaudible ante los temores de Linda.

– Sigo pensando que debería estar ahí fuera, intentando averiguar qué es lo que le ha pasado a los villanos y tratando de ayudar a Wally como pueda. No me quede de brazos cruzados cuando Kobra invadió Keystone y no quiero quedarme ahora- se lamentó Linda. (6)

– Salir ahora es demasiado peligroso- observó Iris- Durante años, los villanos han parecido tener cierto código de honor. Pero ahora parece diferente… Están provocando el caos por el caos y salir ahí fuera sólo hará que te maten.

– Supongo que tienes razón, pero…- respondió Linda.

De golpe, una un cubo de basura atravesó la ventana de casa de Iris, produciendo un sonoro ruido de cristales rompiéndose.

– ¡Oh Dios!- gritó Linda- ¡Iris, a cubierto!

Ambas mujeres se tiraron al suelo mientras veían como esta vez, el tronco de un árbol atravesó todo el salón de la casa. Las féminas se salvaron del impacto gracias a sus grandes reflejos.

– ¡¡Salid para que pueda mataros!!- gritaba Louis Wheredis, mientras de alguna forma levantaba un coche, haciendo uso de una misteriosa habilidad que le permitía controlar la gravedad.


Mientras tanto, en Iron Heights, la puerta de la prisión del villano conocido como Chatarra, salió disparada de sus goznes. De un único puñetazo, el criminal había logrado arrancarla de cuajo. (7)

Sin embargo de poca tranquilidad iba a disfrutar en su fuga, ya que rápidamente tres guardias salieron de inmediato dispuestos a detenerlo.

– ¡¡Alto ahí!!- amenazó uno de ellos mientras le apuntaba con un arma.

Sin mediar palabra, Chatarra lo agarró de la cabeza y la apretó con fuerza, rompiéndose como un melón que cae al suelo. El sonido del cráneo de su compañero al quebrarse aplastado, provocó un gesto de repulsión en sus dos compañeros.

Uno de los guardias empezó a dispararle repentinamente una y otra vez. Chatarra empezó a reírse a carcajadas.

– ¿Balas? ¿Balas a mí? En mi estado normal, apenas me afectan, pero ahora que se ha incrementado mi fuerza y mi invulnerabilidad….- se jactó el villano.

Acercándose al guardia, que en ningún momento dejo de vaciar su cargador contra Chatarra, le propinó un puñetazo en la cabeza que le arrancó de cuajo la parte inferior de la mandíbula. Antes de que pudiese asimilar siquiera el horror de lo que acababa de hacerle el villano, de otro puñetazo le hundió el cráneo, acabando con su vida.

El tercer guardia empezó a correr, muerto de terror de lo que ese asesino pudiera hacerle. Generosamente, el villano le perdonó la vida, ya que a su parecer, ese empleado de Iron Heigths fue el que tomó la decisión más inteligente.

Chatarra empezó a coger las puertas de las celdas de los demás huéspedes de la prisión, y empezó a arrancarlas mientras que empezó a resonar una alarma por todo Iron Heigths.

Los villanos estaban liberándose, dispuestos a recuperar el tiempo perdido.


El primer sitio al que llegó Flash tras regresar a Keystone fue a casa de su tía Iris, encontrándose a las dos mujeres que más quería en el mundo siendo amenazadas por Louis Wheredis.

– Escoria, ¿por qué no lo intentas conmigo?- preguntó retóricamente Wally.

– ¡Flash! Pretendía vengarme de ti matando a tus seres queridos, pero ahora que estás aquí será un placer darte muerte- amenazó el villano, mientras le arrojaba un coche.

Flash empezó a hacer vibrar sus moléculas, de tal forma que el coche le atravesó sin que el velocista escarlata sufriese ningún daño.

Flash corrió hacía él, pero Louis, empleando su control sobre la gravedad, le hizo hincarse al suelo de rodillas.

– ¿Qué te ha pasado, Wheredis? Antes únicamente eras un triste matón sin ninguna habilidad especial…

Sin proporcionarle ninguna respuesta, Louis apretó más y más, dispuesto a que Flash únicamente fuese una mancha en el asfalto. Afortunadamente Wally sabía lo que se hacía. Dotó de velocidad a una caja de cartón que volaba debido al viento que hacía y la arrojó contra su enemigo.

– ¿Pretendes detenerme con eso?- se burló Louis, mientras usaba su control sobre la gravedad para frenarla.

El criminal abrió demasiado pronto la boca. Él era un novato usando su habilidades, y al hacer caer la caja, descuidó un instante la presión que ejercía sobre el velocista escarlata. Eso basto y sobró para que Flash corriese hasta él a supervelocidad y le propinase una sucesión de puñetazos que terminaron con la inconsciencia de su rival.

– Nunca parpadees siquiera cuando te enfrentes con un velocista- proclamó Wally West.

Linda e Iris se acercaron a Wally.

– ¿Os encontráis bien?- preguntó Flash.

– Si. La casa ha quedado destrozada, pero eso ahora es lo de menos- comentó Iris- ¿Quién era este hombre?

– Un vulgar matón, un esbirro al que me he enfrentado en unas cuantas ocasiones. Aunque hasta la fecha no tenía poderes metahumanos- contestó Wally- Aunque por lo que sé, se están produciendo últimamente muchos casos de poderes aumentados entre los villanos y también de criminales que están desarrollando nuevas habilidades metahumanas.

Linda abrazó y beso a su marido, antes de darle una horrible noticia.

– Wally… Tus villanos, el Capitán Frió, Boomerang… Están por el centro de la ciudad, matando a gente. A mucha gente. Keystone está en estado de alarma- comentó Linda- ¿Por qué está pasando esto?

Flash tragó saliva.

– Voy a ir a por ellos. Linda, Tía Iris… buscad un sitio seguro- ordenó Wally.

Dio un beso rápido a su mujer, abrazó a su tía y se dispuso a correr hacía el encuentro con los villanos.

– Vayamos a mi casa. Es el mejor sitio que se me ocurre- sugirió Linda a Iris.


Mientras los villanos proseguían su orgía de destrucción y muerte, varios criminales se había unido a ellos. Eran simples rateros que hasta la fecha no tenían poderes y ahora disfrutaban habían descubierto sus nuevas habilidades.

Uno de ellos, había descubierto que podía volar. Para probar su nuevo talento, estaba en la Avenida Jason cogiendo personas y dejándolas caer desde las alturas.

– Vas a hacer una bonita mancha en el suelo, de sangre y de huesos rotos-  se burló el volador, mientras se disponía a dejar caer a una chica de unos dieciocho años.

La jovencita dejo escapar un agudo grito mientras se precipitaba a su muerte. O al menos a lo que creía que era su muerte, ya que Flash apareció de la nada, como un borrón rojo, y no permitió que impactara contra el suelo.

– Nadie muere si puedo evitarlo- anunció Flash.

El volador empezó a arrojarse contra el velocista escarlata, quien esquivo fácilmente los ataques. Wally empezó a correr, dando vueltas alrededor del criminal, lo que provocó que se generará un pequeño torbellino que atrapó dentro a su enemigo. No tardó mucho en salir dirigido contra una pared, provocando así su inconsciencia.

– No está mal, pies ligeros- le comentó el Capitán Boomerang, quien acababa de entrar en escena.

Flash se dio cuenta de que el villano sostenía en la mano un boomerang que estaba lleno de salpicaduras de sangre, lo que le hizo enfurecer.

Digger Harkness se dispuso a lanzarle una de sus armas, cuando sin comerlo ni beberlo, el velocista escarlata ya estaba delante suya, propinándole puñetazos sin parar a toda velocidad.

– Siempre que hemos pelado, me he contenido. Pero hoy no lo voy a hacer. Soy el hombre más rápido del mundo y si hasta el momento te he dejado lanzarme tus boomerangs antes de detenerte ha sido porque he sido indulgente contigo. Pero tras el reguero de cadáveres que habéis dejado atrás, se acabó el actuar con contemplaciones- comentó Wally.

No obstante, Harkness no pudo contestarle siquiera, ya que fue noqueado.


Zumbido, el Amo de los Espejos y Zoom estaban ultimando los detalles de sus maquinaciones. Eobard Thawne no cesaba de correr de un lugar a otro, luciéndose y exhibiendo sus poderes aumentados de supervelocidad.

– Thawne, para de correr. Sé que últimamente tus poderes han aumentado, pero eso es algo que teníamos previsto de antemano. En esta época, las habilidades de los mal llamados criminales eran aumentadas por la energía de Kogix, así que ahora estás en tu máximo esplendor- comentó Zumbido.

Zoom obedeció y paró de correr.

– ¿Ha llegado el momento, verdad?- pregunto Eobard.

– Si. Ha llegado el momento de quebrar a Wally West- respondió Zumbido.

El Amo de los Espejos sonrió.

– Es hora de que me vaya de aquí. Cuando nos volvamos a ver, todos habremos cumplido nuestra parte del plan- anunció el escocés- Tanto tiempo esperando este momento y por fin ha llegado la hora de cumplir nuestra venganza…


Tras derrotar al Capitán Boomerang, Flash empezó correr por los alrededores y comprobó que en el centro de la ciudad las calles estaban destrozadas y habían cadáveres por doquier en las aceras. Keystone City parecía un campo de batalla.

– Por favor, que esto sea otra alucinación- rogó Wally West, tras pararse un momento a digerir lo que estaba viendo. (8)

Una llamarada, que apenas pudo esquivar, le sacó de su momento de meditación. Ola de Calor, el Capitán Frío y el Hechicero del Clima estaban enfrente suya.

– ¿¿Snart?? ¿Eres tú?- preguntó Wally al ver al Capitán Frío convertido en un autentico hombre de hielo.

– Mi nombre es Frío- respondió el villano.

– Esta vez, habéis ido demasiado lejos. Habéis asesinado a docenas de personas sin piedad. Vais a pagarlo muy caro, tengáis o los poderes aumentados- declaró Flash.


REFERENCIAS A NÚMEROS ATRASADOS

1.- Ver el número 65 de los Titanes.

2.- En los números anteriores has podido leer como los poderes de algunos de los villanos han ido aumentando.

3.- Puedes leer que hace ahí Dinah en el 65 de los Titanes.

4.- Esto aún no se ha publicado, pero encontrareis respuesta en Julio en la serie de DC Premiere. ¡Atentos, true belivers!

5.- Si, el 65 de los Titanes es uno de esos relatos imprescindibles.

6.- Eso pasó en el Nº 3 de Universo DC: Flash, de Planeta De Agostini.

7.- La anterior aparición de Chatarra fue en el Nº 7 de DC Premiere, donde fue encarcelado por Kid Flash.

8.- Una clara referencia a los números 180 y 181 de Flash, donde Wally experimentó una alucinación de un Keystone de pesadilla.


CORREO EXPRÉS

Ya están aquí los cruces con Armaggedon 2012, sin comerlo ni beberlo. Recordad que antes de leer este relato es imprescindible leer el de los Titanes del mes. A partir de ahí, podéis continuar leyendo con total tranquilidad las andanzas de nuestro velocista escarlata.

Tomas Sendarrubias : «¡¡¡Mwah ha ha!!! ¿¿¿Mike Naharro??? Bueeeno, no debería sorprenderme, Kogix ya había salido por aquí… je, je, je. Bien, el Armaggedon se acerca… ¡a ver qué pasa cuando estalle!»

Pues no te despistes, que cualquier día de estos lo mismo sacó un «Thomas» o un «Charles» jajajajajaja

Y hasta aquí el número del mes. Lo que siempre os digo: podéis enviar vuestras dudas, comentarios, impresiones, dudas, ruegos, preguntas y cheques en blanco al portador a davidguiradoalzira@hotmail.com o bien podéis visitar el grupo de facebook de Marveltopia.

El mes que viene más Armaggedon 2012!

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2 Responses to Flash #184

  1. MarvelTopia says:

    ¡La macrosaga de David llega a Flash!
    Si ya hay pocos villanos en Keystone, ahora tiene que ser un caos, ¿eh?
    Está muy bien, a ver cómo se las arregla Wally para que no se carguen su casa…

  2. Tomas Sendarrubias says:

    Que brutitos se están volviendo los villanos con esto de que Kogix ande en las cercanías. Fijate, a los villanos de Flash siempre los he visto más antihéroes que villanos como tal, pero aquí están de lo más desatados. ¡¡¡Sangre y Fuego!!!

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