Titanes #65

Titanes #65

#65 – Armaggedon 2012 I
Un día que vivirá en la infamia

Por David Guirado
Portada de Cristian Cobo


Fecha de publicación: Mes 170 – 6/12


En una mañana que comenzó como cualquier otra, los Titanes estaban desayunando en la cocina de su cuartel general, la antigua embajada de la Liga de la Justicia.

– Y entonces, le pegue un buen patadón en sus partes íntimas- comentó Stephanie Brown entre risas. (1)

Cassie no pudo evitar esbozar una sonrisa, mientras que Bart se estaba riendo descaradamente.  Roses se cruzó de hombros, aunque se notaba por su rostro que aprobaba aquella acción.

– Ciertamente, cuando quieres tienes tu genio- dijo Rose Wilson, frunciendo el ceño.

– Me alegra que estés de vuelta por aquí- declaró Bart mientras untaba mantequilla en una tostada.

– Ey, colega, que tampoco he estado fuera tanto tiempo. Vale, reconozco que he estado un poquillo liada pasando tiempo con mi novio. Pero ey, es MI NOVIO- sonrió Steph, muy contenta de la recuperación de Tim (2).

– Tú novio… eso son chorradas. Atarse a alguien es una tontería, nena- respondió Rose pegando un buen sorbo a su café con leche- Yo no me ato con nadie ni pertenezco a nadie. Hago lo que quiero con quien quiero y cuando quiero.

Bart dirigió una mirada  asesina a Rose, recriminándole esas palabras.

– No estoy de acuerdo- contestó Steph- Es genial poder estar siempre con aquella persona a la que amas.

– Tú misma- dijo Rose, señalando a Stephanie.

En esos momentos, Stargirl entró en la sala, vestida con su uniforme de superheroína y llevando la voz cantante.

– ¡Titanes! ¡Tenemos trabajo que hacer!- les ordenó Courtney.

Al instante, todos los presentes se levantaron de la mesa y se pusieron en marcha. Wonder Girl ya estaba desayunando con su traje puesto, mientras que Steph y Rose tuvieron que ir a sus habitaciones a ponerse sus uniformes. Naturalmente, Bart fue el primero es estar preparado.

– ¿De qué se trata?- preguntó Wonder Girl.

Stargirl abrió la boca para contestar, pero en esos momentos, entró en la cocina Maxwell Lord, bastante alterado.

– ¡¡Chicos, tenéis que salir fuera!! ¡¡Ahí un monstruo encima de la ciudad!!- gritó el millonario, histérico- ¡¡Parece mentira de que no hayais escuchado los gritos de la gente.

Bart fue nuevamente el primero, en esta ocasión en salir a la calle. Y efectivamente, toda la gente estaba como loca, corriendo de un lado para otro y sin cesar de gritar alterados. Aquello era un autentico caos.

Lo peor vino cuando alzó la vista. Kid Flash no podía dar crédito a aquello que estaba viendo por el cielo: Una extraña criatura, estaba sobrevolando New York. Se trataba de un ser que tenia apariencia humanoide. Destacaba que iba cubierto por un misterioso manto de color negro. Tenía cuatro tentáculos semejantes a los de un pulpo, además de extremidades humanas. Desde el lugar del que Bart le estaba observando le daba la impresión de que no tenía nariz ni orejas, pero si unos ojos amarillentos y unos pertubadores colmillos.

– ¡¡Llega el Armaggedon!!- gritó claramente ese monstruo, retumbando su voz por todo New York.


El monstruo conocido como Kogix se encontraba en un punto muy alto en su escala de poder. Quizás estaba más cargado que nunca de energía. Casi con toda probabilidad, ninguna de sus contrapartidas que llegaron a diferentes dimensiones estaba tan pletórica de energía como él. Había llegado hacía poco tiempo a New York, volando invisible, pero tras llegar a la ciudad había decidido hacer pública su presencia. Después de todo, era el momento de poner en práctica sus planes de conquista.

Desde que llegó a este universo, había estado asimilando la energía que poseía aquella Tierra, debido a su abundante existencia de metahumanos. Aún más, él mismo se había ocupado de potenciar desde su llegada a la Tierra los poderes de aquella gente que poseía un aura de maldad; incluso había otorgado habilidades a gente con el corazón oscuro. De esa forma, Kogix se aseguraba que su estrategia llegaría a tener éxito. (3)

Ahora era el momento de darse a conocer y de iniciar la siguiente y decisiva fase de su plan.


Dinah Lance, también conocida como Canario Negro estaba montada en su moto, rumbo a New York. Hacía unas horas, Stephanie Brown le llamó por teléfono para proponerle dar una sesión de entrenamiento a los Titanes, tal y como la misma Robin estaba recibiendo por parte de Dinah.

Ni que decir tiene, que ella aceptó encantada. Además, esa era una ocasión perfecta para poder darse un buen paseo en moto, desde Gotham hasta New York. Stephanie le había sugerido que utilizase el tubo teleportador que empleaba para llegar hasta la embajada de los Titanes, pero Dinah quería sentirse libre recorriendo la carretera con su Harley.

Aceleró su moto, y se preparó para sentir el subidón de adrenalina que le producía el conducirla.


 

Stargirl, Robin, Wonder Girl, Kid Flash y Destructora salieron a la calle, dispuesto a averiguar más de aquel monstruo que estaba aterrorizando la ciudad. Hasta el momento, no había atacado a nadie, pero su mera presencia era más que suficiente para inquietar a la población.

Conner Kent slaió corriendo en último lugar, acercándose al resto de los Titanes.

– Es mejor que vuelvas dentro de la Embajada- sugirió Wonder Girl.

– ¡¡Ya estamos!! ¿Tan inútil soy qué no quieres ni tenerme cerca?- preguntó con ira Superboy.

– No se trata de eso y lo sabes- intervino Courtney- Esto es peligrosos y sin poderes y sin tu armadura, es demasiado peligroso para ti. (4)

– ¡Pero Robin y Destructora tampoco tienen poderes!- argumentó Conner.

– No hay tiempo para discutir eso- contestó Courtney.

Acto seguido los Titanes empezaron a correr, intentando alcanzar el paradero de ese escalofriante ser. Conner se quedó atrás, pegando un puñetazo de pura rabia e impotencia a la pared.


Desde los cielos, los ojos de Kogix se volvieron rojos por unas décimas de segundo. Ese aparentemente insignificante gesto, provocó que se iniciase el caos a nivel global.

En ese mismo instante, sin saber muy bien como describirlo, aquellos villanos que habían visto aumentados sus poderes durante las últimas semanas o directamente habían obtenido nuevas, sintieron como una especie de llamada imposible de definir que les impulsó a provocar una oleada de destrucción.

En la ciudad de Gotham, Franchesco Monaguigui salió volando del escondrijo que compartía con su Máscara Negra desde que ambos se fugaron recientemente de Blackgate. (5)

La primera acción que hizo el villano, fue volar lo suficientemente bajo como para poder empujar a un hombre de unos cuarenta años contra un autobús que circulaba a gran velocidad, quedando la victima incrustada contra el vehículo. A su vez, el autobús se estrelló contra una pared como consecuencia del choque. No hubo supervivientes.

Mientras tanto, en Keystone City Ola de Calor, el Capitán Boomerang, el Capitán Frío y el Hechicero del Clima salieron a la calle y empezaron a masacrar a toda aquella persona que tenía la mala fortuna de cruzarse por su camino (6)

En Star City, un hasta hace poco delincuente común conocido como Robert Raney, entró en un bar y con los poderes que había adquirido inexplicablemente para él, mato a todos los parroquianos. No tuvo ninguna clase de escrúpulos a la hora de sacar sus recién descubiertas garras para ponerse a cortar, trocear, mutilar y degollar a aquellas personas que habían tenido la mala suerte de estar presentes en aquel bar.

Y eso era tan sólo el principio.


Los efectos de aquel gesto de Kogik también se hicieron sentir en New York. Mientras los Titanes se disponían a encontrarse con Kogix, observaron algo realmente aterrador.  Un misterioso ser con forma insectoide estaba colgado de una farola, alimentándose de un hombre obeso de unos treinta años. Colgado estaba mordiendo impunemente la barriga de su víctima, engullendo sin piedad carne humana, mientras que con cada bocado caía más y más sangre al suelo, embadurnando la acera.

– Oh, Dios Santo- exclamó Steph mientras se llevaba las manos a la boca tratando de no vomitar- Creo que sé quién es ese monstruo. Es Charaxas, el Polilla Asesina Original. Hizo un trato con el demonio Nerón y… (7)

– Da igual quien fuese antes, ahora lo importante es detenerlo- ordenó Stargirl mientras le disparaba un rayo procedente de su vara de poder.

Charaxas saltó de la farola, dejando caer el cuerpo de su víctima, para esquivar el ataque de Courtney. Destructora desenvaino sus sais, dispuesta entrar en acción.

– Voy a matarte, cucaracha asquerosa- le amenazó Destructora.

Charaxas le saltó encima a Rose, sin que a la chica le diera tiempo a poder defenderse. No cabía duda de que las habilidades del villano también habían sido aumentadas. Wonder Girl le quitó a Charaxas de encima de una fuerte patada a Destructora.

– Yo sola podía con él- alardeó Rose Wilson.

– Ya lo hemos visto- se burló Wonder Girl, sin dejar de prestar al siguiente movimiento del villano.

Charaxas hizó un ruido muy extraño, justo antes de que Kid Flash se acercase corriendo al villano y empezase a golpearle. Bart y el resto de los Titanes ya daban la batalla por ganada cuando apareció volando un nuevo contendiente que disparó por la espalda a Bart. El velocista tuvo tiempo de esquivar la bala, pero esa distracción permitió que Charaxas pudiese cortarle con sus garras en el pecho. Afortunadamente, la herida del joven héroe fue tan sólo superficial.

– ¡Polilla Asesina! Conozco a este perdedor… Lo pintoresco es que pensaba que estaba entre rejas y aquí esta, aliado a su antecesor- comentó Robin.

No obstante, esa no fue la aparición más sorprendente del momento. Los Titanes alzaron la vista y se percataron de que alguien había llegado a la ciudad dispuesto a encontrar soluciones. Nada más ni nad amenos que Superman en persona acababa de llegar volando a New York, sin duda alertado de la presencia de un monstruo sobrevolándola.


Superman permanecía en el aire, plantado ante el monstruo, con los puños preparados para atacar a su antagonista. La pose del Hombre de Acero, era la de alguien que tiene un poder semejante al de un dios.

– ¿Quién eres tú?- pregunto Superman.

El ser estaba relamiéndose ante la presencia del Kryptoniano, puesto que seres tan poderosos como Superman son los que hacían posible el alto nivel de energía que la criatura poseía en aquella Tierra.

– Los humanos me llaman Kogix, puesto que mi verdadero nombre es impronunciable para sus primitivas cuerdas vocales- contestó el ser, con un sonido gutural-  No necesito más presentación.

Superman prosiguió interrogando al monstruo.

– ¿Por qué estás aquí? ¿Cuál es tu objetivo? – preguntó, con la esperanza de obtener más información.

– Estoy aquí para poder nutrirme. Las energías de este mundo me hacen poderoso, lo suficiente como para poder devastarlo- respondió Kogik.

– No entiendo que pretendes con eso. Si dices que las energías de este mundo te hacen más poderoso, perderás eso si lo destruyes- argumentó Superman.

– No abuses del privilegio que supone que me este dirigiendo a ti. No comprendes la complejidad de mis intenciones. La destrucción es mi naturaleza, pero no percibo la conveniencia de comunicarte todos los puntos de mi plan- respondió tajantemente Kogix.

– Comprenderás que me opongo a tus planes de muerte y destrucción- anunció el Kryptoniano, quien había adoptado una posición desafiante ante la criatura.

Kogix no respondió, al menos verbalmente, puesto que daba por hecho el tener que enfrentarse a los mismos metahumanos de cuya energía se nutría. El gesto que realizo Kogix due el de lanzar un rayo óptico de color negro a Superman, el cual le provocó un fuerte dolor en el pecho.

Antes que su enemigo pudiese atacarle de nuevo, el Hombre de Acero se abalanzó volando contra él con los brazos estirados hacia delante. Del impacto, Kogix retrocedió varios metros en el aire. Superman voló rápidamente hacía él y le propinó un puñetazo con todas sus fuerzas, que provocó que el monstruo se estrellase contra el suelo.

Por primera vez desde que llegó a NewYork, Kogix había tocado el suelo y Superman pretendía que su rival permaneciese allí, por lo que aterrizó sobre su enemigo caído le dio una importante sucesión de puñetazos. Por su fuera poco, una vez se hubo asegurado de que Kogix recibía un castigo sin parangón, golpeándole una y otra vez. Para rematar la faena, el Hombre de Aceró le regaló una dosis de visión calorífica.

El Último Hijo de Krypton pensaba que ya había triunfado en su lucha contra Kogix cuando escuchó una frase que le hizo que se le helara la sangre.

– Ahora es mi turno- amenazó Kogix, levantándose como si el ataque de Superman apenas le hubiese hecho cosquillas.

Superman no pudo evitar poner cierta cara de sorpresa, al ver levantándose como si nada a Kogix.

– He permitido que me golpeases para ver hasta dónde llega el alcance de tu poder. Ahora comprobará tú el mío- dijo Kogix con una voz muy poco humana.

El Kryptoniano voló hacía el ser con la intención de golpearle de nuevo, pero en esta ocasión Kogix le paro el golpe empleando su extremidad humana. Antes de que Kal pudiese intentar cualquier otro tipo de ataque, la criatura le golpeó con fuerza en la cara.

Para sorpresa del Último Hijo de Krypton, aquel golpe le dolió muchísimo, haciéndole sangrar. Ni los puñetazos de Juicio Final le habían provocado tanto dolor. Sin embargo, no iba a desfallecer y se lanzó a atacar de nuevo a Kogix.

Esta vez, el monstruo se limitó a chasquear sus dedos, liberando una serie de rayos eléctricos que paralizaron temporalmente a Superman. Antes de que pudiese moverse de nuevo, le golpeó con uno de sus tentáculos, lanzándole hacía arriba como si fuese tan ligero como una pluma. En el cielo Superman se recobró de su parálisis temporal y logró estabilizar su vuelo.

Kogix también había ascendido a las alturas y se acercó para atacar cuerpo a cuerpo al Kryptoniano. Superman le encajó un par de golpes a su rival, pero este no demostró sentir mucho doler. En cambio, cuando llego el turno de que Kogix atacase al Hombre de Acero, hizo que este recibiese una sucesión de puñetazos que lo estaban destrozando.

– Nada podrá detenerme. Va a llegar el Armaggedon- anunció Kogix.

– De una forma u otro, te detendré- prometió Superman.

Kogix le lanzó al hombro un rayo óptico que le inutilizó momentáneamente el brazo a Kal, por lo que este decidió lanzarle una buena mirada de visión calorífica, que hizo retroceder un poco a su rival.

Sin embargo, no duró mucho ese pírrico momento de superioridad, ya que Kogix le devolvió el ataque a Superman. El monstruo le disparó dos rayos negros que provocaron un gran dolor al Kryptoniano.

– Has intentado resistirte, pero no tienes nada que hacer contra mí. Como premio a tu valentía, te proporcionare un dato- Anuncio Kogix- Yo soy el responsable de que supervillanos recientemente hayan aumentado sus poderes. He estado aumentando sus poderes liberando parte de mi energía. Hasta he dado a poderes a personas que antes no los poseían. Todos villanos desde el punto de vista humano. Créeme, tengo mi sistema para no equivocarme en mi elección de a quien propinar poderes.

Superman estaba más decidido que nunca a impedir un Armagedón y se lanzó nuevamente, pese al dolor de su hombro, contra Kogix. Este se empezó a cansar de la lucha y proporciono a su enemigo un par de puñetazos que lograron lo que parecía imposible: dejar inconsciente  Superman.

Mientras que el cuerpo de Kryptoniano caía inevitablemente contra el suelo, Kogix lanzó contra Kal un rayo de energía oscura, que sólo hizo que aumentar los daños al Hombre de Acero, llegándole a destrozar parte de su uniforme.


Los Titanes habían permanecido ajenos al combate entre Superman y Kogix, puesto que se encontraban demasiado ocupados enfrentándose a la alianza entre Charaxas y Polilla Asesina. Por no mencionar que Bart Allen estaba recuperándose del arañazo recibido.

Un nuevo jugador entraría pronto en escena, ya que Wally West había recibido noticias de que algo andaba mal en New York. Ignorando que sus villanos andaban sueltos por Keystone, el velocista escarlata iba a entrar en escena.

 

Flash estaba corriendo a supervelocidad hacía las afueras de New York, decidido a impedir el desastre. No era ni muchísimo menos la primera vez que Wally corría hacía el peligro, pero sí que notaba en sus entrañas que las cosas pintaban mal.

Nada más llegar a la ciudad contempló una escena que no hacía sino que confirmar sus peores temores…. Flash contempló una imagen que le lleno de desasosiego, Superman caía, precipitándose hacía el suelo. El Hombre de Acero había sido derrotado.

El estruendo del golpe de Superman al tocar tierra resonó fuertemente. Aquello no podía ser cierto. Aquella criatura que sobrevolaba la ciudad se había alzado victoriosa.

– ¿Superman? ¿Te encuentras bien?- preguntó Flash acercándose a su camarada caído.

Sin embargo, no recibió respuesta. Wally le tomó el pulso y se tranquilizó un poco al ver que tan sólo estaba inconsciente.

– No podéis detener el Armaggedon- anunció la criatura conocida como Kogix, mientras empezaba a liberar una especie de energía oscura.

– Amigo, perdóname si lo intento- replicó Wally mientras empezó a correr a supervelocidad hacia el monstruo.

Kogix lanzó contra Flash una especie de rayo con forma de media luna. Ni siquiera el hombre más rápido del mundo pudo reaccionar y esquivar ese ataque. Wally West recibió de lleno el impacto.

– ¡Wally, nooo!- gritó Kid Flash, quien acababa de llegar al lugar de los hechos.

El rayo había dejado herido a Wally. No eran heridas mortales, pero sí que le había afectado bastante, dejándole tendido en el suelo. Ese ataque de Kogix le había paralizado y se veía incapaz de mantener abiertos los ojos por mucho más tiempo.

– Los metahumanos estáis de suerte. No quiero mataros- proclamó Kogix.


Los Titanes estaban desolados. Habían caído derrotados tanto Superman como Flash. Si pesos pesados como ellos habían caído ante ese tal Kogix, ¿qué podían hacer ellos contra ese monstruo?

Wonder Girl logró coger del cuello a Charaxas. Con fuerza, le propinó una serie de puñetazos que desembocaron en la inconsciencia del villano.

– ¿Y eso no lo podías haber hecho antes, rubita?- provocó Destructora.

Polilla Asesina empezó a batir sus alas artificiales, disponiéndose a echar el vuelo, cuando Robin le lanzó un bat- garfio, enganchando al criminal por las piernas.

– No tan rápido amigo. ¿Pretendías huir?- preguntó Steph.

– Ni lo sueñes. No con mis nuevas habilidades no necesitó huir- respondió Polilla Asesina mientras cerraba los ojos debajo de su máscara.

– ¿Cuáles son esas? ¿Las de ser un cagón?- se jactó Robin.

Polilla Asesina desapareció. Así, como si nunca hubiese estado allí. Wonder Girl, Robin, Destructora y Stargirl miraron extrañados pero el villano había desaparecido… Al menos, hasta que se materializó detrás de Robin, poniéndole la mano en el hombro.

– ¿Pero qué coño?- musitó Stephanie.

Y acto seguido,  Polilla Asesina volvió a desaparecer, llevándose contigo a Stephanie Brown. (8)


Bart Allen, quién había corrido hacia Wally West al verle aparecer, se acercó a su inconsciente mentor.

– ¡Wally, despierta! ¡Necesitamos tu ayuda!- le rogó el joven velocista.

Sin embargo, Flash permanecía sin sentido. En caso de haber estado consciente, no cabía duda de que Wally hubiese escuchado  el ruido de una moto llegando a su lado.

– Sin duda, esto no es lo que esperaba encontrarme al viajar hacía New York- comentó Dinah Lance con cara de pánico, mientras se bajaba rápidamente de su vehículo.

Canario Negro no pudo evitar sentir cierta desesperación al ver los cuerpos caídos de Superman y Flash. Bart Allen se dio cuenta de ese gesto.

– ¡Dinah, eres tú!- La saludó- Superman y Wally están sólo inconscientes. Ha sido obra de ese monstruo.

Destructora, Wonder Girl y Stargirl se acercaron a Canario Negro y a Kid Flash, dispuestos a reagruparse.

– No es sólo eso. Stephanie Brown acaba de desaparecer. Estábamos luchando contra Polilla Asesina y de pronto ambos han desaparecido- comentó Stargirl.

– ¡Maldita sea! Todo es por culpa de ese bicho de ahí arriba. Si me llevais hasta él, me encargare gustosa de destriparlo como a un pez- amenazó Destructora.

– Tranquilízate, muchacha- dijo Dinah Lance- Ahora lo primero es trazar una estrategia de combate.

– Si Arsenal estuviese aquí, eso sería más fácil. ¿Dónde se habrá metido Roy?- preguntó Kid Flash- No lo he visto en todo el día.

– Será mejor que nos movamos rápido y que no nos demoremos en actuar. Parece que esa criatura va a hacer algo- observó Wonder Girl.

En efecto, Kogix empezó a brillar de forma notoria. Una energía oscura empezó a salir de dentro de él en gran cantidad. Parecía como si estuviese liberando materia oscura.

– Hemos de hacer algo ya. Yo soy la única aquí que puede volar, así que allá voy- proclamó Stargirl.

– ¡Espera! ¡No sabes qué se propone!- le ordenó Canario Negro.

Pero era una orden en vano, ya que Coutney voló hacía Kogix, impulsada por su vara cósmica. La chica confiaba en que todo iba a depender de ella, así que tenía que dar lo mejor de si misma.

Mientras Stargirl se acercaba volando a Kogix, este empezó a generar una especie de cúpula oscura. Desde el cielo, Courtney empezó a disparar ráfagas con su vara al monstruo, pero este ni siquiera reaccionó a los impactos.

Stargirl decidió cambiar su estrategia y tomar como objetivo la cúpula que se estaba generando. No obstante, el resultado fue el mismo y no hacía más que agrandarse a lo largo de New York.

Muchos de los habitantes de la ciudad estaban corriendo intentado poder salir antes de que la cúpula se cerrase, provocando una gran oleada de personas desesperadas por lograr huir. El pánico estaba generalizado y las personas se empujaban las unas a las otras intentando escapar.

Canario Negro intentó emplear su grito sónico para destruir la cúpula que se estaba formando, pero también resultó inútil. Wonder Girl y Destructora se sumaron al intentó, pero de poca utilidad resultaron tanto los puñetazos de la primera y los espadazos de la segunda.

– He de hacer algo- se dijo a si mismo Kid Flash.

A supervelocidad, el velocista arrastró fuera de la cúpula, antes de que se cerrase tanto al cuerpo inconsciente de Superman como al de Flash. Poco a poco, la cúpula se estaba acabando de formar y el tiempo de huir se agotaba.

De repente, a toda velocidad, apareció Charaxas, quien ya había recuperado la consciencia, e intentó escapar antes de que la cúpula se cerrase. Intentando huir, empujó a Cabario Negro, quien involuntariamente se quedo fuera de la cúpula antes de que se cerrase.

– ¡No, maldición!- gritó de rabia Dinah, llegando a emplear, nuevamente en vano, su grito sónico para así poder intentar entrar de nuevo y ayudar a los Titanes en la lucha contra Kogix.

En esos momentos, New York había quedado sellada y era imposible entrar o salir de ella. Muchas de las personas que se habían quedado dentro estaban golpeando de pura impotencia, intentando lograr lo imposible y escapar del cautiverio al que se habían visto sometidos.

Muchos de los ciudadanos que habían logrado escapar estaban mirando incrédulos la cúpula, preguntándose como era posible que hubiese pasado todo aquello en un único día. No eran pocos los llantos y lamentos que se oían de varías de las personas que, aunque habían logrado salir, se habían dejado algún ser querido atrapado a merced de ese Kogix.

En el interior de la ciudad de New York se escuchó un gritó de victoria de Kogix

– Armaggedon- pronunció la criatura, mientras veía como Kid Flash, Stargirl, Wonder Girl y Destructora estaban adoptando una posición de combate.


REFERENCIAS A NÚMEROS ATRASADOS

1.- A ver si adivinas a que relato de Spoiler pertenece esa mención.

2.- ¿Acaso te estás perdiendo la serie de Spoiler?

3.- En números recientes de Flash, Spoiler y Titanes.

4.- Hace dos números Superboy se quedo sin armadura. ¿Te lo perdiste?

5.- En el número del mes de Spoiler puedes ver más de esta escena.

6.- Idem con el de Flash.

7.- Puedes refrescar la memoria revisando el 8 de Spoiler.

8.- Lee el número de Spoiler del mes para saber adonde van.


LA EMBAJADA DE LOS TITANES

Bueno, pues ya hemos entrado en plena saga de Armaggedon 2012. Tras leer este úmero podéis continuar con el número 183 de Flash o bien el 15 de Spoiler. Da igual con cuál de esas series continuéis luego, siempre que primero leáis este  65 de Titanes. Eso sí, el mes que viene os quiero de nuevo por estos lares.

Tomas Sendarrubias says: «¡Yuju, metagen a cascoporro! Je, je, je. Pues nada, lo mismo que en las anteriores… a ver qué nos trae el Armaggedon…»

Esta es una opinión que tan solo puede verse resulta leyendo las siguientes entregas de esta serie.

Y hasta aquí hemos llegado. Lo que siempre os digo podéis enviar vuestras dudas, comentarios, impresiones, cheques en blanco al portador a davidguiradoalzira@hotmail.com o bien podéis visitar el grupo de facebook de Marveltopia.

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3 Responses to Titanes #65

  1. MarvelTopia says:

    ¡Y comienza la macrosaga!
    Para mi forma de ver, tus Titanes no son suficientemente poderosos para acabar con Kogix, así que a ver cómo te las ingenias… no tienes ningún «superman» entre sus filas (SuperBoy no cuenta :D)
    ¿Cuántos números va a durar?

  2. Tomas Sendarrubias says:

    ¡Leído! Ni los Titanes tienen poder para acabar con Kogix… ni Superman tiene poderes para acabar con Kogix… Que oscuro pinta para Nueva York…

  3. Carlos Fortuny says:

    Interesante el inicio del evento, quizás algo sobrepetado el villano, a ver como se va resolviendo esto ^^

    PD: Me he puesto a recuperar lectura que el Verano me ha tenido perdido :p

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